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La respuesta por Yais

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Notas del capitulo:

¡Hola gente linda!, aqui estoy yo con un capítulo nuevo y repitiendoles lo muy agradecida que estoy por sus comentarios. Gracias a Shu-Shu, Kay-nee, Zulli, Pexan09, Sunchi, Saya x369, Haru Uzumaki y Zanzamaru. ¡A todos nos encanta Sasuke celoso! ¿verdad? :D.

He estado un poco deprimida estas últimas semanas y como cada vez que alguien mencionaba Naruto me ponía a llorar (jaja, de verdad) creí que no podría escribir el capítulo pero ¡lo logré! e incluso fue más largo de lo normal, quería compensar el retraso con el chap pasado.

Espero les guste y... yo me iré por ahí a llorar por *spoiler* el pelo de Gaara :'D.

Capítulo 13


 


Como todas las mañanas, desde que se graduaron del colegio, Naruto, Lee y Sai se reunieron en el pequeño campo de entrenamiento asignado a su equipo. Los dos primeros se dedicaron a practicar su puntería lanzando shurikens, mientras que Sai se puso a meditar sentado con las piernas cruzadas y los ojos cerrados, varios metros lejos de ellos.


El pintor estaba tan acostumbrado al escándalo que hacían sus amigos que, incluso, podía adivinar a quién correspondían las pisadas que escuchaba. Por eso, cuando distinguió un ritmo de pasos diferente al usual detrás de él, volteó la mirada para ver quién se acercaba.


–Sakura – saludó en cuanto distinguió a su amiga, e inmediatamente echó un vistazo hacia sus compañeros para saber si ellos también la habían notado, pero no.


–Hola, Sai. No quería interrumpirte, estoy buscando a Naruto – ella también desvió la vista hacia sus otros dos amigos –¿crees que falta mucho para que termine?


Sai negó levemente –lo dejará tan pronto se dé cuenta que estás aquí.


–Sí – Sakura hizo una mueca que pretendió ser una sonrisa antes de sentarse a un lado de su interlocutor–quiero disculparme con él, con todos, tenías razón, ayer perdimos por mi culpa.


Sai se inclinó ligeramente hacia ella mientras negaba –no tienes que disculparte, no fue sólo tu culpa.


Sakura se tensó –gracias, pero sí lo fue.


Volvieron a quedarse en silencio y la kunoichi ocupó su tiempo para recordar lo ocurrido el día anterior. En realidad, no fue sorprendente que Naruto se dejase llevar por un arrebato, pero aun así todos contuvieron la respiración en cuanto lo vieron irse sobre Uchiha.


Ella se sintió inmediatamente culpable, pues más allá del incidente, sabía que Naruto y Sasuke compartían un aura tensa desde la noche anterior a causa de su indiscreción.


No quería que por su culpa su amigo perdiera la oportunidad de entablar una amistad con Uchiha, así que le gritó que se detuviera al tiempo que iba a su encuentro. Y aunque Naruto la obedeció sintió una desazón mayor cuando Uchiha se dignó a reparar en ella.


Al instante en que Naruto soltó a Sasuke, éste murmuró entre dientes –no debían ser tan ineptos.


Sakura se encogió con un gesto compungido y aunque Naruto elevó la barbilla, airado, Uchiha decidió ignorar cualquier cosa que ellos quisieran contestarle y fue de vuelta con sus compañeros de equipo. Ino lo recibió con gesto de preocupación.


 


–También tengo que disculparme con Sasuke san, por mi culpa ahora Naruto tiene problemas con él – dijo ella volviendo al presente. Después de meditarlo un poco concluyó que Sasuke actuó correctamente. Por la forma en que peleaban las chicas del Interior, era lógico que él supusiera que ella podía esquivar su ataque, y que la considerara una inepta por no haberlo hecho.


–No tienes que disculparte – repitió Sai, para nada feliz de haber escuchado lo último.


Sakura se mordió el labio inferior y volvió la vista hacía Naruto.


–No – Sai insistió para llamar su atención –puedes ser mala, pero Naruto sabe que tiene parte de la culpa porque no siguió las órdenes de Shikamaru, y Uchiha también es responsable. Él no debió atacarte. No tienes que disculparte – repitió.


Sai conocía a Naruto, así que sabía que desobedeció las órdenes por necedad, pero no tenía idea de por qué Sasuke actuó de forma tan agresiva. La lógica dictaba que debía atacar al muñeco de prueba, no a Sakura y menos con un sello explosivo.


Sakura hizo otra mueca que ahora sí pareció una sonrisa –soy mala, ¿eh?


Sai asintió levemente –te falta entrenamiento, pero deja que ellos se arreglen… si quieren, van a tener que aceptar su responsabilidad.


–… y ¿si no?


–Lo van a hacer – Sai dijo aquello con tal convicción que Sakura no tuvo valor para opinar lo contrario. Y aunque siguió convencida de que debía disculparse, Naruto no le dio oportunidad. Incluso, cuando le mencionó el tema fue él quien pidió perdón.


