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AFFAIR por malchan

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Notas del capitulo:

Decidí tomarme dos maravillosos días de descanso en una rutina de trabajo de 7 días a la semana (que a veces parecen 11), he molestado a varias personas con ésta determinación de mini vacaciones pero si no lo hacía, alguien iba a ser asesinado!

Así que aprovecharé para escribir, dibujar, canturrear y reconectarme con el universo y claro, a terminar un pendiente que tenía hacía tiempo: el live a Enzo Baladi.

Un personaje así, es difícil plasmarlo en una imagen, porque su apariencia es parte de lo que lo hace especial, así que espero llenar al menos un poco la expectiva, de no ser así, simplemente ignoren la pic y visualicénlo como gusten, no pasa nada! :D  (aunque creo que este modelo es un super bombón)

Pero bueno, aquí está el live:
http://img.photobucket.com/albums/v356/malary/affair/600full-danila-kovalev6k_zpspmroi6ap.jpg

 

 


Habría muchos beneficios de trabajar como publirrelacionista de alto nivel en una empresa tan prestigiada como Muggen, uno de sus favoritos era viajar en primera clase.

Había volado a Munich y transbordado rumbo a Catania, en ambos trayectos la aerolínea se había esforzado en consentir a sus pasajeros. Había bebido un poco de champaña y después había trabajado un rato en su computadora, le llegaban pequeños bocadillos y estiraba su cuerpo de vez en vez como un gato en el cómodo asiento.

Recién aterrizaron en el aeropuerto de Fontanarossa, fue de los primeros en abandonar la cabina, con el periódico local del día bajo el brazo.

En pocos minutos se encontraba saliendo de la zona de pasajeros del aeropuerto, un chofer tenía escrito su apellido en un letrero con el logo del Cassiopeia, la organizadora del evento.

- Buona sera.
- Buona sera, signor Baladi- contestó el otro.

Ah, ¡volvería a hablar en su idioma!

Salieron al estacionamiento, una limousine blanca lo esperaba. ¿Habían contratado un auto así para un ejecutivo? Eso deberían reservarlo únicamente para los clientes VIP.

Adentro, lo esperaba un joven.
Era Paine Rivielle, su jefe le había dicho que se encontraría con él. Vestía impecablemente, sofisticado pero a la moda con un conjunto de Maurizio Galante, y aunque lucía casi como un chico, también se veía seguro, lo cierto es que para el ojo experto de Enzo sus rasgos eran los de un inicio de veinteañero por más porte experto que se esmerara en mostrar.

- Bienvenido a Catania- le saludó.
- Gracias, gusto en conocerle, Rivielle.
- Igualmente. Y háblame de tú por favor.

Su cabello rubio ligeramente ondulado lo hacía lucir como un pequeño príncipe.
Era un tanto adorable.

Tomó lugar en los lujosos espacios de esa limousine.

- Vaya, esto no se ve todos los días, un sistema multimedia con pantalla frontal.

Paine sonrió. El joven estaba trabajando en ella.
- Sí, tiene sistema táctil. Le he cargado la agenda y estoy conectado de este sistema a mi
  teléfono. Es una tecnología increíble.

Rivielle abrió un archivo en la pantalla HUD reflejada en el cristal de atrás del auto.
Era como un vistazo al futuro, sin duda.

Se veía desplegada la parte del itinerario que marcaba la hora que era.
“Enzo Baladi, vuelo LH 6308, 20:30”

- Vaya, me siento halagado- bromeó el mayor.

El otro le sonrió de vuelta.
- Tampoco es como si fuera olvidarlo. Es un placer trabajar con Muggen.
  Si me das tu teléfono, puedo configurarlo también.

- Por supuesto, pero tendrás que mostrarme cómo funciona.

Paine pareció entusiasmado con la idea, recibió su aparato y lo conectó.
- Voy a transferir toda la información de una vez, cualquier cambio que yo haga, se
  actualizará automáticamente en el sistema y viceversa, podemos sincronizar toda la
  información desde aquí, ¿lo ves?- le mostraba.

