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AL FINAL DE LA NOCHE por Amaya Kurau

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 CAPÍTULO XXXI

Confiar

 

El sol acababa de ponerse en el horizonte y la suave briza agitaba su pelo y gabardina, mientras percibía el sutil aroma a sal proveniente del mar.

Caminaba a paso regular por aquella calle costera. De vez en cuando miraba a su izquierda. A varios metros de distancia las suaves olas grises se mecían sobre la arena de la playa. Humanos paseaban lentamente por la orilla o permanecían sentados en la arena.

En tanto intentaba no llamar la atención, algo que resultaba un poco difícil dada su condición de vampiro y su apariencia, comprobaba que no era seguido; después de todo, se suponía que debería estar de camino a la academia ahora mismo.

Ante la atenta mirada de un par de jovencitas, bajó las escaleras y se internó por una calle empedrada y solitaria en dirección a los muelles.

Así, minutos después, finalmente llegó hasta el lugar fijado. Se detuvo y miró la enorme puerta de metal de la bodega. Instintivamente comprobó la presencia de la Bloody Rose en el interior de su gabardina y la de Artemis en su espalda baja fijada a su cinturón.

Nadie lo sabía. Pero llevaba meses entrenando con esa arma. Al principio Artemis lo había rechazado y por eso la había guardado y sólo algunas veces, cuando pensaba en Yuuki, la sacaba de su caja. Pero no hacía mucho, un día sin más lo aceptó; y adoptando su forma real le permitió usarla. Artemis que era el arma de Yuuki, ahora también era suya y para este encuentro creyó necesario traerla consigo.

Liam Eyre quería mostrarle su investigación como tal y él sabía que era preferible acudir solo; de lo contrario el sangre pura creería que no confiaba en él. No sabía si el vampiro le había tendido una trampa. Pero si así era. Esas dos armas serian de gran ayuda.

Inhalando profundamente se encaminó decididamente hacia la puerta y con un movimiento firme la corrió. Un sonido sordo hizo eco en el interior.

Las luces se encontraban ya encendidas por lo que avanzó alerta entre unas altas hilera de  tarimas. Cuando llegó al centro de la bodega observó lo que parecían dos cubos grandes cubiertos por lonas y a la derecha, sentado en unas tarimas estaba el sangre pura. Quien, pese a que se había retirado la gabardina y el saco y se había arremangado la camisa, despedía ese aire puro de elegancia, igual que Kuran. A su lado, formal e impecablemente vestido de traje, estaba parado Shion.

Zero, rápidamente haciendo a un lado esas percepciones, intentó comprobar la presencia de más vampiros en el lugar. Había una docena; seis estaban bajo aquellas lonas, el resto estaba cerca.

¿Una trampa?

La aparente situación lo hizo ponerse mas alerta mientras miraba impasible a los dos vampiros frente a él.

-   Buenos noches… lamento la demora.

-   No hay problema Kiryuu-san. De hecho está sobre la hora. Nosotros somos los que hemos llegado un poco antes…

Liam sonrió amablemente. Hacía días que no veía al cazador. Pero pese a la necesidad que sentía por verlo, tenía que hacer los preparativos para su puesta en escena. Tenía planeado pronto levantar el telón para que el joven finalmente fuera sólo suyo.

-   Bien; supongo que entonces podemos empezar…

Zero lo sacó de sus pensamientos y él suspirando se incorporó.

-   Tiene razón… ¿Shion?

Ante el llamado, joven vampiro se dirigió hacia aquellos cubos cubiertos, al instante que aparecían dos vampiros más que ayudaron a retirar las lonas. Entonces Zero pudo darse cuenta que bajo éstas, lo que había eran dos jaulas. Los vampiros que estaban dentro parecían seminconscientes y ante la repentina luz se agitaron un poco.

Sólo los de una jaula se encontraban encadenados.

-   Lamento que los vea en estas condiciones, pero no había otra manera de poder trasportarlos. En especial a los de su izquierda. Como puede ver, ellos son completamente nivel E.

Zero prestó atención, efectivamente; éstos a diferencia de los otros tenían los ojos carmesí y los colmillos completamente extendidos.

Shion se acercó entonces a él con un portafolio y lo abrió. Dentro se encontraban seis jeringas precargadas con un suero; tres trasparente y las otras tres color violeta. Zero miró detenidamente las jeringas y luego posó la punta de sus dedos en una de ellas.

Mientras hacía eso; los vampiros dentro de las jaulas despertaron por completo. Los nivel E al instante se lanzaron contra las barras de la jaula intentado salir. Eso hizo a Zero desviar la vista hacia ellos.

-   No se preocupe. Como le dije, ellos son nivel E. Tienen sed y pueden percibirlos también a ustedes. En especial a usted Kiryuu-san. Aunque esté yo aquí, no les infundo temor a menos que eleve mí aura. Su instinto salvaje supera por mucho su razón.

-   Sinceramente no creo que mi sangre sea tan tentadora como la de un sangre pura.

-   Eh… si, quizá estoy siendo modesto y en realidad si estén así sólo por mí

Liam volvió a sonreírle. Eso inquietó a Zero. Aunque estuviese allí sólo por la investigación. Apenas anoche había hablado con Kaien de lo que le sucedía y aunque había sido reconfortante, para nada era tranquilizador lo que concluyó después de esa charla. Después de todo, ahora que podía atar cabos, sabía que esa tal Libelle, Kaname y Liam, estaba ligados en el pasado. 

