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SI TU AMOR ME CONDENA por BKITA ENAMORADA

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Notas del capitulo:

ok los hago un poco largos y aunque no he recibido ni un mensaje no me rendire! jijiji espero les guste el siguiente

CAPITULO 2

¿Dónde estoy? No recuerdo haberme despertado, pero entonces ¿sigo durmiendo? Creo que empiezo a recordar un poco el lugar pero lo dudo mucho,estoy en medio de una sala muy bien decorada con sillones blancos de gusto exquisito, tal vez un poco descuidados, una pequeña mesa de centro de cristal y se empieza a oír una voz a lo lejos que no ubico muy bien, trato de esconderme pero en cuanto supe de quien se trata la voz que no dejaba de reclamar deje de perder mi tiempo tratando de evitar lo inevitable puesto que no tenía donde esconderme así que me senté en el más grande de los sillones y comenzaba a revisar el  lugar a detalle con la mirada, hasta que vi una foto que aclaro mis sospechas, en efecto era una foto de Mina cuando era pequeña y sin duda esta era su casa y la voz rea de ella, aun no sé qué hago aquí ni como llegue pero quiero enfrentar a Mina y pedirle de la manera más decente que deje a Haruka, ya que si no tendrá que ver a una Michiru que no conoce, la Michiru que defiende lo suyo a toda costa…

-Haruka no me evites, desde que llegamos del crucero estas muy distante conmigo.

-Mina no estoy de humor. –Haruka sonaba fastidiada.

-¿tiene algo que ver Kaioh?

-ni siquiera sé de qué hablas Mina.

-por favor Haruka no soy idiota, ¿en serio crees que nunca me di cuenta de su relación? –Mina se veía exaltada.

-Mina no digas tonterías, entre Michiru y yo nunca hubo más que una buena amistad. –me sorprendió la serenidad de Haruka aunque saliendo con Mina no me extraña que haya tenido que desarrollarla.

-Mina ¿no sabías que es de mala educación hablar así de personas que no están? –al fin intervine pero parecía que nadie me escucho.

-en primera ¿Por qué tuvimos que ir a ese estúpido crucero? –apenas había notado que Mina estaba ¿tomada?

-por favor Mina desde que Seiya te hablo de Yaten te pusiste a tomar así.

-¡no me hables de ese imbécil! –cada vez elevaba más su voz.

-Mina creo que mejor debemos ir a la habitación a descansar.

-no, ¡yo me voy a la habitación y tú te quedas aquí o si quieres lárgate a buscar a Kaioh! –dicho esto aventó la foto que me indico a la dueña de la casa y se fue hecha una furia.

Haruka se sentó en el sillón junto donde me encontraba yo pro aun así no me notaba, tenía una actitud derrotada, una cara cansada y repentinamente dejo salir un suspiro. Se levantaba y se dirigía a un estéreo que por el tamaño bien podría apostar que lo escogió ella y para mi sorpresa apenas pude escuchar como pronunciaba lentamente “¿Por qué?”. Inmediatamente encendió el magno aparato y se escuchó la música…

Te encontré en la plaza, y aquel muro gris aun igual

Me hizo recordar el tiempo que te conocí, sigues muy guapa

Mil recuerdos encadenan, cualquier cosa que comentemos

No necesite ni darte un beso, nuestras miradas se los dieron

Reír y abrazarte, fue lo que sentí hacer

Y que el mundo se acabara después…

Hablarte y amarte, soy tan feliz de verte aquí de nuevo

Pero es muy distinto, ahora los dos somos ajenos…

Y sin embargo se repite la historia                      

Te sigo amando aunque no debería

En los secretos de mi memoria, siempre soñé con verte un día

Y sin embargo se repite la historia

Yo sé muy bien que es una fantasía

Pero quisiera tenerte aquí de nuevo mía, solo mía, por siempre mía.

“Michiru” dijo mientras suspiraba.

Cuatro abriles han pasado y aquel muro gris sigue igual

Tal vez serán los recuerdos, que no dejan pasar su edad

Reír y abrazarte, fue lo que sentía hacer

Aunque el mundo se acabara después…

Hablarte y amarte, se me olvidaba no está permitido

Hoy es muy distinto, hoy solo puedo ser tu amigo

Y sin embargo se repite la historia

Yo sé muy bien que es una fantasía

Pero quisiera tenerte aquí de nuevo mía, solo mía, por siempre mía.

-Haruka calla tu escándalo intento dormir. –solo se oyó el grito de Mina.

