Día 2.
Sujeto de prueba 2: Trafalgar Law
-¡Vamos Luffy, es tarde!
-Ya voy, ya voy- bajaban las escaleras corriendo para salir a la calle y correr a la Academia. Se habían levantado tarde y apenas habían tenido tiempo de desayunar. Luffy no paraba de quejarse.
-Agradece que alcancé a hacernos almuerzo y el desayuno de Franky, si no fuera por tu desorden de anoche y tus ganas de jugar a los piratas, habríamos desayunado como se debe.
-¡No es culpa mía!
-¡Lo es!
Corrieron con ganas y con una tostada colgando de la boca de cada chico. Saltaron unas bancas y a un gato que se les atravesó en el camino. Cruzaron las calles y tropezaron casi tumbando a una mujer que cargaba una bolsa llena de pan. Llegaron a la puerta del salón justo cuando Smoker entraba.
-Mierda, eso estuvo cerca.
-¡No le di a Franky su desayuno!- alzó la mano- Profesor Smoker, ¿puedo ir al baño?
-Que sea rápido Kuroashi.
Salió disparado con la caja del desayuno en la mano al taller de carpintería donde estaría a primera hora de la mañana.
-Franky... Aquí... Está...- hablaba agitado por su respiración luego de correr el primer y segundo piso para alcanzar las escaleras que llevaban a la terraza del taller- el desayuno...
-¡Súper! Gracias Sanji.
-Con gusto, nos vemos- volvió a correr y entró al salón cuando recogían los talleres. Logró entregar el suyo y se sentó a recuperar el aliento. No tenía ganas de ver números. Por suerte, Smoker traía preparado un video pedagógico que duró las dos primeras horas de clase antes del receso. Salieron y Nami tomó a Sanji por el hombro.
-¿Y?
-Nami-chan, Luffy no es, ¡se comió todo el arroz! Lo quiero mucho, pero sólo como amigo.
-Entonces hoy es el segundo día de prueba.
-Exacto. Sanji-san, recuerda que hoy es con Trafalgar Law.
-¡Robin-chan!
-Robin, he de ponerte un cascabel para que dejes de aparecer de esa manera.
-Lo harás luego. Por ahora vamos afuera, nos están esperando cerca a las canchas.
Bajaron hablando de lo sucedido el día anterior en casa de Sanji.
-¿Un ladrón?
-Si, en el árbol que da a la ventana de la sala. La rama se movía extraño y había una silueta rara. Menos mal logré tumbarle.
-Si, hubiera sido peligroso.
Se acercaron al árbol donde solían reunirse en el receso, encontrándose frente a frente con una momia que llevaba el uniforme de la Academia.
-¡Torao!- exclamó Nami- ¡¿pero qué te pasó?!
Antes de responder, Law traspasó a Sanji con su mirada de manera asesina.
-Me tumbaron de un árbol- enfatizó el "tumbaron" mirando con mas intensidad al rubio. Sanji tragó saliva. Era obvio ahora. El "ladrón" no era otro que el chico celoso que estaba enamorado de Monkey D. Luffy.
-Torao, ¿estás bien? No te lastimaste mucho, ¿cierto? Tu eres fuerte. No te mueras Torao. No. Por favor. No quiero que te mueras.
-Tranquilo Luffy, ya te dijimos que está bien- Ace lo calmó antes que comenzara a llorar de nuevo- ahora aléjate de él.
-Seguro que si, Torao es bastante saludable- añadió Usopp.
-Ya lo creo- les dijo una voz femenina- buenos días.
-¡Tashigi-chan! ¿¡Qué haces aquí?! ¿No deberías estar en la Universidad?- Sanji se adelantó.
-Si, pero estoy en receso. Además vengo a preguntarte algo, Sanji-kun, ¿te gustó la cuchara que te dio Zoro?
Todos miraron expectantes la cara de Sanji esperando la respuesta. Tashigi tamborileó los dedos en su brazo.
-Si- tragó saliva- me gustó mucho y no le pude dar bien las gracias.
-¿Mucho mucho?
-Si, mucho mucho.
-¿Qué tanto?
Las miradas rebotaban entre la chica y el muchacho rubio.
-¡Me encantó!- soltó al fin, sonrojado y apenado- ¡es de los mejores regalos que me han dado! ¡Y de la persona que menos lo esperaba, eso lo hace mejor aun! Que sea de ese estúpido cabeza de aloe...
-Eso era lo que necesitaba, gracias Sanji-kun.
-¿Qué?- Ace la detuvo antes que se fuera- ¿a qué te refieres?
