Decidí sentarme en el colchón, ¡el aire! Todo se mueve mucho.
-¡Minho!- grité aun poco asustado. –¡El colchón!- comencé a tentarlo para comprobar mi hipótesis y justo cuando Minho se sentó el aire con el que hizo presión salió por un costado mío. Jeje.
-¿Lo desinflamos?- preguntó asustado, supongo porque su cara sí se ve de pánico.
-No sé.- me acosté de nuevo para rodar e ir a ese extremo, me bajé del colchón así puede mirar mejor qué está pasándole. –No el colchón aguanta. Es el tapón, creo que entre tanta actividad se salió.- ese fue el que no apreté bien porque ya me dolían los labios y la espalda.
-¿Eso cuenta como desinflarlo?- Minho se bajó de colchón para ir a mi lado, le apunté el tapón que seguía suelto liberando el aire. –¿Lo tapamos?- ambos lo estábamos mirando.
Reí porque me sentí como cuando niño veía la manguera en el patio tirar agua y sólo me quedaba admirando el problema.
-No, está bien.- el aire no es un recurso no renovable como el agua. –Subamos a mi cama.- me paré y al estar totalmente erguido sentí una punzada en mi parte baja. –Oh~ creo que me duele un poco.- reí tocándome la pompi y sobándola ya de una vez.
Sentí que me levantaba y los brazos de Minho salieron en mis rodillas y mi nuca, lo busqué con la mirada para ver su perfil matador, ¡me está abrazando como princesa!
Primero el tenis y ahora esto, cada vez me encantas más, Minho.
Me llevó hasta la cama en donde me recostó. Al dejarme me rodé en la cama para ir al otro extremo en donde estaba la mesa de noche, abrí el cajón y saqué una hoja. Él fue a abrir la tonta ventana pero en eso la hoja dejó de ser cuadrada para formar un avión de papel, entonces se lo lancé.
-Creo que será cerca de la media, ouh…- ¡le di en el ojo! –Atentado en mi contra, atentado en mi contra.- reí por esa dramatización. –¡Un avión de papel!- exclamó para levantarlo.
-Cuando regresemos a la escuela, no prometo no mandarte a Detención.- le dije sonriendo mientras lo abría.
-¿Regresemos?- preguntó mirando el contenido del avión, yo ya tenía hecha esa hoja, talé un árbol y renté maquinaria para hacerlo pulpa y luego una hoja de papel… naaah, el contenido de la hoja ya lo tenía echo.
-Tú vas a ser el entrenador, ¿lo recuerdas?- caminó hacia la cama hacia el costado que estaba desocupado.
-Sí, revisé mi correo electrónico y estaba un e-mail de él, me decía los horarios en los que trabajaría y a los grupos que le daría clases pero no estaba el tuyo.- se sentó aun leyendo la nota, sólo me encogí de hombros ya tendré tiempo para encontrarme con él en Detención.
-¿Los profesores pueden ir a Detención?- pero él no califica como profesor, es un entrenador entonces puede ser Detenido. Tiene que haber alguna laguna en las reglas, voy a leer de nuevo el reglamento y saber cómo puedo meterlo a Detención.
Igual ya no va a afectar su carta de buena conducta.
-No sé, creo que no, pero puedo ir a vigilarte, ser el profe que recibe los chicles, los refrescos o galletas.- entonces le pediré a Jonghyun hyung que hornee más de sus galletas. –Tengo clases con primero y segundo los lunes, el miércoles es sólo tercero y los viernes quinto y sexto. La mayoría son a las ultimas horas.- suspiró y por fin terminó de leer el avión de pa… ¿dijo quinto?
-Sí me vas a dar clases.- dije sonriendo.
-No.- me miró negando.
-Sí.- afirmé.
-No.- volvió a decir pero riendo.
-Sí, el semestre pasado estaba en cuarto, voy para quinto.- la sonrisa de Minho se extendió más y de un segundo a otro ya me estaba abrazando.
-El director se equivocó.- dijo en mi oído, entonces asentí.
-Pasé todas las materias con 100, adiós cuarto, hola quinto semestre.- nos separamos lento, y al hacerlo miré sus ojos, estaban rojos un poco llorosos. –¿Qué ocurre?- susurré estirando mi mano para posarla en su mejilla y limpiarle una lágrima.
-Cuando te conocí ibas en tercero.- rió limpiándose sus lágrimas del lado izquierdo, en donde yo no alcanzo.
-Y tú ibas en quinto.-
-Lo que dices en el avión de papel… me gustó.- sonreí apenado.
-No le digas a nadie.- mi imagen de ruder se iría al baño.
-No lo haré, siento que eres un Tesoro y decirle a alguien que en realidad eres un cursi sería compartir mi fortuna.- me senté igual que él recargándonos en la cabecera. –Y ño quero.-
-Nunca te había escuchado hablar así.- fue como un tono aniñado infantil que me encantó.
-No suelo hablar así.- dijo con normalidad. –Ni a Fósforo le hablé de esa manera pese a que HyunA dijo que así sentirá más afecto.-
-¿Te acuerdas de cuando nos conocimos?- ese día en la final del Campeonato de Básquet ellos jugaban contra mi escuela, yo había tenido un conflicto con Niel por no sé qué tontería y decidí que para que me perdonara haría lo que me pedía.
Entonces me vestí de porrista para distraer al equipo contrario con mis gritos o bailes, esa vez había dado tiempo ammm un descanso, había vuelto a pelear con Niel porque “estás coqueteándole a los otros jugadores” él se había ido con sus amigos y yo me quedé en la banca limpiándome las lágrimas.