 -shimatta. –dijo Haruka entre dientes mientras apagaba su aparato de golpe, volvió a sentarse en el mismo lugar y yo aún no daba crédito a lo que había visto, primero mi linda rubia parecía tener la mirada perdida pero después oculto su rostro con sus manos y ligeramente empezó a llorar, tenía ganas de abrazarla, pedirle perdón y prometerle que nunca más la alejaría de mí.

-Haruka. –musite con desconfianza pero olvide que en ese momento era un fantasma.

-¿Michiru? –pregunto ella muy confundida y volteo hacia donde yo me encontraba, me puse feliz, sonreí de gran manera y entonces ella me miro con odio y desperté sobresaltada en esa gran habitación.

-solo fue un sueño. –Pensé- ¿pero qué tipo de sueño era? ¿En realidad que significa?

Otro día pasaba y cada día siento que es doloroso hasta respirar, pero hay algo (creo lo único) que sobrepasaba mi tristeza era mi duda, mi curiosidad. ¿Qué fue ese sueño? ¿Acaso eso paso en realidad? ¿Cómo es realmente la relación entre Mina y Haruka? ¡Por dios! Ni siquiera sé cómo es mi propia relación.

Quiero saber que tan real es mi sueño y aunque no creo en nada derivado a la lectura de cartas tal vez Rei, una antigua compañera, pueda ayudarme a resolver una de tantas cuestiones que me asechaban, la verdad últimamente estoy tan desesperada que cualquier esperanza me ayuda para no querer aventarme de un puente.

Una vez en la casa de Rei la encontré meditando por lo cual me avergoncé de haber llegado tan de repente y sin avisar, estaba decidida a retirarme y volver en un momento más oportuno.

-Michiru no te vayas. –Me dijo tranquila pero decidida y yo me sorprendí pues pensé que no había notado mi presencia.- si quieres hablar ahora está bien.

-eres sorprendente Rei. –dije muy tranquila.

-gracias, pasa por cómo te veo seguro quieres hablar de algo.

-si de hecho… -comencé a dudar de haber ido. –bueno tal vez no haya sido buena idea venir.

-no, por favor no te vayas, es más siéntate, hace tanto que no te veo que sería interesante hablar contigo. De lo que quieras. –luego me sonrió.

Ya que me acabo de convencer me senté enfrente de ella y creo que ella había abierto la boca para comenzar una plática cuando…

-¿me podrías ayudar? –dije de repente.

-claro –respondió un poco confundida.

-mira apenas tuve un sueño que me tiene perturbada. –Comencé a hablar- es sobre… (Por un momento dude) un ex novio que tuve y ahora tiene una relación y pues soñé que comenzaban a pelear. –ahora hablaba rápido y un poco confundida.

-Michiru si hablas de Haruka y Mina háblame claro porque si no me vas a confundir y no te voy a poder ayudar. –ella sonaba relajada y mientras a mí me tomo por sorpresa.

-¿Qué? ¿De qué hablas? –intente fingir.

-por favor Michiru, no temas yo no te juzgare, además ¿crees que una sacerdotisa como yo no sabía eso?

-bueno yo… -no sabía que decir.

-somos amigas, ahora cuéntame con libertad.

-¡uf! Pues ni modo, soñé que me encontraba en casa de Mina, en su sala específicamente y se encontraba Mina reclamándole a Haruka.

-perdón ¿Qué le reclamaba? –pregunto de repente Rei.

-su falta de atención por mi culpa, Mina se encontraba… -no sabía si decirle.

-¿tomada? De un tiempo para acá tiene afición por la copa.

-¿en serio? No me lo imagine.

-sí y Haruka es la única que la puede controlar, a veces. Pero sígueme contando tal vez te pueda ayudar en algo. –me dijo convencida mi vieja amiga.

-corrió a Haruka y se fue a dormir, Haruka se puso a oír música y luego de apagar el estero por orden de Mina se puso a llorar y sentí como luego de que pronuncie su nombre me miro con odio y desperté.

-mira Michiru no te puedo asegurar nada porque honestamente nada es seguro en esta vida pero pudo haber sido que hay alguien que quiere que veas más de lo que hasta ahora has visto.

-no te entiendo.

-bueno, tal vez no haya sido un sueño si no que tu alma se transportó a ese momento para ver lo que en realidad sucedió. –me comento también confusa la bella sacerdotisa.

-¿tú crees? –pregunte esperanzada, tal vez sería una señal.

-puede ser pero ya te dije que nada es seguro.

