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Comenzó como una broma. por Dark_Huntress

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Notas del capitulo:

hola gracias por sus bellos comentarios de verdad me animaron muchisimo a sacar rapido la conti n.n

como saben los personajes pertenecen a chinomiko n.n

 

Día 2.

Pov Castiel.

Sentí la mirada de Nataniel sobre mi o al menos eso creo, abrí los ojos y sonreí en efecto él me observaba. Se veía tan lindo, su carita arrebolada y esa expresión de confusión en sus facciones, la sorpresa dibujada en sus ojos. Adorable.

—Ah vaya el minino ya despertó — Dije sonriente.

Él me miro y balbuceo un poco antes de finalmente poder articular palabra.

— ¿Dónde estoy Castiel?

—Hum ¿Qué no es obvio? En mi casa.

— ¿Por qué?

—Por que ayer tú y yo la pasamos bien rico y hasta repetimos.

 — ¿De qué hablas?

—Oh no te hagas el desentendido, ya sabes, tu y yo desnudos, cama,  ya sabes…

Fue entonces que se percató de su propia desnudes y se sonrojo aún más, su expresión era fascinante, sí sé que había dicho que ya no haría la broma pero no me pude resistir además esa era la idea inicial.

 

Pov Nathaniel.

Despertarme en la habitación de Castiel se sentía como si estuviera en algún capítulo de la dimensión desconocida, pero cuando él menciono que nosotros… bueno eso, no pude evitar un gran sonrojo más al ver que en efecto estaba desnudo pero aun así sabía que el mentía y se lo hice saber.

 

— ¿Por qué mientes?

—El que no me creas porque no te acuerdas no lo hace mentira delegadito.

—Vale, entonces ¿por qué no estás tú desnudo a mi lado?

—Hum te deje tu espacio, porque estas magullado pero si ya quieres tenerme de nuevo dentro no veo problema en darte lo que te gusta miriau.

—Tu maullando vaya nunca lo hubiese pensado, en fin ya deja de bromear Castiel sé que no eres homosexual y de serlo yo no te gustaría.

—No estés tan seguro Nath, de hecho tu sí que me gustas.

Lo mire asombrado pero después le sonreí, él me estaba tomando el pelo y por lo visto estaba bien metido en su papel.

—Vale si realmente me lo hiciste me quieres decir ¿porque mi culo es la única parte de mi cuerpo que no duele?

—Hummm…Fui delicado, atento, amable, te dilate con cuidado, te la di lentamente y…

— ¿Y? —Pregunte sonrojado y excitado por sus palabras y su tono sensual.

—Nada, no te hice nada, como bien sabes, solo fui el buen samaritano y ya, te traje aquí cuando te encontré tirado en el parque, cure tus heridas y te deje dormir.

—Ya veo, Gracias.

—Nathaniel… ¿Qué te paso?

—Yo….

No se lo podía decir, ¿cómo hacerlo? me daba vergüenza y además…

—Puedes confiar en mí.

—Tú me odias.

—Si eso fuera cierto no estarías en mi casa, ni en mi cama, estarías quien sabe dónde.

Él tenía razón aun así no podía contarle porque no sabía cómo, era vergonzoso y dolía demasiado tanto como los moratones repartidos por todo mi cuerpo.

Él se acercó a mí y acaricio mi mejilla antes de decir.

— ¿Quién te golpea Nath? ¿Quién se atreve a hacerte daño?

— ¿Por qué quiere saber? ¿Por qué te importaría?

—Me importa porque me gustas y odio que te hagan daño y quiero saber por qué necesito saber a quién voy a partirle la cara y patearle el culo.

No sabía por qué pero sus palabras me hicieron sonreír y al par sonrojarme, me sentía extraño, algo cálido se instaló en mi pecho.

 —Nathaniel…

— ¿Qué hora es?

—No sé, no estoy pensando en ello, no me cambies el tema.

—Debo volver a casa y…

—Ya lo harás mañana si…

— ¡No! ¡Es que tú no lo entiendes!, si no vuelvo ahora no… Oh tal vez ya es demasiado tarde.

 Me lamente con una expresión de tristeza pero seguramente la que puse antes de terror le dio las respuestas a Castiel.

 —Es en tu casa ¿verdad? ¿Te golpean en casa?

Lo dijo con un tono bajito y casi arrastrando las palabras, desvié la mirada avergonzado y cerré los ojos recordando toda una vida de malos tratos y humillaciones más precisamente aquella tarde.

