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La respuesta por Yais

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Notas del capitulo:

Hola a todos, ¿cómo están? Espero que bien y de tan excelente humor como yo. Espero que éste capi les guste y lean más abajo las notas de autor porque tengo dos cosas importantes que decirles.

Gracias a Haru Uzumaki, pexan09, Saya-chan y Zanzamaru por sus comentarios en el capítulo anterior.

Capítulo 8


 


Chouji, Shikamaru, Kiba, Sai y Lee tocaron a la puerta de la casa de Naruto muy temprano ese día. Iban sólo ellos pues a pesar de que Sakura estaba bastante interesada en animar a Naruto, no pudo acompañarlos porque debía ir con su familia a rezar en honor de su padre fallecido.


De ellos siete, sólo Naruto, Chouji y Shikamaru tenían a ambos padres con ellos. Los papás de Sakura y Kiba fallecieron en una misión, mientras que Sai y Lee eran huérfanos de ambos padres, y adoptados por parientes lejanos.


 


–Hola, buenos días – Naruto saludó a todos después de que su mamá lo sacara a empujones de la casa. Ella odiaba verlo triste, así que lo quería divirtiéndose con sus amigos.


Él tenía la cabeza tan revuelta con ideas confusas que no estaba seguro de que se divertiría. Aunque cuando escuchó el muy feliz “¡Ohayou gozamasu!” que le dedicó Lee, decidió darle una oportunidad a sus cinco amigos.


 


Konoha exterior no era un lugar rico, por lo que sus zonas comerciales y los centros de entretenimiento eran escasos. Aún así los jóvenes jamás encontraban momentos en los cuales aburrirse.


Hicieron su primera parada en el parque. Se sentaron en los columpios ignorando la advertencia de que aquellos sólo eran para menores de diez años y platicaron sobre asuntos triviales.


Al principio Naruto escuchó con atención el relato de Kiba sobre la última pelea que tuvo con su hermana, pero irremediablemente su mente vagó hasta Sasuke y a su sonrisa de satisfacción del día anterior.


Pensar aquello hizo que agradables corrientes eléctricas le cosquillearan el estómago y el vientre bajo, antes de obligarlo a sonreír. Esa sensación de ansiedad que experimentaba ahora lo hizo recordar a esas veces cuando esperaba a que Itachi volviera de misión.


 


Lanzó un suspiro involuntario y con eso logró que sus cinco amigos lo miraran. Todos sabían que Naruto había estado triste esos últimos días y querían animarlo.


– ¿Qué pasa Naruto? – Kiba no pudo ocultar su preocupación y preguntó con voz suave, pero se corrigió de inmediato. –¿Qué? – la segunda pregunta la dijo irritado, para darle a entender que le molestaba haber sido interrumpido.


–Eh… – el rubio tardó en darse cuenta que todos lo miraban y les sonrió de forma descuidada – nada.


–Si nada te ocurre entonces deja de fastidiarnos con tu actitud – Kiba se cruzó de brazos al tiempo que lo regañaba.


–¿Y qué es lo que estoy haciendo? – protestó Naruto también cruzándose de brazos.


–Chicos – Lee intentó hacer de intermediario –no peleen, es un día muy bonito y tiene mucho que no estamos todos juntos.


–El empezó – gruñó Naruto sacándole la lengua a Kiba.


 


Cuando eran más pequeños Kiba y Naruto siempre peleaban. Uzumaki era molesto cuando se lo proponía, pero la mayoría de las disputas comenzaban porque Inuzuka lo provocaba.


Al principio Kiba no tuvo justificación para su actitud. Naruto le causaba desagrado y no cayó en cuenta de que podía ser otra cosa hasta que Shikamaru se lo señaló.


Evidentemente la existencia de Itachi le hizo darse cuenta de que estaba enamorado de Naruto y el día en que el Uchiha falleció, se replanteó su relación con el rubio.


