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AL FINAL DE LA NOCHE por Amaya Kurau

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Capítulo XXVI

En medio de la noche

 

Cargando a Zero llegó a la residencia del director, pero antes de que subiera la pequeña escalinata, la puerta principal se abrió de golpe.

-   ¡Kaname-kun!, ¡¿qué ha sucedido?! ¡¿qué le pasó a mi hijo?!

-   No lo sé exactamente, no está herido pero tiene mucha fiebre –. El sangrepura ingresó a la casa.

-   ¿Fiebre?. Eso es imposible, Kiryuu-kun es un vampiro.

-   ¿Ah sí? ¿Lo quiere comprobar usted mismo o ira a traer algo para bajarla? -. Dijo molesto mientras lo miraba con el ceño fruncido.

-   Si, si, ya voy -. El director no pudo evitar sentir un escalofrío. Era la primera vez que el vampiro le hablaba en ese tono. Sin más se dirigió aprisa hacia la cocina mientras Kaname subía las escaleras hacia la primera planta.

Una vez arriba, el sangrepura buscó una habitación disponible e instaló a Zero en la cama, retirándole luego la cazadora y la camisa. Él también se quitó el abrigo.

Después de un rato Kaien apareció con un cuenco con agua fría y varias toallas. En cuanto lo vio, Kaname automáticamente tomó éstas, las mojó y luego las comenzó a colocar en el cuerpo del cazador.

El director completamente sorprendido, por un instante se quedó viendo cada acción del vampiro para con su hijo. Kaname hacía todo con sumo cuidado y sus ojos reflejaban gran preocupación y aflicción. Zero por su parte estaba temblando incontrolablemente.

No podía quedarse sólo viendo; así que se acercó también a su hijo y contribuyó a dispersar las toallas; luego tocó su frente y posteriormente hizo de lado su cabeza para poder observar mejor su tatuaje. Éste estaba brillando desde que llegó, pero su color era un tanto diferente, si bien brillaba carmesí, también desprendía iridiscencias doradas. Algo andaba mal con el sello de Zero.

-   Kaname-kun, quizá deberíamos meterlo en la ducha y llamar a un médico de la asociación -. El sangrepura no pereció escucharlo pues sólo miraba y procuraba a Zero. – ¿Kaname? –. Volvió a llamarlo.

-   Lo encontré en el linde del bosque -. Dijo de pronto y en vez de responder a su sugerencia -. Ya estaba en estas condiciones. Le pregunté qué había sucedido pero no me dijo nada… No sé por qué tiene fiebre… pero si sé que tiene sed; demasiada. Cross-san…

-   Comprendo -. Kaien no dejó que el sangrepura terminara la frase. – Creo que iré por más agua.

El sangrepura no miró en ningún momento al hombre; aguardó a que éste saliera y una vez lo hizo, se acercó más a Zero y le hizo una caricia en el rostro.

-   Vas a estar bien -. Le susurró.

Dicho esto se desabotonó la manga de la camisa y se llevó la muñeca a la boca. Mordió con fuerza y dejó que la sangre fluyera y se acumulara en ella. En ese momento no le importaba sentirse débil; no le importaba quedarse sin una gota de sangre con tal de que Zero no estuviera en las condiciones en que se encontraba.

Cuando hubo suficiente sangre, apoyándose de sus dedos entreabrió los labios del cazador y en un beso le dio lo único valioso y honesto que podía permitirse por ahora ofrecerle.

Repitió de nuevo el proceso y aguardó.

-   Por favor, reacciona… - Le dijo suavemente mientras deslizaba su pulgar por sus labios para limpiar los restos de sangre.

-   Ya regrese –. Dijo poco después Kaien, entrando con un nuevo cuenco con agua y percatándose obviamente de lo que Kaname había hecho. Sin embargo no dijo nada al respecto, después de todo por eso se había retirado. Así mismo, tampoco dijo nada ante el hecho de que el vampiro no se había alejado de Zero y permanecía muy cerca de él cambiando las toallas. El joven seguía mal, su tatuaje aún brillaba.

