Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Felicidad por OC-McCcool

[Reviews - 60]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!

Su autora les agredece a todos por leer, y estoy seguro que la autora original también lo hace n.n

De nuevo, TODO el crédito de este fic es para Jodiexxx. ella da el mensaje, yo sólo lo entrego :3

Si les gusta la historia y están familiarizados con el Inglés, pueden checar la historia original en la cuenta de la autora en Fictionpress :D

Sin más los dejo con este capitulo, nos veremos al siguiente!

Hasta luego!

Capitulo 3: Cambio

Llorar es para maricas. Eso es lo que me han enseñado desde que cumplí siete. Vivir con dos desastres ambulantes me ha dado una gran experiencia en situaciones dolorosas y me ha dado coraje para enfrentar cualquier fuerza villana, Usualmente conocida como Seth y Jayden. No importa cuánto me molesten, no importa cuántas heridas tenga y no importa cuánto daño me hagan, siempre me encargo de contra atacar sólo para molestarlos.

No soy el chico más valiente en la tierra, no me se defender tan bien como Parker, y ciertamente. No tengo la fuerza para darles su merecido a todos los que me molestan y me hacen daño. Pero lo que siempre hago después de que me dejan herido y golpeado, es levantarme, limpiarme, esconder toda evidencia de maltrato, y actuar como si nada hubiera pasado. Esa es mi mejor arma en contra de ellos. Claro, me duele hasta el trasero cuando me golpean en ciertas partes sensibles, pero nunca me quejo, así que es más o menos una buena estrategia. La mejor parte es ver el enojo en los ojos de Jayden.

Seth ha estado actuando raro desde la mañana, en vez de burlarse o molestarme por cualquier cosa, bueno, molestarme en general, me ha estado ignorando completamente, es como si no existiera. En cierta manera, eso es bueno.

-------

Parker se ejercita inmensamente. Tal vez no lo parezca a simple vista, por las simples camisetas y jeans que usa, pero debajo de esa ropa, tiene un abdomen marcado y bien definido, con bíceps y todo lo demás.

La única razón por la que Parker no le ha dado una paliza a Seth y a Jayden es porque sabe que eso haría las cosas difíciles para mí en casa. No puede estar conmigo las 24 horas del día, así que no podría hacer nada si mis hermanos decidieran vengarse de mí en cuanto cerremos la puerta principal.

Yo sé, por buenas razones, que él es una de las pocas personas que podrían estar mano a mano enfrentando a Jayden. Si los dos se enfrentaran, probablemente terminarían los dos en un hospital, con las mismas lesiones. No quiero sonar extremadamente gay, pero Parker es increíble.

-------

Sus labios están apuntando hacia abajo en una cara triste. Ese usual brillo en sus ojos castaños no está, en lugar de eso están apagados, y me hacen sentir muy nervioso.

Afuera, la lluvia cae, casi como una tormenta.

Parker me da un desanimado -Buenos días- Moviéndose de mi casillero para que pueda sacar mis libros. No es raro que me espere en mi casillero cuando llega más temprano que yo. De hecho, yo también hago lo mismo, siempre depende de quien llegue primero.

-Buenos días- le respondo, no muy seguro de cómo reaccionar a su mal humor. Un Parker triste es algo raro de ver, especialmente en la mañana. Meto la cabeza al casillero, para inspeccionar su contenido.

La capucha gris en su cabeza esconde su cabello húmedo por la lluvia, y la chaqueta que tiene puesta lo hace ver un poco más gordo. Las manos dentro de sus bolsillos y los jeans excepcionalmente grandes que tiene puestos no le ayudan en lo absoluto. Reconozco su atuendo como la ropa del mal humor.

Él no quiere admitirlo, pero cuando esta depresivo (Como dije es algo bastante raro) suele usar ropa más grande que la común. Como si quisiera esconderse del mundo y encerrar sus sentimientos dentro de él.

