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Secuestro por momori

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Notas del capitulo:

Último Capítulo jajajaj ya tardaba pero os prometo que la espera ha merecido la pena.

Me ha encantado escribir este capítulo, Sebastian y Ciel hacen tan buena pareja asfsdgdsd

HAY LEMON Y COSAS ROMANTICAS UYUYU todo muy bonito 

Capítulo 7 – Un nuevo comienzo

Unos suaves rayos iluminaban el suave rostro de Ciel, el conde se encontraba acostado en su cama desnudo  ya con sus heridas vendadas, lo que había pasado los últimos días había sido caótico, el menor no entendía que le veían para que quisieran siempre secuestrarlo, ese pensamiento hizo estremecer al joven el cual se abrazo así mismo.

Fue en ese entonces cuando Sebastian entra por la puerta con lo que parecía ser el desayuno.

EL joven al ver a su mayordomo sintió vergüenza y una sensación que le brotaba desde el interior extraña y todo debido a la última frase que le recordaba haberle dicho a Sebastian

Ciel se volvió a tumbar en la cama y cogió la sábana llevándosela por encima de la cabeza, no quería que su mayordomo viera el rubor de sus mejillas.

-¿Así que tenemos un chico malo? Dijo burlonamente Sebastian;

-Vamos Ciel, te he preparado café y te traigo un trozo de tarta de chocolate, no irás a decir que no a esto, ¿verdad?

Ciel no contestaba, no sabía que decirle, no quería negarse ya que le encantaba la tarta, pero tendría que ver a Sebastian y este notaría su nerviosismo.

-Bueno, por mí puede quedarse así eternamente,  toda tu silueta y tu cuerpo se pueden ver perfectamente  ya que los rayos del sol inciden directamente sobre tus sábanas blancas y créeme es una vista preciosa, tienes un buen cuerpo.

Eso fue lo máximo para Ciel, el cual dejo ver su pequeña cabeza bajo las sábanas, su cara estaba roja como un tomate.

Sebastian al verlo no pudo evitar sonreír, le gustaba provocarle con comentarios de ese tipo, hacían que su joven amo fuera aún más adorable.

-No lo mires….

-¿Qué no mire el qué? Preguntó curioso Sebastian

-Mi cuerpo….murmuró Ciel poniendo morritos.

Ese niño iba a ser su perdición, ¿Cómo podía decirle eso, acaso no ve que eso le da más ganas hacerlo?

-Joven amo, espero que me perdone por lo que voy a hacer…

Sebastian se acercó a la cama de su amo, le cogió las sábanas y se las tiró al suelo, dejando al joven Ciel completamente desnudo bajo la atenta mirada de Sebastian, el cual examinaba cada milímetro del cuerpo del joven.

-¡SEBASTIAN! Gritó el menor a la vez que intentaba agacharse a coger las sábanas.

Pero la  mano de Sebastian le impidió moverse. Ambos se miraron a los ojos.

-Quiero asegurarme de que no tienes ninguna marca de ese bastardo en tu cuerpo…

Ciel bajo la cabeza, no quería recordar lo ocurrido atrás.

-Por favor podrías al menos soltarme…

Sebastian seguía murmurando para sí mismo, su cuerpo solo será mío, todo él será mío…Fue lo que Ciel llegó a entender pero no estaba muy seguro. Estaba claro que ambos sentían algo el uno por el otro, pero ninguno daba el paso directamente.

-Sebastian…Volvió a preguntar el menor.

-Oh, sí perdone, un consejo señor, debería exponer más su joven cuerpo, es exquisito y alegraría la vista y el cuerpo de algunos.

Ciel se quedo de piedra al escuchar eso por parte de su demonio…

Se sorprendió contestándole: Sólo se lo dejo ver a gente privilegiada…

Ambos seguían mirándose fijamente, fue Sebastian el cual le llevó la bandeja con el desayuno a la cama y se sentó en ella también, Ciel todavía seguía desnudo y sin taparse.

-¿Pero qué haces Sebastian? Me tengo que vestir primero.

-No necesariamente señor, yo soy el único que ya le ha visto desnudo antes, no me importa además las vendas y heridas están mejor al aire, si le incomoda yo también me desnudaré.

Ante los ojos del conde, estaba llevándose a cabo un espectáculo, el mayor espectáculo de todos los tiempos, Sebastian desnudándose en frente de él. El joven no sabía a dónde mirar, desde luego tenía hacía donde mirar, casi imposible ignorar aquel miembro… intentaba mirar hacia arriba, aunque tenía ese torso tan bien definido…. En resumen, era un ser perfecto.

