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Amor Ninja por serenituegt

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Capítulo: 7 ÉL...

Los ojos de Itachi miraron fijamente a Deidara, a la hora de cortar la red... Pues tenía micro segundos, para atraparlo en el aire.

Con la respiración tensa y con la mirada fija en el rubio, cortó la red y corrió sobre el ave, apoyado de su chakra. Logrando sujetar al susodicho... el ave seguía con movimientos en espiral; pero esto ya no era problema.

Itachi se mantuvo concentrado, cargando al inconsciente ninja. Era obvio que tenía que saltar del artilugio, pero tenía que esperar, el momento adecuado y dirigir al ave a una parte deshabitada de la montaña...

-Deidara –dijo moviendo al rubio, con algo de brusquedad- “Si despertaras... evitarías que el ave explote”

El joven rubio gesticulo una mueca de sufrimiento, indicándole a Itachi, que lo estaba lastimando, con los bruscos movimientos.

Itachi suspiro, dirigiendo su mirada al encorvamiento de la montaña... era una grandiosa vista, y más por la vista de 360 grados, por las fuertes espirales...

-“Deja que muera”... –el moreno escucho una vos fúnebre y ronca, cosa que llamo su atención y empezó a buscar de dónde provenía.

-Entrégame al chico... –escucho de mueva cuenta la voz, pero esta vez, se percató que la maléficas palabras venían de Deidara.

Esto causo que el moreno mirase al rubio con algo de asombro. Pero Deidara no parecía diferente, sino todo lo contrario tenía una dulce carita, que parecía algo afligida

-Compartiré de mi poder contigo, si dejas que este chico muera... -un chakra rojo comenzó a salir lentamente del cuerpo de Dei. El cual se meneaba como una serpiente aproximándose al cuerpo del Uchiha.

En ese momento Itachi activo su Mangekyou Sharingan... sumergiéndose hasta lo más profundo de la mente del delicado rubio.

Sin embargo Itachi no estaba preparado, para con lo que se topó... Pues adonde su Mangekyou Sharingan lo llevo... no tenía nombre, oh explicación alguna... Simplemente el lugar era frio, obscuro, con algunos destellos rojizos. Que más que nada parecía sangre...

El joven dio unos pasos, cuando noto que el suelo estaba cubierto de ¿agua?... ¿oh tal vez sangre?...

-Ven... Acércate a mi... –¡era esa vos de nuevo hablándole!- Ven... Itachi Uchiha.

Itachi quería averiguar, que pasaba en ese lugar.  Y el por qué la mente de Deidara, se encontraba en esa perturbación... Pues él era un experto, a la hora de manipular mentes y esto no era solo, un mal recuerdo o una pesadilla...

-¿Quién eres? –se manifestó el moreno, mientras caminaba en la obscuridad... pero el ente no respondió, asi que el Uchiha volvió a hablar.

-¿Eres parte, de la mente de Deidara? –de repente el ente rio, de una manera burlona.

-Lo soy... pero no por mi gusto –vocifero.... mientras llamas en forma de cascada, se levantaba frente a los ojos del moreno; lo cual lo detuvo y lo hizo enfocar su vista al frente... para toparse con unos grandes, y escalofriantes, ojos amarillos, que intimidaban a la vez que te paralizaban. Por el odio que albergan sus pupilas...

Itachi quedo sin palabras... ¿Cómo era posible que algo como eso, estuviera en la mente de su amado?

-Uchiha... –se pudo ver unos grandes colmillos, que eran enmarcados por una burlona sonrisa- “Te eh llamado desde hace mucho tiempo”... pero jamás fui digno de tu atención...

La entidad se movió y una garra se asomó. Pero fue hasta esa vez que el moreno, noto que el ente estaba enserado en una jaula de color dorado, con un sello en el medio...

-“Que quieres de mi” –hablo esta ves Itachi, pero su actitud cambio por una muy arrogante y fanfarrona- Acaso quieres que te exorcice –volvió a hablar, pero en esta ocasión le dio la espalda a la entidad-

-Aunque lo digas con burla... No estás tan equivocado... –el moreno voltio una vez más y en esta ocasión, se topó con una figura más contorneada-

-¿Quién eres?... –se enfrentó el ninja, aunque en el segundo que lo hizo, vino una idea a su cabeza-

-Libérame Uchiha...Y te daré lo que más anheles... Quita el sello.

Itachi quedo inerte y esclavo de los ojos de la vestía... –Usa tu poder... y libérame.

 

Pero sin esperarlo el joven ónix regreso a la realidad, en donde estaba a punto de chorar con la montaña... – ¡Maldición! –dijo ente líneas, con ansiedad en el rostro, pues se había dejado llevar por esa extraña enditad, que deseaba a Deidara muerto; y pronto lo estaría sino saltaba

Entrevió hacia abajo y sin miramientos salto al vacío, con la determinación de llegar al fondo sanos y salvos. Pero la onda expansiva de la explosión los alcanzo y esto los alejo de una superficie a la que pudiera aferrase con su chakra...