Cuando le dijo a Matt acerca de su homosexualidad, las cosas se pusieron tan mal que vino a la escuela en ese atuendo durante todo un mes, aunque creo que esta vez no creo que tenga nada que ver con Matt.

-¿Parker?- Intento llamar su atención.

Cuando me voltea a ver, puedo notas que sus ojos usualmente llenos de energía, están completamente vacios. No me responde, sólo me mira calladamente como si estuviera esperando mi siguiente pregunta. La cual ya debe de saber.

-¿Qué sucede?-

Finge una sonrisa, sus afilados dientes blancos apenas si se asoman detrás de sus labios ligeramente abiertos -Nada-

Muchos estudiantes pasan bruscamente junto a nosotros, empujándonos para llegar a sus clases, les mando miradas a algunos y otros se disculpan en voz baja. Yo sólo lo miro con una cara seria y algo molesta. Sabe que no es fácil mentirme a la cara, los dos lo sabemos.

Levanta las manos en defensa propia -Bien, bien, lo siento. Es sólo que me siento como una pila de basura esta mañana-

Sacó mi libro de Inglés del casillero -Pues si que pareces una-

-Gracias por hacerme sentir mejor- Me dice sarcásticamente, la tristeza en su tono lo hace sonar más enfadado que depresivo.

Sin poder controlarme, lo tomo del brazo antes de que se vaya enojado -No- Digo con preocupación -En verdad pareces mierda. Por eso es que quiero saber que te sucede. Parece que alguien te dijo que el mundo se va a acabar en diez minutos-

-Es Thomas- murmura, y cierra la boca inmediatamente. Alguien no está muy feliz hoy, pero ya lo veía venir. Lo pude haber imaginado por como su novio estuvo de mal humor todo el día ayer.

-¿Qué te dijo?- le digo cuidadosamente, le doy unas cuantas palmadas en la espalda cuando empezamos a caminar.

-No fue lo que dijo, sino lo que no dijo- Parker ya no quiere hablar a partir de este punto, y decide estar callado durante todo el recorrido al salón, tristeza a cada paso, lo miró por un rato y dejo salir un suspiro.

Si pudiera, me gustaría saber que lo tiene así, pero si lo sigo presionando para que me lo diga, lo más probable es que decida ignorarme todo el día. Parker no se entristece regularmente, pero cuando lo hace, deja salir a su gemelo malvado.

Cuando nuestra maestra, la señorita McClain, llama su nombre, Parker le lanza una mirada de odio intensa. Casi juro que la vi temblando cuando lo hizo.

Durante toda la clase de Historia que compartimos en el segundo periodo, su cabeza estaba recargada en la palma de su mano, de manera que miraba justo en frente de la ventana. Obviamente no estaba prestando atención. Lo cual es horriblemente extraño de Parker, porque siempre está al tanto de todas las clases, y ahora sólo se concentra en lo que sea que esté mirando fuera de la ventana.

Me pregunto que está pensando tan intensamente.

No es sino hasta el almuerzo cuando me vuelve a hablar. Estaba sentado en la banca en la que usualmente nos relajamos cuando visitamos el enorme jardín de la escuela

-¿Nico?-

Volteo a ver quién me llama y soy recibido con la imagen de Parker sin su capucha, dejando ver su cabello castaño que toma cierta tonalidad dorada en la luz del sol, sus ojos ámbar con una luz de curiosidad. Esto es señal de que está dispuesto a hablar acerca de lo que le molesta, que en este caso es Thomas. No puedo evitar sonreír aliviado.

-Hola Park-

Se ve más tranquilo y se ocupa el lugar vacio junto a mí -Oye, perdón por lo de la mañana. Estaba tan perdido en mis pensamientos que...-

-Nah, Esta bien. Estabas de mal humor, yo lo entiendo- Le dije, sin darle mucha importancia.

