Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

DUNE por Aomame

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

DUNE

2

 Cuando miró de nuevo, los recuerdos regresaron.

-¡¿El Jeque?!

Hyde asintió y se encogió de hombros.

-Ya les dije que no soy árabe pero no entienden-dijo tranquilamente-insisten en que soy el jeque y que debó quedarme.

-Oie Hyde-Ken se acercó y  le murmuró al oído-ellas… ¿son parte de tu harem?

Hyde lo miró y ambos, como siempre, esbozaron esa sonrisa pervertida de complicidad.

-Creo que sí-dijo el vocalista sin dejar de sonreír.

-¡Me alegra tanto ser tu amigo! - gritó Ken al tiempo que lo abrazaba-¡ Y es mejor aún que seas compartido!

Tetsu sintió que le saltaba una vena de la sien.

-¡Ustedes dos!-dijo- ¿tenemos un problema no se dan cuenta?

Ken y Hyde repararon en él.

-¿problema?-repitió Hyde ladeando el rostro-¿cuál?

-¡Akuma!-Tetsu respiró hondo- ellos dijeron que debes quedarte, eso significa que no van a dejarte ir, y quizás a nosotros tampoco. El punto es que estamos prisioneros.

-¿Prisioneros?-Ken se irguió, se quitó el cigarro de la boca y exhaló el humo-había escuchado cosas horribles de medio oriente, pero Tetsu, nuestras habitaciones son un lujo, y el harem de Hyde también… ¡es el paraíso! Sí es una prisión ¡Qué me den cadena perpetua!

-¡Tú…!

-Cómo sea, Tetsu san-Yuki lo tomó del hombro y evitó que comenzará alguna discusión sin sentido-tenemos que calmarnos y encontrar la solución.

Tetsu respiró hondo. Hyde los miró a los tres y frunció el ceño.

-Lamento que estén aquí por mi culpa-dijo- intentaré averiguar qué es lo que pasa, porqué ellos dicen que soy el jeque. Y nos iremos a casa, Tet chan, te lo prometo.

-Doiha, no es tu culpa… es sólo que me preocupa que de alguna manera te retengan aquí.

Yuki suspiró, y Ken se dio la vuelta llevándose el cigarro de nuevo a la boca. Hyde lo miró y le sonrió calmadamente.

-Señor-uno de los hombres del sequito que acompañaban a Hyde se acercó y le habló en perfecto japonés-por favor, es hora del almuerzo.

-¡Es verdad!-Hyde los miró-venía a decirles eso. Vamos a comer.

-¡Genial!-dijo Ken y se adelantó para rodear con un brazo el cuello de Hyde y susurrarle  cosas que seguramente tenían que ver con el harem.

+++

-¿y qué es esto?-dijo Hyde señalando una especie de rollitos sobre la mesa.

-berenjenas.

-¿y eso?-señaló Ken otra cosa.

-pepino libanes.

-¡Waaa sabe bien!-dijeron vocalista y guitarrista al mismo tiempo.

Por su lado Yuki se limitaba a probar lo que estuviera a su alcance sin decir demasiado, y Tetsu, él comía sin apartar su vista de los hombres que iban y venían con viandas; ni tampoco de Hyde que no parecía nada asustado, por el contrario, lo estaba disfrutando.

Al terminar el desayuno les retiraron los platos y el hombre que sabía hablar japonés se tomó la libertad de sentarse en la mesa con ellos. Tetsu pensó que ese tipo lo irritaba.

-Hyde sama-dijo- Por el momento hemos dejado su agenda libre. Puede hacer lo desee, sólo ordene.

-¿lo que desee?

-Sí-el  hombre sonrió- puede pasear en camello por las dunas de arena,  o por los amplios jardines del palacio. También si lo desea puede escoger entre su harem y tener algún encuentro carnal, o si lo desea…

-Espera, espera…-Ken lo detuvo con la mano-¿qué hay de nosotros, eh?

-ah, bueno. Eso depende de Hyde sama, si él quiere compartir algo de todo eso con ustedes.

-Sí quiere, ¿verdad, Haide chan?

-¡Ken!-Tetsu lo reprimió, mientras Yuki se reía por lo bajo.

-Hyde sama-dijo el hombre-¿qué desea hacer?

-quiero conocer el palacio-dijo- y dejen que mis amigos hagan lo que quieran.

El hombre asintió y dijo a los otros hombres cosas en árabe, que ninguno de los cuatro entendió.

+++

Tetsu eligió ir con Hyde a su paseo por su ahora palacio. En tanto que Yuki y Ken regresaron a las habitaciones. Tetsu sabía a qué iba Ken, pero no estaba muy seguro de Yuki.