-gracias Rei, no sabes lo mucho que me ayudo hablar contigo.

-no Michiru, gracias a ti por considerarme y ven cuando quieras. –solo sonreí.

-Rei te prometo venir más seguido. –seguido de esto la abrace y me fui.

Regrese a mi casa con una sola idea en mi cabeza “hablar con Haruka a como dé lugar” yo sé que nada será como antes pero necesito saber que puedo volver a verla sin rencores pero antes de buscarla primero tenía que ir a aquel lugar…

Me arregle lo mejor que pude y me dirigí a ese lugar que me presento al amor. Estaba ya en esa pista que para unos no significaría nada pero para mí lo es todo, solo admiraba los autos y respiraba aquel aire tan peculiar cuando como destinada nuevamente a encontrarnos mi mirada se cruzó al mismo tiempo con sus hechizantes ojos que al parecer por su sorpresa también acababan de percatarse de mi presencia.

-¿Qué haces aquí? –pregunto con prepotencia

-¿y tú eras la que hablaba de modales? –comente muy tranquila.

-pues esta es mi pista y en tu dichosa fiesta de caridad no te volví a ver.

-lamento decirte que la pista desde hace más de un año parece másmía que tuya por visitarla incluso más que el personal de limpieza. –dije sonriente pues a pesar del nerviosismo que sentía aun recordaba mi firme pensamiento y si aquel sitio me daba la oportunidad de hacer lo que quería no me iba a echar para atrás.

-¿llegaste a venir aquí? –ahora si la sorprendí.

-claro, hice una promesa a la que no puedo faltar. –creo que empezó a bajar la guardia.

-tienes razón muchas veces prometemos estupideces. –me equivoque.

-Haruka… perdón, por lo que sea que te haya hecho.

-Kaioh ¿es enserio? –Pregunto burlona- me lastimaste y un perdón no lo remedia.

-¡pero no sé lo que te hice! –tenía que tranquilizarme.

- la última vez que nos vimos te lo dije y si no lo recuerdas no es mi problema, además si esta pista es tuya no creo ser bienvenida así que me voy. –y sin dejarme siquiera responder me dio la espalda y se fue.

Creo que mi plan no funciono pero si quiero volverlo a intentar, primero debo saber de qué rayos habla con lo que le hice.

-¿te das cuenta de lo que hiciste? –pregunto la morena.

-por favor Setsuna si quisiera un regaño se lo diría a mi madre –chillo la rubia

-ella te pidió disculpas y tú solo le recriminas todo.

-está fingiendo que no sabe de lo que hablo.

-¿y si en realidad no lo sabe? Michiru no es como tú dices.

-Michiru no es nada de lo que yo pensaba.

-¿Por qué escondes tu tristeza con esa furia? Las conozco Haruka y tal vez ambas cometieron errores pero ella se disculpó.

-entonces yo soy la que se tiene que disculpar –se irrito la rubia.

-todo lo malinterpretas, y no me has respondido mi pregunta.

-¿Cuál?

-¿Por qué escondes tu tristeza Haruka? ¿Te da miedo lo que sientes?

-¡cállate Setsuna! Estoy harta de todo, de ti, de ella, de mina, de Seiya, DE TODO.

-Haruka ¿Por qué sigues con mina? Seamos sinceras, ustedes no se quieren y ambas empezaron a salir por un desamor.

-no puedo dejar a mina, su alcoholismo cada vez crece más y si Michiru se dio la oportunidad de rehacer su vida yo también puedo.

-no quiero decir que reinicien su relación, solo una amistad sin rencores

-¡por dios Setsuna! ¿Crees que sea posible?

-no veo porque no –sonreía con picardía.

-solo te gusta hacerme enojar –dijo esto y echo la cabeza hacia atrás.

-Haruka somos amigas o por lo menos eso éramos las tres, por favor Haruka promete que lo vas a intentar.

-…no–dijo fría y cortante.

-¿Por qué? –Setsuna comenzaba a fastidiarse

-¡porque no puedo! ¿En serio no lo entiendes? –grito exaltada.

-¿todavía la amas verdad? –ella lo sabía pero quería que ella lo aceptara.

-sí, todavía la amo –confeso más para sí misma que para su amiga.

-prométeme que lo intentaras –Setsuna aprovechaba el momento.

-no quiero –parecía distante.

-por favor…

-está bien –ya estaba harta –al fin y al cabo no sería la primera vez que prometo una tontería.

