Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL REY DE ALTA MAR por DinahKamijou

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí la conti. Nuevamente gracias por sus reviews me hacen muy feliz

Espero que les guste...

CAP 3: TORMENTA NO SIEMPRE SON TRUENOS Y CENTELLAS


 


¿Por qué? De nuevo y para su cansancio maldecía por tercera vez su suerte, tenía que haberse colado en aquella embarcación, era su castigo, acaso ¿debía arrodillarse ante el karma y pedirle perdón por las veces que desobedeció a su hermano? O ¿era un castigo por las veces que osaba a robarse las galletas de chocolate de su querida nana?. Hubiera aceptado su destino de quedar atrapado en aquel barco, pero ahora esto.


Estaban todos muy tranquilos amenamente hablando, los chicos habían sido realmente amables con él le explicaban cada cosa con detalle, por la puerta de la pequeña cocina entraba un ojigris muy disgustado, todos le miraban con preocupación, aunque todos se alertaron al oír los gritos del capitán, por lo cual decidieron salir a ver que sucedía.


Ahí estaba, a lo lejos podía divisarse el barco enemigo, una roja bandera que era adornada con una espada en el centro, era quien llamaba la atención de Misaki, para los otros no era nada nuevo, pero tampoco era una gran alegría tener que observar por nueva cuenta aquella bandera que según los grumetes daba más miedo que el mismísimo demonio Kamijou.


El ambiente dentro del barco era algo tenso, se podía escuchar como los altos mandos se peleaban lanzándose injurias e insultos, normal en piratas ¿no? Cada segundo era tensión que se acumulaba y espacio que se acortaba entre los barcos. Akihiko mando a todos a armarse y pensando a mil por hora creo un plan de ataque y defensa por lo que pudiese o suponía que pasaría.


Un arma de fuego temblaba en las manos de cierto castaño, nervioso por lo que el karma le hacía vivir, tal ver disfrutaba ver como sufría, pero estaba ves no podría correr y esconderse. ¿Qué se suponía que pasaba? Eran enemigos, claro estaba pero siendo ambos piratas ¿Por qué pelearse? Sinceramente la vida de pirata fugitivo no era lo suyo.


.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


El capitán Fuyuhiko no era alguien a quien simplemente podía hablársele, era dignamente padre y enemigo del gran Pirata Akihiko , ambos compartían ese aura terrorífica que solo inspiraba miedo y terror a quien estuviese cerca. Por años sus intentos de que Akihiko fuera uno de los suyos había fracasado haciendo que se convirtieran en grandes rivales, pues que su hijo tuviera todos los puertos a tierra trabajando bajo su mando no era algo muy agradable. La última vez que habían tenido una pequeña ‘’reunión familiar’’ casi habían terminado caminando por la plancha,  tan parecidos pero a la vez demasiado diferentes como para poder coexistir en un mismo barco.


Las ordenes habían sido claras ‘’Aniquilación total de todo ser vivo que ocupara el barco de Akihiko’’, pero solo para divertirse ¿Por qué no dejar vivo al temible capitán? Y también a su querido oficial…


Sí, no lo olvidaría, nunca olvidaría como fue que Hiroki se había unido a su hijo en la traición, rompiendo con una tradición de más de mil años, los Kamijou siempre habían servido a los Usami y vaya que aquel sí que había sabido complacer órdenes. Haría que ambos sucumbieran en el mismo dolor como debía ser, un amo y su fiel sirviente.


.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.


Según los cálculos de Miyagi faltaban todavía unas cuantas horas para que ambos barcos se encontraran y en su peor panorama explotara una guerra bucanera. Todos habían tomado desde ya posiciones, podía olerse el miedo de los más jóvenes, en su camarote los mandos seguían discutiendo sobre la situación


-Te dije que no tomáramos esta ruta- gritaba el demonio Kamijou


-Creo que aquí quien manda soy yo!- dijo el capitán con cierto orgullo, un libro fue a parar a su cabeza, y una mirada fulminante fue dirigida al castaño.


-una opción podría ser alejarnos a toda marcha- Propuso Miyagi


-No correremos como cobardes- sentenció el capitán


 


Después de unas cuantas horas discutiendo, por fin, llegaron a la conclusión de que seguirían el plan inicial, esperarían la colisión y el momento para acabar con el barco enemigo. ‘’sin rehenes’’ las palabras de Akihiko habían sido tan claras y frías como el hielo. Era cierto, cada segundo que pasaba significaba que estaban más cerca de la victoria o de la mismísima muerte, el reloj pareciese que iba en reversa, cada minuto era uno menos y uno más cerca, aún faltaban algunas horas y ¿Por qué no aprovechar tus últimos instantes con la persona que amas?.


Al parecer todos habían pensado en la misma idea, pues en la cubierta solo se encontraban El capitán, Misaki, Kanou, y los terroristas que querían negarse su amor. Shinobu arto de aquella situación se metió a la cocina a prepararse su ‘’ultima comida’’ al menos no moriría con hambre….


Tiempo después el estómago de Miyagi le hizo saber que quería ser alimentado, no le quedó otra opción que igualmente dirigirse a la cocina por algo de comer.


Era la segunda vez que Akihiko sentía la muerte tan cerca, y para su loca o ¿siniestra? Imaginación también era la segunda vez que tenía de frente a ese chico de ojos verdes, bendita suerte que se hubiera colado en su barco, el verlo solo avivaban sus ganas de besarle y tomarlo por horas, ¿debería acaso llevarlo a su camarote y hacerle suyo aun en contra de su voluntad? O ¿mejor lo enamoraba poco a poco? Eso último sonó muy cursi para su gusto ¡por favor! ¿El gran usami Akihiko enamorando a alguien? Eso jamás, lo tomaría por la fuerza, igualmente no era que tuviera muchas esperanzas en sobrevivir, pero al menos moriría con honor. Frente a la sorprendida mirada del contramaestre Kanou, Usami arrastró a un distraído Misaki hacía su camarote, a pesar de los intentos de este por soltarse de su agarre.