-   Juro que haré pagar a Liam por esto.

Dijo Kaname repentinamente, sin embargo Kaien, sorprendido por el comentario no alcanzó a replicarle pues inesperadamente Zero abrió los ojos y se incorporó bruscamente en la cama.

-   ¡Zero!

El joven ni siquiera los miró; al instante se llevó ambas manos al cuello y girándose intentó bajar de la cama. Kaname lo detuvo, pero Zero, después de mirarlo y parecer no reconocerlo; frunció el ceño y con un despliegue de energía lo arrojó con fuerza lejos de él. Kaname lo miró sorprendido mientras se incorporaba. ¿Desde cuándo Zero era tan fuerte?

-  ¡Hijo!… -. Kaien alarmado y asustado por tal reacción, se acercó a Zero. Sin embargo en ese instante el joven se inclinó y volvió el estómago. Una gran mancha de sangre comenzó a esparcirse por el piso.

-   Que me… -. Zero volvió a llevarse una mano al cuello justo donde estaba su tatuaje y otra a la cabeza mientras gritaba de dolor.

Kaname inmediatamente volvió a acercarse a él, lo atrajo hacia su cuerpo abrazándolo e intentando tranquilizarlo; pero era inútil. Su rostro entonces reflejó impotencia por no saber qué hacer por primera vez en su vida. Zero se aferraba con fuerza a su camisa, estaba sufriendo y él no sabía que hacer. Comenzó a desesperarse, en especial porqué había visto horrorizado que Zero había rechazado su sangre.

Kaien se acercó a él.

-   Kaname, déjalo y sal de aquí por favor -. Le dijo con firmeza.

-   ¿Qué? –. Estrechó con más fuerza a Zero y  miró a Kaien incrédulo. ¿Cómo podía pedirle aquello?. – No haré eso. No pienso alejarme de él.

-   Te he dicho que salgas, se lo que sucede a mi hijo, al menos una parte y se como detenerlo. Pero tú eres un vampiro y no puedes estar aquí mientras  deshaga su sello.

El sangrepura no se movió un ápice, y el silencio de la habitación fue roto nuevamente por el grito de dolor del cazador.

-   ¡Que salgas de aquí!  ¡Rápido!. Aguarda afuera hasta que yo te diga.

Kaname lo miró sólo una fracción de segundo y comprendiendo entonces que él no servía de mucho en ese momento y Kaien parecía si saber qué hacer. Contrario a lo que deseaba, depositó al joven en la cama.

Una vez que Zero quedó libre de la contención de sus brazos, continuó retorciéndose literalmente en la cama. Estaba totalmente bañado en sudor. Entonces Kaname en un rápido vistazo se percató de si tatuaje. Era cierto, éste estaba brillado desde que lo encontró. Sin decir nada más salió.

Sin embargo se quedó en el pasillo, frente a la puerta de la habitación, sin atreverse a ir más lejos.  Se recargó sobre la pared y luego se dejó caer lentamente hasta quedar sentado en el piso.

Los minutos comenzaron a pasar. Al principio seguía escuchado a Zero quejarse, incluso gritar, pero luego todo fue silencio.

Estuvo tentado a ignorar lo que Kaien le había indicado, pero se obligó a permanecer allí sentado, aguardando y sintiendo resonar en su cuerpo las reminiscencias de la magia de cazadores proveniente de la  habitación; y con el corazón desbocado de la desesperación.

Sin más, se sintió como hacía tanto tiempo no se había sentido. Como un niño perdido. Atrajo sus rodillas hacia su cuerpo y posó sus brazos en ellas recargando luego su cabeza en estos.

-   ¿Kaname?

No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado ya, pero al escuchar su nombre reaccionó y levantó el rostro. Takuma estaba parado frente a él con una expresión de preocupación.