-Es sólo que, no lo sé. Thomas me está volviendo loco- empieza a relatar -Ha estado ignorándome desde ayer, y ha tratado infernalmente de evitarme cuando traté de buscarlo para hablar hoy ¡Prácticamente corrió del salón cuando sonó la campana! No sé que le sucede, por eso quiero hablar con él para que me lo diga ¡Pero no me quiere dar una oportunidad!-

Escucho cada palabra con el ceño fruncido -Que mal-

Él sonríe sarcásticamente -Tú lo has dicho, lo llame al puto teléfono treinta y tres malditas veces y me contestó hasta la última, diciéndome que ya no lo llame porque estaba ocupado-

Un profundo quejido sale de su garganta cuando se recarga en la banca -Ya no se qué carajos hacer-

-¿Hiciste algo para hacerlo enojar ayer?- No soy experto en relaciones, solo he tenido una novia formal, y la relación terminó hace más de un año por la falta de pasión y sentimientos. Parker no debería venir conmigo para quejarse de su novio, porque, no sabría que aconsejarle. Lo único que puedo hacer es tratar de deducir el problema estilo detective, y tratar de resolverlo.

-No recuerdo haber hecho algo para molestarlo ayer- Dice, después de pensarlo por un rato -Pero si empezó a actuar distante después de la primera mitad del almuerzo-

Me doy cuenta, eso debió ser después de Parker me hico compañía, cuando todos estábamos en la máquina de sodas. Parecía bastante celoso, y ni lo descartaría como la razón por la que está ignorando a Parker. Siempre me pareció de esa clase de chico.

-Sabes- Empiezo cuidadosamente -Deberías hablar con él. Tómalo por sorpresa para que no pueda escapar-

-No tengo miedo a hablar con él- él reflexiona -Lo que asusta es que quiera romper conmigo-

-Te gusta mucho ¿Verdad?- Le digo vagamente, poniendo mis brazos detrás de mi cabeza. El cielo está de un tono azul opaco, con algunas nubes decorándolo.

Un tono de resignación se mezcla con su voz -Sí, me gusta mucho-

Me pregunto qué se siente, estar enamorado.

-------

La señorita Miller está de mal humor hoy.

Nos manda una mirada fría a cada uno de sus estudiantes en cuanto entramos al salón. Un par de chicas lindas tiemblan ligeramente y se miran las caras nerviosamente. Parker y yo nos sentamos en nuestra mesa habitual, frente a frente, y esperamos a que empiece a hablar.

Empieza la clase con un -Buenos días-  e inmediatamente reproduciendo su presentación en Power Point, explicando muchas tonterías acerca de los ecosistemas -¿Qué se le habrá atorado en el trasero- Parker me susurra, su capucha de vuelta en su cabeza. Sólo me encojo de hombros como respuesta.

Al fondo del salón, Connor Anderson habla bastante alto, tan alto que puedo escuchar cada palabra que dice y estoy al otro lado del salón. La señorita Miller lo ignora y actúa como si no estuviera escuchando nada, la expresión molesta no abandona su rostro.

-Diablos ¿Viste a Jayden y Marissa hoy?- Le dice a uno de sus bufones que siempre lo sigue como un idiota -Estaban dándose calor en el pasillo, jamás imaginé que a Marissa le gustaran los delincuentes-

-Sí, prácticamente se estaban devorando, y eso que ella solía ser tan reservada con Seth- Su amigo le responde, una sonrisa burlona en su rostro.

Seth está sentado en la mesa frente a la mía hoy, lejos de James Holman y Joel Meadows, sus dos mejores amigos. Miro cuidadosamente como cierra su puño con fuerza, casi rompiendo su bolígrafo, nudillos completamente blancos. Alguien está molesto, y no parece faltar mucho para que el volcán que tengo por hermano explote.

-También tiene un buen culo. Me gustaría que se revolcara conmigo también, pero no, Jayden siempre se queda con las mejores pollitas-

- O ¿Qué no te has visto al espejo últimamente?-

-Jódete-

Seth tiembla un poco.