Piedras gigantes comenzaron a desprenderse al ritmo de su caída, y una de ellas golpeo al moreno, el cual gruño de dolor. Pues la costilla que Dei le había acomodado se despostillo y le perforo un pulmón... lo que causo que en cuestión de segundos comenzara a perder aire y a sentirse mareado.

Sin embargo esto no hizo que soltara al rubio, sino al contrario, lo pego más a su cuerpo; para protegerlo con este... –Deidara... –gruño... tratando de encontrar con la vista, que los ayudara con su caída-

Pero encontrándose con la decepción, sintió que no tenía más opción que usar su técnica Susanoo. La cual ya había usado con anterioridad, y lo ponía en una situación delicada.

Pues la técnica exigía mucho para ser invocada – ¡Susanoo! –grito este invocando a un esqueleto, que miro la situación-

-Susanoo... –el esqueleto, los tomo en su huesuda mano y los coloco en un árbol, en donde estaban sanos y salvos. Aunque casi enseguida el monstro, detuvo la avalancha de rocas... poniendo todo el desprendimiento, en la falda rocosa de la montaña.

El esqueleto desapareció, eh Itachi recargo al rubio en el árbol el cual era descomunalmente gigante... Una vez a salvo el moreno se dejó caer de rodillas y se tumbó en la rama.

-Te dije que lo dejaras morir... Te hubieras salvado, con los ojos cerrados, pero mírate ahora.

La entidad le volvió a hablar a Itachi que se encontraba tirado, con la respiraron muy débil y con los ojos empapados de sangre. Pues ese era el precio a apagarle al demonio Susanoo, para que este te prestara su poder.

-Ese demonio cobra muy cara su ayuda... En cambio yo no pediré nada a cambió... sino todo lo contrario te daré tanto poder, que jamás tendrás que pedirle ayuda a ningún demonio.

Itachi que ya miraba borroso, escuchaba atentamente, pero no pudo burlarse y soltar una risita... –Eres un estúpido si crees que te voy a liberar “Kyubi”-exclamo con ironía mientras cerraba los ojos, y se trataba de enderezar- Además aunque te liberara de Deidara... Eso no serviría de mucho, pues hay más sellos ¡no es así!... O acaso también me pedirás que te libere de Naruto y del Hokage.

El moreno llego a lado del rubio y tomo entre sus manos, la cara del aun desmayado Deidara, el cual se miraba tan angelical, frágil, y tierno...

Sin embargo al hacer esto se pudo escuchar la voz del Kyubi gruñir –No soy ningún estúpido –musito y beso los labios de Deidara que lentamente comenzó a despertar.

-Quien dijo que el amor ninja es fácil –esto lo dijo el moreno antes de perder el conocimiento, en las piernas del rubio. Que trataba de despabilarse de su desmayo, sin notar el beso que le habían dado.

 

Naruto cerró sus ojos al escuchar la inhóspita explosión pues la onda, había levantado muchos escombros y polvo, que hacía imposible visualizar un panorama...

El joven gruño, pero no le quedo de otra que cubrirse con su antebrazo –¡Maldición!... –dijo saltando a un árbol. Que en uno de eso movimientos, una gran rama lo golpeo, directo en la cabeza. Haciendo que callera casi diez metros, hasta el suelo. Ya que Naruto no pudo reaccionar con rapidez

-Ah!... –grito al caer sobre su brazo derecho. El cual emano un gran crujido- ¡Maldita sea!... –dijo entre dientes, pues al tratar de mover la muñeca, se percató de que esta, se encontraba en otra posición a la común.

El rubio respiro profundo, pero realmente se encontraba cansado, y lo único que deseaba era un momento de paz. Pero en eso por su mente paso la explosión. Lo que hizo que se levantara y pensara en su hermano

¿Se encontraría bien?... se preguntó con angustia, mientras un nudo en el estómago le hacía estrago...

-Tranquilo Naruto él está bien –se dijo para tranquilizarse, pero su corazón no dejaba de latir a mil por hora

Cuando se dispuso a, andar sintió la presencia de alguien aproximándose, a una gran velocidad. Lo que hizo que se esperara, para un encuentro, y ver quien venía.

-“¡Papá!”... –grito al ver al rubio y ah Kakashi, saltar entre los arboles-

Minato por su parte, escucho la voz y miro hacia tras con su rabillo, localizando al menor de sus dos hijos. –Naruto –dijo con algo de sorpresa, pero a la vez tranquilidad, al saber que este se encontraba bien.

-¿Naruto que ha ocurrido? –le pregunto su padre, antes de que los dos se diesen un amoroso abrazo.

-“Ah... aí”... –se quejó el joven al sentir su muñeca tronar; asiendo que su padre se enfocara en esa parte de el-

-Está rota –exclamo con un tono amoroso, pero a la vez preocupado el líder. Aunque su hijo menor la trato de esconder, para quitarle importancia.

-Estaré bien... el que necesita ayuda es Deidara y el Uchiha... Ambos se dirigieron al borde de la montaña, para que el ave explorara ahí y no afectara al pueblo.

