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La respuesta por Yais

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Capítulo 2

 

“Sasuke”, ese era su nombre.

–Uchiha ¿verdad? – preguntó por decir algo, lo que fuese con tal de detenerlo. Pero su interlocutor ya no paró sus pasos –oye, te estoy hablando – corrió para interceptar su camino.

–Sí – el pelinegro entrecerró los ojos en cuanto se puso frente a él –¿qué quieres?

–Bueno… – arrugó la nariz levemente–hay algo que debo hacer, es muy, muy importante y creo que me puedes ayudar.

En ese momento se le ocurrió una idea genial. Si aquel chico era un Uchiha seguro podría llevarlo con el hermano de Itachi y, probablemente, hasta mostrarle su barrio.

–No lo creo.

–Pero sí, claro que puedes. Es un pequeño favor.

–No.

–¡¿Cómo puedes negarte?! si ni siquiera sabes qué es lo que te voy a pedir.

–No le hago favores a algún desconocido torpe que tropieza conmigo mientras estoy descansando.

–¡No soy un torpe!, ¿quién se tira a mitad del camino de esa manera?, ¿no tienes una casa donde dormir? Además, no soy un desconocido soy Naruto U-u-una persona.

Sasuke lo miró extrañado al tiempo que expulsaba el aire con burla –una persona… – murmuró – un demente.

El rubio no protestó de inmediato pues recién razonó su situación. Acababa de romper el brazalete que lo identificaba como habitante del Exterior, era un Uzumaki y quería comenzar una discusión con un Uchiha.

¿Qué ocurriría si Sasuke decidía reportarlo?, sus padres se pondrían furiosos y lo castigarían horrible. Eso, claro, sin contar los problemas burocráticos que tendría por eso.

–No estoy loco – refunfuñó y se cruzó de brazos al tiempo que devolvía una mirada fija y de sospecha a Sasuke. ¿Cuál sería su postura respecto a la gente del Exterior?, ¿habría notado que rompió su brazalete?, ¿tendría que salir corriendo antes de que lo delatara?

Quería pensar positivo porque Sasuke de verdad le atraía. Además, suponía que no debía ser malo como el resto de las personas que se había encontrado pues salvo el hecho de que parecía irritado no mostraba alarma o desprecio en sus acciones.

–¿Qué? –Uchiha se crispó y le devolvió el aura retadora.

Aunque la falta de reacción negativa podría deberse a que Sasuke no había notado la inscripción en su pulsera o el emblema en su espalda. Le había estado dando la cara todo el rato.

–Yo…

–No me hagas perder el tiempo – el pelinegro se giró para dejarlo ahí plantado.

En ese momento Naruto olvidó la prudencia y tomó a Sasuke de la mano para evitar que se fuera. Se arriesgó porque al momento en que su compañero se giró otra corriente de viento los acarició y su sentido del olfato se volvió a deleitar con su aroma.

Kami, de verdad el olor de Sasuke le atraía como la miel a las abejas y lo dejaba sin pensar.

–No, lo siento, espera. Lo que te quiero pedir es que si… por favor me podrías mostrar el barrio Uchiha. Significaría mucho para mí.

Sasuke elevó una ceja y lo escudriñó unos segundos, desde donde sus pieles hacían contacto hasta su rostro. –No soy guía de turistas. Mejor vuelve a la oficina de registro y arregla eso que rompiste – después de la declaración se jaló para que dejara de tocarlo.

Naruto pegó un saltito ligero al descubrir que, más allá de su declaración de ser visitante, su interlocutor sí había visto su identificador y seguramente sabía de donde era. Dejó escapar el aire con una exhalación de alivio y sonrió. Si Sasuke no había saltado para reportarlo antes era porque no lo haría.

–No, no importa – amplió la sonrisa mucho más, al tiempo que sacudía la mano para restarle importancia al asunto.

Tal vez el aura de Sasuke era un poco espinosa, pero lo comprendía. Cualquiera se molestaría si era despertado de aquella manera. En realidad Sasuke debía ser tan abierto como Itachi. Probablemente la mayoría de los Uchiha eran así, incluso la historia decía que Madara predicaba el perdón.