Y además, teniendo enfrente a éste sangre pura, no podía olvidar lo que le había sucedido hacía unas noches. Recordaba claramente lo que le dijo, la caricia  y luego las visiones; pero no podía asegurar si le había hecho algo mas o no; por lo que no podía evitar preguntarse, ¿Quién era en realidad Liam Eyre?

-   Bien. Como ya era de su conocimiento… –. Liam sin percatarse de sus cavilaciones, se dirigió hacia las jaulas. - …hasta hacía unos meses el veinte por ciento de los sujetos de prueba morían después de inyectarles el suero. Ese porcentaje se ha reducido pero es apenas un dos por ciento más. Así que lamento no poder garantizarle que estos sobrevivan después de la inyección. En cuanto a los de la otra jaula; ellos ya han recibido la primera dosis, ahora les daremos la segunda. Es en estos donde hemos logrado mayores resultados.

    >… Anteriormente; una vez que inyectamos a los nivel E nos dimos cuenta que al poco tiempo nuevamente se salían de control y comenzaban a experimentar algo parecido a un síndrome de abstinencia. Se volvían más agresivos, su sed aumentaba considerablemente, pero su pérdida de cordura disminuía un poco más lento, por lo que extrañamente desarrollaban un instinto de caza grupal…

-   Entonces... -. Zero lo interrumpió. - ...tu tuviste que ver con aquellos nivel E cuyas cenizas encontramos en esa otra bodega –. Dijo  con aseveración.

-   Si… -. La expresión de Liam se volvió seria. - Sé que al principio causaron un problema cuando intentaron atacar a una pareja de humanos; por eso los encerré… Sin embargo fue precisamente gracias a eso que me di cuenta que pasaban por ese estado. Lamentablemente ese grupo fue eliminado y tuve que encontrar nuevos sujetos.

-   ¿Por qué no me lo informaste?

-   Los nivel E no pertenecen a la jurisdicción de los cazadores salvó cuando atacan a humanos; y el senado, que aún no me da su autorización para aplicar libremente el suero, tampoco tenía conocimiento de ellos. Por eso supuse que lo mejor era no informarlo; de lo contrario tendría que hablar sobre la investigación y lo que sucedió con ellos. No creí conveniente que se supiera cómo habían desaparecido.

-   Yo los eliminé.

-   Hmmp… Eso es lo que usted dijo, aunque no entiendo todavía por qué. Nadie hubiese dicho nada por el hecho de que fue Kaname quién los cazó y bebió su sangre. Después de todo a nadie le importan unos nivel E; y menos unos que se atravesaron en el camino de su majestad.

¿Él bebió su sangre?

Zero, por una fracción de segundo, frunció apenas perceptiblemente el ceño; sin embargo el sangre pura lo notó.

-   ¿Pasa algo Kiryuu-san?… lo siento, ¿he cometido alguna indiscreción?

-   No –. Zero mantuvo su temple aun ante aquella revelación. - Como los has dicho. Desafortunadamente a nadie le interesan los nivel E.

Liam se lo quedó mirando un instante más intentando averiguar si lo otro que había dicho provocaba alguna otra reacción en el joven, pero al parecer no.

-   Bien… bien… supongo que lo sucedido ya no tiene remedio, pero como le decía, ese hecho hizo darme cuenta de  algunos detalles en la fórmula del suero. Cuando los corregí, les otorgué a los nuevos sujetos una segunda dosis y parece que hasta el momento ha sido suficiente.

>... Pero basta de palabras, quiero que vea con sus propios ojos el proceso. Venga conmigo.

Zero lo siguió. Liam levantó lentamente una mano y cerrado su puño clavó sus uñas en la piel. Al instante la sangre brotó y se fue entretejiendo hasta formar cadenas que se adentraron entre los barrotes de la jaula  y sometieron a los nivel E contra el piso. Entonces Shion tomó las jeringas con el suero violeta y clavó una en el cuello de cada uno de los vampiros. Estos se quedaron inmediatamente adormecidos.  

-   Con los nuevos ajustes; ahora la primera dosis acelera el proceso, por lo que a partir de este momento los que sobrevivan comenzaran a experimentar periodos de lucidez y otros de locura.

“Los que sobrevivan”

Zero sintió una sensación de desagrado por esa frase y no pudo evitar recordar que de no haber sido por Kuran, él también se hubiese  convertido en un nivel E y quizá en este momento ya ni siquiera existiría.

-    Ahora, mientras esperamos, pasemos a los siguientes.

El cazador hizo a un lado el recuerdo del castaño y miró a estos. Se encontraban despiertos pero aparentemente desorientados.  Sus ojos de a momentos se volvían carmesí; pero no se veían agresivos como los otros.

-   Estos llevan algunas semanas lucidos, pero han comenzado a mostrar síntomas, por lo que es momento de otorgarles la siguiente dosis. ¿Shion?

Shion abrió la jaula; ingresó y al igual que a los otros les inyectó el suero transparente en el cuello. Una vez hubo terminado salió de la jaula sin cerrar la puerta. Los vampiros se quedaron en el piso sin moverse.