La desanimada rubia salía de la casa de su amiga con aquella promesa que le hizo, más bien le obligo a hacer. ¿Ahoraqué haría? Aunque la bella violinista seguía formando parte de su mente, de su ser, seguía siendo su primer pensamiento al despertar y el ultimo antes de dormir, ahora ambas tenían caminos diferentes con personas muy distintas.

Tal vez la idea de una amistad sin rencores no sea tan mala. Michiru se lo había propuesto, pero ¿Cómo ser amiga del amor de tu vida y a la vez verla feliz con alguien más?

Inconscientemente se dirigía a la casa de Michiru, su casa, aún tenía la llave pero tal vez ya había cambiado la cerradura, para rectificar sus sospechas metió la llave en la cerradura y para su sorpresa entraba a la perfección. Ya había comenzado a darle vuelta pero se detuvo de pronto y se imaginó que tal vez ella estaría con Seiya (el simple hecho de imaginarlo la enloquecía) pero recordó a lo que iba y se tranquilizó. Además sabía que Michiru ya no era su novia, ni esa era su casa así que dejo la llave y toco el timbre. No tuvo que esperar mucho para que aquella escultural figura abriera la puerta.

-¡Haruka! –dijo Michiru sin ocultar su sorpresa.

-¿puedo pasar?

-sí, perdón –apenas salía de su sorpresa –pasa ¿me permites? Es que tengo visitas.

-¿estas con Seiya? –la rubia se lo imaginaba.

-¡no! –respondió la artista casi asustada.

-bueno, quería hablar contigo pero si no puedes tal vez sea mejor después.

-no, por favor no te vayas –dicho esto Haruka pasó y vio a la visita: era Rei.

Por un momento se sintió tonta de pensar que estaría con Seiya pero dejo esa idea en segundo plano para revisar la casa con la mirada (manía que había adoptado por Michiru) se dio cuenta de cada cosa seguía en su mismo lugar, excepto algunas fotos de ellas dos juntas, que había cambiado por paisajes muy hermosos que seguramente pinto Michiru, hubo un cuadro en especial que llamo la atención por completo de la rubia. Era una hermosa obra donde se encontraba la espléndida rubia junto a su auto de carreras donde conoció a Michiru, donde la dejo y donde la reencontró como si esa pista las atrajera a su místico destino.

-¿te gusta? –pregunto Michiru muy contenta

-¿ya se fue Rei?

-sí, se despidió de ti, pero ambas nos dimos cuenta que estabas muy distraída.

-¿Cuánto tiene que quitaste las fotos? –parece que se quería torturar.

-no los quite –contesto serenamente Michiru pero con menos alegría.

- ¿crees que soy tonta? ¿Si no están aquí entonces dónde están? –pensó que jugaba con ella.

-acompáñame por favor –y sin decir más se dirigió a su habitación.

-‘¿Qué es lo que quieres Kaioh? –su imaginación comenzó a trabajar cuando vio el cuarto.

-por favor, no me llames Kaioh –recordó las palabras de Mina- solo quiero mostrarte como quedo el cuarto, a veces no salgo de ahí.

Una vez dentro la velocista quedo boquiabierta pues no solo estaban las fotos que ya estaban ahí sino también las que creía faltantes y en una repisa muy hermosa estaba la pequeña colección de Haruka: autos en miniatura. Todo acomodado, adornado y limpio con esmero.

-¿Seiya ha entrado aquí? –pregunto la rubia.

-nunca ha llegado más allá del comedor.

-Michiru… yo también quiero que sigamos siendo amigas, sin rencores, por los viejos tiempos.

-¿en serio? –su rostro se ilumino como nunca, la sonrisa era plena y sincera y sin siquiera esperar una respuesta, mando la prudencia al diablo y la abrazo fuertemente.

Haruka correspondió al abrazo porque a pesar de como la trato, ella la perdono. La rubia recordó que tenía un asunto pendiente y dejo a su nueva “amiga”.

-Rei, tengo que contarte algo –llamo de inmediato a su amiga.

Estaba ansiosa porque llegara Rei pues aun pienso que todo esto es un sueño, que mi gran ilusión era lo que había imaginado todo y si era verdad o no necesitaba a Rei a mi lado para apoyarme y aconsejarme. Yo quise ir a su casa, pero ella me dijo que venía y aunque solo han pasado cinco minutos los he sentido una eternidad, pero aun así la más hermosa eternidad.

Tocaron la puerta mientras yo recordaba su abrazo y me dirigía a abrir.