 

Desde la semana anterior la directora había estado molestándome con más tareas de normal y caprichos tontos, no podía negarme pues siempre amenazaba con decirle a mi padre de mis recientes faltas, o sea haber perdido la llave, permitir que robasen los exámenes cosa por la que ya había recibido una buena tunda gracias a ámbar. La directora  también parecía por los resultados poco productivos de la carrera de orientación y el bajo rendimiento del alumnado en los exámenes y se desquitaba conmigo. En fin lo que colmó el vaso fue que la “señora” descubrió un gatito que tenía acogido en la sala de delegados y obviamente le molesto tanto como para reportarme con mi padre pese a mis esfuerzos por persuadirla, ya sabía que sería reprendido al llegar a casa y en efecto lo primero que mi padre hizo al verme fue darme un puñetazo al rostro.

— ¿En que estabas pensando estúpido?

—Señor yo solo…

— ¡un gato! ¿Tan poco te importa tu madre?

De hecho las cosas eran al revés yo no le importaba a esa mujer pero no iba replicarle.

—No pensaba traerlo a casa solo…

—Solo lo mantendrías en el instituto rompiendo las reglas, menudo delegado este hecho, deberían quitarte el puesto.

—Lo siento padre, le pediré disculpas la directora.

—Claro que lo harás inútil, más vale que logres que te perdonen si te degradan te las hare pasar negras.

—Entiendo señor.

—Ni creas que te vas a librar tan fácil, tendré que darte una lección para que no se te ocurra de nuevo hacer idioteces.

Lo vi quitarse el cinturón y cerré los ojos en espera de lo que vendría. Mi cuerpo aún estaba muy dolido por los golpes queme gane con el asunto de los exámenes y de cuando me descubrió tocando la batería en el festival, de hecho aún no se me borraban las marcas de esa última vez.

Sentí el impacto de su faja una y otra vez, trata de mantenerme en pie sin quejarme, sin llorar sabía que de hacerlo me iría peor pero él no se detenía, al sonido de los cuerazos mama y ámbar se acercaron a la sala a ver el castigo  no dijeron nada. Observaron silenciosas por unos minutos antes de retirarse indiferentes, aunque me pareció ver un rastro de lastima en los ojos de mi hermana.

No quería rendirme pero ya no soportaba el dolor, me doblegue y caí al suelo. Avergonzado me atreví a suplicarle que parara, su mueca despectiva y cruel me helo la sangre.  Me pateo unas cuantas veces antes de finalmente dejarme.

—Ve a tu cuarto a lavarte, estas hechos una porquería, hecha esa ropa a la basura.

Tras darme una última patada se alejó. Me quede tirado en el suelo tembloroso y dolido por un rato, bastante mareado y sin fuerza como para levantarme. No supe cuánto tiempo estuve así hasta que finalmente logre arrastrarme a mi habitación. Seguí sus indicaciones me bañe y eche a la basura mi ropa ahora sucia, rasgada y manchada de sangre.

Estaba más herido que nunca, tenía miedo y me sentía roto.  Las primeras prendas que vi fueron las que me puse, y pensando en lo que me haría mañana si la directora decidía quitarme el puesto de delegado intente huir de casa. No fue algo planeado ni racional, solo miedo, un instinto de conservación y una necesidad de paz y soledad, de alejarme de esa prisión donde era torturado constantemente, salí de la casa y camine sin rumbo, mi cuerpo dolía y todo me daba vueltas, no había tenido oportunidad de comer en todo el día y había perdió sangre, además salí sin pensar en el frio y no llevaba ningún tipo de abrigo. Entonces todo se puso negro y ahora estoy aquí, en casa del que fue mi amigo, del que ahora creía un enemigo, en su cama, semidesnudo, habiendo sido curado y ahora interrogado por él.

 

 

—Nathaniel…

Él me sacudí un poco y salí de mis recuerdos.

—Fue un castigo.

— ¿Qué hiciste?

—Una llamada de la directora reportando mi mal comportamiento, los fallos que he tenido y…Bueno escondí un gato en la sala de delegados… Pobrecito ahora debe estar de nuevo en la calle.

—Tu preocupándote por un gato mientras que estas así. De veras que eres  como el pan. Ah te puso como vaticano solo por un gato y el chismorreo de la maldita vieja, ese wey es un psicópata.

— ¿Cómo el vaticano?

—Ya sabes lleno de cardenales.

—hummm…como sea debo volver a casa o me ira peor.

—De ninguna manera, no lo permitiré.

—Pero…

—Sin peros miriau, no voy a dejar que vuelvas a ese sitio con esos locos que tienes por familia, no iras con ese maldito sádico nunca más, desde ahora yo te protegeré.

— ¿Por qué lo harías?

Él se inclinó sobre mí, me acaricio la mejilla y se quedó mirándome unos segundos antes de responderme. Su respuesta fue un beso ¡un beso!

Notas finales:

en el proximo capi saldran sucrette y isandro n.n y es posible que haya lemon aunque a lo mejor lo dejo para el cuarto si es que hay cuarto y hablando de eso el lemon les gustaria que fuera

a)castielx nathaniel

b)nathaniel x castiel.

 


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