-    Ichijou… -. Dijo en un susurro.

-   ¿Qué sucedió? –. El noble se acuclilló a su lado. - Hace un rato se sintió por todos lados la presencia de Kiryuu-kun completamente desbocada e increíblemente intensa y también el aire se llenó del aroma de tu sangre. Eso me guió hasta aquí. Creí que te habían atacado.

Kaname lo miró como si no comprendiera de lo que hablaba, por lo que Ichijou continuó.

-   Kaname, te ves muy mal. ¿Qué haces aquí? ¿Qué ha sucedido?, ¿Necesitas algo?, Aidou y Seiren están aguardando afuera también.

-   Yo… -. Fue lo único que Kaname atinó a decir para luego volver la vista al frente y mantenerse en silencio.

Ichijou miró a su amigo sorprendido. Ese que estaba frente a él no parecía el Kuran Kaname que conocía. No había nada del imponente, estoico y reservado purasangre. Sus sentimientos se leían a flor de piel. Estaba desesperado y preocupado, pero también, sus ojos reflejaban que estaba asustado. Y el motivo parecía provenir de aquella habitación.

Se concentró y entonces pudo sentir aparte del claro poder antivampiros que emanaba de ella, la presencia de Cross y de ¿Kiryuu?, si, era él, pero se sentía algo diferente.

Viendo que su amigo no diría nada más, sin decir ni hacer nada, se aventuró a sentarse a su lado.

Así los minutos siguieron pasando. Kaname no hacía nada más que ver la puerta mientras mantenía los puños cerrados con fuerza.

El noble no sabía que decirle a su amigo, pero incluso antes de que siquiera intentara hacerlo. La puerta de la habitación se abrió y Kaien apareció en el umbral. Kaname se incorporó al instante e inmediatamente ingresó a la habitación.

-   Ze… Zero -. Con la voz algo quebrada se dirigió hacia la cama.

Una vez allí, se acercó al rostro del joven y posó su frente sobre la de éste y una mano en una de sus mejillas. La fiebre se había ido y ahora Zero, aunque permanecía inconsciente, lucía tranquilo. También su respiración era suave y acompasada.

No tenía idea de lo que le había sucedido, de si Liam tenía algo que ver, ni de lo que Kaien había hecho; pero en ese momento tampoco le importaba, como tampoco le importaba el hecho de que no estaba solo con el joven en la habitación. Lo único que sabía era que quería llorar, en verdad que quería hacerlo pues sentía de pronto como el peso del miedo que había soportado durante todo ese rato que le parecieron siglos, se había ido. Jamás en sus miles de años había sentido tanta impotencia y miedo.

-   Kaname-kun, necesitamos hablar -. Dijo de pronto Kaien en tono suave.

-   Ahora no por favor -. Respondió él sin mirarlo. ¿Por qué no comprendían que él sólo quería estar con Zero?

-   Kaname…

-   Lo siento pero no puedo separarme de él, no quiero. Perdóname Kaien, pero supongo que no tiene caso ocultarlo cuando ya debiste darte cuenta de…

-   ¿De que amas a mi hijo? Eso lo sé desde que volviste. No, más bien creo que desde antes.

Kaname se giró y lo miró. Por primera vez el hombre había atraído en verdad su atención. Ichijou también miró sorprendido al director pero casi al instante sonrió.

-   Por ahora él va a estar bien. Vamos.

Kaname aún sorprendido, pero evaluando el hecho de que Kaien sabiendo que amaba a Zero y extrañamente parecía no molestarle y le pedía hablar; concluyó que era realmente importante lo que tenía que decirle.

Miró a Takuma. El noble comprendiendo hizo un gesto de asentimiento. Entonces el director salió y él lo siguió.

-   Kaname -. Dijo Kaien una vez estuvieron solos. – Imagino cómo debes sentirte en este momento, pero es necesario que hablemos.