 


 


Después de unas horas los cuatro jóvenes decidieron abandonar el campo e ir a sus casas a comer. Naruto se separó de sus amigos al llegar a la calle principal y anduvo por ella ostentando un gesto inusualmente serio.


No pretendía prestar atención, pero le fue inevitable escuchar a algunos aldeanos comentar sobre su actitud al final de la batalla de exhibición. Entre aquellos entendidos en combate había quienes le daban la razón pero aun así reprobaban su actuar, otro tanto, en su mayoría jóvenes, lo apoyaban al cien por ciento y unos pocos, los más viejos, censuraban su actitud.


Para su desgracia, en casa, Kushina compartía la última postura. El día anterior su madre pretendió ser comprensiva, pero terminó reprendiéndolo por haber atacado a Sasuke después de que su abuela Tsunade anunció que la batalla había terminado.


Él respondió a la defensiva, pues sabía que ella estaba afectada porque, entre todos, atacó a un Uchiha. La mayoría de las veces intentaba comprenderla, pero desde el incidente en el Interior, todo lo relacionado a ser o sentirse menos por ser un Uzumaki lo incomodaba mucho.


Aunque aceptaba su responsabilidad no se arrepentía de haber golpeado a Sasuke… a pesar de que ahora sentía un nudo en la garganta cada que pensaba que por haberlo hecho, probablemente, jamás volvería a besarlo, abrazarlo o compartir una charla trivial con él.


 


Continuó su camino, atormentándose con su tren de pensamientos, hasta que distinguió a los tres hijos de Asuna san, escondidos detrás de un puesto de pescado, espiando “algo”.


–¿Qué estamos viendo? – les pregunto a los tres niños al tiempo que se abría un espacio entre ellos para ver qué era tan interesante. Aunque después de acomodarse se arrepintió de haberse acercado.


–¡Naruto sama! – dijeron los niños a la vez con un tono sorprendido. Desde su última victoria sobre ellos, como castigo, los había obligado a usar ese sufijo cada que se refirieran a él –nosotros… – el mayor de los hermanos intentó responder a su pregunta, pero él no le prestó atención.


Aquello que los tres chicos miraban era: Sasuke.


 


El pelinegro estaba comprando verduras en una pequeña tienda a tres establecimientos de donde ellos se escondían. Cargaba un par de bolsas de tamaño mediano en la mano izquierda, así que Naruto supuso que estaba comprando lo necesario para la comida.


Pensó que sería muy agradable acercarse y sugerirle que prepararan algo juntos, pero desechó la idea tan rápido como llegó. Aún estaba molesto y no podía ir detrás del pelinegro. De pronto Sasuke apartó la vista de los tomates que seleccionaba para descubrir quién lo observaba. Naruto hubiera preferido esconderse mejor, pero los niños eran bastante lentos por lo que fue descubierto. Así que, sin más opción, lo más digno que pudo hacer fue salir de su escondite, fingiendo que estaba ahí por casualidad hasta que escuchó un gritito.


–¡Sasuke!, ¿ya terminaste? – de pronto Ino llegó corriendo a un lado del pelinegro y le mostró la bolsa de papel que ella venía cargando. Lo más seguro era que viniera de la panadería.


Los tres pequeños hermanos rieron tontamente y Naruto se dio cuenta de que ellos tres no habían estado espiando a Sasuke, sino esperando a que Ino apareciera. La rubia se veía muy feliz, como si salir de compras con Sasuke fuese un sueño hecho realidad, y Naruto experimentó el mismo fastidio que sintió la noche antepasada.


Gruñó levemente y decidió continuar con su camino como si jamás se hubiese topado con los tres hermanos o Sasuke. Intentó pasar al lado de los dos chicos del Interior con la mirada en alto, pero no pudo evitar mirarlos de reojo y por culpa de eso chocó contra alguien.


–Cuidado – sintió que la inercia lo haría caer, pero afortunadamente la persona contra la que tropezó lo tomó por los hombros para evitarle el golpe.


Al levantar la vista para descubrir quién lo ayudó se encontró con otro de los chicos del Interior. –Eh… Shino – vaciló pues no estaba seguro de recordar el nombre de su interlocutor – gracias.


–De nada – contestó el chico de lentes y aunque toda norma social no escrita dictaba que ya podía soltarlo, no lo hizo.


Se quedaron en la misma posición varios segundos.


–Amm – Naruto sonrió nervioso y miró las manos de Shino sobre sus hombros esperando a que se decidiera a soltarlo. Aburame también cargaba con una bolsa de mandado.


–Vamos a preparar la comida – explicó y Naruto asintió lentamente.


–…que bien.


–Sí.


–Sí…


Naruto estaba incómodo, así que comenzó a hacer un movimiento lento para que Shino lo soltara. Pero apenas se estaba apartando cuando sintió que alguien le dio un tirón por la espalda para que se alejara con rapidez.