Ahora no eran los mejores amigos, pero ya podían estar en la misma habitación sin lanzarse el uno sobre el otro, e incluso reían de las payasadas mutuas.


Kiba se tomó como ofensa personal el hecho de que Naruto hubiese vuelto del interior herido y se molestaba cada vez más al verlo deprimido.


 


–Kiba está preocupado por ti Naruto – comentó Sai a su compañero de equipo –sé amable.


–¿De verdad? – Naruto miró a Kiba con curiosidad y con eso logró que Inuzuka se sonrojara al tiempo que miraba mal a Sai.


–… pues…


–Todos estamos preocupados – Shikamaru acudió en auxilio de Kiba –no estabas tan afectado en el hospital.


–ah – Naruto se rascó la cabeza –pero estoy bien. Sólo he estado pensando en algunas cosas – lo embargó una sensación agradable al darse cuenta que sus amigos se preocupaban por el.


 


–Jovencitos – de pronto una pareja de ancianos interrumpió las cavilaciones de Naruto y todos sus amigos –¿podrían hacernos un favor?


–¡Claro! – Lee contestó por todos sin saber cuál era el favor o dejarlos pensar.


 


 


Era un día soleado y los cinco chicos miraron con rencor a Lee pues el favor que la pareja de ancianos querían era que arreglaran las tejas en su techo.


Aunque cuando vieron la destartalada casa que debían reparar cambiaron las muecas de pesar por unas de compasión y todos comenzaron a trabajar de buena gana. No sólo en el techo, sino también en las paredes de la casa y en lo que en sus buenos tiempos pareció ser una cerca.


Se suponía que era su día de descanso y en el mejor escenario recibirían una compensación monetaria por su trabajo, pero no en esa ocasión. Como antes se había dicho las casas en Konoha Exterior eran pequeñas y en general pobres, pero aquellos ancianos estaban en lo más bajo de la escala. Era evidente que no tenían dinero.


 


Los seis chicos pasaron casi toda la mañana reparando la casa y consiguiendo materiales de construcción. Los ancianos les ofrecieron agua fresca en abundancia y cuando terminaron el trabajo, poco antes de la hora de la comida, algunos vecinos ya les habían ofrecido alimentos en agradecimiento a su trabajo.


A pesar de que eran dos equipos y en su mayoría cumplían misiones solos, tenían una relación tan buena entre ellos que se podían coordinar a la perfección. Además, ayudaba bastante el hecho de que Naruto le cedía a Shikamaru el mando sobre su equipo sin protestar.


Para comer volvieron a los columpios del parque, y a esas alturas Naruto ya mantenía una conversación animada con los otros sin desviar sus pensamientos hacia Sasuke.


 


Gracias a la distracción que sus amigos crearon dejó de estar nervioso y se relajó tanto que casi se le pasó la hora de su cita. Afortunadamente lo recordó a tiempo y se despidió con muy pocas palabras.


 


Cuando llegó al claro los nervios lo golpearon con intensidad, tan fuerte que temblaba y sentía la punta de los dedos fríos. Su nerviosismo agravó cuando Sasuke apareció ante él.


–¿Y bien? – le pregunto Uchiha después de que él lo mirase durante medio minuto sin moverse. Estuvo esperando a que Sasuke le explicara por qué le había hecho eso el día anterior. Por qué lo había tocado y por qué pareció tan complacido por su reacción. Pero nada.


–… qué? – Naruto balbuceó.


–¿Vas a aparecer a tu clon o no?


–El clon – estaba experimentando problemas para entender. ¿Por qué Sasuke no mencionaba el incidente de ayer?


–Sí, el clon, para eso estoy aquí. Para que practiques.


Naruto arrugó ligeramente el entrecejo – sí pero, creí que tú…


¿Qué creyó?


Recapituló qué había pasado el día anterior y entonces cayó en cuenta de algo, Sasuke lo había vuelto a citar porque habían acordado entrenar. Sólo eso.


–¿Qué? – Sasuke aún tenía un gesto de superioridad.


–Nada.