Sasuke lo miró con duda durante unos segundos, hasta que arqueó una ceja y negó levemente –“no importa” – lo arremedó incrédulo –es el identificador, todos los extranjeros deben usar uno ¿sabes que es delito no hacerlo?

–Sí pero, no, no es necesario. Me parece una… tontería – Naruto se miró el lugar donde debía ir el brazalete con enfado. No se iba a meter en problemas e ir marcado era desagradable. No le gustaba el identificador, lo hacía sentir incómodo y despreciado, por lo tanto, su protesta era no usarlo. –Sólo tengo que hacer una cosa – y tras declarar eso se quitó su chamarra.

Cuando ingresó a Konoha utilizando el emblema de los Uzumaki, su intención era hacer una declaración, pero sostenerla sería un suicidio dadas sus condiciones. Sin su identificador y si se topaba con algún aldeano prejuicioso tendría problemas.

–Es… – Uchiha volvió a mirarlo con sorpresa y detuvo sus palabras. Se quedó callado unos segundos, como analizándolo, hasta que cambió de opinión e incluso de pose –no creo ser la persona adecuada para ser guía. Pero puedo llevarte de vuelta a la oficina de registro, te ayudaré a encontrar a alguien.

Naruto se desubicó por el repentino cambio de tono utilizado por su interlocutor, pero no le tomó importancia porque su semi aceptación para acompañarlo lo puso muy feliz. Así que le agradeció la declaración volviendo a tocarlo. Esta vez tomando su mano derecha entre las suyas como si le estuviese haciendo alguna promesa.

–¡Pero no necesito un guía turístico para que me explique la ciudad!, lo único que quiero es visitar el barrio Uchiha.

Sasuke volvió a mirar la forma en la que lo sostenía con un gesto indescifrable pero esta vez decidió dejarlo hacer –¿para qué?

–Bueno, estoy buscando a una persona, probablemente sepas de él, no sé su nombre pero sé que es el her…

–¡Sasuke kun! – el grito de una chica interrumpió las palabras de Naruto y antes de que alguno de los dos pudiera reaccionar una muchacha de rubia y larga cabellera se lanzó a la espalda del mencionado  –por fin te encuentro.

–Ino, ¿qué es lo que quieres? – Sasuke gruñó para quitársela de encima y ella a regañadientes se apartó de él.

–Tenemos entrenamiento, ¿lo recuer-das?– la chica arrugó ligeramente el ceño cuando reparó en la presencia de Naruto, la forma en la que tenía a Sasuke agarrado y como el pelinegro no hacía esfuerzo por liberarse.

Cuando Naruto se dio cuenta de eso se sonrojó y lo soltó, después se hizo un largo e incómodo silencio entre ellos. Ni siquiera se había dado cuenta de en qué momento había vuelto a sostener la mano del Uchiha.

–¿Quién eres tú? – preguntó Ino dando un paso hacia Naruto con altanería, mientras entrecerraba los ojos –no te había visto antes.

–Eeh – Naruto se rascó la mejilla – pues…

–Y más importante – le interrumpió –¿quién te crees para tocar a Sasuke kun?

–¿Cómo? – se quedó perplejo ante las palabras de la chica.

–Déjalo Ino – Sasuke jaló a la mencionada para que dejase de retar a Uzumaki y volviera a su lado –él es Naruto y es un visitante – al decir eso formó un gesto duro a modo de reprimenda y con eso logró que Ino se encogiese ligeramente.

Ella abrió la boca como si acabase de comprender algo y terminó por formar una sonrisa forzada. –Ah, un visitante… eem disculpa – sus labios estaban tensos –mi nombre es Ino, Yamanaka Ino y soy la pareja de Sasuke kun.

–Oh, hola –Naruto también se tensó al escuchar el tono que utilizó para hacerle saber que era “su pareja”.