-Bueno... Lo que sucede es que Zoro se ha estado quejando toda la mañana de que si a Sanji-kun le había gustado la cuchara. "Ese pervertido la va a usar de cenicero", decía, "y yo que me esforcé en buscarla", no paraba de refunfuñar, Zoro estaba demasiado desesperante esta mañana. Ahora si me voy- se dio vuelta y se detuvo- ah si, Ace, mi papá manda a decir que si te vuelves a dormir en su clase, te va a poner a barrer las canchas y a limpiar el dojo. Adiós- se fue corriendo.
-Ya la oíste Ace, te vuelves a dormir en la clase de Mihawk y no te veremos en una semana.
-Relájate Usopp, no me volveré a dormir.
-No se la cree ni él- se susurraron las chicas.
Nami miró a Sanji y le señaló con la cabeza el puesto libre al lado de Law. "Aprovecha", le dijo igual que el día anterior. Sanji suspiró y se sentó al lado del futuro médico, quien no se podía mover, no sólo por estar envuelto en vendas, sino que Luffy se negaba a dejar de abrazarlo por el miedo de que Trafalgar Law se iba a morir en cualquier instante. Y la verdad es que a Law no le molestaba, ni en lo mas mínimo, el sentir el abrazo del pequeño chiquillo tragón. El teléfono sonó en el bolsillo de Trafalgar. Contestó con dificultad.
-¿Diga?- escuchó al otro lado de la línea- si doctor, estoy en la Academia- esperó- no, fuera del sol- esperó- ah entendido. Gracias doctor Chopper- cortó la llamada- el doctor me ha dicho que puedo quitarme los vendajes y que me quede sólo con los importantes- informó.
-¡Vamos Torao! ¡Yo te ayudo!
-¡De eso nada! ¡Tu te quedas aquí!- Ace lo detuvo tomándolo por el cuello de la camisa- Sanji, ayúdalo.
-¿Qué? ¿Por qué no va Luffy? Él quiere ir.
-¡Porque Law quiere que Luffy vaya!
-¡Complejo de hermano mayor celoso!
-Calla Usopp.
-Pienso que es muy buena idea que Sanji-kun acompañe a Torao.
-Si, Sanji-san es muy bueno con sus manos.
Miró suplicante a las dos chicas que lo habían lanzado al lobo. Se levantó y caminó con pesadez junto a Trafalgar Law camino a la enfermería de la escuela.
-Eh... Lamento lo de la caída, yo...
-No te atrevas a poner un solo dedo sobre Luffy-ya, te lo advierto- dijo bajo pero totalmente amenazante.
-¡No! Yo no... No es mi intención... A mi... No... ¿Te gusta Luffy?
Ahora el nervioso era Trafalgar, aunque fuera tan obvio, había veces que ni siquiera se daba cuenta de lo que hacía o decía.
-¿Es muy obvio?- le preguntó mientras entraban a la enfermería y cerraban la puerta.
Sanji le levantó la ceja visible. ¿Estaba Trafalgar hablando en serio o sólo le tomaba el pelo? ¿Que si era obvio? Debía ser una pregunta retórica.
-¿De verdad quieres que te responda?
-No.
-Lo bueno es que Luffy es tan idiota y distraído que no se va a dar cuenta a menos que se lo digas de frente, le expliques con plastilina y dibujes un enorme cartel a la entrada de la Academia- le dijo mientras comenzaba a quitar las vendas con cuidado.
-¿Crees que si le digo me seguirá tratando igual?
Le sorprendió que Trafalgar Law le preguntara de eso. Era muy cerrado con las personas y ahora le pedía ayuda.
-No lo se, no entiendo la cabeza de Luffy. Pero de que te quiere, estoy seguro, aunque no se si de la misma manera que lo quieres. Toma el riesgo.
-Será.
Se mantuvieron en silencio por un buen rato hasta que Trafalgar Law estuvo completamente visible. Salieron de la enfermería.
-Gracias, Kuroashi-ya, aunque no tenías porque...
-¡Laaaw!
-Mierda... ¡Papá! ¿¡Qué haces aquí?!
-Yo trabajo aquí- se puso una mano sobre la frente- no puedo dejarte solo Law, ya acepté que mi Baby se fuera a estudiar al extranjero, tu y Kid son lo que me quedan. ¡Oh!- acabó con un deje dramático y una pose ridícula.
-Baby tiene suerte... ¡Papá! ¿¡Y tu qué haces aquí?!
-Voy a trabajar aquí.
Sanji quedó de piedra y no sabía si había escuchado bien. ¿Le había dicho Law "papá" al maestro de Artes Plásticas? Además, ¿le había dicho "papá" también al otro enorme sujeto que venía con él?
-Ajá, trabajar aquí. ¿Qué vas a hacer?
-Profesor de Química.