En fin, él y Hyde se pasearon por las amplias y hermosas habitaciones. Se deleitaron con las grandes columnas, con los techos altos, con las telas que colgaban y adornaban las estancias, con los aromas que se filtraban por las rendijas de las paredes e inundaban sus sentidos.

Eran guiados por los hombres de antes, y ese que hablaba japonés les explicaba lo que veían. Pero terminaron hartándose de ellos. Eran un montón de tipos custodiándolos como guardaespaldas, probablemente eso eran.

Llegaron a la biblioteca. Una estancia en forma circular, cuyo contorno estaba tapizado de piso a techo por libros y pergaminos; en el piso  había un dibujo de un cielo estrellado nebuloso, parecía recién pulido, y en el techo los mosaicos dibujaban un suelo de arena dorada. Era como el mundo al revés.  Y a los costados, entre estante y estante, había grandes ventanas que  permitían la entrada de luz al centro de la habitación. Era con mucho el lugar más hermoso del palacio.

Entonces fue cuando Hyde se paró en una de las ventanas. Tetsu lo vio a contra luz, le gustaba Hyde así, vestido de árabe y tomándose su papel de Jeque con seriedad. Aunque no lo crean Hyde era muy serio…cuando de trabajo se trataba, o cuando la situación lo requería. En pocas palabras era un hombre confiable. Hace mucho que Tetsu había dejado de recordarse eso.

Hyde dio un paso atrás y señaló algo detrás de la ventana.

-¿¡Qué es eso!?-dijo con alarma

Los hombres se acercaron en bandada a la ventana, al tiempo que Hyde les dejaba espacio. Cuando Tetsu iba a imitarlos, el vocalista lo tomó del brazo y lo jaló fuera de la habitación, cerró la puerta y con un mueble la bloqueó.

Tetsu lo vio actuar con la boca abierta.

-¡A-akuma!-le dijo- En verdad eres un akuma. ¿Cómo se te ocurrió? ¿Por qué?

-Quiero pasear libre, Tet chan-dijo y le sonrió infantilmente-¡vamos!

Echó a caminar y el bajista lo siguió aún sin creer lo que había pasado. Se imaginaba a los tipos esos molestos y gritando blasfemias árabes… tal vez después de eso no querrían a Hyde de Jeque.

Salieron por una de las puertas, y de pronto se encontraron en medio de un patio inundando por el Sol. Había una fuente de la que brotaba agua con un suave y agradable murmullo y las aves cantaban a lo lejos ya que no podían verlas.

Hyde caminó por las baldosas del piso con ligereza, y Tetsu lo siguió sintiéndose pesado, su ropa no era la adecuada para el lugar, pero parecía que a su demonio de amigo, eso le importaba poco.

-Doiha, ¿sabes a donde vamos?

-Sip

-¿a dónde?

-Vamos por camellos.

-¿camellos?

-Sí, Tet chan, ¡vamos a escaparnos! –dijo riéndose, Tetsu no sabía si era buena idea considerando que Ken y Yuki estaban todavía dentro del palacio.

-Doiha, espera… no creo que sea buena idea… oye… ¿cómo sabes donde hay camellos?

Hyde se volteó y le sonrió.

-Los vi por la ventana de la biblioteca.

-¿ah?

Hyde se detuvo. Los hombres que cuidaban a los animales lo reconocieron, quizás por las ropas, y lo saludaron. Tetsu vio como con señas el vocalista les decía lo que quería. Los hombres no parecían muy convencidos pero al final le dieron un camello y a Tetsu le prestaron ropa adecuada: Una túnica y un manto como los de Hyde, claro que de una tela más sencilla. Los ayudaron a montar, Hyde subió enfrente con las riendas en las manos y Tetsu detrás de él aferrándose a su cintura.

-oie Doiha-le dijo con todo el afán de molestar-¿desde cuándo eres tan valiente?

Hyde se rió y se encogió de hombros.

-Quizás es por el calor-contestó y comenzaron a avanzar.

-¿A dónde vamos? Doiha, no quiero perderme en el desierto.

-tranquilo Tet chan, me dijeron por donde irme…hey ¿desde cuándo tan cobarde?

-Siempre lo he sido.

Hyde iba a contestarle, pero prefirió callarse. Sin embargo, su silencio fue claramente leído por Tetsu. “Ya lo sé” era lo que iba a decirle. Y Tetsu sintió vergüenza de sí mismo, ahora como nunca la tuvo antes, ni siquiera en ese entonces. Ahora, en ese momento, sobre el lomo de ese animalote, tomando la cintura de su amigo, fue que recordó lo cobarde que fue en el pasado. Sintió un escozor en sus ojos y hundió el rostro en el manto de Hyde.