-En serio, Marissa es una de las chicas mas sexys de la escuela. Carajo, incluso Tina, Regina y Jessica están buenas, y él las tuvo a todas- Dijo -¿Qué clase de maldita buena suerte es esa?-

Frente a mí, puedo escuchar el sonido del papel siendo arrancado violentamente. Tina, Regina y Jessica son un asunto sensible para él

-------

Nico Walker a los quince años

Seth está abajo en la sala y yo estoy en las escaleras, haciendo mi camino hacia la cocina. Voy a la mitad cuando la puerta principal se abre y un Jayden risueño entra, un brazo bien puesto en la cintura de una chica bonita. Ruedo los ojos, está probablemente sea una de las revolcadas de una noche de Jayden a quien no le volverá a hablar jamás. Jayden se agacha un poco para darle un largo beso en los labios a la pobre tonta.

Mis pasos se detuvieron cuando Seth se levanta de nuestro sillón azul, dándome la espalda mientras los mira -¿Ti-Tina?- El tono en su voz me dice que no puede creer lo que está viendo, su mirada llena de confusión y shock. Puedo adivinar que sucede, lo mismo ha pasado antes unas cuantas veces, y nunca acaba bonito.

Olvidándome del vaso de soda que iba a tomar de la cocina me siento cómodamente en un escalón a ver el espectáculo. No sé si es porque soy un sádico o algo así, pero cuando estas cosas pasan, nunca terminan de atrapar mi interés.

Sus risillas femeninas y agudas se detienen de repente cuando escucha a Seth y sus ojos azulados se abren ampliamente. Desde este ángulo sólo puedo ver la sonrisa ofensiva de Jayden y la cara de pura sorpresa de Tina. Sus labios rosados se abren y se cierran como los de un pez y se pone a parpadear estúpidamente. Con su complexión delgada y su cabello rubio, uno podría confundirla fácilmente con un ángel.

Pero eso sería un error, tomando en cuenta de que llegó a casa con mi hermano mayor cuando es la novia de mi hermano menor -¿Se-Seth?- Su melodiosa voz se quiebra y su cara se pone pálida por la impresión. Apuesto lo que sea a que Jayden no le dijo su verdadero nombre, y por eso ella no esperaba esta escena.

-¿Tina, que haces aquí?- Suena tan desesperado, como si le estuviera rogando que le diga que no tiene un amorío con nuestro hermano mayor.

-Yo... ¿Qué haces tú aquí?- Tartamudea, sin entender aún la situación ante ella. Aún no puede entender que le tendieron una trampa. Mentalmente le agradezco a los cielos que Jayden no ha intentado nada con Amber, es eso o Amber es inmune a los encantos de Jayden.

Seth se ríe irónicamente y se pasa los dedos pálidos, delgados y largos por el cabello -¿A qué te refieres con que hago aquí? Yo vivo aquí- Dolor, traición y decepción en su voz.

-Pero Yo... Tú dijiste que...- La chica rubia voltea a ver a Jayden, la sonrisa burlona desapareció de su rostro, un aire de superioridad la remplaza.

-Qué demonios, no pensé que cayeras tan fácilmente- Le sonríe a Seth -Parece que no tienes un buen gusto en mujeres. Primero Regina, después Jessica. Y ahora está también-

-¿Que está pasando?- El pánico crece en su tono.

Las manos de Seth se vuelven puños, y casi le escupe a su novia cuando dice -No mucho ¡Sólo me estás me engañando con mi hermano!-

-Pero Jayden, tú dijiste que...-

-Lo siento Tina, mentí- Su sonrisa calmada y llena de satisfacción carece de sinceridad alguna -No me llamo Jayden Woods. Mi nombre es Jayden Walker-

-Walker...- Lo repite.

-Dijiste que me amabas- Seth exclama, escondiendo cualquier sentimiento detrás de una máscara de odio.

-Yo-Yo-él dijo-que-

Jayden ríe mientras se aleja lentamente -En serio Seth, es patético como todas dicen que te aman y después caen a mis pies. Tienes una tendencia por las zorras-

Mi hermano 10 meses menor golpea a Jayden justo en la nariz. Yo los miro pasivamente desde las sombras, escuchando los lloriqueos de Tina en el fondo, y silenciosamente observando cómo mis hermanos se destruyen el uno al otro.