Baladi sintió la brecha generacional que debería haber entre ese chico y él. No iba a quedarse atrás y aprovecharía ese momento para aprender lo más que pudiera de aquella tecnología.

- Ahí lo tienes. Ahora estamos conectados- decía el otro- Aquí están las listas de
  reservaciones, la agenda de trabajo- paseaba en la interface ahora transferida al teléfono,
  enseñándole todo- todos los detalles, incluso aquí podemos mandarnos mensajes dentro
  del mismo sistema, podemos establecer una contraseña entre nosotros, ¿69 te parece
  bien?

¿Lo estaba imaginando? Estaba seguro de que veía una mueca de picardía en el joven
publirrelacionista.

- Si, supongo que es algo que no olvidaría- contestó a cambio.

Rivielle descansó en su asiento entonces, lo miraba con sus ojos brillantes. Quizá había algo de insinuación en ellos, quizá estaba imaginándolo, pero lo cierto es que era bueno leyendo a la gente.

- Estoy emocionado- confesaba- este es mi primer proyecto internacional. Me he
  esforzado mucho por llegar aquí- le decía el otro RP.

- Felicidades. Luces tan joven, es un gran logro.

- Tengo 21 años- contestaba.

A esa edad, Enzo no sabía qué hacer con si vida salvo disfrutarla en el yate de Reiner.
Tuvo que admitir sentir un poco de envidia.

- ¿Y tú, Baladi? No es como si te vieras de mucha edad tampoco.

Encontró humor en eso. Al parecer con él era posible relajarse al hablar. Un luxemburgués difícilmente haría eso.

- Tengo 29. Y debo decir que me estás haciendo sentir viejo- se atrevió a bromear.

Paine rio sin pena.
- ¡No puede ser cierto que digas eso, no alguien que luce como tú!
Estaba insinuándose, ahora estuvo seguro.

La limousine se comenzó a alejar del área aislada del aeropuerto, ahora tomaban la carretera a la ciudad.

Rivielle puso algo de música, pop italiano del que Enzo no estaba familiarizado, hacía mucho tiempo había dejado de escuchar la radio de su país.

Mientras, revisaba un poco lo que tenía en el teléfono junto con el otro RP, aprovechando el momento ocioso.

- El señor Roger Miller no está en la lista de reservaciones- se dio cuenta de pronto-
  ¿Cómo es posible eso? Tenía entendido que él había venido a Catania con su familia
  desde hace varios días, yo mismo hice esa reserva.

Paine fruncía el entrecejo.
- Si, recuerdo haberla visto, espera… si, era una de las suites del Montek, creo que la…
  Golden… si, aquí está, cambiaron el nombre de la reserva, ¿ves el color en azul?
  Ahora está a nombre de… Lascurain.

Sintió un frío recorrerle la espalda.
Sus ojos no podían estarlo engañando, veía correctamente aquel apellido.

- Esta lista fue actualizada hace 2 días desde Muggen, por Aloy Martens, ¿no se trata de
  tu jefe?
Asintió, aún más extrañado.
- ¿Ves cómo esto es una maravilla?- se jactaba orgulloso el joven.

Una suite para un Lascurain no tenía sentido, debía tratarse del matrimonio, Daniel y esposa. Que jodido.

Aquello le molestaba. Odiaba que ese hombre hubiera lastimado a su amigo.
Se sentía un estúpido por alguna vez haber animado a Key a darle una oportunidad a ese guallen.

- La noche es joven, deberíamos relajarnos- decía de pronto Paine, substrayéndolo de sus
  pensamientos, pensaba ir a la zona de yates esta noche, aún es temprano.
  ¿Sabes lo del Voyager?

Claro que lo sabía.
Ritsu le había mandado un mensaje justo antes de subir al avión donde le preguntaba cuándo llegaba, “ella” ya se encontraba ahí seguramente, con Phillip, un socialité náutico que en el pasado había sido muy cercano a él y Reiner cuando solían estar juntos.