+++

-¡Llegamos!- le anunció Hyde con algarabía, señalándole algo enfrente.

Tetsu se asomó y vio algo maravilloso: un oasis. Ya estaba harto de ver arena, arena y más arena… ni siquiera un animalillo por ahí.  Y hablando de animales también estaba cansado del bamboleo del camello.

-Doiha, ¿cómo te enteraste de esto?

-¡Ah! hoy en la mañana me dijo algo Alí, cuando me enumero todas mis propiedades.

-¿Alí? ¿Quién diablos es Alí?

-El que habla japonés-dijo Hyde quitado de la pena.

Detuvo el camello y ambos se quedaron quietos.

-etto… Tet chan ¿sabes cómo bajar de esto?

Tetsu no supo si reírse o sentirse derrotado. No, no tenía idea. Así que iniciaron el plan b: Tetsu se bajó mientras Hyde mantenía quieto al camello. Con dificultad pasó una pierna al otro lado de la silla de montar, estando así decidió saltar, cayó en la arena caliente de rodillas y tuvo que levantarse rápidamente.

-¿estás bien Tet chan?

-sí-dijo, ató al camello en una palmera cercana y regresó  a donde estaba- ven, es tu turno.

Hyde frunció el ceño no estaba muy seguro de cómo hacerlo, pero aún así hizo lo mismo que Tetsu, saltó pero no cayó sobre la arena, sino sobre su amigo. El bajista sintió en su espalda el escozor de la arena caliente.

-¡Doiha!

Hyde se incorporó al tiempo que se reía

-Gracias Tet chan jajaja…-dijo y echó a correr hacía el oasis.

-¡Hey! ¡Espera!-se levantó y corrió detrás de su amigo.

El manto blanco de Hyde se desprendió de su cabeza,  se soltó de sus hombros, y salió volando. Tetsu atrapó la prenda y siguió corriendo detrás de él. El vocalista se detuvo sólo para quitarse los zapatos e internarse en el pequeño y no muy profundo estaque. Tetsu vio su figura saltado y salpicando agua. Lo siguió. En ese momento, sin darse cuenta, él también reía.

Cuando llegaron a la mitad del estanque, se miraron frente a frente. El agua les llegaba a la mitad de la pantorrilla. Levantaron la vista. Las palmeras les hacían sobra y el incandescente Sol sólo podía rodearlos con el calor que irradiaba a través de las verdes hojas.

Cuando bajaron la vista, se encontraron. Hyde le sonrió ampliamente. Y Tetsu le correspondió. Le había bastado un segundo para sentirse completamente libre. Un segundo para mirarlo de nuevo y recordar muchas cosas hermosas.

Hyde aún llevaba el peinado del concierto, sus trenzas caían en sus hombros suavemente, y sus ojos que conservaban el tono gris brillaban con alegría. Hace mucho tiempo que no lo veía así, mucho tiempo desde la última vez que Hyde le sonreía de esa manera. Y eso lo hacía feliz a él.

Se acercó chapoteando agua y a centímetros de su amigo, le colocó el manto de nuevo en la cabeza y lo acomodó alrededor de sus hombros.

-Toma-le dijo- mucho Sol hará que envejezcas.

-jajajaja  Yo no envejezco, Tet chan; soy un vampiro

-jajaja Doiha, si lo fueras en este momento ya estarías hecho cenizas- Tetsu dejó que su mano paseará por  la mejilla de su amigo- pero a veces me pregunto si de verdad no lo eres.

Hyde le sonrió, dio un paso  atrás y se gachó para lanzarle agua con la mano. Tetsu decidió seguir el juego, y pensó, que ojala hubiera traído una de sus pistolas de agua, así esa pequeña guerra sería más divertida.

 Se corretearon lanzándose agua, ya con la mano, ya con el pie, hasta que sus ropas quedaron empapadas, hasta que les dolió el estomago de tanto reírse, hasta que Tetsu tropezó y cayó de bruces sobre el pecho de Hyde, que no lo aguantó y fue a dar al agua también.

Tetsu se incorporó ligeramente. Hyde reía a pesar del golpazo, y él, él no podía articular palabra. Estaban muy cerca; podía ver las gotas de agua que salpicaban el rostro de su amigo, podía ver cómo estás escurrían por la piel clara, podía ver su sonrisa, amplia y hermosa; y sentir el suave y dulce aliento que escapaba de entre sus labios.

Con autonomía de su mente, sus manos atraparon el rostro de Hyde, quién censuró su risa paulatinamente después de sentir aquel contacto. Se miraron. Era como antes, justo como antes. Como cuando se miraban y el universo existía en los ojos del otro.

