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AFFAIR por malchan

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Notas del capitulo:

Actualizando un miércoles en la tarde, ¿por qué no?

 

Muggen celebraba su cena de año nuevo con sus más prometedores elementos, la intensión era claramente aprovechar esa ocasión para hacer que éstos se codearan con los altos mandos de la empresa.

Kyan estaba acostumbrado a las alfombras rojas de su época como socialité, pero ésta era una versión bizarra de algo así, donde en vez de gente de “la escena”, tenían a los VIP de los negocios.
Aunque claro, las reglas sociales eran básicamente las mismas, tenías que ser alguien para entrar a ese mundo y él lo era en el universo financiero desde hacía varios años ya.

Había recibido la invitación de parte de Roger Miller Jr, de la mano de la que hubiera sido hasta entonces su asistente personal, Abby Levine, en una deferencia obvia en su último día de trabajo.

Lo cierto es que haciendo cuentas, se había ganado aquello. Si bien en general los resultados de la temporada en su división habían sido espectaculares; sus cuentas personales, encabezadas por el proyecto Rá cuyo cierre había sido apenas una semana, habían inyectado muchos millones de euros a Muggen Corp, disparándolo al tope de cualquier otro ejecutivo en su rango, según había escuchado.

Su único pero para no haber asistido a este evento hubiera sido toparse con los amigos personales del presidente de la compañía, los Lascurain, pero ellos y el mismo Miller habían sido los grandes ausentes de la noche, para su poco pesar. Recordaba que Abby había mencionado que su jefe se había adelantado sus propias vacaciones.

Sea como fuera, había quedado de encontrarse ahí con su mejor amigo, el cual iba a asistir más como trabajo que como celebración real.

Hasta que Enzo llegara y le hiciera sentir un poco menos estresado, dedicó gran parte de la velada a hablar de negocios con sus jefes y tomar escocés con ellos. Y por supuesto, a ser presentando y presentarse.

Estaba sentado en la misma mesa que Joseph Kinen, el ejecutivo con el que al parecer competía ese año de nuevo al título de Ejecutivo del Año, ambos desde que se habían sentado, habían marcado un espacio que ahora parecía saludable y se ignoraban tanto como era posible, para variar.

En el asiento junto a él, estaba el nuevo asistente de Roger Miller, un hombre de nombre Nerman Willöfer. No podía sino preguntarse el motivo de la salida de su antecesora de la compañía, pero ciertamente nunca cometería la indiscreción de inquirir sobre el asunto.
El hombre rondaría aproximadamente por mitad de sus treintas y a diferencia de Abby Levine, tenía un porte tenso que lo ponía un poco incómodo. Comenzaba a quedarse calvo y no peinaba su cabello de modo favorecedor, era el tipo de hombre blanco que se tornaba rosado como si estuviera sonrojado a la menor provocación y sin embargo cualquier mala impresión la rebajaba con su amable conversación.

- Me imagino que entrar a Muggen en medio de uno de sus mayores eventos es una gran
  oportunidad para darse a conocer- le dijo al asistente mientras terminaban de cenar.

El hombre pareció animado por lo que escuchaba.
- Claro. Es para mí un privilegio conocer a tanta gente importante en tan poco tiempo,
  este trabajo ha superado en pocos días todas mis expectativas. Además, está la Copa
  Budge que nos mantendrá muy ocupados también. Me alegra que haya accedido a
  pasar sus vacaciones ahí, Novak Obviamente resultará muy beneficioso aprovechar el
  tiempo para continuar colocando su nombre en el medio- observó, un tanto
  calculadoramente.

Vaya, Willöfer tiraba a ganar por lo visto. Su ambición le agradaba y deseó sugerirle pulir un poco más su imagen, pero con lo poco que lo conocía no parecía el comentario más atinado, aunque fuera el más útil. Esa noche, a diferencia de su cotidianidad, tenía que censurar su honestidad.

- Bah, de todos modos las inversiones de alto riesgo son cada vez menos populares- decía
  otro de sus compañeros de mesa, un hombre entrado en sus cincuentas que iba solo, no
  podía precisar su nombre, lo cierto es que apenas si lo recordaba.

La otra conversación que se llevaba a cabo ahí era sobre la presión de la BCE ante la posible recesión generalizada en el bloque económico.

- El dinamismo de los mercados de rentas variable, ¡incluso los de renta fija! No se han
  traducido en un repunte de la inversión de las empresas o del empleo.

