En un hermoso castillo un galante joven de cabello castaño hacia su aparición.
-Príncipe Eren... Bienvenido a casa... Exclamaban con una reverencia algunos empleados recibiendo al joven que sonrojado solo asentía con la cabeza, bajándose de su caballo se disponía a entrar a su castillo donde sus padres lo aguardaban.
-Hijo... te extrañe mucho, ¡Cuanto has crecido! Decía con emoción Carla su madre con un cálido abrazo.
-Solo me fui por un año... Respondía el joven con una sonrisa mientras se abrazaba a su madre.
-Eren… Veo que un año lejos de aquí te ha hecho bien, te ves más maduro… Hablaba con una sonrisa su padre se acercaba a saludar a su hijo, este también le abrazo con cariño.
-Vamos a comer, hemos preparado un banquete por tu regreso. Decía su padre muy alegre todos se encaminaban hacia el enorme comedor, Eren notó a unas personas en el comedor parecían esperarlo.
-Mikasa, Armin… ¡Cuánto me alegra verlos! Con algarabía decía el joven al reencuentro con sus amigos de la infancia.
-Eren… Bienvenido… Exclamaban sus amigos con una sonrisa dándole la bienvenida. Todos se sentaron a comer y conversar animadamente sobre las muchas anécdotas del joven en el país extranjero, estando por concluir esa deliciosa comida. El rey se dispuso a dar un anuncio.
-Eren hemos preparado una fiesta especial por tu regreso, la celebraremos mañana en la noche, hemos invitado a todas las doncellas del reino, ya que estas en edad de establecer un compromiso. Hablaba su padre con seriedad el rostro alegre de Eren cambio a uno muy molesto todos lo notaron.
-Padre, apenas llego y comienzas con esto. Déjame estar tranquilo por unos días al menos. Exclamaba enojado Eren golpeando con sus puños la mesa, su padre se ponía de pie para responder a su hijo.
-Debes casarte, quien sabe si algo le pasa a tu viejo padre un día de estos y no podre morir en paz, pensando inestabilidad en mi reino. Explicaba el rey con algo de dramatismo en su voz, eso solo hizo que todos lo miraran con extrañeza.
-Todavía estoy muy joven, para casarme… Madre… di algo… Dijo el joven fijando su mirada a su madre que resignada se disponía a hablar.
-Bueno, si eres joven, Decía la mujer mirando a Eren, a lo que el joven miró desafiante a su padre sabía que su madre lo apoyaría.
-Pero un compromiso te dará madurez… además quiero nietos… Concluyó la mujer desviando la mirada, el joven solo cerró los ojos decepcionado al escuchar aquello.
-Ahora soy un inmaduro… Replicó con molestia el joven
-Creo que nos retiramos. Dijo en voz baja Armin a Mikasa al ver que esa situación familiar se salía de control.
-No yo quiero quedarme, esto me conviene… Tal vez Eren presionado diga que me ama para que no lo sigan molestando. Respondió esperanzada Mikasa en confidencia a Armin.
-En este momento lo dudo…Murmuró el rubio al ver como Eren le ardían los ojos en furia. La madre de Eren notó la incomodidad de las visitas asi que se acercó a su hijo abrazándolo por el cuello, para tranquilizarlo.
-Hablaremos después, Eren… Susurró dulcemente su madre al oído del príncipe calmándolo de inmediato, suspiró resignado poniéndose de pie se disponía a salir con sus amigos del comedor.
-Te dije que era precipitado lo de la fiesta… Se escuchaba decir a Carla mientras los jóvenes salían.
-¡Que fastidio! Si hubiera sabido de esto me hubiera quedado por otros años más lejos de aquí. Malhumorado Eren hablaba por uno de los pasillos del castillo.
-Tranquilo Eren, no pueden obligarte a que te cases, si nadie te gusta mañana en el baile creo que tampoco te exigirán eso, dales gusto por ahora… Aconsejaba Armin a su amigo para calmar sus ánimos.
-Qué más da, además… Suspiraba resignado el joven, pero algo parecía que recordaba pero decidió no contarlo.
-Además ¿Qué? Preguntaba el rubio con curiosidad mientras lo codeaba, Mikasa solo lo veía fijamente
-Nada… Dijo Eren con una sonrisa.