-¿Tet chan?-dijo Hyde-¿tienes hambre?

Tetsu salió de su ensimismamiento y asintió al tiempo que se apartaba del cuerpo de su amigo. Hyde se levantó también y se encaminó a donde habían dejado al camello. Entonces Tetsu se llevó las manos al pecho. Su corazón latía con fuerza, no lo entendía ¿Por qué ahora? ¿Por qué de nuevo?

+++

Hyde volvió y le tendió una hogaza de pan.

-me  dieron esto -dijo y se sentó a su lado bajo una palmera- les pedí algo de comer, por si nos daba hambre.

-vaya, eres muy previsor-le dijo cortando un pedazo y llevándoselo a la boca-tal vez si seas un buen Jeque, después de todo.

-Tet chan, yo hago música, no sé de gobernar cosas-dijo y también cortó un pedazo de su hogaza de pan.

-¿eso significa que no te quedarás?

Hyde tragó y bebió un trago de la cantimplora que también había traído consigo.

-¿Ne Tet chan, me extrañarías si me quedo?

-Claro que sí. Sin ti L’ arc en ciel se termina, muere. Para sobrevivir L’ arc en ciel te necesita.

-ya…-Hyde miró sus pies ya secos- ¿sólo L’arc en ciel me extrañará?

-Bueno, también esta Vamps.

-Vamps…-Hyde repitió la palabra, y el pedazo de pan que iba a llevarse a la boca lo mantuvo entre sus dedos.

-¿Qué pasa?-Tetsu tomó la cantimplora y bebió de ella.

-nada, sólo pensaba que… nada ha cambiado.

-¿ah?

-Olvídalo, Tet chan-Hyde lo miró y le sonrió- se siente como estar de vacaciones-dijo y se estiró- me dormiré un rato.

Tetsu vio como su amigo se acomodaba sobre la arena y cerraba los ojos. Poco después lo imitó y se recostó a su lado. Pensó  fugazmente que tanto su ropa como la de Hyde estaban empapadas, pero era mejor así, se mantenían frescos por un rato más.

+++

Tetsu tuvo un sueño, en realidad fue un recuerdo. Pudo verse a sí mismo de una manera diferente, se vio y por alguna razón no pudo reconocerse, su sueño, su recuerdo, fue más bien una pesadilla. Empezó de la nada, empezó con la voz de Hyde llamándolo.

-Tet chan

-No, Doiha, ya te lo dije. Entre nosotros las cosas no pueden cambiar.

-¿por qué no? Nosotros nos…

-Doiha, te lo digo, no es bueno. No funciona, sin nos involucramos de esa manera L’arc corre peligro. Ya lo hemos visto en otras bandas… Olvídalo, es mejor así, entre nosotros nada debe cambiar ¿entiendes?

Despertó dando un pequeño salto.

-Tet chan, ¿tuviste una pesadilla?

Hyde se inclinó para mirarlo de cerca, Tetsu se incorporó obligándolo a regresar a su lugar.

-sí-dijo-, no importa.

Hyde fijó su vista en él por un segundo y luego la regresó al frente. Tetsu  se incorporó y miró también;  el atardecer estaba en curso, el disco naranja del Sol estaba parcialmente oculto tras la duna de arena frente a ellos.

Suspiró y miró a su amigo de nuevo. No. No era su amigo, hubo un tiempo en el que sí, pero eso fue hace mucho, mucho tiempo atrás.

Observó el perfil de su rostro, la luz dorada del Sol que lo iluminaba. Lucía más guapo que nunca, más tranquilo también, lucía igual a la primera vez que lo vio.

-Doiha-lo llamó suavemente y este giró el rostro lentamente hacía él-estaba pensando… que no has cambiado nada.

-¿de qué hablas?-le sonrió-Por supuesto que no, ya te dije que soy un vampiro.

Tetsu se rió ligeramente y se acercó un poco más, de forma que sus manos podían alcanzarlo.

-No, no es por eso-dijo y estiró su mano para tocar como antes la mejilla contraria- Justo aquí recordé muchas cosas. Entre ellas que…- suspiró-. Tienes razón. No has cambiado tú ni he cambiado yo. Nada ha cambiado, aún te sigo amando.

 El Sol se ocultó por completo detrás de la duna de arena, cuando la última silaba escapó de sus labios.

Notas finales:

Wola! Espero que les haya gustado!! No tengo mucho que decir, creo que el fic lo explica todo... pero si les quedo duda de algo, siempre me pueden preguntar.

Hasta la proxima!

                                    continuará...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).