-Tesoro, soy tu madre, obvio que sé todo lo que ocurrió en tu relación con Daniel.- asentir efusivamente sonriendo sarcástico. Claro ma’ usted supo todo.
-Cómo sea.- susurré intentado dormir de nuevo.
-¿Por qué no vas con los amigos?- me giré para estar bocarriba, sequé el sudor de mi frente para abrir los ojos y mirar el techo.
-Los gemelos tienen otras cosas que hacer, dijeron que irán sólo a comer y luego se irían. Daniel va a estar con Byunghun y tuve fricciones con JongIn.- después de ese puñetazo y lo que le dije, dudo mucho que quiera ir conmigo la baile a una escuela en la que no estudia.
-¿Y Kibum?- a él también lo odio. –¿Él irá con Jonghyun? Parece que ellos dos ya quedaron para siempre.- asentí efusivamente. –¿Recuerdas cuando lo mencionabas mucho?- mis mejillas se tiñeron tan rojas que incluso desde mis ojos las vi. –Me dijo tu papá que querías eliminar a Kibum jejeje.-
-¡Eso fue hace años!- grité pateando la codera del sofá. –Sí estaba enamorado de Jonghyun hyung ¡¿bien?!- me giré molesto hacia el respaldo del sofá para que no me viera. –De hecho mamá, ¿recuerdas la primera vez que te mandaron llamar a la dirección? Fue porque me teñí el cabello de rubio.- y ahí empezó el Taemin ruder.
-¡Cómo olvidarlo! Si por una semana usaste un gorro para que no te miráramos el rubio.- sonreí mientras reía leve, si no fuera porque mi papá me quitó el gorro mientras yo subía las escaleras y él las bajaba no lo hubieran notado tan rápido. –¿Te lo teñiste por él?-
-Ama’, ¿usted sabe el tipo de cosas que hago? En un inicio sí me teñí por Jonghyun para que se fijara más en mí que en Key… desde un inicio Key ha sido blanco de mí y mi ira, primero por Jonghyun hyung y luego por Minho.- no voy a negar que lanzarle cosas son uno de mis mayores placeres.
-Ay Tesoro, pero me alegro de que ahora tu cabello sea negro.- asentí por eso. –Pero me gustaba cómo se te veía el rojo. Y el castaño, el rubio te hacía ver más tierno ¡pero largo! Mi bebé es tan hermoso.- sonreí avergonzado pero orgulloso por todo eso que dijo.
-Lo sé.- ¿voz de hombre? Seguro es mi tío, lo bueno es que no dije lo que pensé de sus segurillos.
-Luego le pedí ayuda a Kibum para que me viera mejor y así Minho me notara, ¡pero de mucho sirvió!- seguiría siendo invisible para él a no ser de ese día en Detención.
-Me encantaba el estilo que tenías antes.- ¿el de niño ñoño? –Pero con el de ahora también te vez bien.- bueno es mi mamá supongo que le gustaba más cuando me veía lindo e indefenso.
-Gracias.- supongo.
-¿Qué vas a hacer más tarde, Taemin?- me preguntó mi mamá entrando a la sala de estar, me dio una banana milk por lo que me senté en el sofá pero sin dejar de abrazar el cojín.
-Dormir.- contesté antes de atrapar la pajilla con mis labios.
-¿Y si mejor te levantas y vamos a baile?- ¡¿Minho?!
-…- lo miré, ¡él está en mi casa! ¡Comiendo mis galletas de avena! Pero en mi casa y con traje de vestir.
-¿Quieres ir conmigo al baile, Muñeco?- me levanté del sofá y dejé la banana milk a un lado en la mesita, caminé hacia Minho y tomé el ramo de rosas rositas entre mis manos.
-Aww~ ¡mamá! Mira lo que Minho…- abracé el ramo de flores mientras daba vueltas en el comedor.
-Jeje sí las vi también.- miré a mi mamá mientras seguía consintiendo las flores, espera, Minho también está aquí.
-Digo.- tosí un poco para recuperar mi postura. –Son flores.- dije mirándolas ya más calmado, las dejé en la mesa del comedor. –Y muchas.- las miré desde lejos para regresar al sofá.
-Son doce, una por cada mes.- ¡nyaaaa! Qué cursi~ me encanta.
-Oh.- dije serio sentándome en el sofá.
-Estaré en la planta alta, Taemin cámbiate, Minho te lo encargo a más tardar a la una de la mañana aquí.- miré a mi mamá subiendo los escalones con una taza de café y la revista que le gusta en sus manos. –Diviértanse. Tesoro, no hagas que tu tío vaya a buscarte, si vas a quedarte a dormir con Minho me avisas.-
-No se preocupe Sra. TaeYeon.- volteé a ver a Minho que aun la miraba hasta que mi mamá se despidió de nosotros girando en el pasillo.
-Dijiste que ibas a dormir toda la tarde.- le reclamé a Minho volteando a verlo directo a sus ojos.
-También dijiste que no querías ir al baile y luego “llévame al baile”- vi como Minho tomaba una de las rosas y la sacaba del ramo.
-Dijiste que estabas cansado.- reclamé de nuevo pero lo vi acercarse a mí, tomó mi mano y me dio la rosa quise retirarme por las espinas pero no tenía ninguna así que la tomé.
-También dije que te llevaría, pensé en lo que dijiste ir a mi último baile, me gustaría que fueras conmigo.- tomó mi mano que sostenía la rosa y me atrajo a su cuerpo, por lo que choqué contra su pecho. –Quiero vivir mi último baile a tu lado.- sentí su abrazo así que sólo cerré los ojos para disfrutarlo. –Me di cuenta de lo tonto que fui contigo, últimamente tengo la cabeza en otro lado, me sofoqué con tantas emociones que no supe cómo manejarlo, pero déjame remendarlo empezando por el baile.- susurró cerca de mi oído sintiendo cosquillitas.
-Minho.- susurré girando mi rostro para encontrar su mirada.
-¿Vamos al baile?- susurró sobre mis labios por lo que los abrí un poco hasta sentir los suyos.