Algunos de los comensales asintieron con cierto pesar.

El mundo de los privilegiados seguiría siendo así, Kyan sabía perfectamente que a ese nivel aunque se perdieran millones de euros en un día, eso no representaba en absoluto la ruina de un pez gordo, en absoluto.

- La austeridad fiscal está más de moda- intervino él- la falta de crédito bancario y los
  altos niveles de deuda de personas físicas son algo que la economía arrastrará los
  próximos años.

- Ah, deprimente aportación, Novak- dijo Joseph Kinen, con ojos agudos y un tanto
  rencorosos del otro extremo de la mesa.

No podía esperar menos de él.
- Interesante apreciación para alguien cuyo comentario irónicamente no aporta nada a su
  vez- respondió Novak, con un tono suave de voz que no dejaba mostrar la verdadera
  molestia que sus palabras le provocaban- en fin, creo que la manera más atinada de
  incentivar una economía en potencial recesión es estimular su actividad. Dar crédito a
  los pilares de las  economías del sur de Europa, es lo que tiene más sentido.

- ¿Te refieres a las pequeñas empresas?- adivinó uno más.

- Si, justamente. Creo que es algo en lo que Muggen debería prestar su atención- anotó,
  comenzando una larga discusión.


- - -


Terminada la cena, Benoit Query, el vicepresidente tomó la palabra para agradecer la presencia de los asistentes y pidió un momento para anunciar los resultados anuales de Muggen.

La gente entusiasmada escuchó cifras récord, aplaudiendo.

Y la parte más esperada, el anuncio del ejecutivo del año.

Kyan Novak se reclinó un poco en su asiento, con la sensación de mariposas en el estómago, aunque según sus cálculos ese título debía tener su nombre, no tenía la absoluta certeza de esto y cuando se trataba de su carrera, aquel era el juego más importante.

Juntó sus manos y pasó su vista a través del salón, tenía mucha competencia y toda esta era tan ambiciosa como él, algunos incluso eran más jóvenes y quien sabe, quizá hasta más preparados.

Suspiró.

-… para Kyan Novak- escuchó decir a Query su nombre, tal como la noche anterior había
  Visualizado- Por tercer año consecutivo, he de añadir.

Mató su sonrisa.
¡Pero en ese momento quería saltar de su asiento!

Se puso de pie lentamente, mientras un aplauso nacía en el salón.

Un año más.
Si, ¡un bendito año más!

Avanzó al podio, sintiéndose completamente invencible.
Pocas cosas podían hacerlo sentir de ese modo. Su corazón bombeaba un montón de sangre, entusiasmado.

No pudo evitar sonreír, mientras agradecía a Query.

Por un segundo deseó que Baladi hubiera llegado ahí para dirigirle su expresión de victoria, pero eso no hacía menos el momento.

¡Se sentía condenadamente bien!

Agradeció el reconocimiento de manera sencilla, porque aunque podía alardear en realidad no era su estilo, sonrió divertido para sí pensando que seguramente le robaba un discurso muy repasado a Joseph Kinen.

Aprovechó para agradecer también la oportunidad que inicialmente Miller le había dado, generalizando esa frase para que no cayera sobre un ausente. Amarró a su ego para no seguir hablando y volvió a su mesa entre otra ronda de aplausos.

La adrenalina que invadía su cuerpo lo hacía sentir sobre las nubes.
Aquello era casi como tener sexo con su propia vanidad.


Ni siquiera si hubiera querido hubiera podido llevar recuento de las personas que se acercaron a felicitarlo. Algunas ni siquiera podía recordar conocerlas, pero todas parecían conocerlo a él.

Fue incómodamente obvio que la atención de todo el salón estuvo de pronto puesta en él.

Y la situación, como había olvidado, comenzó a ponerse un poco incómoda y esperaba que el conteo regresivo para el inicio del nuevo año fuera distracción suficiente para que la gente dejara de intentar hacer plática casual con él.



- - -



Lo que pareció un interminable tiempo después, vio entre la multitud a un hombre de traje gris claro, que al igual que su inequívocamente atrayente presencia, lo destacaba de la mayoría de los reunidos en ese salón.

Como siempre que se trataba de eventos formales, había recogido su largo cabello dorado y nadie con un par de ojos en la cara podría decir que luciera otra cosa que no fuera magnífico, pero él que lo conocía mejor que nadie ahí supo que le faltaba un poco el brillo que siempre llevaba con él.