-¿Qué paso Michiru?

-¡Rei! –después de verla, emocionada la abrace- ¡estoy feliz!

-se nota, pero cuéntame que paso –respondió Rei sin moverse por la sorpresa.

-Haruka estuvo aquí –desde ahí pensé que era un sueño

-lo se Michiru, yo estuve aquí cuando eso paso –estaba irritando a mi amiga.

-perdón–en un momento me apene –cuando nos quedamos solas comenzamos a hablar sobre las fotos, la lleve al cuarto…

-¿Qué? –imagino que pensó.

-no me interrumpas, le enseñe la decoración de la recámara.

-lo siento –poco después tuvo una risita nerviosa.

-bueno, en resumidas cuentas me dijo que quería que siguiéramos siendo amigas.

-espera –me detuvo de repente -¿Haruka te pidió la reconciliación a ti?

-sí, lo sé, aun yo misma sigo sin creerlo totalmente –y era cierto.

-wow ¿Qué le habrá hecho cambiar?

-aun no lo sé, es difícil hacer que Haruka cambie de opinión.

-sí, es muy obstinada.

-¡oye! –le reclame, en cierta forma me ofendió

-es la verdad, tú y ella son iguales, tal para cual.

-si, tal vez tengas razón –conteste muy nostálgica.

-perdón Michiru –se arrepintió al instante –no era mi intención.

-no te preocupes Rei, no es para tanto

-es que a veces soy muy imprudente –note que se avergonzó

-ja, mejor vayamos a dar una vuelta que nos pegue tantito el sol

-tienes razón, Michí –pronuncio esta última palabra con burla

-¡ay! Sabes que odio ese apodito –bromeamos un poco.

-lo sé –soltó una risita –pero Seiya le dice así.

-mejor ya vámonos Rei –sin dejarla decir más salimos de ahí.

Nos dirigimos entre bromas y risas al parque más cercano ya que nos dimos cuenta de lo bello que era el día y comer un helado no estaría mal. Había momentos en que dejaba de ponerle atención a  mi ahora inseparable amiga, quería saber lo que era realmente sucedió entre Haruka y yo, no estaba dispuesta a volverme a disculpar por algo que no tenía ni la másmínima idea de haber hecho, o tal vez hice sin saberlo pero yo le llame, le mande cartas e intente de mil formas, yo la amaba…

-¿entonces? –pregunto mi compañera

-¿el qué? –era obvio que no ponía atención.

-lo bueno es que no te decía nada. –sonrió muy burlona.

-¡oye! Eso no se hace. –me hice la ofendida.

-no seas sentida.

-sí y aparte soy muy obstinada. –le dije fingiendo molestia.

-en eso tienes razón. –escuche una voz masculina a mis espaldas.

-¡Darien!

-que gusto volverte a ver Michiru. –sonreía muy tiernamente.

-Darien ¿Cuándo volviste? –recién pregunto Rei.

-hola Rei, hace poco estoy aquí y pensé despejarme un poco, no imagine encontrarlas y mucho menos juntas pero es una grata sorpresa.

-¿Serena ya sabe que estas aquí? –pregunte.

-no, iba para su casa, quería darle una sorpresa.

-yo también estoy muy feliz de volverte a ver.

-¿solo a ella Darien? –Rei empezaba a preguntar.

-claro que no Rei, extrañe a todas. –se apeno de lo que había dicho.

-si, a todos pero sobre todo a Michiru. –eran evidentes sus insinuaciones.

-por favor Rei si a quien más extraño es a Serena ¿verdad?

-sí, Michiru tiene razón. –él estaba un poco más aliviado.

-bueno yo pienso que… -salvado porque el celular de Rei sonaba.

-¿recibiste mis cartas? –una vez a solas él se animó a hablar.

-si Darien, eres muy tierno solo que no siempre te podía contestar con la frecuencia con la que tú me escribías.

-te escribía cada dos días. –parece que la parecía poco.

-y yo cada semana. –a mí me parecía suficiente.

-o cada quince días. –dijo un poco enfadado.

-era según qué tan ocupada estaba. –a veces no quería escribirle.

-bueno yo siempre me daba un tiempo para escribirte.

-aunque no te escribía, nunca deje de pensar en ti. –ahora si lo pude callar.

-perdónenme chicos pero olvide que tenía un compromiso, Michiru ¿no te importa que te deje con Darien? –al parecer olvido sus burlas.

-no te preocupes, vas con Nicolás ¿verdad?

-mejor nos vemos luego. –su sonrojo fue notorio.