-------

-Cielos, creo que debería pedirle clases a a Jayden para poder meterme en los pantalones de las chicas- Connor se ríe junto a sus amigos. Ni siquiera fue gracioso, pero su sentido del humor siempre ha sido basura.

En un instante Seth está gritándole a Connor en la cara, y los dos empiezan a los golpes mientras todos en la clase los miramos.

-Te juro que te voy a...-Seth grita, con los ojos abiertos por la ira.

-¿Me vas a hacer qué? ¿Eh?- Connor responde, regresándole el golpe.

-¡Seth Walker y Connor Anderson! ¡Deténganse ahora mismo!- La señorita Miller les ordena, impresionada por la pelea que se desató frente a sus ojos.

-¡Cállate perra! ¡Le estoy enseñando una lección a Anderson!- Mi hermano dice, dándole otro golpe a su oponente. La mirada enojada de la maestra de biología era demasiado evidente

Joel y James corren para separar a Seth de Connor, los amigos de Connor hacen lo mismo.

-¡Seth! ¡Seth! ¡Tranquilízate, demonios!- Joel le dice. Aunque él y James tratan de sostener a Seth, se ve que les cuesta detener la fuerza de mi hermano.

-¡Sólo detente! ¡No queremos que te expulsen, idiota!- James también trataba de convencerlo, pero todo era en vano.

-¿Qué carajos te pasa Walker?- Connor pregunta -Me acusas de tus problemas cuando sabes que eres demasiado débil para enfrentarte a tu hermano. Eres un maldito marica-

-¡Connor!- La maestra lo reprende.

Seth lo noquea poco después. Joel y James por fin logran separarlos, y ahora puedo ver que Seth se gano unos cuantos moretones y marcas.

Nuestra maestra, ofendida por sus acciones, grita -¡Nico Walker, acompaña a tu hermano a la oficina del director, ahora!-

No me puede estar pidiendo eso. ¿Por qué todo me sale mal? La miro fingiendo demencia; No me gusta ofender maestros, porque ellos serán quienes escriban mis recomendaciones cuando tenga que ir a la universidad - ¿Yo señorita?-

Ella se ríe sarcásticamente. No debería hacerlo, porque se escucha como un maldito ogro  cuando lo hace-¿Acaso alguien más se llama Nico Walker en esta clase?- Pregunta, sarcásticamente también. Odio la manera en la que me mira, lo hace como si fuera un insecto aplastado en la pared.

Algunas maestras me vuelven completamente loco. La señorita Miller es una de ellas.

Perra.

 -Disculpe señorita Miller ¿No podríamos llevarlo alguno de nosotros?- Joel pregunta, refiriéndose a él y a James. Ella ni siquiera voltea a verlos cuando dice -¡No!-

-¡Llévalo ahora, antes de que te ponga en detención a ti también Nico!- Dijo, su cabello rojo cayendo por su espalda.

Al parecer tendré que llevar a Seth con el director. Y un tipo que no conozco debe llevar a Connor a la enfermería.

Por suerte Seth no dice nada mientras caminamos hacia la oficina del director. Camina al lado de mi, con la boca cerrada y en forma de una línea enojada y dura.

El silencio entre mostros es bastante denso. Jamás había caminado así con él, sin que ninguno de los dos moleste al otro por cualquier estupidez. Aun así no me quejo.

Justo cuando creo que las cosas van a salir bien para variar, Jayden y Marissa están al final del pasillo, besándose como si nadie los viera. Las manos de Jayden en su falda, lo cual causa que ella suspire con placer.

Seth se detiene en automático. Al parecer se quedo congelado al ver a su ex novia con su hermano mayor. Notando nuestra presencia Jayden voltea a vernos, sin separarse de los labios de Marissa y sonriendo mientras la vuelve a besar.