Ambos estarían ahora en el John Walker Sons Voyager, un yate que viajaba por puertos europeos haciendo fiestas fabulosas llenas de Oddysey, la marca que promocionaba la destilería Diageo Reserve.

Eso era algo que no había que perderse en su primera noche en Catania.
Era como una zanahoria para un caballo, demasiado irresistible para no morder.

- ¿Conoces a Phillip Collins? ¿Phillipo?- preguntó al joven.

- Si, de hecho sí. Es uno de los organizadores, ¿no es cierto? Es cercano a alguien que
  conozco- después hizo una pausa tensa.

Baladi guardó silencio, dándole ese segundo para volverlo tiempo para pensar.
Rivelle lo miró a los ojos con cierta vulnerabilidad y supo que le iba a decir algo importante.

- Collins es amigo personal de Gustav Nolet, de los Diageo.

Hablaba de una familia inglesa dueña de una de las destilerías más reconocidas en elaboración de bebidas alcohólicas en el mundo, técnicamente aquella fiesta era de su empresa.

- Salí con Gustav algunos meses, me refiero al hijo por supuesto.

Eso era.
Paine era gay también.
No era como fuera una gran sorpresa.

¿Debería sentirse entusiasmado por eso? No, Paine era demasiado joven para él y trabajaban juntos.

- Entonces es un hecho que pasaremos por el Voyager.

- Por supuesto, está aparcado en el club Mediterranea, tengo que entrar a esa fiesta.

- ¿Dices que nunca conociste a Phillipo pese a que saliste con su amigo por tanto
   tiempo?

- La verdad es que él nunca me presentó a ningún conocido, ya sabes cómo es eso con la
  nobleza- hacía un intento de broma.

Claro que lo sabía.
Los Baladi no eran muy diferentes. Ni los D´Oria tampoco.

- Entiendo que si no lo conoces y no tenemos invitación o contacto, tu intensión era
  aprovechar la limousine para llegar con ella a la entrada.

Claro, eso era algo que ciertamente podía funcionar.
Le pareció absolutamente adorable.
Y ese joven era lo suficientemente lindo para salirse con la suya.

- Bueno, no te preocupes por entrar, Paine, eso déjamelo a mí.

El joven sonrió de vuelta y pretendió esconder su emoción sin mucho resultado.
- Eso es fabuloso- murmuró.

Baladi sacó su celular y comenzó a mandar un mensaje de texto a Ritsu, preguntándole si estaba en la fiesta de Oddysey. La respuesta del francés vuelto japonesa no tardó en llegar.

“Si!” afirmaba en el texto que acababa de enviarle, “Ven ahora mismo, da mi nombre”.

- Me parece Paine, que esta noche puedo presentarte a muchas más personas interesantes.

El pequeño príncipe sonrió. Era una satisfacción que se sentaba muy bien a un chico de veintiún años y traje de diseñador.



- - -



Desde afuera parecía el lugar indicado para que Catania les diera la bienvenida.

Ese club de yates era claramente el principal. Por el estacionamiento se veían aparcados autos de las gamas más altas.

La limousine en que arribaban fue directo a la entrada. Rivielle le dio indicaciones a Ron y ambos salieron. Una chica hermosa y muy elegante les sonreía en las rejas, una hostess simpática de aretes largos brillantes contra su piel bronceada

- Buenas noches, caballeros.
- Buenas noches, señorita- saludó Baladi sonriendo de vuelta.

La preciosa joven lo miraba sin fingir ser encantadora, lo era.

- Venimos con Ritsu. Nos encargamos de las relaciones públicas de la Copa Budge.
  Somos Paine Rivielle y Enzo Baladi.

Ella asintió. Había un dejo de coquetería en su expresión.
- Claro, un segundo por favor.

Usó su micrófono de diadema para decir aquellos tres nombres.
Sus ojos recorrían la lista que tenía en el tablero en su mano.
Enzo no supo qué llegó primero, si su vista al nombre correcto en los invitados, o el acceso dicho por la radio.