Sebastian sonreía ante las miradas de incredulidad y asombro que le dirigía el menor. No espero a que este reaccionara, se sentó a su lado en la cama y siguió mirando.

-SE…Sebastian, creo que se me ha quitado el hambre, dijo Ciel con voz entrecortada.

-A lo mejor le apetece una fruta. ¿Tal vez un plátano?

Ciel al escuchar esto giró la cabeza y puso una mueca como nunca antes se había visto en el menor.

Sebastian solamente se reía.

-Era broma, tome el desayuno anda, le vendrá bien.

Ciel asintió con la cabeza y cogió la taza de café, se la fue bebiendo poco a poco, lo único que se escuchaba en la habitación era el ruido de sus sorbos…

Ahora Ciel iba a coger el plato con la tarta pero Sebastian se adelantó y lo cogió.

-¿Qué haces Sebastian?

-La tarta te la tienes que ganar mi querido Ciel dijo Sebastian con tono burlón, por favor, abre la boca y di ahhhhhhh

-¿Qué? ¿Cómo los niños pequeños? ¡JAMÁS¡ No soy un niño pequeño.

Ciel se levantó y se puso delante de donde estaba sentado Sebastian.

-Me niego a hacerlo.

-Vale, entonces me la comeré yo dijo Sebastian pero hazme el favor de quedarte ahí de pie joven amo, quiero seguir apreciando su cuerpo….

Ciel volvió a reparar en que estaba desnudo, se miró el cuerpo y luego miró a Sebastian el cual comía de una manera provocativa, mordiéndose el labio y lamiendo la cuchara…Fue demasiado para Ciel, el cual empezó a notar una cálida sensación que le recorría el cuerpo.

Tenía que actuar rápido, antes de que el demonio se diera cuenta, así que volvió a la cama y dijo:

-Está bien, diré ahhh y abriré la boca.

-Perfecto. La sonrisa de Sebastian llegaba de oreja a oreja

-Ahhhhhh

-Ahí va, tu primer trozo de chocolate, espero que te guste

Ciel cerró sus labios alrededor de la cuchara y saboreó el delicioso dulce que Sebastian le había preparado.

-¿No está tan mal verdad Ciel?

Ciel no contestó, simplemente ladeó la cabeza.

-Bueno aquí va otro trozo.

Ciel no se percató del tono de Sebastian, si hubiera prestado  más atención se hubiera dado cuenta de que ocultaba algo.

-Vamos Ciel esta vez con los ojos cerrados..

El menor a regañadientes abrió la boca, cerró los ojos y dijo ahhhh.

Sintió como algo caía y sintió donde había caído perfectamente… el trozo de chocolate que tenía que estar en su boca ahora estaba en su miembro

-Oh lo siento señor, se ha manchado, ahora mismo lo arreglo.

-No no nonono no intentó decir Ciel para que Sebastian no se acercara ni le tocara, pero no esperó lo que hizo a continuación.

Sebastian se había acercado al miembro del menor y lo introdujo en su boca, su lengua recorría ese miembro el cual necesitaba  que alguien jugara con él.

La lengua de Sebastian iba y venía buscando los trozos de chocolate, desde luego le había quedado riquísimo, pero lo más rico era el miembro de Ciel.

El joven conde no se movía, su respiración se encontraba un poco agitada.

-Sebastian… para.

Sebastian al escuchar esto paró y levantó su cabeza, ¿Por qué debería parar?

-No está bien susurró Ciel

-¿Quieres decir que no sé hacerlo bien?, Me podrías enseñar? Sebastian movió suavemente la cabeza de Ciel hasta la altura de su miembro. El menor no se resistió, lo que le había hecho Sebastian le había dejado sin palabras y sin capacidad para pensar.

-Vamos Ciel, enséñame.

El menor no sabía por qué, pero  algo le impulsaba a hacerlo, se sorprendió ya que tenía ganas de coger ese miembro y jugar con él, de lamerlo, de tocarlo…

Ciel abrió la boca y con su lengua fue lamiendo el miembro de Sebastian como si fuera un helado, el mayor le observaba mientas se moría por dentro de placer…

Ahora Ciel tenía el miembro en su boca, jugaba con su lengua y con sus manos, Sebastian estaba sintiendo como nunca había sentido, si seguía así no podría seguir jugando con Ciel.