Mi hermano de ojos negros se queda pegado al suelo, paralizado por la escena frente a sus ojos. Antes de que pueda poner mi mano en su hombro, se da la vuelta sin palabras, marchándose en la otra dirección,  obviamente con la intención de tomar un atajo a la oficina del director. Mi mano se queda en el aire un momento, el aire estancado nubla mi mente mientras la imagen de sus ojos enrojecidos y mandíbula fuertemente cerrada entra pesadamente a mi cabeza.

-------

Estoy sentado en el sofá mirando la televisión con mamá y papá cuando mis dos hermanos entran al cuarto.

-¡Mamá! ¡Papá! ¡Jayden me golpeó otra vez!- El Seth de diez años se queja, cruzando sus pequeños brazos parado en frente de mamá y papá.

El mencionado y desafiante niño gira los ojos cuando Seth les enseña sus heridas a nuestros padres. Quienes cambian su atención del televisor para atender a Seth.

Seth lo merece, pienso mientras me muevo incontrolablemente en el sofá, las cortadas y moretones que Seth me hizo en el abdomen todavía me duele.

-Jayden- Papá llama a mi hermano mayor.

Él hace muecas y se queja -¡Seth me golpeó primero! ¡Miren esto!- se levanta las magas para revelar una herida morada, y me pienso internamente en lo mucho que debe doler. La herida está acompañada de un gran bulto hinchado, las venas se marcan en la piel adolorida. Se ve peor que las de Seth.

- Jayden, ya te lo habíamos dicho. ¡Deja de molestar a tu hermano!- Papá lo regaña.

Jayden insiste -¡Pero él me golpeó primero!-

Los ojos de Seth se abren incrédulos -¿Qué?- Su boca se abre – ¡TÚ me golpeaste primero!-

A pesar de las excusas de Jayden, yo sé que está mintiendo. Siempre es él quien empieza las peleas con Seth.

-¡Basta los dos! ¿Qué no se pueden llevar bien?- Mamá suspira de manera exasperada. No creo que ella pueda entender la enemistad entre mis dos hermanos.

-¡Estoy harto de que siempre busques pelear conmigo! ¿Qué tengo yo que no te parece bien?- Seth le grita a Jayden, sus manos se vuelven puños.

-¡Todo!- Jayden le responde -¡Todo estaba mejor antes de que llegaras! ¡Desearía que no hubieras existido!

-¡JAYDEN!- Papá le grita, se ve furioso.

La única respuesta fue la puerta de la habitación de Jayden cerrándose.

-------

Llego a casa para ver a Seth en el sofá, cambiando los canales en la televisión gruñonamente. Seth casi nunca está en casa a estas horas a menos de que esté castigado; Así que supongo que lo está. Oh, genial. Parece que ya no podré ver el show que quería. Levanta la mirada cuando escucha la puerta abrirse.

Lo saludo tentativamente, sin recibir una señal de reconocimiento a cambio, vuelve a los canales. Lo ignoro y cierro la puerta.

Dibujar a lo tonto es fácil. Bosquejar es fácil. Un dibujo real, completo con sombras y líneas es difícil. Pero los desafíos son lo que hacen la vida divertida… y también hacen que la vida apeste.

Cansadamente doy unos cuantos toques, y lentamente se me acaba la energía en la mano. Antes de percatarme, el lápiz cayó de mi ligero agarre, y mi cabeza cae en mi brazo izquierdo, mis parpados se cierran. Mis pensamientos divagan, antes de que el sueño se apodere de mi mente.

Despierto por el sonido de porcelana rompiéndose. Abajo, la voz de Seth se escucha, atraviesa mi puerta cerrada. Debe estar gritando como para que pueda escucharlo desde aquí - ¿Qué demonios Jayden?-

Giro los ojos cuando escucho un silencioso quejido femenino. Las palabras en la sala apenas si se pueden escuchar por el volumen de la televisión. Otra pelea ¿A quién carajos le importa?