El rubio estaba bastante aturdido cuando comenzó a hacer los sellos y se tomó bastante tiempo para armar los símbolos porque una miniatura suya en su cabeza le gritaba que era un tonto. Un párvulo enamorado que imaginaba bastantes cosas alejadas de la realidad.


Sasuke lo había tocado, sí, pero era porque le quiso hacer una broma. Por eso se rió. Y por eso le complació que sintiera escalofríos. Fue una broma, una venganza porque él le hizo lo mismo.


–Argh ¡TEME! – de pronto dejó su tarea de invocar al gato y se giró para encararlo – No voy a hacer esto, ¡no voy a dejar que te vuelvas a burlar de mi!


Sasuke se le quedó mirando y luego sonrió levemente –¿cuándo me burlé de tí?


–¡Ayer! – Naruto comenzó a manotear –¡Yo no lo hice de manera intencional!, pero tú… tú… – bajó la voz y agachó la cabeza –… le hiciste cosas a mi clon.


–No se a qué te refieres.


Naruto apretó los puños como si estuviese haciendo una rabieta –pues no voy a invocar al gato. No quiero practicar.


Sasuke lo miró de forma extraña y después se encogió de hombros ligeramente.


Permanecieron en silencio. Parecía que si no tenían algo que practicar, entonces no tenían de qué hablar o por qué estar juntos, pero no era así. Ambos querían preguntarse muchas cosas pero Naruto no lograba ordenar sus ideas y Sasuke jamás expondría sus pensamientos.


 


–Esos días estuve pensando en lo que dijiste sobre mí antes – habló por fin el rubio haciendo referencia a los cuatro días que no supo de Sasuke.


–¿Sobre qué?


–Cuando estábamos dentro, sobre que… era un traidor, un asesino.


Sasuke desvió ligeramente la mirada.


–Estaba molesto, más porque de verdad creí que no volverías, pero estoy feliz de que… me hagas bromas y que ahora pienses diferente de nosotros en el exterior – le sonrió con un gesto vacilante. En realidad no le agradaba que bromearan con él de esa forma pero se trataba de Sasuke así que lo perdonó.


Sasuke arrugó el entrecejo –eres sólo tú.


–¿Cómo?


–Pienso diferente de ti, pero no de todos.


–Pero…


Los ojos de Sasuke se enfriaron y se mostró despectivo –eres sólo tú Naruto – repitió –sería muy ingenuo –lo miró de manera significativa –si pensara que todos son tan dobes como tú.


 


Con las palabras de Sasuke, Naruto se volvió a dar cuenta de que volvía a imaginar cosas que no eran. Antes ya se había dado cuenta que Sasuke era ligeramente bipolar pero creyó que ahora podía saber cuál era su ánimo real.


Aunque se daba cuenta que Sasuke bien podría bien ser su amigo, uno que lo aceptaba a él y a su gente, o alguien que sólo lo toleraba porque omitía de manera intencional que era un Uzumaki y habitante del exterior.


–No me digas dobe, Teme –tenía que encontrar una manera de que Sasuke entendiera que más allá de él, toda la gente en Konoha exterior era buena.


El pelinegro chasqueó la lengua y miró hacia el cielo de manera descuidada al tiempo que ponía ambas manos sobre su cadera, tomando la postura de un jarro.


–Sígueme – Naruto le pidió con voz mortalmente seria y aunque Sasuke lo miró extrañado, y vaciló en seguir la orden, al final decidió acompañarlo.


 


El lugar donde Naruto quería llevar a Sasuke estaba un poco apartado del claro donde entrenaban, pero suponía que era donde más impacto podía generar para probar su punto. Así que guio a su compañero sin mirar ni una vez para atrás porque estaba seguro de que sería seguido.


No fueron al paso rápido de los ninjas, pero igual la ansiedad de Naruto y la curiosidad de Sasuke los hizo llegar más rápido de lo que le tomaría a una persona normal.