Minato entre cerro los ojos y puso una cara seria... –Yo iré primero –manifestó Kakashi saliendo de inmediato.

-Deidara perdió el control –hablo el chico, ladeando el rostro, pues la mirada de su padre era penetrante.

-Esta no es la primera vez que el pierde el control de una técnica... pero ya hablaremos de eso después –Minato también salió corriendo en búsqueda de los dos faltantes jóvenes, que se encontraban en la sima de un árbol.

 

-“Has despertado” –escucho Deidara a una socarrona voz, que para él no era desconocida. Sin embargo no presto atención y solo miro a su alrededor. Notando de inmediato que Itachi, ya así en sus piernas, causándole un leve asombro. Aunque en seguida comenzó a, admirar el bello rostro del moreno, que se encontraba cubierto de sangre.

-Él nos salvó de la explosión –hablo la bestia de nuevo- “Pero el precio que pago fue muy alto”

Esto último le causo curiosidad al rubio, que por fin le hablo a la bestia, dentro de él. – ¿A qué te refieres, con que pago caro?... ¡Acaso esta grabe mente herido! –el ninja comenzó una examinación medica, notando las heridas de inmediato; pero ninguna de muerte.

-No... El sobre vivirá... Pero el precio que pago, es más importante.

-El precio... –dijo entre dientes, con algo de fastidio.

-El invoco un demonio... Que le pide su vista, por la duración de la invocación... pero a la larga, el demonio se queda con toda tu visión

Deidara no expreso ningún sentimiento, solo seguía mirando al moreno, mientras trataba de curarlo –Es inútil... No tienes chakra –dijo el kyubi- “¿Pero?”... Si me lo suplicas, yo podría darte un poco y curarlo.

El rubio gruño y miro de nueva cuenta al otro joven. –Olvidado... Yo... Yo ya no quiero tu chakra –la bestia sintió que el tono de su receptáculo, tembló y esto lo hizo sonreír.

-¡Ah... sí! –dijo burlándose- Se me olvidaba, que tratas de, desintoxicarte de mí... Pero te diré algo, ese guerrero, no solo salvo tu vida, sino también la de tu hermano, usando la misma técnica, la cual lo dejara ciego...

Deidara mordió su labio inferior y cerró los ojos, para poder ver de frente a la bestia, y esta sonrió muy feliz... –“¡Así es mi pequeño Deidara!”... Acepta mi chakra...

El rubio extendió su mano hacia la jaula, mientras una nube del poder serpenteaba, hasta él. –“Así debe ser”... Tú debes convertirte en mi nuevo cuerpo –Deidara toco con la punta de los dedos el chakra. Pero fue detenido al sentir un golpe en la realidad, lo que hizo, que abriera los ojos-

-“¡Deidara!”... –escucho un grito y enseguida fijo su vista... pues era su padre. El cual se encontraba, hecho una fiera-

-Cómo has podido –le reclamo, mirándolo con decepción, pero a la vez con rabia- ¡Creí que el accidente anterior!, te había dejado claro, que el chakra de esa bestia es solo odio el cual nadie debe recibir... Pensé que ya habías madurado, y que entendías que él, solo miente, engaña, destruye.

El joven inclino la cabeza, pues no podía mirar a su padre. –Yo –trato de decir en su defensa. Pero Minato lo abofeteo, poniéndose a si nivel.

-No hay excusa que valga –se levantó, dándole la espalda a su hijo-

Kakashi que observaba la escena se acercó al Uchiha y lo tomo en brazos –Lo llevare al hospital –paso de largo, pues sabía que Minato no terminaría el sermón.

Los dos rubios se miraron, uno con vergüenza y el otro con decepción... –Es por esto que no puedo permitir que te conviertas en Hokage. Te ha corrompido el poder, que la bestia ofrece. Y aunque tu pienses, que puedes controlarlo... él te controlara a ti, hasta que comience una metamorfosis contigo

Minato estaba más que preocupado, tenía que cuidar que su hijo no terminara, convirtiéndose en una bestia, como la cosa, que había destrozado el bosque. Y en su lugar había dejado un desierto de arena... Minato no se dejaría quitar a su pequeño tan fácil mente, aunque tuviera que ser duro y hasta cruel.

-Estarás en detención –el rubio saco un pergamino, y Deidara abrió los ojos. Pues el pergamino lo convertiría en un muñeco sin mente.

-Lo lamento papá... –de los ojos del joven salieron lágrimas. Minato se volvió a poner al mismo nivel de su hijo, y acaricio su carita-

-No te preocupes... Ya falta poco, y pasaremos a esa bestia a otro candidato –el hombre le sonrió al joven, el cual se desvaneció en sus brazos

-No podrás mantenerlo alejado siempre de mi... –escucho Minato la asquerosa voz de esa maldita bestia

-No dejare que sigas atormentando a mi hijo

Continuara>>>

 

 

Notas finales:

ME ENCANTA QUE LOS CAPITULOS SE ESCRIBAN SOLOS   :D

NOS LEEMOS EN ELPROXIMO CAPITULO XXXXXXXOXOXOXOXOXO


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