¿Por qué le dijo eso? y ¡con esa pose! ¿Acaso notó que Sasuke le atraía? Se desilusionó tan pronto comprendió el significado, pero también se confundió porque vio al pelinegro formar una pequeña mueca.

–Aún falta media hora para que el entrenamiento comience, dile a los otros que los veré en el campo. Voy a acompañarlo a la oficina de registro – ordenó el pelinegro quien con lo último hizo referencia a Naruto.

–Emm – Ino meneó su cabeza hacia la derecha, haciendo que su largo cabello se meciera hacia el mismo lado –lo que ocurre es que reajustaron nuestra hora y el evento es en 10 minutos. Te estuve buscando, pero estabas en ningún lado.

Sasuke se irritó ligeramente –entonces que me esperen. Diles lo que pasa.

Ino lanzó un suspiro –está bien.

Al escucharlos Naruto agitó los brazos para llamar su atención –no es necesario que me acompañes al registro, yo lo que quiero es ir al barrio Uchiha. Sé volver ahí así que… – bajó la mirada y formó un gesto de pesar pues le hubiese encantado que Sasuke pasara más tiempo con él. Lástima que tuviese otras cosas que hacer, lástima que tuviese novia –…puedo volver solo. No es necesario que te preocupes. Le diré a Rin san que me ayude.

Ante el gesto del rubio Sasuke se puso más serio –te acompañaré de cualquier forma.

–¿Dices ir al barrio Uchiha? – Ino golpeó un puño contra su palma y ensanchó una sonrisa, esta vez sincera –entonces ¿qué te parece acompañarnos?, el entrenamiento será en el campo que está detrás de su sector –estoy segura que podremos encontrar a alguien que te lleve.

–¿De verdad? – Naruto se emocionó, abriendo los ojos de par en par –espera, ¿dijiste entrenamiento?

–Sí – Ino al igual que él estaba entusiasmada por su idea.

–¿Ustedes son ninjas? –la chica asintió y tomó el brazo de Sasuke.

–La mejor pareja gennin en Konoha.

–Wow – Naruto no pudo evitar pegar saltitos –ninjas del Interior y van a entrenar ¿puedo mirarlos? ¡eso sería genial!

Sasuke quien aún se veía incómodo al ser abrazado por Ino asintió –si es lo que quieres.

–¡Claro!

 

Durante el camino charló con el par y entendió por qué Ino mencionó que Sasuke era su pareja. No eran novios, sino compañeros, cosa que lo hizo sentirse bastante bien.

Aparentemente en el interior hacían equipos de dos personas formados por un hombre y una mujer. A diferencia del exterior, donde los equipos eran de tres y las kunoichi, salvo que demostraran aptitudes excepcionales de combate, no eran elementos de batalla.

 

Sasuke e Ino tenían prisa por llegar a su destino, así que se adelantaron cuando estaban a unos metros de entrar al campo de entrenamiento. Naruto los vio irse pero no los siguió de cerca porque se entretuvo mirando la columna labrada con diversos animales que marcaba la entrada.

Cuando pasó la columna, lo primero que vio fue un impresionante campo de entrenamiento, de suelo empedrado en blanco y distintivos en rojo dibujando una especie de dianas.

A un lado derecho del campo, había un grupo de chiquillos aglomerados en unas pequeñas gradas, un par de ninjas adultos a su lado y en el centro del campo, al cual caminaban Sasuke e Ino; había dos chicas y dos chicos alineados.

Uno de ellos era castaño y de cabello largo, el otro estaba cubierto casi de pies a cabeza con una enorme parca; de las chicas una tenía el cabello azul brillante suelto llegándole a los hombros, mientras que la otra era castaña y lo tenía sujeto en dos chongos.

 

Mientras se acercaba a la zona de las gradas Naruto se sintió un poco desubicado. Sus nuevos amigos no tuvieron tiempo de encargarlo con alguien más como prometieron, pero así era mucho mejor. Tenía curiosidad respecto a su entrenamiento o por qué tenían público.