–¡AH! – se escapó de las manos de Shino y fue atrapado por otros brazos –¿QUÉ HACES?... Sa-suke…


Iba a comenzar a gritarle a la persona que le dio aquel susto, pero cuando descubrió a Uchiha se quedó sin palabras e incluso tembló mientras su rostro se ponía caliente. Por su parte Sasuke aferró sus dedos a sus brazos con fuerza, pero él no lo sintió.


–¿Qué quieres? – preguntó Sasuke visiblemente molesto.


–¿Qué quiero? – Naruto repitió con un gesto confundido –... tú, tú me jalaste ¿qué quieres?


Sasuke gruñó y le dio un empujoncito para que se sostuviera por sí mismo. Naruto se tambaleó porque la acción fue brusca.


–Me estabas espiando.


–¡Yo!, espiando – Naruto se sacudió los hombros y brazos como si pretendiese limpiar la sensación de haber sido agarrado por Sasuke – no sé de qué hablas.


–Si tienes algo que decir hazlo, sino vete.


–Tú no eres dueño de la calle, puede que ahí – señaló en dirección al muro – todo tenga tu apellido, pero aquí es diferente.


Sasuke y el comenzaron un duelo de miradas. Al principio ambos se enfrascaron en la tarea porque era lo primero que debían hacer antes de retarse a una batalla real, pero después de un tiempo le agarraron gusto a mirarse sólo por hacerlo.


Mientras esperaban a que alguno se rindiera o diera el primer paso, de la nada, se escuchó una explosión a lo lejos, seguida de varios gritos y una columna de humo indicando el lugar donde fue el incidente.


–¿Qué es eso? – preguntó Ino señalando el aire negro. Estaba impactada porque aquella era la primera vez que veía a la gente a su alrededor correr despavorida, gritando a sus seres queridos que debían ir a refugiarse.


Entonces Naruto olvidó por completo a Sasuke y miró a los tres hermanos que aún estaban ahí –vayan con su madre – les ordenó y éstos se echaron a correr sin rechistar. –Probablemente es un ataque – contestó a Ino y entonces fue en dirección al lugar de la explosión.


Por un momento Ino, Sasuke y Shino no supieron qué hacer, pero de inmediato fueron detrás de Naruto.


 


Mientras corrían, se les aparejaron Sakura, Sai y Lee, quienes venían con Hinata, Neji y Tenten.


–Naruto – Sakura se acercó al mencionado para darle un reporte –parece que están atacando varios puntos, pero la explosión fue en la presa. Se está inundando la parte sur y hay gente atrapada en la corriente.


–¿Cómo lo sabes?, ¿han dado un reporte?


–No, Hinata usó el Byakugan para saber qué ocurría. Vamos ahí a ayudar a la gente – contestó con tono neutro, pero se sobre entendió que le estaba dando una orden. Su amigo siempre alardeaba diciendo que en el próximo ataque derrotaría a algunos ninjas invasores, pero sus órdenes en cualquier situación de emergencia eran resguardar a los aldeanos y evitar cualquier confrontación.


Naruto la miró con un gesto serio y asintió. No pensaba desobedecer por segunda vez sin antes poner a salvo a quienes debía proteger.


 


Cuando los 10 chicos llegaron al lugar del desastre había muchas personas heridas, pues la explosión y la subsecuente ola de agua los tomó por sorpresa.


–¿Dónde los llevamos?, ¿qué hacemos con ellos? – preguntó Tenten a los chicos del Exterior ligeramente histérica porque no tenía idea de qué debía hacer.


–El refugio más cercano está por aquí – Shikamaru, Kiba y Chouji aparecieron de repente. Ellos venían liderando a un grupo de niños. El colegio quedaba bastante cerca de la presa y aquel fue el primer lugar al que su equipo se dirigió.


Los chicos fueron de un lado a otro ayudando a moverse a todos los aldeanos que estaban heridos o en estado de shock. Los únicos ninja adultos que fueron a vigilar el estado de la zona fueron sus profesores, pero ninguno se quedó con ellos mucho tiempo. Aparentemente el ataque era bastante grave. Así que los jóvenes trabajaron sin descansó hasta tener a todos los aldeanos de la zona asegurados en el refugio.


 


El refugio era una cueva pequeña que estaba escondida detrás de un grupo de árboles muy tupidos. Desde la entrada podía verse bien quién se acercaba, pero no a la inversa, así que, aunque ella no lo hizo, los chicos distinguieron a Shizune y un par de médicos más acercándose mucho tiempo antes de que llegaran.


–Shizune san – Sakura agradeció que la médico ninja apareciera pues era incapaz de darse abasto y atender a todos los heridos. Además había bastantes niños pequeños llorando y adultos desesperados,  porque, si bien eran asaltados constantemente, pocas veces eran forzados a moverse a los refugios.