Eso era extraño.

Aunque la parte en que celebraban la llegada del nuevo año y el brindis principal había pasado, aún quedaba mucho para que la gente comenzara a retirarse. La conversación en general se hacía más informal pasadas las horas y parecía el momento perfecto para que él arribara.

Saludó a su amigo, dándole una copa de champaña que el otro tomó con entusiasmo.

-  Ah, una cara amable- le decía su amigo, ¿tenía el ceño fruncido?

- ¿No te parece que llegas a una hora un poco más allá de lo glamurosamente tarde?-
  empleó el término que sabía que el otro solía usar.

- Lo sé, estaba en el Sofitel del Grand Duché.
Baladi sonaba cortante. Ahora estaba seguro que no era sólo una impresión, parecía molesto.

- ¿Qué hacías ahí?

- Este lugar es demasiado público para hablar de esto.

¿Su vida sexual? Ese era el único tema que podría pensar que su amico no quisiera abarcar hablando con él en esa reunión.

Pero era una buena idea seguramente. ¿Quién más versado en el tema de las conversaciones que un publirrelacionista?

- Bueno, te has perdido anécdotas aburridas de golf, los nuevos puros traídos de cuba de
  Benoit Query, el nuevo flamante esposo de Frederike Mousel y más cotilleo- intentó
  distraerlo.

Parecía funcionar. Enzo miró a su alrededor.
- Es verdad, estamos en la Noche del Año. Debería ponerme a compensar mi llegada
  tardía y ponerme al día, gracias por la actualización por cierto.

Iba a dejarlo para irse a socializar, lo supo de pronto.
Kyan lo agarró de la solapa del saco, mirándolo fijamente.

Aun extasiado por el título que acababan de darle, sentía arrojo. Así que estaba dispuesto a ponerlo de buenas.
- No te irás a ningún lado, no tan pronto.

El rubio pareció sorprendido por esa súbita reacción.
- Ah, ¿no lo haré?

- No. Me debes un tiempo a solas. Sé que usualmente no me importa mantenerme en
  contacto con las personas, pero cuando tú desapareces de la faz de la tierra, no puedo
  sino sentirme abandonado.

Quizá le tomaba el pelo, pero eso no explicaba el ligero rubor que surgía en sus mejillas.
Enzo se sintió enternecido, olvidando por completo aquello que lo había puesto de malas.

- La psicología inversa parece funcionar contigo, Key- bromeó, mirando la mano del
  castaño que aún le sostenía la suya- pero por más que disfrute tus manifestaciones
  públicas de afecto, debo recordarte que para alguien que defiende a uñas y dientes su
  privacidad como lo eres tú, deberías dejar de tocarme de esa forma.

Novak lo dejó ir de inmediato.

- Casi podría decir que me echaste de menos, amico. Y que estás extrañamente feliz.

- La verdad es que muero de aburrimiento sin alguien con quien ser ácido- parecía
  confesar- sabes que estos eventos me fastidian.
  Además, verte en reuniones me hace recordar a los tiempos en que éramos los dueños de
  la noche- dijo sin poder evitarlo, sus rasgos parecían relajarse con aquella evocación.

Momentos así hacían lucir a Kyan maravilloso, quizá era porque eran pocos.
Enzo tuvo que admitir que lucía entusiasmado y lleno de energía.
El brillo en sus ojos miel era hermoso.

- Ah, Novak, es tan simple como volver a salir todas las noches.
  Hoy mismo. No me importa desvelarme, la ocasión lo merece. Necesito distraerme un
  poco.

- ¿Me estás pidiendo ser tu partner in crime?
/*Cómplice.

- ¿Lo serias?

Baladi sonreía ahora. Era una sonrisa brillante y auténtica.
Al parecer, su amigo había logrado cambiarle el humor. Y no había tardado mucho.

- ¿No deberías descansar un poco, Enzo? Después de tu semana…

- Ah, no es gran cosa, ¿o sí? ¿Qué hay de ti? ¿No son estos tus días más flojos del año?
  ¿No deberías hacer algo más que dormir en tu casa?

Encontró ese ejemplo perfectamente exagerado como lo era la parte italiana del RP.
- ¿Dormir? ¿En serio te parece que soy tan aburrido?

Era la broma perfecta.
El rubio también pareció disfrutarla.