–Sasuke, Ino, es tan inusual que ustedes se retrasen – habló uno de los adultos al tiempo que caminaba para acomodarse frente a los 6 jóvenes.

–Lo siento Kakashi sensei – la rubia hizo una reverencia y se acomodó cerca de los otros con elegancia. Sasuke no contestó, pero igual se formó a un lado de sus otros compañeros.

El hombre que respondía al nombre de Kakashi hizo un gesto de restarle importancia al hecho de ser ignorado y escribió en una libreta que traía en su mano izquierda.

–Ya conocen las reglas, son 30 minutos, anotaré sus puntuaciones y al final dictaré su posición.

Los 6 asintieron e inmediatamente rompieron la fila para hacer formación en grupos de dos en puntos espaciados del campo. Sasuke e Ino prácticamente quedaron al centro mientras los otros cuatro los rodearon. Los castaños a la derecha y los otros dos a la izquierda.

Naruto agudizó la vista cuando vio a Sasuke tomar pose defensiva y casi pierde el aliento en cuanto distinguió que activaba el famoso sharingan. Aunque su impresión subió a niveles insospechados cuando escuchó a la chica de cabello azul y al castaño llamar al casi igual de famoso Byakugan del clan Hyuuga.

Pegó un gritito de emoción sin querer. Ni en sus mejores sueños pensó que tendría la oportunidad de ver una batalla entre el Sharingan y el Byakugan. Sus amigos no le creerían.

 

Cuando Konoha se separó gente muy fuerte fue al exterior, pero había muy pocos miembros de los clanes famosos entre ellos. Además, debido a las constantes batallas que libraban para mantener la paz y tranquilidad de los del Interior muchos murieron.

Tan absorto estaba mirando el inicio del entrenamiento que no se dio cuenta en qué momento Kakashi reparó en él y caminó a su lado.

–Hola – el hombre lo saludó, pero él lo ignoró.

Como esperó las chicas comenzaron una batalla triangular, pero era evidente que iban por Ino, mientras que con los chicos, Sasuke se enfrascó en una pelea con Hyuuga mientras que el otro sólo los miraba.

–Hola – repitió Kakashi y le pegó un golpecito a Naruto para que lo notara.

–¡Ah! – él lanzó un grito del susto – ¡¿por qué me espanta así?!

–Eemm lo siento – Kakashi miró al cielo como si su disculpa fuese una charla cualquiera –¿acaso eres Naruto, el hijo de Minato sensei y Kushina san?

–…sí – Naruto contestó sin pensar o ponerle mucha atención, porque Sasuke se movía muy rápido y no quería perderlo de vista. Una técnica tan grácil como aquella sólo la había visto en Itachi.

–Soy Kakashi, fui alumno de tu padre. ¿Él está por aquí?

–No… – Naruto se giró para ver al adulto unos segundos. Creía haber escuchado algo sobre un tal Kakashi, pero a menos que le preguntara su padre no hablaba mucho de su vida en el Interior, así que el adulto no le llamaba mucho la atención –está en una junta con el gobernante de aquí – después de contestar lo volvió a ignorar.

La pelea que sostenía Ino contra las dos chicas, se veía interesante a pesar de que la estaban reduciendo fácilmente. Mientras que la de Sasuke resultaba un poco extraña pues el chico que no peleaba tenía una abertura excelente para intervenir, pero no lo hacía.

Kakashi lanzó un suspiro –Shino – le hizo señas al chico –¿estás seguro de que quieres mantener tu calificación como la más baja?

–Una pelea de dos contra uno no es justa, en cuanto uno de los dos gane intervendré –. Las palabras de Shino se oyeron aceptables a los oídos de Naruto, pero no por eso pudo suprimir el escalofrío que le dio  escucharlo. Había algo muy raro ahí.

–¿Es así? – Naruto se dignó a prestarle la atención debida a Kakashi – ¿deben ser dos contra uno?

El adulto se sorprendió por el repentino interés y aunque pudo hacerse el ofendido lo dejó ser. Naruto y él ya se habían conocido cuando el rubio era muy, muy pequeño y de ese tiempo a ahora no había cambiado mucho, aún era todo un caso.