-Te has vuelto misterioso joven príncipe… Exclamó Armin con desanimo, pero no lo presionaría ya que él también tenía sus secretos.
-No es eso, pero bueno he hablado de mi sin parar cuéntenme de ustedes… Decía Eren desviando el tema, cuando iban al jardín allí se quedaron conversando por un largo rato, Mikasa tenía que regresar a su hogar así que se despedía de los jóvenes.
-Adiós Mikasa… Se despedían los jóvenes acompañándola hasta la salida.
-¿Por qué estaba como molesta? Preguntaba Eren al notar que Mikasa en el largo tiempo juntos parecía distante.
-Te lo digo pero si tu no se lo dices… Respondió Armin mirando la figura de Mikasa alejarse, Eren asintió con su cabeza.
-Ella esperaba que con este tiempo separados, tú te volvieras más apegado… ¿Tu sabes? Dijo Armin con una pequeña sonrisa traviesa, Eren se sonrojo un poco ante esa insinuación.
-Oh eso… ella siempre será la hermana que nunca tuve… Exclamaba sinceramente el príncipe con una sonrisa, nunca había sentido algún interés romántico por ella sin embargo le apenaba el no corresponderle. Viéndolo pensativo Armin le iba a sugerir algo.
-Eren, ¿Quieres dar una vuelta por el pueblo? Pedía amablemente Armin con una sonrisa.
-A mis padres no les agrada que salga al pueblo así sin los formalismos de la realeza. Respondía Eren con recelo mirando el castillo donde estaban sus padres.
-Te desagrada eso que la gente te rinda pleitesía ¿Verdad? Comentaba el rubio al ver la frustración del joven, ya que siempre cuando pedía ir a algún lado lo mandaban con unos cuantos sirvientes y guardias, era incómodo y vergonzoso caminar por el pueblo rodeado de tantas personas que no lo dejaban disfrutar de su paseo.
-Si me molesta… me molesta mucho… Decía el joven con un bufido de molestia.
-Mira lo que traje la capucha especial para infiltrarnos en el pueblo. Dijo Armin sacando de su bolso una capucha de color verde, esa era la que usaba Eren cuando se escapaba al pueblo y andar sin que lo reconocieran, ante esto el joven levantó su ánimo poniéndosela salían con sigilo del castillo hacia el pueblo, aún era de tarde y los rayos de sol deslumbraban el lugar, caminaron un largo tramo hasta llegar al pintoresco pueblo.
-Nada ha cambiado… Como extrañaba mi pueblecito, en el internado todo era tan frio… Exclamaba algo emocionado Eren pues al le agradaba ese ambiente sencillo nada comparado al ostentoso mundo en el que se había criado, el ruido, los gritos de los vendedores, los niños corriendo por las plazas, con una sonrisa miraba su alrededor.
-Todavía esta ese puesto donde vendían esos ricos dulces de manzana… Dijo Eren con curiosidad anhelaba probar esos dulces.
-Sí, Respondió el rubio halándolo de la mano lo guiaba hasta donde ofrecían esos dulces, compraron unos cuantos, Eren se atragantaba devorándolos, Armin sonreía al ver feliz a su amigo.
-Armin hemos hablado de muchas cosas, pero y tu… ya tienes novia o algo así… Hablaba Eren con curiosidad cuando llegaban a una pileta de la plaza, al notar como su amigo parecía sonrojarse y perderse en sus pensamientos.
-ahh… bueno… algo así… Respondió Armin avergonzado desviando la mirada.
-En serio, ¿Cómo es? ¿Cómo se llama? ¿La conozco? Exclamaba animado Eren, mirando a su amigo que parecía sonrojarse.
-Como describir a esa persona… Decía con un suspiro enamorado el rubio y sus ojos parecían brillar.
-Uhh mi amigo está enamorado… Exclamaba con alegría Eren codeando a su amigo con complicidad esperando respuesta a sus interrogantes.
-Pero y tu Eren… Dijo Armin desviando el tema Eren solo frunció el ceño.
-No me dijiste nada… Murmuraba inconforme Eren mirando con recelo a su amigo, este pretendía ignorarlo.
-Yo no tengo a nadie… aunque hubo alguien que me gustaba hace poco en el internado…. Respondió Eren con un sonrojo y parecía alejarse lentamente de su amigo para seguir su paseo.