-   Comprendo. Está bien.

-   No sé exactamente qué le sucedió a mi hijo, ni por qué; pero el sello en su cuello hoy intentaba contenerlo al punto de lastimarlo y eso era lo que lo tenía tan mal. Desde hace muchos años ese sello no había actuado por sí mismo y sólo puedo pensar en una causa.

-   ¿Cuál?

-    Que el lado vampírico de Zero debió de haberse salido tanto de control que el sello actuó de inmediato y a tal punto que ni siquiera cuando estaba controlado se detuvo su acción.

-   Hablas de Zero como si tuviera dos personalidades. Él ya no es humano, es un vampiro. Así que no es posible lo que dices. Un vampiro sólo puede descontrolarse cuando su sed es demasiada que lo rebasa al punto de hacerle perder la razón y volver su poder inestable, haciéndole posteriormente imposible dominarse a sí mismo.

   >...Este caso por lo general es una característica exclusiva de ex humanos recién convertidos y nivel E. Los demás vampiros casi nunca presentan esos síntomas ya que pueden manejar mejor su sed y aunque no lo hicieran por completo, nunca llegan a la locura. Zero hace mucho que se estabilizó, no hay razón para que se haya descontrolado.

   >...Además, tenía entendido que esos sellos usados por ustedes si bien se activan automáticamente cuando es necesario; también pueden ser activados por alguien más. Alguien pudo activar el de él.

-   La mayoría de los sellos creados y usados por los cazadores son muy antiguos y tienen la función de doblegar al instante y contener por completo el poder de, como tú lo dijiste, vampiros ex humanos recién convertidos o de nivel E. Comúnmente lo llaman “domar”. Sin embargo son muy difíciles de realizar y casi nadie los utiliza actualmente, pero si fuese el caso, el del cuello de Zero es especial y sólo puede ser activado por Yagari y por mí; o, si él se saliese de control lo haría automáticamente. En esta ocasión esto fue lo que sucedió.

-   ¿Entonces crees que Zero?… no, imposible; él no tendría por qué pasar por eso, pues como te lo he dicho, ya es un vampiro y además ha bebido mi sangre no hace mucho.

-   Lo sé, no quiero creerlo, ni  tampoco que suceda; por eso es que estoy preocupado. Si bien era el del cuello el que lo tenía tan mal; sobre Zero ya se han impuesto otros sellos en varios momentos de su vida; primero para ayudarlo en su transición y luego para contenerlo cuando su sed lo había sobrepasado. Nunca le habían presentado inconvenientes. Muy rara vez tuvimos que activarlos. Pero hoy por alguna razón todos se salieron de control provocándole esa crisis y quizá también por ello rechazó tu sangre… y aunque como tú los has dicho, Zero ya es un vampiro; en ese momento, si tuviera que describirlo mejor, si era como si en él estuviesen luchando dos entidades, la del humano cazador con la del vampiro, cada una buscando imponerse definitivamente sobre la otra y eliminarla.

Kaname lo miró unos segundos mientras recordaba el momento en que se encontró a Zero. El estado en que estaba no reflejaba los síntomas de un nivel E; por el contrario, el joven aunque decía frases incomprensibles para él, parecía saber de que hablaba.

“Duele… duele demasiado. Me estoy volviendo loco... ¿Por qué? ¿Qué me está pasando? ¿Por qué veo todo eso? ¿Quién soy?”

“Libelle, yo no soy ella”

Esta última frase es la que más desconcertado lo tenía. “yo no soy ella” había dicho Zero al final y no tenía idea de porqué. Una nueva sensación de ansiedad y preocupación se instaló en su pecho.

-   Eso que refieres Kaien, sólo lo he visto en los sangrepura sellados como humanos cuando su lado vampírico intenta despertar y eliminar a su lado humano; no sucede en nobles, en vampiros normales ni mucho menos en aquellos que fueron humanos.