–No necesariamente, depende de la estrategia, pero Sasuke ahora es el líder así que lo más razonable es que lo ataquen a él.

–¿Cómo el líder?

Kakashi se rascó la barbilla –bueno, supongo que en el Exterior las cosas deben ser diferentes. Ellos seis son los gennin con opción para convertirse en chunnin en los últimos tres años. Neji y Tenten fueron los únicos de su generación, mientras que Sasuke, Ino, Shino y Hinata son de la siguiente. De todos, Sasuke e Ino son los que mejor calificacion tienen.

–Sólo seis en tres años – Naruto no creía aquello. Él junto con sus amigos eran siete sólo de su generación e, incluso, todos sabían que aquel fue un mal año porque siempre se graduaban entre 10 y 15 gennins mínimo.

–No muchos soportan la presión de los entrenamientos – Kakashi le restó importancia al asunto –los seis han demostrado ser excepcionales, pero las parejas se forman de acuerdo a su nivel de excelencia. Los entrenamientos en realidad son una competencia en la que evaluamos habilidades y en base a su puntuación los calificamos del primer al tercer lugar. Sasuke se ha mantenido a la cabeza desde el inicio e Ino tiene dos meses en el primer puesto. Lo razonable es eliminarlos, por eso Hinata y Tenten han establecido una tregua para bajar la puntuación de Ino y… Shino y Neji no.

Naruto ladeó la cabeza ligeramente, no muy seguro de estar entendiendo cómo funcionaba eso –¡Esta diciendo que los entrenamientos son torneos donde los clasifican del mejor al peor!

–… eh, sí – Kakashi no entendió por qué Naruto elevó la voz.

–Pe-pero los entrenamientos son para pulir debilidades y generar confianza entre tus compañeros de equipo, mejorar juntos y-y… ¿cuál es el objetivo de competir entre ellos?, eso no está bien.

Lo último lo dijo porque conforme avanzaba el tiempo de entrenamiento se dio cuenta de que tanto las chicas como los chicos se atacaban sin más consideración que la de no matarse, pero no tenían problemas con herirse.

Él jamás lastimaría a sus amigos por unos cuantos puntos en un examen. Incluso entendió por qué Shino le causó un escalofrió,  sus palabras habían sido motivadas más por el orgullo que por respeto a sus compañeros.

–Bueno, ese es el tipo de pensamiento que tienen los perdedores – justo cuando Naruto terminó de hablar otro adulto apareció a un lado suyo.

–Ebisu – Kakashi se molestó ligeramente con el recién llegado, pero más lo hizo Naruto e iba a protestar justo cuando escucharon un golpe.

Al girar la mirada a donde provino el ruido, vieron a Ino rodar tres metros desde donde estaba, caer al suelo herida y fuera de combate. Hinata le acababa de dar un golpe y aunque por un momento se vio preocupada continuó su batalla contra Tenten.

Ino al saberse imposibilitada para continuar se sentó y encogió las piernas para ocultar su rostro entre sus rodillas. Por los temblores en sus hombros Naruto supo que estaba llorando. Era increíble.

No podía concebir que Ino estuviese desolada y que Sasuke, su supuesto compañero, ni siquiera había mostrado señales de interesarse por ella. Aunque nadie lo hacía, profesores o espectadores.

Estaba en camino de ir por la chica, para ayudarla a sentarse fuera del campo de batalla, pero no pudo hacerlo. Tenten lanzó un ataque de kunais directo a Hinata, ésta las esquivó y debido a eso fueron a rebotar con el jutsu giratorio de Neji, ocasionando que los objetos filosos salieran disparados en todas direcciones como si restos de una explosión se tratasen.

Todos se cubrieron, incluida Ino quien rodó por el piso para salvar su vida. Sin embargo Naruto se dio cuenta de que una Kunai iba directamente a uno de los niños en las gradas.

