Sasori y Deidara entraron al departamento del primero y fueron a la sala y Sasori no pudo evitar sentir curiosidad del porque estaba corriendo de esa manera pero se dijo asimismo que no era buena idea preguntárselo o al menos no ahora.
-Ven vamos a que te quites esas ropas- le dijo para llevarlo a su habitación –Creo que esto te quedara- le dijo con una sonrisa mientras le daba una muda de ropa –Te espero afuera para que te cambies- le dijo mientras cerraba la puerta y se dirigía a la cocina para preparar un poco de té.
Así que lleno un pequeño recipiente de agua para ponerlo a hervir mientras buscaba dos tazas en la alacena cuando las encontró se oyó que se abría la puerta y salía Deidara con la ropa que le había dado pero le quedaba algo grande sin duda una imagen muy tierna para Sasori.
-Creo que me queda un poco grande- dijo Deidara haciendo un ligero puchero y Sasori no pudo evitar reírse ante la acción del rubio -¿De qué te ríes?- le pregunto fingiendo estar enojado.
-Nada olvídalo- dijo para empezar a servir el agua que ya había hervido en las tazas y poner en ellas unos sobre de té –Ten tómalo te ira bien ahora dime ¿hay alguien a quien pueda llamar para que venga por ti?- dijo y Deidara bajo la cabeza deprimido y esto preocupó a Sasori.
-No- dijo empezando a temblar –No sé qué paso pero no puedo recordar nada- dijo empezando a sollozar –He estado así tres días y ha sido muy duro vivir en las calles ya estoy muy desesperado no quiero volver otra vez a la calle por favor- dijo aferrándose a la playera de Sasori y escondiendo la cabeza en su pecho a lo cual Sasori lo abrazo.
-Ya todo va estar bien te puedes quedar si quieres conmigo ¿Qué dices?- le dijo Sasori levantándole la cara.
-Gracias Gracias- le dijo Deidara aferrándose más al pelirrojo.
-Necesito ir a cambiarme de ropa ya que la mía sigue húmeda- le dijo separando a Deidara que se negaba a separarse de él pero finalmente cedió y Sasori fue a su habitación a cambiarse –“Este chico ha sufrido mucho pero de ahora en adelante yo cuidare de él y no dejare que nada malo le pase”- pensó Sasori con determinación así que fue de nueva cuenta a la sala una vez que se cambió pero recién puso un pie en la sala fue abrazado por el rubio de manera desesperada -¿Qué sucede?- le dijo al rubio y este le sonrió.
-Ahora que estas tu nada malo- le dijo aferrándose más a él como si fuese a desaparecer en cualquier momento y Sasori sonrió ya que él vivía solo sería bueno para él tener a alguien como Deidara en su vida sin duda su vida no sería la misma de ahora en adelante ya que con la repentina aparición de este rubio puede que su vida diera un giro muy bueno para ambos.