-  Sí, tienes razón. Yo tampoco lo comprendo del todo. Zero realmente es un caso único. Pero además, hay algo más. No podría decirlo con seguridad, pero no creo que Liam Eyre haya tenido algo que ver con lo que le sucedió.

-   ¿Por qué lo dices?

-   Porque estoy casi seguro de que Zero ya había sufrido lo mismo antes, quizá no en la misma intensidad o quizá sólo había presentado algunos síntomas, pero sí.

Kaname abrió los ojos con sorpresa. ¿Qué Zero ya había sufrido eso antes?, ¿Desde hace cuánto?

-   ¿Cómo lo sabes?

-   Porque Zero por alguna razón reforzó el sello de su cuello. Como te lo he dicho, ese sello en particular es especial y poderoso. A diferencia del resto de los sellos, éste posee cuatro candados y según se activen será su fuerza de contención; eso también permite que actúe de manera gradual. El sello limita el poder del vampiro, reduce en cierta medida la influencia de otros vampiros sobre el portador y también minimiza la sed de éste.

   >... No se había usado mucho desde su creación dado que es difícil de imponer y porqué los cazadores no buscan contener a un vampiro, sino eliminarlo; así que basta sólo con doblegarlo cuando se salga de control. 

   >... Yagari-kun que no estaba dispuesto a rendirse y confiando en que Zero resistiría y se sobrepondría, quiso darle la oportunidad de mantener a raya a su yo vampiro y este sello parecía el ideal. Hasta hace algunos años Zero sólo tenía activados tres de los cuatro candados; pero hoy tuve que desactivarlos todos.

-   ¿En qué momento lo hizo Zero?

-   No tengo idea, pero el sello no tendría porqué haberse activado si él no presentaba los síntomas de locura y sed desmedida.

-  ¿Se han impuesto sellos en otros vampiros que no sean ex humanos o nivel E?

-   No, todos fueron creados para ellos. Incluso el del cuello de Zero. Solo que como te he dicho, éste es especial, activado por completo se vuelve muy fuerte y absorbe más energía de su portador y de esta manera lo debilita haciéndole imposible usar todo su poder. Por eso en ese entonces ni Yagari ni yo creímos conveniente activarlo por completo. Pero eso ya no importa, el punto ahora es que quizá no averiguamos suficiente sobre ese sello y  éste está pasándole factura a mi hijo. Necesito investigar más al respecto. Por eso creí prudente dejar solamente activo el sello que tú y yo le colocamos cuando recién Shizuka lo mordió.

Kaname miró al director analizando todo lo que éste había dicho hasta ahora.

-   Bien. Hipotéticamente asumiendo que exista la posibilidad de que la sed de Zero lo esté dominando, o que esté cayendo al nivel E. Si Zero realmente ha tenido momentos de descontrol que no ha podido manejar por sí mismo, ¿Por qué ni tú ni yo nos habíamos percatado?

-   No lo sé. Quizá porqué él así lo quería, porque sus síntomas no eran tan obvios o porqué simplemente no prestamos atención. Pero hoy, aunque haya rechazado tu sangre, en ese momento Zero si tenía demasiada sed y además… - Kaien dudó un instante. Kaname frunció el ceño.

-   ¿Qué?

-   Su consumo de tabletas también ha aumentado.

-   ¿Por qué no me lo habías dicho antes?

-   Porque no lo creí importante. Creí que sólo se debía al estrés al que estaba sometido con todo lo de la instauración de la clase nocturna, su labor como prefecto y profesor y como presidente de la asociación. Discúlpame.

-   No, está bien. Lo importante ahora es averiguar que sucede con él en realidad. No hay suficiente seguridad sobre lo que tiene y todo lo que hemos tratado hasta ahora sólo son especulaciones. Sin embargo hoy debió de haber un desencadenante lo suficientemente fuerte como para afectarlo de tal manera que provocó su descontrol. Pienso averiguar qué fue, sólo así podremos hallar la respuesta.