- Bienvenidos, encontrarán el club más adelante, hay servicio de restaurante hasta
  medianoche y una recepción con servicio a clientes.
  El Sons Voyager se encuentra al fondo del tercer carril, es posible que un carro de golf
  los lleve a él si gustan. Y yo estoy para serviles en todo lo que deseen- agregó.

Estaba coqueteándole.

- Estamos bien, y no nos molesta caminar. Muchas gracias- le dijo Baladi.
- Gessica- agregó ella.

Paine le lanzaba una mirada divertida.

- Muchas gracias, Gessica- completó entonces.
Ella sonrió, evidentemente satisfecha de causar una impresión.

Mientras comenzaban a andar el camino al yate, largas hileras de embarcaciones pronto los rodearon mientras recorrían el camino de madera sobre el mar.

- Esa chica estaba flirteando contigo. Pero supongo que para alguien como tú, debe ser
  muy común- decía el joven.

Podría haber esperado ese comentario de una persona ordinaria, de hecho, no sería la primera vez que lo escuchaba, pero dicho por el pequeño príncipe era casi gracioso.

- No te ha de ser ajeno ese tipo de atención tampoco. Eres un chico atractivo también.

Quizá eso era ir un poco más allá del límite.
El otro simplemente le agradeció.

Se escuchaba sin duda una fiesta perdida entre aquellos costosos yates de tres y hasta cuatro pisos. Aun así… todavía se sentía el vacío de ser las únicas personas caminando por ahí en ese momento.

Había existido una época en que Enzo se la vivía en puertos.
Aquel mundo no le era desconocido en absoluto, eran tiempos en su vida que ciertamente la había pasado muy bien, demasiado bien tal vez.

Le gustaba mucho la sensación de caminar en la noche entre los barcos, la luz de los postes iluminando el camino, la luna ahogada en el mar y las estrellas al fondo.
Era un tanto romantico.

Reiner alguna vez lo había abrazado por la espalda mientras caminaban por lugares como ése, susurrándole lo que le haría cuando llegaran a Esmerald y al llegar... lo cumplía al pie de la letra.

Y justo cuando ese pensamiento le llevó al pasado, le pareció ver una embarcación muy conocida en la distancia que alcanzaban a ver sus ojos.
¿Estaba en lo correcto?

Ese yate… se le parecía tanto.
Esmerald.
Tuvo la certeza de lo que veía, pese a la distancia.
Si éste estaba ahí… Reiner también.
Y si él estaba ahí… seguramente iría al Voyager.

Si, el alemán era un hombre del jet set, amante ferviente de los yates.
Aun así, era difícil creer que se tratara de una coincidencia.
No supo que sentir.
O más mejor dicho… no quiso sentir nada.

Parte de la organización corría a cambio de Collins, amigo de ambos, era obvio que Köhler asomaría sus narices ahí.

“Yo no te mentí, Enzo. Yo no estoy jugando” le había dicho Rein mientras él se marchaba con otro. Había odiado cada una de esas palabras, le hacían sentir culpa, ¡donde no debería haber ninguna!

- ¿Baladi?- Paine lo nombraba.
- ¿Si?
- De pronto… te pusiste muy serio, ¿todo bien?
- Perfectamente, vamos.

Si voz sonaba tan confiada que por un segundo la creyó.
Lo cierto es que sentía ansiedad.
Una ansiedad que hacía semanas no hubiera estado ahí. Una ansiedad que ningún otro hombre era capaz de provocarle.



Continuará...

 

Notas finales:

El siguiente review será el número 300. Mi plan secreto es que este Live anime a comentar a quienes solían hacerlo y ya no lo hacen :(  como lo son Rintarou, Orange, mike, Natsuki4U, Ana y aquell@s de los que no sé hace muuucho Ikkie, Aliiiiii, aghy, kiana08... y podría seguir pero ya fue mucho balconeo por hoy XD Si siguen por aquí... los echo de menos.


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