- Eren… espera… Decía Armin algo sorprendido y dudoso seguía a su amigo.
-Pero el internado era de hombres… Eren no huyas… Exclamó algo confundido el rubio tratando de alcanzarlo.
-No precisamente, habían algunas profesoras y las de limpieza… Respondió Eren con incomodidad, parecía una respuesta forzada pensaba el rubio.
-Ahhh, ¿te gustaba una profesora…? Preguntaba con curiosidad Armin.
- algo así… Respondió Eren algo cortante.
-No eres claro…Dijo algo molesto Armin, pero el también no había dado respuestas claras a Eren antes.
-¿Quién habla? Insinuó con sonrisa sarcástica el príncipe, así que ambos decidieron dar por terminada la conversación, ya había tiempo después para indagar un poco más. Caminaron un poco más, cuando Armin vio su reloj se dio cuenta de la hora parecía algo presuroso.
-¿Me acompañas al viejo molino?… Veré a alguien allí… Pedía Armin con seriedad no tenía tiempo de volver al castillo dejar a Eren y regresar.
-Tu novia… Murmuró pícaramente Eren codeando a su amigo.
-Nooo, no es mi novia… Respondió sonrojado y nervioso Armin, caminaba de prisa tomando delantera a su amigo en el trayecto hacia el viejo molino Eren no dejaba de molestarlo cuando se notaba el molino a unos pocos metros.
-Espera aquí… Se molestara si alguien más se acerca, esa persona es algo malhumorada. Advirtió Armin dejando a su amigo en un árbol a pocos metros del viejo molino, veía a su alejarse por lo menos podía ver a la persona que a Armin tenía ilusionado, resignado veía la escena todavía no había llegado esa persona y Armin esperaba.
-Idiota, creyó que yo me iba a quedar tranquilo, me imagino la cara que va poner cuando vea su preciosa colección de revistas con mis garabatos, pero se lo merecía por jugar con mis sentimientos… Murmuraba una pequeña y delgada figura con una sonrisa de satisfacción mientras se acercaba al viejo molino, también tenía puesta una capucha al parecer también andaba de incognito, al fin llegó donde Armin que con una sonrisa lo recibía y saludaba. Eren miraba atento pero no distinguía a esa persona.
-Es ella, es algo pequeña y pero muy delicada, parece ser hermosa aunque no la distingo bien. Murmuraba Eren tratando de resaltar lo que notaba porque estaba cubierto.
-Le está dando un presente, que tierna… Murmuró Eren enternecido al notar como esa extraña persona parecía entregar algo en las manos de Armin, quien se alegró al recibir ese objeto se notaba por su enorme sonrisa. Todo iba bien hasta que Eren vio a su amigo recibir un golpe en el estómago.
-¡Pero que…! Exclamó Confundido Eren que corría hacia su amigo, la persona misteriosa se disponía a marcharse de prisa, al ver que venía alguien más, Armin arrodillado se sobaba el estómago.
-¿Qué crees que le haces? Dijo muy enojado Eren tomando entre sus brazos a la persona encapuchada de espalda.
-Suéltame… Gritó molesto una voz masculina, mientras se retorcía para soltarse, pero Eren sorprendido y confundido no lo soltaba.
-Su voz… Murmuraba Eren al escuchar como ese hombre que tenía atrapado entre sus brazos lo insultaba y se movía sin parar.
-No tiene pechos… Murmuró Eren confundido mientras tocaba su pecho y notar que de verdad no era mujer.
-Y tiene… Oh Dios es un hombre… Exclamó Eren escandalizado al tocar sus partes bajas y notar que tenía anatomía masculina, Levi al sentir esa inesperada y tosca caricia se sonrojó, Armin estaba en el piso en su rostro temeroso podía imaginar que pasaría.
-Tienes un problema con ello, idiota… gritó Levi dando un ágil movimiento lanzaba a Eren al suelo de un golpe, el príncipe perdía la conciencia por el golpe recibido antes de cerrar sus ojos, vio el rostro más dulce que en su vida había imaginado, ese ceño fruncido y mirada asesina ya lo habían cautivado no pudo evitar sonreir a pesar del fuerte dolor.