- Kyan Novak, a veces me da la impresión que te encanta que rueguen por ti, aunque
  admito que eres lo suficientemente deseable para que eso ocurra.
  ¿Quieres que te suplique salir esta noche a algún lado además de ésta cena de trabajo?

El asesor torció la boca, conteniendo una risa.
Al final, en verdad que era sencillo inyectarle energía a alguien como ese guapo biren.
Después de todo, lo conocía de años.

- Bien, pero no me esforzaré en encontrar un plan, de eso tendrás que encargarte tú- dijo
  con aparente desgano, seguro de que eso no era un problema para el otro.

- No hay reto en eso.

- Ah, hay algo más que no debes saber aún- mencionó el castaño, con su mirada llena de
  un alegre misterio.

Intrigante.
Pero Novak no podía contenerlo más tiempo, así que no le dio tiempo a la incertidumbre de llegar.

- El nombre del ejecutivo del año por supuesto.

Los dos parecieron enderezarse. Baladi lo interrogaba sin palabras.
Estaba más que interesado en saber quién era la estrella de esa noche, aunque el verbo provocativo y animado de su amigo le daba un claro indicio de quien podría ser.
Novak no estaría de tan buen semblante si Kinen se hubiera llevado los honores, ¿o sí?

- ¿Quién podría tener tal título?

El asesor tenía ahora esa expresión de satisfacción que tan bien le iba, sus ojos color miel parecían destellar un tono dorado y aparecía en sus labios normalmente mordaces, una sonrisa triunfante.
Era en realidad fascinante verlo así.

- Lo tengo frente a mí, ¿verdad?

- Si, así es.

Su amigo lo había conseguido. Una vez más.
- Mil felicidades- su voz contuvo su emoción.
  ¡Eso es excelente! La K War parece haber terminado a tu favor.

- ¿La qué?

- K War, la guerra de los K; Kyan y Kinen, es la broma de tu oficina. Lo sabías, ¿no?
La cara que debía estar poniendo pareció suficiente respuesta.

- Cielos, amico, yo ni trabajo en tu oficina y aun así sé eso.
  Pero no sé qué me sorprende que no estés ni enterado- suspiró.

Su voz que no perdía tersura estaba siendo ciertamente algo mordaz.

- Como sea, no me interesa- rebatía pragmáticamente el castaño- estaba aguardando que
  llegara mi RP para representarme y me has dejado esperando.

Cambiaba de tema con habilidad, eso había que reconocerlo.

- No parece que lo necesites, ejecutivo del año. Vamos a caminar un poco.

Claro, ser y ser vistos, pensó el financiero andando con él por el salón.

- Aunque he de confesar que me sabe un poco mal que sea el proyecto Rá el que me haya
  hecho alcanzar ese título- confesó- supongo que es el tipo de cosas que no puedo decir a
  nadie más que a ti, Enzo.

Había estado pensando eso cuando había bajado del podio. Después de todo, era por el casino que había cerrado con las mejores cifras. Si la intervención de LD obviamente no hubiera ganado ese título.

- No metas a Lascurain donde no cabe y disfruta tu noche, te lo has ganado.

Si, sonaba definitivamente sano no darle más vueltas al tema.
Como siempre, el RP le daba la dosis de sentido común que a veces a él le fallaba.

- ¿Y qué hay del asunto de Catania, Enzo?

- Ah, mis noticias no son tan emocionantes como las tuyas, Key, pero sí son
  afortunadas- le informaba ahora mucho más relajado- Me encargaré de recibir en el
  Montek a la familia real danesa.

Novak se mofó, comprendiendo que había un dejo de altivez en lo que ahora decía el rubio.
- No deberías darte tantos aires, considerando que estuviste a punto de no obtener nada.

No era momento de ser condescendiente con Baladi. ¿Para qué subirle los humos a una persona como él?, pensó.

- ¡Oh, eso no tiene nada de gracioso! La participación de LeGrand y otro inversionista
  secreto salvaron mi trasero- hizo una pausa en que reflexionó un poco- Vaya, si logré
  incluso exceder la cifra esperada y ahora podré dar más recursos en cobertura, el evento
  saldrá en más medios. No habrá un individuo de la alta sociedad que no oiga hablar del
  Hotel Montek, te lo garantizo. Y me encargaré de comprobarlo en la temporada de   
  fiestas de primavera.

