Me separé cuando ya no hubo más chocolate en su cuerpo. Intenté erguirme y cuando lo conseguí me tomó de las mejillas para acercarme a su rostro.
-Tienes una machita.- susurró sobre mis labios, acto seguido su lengua pasó por mi comisura derecha. La sentía pequeña y calientita. Además de húmeda y un poco rasposa. Sus manos pasaron de mi cuello a mi pecho, también desató la bata de baño que llevo puesta, metiéndolas hasta tocar mi espalda.
-Mmm…- jadeé porque empezó a rasguñarme los omoplatos al mismo tiempo sus piernas se cruzaron por mi espalda abrazándome con ellas y acercándome, acercándonos.
Quedó sentado en el bordo de la barra.
Tomé de nuevo el chocolate, además corté el abrazo que teníamos. Se lo mostré haciendo que sonriera.
-En donde quieras, Jonggie soy tuyo.- susurró poniendo sus palmas tras su cuerpo para estar recargados sobre ellas. Suspiré excitado mientras sabría más su bata de baño permitiéndome ver su miembro semi erecto.
Tengo muchas ganas de probarlo ahora con chocolate pero aun no porque también quiero que me lo diga, frustrarlo hasta que como la tetera, explote. Por lo que puse chocolate en su abdomen, este escurrió hasta su pelvis.
Noté que se removió quizás por lo frio del mismo. Pero a su vez cerró los ojos disfrutando de la sensación. Sonreí, mis dedos empezaron a esparramar el chocolate en su cuerpo. Incluso tuve la osadía de escribir mi nombre sobre su vientre donde aun no había tanto chocolate acumulado.
-Siempre.- escuché que habló, entonces noté que estaba mirando lo que escribí en su cuerpo. –Y para siempre.- dijo.
-Lo sé.- contesté. Me incliné para estar a la altura de su abdomen entonces comencé a besarle para retirar todo el chocolate, Kibum abrió más sus piernas por lo que me acomodé aun mejor. Dejé mis brazos a los costados de sus piernas y me aferré a su espalda baja.
Abrí mi boca para asomar la lengua y retirar más chocolate más rápido. El que llegó hasta su pelvis también lo quité pero con mis dedos, de esta manera lo pude frustrar más. Tomaba el chocolate con el dedo índice y lo lamía frente a sus ojos, él sonrojaba sus mejillas cada vez que mi lengua chocaba contra mi dedo.
Antes de que dijera algo o se quejara, tomé de nuevo el chocolate y vertí un poco sobre su miembro, ya se encontraba más erecto.
-Mmm…- hizo puño sus manos tras de sí, ladeó su cabeza y suspiró con los ojo cerrados, seguro se sintió rico. –Me estás matando.-
Bufé satisfecho. Me agaché, estando a la altura de su miembro y soplé ligeramente, no puse chocolate directamente en su glande por qué no sé qué tan peligroso pueda ser si llega a correr dentro de su cuerpo, solo al borde del mismo, escurriendo por todo el tronco.
Además, ya había empezaba a segregar presemen, se me hacia agua la boca al mirar su glande rosita y brilloso por el mismo, con el chocolate cayéndole por los costados hasta formar algunos charquitos de en sus testículos.
Tomé su miembro con mi mano izquierda, lo dirigí a mi boca hasta que lamí sus testículos enchocolatados. Volvió a abrir más sus piernas hasta que pude degustar mejor de su cuerpo.
-Ah~~- gimió después que dejé de succionar su testículo derecho.
Comencé a masturbar su miembro manchándome del chocolate. Volví a mirarlo y ahora sí al inclinarme tomé su miembro entre mis labios. Delineé en especial su glande hasta que el chocolate se terminó. Marqué un vaivén lento para comenzar a borrar el dulce.
Sentía el grosor de Kibum en mi boca, además de algunas palpitaciones de sus venitas. Intenté remarcarlas con mi lengua como él lo hace conmigo. El sabor del chocolate seguía presente en su cuerpo que al momento de retirarme de su miembro vi que sostenía el bote de chocolate, además de que lo inclinó para volver a mancharse de él.
-Travieso.- susurré.
-Me orillas a serlo.- comenzó a vaciarse el chocolate sobre su miembro, pero igual que como lo hice yo, no llegaba a ser directo en su glande solo alrededor.
-Me encanta que lo seas.- susurré inclinándome de nuevo. Volvió a tomar su miembro entre mis labios, recogiendo todo el chocolate hasta que sus manos se fueron a mis mejillas, presionó un poco en ellas hasta que lo miré desde bajo, sonrió e hizo que me levantará no me opuse por supuesto, sino que cuando lo miré a los ojos me dieron ganas de besarlo.
Y lo hice.
Solo que este fue un beso más atrevido, sus labios se movían más rápido igual que los míos, de repente nuestras narices chocaban, reíamos por eso.
-Sabes a chocolate.- susurró cortando el beso. Puso sus manos tras mi nuca, abrazándome de nuevo.
-Yo no creo eso.- susurré volviendo a unir nuestros labios, algo más pausado pero no por eso dejaba de ser pasional.
-Siento el sabor a chocolate en cada uno de tus besos.- habló entre el mismo, haciendo que su aliento chocara contra mis labios, mi lengua y boca en general, dándome un hormigueo delicioso.
-Yo diría Chocolate sabor Kibum.- ronroneó por lo que dije dándome sensaciones eléctricas en mi entrepierna.