El miedo lo invadió en ese momento, más cuando escuchó como la puerta era cerrada con seguro, de nuevo estaba en esa habitación, donde por primera vez había visto al ojilila y de nuevo, para no perder la bendita costumbre empezó a divagar, por segunda vez, esas mariposas, No esos volcanes explosivos hacían un revuelto en su interior, sus mejillas se hacían cada vez más rojas por la mirada penetrante del ojilila. Akihiko se acercó y esfumo el espacio que les mantenía alejados, pasó una mano por detrás de su cintura y unió sus labios con los del contrario, apretó el agarre cuando sintió que este intentaba zafarse , realmente su parte más salvaje deseaba poseer aquel chico de ojos verdes.


Misaki fue lanzado con brusquedad a la supuesta cama, estaba aún aturdido por el beso cuando sintió un peso extra que parecía querer aplastarle. De nuevo sus labios se unieron y estaba vez parecía que la cordura de Misaki se había marchado pues empezó a corresponder al demandante beso del capitán, y ¿para qué negarlo? El peli gris había estado rondando por su cabeza y le había hecho perder los estribos, ¿qué diría su hermano si lo viera ahora? La horca sería su castigo seguro, pero de cualquier manera la muerte se acercaba con una bandera roja como señal.


Las manos del capitán se colaron por debajo de su camiseta, un pequeño gemido escapó de los labios del menor al sentir las caricias del otro, ya había perdido todo de sí, ahora solo quería compartir sus últimos segundos con aquel hombre que le había robado la razón.


La ropa empezó a estorbar y fue lanzada a alguna parte del camarote, ¿Dónde? Eso no importaba… un dedo se introdujo en la cavidad del menor y a este le siguió un pequeño gemido, la creciente erección del capitán ya no podía esperar y mientras se unían en un beso se introdujo poco a poco en el menor.


Al principio se escuchó un pequeño gemido de dolor por parte del castaño pero al pasar de los segundos estos se convirtieron en unos llenos de placer ¿Por qué hacía aquello? Toda la vida pensó en casarse con alguna doncella o una princesa de algún otro reino, pero ahora eso no se encontraba en sus planes, algo dentro de sí quería quedarse al lado de aquel temible capitán que ahora a su parecer no daba tanto miedo, tal vez nadie nunca había mirado en su interior. Las embestidas se hacían cada vez más fuertes y con ellas el clímax se acercaba, con un gemido acompasado por ambos se vinieron, uno dentro del pequeño castaño y el otro en sus vientres. Cuando ya hubieron normalizado su respiración ambos se miraron a los ojos, el castaño se sonrojó a más no poder, no sabía si lo que había hecho estaba bien, o había sido un error, lo que si sabía ahora era que quería estar al lado de aquel peli gris.


Ambos se vistieron en silencio y salieron a cubierta, donde no había rastro de ningún tripulante, Usami decidió entonces bajar a la bodega, donde se suponía tenían que estar siendo preparados los cañones, pero en vez de eso su marcha fue detenida al oír unos extraños sonidos que provenían del lugar…


-Hiro-san- se escuchaba gemir a un peli azul mientras embestía al Castaño debajo de él


-N-Nowaki…- un beso unía a tan egoístas amantes, que se profesaban su amor profanando las bodegas del barco. Akihiko al oír aquello decidió salir y regresar en otro momento, no le apetecía ser testigo de lo que fuese estuviese pasando en las bodegas de su barco.


.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.


En el barco enemigo, en alguno de los camarotes, se encontraba un pequeño rubio de ojos azules siendo golpeado por su primo. La realidad era que un lazo de sangre los unía, pero aquello no le daba derecho para que Ishii Tetsuo hiciera con él lo que se le viniese en gana. Hubo un tiempo en que su primo y el habían sido como hermanos pero aquello había sido de antaño, maldecía la hora en que se había subido con su primo a aquel barco, pues, desde ese momento las cosas entre ellos habían cambiado.


En un principio, la idea de ser un pirata le pareció bastante divertida, pero luego se dio cuenta de que no era lo que él esperaba. Estar siempre al margen de la ley y ver la muerte en numerosas ocasiones era algo que a Ayase Yukina lograba asustar y querer volver a su vida tranquila, pero para su desgracia ya no podía ser así, su decisión había sido tomada, estaba condenado a ir en ese maldito barco hasta que la muerte tocase a su puerta.


Como siempre, su primo intentaba abusar de él, cosa que por el destino no había logrado, pero hoy era diferente, estaba realmente ebrio y él era muy pequeño como para defenderse. Unos pasos se acercaron a la estancia, de inmediato Ishii dejo de hacer lo que hacía, mientras Ayase aún estaba llorando en el suelo. Fue Harukiko quien se asomó por los camarotes, el momento fue aprovechado por Ayase quien salió de ahí inmediatamente.


-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


Era verdad que tenía un mal presentimiento pero no lo confirmó hasta que la noche hizo acto de presencia y junto a ella el momento cumbre daba inició, todo era silencioso, tan solo eran unos metros los que separaban a las embarcaciones, entonces, fue cuando el silencio fue roto por la explosión del cañón y la orgullosa embarcación empezaba su inicio al fondo del océano….


 

Notas finales:

¿Qué barco se hundira? que dicen ustedes...

Lamento si el lemon es un poco raro no se me dan muy bien 

nos vemos

Matane!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).