A Novak no le cabía duda alguna de lo que decía.
Ya todos sus clientes conocían del evento e incluso un par le habían preguntado sobre él (y ni siquiera contaba a los inversionistas del proyecto Rá con quienes Enzo había platicado personalmente). Seguramente el hotel en Catania sería la nueva sensación para los del jet set los siguientes años.

- ¿Así que es ahí donde tenías metida la cabeza? ¿En el trabajo?

- No te estaba siendo infiel, te lo aseguro- bromeó el rubio.
  Pero es que tengo tantos pendientes aún que siento que esta semana se está llevando
  todas mis energías.

La semana más ocupada del año, recordó el castaño.

- ¿Así que tienes un inversionista secreto?

- Si, es un poco inquietante no saber su identidad, pero dada la premura, la verdad
  mientras lo apruebe el departamento legal, me doy por satisfecho.

Justamente pasaban por su mesa, donde Kinen los miró pasar sin poder evitar hacer una mueca.
La K War, que cosa más estúpida.

Al mismo tiempo, alguien hacía señas desde una mesa. Mousel quien le tomaba la mano a su esposo. Ciertamente parecía un marido trofeo, guapo y joven para una Frederike entrada en años.
No era algo habitual ver a mujeres en ese papel pero ciertamente era cada vez más frecuente.

- Deberás disculparme, Kyan. En serio tengo que ponerme a trabajar. ¿Te veo en un rato?

- No parece que tenga otra opción.


- - -


Aunque ya no solía fumar, se vio arrastrado por Benoit Query a la terraza de fumadores, la cual estaba rodeada de lámparas de gas que hacían de aquella noche invernal casi una mañana fresca.

Query lo instaba a compartir un puro Montecristo con él y el director de operaciones, James Linker. Aunque lo aceptó por compromiso supo que no iba a agradarle fumar algo tan fuerte como un cigarro y así fue, y es que el susodicho estaba tan orgulloso de su hallazgo que no dudaba en presumir que ese había sido nombrado el mejor puro en la degustación a ciegas del Cigar Aficionado.

- Si pudiera tener uno de estos todos los días, bien podría considerar a La Habana como
  un lugar estupendo para retirarme- decía el de cabello rubio casi pelirrojo, con su cara
  llena de pecas marrones sobre su piel blanquísima.

Una violinista había sido contratada específicamente para dar a esa estancia un plus. El detalle era maravilloso aunque un tanto pretencioso.
Los meseros se paseaban con copas de champaña y canapés para aquellos a quienes la cena no había sido suficiente.

- Query, lamento decirte que estás muy lejos de tu Habana y de tu retiro mismo- le
  recordó Linker sacando un espeso humo de sus pulmones- ¿qué edad tienes? ¿cincuenta?

Lo suficiente para ser vicepresidente, pensó Novak quien en su opinión le quedaba algo así como diez años para alcanzar algún puesto directivo.

- Un poco más, un poco menos- contestaba el dueño de los puros, restándole importancia   
  a la pregunta.

Entonces Linker volteó su atención hacia el asesor senior, mientras daba una ligera calada.

- ¿Y tú, Novak? Debo decir que eres el más joven de la élite de Muggen y mírate, tienes
  un futuro brillante en las finanzas. El hombre del año.
  Siempre había creído que eras bueno para los negocios, pero este año nuevamente me
  has sorprendido, los de tu especie siempre están sedientos de emociones, así que me
  pregunto si te interesaría volverte parte de la directiva.
  Jóvenes con tanto impulso como el tuyo, suelen perder la pasión cuando los ponen a
  arrastrar el lápiz y se termina la adrenalina.

- ¿No será que te estás proyectando en ese comentario, James?- le tomaba el pelo el otro,
  en respuesta a la mención burlona que había recibido de él.

Linker negaba con la cabeza, sacando el humo grisáceo por su nariz chata

- No, claro que no. Yo disfruto enormemente trabajar en la parte operativa y aburrida, y
  creo que además esta dulce monotonía me dará más años de vida. Ya sabes, ahora que
  ha nacido mi nieto.
  Y ahora deja al chico, hablar, Query, no seas acaparador de la conversación.

Novak aclaró su garganta para hablar, que se sentía irritada por lo condenadamente fuerte que eran esos puros.

- Debo coincidir contigo en la parte de la adrenalina, pero tal como ya lo has mencionado,
  el estrés en que suelen estar los ejecutivos, hace que no sean pocos los que se queden en
  el camino a la jubilación sin llegar a disfrutarla.