El reloj  junto a mi cama indica que son las seis. ¿Estuve dormido por tanto tiempo? Bueno, lo que sea, pienso, empujando el reloj y sobresaltándome un poco por el ruidoso sonido que hace cuando cae al suelo. Me recuesto otra vez, dispuesto a dormir de nuevo.

Estoy en el baile de graduación. Parker se está besando con Seth en una esquina de la pista de baile y trató de no vomitar cuando la señorita Miller se acerca y me pide bailar. Contra mi voluntad, acepto. Ella me pisa los pies durante toda la canción y mientras bailamos despacio pienso en maneras para escapar.

L aparte buena en mi se niega a irse; Inexplicablemente mis manos terminan pegadas a su cadera. Cuando la canción termina, trato disimuladamente de alejarme de su agarre de acero. En vez de soltarme, se acerca a mí, su aliento me cosquillea la cara.

-¿Sabes Nico? Siempre me has parecido muy atractivo…- menea la cabeza a los lados, acercándose más a mi rostro. Entro en pánico y me burbujea el estomago, gritando con todas las cuerdas vocales. En nombre del demonio ¿Qué diablos está pasando? –Despierta, marica-

¿Eh?

Estoy de vuelta en mi cuerpo, mis parpados luchan por mantenerse abiertos, y un Jayden borroso entra en mi visión. Toma unos cuantos parpadeos para que pueda verlo claramente, ojos cristalinos impacientes y aburridos. Cuando lo miro confundido, hace un sonido molesto.

Mi hermano mayor está junto a mí, al lado de mi cama –Dije que despiertes. Hora de la cena, marica- Repite, sin verse muy feliz por tener que volver a decirlo.

- No soy un marica, imbécil- Mi boca se adelanta demasiado para mi gusto. Me preparo para una bofetada. Pero nunca llega; En su lugar, una sensación punzante me llega al brazo. Miro abajo para ver la marca roja, formada por la banda elástica que tiene en la mano mientras me mira con el ceño fruncido.

- ¿Te vas a levantar, o necesitas otro aviso?- Apunta con las manos y me vuelve a dar, así que salto de la cama.

No le digo nada cuando se larga de mi habitación, manos en los bolsillos como si nada le importara. Odio la manera en la que camina, como si cada paso tuviera que ser con estilo. Piensa que es la mierda más genial del planeta. Sin tener ganas, lo sigo a la cocina.

Mamá, papá y Seth ya están en la mesa, comiendo hoscamente la pasta cocinada en sus platos. Mamá y papá no se ven muy contentos con el nuevo moretón de Seth, a Seth no parece importarle.

-¿Se volvieron a pelear?- Papá empieza, levantando las manos -¡La herida en tu mejilla no ha sanado aún y ya se volvieron a pelear!-

Mi hermano permanece callado, sus ojos no dejan el plato. El moretón no estaba allí cuando llegué esta tarde de la escuela. Arqueo una ceja y me siento junto a Jayden.

-Cariño ¿Estás teniendo problemas en la escuela?- Mamá pregunta gentilmente –Si tienes alguna clase de problema es mejor que lo hables con nosotros-

La mitad del contenido en el plato de Jayden vuela en el aire y termina en el suelo. Me encojo por el sonido de su cuchara metálica apuñalando el plato de porcelana. Voltea para mirar el desorden que hizo en el suelo.

Me llama la tención que mis padres no hayan mencionado aún la muy obvia herida que tiene en la mejilla izquierda. Él ignora los sermones de papá y los regaños de mamá, empujando la silla y alejándose de la cocina.

Cuando se va, parece que se olvidaron por completo de lo que pasó, y vuelven a interrogar a Seth acerca de sus lesiones y le preguntan por los culpables de su herida en la mejilla y el moretón. Escucho vagamente como lo acusan de juntarse con alguna pandilla de delincuentes locales y a él negándolo todo y jurando que fue por accidente.