-   Bien. Ahora quiero que los vea a ellos -. Liam hizo un ademan con la mano. - Acérquense.

En ese momento aparecieron seis vampiros, incluidos aquellos que descubrieron las jaulas. Todos se veían tranquilos. Eran vampiros aparentemente normales.

-   Ellos fueron nivel E. Llevan tres meses sin presentar síntomas asociados a esa condición. Ahora sólo se mantienen con tabletas de sangre o esto… -. Se giró hacia donde Shion le acercaba una botella de lo que parecía vino.

-   ¿Qué es eso?

-   Es una versión parecida a las tabletas de sangre pero con un mejor sabor. Mi corporación ha estado trabajando en ella.

Le devolvió la botella al pelirrojo y éste la llevo hasta donde estaban los vampiros. Después les dio una copa de ese líquido a cada uno y lo bebieron.

Zero observaba todo detenidamente. Había algo que lo tenía intranquilo.

Todos ellos fueron nivel E y ahora son vampiros de nivel normal, igual que yo; pero, ¿eso realmente cambia en algo las cosas?... Parecen tranquilos pero…

-   ¿Qué hay de su memoria? -. Cuestionó repentinamente y Liam se giró ligeramente desconcertado.

-   ¿Su memoria?

-   Si, ¿recuerdan quienes fueron?, ¿recuerdan que fueron humanos?

-   Si, la droga no afecta su memoria.

Zero observó nuevamente a los vampiros que bebían ese líquido y no mostraban alteración alguna.

-   ¿Kiryuu-san?

Liam lo llamó y él lo miró  El vampiro le ofrecía una copa de lo mismo que le dio a los vampiros.

-   Por favor, pruébelo. – Zero sólo observó la copa; por lo que Liam sonrió. -  No se preocupe, que no es una trampa -. Zero frunció el ceño. – Lo siento; era una broma. Sé a la perfección que no tengo toda su confianza y que aunque ha venido solo, trae consigo esa peculiar arma suya. Pero no se preocupe, no será necesaria. Sólo me gustaría que me diera su punto de vista. Después de todo hace una semana los representantes de la corporación la mostraron al senado y justamente ayer  le informaron a Kaname-sama de su aprobación para iniciar su distribución.

-   ¿Y aceptó?

-   El senado es el senado. Aunque el no estuvo del todo de acuerdo, se llegó al acuerdo de que su distribución se mantendría en vigilancia para observar sus efectos. Pero tengo la seguridad que no habrá efectos adversos

Dicho esto Liam bebió un sorbo de su propia copa. Zero tomó la que le ofrecía y le imitó.

El sabor era extraño; nada especial; al contrario. Sin embargo, al instante experimentó una sensación parecida a la de las tabletas.

-  ¿Qué le pareció?

-   Lo siento. No podría dar una respuesta clara… A decir verdad me ha dejado un regusto  amargo.

-   ¿Amargo?...

Liam abrió ligeramente los ojos por la sorpresa y miró a Shion. Ese para nada debería ser el sabor.

-   Si… ¿Hay algún problema?

-   No… está bien. Supongo que…

Un grito cortó la frase y Zero se giró al instante hacia las jaulas. Uno de los nivel E a los que se inyectó primero, comenzaba a retorcerse en el piso, y luego, de la nada se convirtió en cenizas. El resto miraba aterrorizado el lugar donde antes estuvo su compañero encadenando. Parecían conscientes de lo que sucedía pese a sus ojos carmesí.

-   ¡Sáquenme de aquí! - Comenzó a gritar uno de ellos mientras intentaba quitarse las cadenas. Los otros lo imitaron. Zero no apartó su mirada.

-   Creo que ellos resistirán -. Dijo tranquilamente Liam y luego, acercándose a la jaula, sus ojos se volvieron carmesí. – Ahora, duerman -.  Les ordenó y los vampiros al instante cayeron inconscientes.

Zero miró a los  vampiros de la jaula contigua. Parecía que comenzaban a despertar, quizá debido un poco al escándalo anterior.

Después de unos minutos,  finalmente lo estuvieron por completo; se incorporaron y ligeramente aturdidos salieron de la jaula.

-   Bien, en ellos el suero ya ha hecho efecto. A partir de este momento podrán ser vampiros de clase D y tendrán que mantenerse con las tabletas o el vino.

>... Bien, así es como funciona el suero… esto es lo que quería que viera con sus propios ojos… ¿Shion?

Ante el llamado, Shion trajó otro maletín y los abrió nuevamente frente a Zero. Dentro había varias jeringas.

-   El contenido de veinte dosis de cada tipo. Tómelas por favor… hoy yo sólo le mostré la forma en que funcionan; pero me gustaría que los usara y usted mismo comprobara su eficacia

Zero observo detenidamente los sueros dentro del maletín. Luego cerrándolo él mismo, lo tomó.

-   Me alegra que lo haya aceptado. Muchos humanos que fueron transformados en contra de su voluntad y que pasan por el nivel E tendrán una nueva oportunidad.

-   Ya lo creo.

Liam sonrió.

-   Supongo que no hay nada más que hacer aquí. Shion se encargará de resguardarlos.

-   Una última pregunta.