- Ciertamente el año pasado tuvimos dos casos de infarto y un suicidio, y aunque no
  estuvieron ligados realmente a Muggen, si fue revisado por nuestros abogados-
  mencionó James Linker con cínica indiscreción.

Eso constituiría un fallo en el sentido común normalmente, pero conociendo a Linker, era parte de su bizarro humor.

- Con eso en la mesa, en realidad no suena nada mal eso de arrastrar el lápiz- continuó
  Novak- sobre todo si planeas algún día tener una familia y en realidad pasar tiempo con
  ella.
  Y después de todo, ¿qué parte de la dirección de una empresa como Muggen
  sonaría despreciable?

El que fuera director empezó a reír.

- Ambicioso, ya lo decía yo- parecía felicitarlo- Me enteré que conseguiste cerrar el
  contrato del Casino Rá y que eso junto con el proyecto Monarch y las Torres Stampe,
  hicieron que arrasaras este semestre.

- Si, afortunadamente- dijo sin presumir al respecto.
Aunque bien que deseaba hacerlo.

- Bueno, entonces tenemos que cuidarte de los hunters de esta noche, no querremos
  perder a nuestros grandes activos a manos de la competencia.

Novak lanzó una mirada periférica.
Baladi hablaba con un hombre delgado y alto, lo reconocía como uno de esos hunters y lo estaba señalando.

- ¿Has visto eso?- preguntó Query a Linker, muy al tanto de ese mismo gesto.

- Claro, Hennicot le pregunta a Enzo Baladi sobre Novak- dijo el vicepresidente- ¿lo ves?
  Ahora, Novak, si eres un tipo inteligente- ahora se dirigía a él- escucharás lo que ese
  cuervo negro tiene que decirte. Pero si eres un tipo realmente inteligente, te darás cuenta
  de que Muggen es el mejor lugar en el que puedes estar en este momento.

Hennicot se dirigía a ellos, con Baladi.
¿En serio Enzo iba a presentárselo enfrente de los directores? ¿No era eso un “jugar a los dos bandos”?

- Buenas noches, caballeros- saludó el reclutador con una gran sonrisa.

- Hennicot, no sabía que habías sido invitado- arponeó Linker sin mucha cortesía.

Pero él, como todo depredador, no le dio importancia.
- ¿Kyan Novak?- le ofreció la mano, la cual el asesor no tardó en darle. Baladi parecía
  contener su risa- Mi nombre es Marcel Hennicot, felicidades.

Era obvio que no se refería al nuevo año que llevaba menos de una hora de haber comenzado.

De pronto, Kyan se dio cuenta que no existía un doble juego, Baladi, Query y Linker parecían disfrutar como el tipo desplegaba sus alas de cuervo frente a ellos.
¿Les parecía divertido ponerlo en un predicamento?
Ciertamente, eso parecía.

Lo despachó rápidamente, no sin antes guardar su tarjeta y oír su oferta de trabajar para
IFI con sede en Londres.


- - -


La siguiente hora fue un tanto tediosa y pese a que era evidente que su amigo recuperaba sin problemas el tiempo perdido, comenzó a querer marcharse.

¿Qué llevaba en esa reunión? ¿Cuatro horas?

Enzo apareció de pronto, esta vez no había un grupo de persona que pretendiera presentarle, como las últimas tres veces. Al verlo solo se preguntó que tramaba.

- Bueno, aquí ya no hay nada que hacer y acabo de recibir una invitación a la casa de
  Rémi, que como bien sabes está a menos de 15 minutos de aquí y por el escándalo que
  escuché por teléfono durante su llamada, me suena a que lo mejor es volar a rumbos más
  informales.

Miró su reloj. Casi las tres de la mañana.
¿En verdad había una gran fiesta a esa hora?

Realmente ya había tenido bastante exposición profesional por una noche para su gusto, aquellas situaciones sociales ya no le encantaban como antes. Si acudía era porque entendía la importancia de dar a conocer su nombre en las altas esferas pero ya para ese momento, estaba agotado de aterrizar de grupo en grupo haciendo presencia.

- De acuerdo. Vámonos de aquí, Enzo.

Después de todo, le había prometido acompañarlo esa noche.
El rubio sonreía de una manera que le hacía verse aún más radiante, como si eso fuera posible.

- Bien dicho, la noche es aún joven, mi querido ejecutivo del año.




Continuará...

 

Notas finales:

Recuerden que mientras más pronto me escriban, más pronto escribo yo! ;)


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