–¿Qué es lo que está pasando? – preguntó Naruto con tono ansioso, pero sin interponerse en el trabajo de los recién llegados.


–No lo sabemos. Hacía mucho que no teníamos un ataque a gran escala como este. Hay varios ninjas muy hábiles y los que no lo son tanto traen muchos explosivos arrojadizos con ellos. Tus padres y el resto se están encargando de ellos.


Naruto se balanceó sobre sus pies en un gesto de nerviosismo, ates de decidir ir corriendo a la entrada de la cueva.


–Naruto ¿a dónde vas? – Sakura estaba atendiendo a un niño, pero no se había perdido ni uno de los movimientos de su amigo.


–Iré a dar otra vuelta. Si están atacando en diversos puntos necesitamos revisar el resto de las casas y refugios – intentó salir pero Shikamaru lo detuvo.


–Espera, vamos a necesitar dispersarnos si es el caso. Aquí está la mayoría de los alumnos de la escuela así que Lee y… Neji, Hinata quédense aquí para cuidarlos.


Hinata se sorprendió al ser nombrada pero asintió de acuerdo con la orden. Lee también lo hizo y aunque Neji tardó un poco más en aceptar terminó por hacerlo. El joven Hyuuga no estaba acostumbrado a recibir órdenes de un ninja con el mismo rango que él, pero como las órdenes implicaban permanecer a un lado de su prima no vio motivo para protestar.


–Kiba, ayuda a Shino y Tenten a inspeccionar el terreno del parque. Ino, Chouji y yo iremos de vuelta al mercado. Naruto, irás con Sasuke y Sai a...


–Lo sé – interrumpió el rubio y fue el primero en salir de la cueva, Sai fue detrás de él y sólo Sasuke se quedó para terminar de escuchar la instrucción de Shikamaru.


–…a la zona residencial.


 


Como era de esperarse, la zona residencial parecía vacía. A pesar de eso los tres ninjas entraron en cada una de las casas para asegurarse que no hubiese algún rezagado.


Sasuke y Naruto cumplieron con sus órdenes sin pensar en cualquier otra cosa, pero cuando terminaron de revisar las casas que tenían asignadas y volvieron al punto de encuentro hicieron un silencio incómodo. Sólo estaban ellos dos pues Sai estaba tardando en volver.


Mientras esperaban, Sasuke no dejó de observar alrededor suyo y aunque Naruto hizo lo mismo, no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa de satisfacción. A pesar de que Sasuke dijo que la gente del exterior eran un grupo de ladrones y traidores, estaba participando con mucho entusiasmo en la misión de poner a salvo a los aldeanos.


–Naruto – de pronto Sai apareció con un niño en brazos –estaba a punto de terminar cuando me lo encontré, parece que tiene una herida grave – el rubio fue a ver al niño y distinguió una enorme mancha de sangre a la altura de su muslo derecho –necesita atención urgente. Voy de vuelta con los médicos. Parecía que no había alguien más pero no terminé de revisar la zona.  


–Nosotros nos encargamos – respondió el rubio y Sai asintió antes de desaparecer con rapidez. –Vamos Sasuke – le hizo señas para que lo siguiera.


 


Ambos hicieron la revisión del resto del pueblo, pero, como Sai dijo, en realidad parecía que no había alguien más.


–Es mejor que nosotros también volvamos – ordenó Sasuke una vez que exploraron la última casa y tras lo dicho emprendió camino a la salida de ésta para ir de vuelta al refugio. Era la primera vez que le hablaba a Naruto en todo el tiempo que llevaban juntos.


Naruto asintió lentamente y comenzó a caminar detrás de él. –Sa… – estaban por llegar a la puerta de entrada y quiso llamarlo cuando Uchiha se le fue encima y ambos cayeron al suelo.


–¿Quemmasces… – Naruto iba a comenzar a protestar pero Sasuke le puso una mano en la boca al tiempo que con la otra le hacía ademanes para que guardara silencio.


 


–Oye, ¿escuchaste eso? – Naruto se quedó inmóvil cuando oyó unas voces desconocidas viniendo desde fuera de donde ellos estaban.


–Creo que fue dentro de esta casa – los que hablaban parecían ser un par de hombres.


Sasuke obligó a Naruto a pararse y aun haciéndole ademanes para que se mantuviera en silencio lo arrastró consigo para esconderse en la cocina de la casa. Saliendo de la vista antes de que los hombres entraran al lugar.


–Ya verán – Naruto quiso salir pero Sasuke se lo impidió volviendo a taparle la boca. Negó lentamente y otra vez llevó a Naruto consigo para que salieran por la ventana que estaba sobre el fregadero. Aparecieron en el patio trasero de la casa.


Una vez ahí Naruto se soltó de Sasuke y comenzó a andar al frente, dispuesto a emboscar a los invasores pero Sasuke lo tomó de los hombros y lo empujó contra la pared de la casa.