-   Dígame.

-   ¿Qué hay con los que han superado el proceso?...

-   Ellos están bajo mi cuidado. Aún es pronto para insértalos a la sociedad vampírica. Por un lado, todavía tengo que comprobar que realmente no caerán nuevamente al nivel E; y por otro; el senado aun no me han otorgado su permiso. Ni siquiera sé si le han informado a su majestad sobre la investigación. Por ello comprenderá mi silencio ante el evento de aquella bodega. El senado se mantiene hermético y por eso es que he recurrido a usted. Aunque yo bien podría desistir, usted conoce mis motivos para no hacerli.

Zero recordó aquella charla.

“…Porque quiero que comprenda que pese a lo que pueda imaginar, mis intenciones no son malas. Si bien los humanos no son precisamente de mi agrado, el producto de esa investigación es algo que le debo a ella…”

 -   Comprendo… Si es todo, me retiro entonces.

-   Espere… me dirijo a la academia. Puedo llevarlo.

Zero lo miró un instante.

Cuanto te pareces a ella”

-   Está bien… -. Aceptó y Liam sonrió.

-   Shion, hazte cargo.

-   Como ordene, Liam-sama.

Al salir  ya los aguardaba un elegante auto negro de vidrios polarizados. En cuanto los vio; el chofer hizo una reverencia y les abrió la puerta. Zero abordó el auto y colocó el maletín a su lado. Inmediatamente Liam ingresó, el chofer puso en marcha el auto.

Zero no pudo evitar volver a mirar hacia el mar, que para ese momento su color ya se había fundido con la noche. Volvió a sentirse intranquilo.  Mentalmente volvió a rememorar lo sucedió en la bodega. Todo parecía tan sencillo.

Sin dejar de mirar el exterior, internamente se hizo nuevamente consiente del maletín a su lado.

¿Las usaré?

No… no puedo.

Esto no está bien. No es ninguna solución… Es una fantasía…

Ellos fueron humanos. Yo sé lo que se siente haber sido transformado y perder la humanidad. Ellos ahora podrán ser vampiros; pero, ¿Lo aceptarán?, ¿Cuántos de ellos lo soportarán?. Ni siquiera el que sean aceptados en la sociedad de vampiros borrará el hecho de lo que les fue arrebatado.

Liam Eyre es un vampiro, siempre lo ha sido… él no lo entendería…

-   ¿Kiryuu-san? -. La repentina voz del sangre pura lo sacó de sus pensamientos.

-   ¿Si?

-   Lo siento, es que se quedó muy callado.

-   Estoy bien –. Dijo y lo miró.

Esos ojos verdes tenían un brillo que no había visto antes. Sin embargo no sintió atracción alguna como antes; en cambio fueron los ojos de Kaname los que vinieron  a su mente. Entonces recordó lo que también lo tenía inquieto

-   Liam, no habíamos tenido oportunidad de hablar, pero necesito preguntarle algo.

-   Por supuesto, dígame.

-   Esa noche… al lado del lago… ¿Qué fue lo que pasó?

Liam se lo quedó mirando seriamente. Se suponía que Kaname le había hecho olvidar, habría jurado que así había sido. ¿Acaso el joven había estado fingiendo?

-   ¿A qué se refiere?

-   No me mire como si no comprendiera de lo que hablo. Esa noche tuve una extraña crisis a raíz de nuestro encuentro. Hay algunas cosas que no recuerdo del todo, por eso quiero saber lo que sucedió. Si hubo algo que…

-   Kiryuu-san, jamás atentaría contra usted. Si eso es lo que supone, créame.

-   Pero todo eso que me dijo... me habló como si yo fuera otra persona.

Liam no pudo evitar sentirse cautivado por esos ojos claros que en ese momento lo miraban directamente exigiendo una respuesta.

Por supuesto que sabía lo que sucedió esa noche. Él lo vio todo e incluso fue participe al principio, sin embargo no hizo nada al cazador. Éste fue quien al parecer reaccionó mal al pequeño desliz que él tuvo.

Esa noche había acudido al lago inconscientemente; llevado  por los recuerdos que lo aquejaban. Ni siquiera había reparado en la presencia de Zero hasta que lo tuvo frente a él. Por un instante su mente había jugado una broma y le hizo ver a Libelle parada frente al lago. Y tanta fue su emoción que se acercó demasiado y para cuando reaccionó y se dio cuenta que era el joven, ya era tarde.

Aun así, eso no le importó. Se sentía tan desesperado. Se parecían tanto. Zero despedía en ese momento la misma aura que ella, tenía la misma mirada nostálgica que a veces veía en ella. ¿Cómo no olvidarse de todo y querer por lo menos tocarla de nuevo?

Y eso hizo. Después de todo era ella en el cuerpo de un chico. Aunque ese último detalle era lo que menos le importaba. El destino le estaba dando una segunda oportunidad para estar con ella.

No podía evitar preguntarse ¿Cómo es que Kaname no podía verlo?... no, quizá si lo veía y deseaba lo mismo que él; que Zero fuera suyo; pero por alguna razón era cobarde, diciéndole incluso a él que se equivocaba.