-   ¿Sigues pensando que Liam Eyre estuvo involucrado?

-   Tengo mis motivos para estar completamente seguro. No te lo había dicho, pero cuando encontré a Zero… mencionó un nombre que solo Liam y yo conocíamos.

-   ¿Qué nombre?

-   El nombre de la sangrepura que los creó a ustedes los cazadores.

-   ¿Su nombre? ¿Qué tiene que ver ella con mi hijo?

-   Nada en especial, pero Liam cree que sí.

-   ¿Por qué?

-  No estoy seguro.

-   Él está interesado en mi hijo ¿no es así?

-   Al parecer.

-  Como sea, no creo que Kiryuu-kun lo vea más que como un partidario  de su causa.

-   ¿Por qué lo dices? ¿Zero te ha dicho algo al respecto?

-   No, no. Mi hijo no habla de esas cosas conmigo. Lo digo porque parece que Zero-kun no está muy interesado en el amor -. Kaname no dijo nada pero su mirada reflejó cierta decepción. Kaien que pareció no haberse percatado de lo que dijo, continuó - Como sea, con respecto a lo ocurrido, el hecho de haber desactivado sus sellos no garantiza que Zero no vuelva sufrir otra crisis ya sea  desencadenada por lo que haya sucedido hoy o por su misma condición. Lo único seguro es que hay algo extraño que está pasando con Zero, puedo sentirlo. Así que por favor, en lo que averiguamos que sucede, como medida preventiva te suplico borres sus recuerdos de esta noche.

-   ¿Qué?... Kaien…

-   Por favor. Sé que quizá no sirva de nada, pero si sí; tendríamos tiempo de averiguar que sucedió y evitar que lo de hoy se vuelva a repetir.

-   Si fue Liam quien le hizo algo a Zero, hacerlo recordar no representará ningún desafío para él.

-   Lo sé, pero sí hizo algo, no creo que sea tan imprudente como para hacerlo de nuevo tan pronto. Y yo sólo necesito unos días para revisar los registros de la asociación y averiguar más sobre la condición de Zero. Si bien a lo largo de la historia, por toda esta situación de odio, no han existido cazadores que hayan sobrevivido al ser convertidos en vampiros, aún puede haber algo. Además también quiero investigar más sobre ese sello, encontrar algo que se le haya pasado a Yagari  y saber si esa crisis se debe a ello.

-   Está bien. Lo haré.

-   Gracias… Supongo que ahora lo que más deseas es ir con él ¿no?... puedo verlo en tus ojos, anda, ve.

Kaname sonrió sutilmente y se dirigió hacia la puerta. Pero entonces se detuvo y se giró hacia el hombre.

-   Kaien… sobre lo que siento por Kiryuu.

-   ¿Nuevamente lo llamas por su apellido?, bueno, creo que es lo mejor por ahora. Pero no tienes que darme ninguna explicación al respecto. Sé que quisiste mucho a Yuuki y que ella fue feliz el tiempo que pasó con nosotros. Y así como tú, ella tampoco fue capaz de darse cuenta a tiempo de a quien amaba en verdad. Para cuando lo hizo todo se complicó. Pero aun así fue feliz, lo sé. Tengo la esperanza de que no pase lo mismo contigo y Zero.

-   Yo lo amo.

-   Lo sé.

-   ¿Cómo es que?...

-   Es imposible no haberse dado cuenta cuando lo miras como lo miras y te preocupas por él de la forma en que lo haces. Además, desde hace años me di cuenta de que siempre has sentido debilidad por Kiryuu-kun. Desde un principio me pareció extraño que pudiendo encargarte de Yuuki tú mismo o de poder disponer de alguien para protegerla, incluso estando yo para ello. Aún así en vez de alejar a Kiryuu-kun, lo mantuviste cerca.