Su primera intención fue desviarla con una de sus shuriken, pero cuando hizo el amago de tomarla descubrió que no traía su estuche de armas amarrado a la pierna, así que no tuvo más opción que lanzarse hacia el niño para protegerlo con su cuerpo.

Corrió tan rápido como pudo y tan pronto aseguró al niño cerró los ojos esperando sentir el ardor de una herida, pero nada ocurrió. Cuando se animó a levantar la vista, se dio cuenta que Sasuke, con kunai en mano, había desviado el proyectil antes de que lo golpeara.

–¿Estás bien Naruto? – preguntó, viéndose bastante genial. Tanto que el mencionado sintió que sus mejillas se coloreaban ligeramente.

–Sí, gracias.

–No, gracias a ti – Kakashi llegó hasta ellos y le sonrió viendo al niño que rescató –bueno chicos, parece que eso es todo – se dirigió al grupo de gennins –Tenten, Neji cometieron un tremendo error de coordinación y eso les costará todos sus puntos en esta batalla.

–¡¿Qué?! – la chica se dejó caer al suelo derrotada, mientras que Neji se quedó callado.

Kakashi hizo un ademan de contar en su libreta –Bien, Shino, eso te deja en segundo lugar a pesar de que no participaste, junto con Ino.

–¡No! – Ino comenzó a patalear. Aparentemente el ataque de llanto se le había quitado con el susto –no puedo estar en segundo, mi pareja es Sasuke, no ese loco de los bichos. No es justo.

–Lo siento Ino, esta vez Hinata ha demostrado el mejor manejo de técnica, habilidad y estrategia. Ella se queda con el primer lugar y Sasuke, tú también.

Hinata se encogió, cohibida, mientras que Sasuke recibió el primer lugar como si nada.

–Entonces los equipos durante el próximo mes y hasta el nuevo entrenamiento son Neji-Tenten, Shino-Ino y Sasuke-Hinata. Pueden regresar a sus labores –. Después de declarar eso se volvió hacia Naruto –¿de verdad te encuentras bien?

–Sí, estoy bien. No hay problema – Naruto por fin se separó del niño que había salvado – ¿y tú?

–Creo que sí, gracias… eh…

–Naruto.

–Gracias Naruto, soy Konohamaru.

–Konohamaru kun – Tenten se acercó hacia donde estaban –lo siento mucho, no era mi intención.

–No importa – el niño elevó levemente la barbilla y se separó del rubio, lanzándole una mirada brillante –estoy bien gracias a Naruto.

Naruto se encogió de hombros –je no fue nada.

–¡Jefe! – un niño y una niña también se acercaron al lugar, al igual que los otros cuatro gennins –¡¿está bien?!

–Sí, sí.

–Eso fue impresionante – la niña fue con Naruto y también lo miró con ojos brillantes –se lanzó sobre nuestro jefe sin armas y para protegerlo.

–Bueno…

–Y fue tan rápido, sin dudar.

Naruto ya no pudo evitarlo y tomó una pose confiada –digamos que era mi deber, además, me he visto en situaciones mucho peores que una kunai enterrada en mi espalda. Esto es algo que enfrento todos los días.

Exageró, pero el resto de los niños también se apilaban a su alrededor y todos lo miraban como si fuese un héroe de guerra. No lo pudo resistir.

–Eso es todo, ya, déjenlo, debemos volver al salón de clases – Ebisu llamó a todos los niños y ellos con expresiones de desilusión tuvieron que irse.

–Sí que sabes cómo llamar la atención, eh Naruto. Algo que seguro sacaste de tus padres – Kakashi escaneó al rubio con la mirada –pero no deberías hacerlo tanto si no usas tu identificador. Déjame llevarte de vuelta con Rin.

Naruto se llevó instintivamente la mano izquierda a su muñeca derecha para cubrirse el lugar donde debería estar la pulsera. Con tanto ajetreo olvidó por completo que no la usaba.

–Kakashi – de pronto, con un plop, apareció un perro en medio del rubio y el adulto –el Hokage te llama. Es urgente.