–¿Qué haces? – Naruto intentó zafarse pero Sasuke apretó el agarre –seguro ellos fueron quienes atacaron al niño, tenemos que…


–Cállate Dobe – Sasuke intentó hacer un tono autoritario a la vez que murmuraba.


–Pero…


–Lo sé, seguro fueron ellos, pero no puedes ir ahí sin más. No sabemos qué pueden hacer o si hay más de dos. Si llegaron hasta aquí pasaron las defensas sin problemas, no son algo que te puedas tomar a la ligera.


Naruto arrugó el ceño –nunca me tomo esto a la ligera.


–Pues eso parece. Tenemos que hacer un plan.


–No voy a huir – dijo Uzumaki alzando la barbilla y Sasuke se sintió ofendido porque Naruto pensara que su intención era escapar. Él nunca huía de una batalla, aunque tampoco era un suicida.


 


–No es como si pudieran hacerlo – de pronto escucharon la voz de una mujer y ambos, como si estuvieran sincronizados, dieron un salto largo para alejarse de ella. –Vamos, no me teman. No voy a lastimarlos – la mujer les sonrió y al agitar su cabeza, su cabello rosa le cubrió parcialmente el rostro.


–¿Quién te tiene miedo? – Naruto la retó al tiempo que se ponía en pose de ataque.


–Tayuya ¿por qué les mientes?... claro que los vamos a lastimar. Los vamos a matar.


Cuando Sasuke y Naruto voltearon hacia atrás se dieron cuenta de que estaban rodeados por otros tres ninjas. Todos iban vestidos con una túnica azul celeste. El que había hablado parecía tener dos cabezas, otro era gordo y el último portaba una banda protectora con el símbolo del sonido.


Los cuatro invasores se rieron al ver sus expresiones de sorpresa al tiempo que los miraban de arriba abajo con malicia.


–Sakon, Ukon. Creo que tenemos mucha suerte el día de hoy – dijo el ninja de la banda al tiempo que sonreía a aquel que los amenazó como si estuviese muy feliz –pasamos las defensas y ¿pueden creerlo? tenemos enfrente a un Uzumaki.


En cuanto Sasuke percibió un tono malicioso de aquel ninja, se puso instintivamente frente a Naruto en un intento por protegerlo.


–Eso es bastante adorable – Tayuya se comenzó a reír en voz alta y Naruto la miró muy mal.


–Como se darán cuenta mocosos, aún no hemos comenzado, pero ustedes ya perdieron el juego – el ninja de la banda se acercó a ellos y Sasuke le hizo un ademán para advertirle que se detuviera. En realidad los cuatro le parecían bastante peligrosos, pero aquel le desagradaba más que el resto. –Pero Uchiha, si nos dejas hacer nuestros asuntos con Uzumaki y probablemente no te matemos.


Sasuke tensó los músculos y se mantuvo firme. Maldijo para sus adentros, ¿qué podían querer esos cuatro del dobe de Naruto?


–¿Quiénes son ustedes? – preguntó –¿qué quieren?


–Lo único que debes saber es que nos llevaremos a Uzumaki y tú no podrás hacer algo al respecto – dijo el de dos cabezas cansado de esperar. Entonces quiso atacar a Sasuke pero el pelinegro, con ayuda de Naruto, detuvo su ataque.


Sakon y Ukon sonrieron y dieron un paso para atrás – Jirobo, Kidōmaru, quiten a Uzumaki del camino.


–Naruto – Sasuke hizo lo que pudo para evitar que los otros dos lo separaran del rubio pero Sakon y Ukon le dieron una patada en el estómago tan fuerte que lo hicieron caer al piso.


–¡Sasuke! – Naruto, quien estaba sujeto del cuello por Kidōmaru, intentó liberarse para ir a ayudar al pelinegro pero no pudo.


–No seas estúpido – Kidōmaru le dio un golpe en el rostro, no fue fuerte pero sí lo suficiente para dejarlo atontado por unos segundos –¿crees que puedes ganar sin una estrategia?


Sakon y Ukon se mostraron muy felices al ver que Sasuke volvía a pararse –haz elegido morir entonces – dijo antes de iniciar una pelea con él.


Por su parte Naruto logró darle un revés a Kidōmaru y se soltó del agarre el tiempo suficiente como para hacer un rasengan. Para su desgracia Tayuya, con un movimiento, lo hizo volar varios lejos de su objetivo e hizo que perdiera su ataque. Jirobo lo atrapó como si se tratase de una bola de voleibol, pero en vez de mandarlo de vuelta le pegó con el codo en la espalda y lo azotó contra el suelo. Una vez ahí le dio un par de patadas en el estómago y la cabeza.


–Gordo estúpido – Tayuya reprendió a Jirobo con un tono enfadado –no debes matar a Uzumaki.