Pero él veía la verdad que se negaba a ver el castaño. Zero era más que la reencarnación de Libelle. Esa noche después de verlo no podía pensar en otra cosa sólo en cuanto deseaba que fuera suyo, en que tenía que serlo. Debía tenerlo sólo para él a costa de lo que fuera.

Con esto en mente fue que sin pretenderlo en realidad, le dijo cuanto se parecía a ella; e incluso la desesperación le hizo atreverse a decir un poco más de lo necesario, buscando ansiosamente una cercanía y también le hizo reprocharle el haberlo abandonado.

Sin embargo ahí estaba Zero, cuestionándolo. Pero ahora sabía que no podía decirle la verdad.

Esa noche, cuando había sentido como la energía de Zero se desbordaba y su aura aumentaba de sobremanera, regresó; pero Kaname llegó primero y fue quien lo auxilió. La rabia que experimentó al ver como el cazador se arrojaba sobre los labios de Kaname y como eso se transformaba en un apasionado beso, por un instante le habían hecho querer intervenir y alejarlos. Pero las reacciones del joven no eran normales. Entonces había sucedido algo extraño. Zero había dicho “Libelle… yo no soy ella”. Nadie, salvo Kaname y él conocían ese nombre, pero Zero lo dijo sin más. Eso lo hizo olvidarse del hecho de que había besado a Kaname. Zero era ella.  Esa frase era la prueba.

Liam suspiró.

-   Lamento lo sucedido… esa noche no me encontraba bien y supongo que dije cosas extrañas a quien no tenía nada que ver con eso. Creo haberme disculpado, sin embargo ni yo mismo recuerdo exactamente que dije. Le pido por ello nuevamente disculpas.

Zero lo miró, no sabía si creerle. El vampiro parecía no mentir, pero…

-   Ya veo… -, dijo y miró al frente.

-   Sin embargo ha dicho anteriormente que tuvo una crisis. ¿Qué clase de crisis?

Zero dudó un instante antes de responder.

-   Sólo un intenso dolor de cabeza. Pero supongo que no se debió a eso. Es sólo que después de nuestro encuentro se hizo insoportable y perdí el conocimiento. Recuerdo fragmentos de lo sucedido pero no todo. Lo que si tengo claro es nuestro encuentro y lo que dijo.

-   Le aseguro que no hice nada.

-   Está bien, fui yo quien exageró.

-   Sin embargo Kiryuu-san... 

Liam hizo una pausa; ante eso Zero volvió a mirarlo extrañado y pudo ver como la mirada del sangre pura se intensificaba y eso le hizo sentir incómodo.

Liam ahora pareció dudar en proseguir. Desvió un poco la mirada hacia el exterior. La academia podía verse ya cerca. Volvió a mirar a Zero los ojos.

-   Hay algo que es cierto y que no puedo negar ni seguir callando… Usted… en verdad me gusta.

-   ¿Q… qué? –. Zero abrió los ojos con sorpresa.

-   No me pregunte como fue, porque ni yo mismo lo sé, pero en algún momento usted comenzó a atraerme y después comencé a sentir algo más por usted… Yo… Zero-san yo… lo amo.

Zero que estaba consternado por la repentina declaración, no vio cuando Liam se acercó; y tampoco tuvo tiempo de reaccionar cuando éste posó sus labios sobre los suyos suavemente.

Esa acción hizo que sus ojos se abrieran desmesuradamente y un estremecimiento lo invadió. Liam Eyre lo estaba besando y él no día moverse.

Repentinamente el rostro de Kaname acudió a su mente y eso lo hizo reaccionar.

-   ¡No! –. Sin mirarlo, alejó bruscamente al pelinegro con los brazos.

Liam frunció el ceño. Zero nuevamente lo rechazaba. ¿Por qué?...

A su mente acudió el recuerdo de esa noche. Zero arrojándose a los brazos de Kaname y besándolo. Recordarlo le hizo hervir la sangre.

-   Discúlpeme… no fue mi intención incomodarle… pero yo…

-   ¿Cómo puedes decir eso? No me conoces en absoluto, apenas y hemos hablado.

-   Eso es lo de menos para mí, porque desde que lo vi por primera vez, me enamore de usted. No pude evitarlo, fue tan repentino y simplemente sucedió. En cuanto a conocerlo, sé que es amable, inteligente y se preocupa tanto por humanos como por vampiros. Lo quiero y no puedo disculparme por eso, sin embargo si de algo debo hacerlo ahora, es por haber usado a la academia como pretexto para poder estar más cerca de usted.

-   Entonces es mentira que desee la coexistencia de humanos y vampiros.

-   No, no lo es. Ya se lo había dicho antes. Era el deseo de alguien más y ahora es su deseo también. Por eso lo apoyo, siempre lo haré.

-   ….

-   Es un cazador de vampiros ¿no?, entonces digamos que me cazó. Estoy dispuesto a hacer lo que sea por usted. ¿Quiere que se logre la coexistencia con los humanos? Juntos podremos lograrlo. Si usted…    

-   Lo siento… -. Zero lo interrumpió. -  No puedo aceptarlo…

Un movimiento apenas perceptible en los dedos de Liam, reveló que no estaba conforme.

-   ¿Por qué soy un sangre pura?

-   No se trata de eso –. Dijo Zero sin mirarlo aún.

-   Ah… es porque soy hombre.

-   No.

