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EL REY DE ALTA MAR por DinahKamijou

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Notas del capitulo:

De nuevo, gracias por sus comentarios, me entusiasman a seguir la historia

Aquí les dejo la conti...

CAPITLO 4: HERMOSO FONDO OCEANICO

 

Justo como él había querido, el cañón había dado en el blanco, ahora la gloriosa embarcación, iniciaba su viaje al fondo del azul océano. En el barco era la desesperación la que inundaba cada esquina, fue inesperado. Bajó a las bodegas, el panorama era el peor que hubiera podido imaginarse. Allí donde antes dos amantes se habían profesado su amor, era un montón de maderas destruidas, no podía dar un paso más, el agua empezaba a inundar la bodega que había sido profanada por él y su amante y pronto dejaría hundido en el fondo aquel barco que fue su hogar por mucho tiempo. Corrió a toda prisa a cubierta con el corazón bombeando a mil…

-Capitán, ¡nos hundimos!-Gritó Hiroki a su capitán, quién seguía un poco en Shock por lo ocurrido.

No paso un segundo por lo dicho cuando todos se encontraban corriendo de un lado a otro, Nowaki intento cargar los cañones, pero su tarea fracasó, los cañones habían sido destruidos, el impacto había sido demasiado fuerte como para crear un agujero en la parte posterior de la embarcación. El camino al fondo se hacía cada vez más rápido y sin vuelta atrás. Akihiko rápidamente tomo control de la situación, por ahora necesitaban mantenerse a flote, por lo que mando a lanzar todo el peso extra. Sus órdenes fueron seguidas inmediatamente, era imposible tratar de mover el barco, si lo hacían el agua entraría más rápido, intentaban tapar a toda velocidad el agujero cosa que te convirtió en una tareas titánica, era imposible y el barco enemigo cada vez estaba más cerca. Cabe decir que nuestro querido capitán se encontraba al borde de la desesperación, las ideas no fluían a su cabeza y si no pensaba en algo rápido moriría ahí mismo. Sí, no pensaba ser el rehén de aquel tipo, ‘’un gran capitán siempre se hunde con su barco’’ era su ley sagrada y pensaba cumplirla.

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Fuyuhiko, se sentía victorioso, aquella vista de  cómo se hundía su hijo le hacía sentir un fuerte sentimiento de superioridad y poder, se vengaría hasta quedar satisfecho y le haría pagar su traición. Ordenó ir a toda marcha, en poco tiempo ya se encontraban a escasos metros. La orden de invasión fue dada y los bucaneros se lanzaron a atacar.

Los fieles tripulantes del capitán Usami se encontraban preparados y armados, esperando la inminente batalla que se les acercaba. Para Misaki pareciera que todo aquello pasaba en cámara lenta, se paralizó cuando los tripulantes de Fuyuhiko invadieron su el barco, unos luchaban con otros, el choque de las espadas le hacía dar un terrible miedo, justo como cuando iban a condenar a Akihiko, pero ahora era diferente porque no podía correr y esconderse. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien le ataco por detrás, pero su intento fue frustrado cuando usami le defendió, de nuevo aquel peligris invadía sus sentidos y pensamientos, ‘’¡ Misaki concéntrate!’’ se repetía el castaño al recordar que se encontraba en medio de una batalla. No estaba muy seguro de que hacer, nunca había estado en algo igual, y al parecer Akihiko se había dado cuenta de ello pues a no ser que la vista le fallase, parecía que le estaba defendiendo.

Takano y Ritsu luchan juntos, uno al lado del otro, cubriéndose las espaldas, si era así como debían morir estarían felices de hacerlo uno al lado del otro, aunque aquello ‘’no fuera amor’’. Justo cuando uno de los invasores intentó atacar a su Nowaki, Hiroki entro a la defensiva y empezó a luchar junto a su amado, aunque aquello solo había sido un ‘’reflejo’’ según le dijo Hiroki entre agitado y enojado. Era muy bueno luchando eso era seguro, pero su amor también era grande y verdadero, aunque fuera un poco egoísta.

Aunque odiara aquel sentimiento, no podía dejar que lastimaran a Shinobu, había decidido protegerlo aunque aquello costara un poco, pues aquel terrorista no solo tenía valentía para habérsele declarado, su valentía también se demostraba en el campo de batalla, Jamás pensó que aquel pequeño pudiera defenderse tan bien, nunca le había puesto atención, ahora que le tenía en frente y al borde de la muerte podía preciar tan bella criatura.

Todos luchaban mano a mano, las espadas chocaban entre si y el movimiento del barco hacía que fuera aún más difícil esquivar y mantenerse en pie, podía olerse la muerte cerca, no solo eso, podía sentirse el agua que empezaba a mojarles, el capitán suspiró, había perdido, maldito fuera, les había fallado a todos. Por más que intentaron defenderse, el enemigo era más fuerte, y la batalla se hizo más desigual ¿de dónde habían salido tantos bucaneros? Era la pregunta que se hacían los tripulantes del barco que se hundía. Darían su vida por aquel barco que había sido su hogar, darían su vida por su capitán y el la daría por su tripulación, pero al parecer aquellos no eran los planes del capitán Fuyuhiko…

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Mil veces hubiera preferido la muerte a eso, ahora todos se encontraban atados como animales salvajes y desde el barco enemigo eran obligados a observar como lo que había sido una gloriosa embarcación empezaba un viaje a lo más profundo del azulado océano, lo único que se veía flotar eran los barcos salvavidas, que ahora ya no servían de nada y la ondeante bandera que seguía hizada.