Naruto se quejó al darse cuenta de que no podía levantarse, todo a su alrededor se oscurecía por momentos. Apenas podía ver como Sakon y Ukon le estaban dando una paliza a Sasuke quien estaba en obvia desventaja, pues cada vez que intentaba hacer algún movimiento que podía ser mínimamente exitoso Tayuya, Jirobo o Kidōmaru lo bloqueaban.


No sabía por qué aquellos cuatro tenían interés en él y no deseaban matarlo, pero sí sabía que no tenían reparo alguno en dañar a Sasuke y se concentró todo lo que pudo en él. Por Sasuke tenía que hacer que su cuerpo respondiera, incorporarse e ir a ayudarlo.


–Sasuke – gimoteó sabiendo que no tenía fuerza suficiente para ayudar al mencionado –Sasuke – estiró la mano creyendo que de alguna manera podría ayudarlo y entonces cuando Sakon y Ukon estaban a nada de darle el golpe de gracia a Sasuke una figura pequeña apareció y atacó al par de hermanos.


–Tú – Naruto sonrió cuando se dio cuenta que la cosa que había atacado a Sakon y Ukon era su clon. Bunshin se puso frente a Sasuke para protegerlo. Su pelo estaba erizado y gruñía amenazante.


 


Aparentemente Sasuke estaba fuera de combate, pero en realidad sólo estaba fingiendo y gracias a la distracción que creó el clon de Naruto con su aparición, pudo lanzar varias bombas de humo para perderse de la vista de sus atacantes.


Por su parte Naruto usó todas las fuerzas acumuladas para incorporarse y en cuanto sintió la mano de Sasuke aferrarse a la suya corrió junto con él lo más rápido que pudo.


 


Ambos estaban bastante heridos, así que no fueron tan rápido como normalmente lo harían. Sasuke rengueaba a causa de una herida en su pierna y Naruto tuvo que prestarle su hombro para que se apoyara sobre él. Recorrieron un largo tramo, pero lamentablemente no lograron escapar. Los cuatro ninjas los volvieron a rodear y ésta vez no parecían muy dispuestos a seguir jugando.


–No se van a llevar a Naruto – Sasuke activó el sharingan y se concentró en exprimir hasta la última gota de su chacra.


Naruto inhaló hondo –no van a lastimar a Sasuke.


–Los mataré – dijeron Uchiha y Uzumaki al mismo tiempo.


Los cuatro invasores sonrieron porque para ellos las palabras de ambos chicos sonaron como un bluff. Aunque no tuvieron tiempo de comprobarlo porque de pronto otra mancha apareció y esta vez fue Bola de pelo quien se puso frente a Naruto para protegerlo.


–Ya era hora – suspiró Sasuke y cuando Naruto alzó la vista vio que varios ninja de Konoha también habían llegado. Sus padres incluidos.


Los cuatro ninjas lanzaron maldiciones y salieron huyendo.


–¡Ah!, claro que no van a escapar. ¡Los voy a hacer pedazos! – después de mirar a Naruto con orgullo, Kushina frunció el entrecejo y fue detrás de los ninjas invasores –¡¿cómo se atreven a tocarle un pelo a mi querido Naruto?!


–Kushina – Minato miró a su esposa y a su hijo alternamente antes de dedicarle una sonrisa al menor, encogerse de hombros y seguir a su pareja.


Naruto sonrió de vuelta a sus padres y entonces por fin sintió que las piernas le temblaban –Sasuke – intentó sostener a Uchiha cuando lo vio caer al suelo –¿estás bien?


–Mejor que antes.


–Que bueno – Naruto no se hincó a su lado y sin preocuparse porque tenían público lo abrazó con toda la poca fuerza que tenía. Sasuke gimió bajito y no le devolvió el gesto porque el más mínimo de los movimientos le dolía horrores.


–Naruto ¿por qué cada que hay un ataque debo llevarte al hospital? – Tsunade se acercó a ellos con los puños sobre las caderas y un gesto de molestia fingida.


 


 


Después del incidente Sasuke y Naruto fueron trasladados al hospital. A ninguno de los dos les dijeron algo sobre el motivo del ataque o preguntado qué había pasado. Pero ambos sabían que eventualmente deberían decirle a alguien que aquellos cuatro ninjas confesaron haberse introducido con la intención de llevarse a Naruto con ellos.


 


Usualmente, cuando Naruto iba a parar al hospital lo ponían en una habitación solo, pero como ahora hubo varios heridos lo acomodaron en la misma habitación que Sasuke. Algo de lo que ninguno de los dos se quejó. En absoluto.


Después de ser atendidos y que Tsunade y las otras enfermeras los dejasen solos. Naruto se sentó en su cama para tener una mejor visión del lugar donde Sasuke reposaba.


A diferencia de Uchiha, las heridas de Naruto sólo incluían hematomas muy dolorosos y una ligera fisura en su costilla derecha, aparentemente jamás se curaría de esa herida. Todos los golpes de los invasores estuvieron concentrados en sus puntos de chacra y articulaciones, pues querían dejarlo inmóvil.


–Sasuke.