-   Entonces… tal vez quizá es porque…. ama a alguien más… ¿cierto? - Zero abrió los ojos con sorpresa y no dijo nada. – Bien,  no lo presionaré… sólo quiero que sepa que mis sentimientos son sinceros y nada me gustaría más que los aceptara. Pero no espero que lo haga ahora. Solo quisiera que me permita demostrarle que no soy como los otros sangre pura que ha conocido… en verdad yo podría hacerlo feliz, darle todo lo que desee, cumplir sus más mínimos caprichos. Si usted aceptara pasar la eternidad a mi lado yo me dedicaría única y exclusivamente a usted. Sería solo suyo.

Zero lo miró a los ojos, no sabía que decir. El vampiro tenía un sutil brillo en los ojos, pero se sentía algo extraño al escucharlo, algo que iba más allá de la incomodidad.

-   Kiryuu-san, yo estoy de su lado. No dude en que será así siempre. Pase lo que pase siempre podrá confiar en mí. Por favor recuerdelo.

El auto se detuvo en ese instante. Liam no dijo nada más y Zero al mirar al exterior supo que estaban frente a la escalinata de la academia. Sin pensarlo dos veces abrió la puerta y salió del auto intentando parecer tranquilo.

-   Buenas noches –. Fue lo único que dijo.

-   Buenas noches Kiryuu-san.

Liam se quedó mirando unos segundos más mientras Zero subía las escaleras. Luego cerrando la ventanilla, el auto se puso nuevamente en marcha dirigiéndose al estacionamiento interno de la academia.

Cuando Zero llegó a lo alto de la escalinata se giró, obviamente el auto ya no estaba pero ese peso que había estados sintiendo desde que se bajó aún no desaparecía, como tampoco terminaba de creer que eso que había dicho el sangre pura fuera real.

Había decidido aceptar la invitación de traerlo a la academia, para buscar la manera de averiguar más de esa mujer, Libelle, y su relación con los dos sangre pura y principalmente con él; pero no resultó como quiso. No obtuvo ninguna información y en cambio…

Frunció el ceño y resopló una risa a modo de ironía. Lo más probable era que este vampiro estuviese en la misma situación que Kuran. Él también veía a esa mujer en él.

“Cuanto te pareces a ella. El mismo color de pelo, el mismo color de ojos, incluso su mirada se parece a veces, y su aura también es casi igual. Pero tu estas aquí, tan real. Y, quizás hay más de ella en ti de lo que parece. ¿También te sientes atraído por este lugar?... Aquí fue donde ella decidió sacrificarse y abandonarme. Fue egoísta ¿sabes?. No le importó condenar a un sangre pura que la amaba a la soledad de la eternidad. Pero no, tú no eres ella. Tú Zero  eres diferente a ella en eso. Tú no abandonarías a la persona que amas jamás”

“Fue el método que él investigaba el que ella usó… Luego que ella se sacrificó, fue él quien guio a los humanos que bebieron su sangre y les ayudó a crear sus armas… sé que si yo hubiese podido encontrar una forma más eficaz, ella no hubiese tenido que sacrificarse y yo no la hubiese perdido. Era su deseo proteger a los humanos pero no encontró otra manera de hacerlo más que esa. Kaname fue quien la arrastro a esa salida”

 -   Esa es su versión. ¿Cuál será la de Kuran?

Dicho esto, terminó por ingresar a la academia.

 

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Se detuvo frente a la puerta del despacho y suspiró. Ya se encontraba allí, pero se sentía nervioso. Una parte de él sabía que tenían que tratar asuntos relacionados con esos clanes de vampiros, pero otra parte de él sabía que había buscado ese encuentro porque presentía que le sucedía algo al sangre pura y quería saber qué.

Levantó la mano y tocó suavemente la puerta. La tranquila voz de Kuran se escuchó desde dentro permitiéndole entrar.

-   Buenas noches Kiryuu-kun.

-   Buenas noches.

Una suave luz proveniente de dos lámparas iluminaba la estancia. El vampiro estaba de pie frente a su escritorio y lo observaba. A Zero no le pasó desapercibido el aspecto relajado del vampiro, pues traía la camisa azul desfajada y con los primeros botones desabrochados; lo que dejaba más expuesto su cuello.

-   Toma asiento por favor. ¿Puedo ofrecerte algo de beber?

-   Gracias.

Kaname se dirigió hacia su mini bar en uno de los extremos de la estancia;  y con movimientos elegantes comenzó a servir un par de vasos con whisky. Zero se sentó en la butaca frente al escritorio del sangre pura.

-   Te ves algo cansado, Kiryuu –. Dijo de pronto el vampiro y sin mirarlo. - Supongo que has tenido mucho trabajo en la asociación... Especialmente, ayer.

La última frase y el  tono de voz empleado por Kaname  le hicieron fruncir el ceño.

-   ¿Volviste a seguirme?

-   No, ¿Por qué lo preguntas? -. El vampiro giró su rostro y lo miró desconcertado. Eso hizo que Zero se exasperara.

-   Te conozco al menos lo suficiente como para intuir que tu supuesto interés significa que ya sabes que ayer me desvié de mi camino y fui a otro lugar.

 -   Hmmp… ¿Lo hiciste?