 


Cuando llegaron a su destino, Sasuke no tuvo que pensarlo mucho para darse cuenta de que estaban la sección del muro de los Uzumaki. 


–Mira esto Sasuke – Naruto le señaló sin ceremonia la enorme pared marcada por la sangre de sus antepasados – esta es mía – le señaló la huella de su mano y después la que estaba a un lado – mi mamá, mis abuelos, mis bisabuelos – dejó la línea de su familia y apuntó a las otras ramas –todos mis antepasados murieron protegiendo Konoha y ahora sólo quedamos mi madre y yo.


Después señaló a la derecha donde estaba la pequeña rama familiar de los Senju y a su izquierda donde estaba el árbol familiar de los Nara y un poco más lejos la de los Akimichi.


–Mis amigos y sus familias también están aquí; y todos juramos proteger Konoha.


De cierta forma entendía a Sasuke porque él también estuvo muy enfadado por el fallecimiento de Itachi. Pero su muerte fue inevitable y nadie pudo ayudarlo. Eso no significaba que lo hubiesen traicionado o dejado morir, sólo que eran débiles.


Por eso debía ser fuerte, para que todos lo reconocieran y nunca volver a perder a alguien importante.


Miró al pelinegro con gesto suplicante – me gustas, quiero que seamos amigos, pero no puedo aceptar eso que dijiste.


 


Sasuke lo contempló algunos segundos, después caminó hasta el muro y siguió las líneas de sangre mostrando interés en sus ojos –tal vez una marca de sangre en la pared significa algo para ti, pero no todos son como tú.


El rubio apretó los puños. Ofendido porque Sasuke considerara que alguien en Konoha Exterior se tomaba a la ligera la promesa al muro.


–No lo entiendes.


–Tú eres quien no lo entiende. Naruto – Sasuke se acercó al rubio hasta quedar a un palmo de distancia de él.


–Sasu… –el rubio tembló y caminó hacia atrás, intentando mantener la distancia, pero Sasuke lo siguió hasta que se toparon contra el muro –estás equivocado.


Quería seguir alegando, su cerebro le decía que debía defender la honradez de los habitantes del exterior, pero la cercanía de Sasuke no lo dejó pensar de manera coherente.


Cosa que complació a Uchiha porque no estaba interesado en escucharlo.


 


 


Desde la primera vez que Sasuke vio a Naruto sintió una especie de atracción por él y aunque no tenía experiencia, supo que Naruto compartió su sentimiento.


Le hubiese gustado que el rubio no fuese quien era. Ni siquiera tenía que ser hijo del Kazekage, podía ser un aldeano sin importancia de cualquier otra aldea, y él hubiera aceptado que le gustaba de manera instantánea.


Pero sin lugar a dudas detestaba a todos en Konoha Exterior. Esa gente no sólo lo apartó de su querido hermano, sino que lo asesinaron para proteger sus intereses. Incluso se rindieron en la búsqueda de su cadáver.


Él mismo lo leyó en el reporte que el exterior entregó a su padre. El gobernante Minato hizo ir a Itachi en una misión en la que las probabilidades de fracaso eran muy altas. Y sin refuerzos.


Además su tío Obito le explicó la verdad detrás de aquello.


Itachi salió de Konoha con la misión de conseguir pruebas sobre un complot urdido por los altos mandos del Exterior cuyo objetivo era destituir a su padre mediante una rebelión.


Pero cuando Itachi consiguió las pruebas lo eliminaron antes de que las entregara.


Nadie estaba seguro si Minato estuvo involucrado, pero fuese o no, él permitió que aquello pasara bajo sus narices. Desde ese momento Sasuke prometió que se vengaría de todos los del exterior, en especial de Minato.


 


Así que cuando escuchó a Naruto llamar a Minato padre. Dejó de considerar que su acción de desprecio hacía él fue exagerada y ya no se sintió culpable por atacarlo. Dejó de lado la atracción que sentía y lo odió.