-está bien Rei, Michiru ¿quieres ir con Serena?

-sí, siempre es un placer ver a señorita Tsukino.

Después de esta peculiar platica nos dirigimos a casa de esa niña tan simpática que ya había madurado mucho, se podría decir que ya era toda una mujer hecha y derecha además de mantener su alegría y su inocencia tan característica, seguía preocupándose siempre por todos al parecer ella nunca veía la maldad en la gente. Me parecía que era la chica perfecta por eso le hice a Darien la pregunta de la cual suponía la respuesta.

-¿le vas a pedir a Serena que se case contigo?

-ya lo había pensado pero no estoy seguro.

-pero cuando te fuiste prometiste que regresando estarías con ella.

-y así va a ser pero ya no estoy tan seguro de querer casarme.

-no te preocupes, cualquier cosa que decidas, sabes que cuentas conmigo.

-gracias Michiru ¿tú quieres que me case?

-claro, bueno si tú la quieres y ella te quiere.

-ese es el problema.

-¿crees que no te quiere? –estaba siendo ingenua.

-yo sé que Serena si me quiere pero empiezo a dudar de lo que siento por ella.

-no puedes hablar en serio Darien, tal vez fue la distancia.

-no lo sé Michiru, estoy confundido.

-¿conociste a alguien? –pero cuando nos dimos cuenta ya estábamos enfrente de su casa. –después hablamos, ahora escóndete porque será una sorpresa.

-tienes razón y Michiru…

-¿sí?

-gracias, eres una gran amiga, te quiero mucho. No sé cómo Haruka te dejo ir, si yo estuviera con alguien como tú no la soltaría jamás. –después de esto me miro con ternura.

-eres tierno y un mentiroso así que escóndete. –no veía nada malo en ese comentario.

Darien se encontraba escondido mientras yo tocaba la puerta, un momento después vi a una hermosa rubia con coletas vestida de forma muy bella que me recibió con una euforia increíble.

-¡Michiru! –inmediatamente se lanzó sobre mí. – ¿cuánto tiempo sin verte?

-mucho Serena ¿sabes? Te tengo una sorpresa.

-¿en serio? Pásate. –estaba emocionadísima.

-no, tienes que ver tu sorpresa aquí. –y dicho esto apareció Darien.

-¡Darien que gusto verte! –y abrazo con fuerza a su novio.

-bueno, ahora que cumplí me puedo retirar.

-no hace falta yo creo que Serena entenderá que vienes conmigo. –me tomo la mano.

-¿Qué es lo que pasa aquí?

-nada Serena ya me voy. –me parecían graciosos sus celos.

-Serena. –dijo Darien en forma de reproche.

-no te preocupes Darien, de todas formas pensaba pintar un rato.

-lo siento Michiru, no quería hacerte sentir incomoda. –Serena se disculpó.

-tranquila Serena no me sentí incomoda, comprendo que lo celosa nunca lo cambiaras.

-jejeje solo un poco pero ¿en serio no quieres pasar?

-no, gracias con permiso.

-nos vemos luego. –me despidió con una sonrisa la rubia.

-hasta luego Michiru. –se despidió mi amigo.

Después de esta amena conversación sonó mi celular y cual sería mi sorpresa sino que era una llamada de Haruka, sin hacerla esperar más conteste el aparato con una sonrisa en mi rostro.

-¿hola?

-Michiru ¿estas desocupada mañana en la noche?

-¿Por qué?

-solo quiero saber si tienes planes.

-pues no pero…

-¡excelente! Entonces mañana vamos a bailar.

-¿me estás diciendo o me estas preguntando?

-dijiste que no tenías planes.

-¿escuchaste el pero?

-señorita Michiru Kaioh ¿sería tan amable de acompañarme a bailar mañana en la noche? –me dijo en tono de burla.

-¿ya viste que es muy diferente?

-¿sí o no?

-bueno no creo que sea correcto tú tienes a Mina y yo a Seiya.

-Michiru vamos a ir en plan de amigas nada más, entonces ¿Qué dices?

-mmm… pues si estaría muy bien.

-mañana paso por ti ¿a qué hora?

-a las 7 está bien y ¿A dónde me vas a llevar?

-es una sorpresa, entonces nos vemos mañana.

-sí, no te preocupes, adiós. –colgué después de un largo suspiro.

-vaya ¡qué día!

Notas finales:

adoro a Darien y el nos dara mas sorpresas que nadie jijiji no podia faltar aqui


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