-“Mamá, voy a terminar con Taemin.”- repitió YoungMi imitando el tono de voz contrario. –“Siento que está mirando a otra persona, su madre dijo que no me amaba.”- Minho volvió a formar el avión de papel y lo metió a su mochila sin que se maltratara.
-No entiendo.- susurró secándose los ojos.
-No tienes que entender nada.- contestó YoungMi acercándose de nuevo a su hijo. –No obstante que te has dejado llevar por algo que dijeron o viste cuyo único propósito era ponerte en duda. Felicidades a la persona que te lo dijo porque ha hecho un buen trabajo. Pero que mal por nosotros tus padres que te educamos de manera en la que eres moldeable.- ¿qué más quería?
-Puedes darme la cachetada cuando creas conveniente.- susurró avergonzado de todo lo que había pensado y dicho.
-Me acabo de hacer la manicura y tienes una cara preciosa. Solo toma la ducha.- Minho asintió. Ahora tendría que disculparse con Taemin por cosas que pensó de él y que no eran ciertas. De nuevo tenía ganas de verlo. Y abrazarlo.
…
Pov’s Taemin
-¿Seguro te sientes bien?- limpié mi nariz de nuevo con el pañuelo que me dio Donghyun.
-Sí, estoy bien.- desde hace rato me está dando un ataque de estornudos. –¿Qué vamos a pedir?- pregunté mirándolos a todos alrededor de la mesa.
Donghyun nos trajo a cenar a uno de los restaurantes de su familia, dijo que hoy podríamos comer lo que queramos, igual es por la casa. Tengo ganas de probar los pastelillos de chocolates, dicen que son estupendos.
-Yo estoy satisfecho, pidan ustedes.- miré a Kai con los ojos entrecerrados. –Quizás cuando lleguemos a casa…-
-Aquí también venden pizzas.- dijo Niel girando el menú para que lo mirara, yo volteé a ver el que tenía en mis manos, en efecto hay pizzas y de muchos sabores. ¿Así se dice?
-Déjalo, no es la pizza sino el pizzero. Pidamos algo de una vez para poder comer ¡que muero de hambre!- KwangMin se quejó, desde que no está al lado de YoungMin siento que se ha vuelto más como él, en el sentido de ser maduro y refinado o rebuscado con algunas palabras.
-¿Y Minwoo?- preguntó Jeongmin dejando la cámara sobre la mesa, a su costado.
-Se fueron a cenar en un lugar más privado.- contesté. De menos eso dijo Minwoo cuando lo vi en el baño lavándose las manos, dijo que era momento de pasar un tiempo a solas, los envidio.
-¡Hey chicos!- les hablé. –No es por nada pero…- agudicé mi mirada detrás de Kai, a esa persona la conozco yo.
-¿A quién ves?- preguntó Niel girándose por completo pero lo pateé por debajo de la mesa para que no fuera tan obvio. –Se parece a Minho.- asentí.
-¿Y quién es esa mujer?- preguntó Kai con un tono que me molestó. –¿Pero sí es él o solo se le parece?- Minho no tiene una gabardina como esa, ni unos zapatos así. Además, él tiene el cabello rojo y si fuera a venir me hubiera avisado antes.
Encendieron las arañas del techo y me sorprendí al ver el cabello que con la luz se volvía rojo. Agudicé mi mirada para ver a la mujer esa. Tenía un peinado horrendo y maquillaje de payaso. Todos sabemos que los labios rojos ya pasaron de moda. Examiné su feo vestido y el vulgar escote que muestra las clausulas, bajé más la mirada hasta dar con sus zapatillas súper fofas.
-Si es Minho, esa mujer no es nada fea.- fulminé con mis ojos a Niel. –Tienes que admitir que sí es bonita.- suficiente. Me levanté de la silla y caminé en dirección a ellos dos, el aroma del desodorante de Minho me confirmó que sí es él, tomé el vaso de agua de la bandeja de un mesero que iba pasando, me miró a mar pero vio mi credencias dorada y regresó a la cocina.
Levanté el vaso para ponerlo sobre la cabeza de esta arpía.
-Tengo lugares incluso para el Tío Andy, ChangMin también… ¿Taemin?- sonreí porque sí es Minho. La arpía me volteó a ver oh no, esos ojos, la forma de los labios y el collar me dicen que no es una arpía ¡sino mi suegra!
Ella miró el vaso que estaba sobre su cabeza y luego a mí con una ceja alzada.
-Venía a brindar.- sonreí. –¡Por la luna! y por todos nosotros.- tomé una de las copas que ellos tenían en su mesa para ponerla en la mano de mi suegra y tronar copas. –Tú también, Minho.- tomó su copa dudado. –¡Salud!-
-No te la tomes, es alcohólica.- la mano de Minho me detuvo a mitad del trayecto, ¿sí lo creyeron? Uff qué bien. –Pensé que no te vería.- quitó al silla de otra mesa y la puso para que me sentara.
-Yo me retiro no quiero ser mal tercio.- me hice a un lado para que mi suegra pudiera salir de la mesa. –Minho, ¿sabes el camino a casa?- ¿se está quedando con ella?
-Creo que sí lo memoricé, pero sería mejor que la llevara. Es muy tarde para que regrese sola a casa.- se levantó de la silla, yo me hice pequeñito mientras tomaba de la copa. –Tome, abríguese.- le dio la gabardina y sentí celos.
-Tienes un punto, dame las llaves del auto, tienes una hora. No quiero venir por ti.- ¿también tiene auto aquí?