–eeh – Kakashi suspiró –ya, ya, me imagino – de pronto dirigió la mirada a los seis gennins –chicos, me harían el favor de cuidar de Naruto hasta que vuelva a la oficina de registro. Si alguien pregunta digan que yo lo ordené y si hay algún problema manden a Pakkun – señaló al perro –a visarme.

–Claro Kakashi sensei – después de que todos los chicos asintieran el adulto desapareció dejando a su perro detrás.

 

Naruto se sintió verdaderamente incómodo pues los seis chicos lo miraron fijamente, los cuatro de los que sólo conocía su nombre inundaban sus ojos con desconfianza e intriga.

–Bien chico, vamos a donde Kakashi dijo – Pakkun inició el camino a la oficina de registro.

–¡Eres un perro que habla! – Naruto lo señaló como si recién notara que lo hacía.

–Sí…

–Nunca había visto uno como tú – el rubio se fue a examinar al pequeño perro café.

–No molestes niño.

Estaba jalando a Pakkun, intentando asegurarse de que en realidad fuese un perro y no un jutsu, cuando Neji lo interrumpió –Oye tú, ¿quién eres?

–… eh – soltó a Pakkun.

–Ignóralo Naruto, vamos – Sasuke le hizo un ademán para que lo siguiera.

–Creer ser el número uno te sube bastante los humos ¿no?, Uchiha – Shino comentó antes de que Neji tuviese tiempo de protestar.

–Sasuke no cree ser el número uno ¡él lo es!, no como tú insecto de cuarta – Ino rápidamente salió en defensa del pelinegro.

–Chi-cos n-no pel-een – Hinata murmuró por lo bajo.

–Lo siento Hi-Hi-nata no escuchó nada de lo que dices – Ino se burló.

–Arrastrada, no te atrevas a molestar a Hinata sama – Neji usó un tono tétrico pero Ino no se amedrentó.

En cambio siguió peleando, los seis lo hicieron.

–No me importa quién seas – Tenten se dirigió a Naruto harta de argumentar –pero te acompañaré a la oficina de registro lo más rápido posible para poder alejarme de todos ellos.

Después de mirarlos y escucharlos Naruto no sabía qué pensar.

¿No se suponía que eran ninjas de Konoha Interior?, ¡los seis mejores!, ¿cómo era posible que siendo compañeros se tratasen de esa manera?... le estaban jugando una broma. Ellos no se parecían en algo a su padre o a su querido Itachi.

–¡¿Qué ocurre con ustedes?! Son el peor grupo de ninjas que he visto en toda mi vida.

Después del grito que pegó los seis lo miraron como si estuviese loco. Lo dijo sin pensar que iba a ofenderlos.

–¿Qué dijiste?

Ino se ganó el premio a la reacción más rápida, pero después de gritar aquello al único al que Naruto miró fue a Sasuke –¿Por qué?, si se supone que son compañeros se tratan así, son un equipo, deben llevarse bien entre ustedes.

Sin embargo Sasuke no le contestó, en su mirada había negación e incredulidad a sus palabras.

–En realidad no – Shino acotó como si eso fuese evidente.

Naruto lo miró mal y negó con la cabeza –vamos Pakkun, iré al registro. Después ¿podrías hacerme un favor?

–Supongo que puedo – el perro se rascó la cabeza y emprendió camino junto a Naruto.

–Espera – Sasuke le habló a Naruto – Kakashi ordenó que te acompañáramos, además, ¿no dijiste que querías ver el barrio Uchiha?

–Sí – Naruto lanzó un suspiro.

–Entonces te voy a llevar – sin preguntar lo tomó de la mano y lo arrastró consigo.

–aahhh, Sasuke – no lo pudo evitar, se sonrojó y se dejó guiar. Las manos de Sasuke eran suaves y, de verdad, olía tan bien.

–Espera, Sasuke kun – Ino fue detrás de ellos, y de ella los otros 4 chicos. Tenían la orden de cuidar del rubio, aunque no les agradara del todo.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer y por sus comentarios :).


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