-Para…

-Ciel no lo escuchó ya que se encontraba como hipnotizado…Por lo que Sebastian tuvo que cogerle la cabeza suavemente y separarle…. Al levantarle la cabeza vio su hermoso rostro y su pelo desorganizado a la vez que un hilo de saliva caía de su boca. Esa imagen le puso enormemente caliente, más de lo que estaba.

-¿Sebastian?

Sebastian no respondía ya por sus actos, tiró la bandeja con la tarta y taza del café y tumbó a Ciel en la cama.

-¡Mira que desastre! Debas recogerlo dijo Ciel con tono serio.

-¡Ciel! Deja de decir y hacer distracciones. TE AMO.        

-….

-TE AMO, TE AMO, TE AMO, ¿No lo ves? La vida, La vida humana ha comenzado a tener sentido para mí, gracias a ti… te deseo como nada en el mundo, te quiero, quiero vivir contigo , ser feliz ….

-Sebastian…. Yo…

-¿Tu Qué? Dijo  desesperado Sebastian.

-Yo también te amo…. Pero tenemos un contrato recuerda y quiero vengar la muerte de mis padres y lo que me hicieron

-A la mierda el contrato, yo te ayudare sin falta de contrato a todo lo que tú quieras.

Ciel que hasta entonces había estado mirando hacía un lado le miró a los ojos y pronunció las siguientes palabas:

-Entonces hazme tuyo…

Fue entonces cuando Sebastian y Ciel se fundieron en un abrazo de amor, un amor ardiente, que envolvía a ambos, sus cuerpos necesitaban liberarse de alguna manera.

Sebastian llevó sus dedos a la entrada del menor con el objetivo de prepararla para lo que iba a venir a continuación.

-Se..sebastian con cuidado, me duele dijo Ciel.

-Tranquilo, lo haré lo mejor que pueda.

Sebastian se llevó la mano a la boca y se lamió los dedos entonces de nuevo volvió a introducirlos, esta vez parece que entraban un poco mejor,  pero Ciel no estaba preparado aún, así que empezó a jugar con esos dedos, fingiendo estocadas.

La cara de Ciel era de máximo placer aunque de vez en cuando aparecía una mueca de dolor.

-Ciel te ves preparado… preguntó Sebastian.

-No….lo.. sNgh; Ciel era incapaz de acabar la frase ya que no paraba de gemir.

Sebastian sonreía al ver al joven tan vulnerable y disfrutando, estaba viendo una faceta de él que nadie antes había visto y eso le excitaba aún más, ya era la hora.

Sebastian cogió su miembro y lo situó cerca de la entrada del menor…

Ciel al sentir lo que estaba a punto de venir, cerró los ojos fuertemente.

El miembro de Sebastian entró en el interior de Ciel, el cual chilló de dolor.

-Aguanta Ciel, ya te acostumbraras, iré suave al principio.

-Sebastian duele, ayuda….

Sebastian acarició el rostro del menor y le susurró al oído: te amo, te amo, te amo…. Así hasta que fue sintiendo que el cuerpo del menor se adaptaba a su miembro.

Ahora empezaba lo bueno. Sebastian empezó a dar estocadas, tanto él como Ciel gemían.

La rapidez aumentaba más y más, gemidos y suspiros reinaban la habitación.

-Sebastian… me vengo..

-Mi pequeño aguanta un poco más….

El ritmo era ya insoportable, ambos estaban exhaustos  y finalmente entre gemidos Sebastian se vino dentro de Ciel…

Ciel por su parte manchó a Sebastian al cual no le pareció importarle.

Se quedaron un buen rato junto, sin que el miembro de Sebastian saliera de Ciel.

-¿De verdad me amas?

-Sí, desde el mismo momento en que hicimos el contrato, jamás te abandonaré, prefiero morir, por si no lo sabes, te amo… a ti y solamente a ti.

Tras esto Sebastian y Ciel se fundieron un en cálido abrazo y se besaron.

Los rayos del sol seguían iluminando la cama, alumbrando aquel beso de amor y pasión entre los dos amantes…

 

 

VIVA EL AMOR <3

 

Notas finales:

¿Os ha gustado? ¿No ha sido super romantico y bonito? 

Dejar vuestra opinión ( si quereís :P aunque se agradecen bastante)

Besitosss chao chaooo


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