–¿Qué? – Uchiha tenía los ojos cerrados y procuraba no moverse mucho para no provocarse algún dolor innecesario.


–Gracias.


–¿Por qué?


–Por ir por ayuda. Tú mandaste a Bola de pelo por el resto ¿verdad?


–Sí.


Se hizo un silencio largo entre ellos y justo cuando Naruto decidió volver a acostarse, Sasuke abrió los ojos y giró ligeramente el rostro para mirarlo.


–Gracias por hacer que el clon me ayudara… hubiera sido más listo también enviarlo por refuerzos, pero fue muy útil.


Naruto agachó la cabeza. En realidad él no pensó en hacer que el clon fuese a defender a Sasuke. Lo único que quiso hacer fue ayudarlo, lo deseó con cada fibra de su cuerpo.


–He estado pensando – prosiguió Uchiha volviendo a cerrar los ojos y enderezándose –tal vez tus amigos y tú, no son tan ineptos.


–Sobre eso…


–Tu amiguita…


–Sakura – Naruto pudo escuchar una nota de hastió mal disimulado por parte de Sasuke cuando llamó a Sakura “amiguita”.


–Ella, tal vez creía que era un ejercicio de prueba. Ustedes “no se lastiman por unos puntos en un examen” – Sasuke lo imitó.


Naruto se sorprendió porque Sasuke recordaba sus palabras y entonces sonrió levemente. Su interlocutor no se estaba justificando, sólo le estaba relatando los hechos. Probablemente reconociendo que se había equivocado y pensando que debía disculparse con su amiga.


–Creo que me dejé llevar – reconoció el rubio – Sakura es…


–Una de las personas más importantes en tu vida – interrumpió Sasuke con un tono que pretendió ser plano, pero aún había en él una nota de hastió.


–Sí, bueno… – intentó llevarse una mano a la cabeza en un ademán de nerviosismo pero se quedó a medio camino porque toda la espalda, principalmente el omóplato le escocían –Sakura es mi mejor amiga. Estamos juntos desde que tengo memoria y… antes de que muriera, le prometí a su padre que cuidaría de ella. No estaba pensando en... me obstiné en nuestra pelea, tanto que me olvidé de lo que debía hacer.


–Eres un dobe. Eso no es novedad.


Naruto gruñó y se bajó de la cama con movimientos torpes. Mientras caminaba hacia Sasuke las piernas comenzaron a temblarle y no supo si se debía a que aún estaba débil o por lo que pretendía hacer a continuación.


–Sobre lo de la otra noche – habló cuando llegó a su lado – lo que escuchaste sobre Itachi. Debo explicártelo.


–No debes – Sasuke no hizo ni una expresión facial. Siguió con los ojos cerrados incluso después de saber que Naruto se sentó en la orilla de su cama. –Sakura es una persona muy importante y sabe que Itachi es a quien más amas, cree que quieres que yo sea su remplazo pero tú no crees que sea ni la mitad de Itachi.


Naruto parpadeó sorprendido y no supo qué debía priorizar. Sasuke estaba obsesionado con Sakura y profundamente ofendido por lo de Itachi.


–Te dije que conocí a Itachi hace mucho. Tu sabes él era… genial ¿no?


Sasuke quiso gruñir y patear a Naruto lejos de él, pero no se podía mover más de lo necesario y mucho menos quería hacer notar lo afectado que estaba.


–Yo lo seguía a todos lados. Creo que él te extrañaba, me lo decía todo el tiempo, por eso jugaba conmigo.


–Itachi no jugaba conmigo. Siempre estaba entrenando, jamás tenía tiempo.


–Ah – Naruto enredó las manos, no esperaba que Sasuke le confesara aquello – entonces tal vez estaba arrepentido –. Hicieron un silencio corto antes de que Naruto se atreviera a seguir con su relato – soy hijo único y mis padres no pasan mucho tiempo conmigo, están mis amigos pero sentía que Itachi era como mi hermano mayor… sólo que no era mi hermano – sonrió para sí mismo – así que decidí que la única forma en que podría estar con él todo el tiempo era… – se sonrojó tanto que incluso sintió que la punta de sus dedos se enfriaba porque toda su sangre fue a parar a su rostro – bueno, pues, casándonos. Mis papás jamás se separan.


–¿Te querías casar con mi hermano? – Sasuke no sabía si reírse de Naruto u ordenarle que se callara.


–Sí, todo se rieron. Pero para mí no era una idea tonta e Itachi no se molestó, creo que también se rió, pero me gustaba así que no tenía importancia. Además, aceptó.


Sasuke abrió los ojos y se quiso parar pero terminó por lanzar un quejido y olvidó su idea de aporrear a Naruto –mi aniki no haría eso – gruñó.


Naruto sintió que se derretía por dentro al momento que escuchó a Sasuke decir aniki. La palabra saliendo de sus labios lo hizo lucir como un niño pequeño.