-   Yo no lo sabía entonces, yo no tenía este tipo de sentimientos por él o al menos no era consiente. Pero desde que lo vi por primera vez en aquella montaña nevada junto a su hermano, sentí una atracción especial por él. Así que al final de cuentas fuiste tú quien nos acercó.

-  ¿Ah sí? Esa no fue nunca mi intención. Yo sólo quería que vieras lo hermosos que eran y que esa supuesta maldición sobre los gemelos de cazadores no existía, quería que vieras que no todo lo que habías atraído eran desgracias.

-   Al final si fue cierta.

-   Yo no lo creo. Al igual que en su momento lo hice con Yuuki; a ti y a Zero siempre los he estado observando. Y tengo la esperanza de que sean felices. Ella lo fue, ahora espero que ustedes dos lo sean también. Quizá Zero que es un cabeza dura no se haya dado cuenta aún de lo que sientes por él; así que se lo tendrás que decir. Sin embargo si te soy honesto quizá ir un poco más adelante será difícil, en especial para él aceptar otro tipo de sentimientos de tu parte, sin embargo…

-   Él nunca me aceptará. ¿no es así?

-   Yo no dije eso Kaname-kun. Sólo dije que será difícil. Aunque siendo tú un sangrepura, eso no representa ningún reto ¿o sí?

-   Eso no tiene nada que ver. Él no podría amarme aunque eso es lo que más deseo en este mundo. No, eso es lo único que deseo. Por eso me conformo con verlo bien.

-   Eso no es algo propio de ti. Rendirte sin siquiera haberlo intentado.

-   Soy realista.

-   No puedes saber que pasará en realidad si no se lo has dicho. ¿o acaso has tenido una visión al respecto?

-   No hace falta, simplemente lo sé… ¿Cómo podría esperar que él me ame, si por todo lo que hice él no podrá perdonarme?

-   Bueno, yo por mi parte creo que él ya lo ha hecho. Sé que dice que te odia, pero le conozco y tengo mis dudas al respecto.

El rostro de Kaname se iluminó y en su mirada apareció un brillo de ilusión. Kaien sonrió. No cabía duda, en humanos o vampiros los sentimientos eran los mismos.

-   Anda,  ve con él antes de que despierte y te corra a patadas de la habitación. Al final de cuentas es Zero.

Kaname sonrió y sin decir nada salió de la habitación. Nunca había sido tan abierto respecto a lo que sentía con nadie. Ichijou sabía lo que sentía por Zero, pero que Kaien que era prácticamente el padre del joven lo supiera también, lo hacía sentirse libre, pero también ligeramente nervioso.

Kaien sabía que amaba a Zero y parecía aceptarlo. Sonrió de nuevo y entró ahora en la habitación donde estaba descansando el joven.

Ichijou en cuanto lo vio se incorporó de la silla situada junto a la cama y se acercó a él.

-   Se ha mantenido tranquilo.

-   Gracias.

-   No tienes que agradecerlo, no hice nada. Te dejo. Iré a ver a Seiren y Aidou.

-   Diles que todo está bien.

-   Si

-   ¿Ichijou?

-   Si

Kaname frunció el ceño ligeramente.

-   ¿Dónde se encuentra Liam?

-   No está en la academia. Al menos no lo estaba hasta el momento en que llegué aquí. Ni él ni Shion-kun.

-   Ya veo. Puedes retirarte.

Ichijou salió de la habitación y entonces él se acercó a la ventana y corrió las cortinas. Se acercó luego a Zero quien aún estaba profundamente dormido y lo besó suavemente en los labios.

-   Te amo. ¿Sabes? Hace un rato si me hubieses visto, si me hubieses escuchado, sin duda te hubieses burlado de mí. Yo, un sangrepura comportándose de tal manera. Hmmp si, sin duda te reirías.

Se sentó en la silla que había abandonado Ichijou y permaneció observando el rostro del joven por unos minutos. Zero era hermoso. Su pelo platinado, suave y ligeramente alborotado disperso en la almohada. Sus cejas y la espesa cortina de pestañas de una tonalidad más oscura; su nariz, sus labios y sus mejillas. Era un ángel durmiendo, su ángel.