Me río –Como si los ojos se pusieran morados por accidente-

Mamá y papá está de acuerdo conmigo y yo continuo devorando mi cena, tratando de ignorar la mirada intensa de odio que Seth me da. Jayden regresa con una toalla de cocina y silenciosamente limpia todo con ella. Les manda una mirada obscura a nuestros inconscientes padres antes de abandonar la cocina.

Rígidamente, termino mi comida y me levanto –Ya acabé-

Apenas me prestan atención; Siguen bombardeando a Seth con preguntas y mi hermano se esfuerza en no dejar salir información de más en sus respuestas. Jayden me da la espalda, recargándose en el lavadero, limpiando algo con el agua abierta. Cuidadosamente, me muevo para colocar mi plato en el lavadero. No quiero provocarlo.

Ni si quiera me mira de reojo, sólo continua como si no le importara. Eso me molesta, porque usualmente todo lo que hago lo hace enojar. Sea lo que sea; Mi presencia, mis pertenencias, mis acciones, mi voz, de alguna manera siempre logran disparar alguna reacción irritante en él. Honestamente, no tengo idea de lo que hago para enojarlo tanto, no lo sé, y siempre trato no hacerlo.

No me quejo de que aún no empiece a molestarme, así que me largo de allí antes de que decida cambiar de opinión. Cuando hago mi camino pasando por el comedor para llegar a las escaleras, escucho a papá diciéndole a Seth que debe escribir  una reflexión de sus actos, porque al parecer, un castigo no le hace efecto alguno.

-------

El baño apesta a orina. El aire está lleno del olor concentrado del amoníaco y rápidamente jalo la palanca del inodoro antes de rociar con agua la cabecera de la ducha y hasta el piso de mármol. Debí traer una jodida máscara de gas conmigo.

Inspecciono sombríamente la asquerosa excusa que tenemos por baño; hay manchas de jabón secas por todas las paredes y prendas de ropa húmedas esparcidas por todas partes. Limpiar el baño me puede chupar el trasero.

A través de los muchos años viviendo con mi familia, he llegado a una conclusión: Papá, Seth y Jayden no bajan la palanca del inodoro. Mamá y yo somos los únicos que lo hacen. De los tres, papá y Jayden son los más culpables del crimen, Seth baja la palanca de vez en cuando.

Me pregunto si los mataría bajar la maldita palanca por unos cuantos segundos, ya que al parecer su tiempo es tan valioso que ni siquiera se molestan en limpiar las manchas de jabón cuando se están duchando.

Sacudiendo la cabeza, continúo con mi trabajo. Es mejor que termine rápido si quiero hacer temprano la tarea. Estaba recogiendo toda la ropa mojada del piso cuando la puerta se abre.

Seth me mira con el ceño fruncido por un minuto o dos antes de señalarme que tiene que usar el baño un momento. Sin esperar respuesta me saca del baño y me cierra la puerta en la cara. Qué bonito de su parte.

Cundo abre la puerta otra vez, inmediatamente inspecciono el inodoro. Síp, justo como lo pensé. No bajó la palanca. Está a punto de irse cuando le toco suavemente el hombro, y voltea ligeramente en mi dirección.

Iracundo, ni siquiera lo pienso antes de que el comentario salga de mi boca –Hermanito ¿Por qué carajos nunca bajas la jodida palanca?-

Las esquinas de su boca se levantan en una sonrisa burlona. Lo hace ver mitad amenazante mitad travieso. Odio admitirlo, pero se ve como el mismísimo demonio –Nah. No me gustaría quitarte tu preciado trabajo-

Necesito toda mi fuerza de voluntad para no sacarle el cerebro con la esponja. El humor en sus ojos negro se desvanece. Gruño y me doy la vuelta.

Lo escucho reír mientras se va, la primera risa genuina que he escuchado de él en todo el día.

Idiota.

Notas finales:

Pobre Nico :'(

Nadie merece ser torturado con la limpieza del baño, yo sé lo que se siente :S

Gracias por leer, y por favor dejen sus comentarios!

Nos veremos en la siguiente actulización n.n

chao!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).