 Peor que morir era ser rehenes y Fuyuhiko lo sabía, los despojaría de su honor y de la poca dignidad que pudiera tener un pirata, los destrozaría con lo que más le doliera, no solo física sino psicológicamente, porque eso dolía más que el cuerpo mismo. Jugaría con sus mentes de la forma más perversa, se aprovecharía de los más pequeños, haría sufrir a los grandes, los controlaría y haría que todos cumplieran sus más oscuros deseos, y cuando todos estuvieran domados bajo su poder, se desharía de ellos, cruel y lentamente, cuando menos se lo esperen, les haría sufrir. Sus vidas serían el mismísimo infierno y desearían morir a cada segundo, nadie se atrevía a Traicionar a Fuyuhiko, les haría aprender esa lección a tales marines y se encargaría de que no la olvidaran, de paso sus tripulantes cogerían escarmiento y no se atreverían a si quiera pensar en traicionarle.

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Tal vez era la media noche, había perdido la cuenta del tiempo, ya no le quedaba nada, ni siquiera la gloría que alguna vez le perteneció. Había intentado saltar por la borda para hundirse con su fiel embarcación pero su intento fue frenado, no podía mirar a su tripulación a la cara, les había fallado y destruido la confianza que habían puesto en el. Era miserable, gran descripción para un pirata ¿no? Lo que más le dolía y al mismo tiempo se recriminaba era haber llevado a tal punto a aquel pequeño príncipe de ojos verdes, realmente no tenía la culpa ¿o sí? Su familia iba a colgarlo ¿también era culpable?

Mientras el ex capitán se castigaba una y otra vez con crueles pensamientos de odio y decepción para sí mismo, Fuyuhiko  disfrutaba con tal escena, sus ojos paseaba por todos los bucaneros y su mirada fue a parar a cierto peliazul, ¿no era ese Nowaki, el amante de Hiroki?… Sonrió para sus adentros, tenía en sus manos el más preciado tesoro de aquel que había osado a reírse en su cara. Su venganza, como había jurado entonces sería cruel y dolorosa ¿qué debía hacer? ¿Cortarlo en trozos y alimentar a los fieros tiburones? ¿Maltratarle hasta que no quedara nada del peli azul? Lo que sí sabía era que Hiroki estaría ahí presente para ver como lo que más amaba se le escapa de las manos, y lo obligaría a vivir para recordarle a cada instante su maldito error, pero, ¿Qué hacer? ¿cuál era la peor cosa que podía hacerle? Observaba cada espacio del barco imaginando todo lo que pudiese hacer hasta que paró en un lugar específico,  amaba su privilegiadamente, iba a divertirse mucho y se moría de ganas por hacer sufrir a el castaño.

Mando a llamar a uno de sus tripulantes un castaño claro de ojos miel llamado Tsumori, le había encargado la tarea de hacer ‘’caminar por la plancha’’ a un molesto ojiazul.

Todos se encontraban en cubierta, un duelo de miradas entre los ‘’enemigos’’ y nuestros piratas se hacía evidente, aquellas miradas de odio fueron a parar a el Capitán quien se hacía presente, con una sonrisa de medio lado, que causaba espanto, miraba divertido a Hiroki, quien fue arrastrado al centro del barco junto con Nowaki. Ambos se miraron a los ojos y podía evidenciarse el amor que se profesaban con tan solo verse, Nowaki fue desatado al igual que Hiroki pero aun así mantenían presos del barco, la orden que Fuyuhiko dio, dejó desconcertados a todos, ‘’Hiroki ata a Nowaki’’ era lo que había dicho.

Con un arma apuntando a su cabeza y con una espada casi cortando su níveo cuello Hiroki fue obligado a cumplir tal orden ¿para qué? Se preguntaba el castaño, esto realmente empezaba a saberle mal, nada que proviniera de aquel hombre podía ser bueno, el lo sabía más que nada, pero odiaba confirmar sus sospechas.

La plancha fue mandada a preparar y todos miraban expectantes aquella arma mortal a la que todos temían. El ex capitán deseaba morir en ese instante, sería testigo de la muerte de su ‘’familia’’ por así decirlo.  

Cuando estuvo preparada, Nowaki fue arrastrado por Tsumori a ella al igual que Hiroki, ambos se miraban llenos de amor y miedo, era evidente que aquel sería el fin de tan hermosa relación que por mucho tiempo lo había hecho la persona más feliz del mundo.

El caminar sobre aquel trozo de madera era algo que jamás había experimentado, ni siquiera en sus más terribles pesadillas, el océano azulado como su pelo se movía de un lado a otro como furioso, al frente podía divisarse el mástil donde aún ondeaba la bandera de lo que había sido el barco. Decidió tomar aquello con resignación, una espada apuntaba en su espalda y le obligaba seguir delante, en dos pasos más y estaría cayendo a la salada agua. La espada aquella le obligaba a seguir, cuando estuvo ya en el borde miró por última vez a su Hiro-san se llevaría con él esa imagen a su tumba de agua.

Su siguiente paso no tuvo soporte y se dirigió al vacío, el crujir de el madero anunció que ya nada hacía peso en el, las lágrimas que corrían por el rostro de Hiroki confirmaban lo evidente y el chapoteo de un cuerpo caer en el agua hizo a  su capitán odiarse a sí mismo...

Notas finales:

Espero que les haya gustado T.T

No se preocupen por Nowaki ¿o si? 

se salvara.. ¿o no? 

 

Matane!


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