Llegué a la habitación y abrí la puerta, fue complicado porque lo sostengo con ambos brazos, terminé pateándola para que abriera. Entré y fui directo a su cama, lo recosté sobre ella. Camine hacia su ventana para abrirla.
-Te pondré el pijama para que duermas cómodo.- le susurré dejándolo sobre la cama, tomé la almohada y la puse bajo su cabeza, él movió sus labios pasó saliva, se los delinee con mi dedo índice. –No está bien.- me susurré.
Suspiré para calmarme reprimiendo las ganas de besarlo, está medio dormido seria un abuso hacerlo.
Me dirigí hacia su ventana para abrirla a la mitad, a él no le gusta que esté abierta pero a mí sí, así que hicimos un acuerdo en dónde solo la abriría hasta la mitad. Aunque por hoy no estaría mal abrirla toda. Por lo que lo hice.
-Mmm… Minho~- volteé caminé hacia su closet para sacar su pijama, la busqué entre toda su ropa, noté que aun tiene un conjunto dentro de un protector. Quizás es lo que usará en la fiesta de graduación. Tomé el gancho con el protector y lo saqué para mirar.
-…- ¡tiene que ser una broma! Le quité el protector solo para estar seguro pero mientras lo hacía mis mejillas se entumieron pues no puedo dejar de sonreír. Saqué el pantalón evidentemente es más pequeño que los que usa hoy en día.
Me lo medí sobre el mío y reí un poco.
Es el conjunto que me prestó después de la fiesta de disfraces de Key, hagamos memoria, él dijo que no lo lavaría peor en ese momento creí que era solo un decir, algo para asustarme o cohibirme pero era enserio.
Lo volteé a ver y sonreía, también lo hice mientras acomodaba la ropa y le ponía el protector para volver a dejarlo de donde lo tomé, ¿pero qué es esto? Ahora sí tiene que ser una broma.
Entré a su closet, a estas alturas mis mejillas dolían por la sonrisa. Tomé mi foto en un portarretratos y suspiré entre feliz y confundido. ¿Este era el altar que alguna vez me mencionó? Dejé la foto en su lugar y observé algunas cosas que se me habían perdido cuando estaba en el mismo quinto semestre e incluso en cuarto.
-Ay Muñeco, qué voy a hacer contigo.- dejé el altar justo como estaba, cubriéndolo con el protector. ¿Qué estaba haciendo antes? Oh, sí, buscando su pijama. Es una tierna con figuritas animadas en el pantalón. Desde que le dije que me gustaban compró un par de ellas.
-Mmm…- salí el closet pues ahí no había más que ropa casual. De hecho, yo sabía eso, quizás necesitaba estar rodeado del aroma de Taemin, no sé si sea buena idea seguir guardando luto. Pero lo hago porque una de las finalidades del Oficial Lee era que yo no tocara a su campeón, aunque ahora puedo hacerlo con más libertad… ¡Minho por favor!
-Deshazte de esa idea, Choi.- susurré mientras cerraba las puertas del closet. Temblé al sentir una mano sobre mi hombro, Oficial lo dije en broma jeje, nunca toqué a Taemin como…
-Minho~- giré mis pupilas para ver por encima de mi hombro a Taemin. Pasé salvia cuando me abrazó por la espalda pegando su pecho a mi cuerpo. –Minho~ quiero hacerlo esta noche.- susurró y empezó a besar mi cuello, ladeé impidiendo que lo siguiera haciendo.
-No.- susurré mientras me giraba. Sin embargo cuando estuve frente a él sus labios dieron contra los míos, cerré los ojos lentamente mientras empezábamos con un suave beso, eran movimientos tiernos y torpes incluso. –Pero.- lo corté separándome de él. –No debo.- susurré.
-Pero yo quiero.- susurró y su voz solo me confirma que está dormido. Hasta sus ojos sigue semi cerrados. –Seamos uno, Minho.- abrazó mi cuerpo pegándose lo más que pudo, sentí el calor que desprendía y me tenté a tocarlo, a llevarlo abrazado a la cama y amarlo. Pero no.
-Mañana tienes una viaje, es mejor que duermas.- susurré mientras lo separaba de mí para abrazarlo a lo princesa para llevarlo a la cama. Lo dejé recostado pero su abrazo en mi cuello no se terminó.
Por el contrario me atrajo a sus labios para volver a besarme. No debo, pero sus labios son tan suaves, no debo, pero moví los míos esperando que él siguiera el ritmo. No debería, sin embargo abrí su boca probándola por dentro. No debería de estar haciendo esto, pero su lengüita es tan tierna y calientita que me rindo.
Rozaba su lengua con la mía, había olvidado el sabor de su saliva, el calor de su boca y la textura de su dentadura. Siempre habían sido besos canjeables que no pasaban de un pequeño roce entre nosotros, que ahora que puedo re descubrir los misterios de su boca me empiezo a excitar.
Me subí a la cama moviéndolo para estar cerca de su cuerpo pero se opuso.
-Entre mis piernas.- susurró separándose momentáneamente de mis labios.
-Así lo haré.- le contesté cortando de nuevo el beso. Él rompió el abrazo a mi cuello. Me acomodé en la cama, frente a su cuerpo pero sus piernas seguían cerradas. Mis manos estaban temblando cuando las puse sobre sus rodillas. Pasé saliva y las empecé a separar.
-Mmm~- emitió Taemin mientras abría sus piernas, no pude evitar sentir un hormigueo en mi entrepierna al ver la no resistencia de él, incluso fue más fuerte esa sensación cuando las dejé totalmente abiertas, lo suficiente para ponerme entre ellas.
Cuando lo hice sentí el calor de su cuerpo, temblé de la excitación, sus brazos los estiró en mi dirección, incluso abría y cerraba sus manos como cuando los niños piden algo. Incliné mi cuerpo hasta que él tomó mi cuello y volvió a abrazarlo.
-Te amo.- susurró cerca de mi oído dándome un escalofrío más.
Sentía su entrepierna despierta chocando contra abdomen, relamí mis labios y lo volví a besar, solo que era más rápido, movía mis labios sobre los suyos e intenta seguirme, sentí la necesidad de fundirme con él, de que ese beso jamás terminara, sin duda necesito todo de Taemin.
Todo.