En el momento en que Minato entró en una especie de crisis al ver a Naruto caer medio muerto en el campo de batalla, por fin todo tuvo sentido.


¿Qué importaba si Naruto era un niño cuando ocurrió aquello?, que dijera haber conocido a Itachi o que le gustara… el pequeño Uzumaki era un habitante del exterior y por lo tanto era alguien que no tenía valor, algo que podía usar para vengarse de Minato y todos los que le ayudaron.


 


Él no era ingenuo, pero Naruto sí. Le sorprendió que no le preguntara sobre cómo se las arreglaba para salir del Interior, además, fue muy fácil guiarlo con el clon del gato y propiciar las situaciones que su tío Obito le había aconsejado crear.


Pero las cosas le salieron un poco mal, no consideró que  con la cercanía desenterraría esa atracción que sentía por Naruto y después de estar con él algún tiempo se arrepintió de su intención. Huyó esos cuatro días pensando que lo mejor era encontrar otra forma de acercarse a Minato.


Sin embargo cuando Kakashi le avisó que debía prepararse para las pruebas que le permitirían ir al Exterior. Parte de él se resistía y otra le decía que era lo correcto. Le era muy difícil fingir que el exterior le agradaba así que sólo Naruto y su entusiasmo por él le aseguraban poder introducirse sin levantar sospechas.


 


–Sasuke – Naruto se dio cuenta de que su compañero se perdió en sus pensamientos y con eso logró dominarse e intentó apartarlo.


Sasuke recordando las palabras de su tío respecto a lo que tenía que hacer puso ambas manos sobre los hombros de Naruto y lo empujó hacia la pared –Naruto – le susurró y entonces se acercó hasta sus labios y lo besó.


Al principio fue un roce leve, casi inexistente causado por la timidez, inexperiencia y el miedo al rechazo, pero se dio cuenta que el último sentimiento no tenía sentido porque Naruto no tenía la más mínima intención de apartarlo.


En vez de eso el rubio recargó su peso contra la pared y tuvo espasmos ligeros en los hombros, como si quisiera hacer algo con los brazos pero no supiera qué.


Sasuke miró por unos segundos el rostro sonrojado de Naruto y sus ojos cerrados, cosa que le hizo sentir algo extraño en el pecho hasta que él también cerró los suyos y se entregó a la torpe tarea que ambos desempeñaban.


 


Todas esas ideas respecto a acercarse a Naruto con intención alterna le causaban sensaciones abstractas porque le gustaba y lo odiaba a la vez.


Entonces aflojó el agarre que tenía sobre los hombros de Naruto y dejó caer las manos para que recorrieran sus brazos hasta tomarlo de la cintura y besarlo con más ímpetu.


 


 


Naruto se sentía muy tímido y no supo qué hacer hasta que Sasuke acarició sus costados y bajó las manos hasta su cadera, entonces él hizo un movimiento similar.


Imaginaba que Sasuke tenía cierta experiencia haciendo aquello, pues lo estaba tomando con bastante determinación aunque sólo podía adivinarlo. Él jamás había besado a alguien.


Tembló mientras jugueteaba la lengua en la cavidad de Sasuke. Sintió un cosquilleó en el paladar e incluso creyó que se ahogaría tanto por la saliva como porque olvidó que debía respirar.


–Sa-suk-e – Naruto tosió el nombre al tiempo que se separaba de él con la mirada gacha y el rostro completamente colorado –¿por qué hiciste eso? – susurró.


El pelinegro le sonrió levemente –porque quería – su respuesta sonó más honesta de lo que en realidad quiso que fuera.


–Ah – Naruto se dio cuenta de que cuando estaba con Sasuke era poco elocuente.


–Además me lo pediste – Sasuke intentó lavarse las manos de la acción y Naruto entrecerró los ojos – Dijiste que te gustaba, por eso – el pelinegro aún estaba frente a él, ya no lo acorralaba pero Naruto se sentía ligeramente intimidado.


–… yo, no me refería a ese gustar… pero creo que está bien – agregó lo último porque su primera declaración tensó a Sasuke.