Kaname le sonrió antes de volver a su labor. En tanto él se sentía incómodo, tal como si hubiese sido patéticamente descubierto en una mentira. Pero además, ¿Por qué rayos sentía como si le debiera explicaciones al vampiro?

-   No era de eso lo que quería tratar contigo, Kuran.

-   Supongo. Aunque siendo sincero, si algo debería extrañarme de ayer, es el hecho de haberte visto llegar con Liam.

-   Umm.

Kaname frunció el ceño. Pero se tranquilizó antes de girarse y ofrecerle el vaso.

-   ¿A eso te referías con haberte desviado de tu camino?, ¿estuviste con él?

Zero tomó el vaso. Kaname se recargó en la orilla de su escritorio frente a él y bebió del suyo. Eso hizo a Zero sentirse ligeramente nervioso.

-   No es algo que debería importarte.

-   Lamentablemente si me importa que confíes en él cuando ya te había dicho que no lo hicieras.

-   Él está investigando una manera de ayudar a los humanos que fueron transformados y cayeron en el nivel E.

-   He escuchado algo al respecto, pero… ¿por eso confías en él?

-    Yo no dije eso.

Kaname repentinamente se inclinó hacia él; Zero sólo retrocedió hacia tras pegándose más al respaldo de la silla. Kaname estaba muy cerca, tanto que podía percibir a la perfección su aroma. La expresión en su rostro era seria y su mirada inquisitiva poseía un sutil brillo.

-   Dime Zero, si yo te ofreciera también algo como… por ejemplo… la oportunidad de curar el vampirismo. ¿Confiarías entonces en mí?

Zero sintió un hueco en el estómago y un ligero hormigueo recorrer su cuerpo al sentir el aliento de Kaname contra su piel.

-   ¿De… de que rayos hablas?

-   Sólo digo que, aunque tú lo digas abiertamente; en realidad no confías en mí ¿Cierto?; por ello quisiera saber ¿Qué tengo que hacer para que lo hagas?

-   Hmmp… Déjate de juegos… ¿la cura del vampirismo?... ¿Cómo si algo así fuese posible?

-   Podría ser… lo haría sólo por ti… -. Zero sintió que su corazón comenzaba a aumentar sus latidos. Kaname al percatarse de lo que hacía se alejó. –…Después de todo somos aliados Kiryuu-kun, y yo si confió en ti –. Concluyó.

-   Pues yo no confió en absoluto en Liam. Ya te lo dije una vez, no puedo confiar en los sangre pura y sólo trato de hacerlo contigo porque estamos en esto juntos. Pero eso no quiere decir que lo haya logrado y que te crea todo. Después de todo sigues mintiéndome.

-   ¿Mintiéndote? –. Kaname lo miró desconcertado.

-   Esos nivel E de aquella bodega -. El desconcierto de Kaname se transformó en un estremecimiento. - Me dijiste que simplemente lo habías eliminado, pero en realidad también te alimentaste de ellos.

Kaname desvió la mirada y fingió una sutil sonrisa despreocupada.

-   Hmmp… ¿Así que ya lo sabes? – dijo.

-   ¿Por qué rayos me mentiste?

-   No tenía por qué decírtelo –. Meció suavemente el contenido de su vaso. - Después de todo esos nivel E no tenían salvación.

-   La hubiesen podido tener –. Zero frunció el ceño - Estaban siendo tratados por Liam.

-  ¿Nuevamente él? –. Susurró enfadado.

-   Te ofrecí mi sangre Kuran, y en cambio…

Kaname volvió a acercarse a él con un poco de brusquedad y eso interrumpió a Zero.

-   ¿Qué querías?, ¿Qué no dejara una sola gota de sangre en ti?. Podría hacerlo ahora mismo si quisiera. Créeme que lo haría. Porque si realmente presto atención, puedo escuchar los latidos de tu corazón; puedo escuchar las pulsaciones de tu sangre corriendo por tus venas e incluso si quisiera podría verlas. En éste momento tu corazón late rápido Kiryuu-kun, ¿Tienes miedo?. No te culpo, soy un depredador; sin embargo no satisfarías para nada mi sed. Además, tú lo has dicho; somos aliados, ambos lo tenemos muy claro. ¿Por qué crees entonces que no accedí a beber tu sangre aquella noche, Kiryuu-kun?

Aquellas palabras y esa cercanía; Zero tuvo que hacer un esfuerzo para mantener la calma, pese a que sentía que tal y como decía el vampiro, su corazón aceleraba sus latidos.

-   Apártate quieres. Estas invadiendo mi espacio personal.

-   ¿Ah sí? –. Kaname se acercó un poco más con un movimiento casi felino.

-    Como sea; lo que pasó esa noche ya no importa. Hay cosas más importantes que tratar en este momento. Aléjate.

Kaname lo miró fríamente y volvió a alejarse. Odiaba esa manera de Zero de cambiar o evadir un tema. Y odiaba también que él mismo no fuera capaz de controlarse del todo frente al cazador. Si ya sabía lo que Zero creía de él y lo que sentía; y él ya había decidido desistir con él ¿Por qué seguía manteniendo una leve esperanza?

-   Tienes razón. ¿Qué querías hablar? –. Preguntó mientras se recargaba en su escritorio frente a Zero y bebía nuevamente de su vaso.