–Estaba jugando, sé que no lo dijo enserio. Sólo no quería hacerme quedar en ridículo frente a todos – se rió levemente y después hizo un gesto serio – pero antes de ese día – se refería al día de su muerte –me llevó a comer con él y me dijo que tú y yo debíamos conocernos, que lo haría muy feliz que fuéramos amigos. Entonces, después de eso lo único que quería hacer era conocerte.


Sasuke ya no pudo evitar hacer una mueca de disgusto –por eso me estabas buscando.


–Sí, pero no eras lo que creía. Eras un teme, idiota, fastidioso y prejuicioso que me insultó sin conocerme.


–Tú tampoco eres ideal. No sé por qué Itachi creería que nos llevaríamos bien.


–Pero sí, antes de que dijeras todas esas cosas. Me agradaste, incluso aunque no sabía que eras tú… me-m-e gus-taste, creo, des-de que te vi.


–Ya lo sabía – Sasuke hizo un gesto de autosuficiencia –lo primero que hiciste fue lanzarte sobre mí.


–Yo n-o… no fue apropósito.


–Después no dejabas de tocarme y me besaste.


–¡No fue intencional!, ¡fue un accidente! Teme, por eso me molestas tanto.


–Como sea. Si ya terminaste regresa a tu cama y déjame descansar.


–Pero… – Naruto se descolocó por la forma tan intempestiva que Sasuke cambió el tema –no he terminado.


–¿Qué más quieres? – gruñó Sasuke y Naruto arrugó el entrecejo y apretó los puños.


–No es fácil si me hablas así.


–¿De qué otra manera quieres que te hable?


Naruto emitió un gruñido y sin importar lo adolorido que se sentían él o Sasuke se trepó a cuatro patas sobre él y lo besó. Comenzó chocando sus labios con un gesto agresivo, pero cuando se dio cuenta de lo que hacía se separó de inmediato y se llevó una mano a la boca.


–Y-o, yo, es qu-e tú… – tartamudeó.


–Dobe – Sasuke tenía una mueca entre dolor y exasperación –¿qué quieres decirme?


Naruto inhaló hondo y se acomodó a horcajadas sobre Sasuke. Sabía que lo lastimaba, pero estaba muy concentrado en sí mismo, así que no fue capaz de procesarlo y Uchiha no se quejó.


–La razón por la que no te puedo querer igual que a Itachi es porque jamás quise hacerle eso a él – lo señaló a la altura de los labios –. Lo aprecio mucho y creo que jamás voy a querer a alguien más que a él, pero a ti… te amo.


Se hizo un silencio prolongado entre ellos.


–Amo… – el término golpeó la psiquis de Sasuke. Al principio la palabra le pareció incomprensible e incluso arrugó la frente para procesar su significado pero justo cuando vio que Naruto hacía un ademán de bajarse de la cama alzó una de sus manos y obligó al rubio a volver a encaramarse sobre él y besarlo. Aunque la acción fue más dolorosa que placentera.


Esta vez él marcó el ritmo. Disfrutó de la timidez y miedo en los movimientos de Naruto y prácticamente jugó con su temor para obligarlo a hacer lo que él deseaba. Recorrió con la lengua sus labios y lo mordió suavemente antes de empujarlo para que dejara de aplastarlo con su peso y lastimarlo.


–¿Sasuke? – Naruto lo miró confundido pero no pudo pensar en qué más decir porque el pelinegro le dio más besos cortos.


–Estoy cansado – le dijo en el poco tiempo que ocupaban para tomar aire –debemos dormir.


Naruto entrecerró los ojos, aún confundido. Sasuke estaba jugando con él  –…está bien, me voy.


–No – el pelinegro lo tomó de la mano para que no pensar en apartarse ni un centímetro –duerme conmigo.


–Ah – Naruto volvió a sentir que temblaba, pero ahora sí estuvo seguro de que se debía a los nervios que tenía –bueno.


Después ambos se acomodaron torpemente en la pequeña cama del hospital y entre quejidos de molestia lograron encontrar una posición cómoda para ambos antes de darse otro par de besos hasta caer dormidos.


 


Al día siguiente la enfermera de turno los encontró abrazados y muy juntos.


 

Notas finales:

Si les gusto ¡diganme por qué!, puede que ponga más sobre eso si me lo piden ;).

 

Pasando a otra cosa, la razón por la cual actualizo cada 15 días es porque tengo clases en mi maestría... cada 15 días. Hace poco me avisaron que nos van a poner clases dos semanas seguidas (por problemas del profesor), entonces voy a tratar escribir lo más que pueda, pero probablemente me retrase con el capítulo 14 =/. (El cual, por cierto, tendrá algo de fluff SasuNaru :D así que, de verdad, estoy esperando sus sugerencias sobre lo que quieren ver). 

 

Cuidense mucho y no olviden disfrutar cada día haciendo lo que o estando con quienes más aman.

 

Bsos.

 

Yais


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