 


 


 


–Sí, como sea – de pronto Sasuke se separó de Naruto y le dio la espalda. Justo en ese momento se volvió a sentir culpable por lo que pretendía hacer.


En realidad en sus planes no estaba herir a Uzumaki porque su objetivo era Minato, pero después de ver la forma tímida en la que se retorcía se dio cuenta de que besarlo y fingir que le importaba estaba en el paquete de dañarlo.


Aunque no le importaba... Naruto era algo que odiaba.


 


 


 


Naruto miró a Sasuke y sintió ganas de recibir otro beso, pero no pudo pedirlo. No sabía por qué le costaba tanto trabajo sí debía ser muy sencillo, es decir… ¿ahora estaban juntos?, ¿verdad?, ¿eran novios?...


–Oye Sasuke – Naruto lo llamó de manera tímida, pretendiendo preguntar pero se arrepintió. ¿Cómo debía preguntar el estatus de su relación?, ¿era tácito?


–Hum – Sasuke le gruñó ligeramente haciendo que Naruto se sintiera confundido y el Uchiha se volvió a reprender por no ser capaz de controlarse. Naruto NO le importaba.


–Aún no tengo que volver a casa, ¿puedes quedarte más tiempo conmigo?


–Sí – contestó Sasuke restándole importancia, pero sintió mucho agrado cuando vio sonreír al rubio como si le hubiese dado la mejor noticia del mundo.


 


Ambos se sentaron frente al muro y Sasuke perdió la vista entre las manchas de manos rojas y las líneas que las unían.


Naruto creía entender que aquello que perturbaba a su acompañante era su declarado despreció al exterior. Y se prometió a sí mismo que haría lo que estuviese a su alcance para que Sasuke entendiera que ellos eran buenos.


Además, él no podía estar a un lado de Sasuke si él no aceptaba a sus amigos o sus raíces.


Era muy difícil, sí tan sólo Sasuke y él fuesen como su padre y su madre.


–Naruto – de pronto Sasuke lo llamó y cuando él giró la cabeza se volvió a topar con su rostro bastante cerca del suyo.


Cerró los ojos y abrió la boca de manera instintiva y al pasar algunos segundos se sintió tonto porque Sasuke no se acercó. Se sonrojó y tembló mientras pretendía echarse hacia atrás, aturdido. Pero no llegó muy lejos porque Sasuke le puso una mano en la nuca para impedir que se alejara y le plantó el beso que con gestos le pidió.


La sensación fue la misma que la vez anterior. Entre ellos había muchas chispas y muchos sentimientos que jamás habían experimentado.


–Sasuke, mañana. ¿Crees que podríamos vernos más temprano?


El pelinegro asintió con un gesto tonto. Ver a Naruto así de cerca y tan ansioso lo hizo dejarse llevar.


 


Era una cita. Ninguno había tenido una cita antes.


 

Notas finales:

Bueno, primero que nada espero que el capítulo les gustase, yo lo encuentro aceptable… y es muy raro que lo diga XD.

Las notas importantes son:

1)       A partir del próximo capítulo cambiaré el resumen de la historia. El actual es un poco ambiguo porque no quería hacerle spoilers a las primeras personas que le dieran la oportunidad, pero ahora que ya avancé ya puedo hacerlo más dramático.

2)       Tal vez ya lo notaron, pero para dejarlo claro: actualizo cada 15 días. Los domingos (en México) sin falta. Lamentablemente tengo muy poco tiempo para escribir así que eso es lo más rápido que puedo actualizar :(.

Sobre el capítulo… pues Kiba está enamorado de Naruto y Sasuke también pero tiene ahí una onda medio rara. En un principio pensé en seguir omitiendo los pensamientos de Sasuke, pero luego me pasa que se acumulan muchas cosas y al final, cuando todo se da a conocer, es bastante confuso.

Sólo espero no haber soltado esto muy pronto.

Bsos

Yais


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