“Supongo por que estas interesado en él. Al menos fuiste muy claro cuando me dijiste que no  me atreviera a hacerle daño. Pero si te soy sincero, él es bastante atractivo y muy interesante y… me gusta.”

“Supongo que puedo enamorarlo sin que eso te afecte”

El desagradable recuerdo de esas palabras acudió a su mente y le ocasionó nuevamente una opresión en el pecho. Tenia que acabar con Liam lo antes posible.

Acercó entonces su mano y tomando la del joven, entrelazó sus dedos. Zero en acto reflejo afianzó ese gesto; a lo cual Kaname sonrió con ternura. A la vez que ese mismo gesto le reforzaba su determinación.

Entonces se incorporó nuevamente y se sentó en la orilla de la cama; luego posó nuevamente su frente en la del joven.

-   Me gustaría no seguir manipulado tus recuerdos. Desearía no tener que arrebatarte nada más. Perdóname amor mío, pero no puedo dejarte recordar lo que sucedió hoy. Kaien tiene razón y yo no soportaría volver a verte así. 

   >…¿Sabes? Hoy nuevamente tuve miedo. Tuve miedo de perderte como no tienes idea. Cada vez que algo te sucede me siento morir. No puedo pensar con claridad, dejo de ser yo. Hoy estaba tan asustado que no supe que hacer. Afortunadamente tu padre estuvo aquí. 

   >… Zero, te amo; nunca me había sentido así, tu eres el único que ha provocado todos estos sentimientos en mí y son tan intensos que a veces siento que el pecho me va a explotar. Sin embargo, a veces me asusto de mí mismo y de lo que siento pues irónicamente no sé si es una adecuada manera de amar. Una parte de mi desearía llevarte lejos, cuidarte, cumplir todos tus deseos y hacerte feliz; y otra parte de mi desearía poder encadenarte, crear una jaula para ti y cortar tus alas para que nunca me dejes, para que sólo yo pueda tenerte, atesorarte y cuidarte. Pero luego, al verte, sé que me odiarías por ello también. Entonces dime ¿Cómo puedo evitar que sigas sufriendo?. ¡Oh Zero, cuanto te amo!. Tú eres y  serás el único a quien yo ame en verdad, no me importa si mi forma de amar es egoísta o posesiva; pero yo te quiero a ti, te quiero sólo para mí y deseo verte sonreír y desearía tener el suficiente valor de decírtelo. Que en vez de borrar tus recuerdos pudiese devolverte todos los que te he arrebatado.

Kaname beso nuevamente los labios de Zero y posando su mano libre en la frente de éste, comenzó a irradiar un halo de energía color violeta. En contraste con la expresión tranquila del joven, una de profundo dolor se reflejó en su rostro. Parecía una maldición que cada vez que todo parecía comenzar a ir bien con él, volvían al mismo punto de inicio.

Cuanto tiempo pasó después de hacer olvidar a Zero y quedarse sosteniendo su mano, no lo supo en realidad, lo único que sabía es que no quería separarse de él. Aun cuando el cazador no supiera nada, aun cuando lo odiara o lo despreciara, él no podía evitar amarlo con toda el alma. Y eso parecía haberse convertido en su mayor dicha y en su mayor tragedia. En su castigo por ser lo que era.

 

Notas finales:

Hola, como lo prometí, un nuevo capítulo. Muy pronto ¿No?. Es que el anterior quedo muy largo que tuve que dividirlo y complementar.


El siguiente si lo leeran en unas tres semanas aproximadamente. Hasta entonces.


De antemano gracias por sus comentarios y por leer por supuesto.


Ah, por cierto; aunque parezca que hemos retrocedido de nuevo, no es así. Ya lo verán en el próximo capítulo.


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