-   Es sobre los clanes de sangre pura que están agitándose. Sé que debes estar al tanto sobre ellos.

-   Si.

-   ¿Y?. Hasta ahora dos muestran más actividad de lo normal y hay otros dos bajo sospecha. ¿Piensas hacer algo al respecto?

-   No, por ahora.

-   ¿Cómo?... Kuran, sé que es normal que un clan de pronto decida atacar a otro. Pero en este caso cabe la posibilidad de que estén formando un ejército. Quizá su objetivo vaya más allá de atacarse entre sí.

-  ¿Qué supones?

-   Que pueden estar tras de ti.

-   Si, esa en una muy probable posibilidad.

Kaname miró el contenido de su copa mientras decía esto y Zero frunció el ceño. ¿Por qué el sangre pura actuaba tan despreocupadamente?. Molesto se incorporó y se acercó al vampiro.

-   Si es así, entonces deberíamos hacer algo.

Kaname sonrió sutilmente y miró a Zero quien estaba muy cerca de él encarándolo. Por lo que dirigió lentamente una mano hacia él y con sus largos y finos dedos tomó su mentón y acercó su rostro nuevamente a él. El joven se sorprendió, pero no se apartó.

-   ¿Debo comprender que te preocupas por mí?

Zero no dijo nada por un par de segundos en que se quedó mirando a Kaname a los ojos. Un sutil rubor se instaló en sus mejillas; y reaccionando, frunció de nuevo el ceño y apartó al purasangre.

-   Estamos tratando algo importante. Deja de provocarme… no voy  a pelear contigo ni a sacar la Bloody Rose. Ya no soy un niño.

-   Lo sé muy bien. Era una broma -. Kaname sonrió y se alejó de él y rodeando du escritorio tomó asiento en su silla.

-   ¿Y desde cuándo Kuran Kaname dejó de ser tan propio y reservado, y comenzó a bromear?, ¿O lo haces porque yo siempre he sido objeto de tus juegos. Uno de tus entretenimientos?

-   Tú por el contrario nunca dejaras de ser mordaz. Pero volviendo a lo de antes. No te preocupes por ellos; los detendré cuando sea oportuno.

-   Crees que eso me deja tranquilo -. Zero apoyó ahora ambas manos sobre el escritorio, frente a él. - La última vez que atacaron destruyeron esta academia y tú resultaste gravemente herido. Si eso vuele a suceder; ahora podría ser aun peor. No estás en condiciones de enfrentarlos solo. Ellos tendrían un ejército y tú sólo tienes simpatizantes. Ni siquiera se podría decir que el senado este plenamente de tu lado. Podrás ser su rey pero ellos no deben estar muy contentos contigo.

-   Parece que estas muy al tanto de todo. Pero ya te lo he dicho. No te preocupes.

-   Kuran, quiero que los detengamos ahora. No quiero una masacre como en aquel entonces. Ni de vampiros, ni de cazadores y mucho menos de humanos. Así que iré contigo, juntos…

-   No te necesito.

-  ¿Qué? –. Zero por alguna razón se sintió dolido por tan tajante respuesta.

-  Yo sé en qué momento los detendré. Por ahora te lo vuelvo a repetir. No te preocupes. En lo que debes centrarte es en la reanudación de las clases y…

-   Como están las cosas quizá deba suspender el regreso…

-   Por favor no lo hagas… Kiryuu, continúa haciendo tu trabajo… déjame a mí esos purasangre.

Zero lo miró un instante más, luego lanzando un suspiro se alejó de escritorio y situándose frente a la ventana miró el exterior. Era una noche oscura sin luna y silenciosa.

-   Bien, si eso es lo que quieres.

-   Si. Te prometo que no se volverá a repetir algo como hace treinta años. Pero te lo vuelvo a pedir; no confíes en Liam.

-   Ya me lo has dicho, pero no el motivo –. Vio el reflejo del sangre pura a través del cristal y suspirando continuó en tono tranquilo. - Yo apenas he vivido medio siglo, tú tienes miles de años con vida; lo que sea que haya sucedido entre tú y él no es de mi incumbencia. Yo no le conozco, ni siquiera se podría decir que te conozco a ti… Aun así… Yo realmente si confió en ti, no en él –. Kaname abrió los ojos con sorpresa. No se esperaba aquello. – No confió en él  aunque sea amable, aunque me muestre que está interesado en ayudar a los exhumanos, aunque me… Como sea, no confío en él, ¿está claro?. Podrá decirme lo que quiera, de la forma que quiera y mostrarme su mejor cara. Pero no confió en él; y no por el hecho de que me haya dado motivos, porque no ha sido así; sino por el simple hecho de que lo siento. No me da confianza… ahora que lo sabes y he sido lo bastante claro al respecto. Me retiro…

Kaname se quedó callado sin saber que decir, en tanto Zero se alejó de la ventana y se marchó. Sin embargo, en el pasillo el joven se detuvo y se llevó el dorso del dedo índice a los labios, mientras se ruborizaba.

¿Qué diablos?… En ese momento… ¿yo quería que él me besara?...

 

Notas finales:

De nuevo por aquí dejándoles un capítulo más. Disfrutenlo mucho. Nos leemos pronto. Besos


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