-¿¡Y qué pasó con la señorita...? Eh... Ah... La señorita... Bueno, ella. ¿¡Qué pasó con ella?!
-¿Crees que Vivi tenía edad para enseñar? Ella volvió a su país a estudiar. Croco-chan va a ser tu nuevo profesor- dijo abrazando al mencionado.
-Papá... ¡Es suficiente con tenerte aquí!
-¿¡Qué es ese escándalo aquí...?! ¿Law? ¿Papá? ¿¡Papá?!
-¡Kid! Hijo mío- su primera acción fue abrazarlo, siendo respondido por Kid apartándose de su camino y dejándolo caer al suelo.
-Papá, ¿por qué papá está así?
-Es su estado natural- Crocodile se encogió de hombros- no sirve de nada.
-Un día de estos te voy a demostrar que sirvo, Crocodile- le sonrió ladino y cruel, con un impresionante doble sentido. El interpelado sólo rodó sus ojos y se sonrojó imperceptiblemente.
-Aclaremos esto, papá- miró a uno- papá- miró al otro- ¿¡podrían dejarnos en paz?!
-Kid...
-Esperen un segundo- Sanji los detuvo antes de complicarse mas la vida- ¿podrían explicarme de qué va esto?
-Crocodile va a ser nuestro maestro de Química, ¿no la coges, Kuroashi-ya?
-Ese no es el problema. Estoy confundido con el rollo familiar.
-Papá y papá están casados.
-Law, es extraño que te refieras a ambos como papá.
-¡TE LO HEMOS DICHO! ¡DIFERÉNCIANOS DE ALGUNA MANERA!- exclamaron evidentemente enfadados.
-Bueno- Law se encogió de hombros- Rosadito es nuestro padre adoptivo, por eso los tres tenemos apellidos distintos.
-¿¡Rosadito?!
-Y Verde Alien- continuó Kid- es el esposo de Rosadito desde hace...
-¿¡Verde Alien?!
-15 años- afirmaron ambos hermanos- eso es todo.
-Entiendo...- Sanji cavilaba, por lo menos era un poco mas sencillo que la mezcla de familia de Zoro y Luffy. Mihawk era el padre de Tashigi y Kuina, las gemelas, y era tío de Zoro. A su vez, Mihawk estaba saliendo (si es que aun no estaban casados) con Shanks, el tío de Luffy, Sabo y de Ace, con los que sucedía lo mismo que con Law y Kid. Jamás terminaría de entender los enredos familiares que tenían sus amigos, y la verdad es que ni se sentía en la necesidad de hacerlo- ¿hay algún otro parentesco que deba saber?
-Vivi es mi familiar lejana- añadió Crocodile- me vine a enterar luego de intentar matarla.
-¿¡Qué?!
-Esa chica me desesperaba- se excusó- ¡ah! Robin también es de mi familia.
-¡Robin-chan!
-Vaya, esa si no la sabía- aceptó Kid.
-Ya, suficiente charla inútil por hoy, vámonos a clase.
-Law, no seas así...
-¡Eres un maestro! ¡Ni siquiera deberías estar hablando aquí! Estamos en clase. Y quieras o no, me voy. Andando, Kuroashi-ya, vamos tarde- tomó a Sanji de la mano y lo arrastró al salón de Historia.
-Eh... Soy yo el que tiene aquí así que nos vemos- entró interrumpiendo a Boa Hancook y recibiendo una reprimenda que le importó poco.
Sanji intentaba asimilar la nueva rama del árbol genealógico de sus amigos. Ya de por si era rara y si Law lograba estar con Luffy, las cosas genealógicas se complicarían. Y si él acababa con el Marimo, entraría a formar parte... "¿¡EL MARIMO!? ¿¡EL MARIMO Y YO?! ¡NO, NO, NO Y NO! CUALQUIER IMBÉCIL MENOS ESA MATA DE ALOE VERA, ¡CUALQUIERA!", se sorprendió pensando en Zoro mientras entraba al salón de Robin, quien, aparte de ser una estudiante de la Universidad y una buena amiga suya, era la maestra de Filosofía y Letras.
-Sanji-san, que gusto que nos deleites con tu presencia- la discusión familiar de Law había tomado mas tiempo del esperado.
-Lo siento, Robin-chan, no era mi intención.
-Estamos leyendo- los ojos de la clase estaban fijos en él- sigue y toma un libro. Ven a verme en el descanso, tenemos que hablar.
Tragó saliva. Sabía que Robin no lo iba a regañar ni mucho menos. Le iba a preguntar la razón del porqué se había demorado tanto con Trafalgar Law en la enfermería.
-Robin-chan, llegué.
-Siéntate Sanji-san, cuéntame, ¿qué te hizo llegar tarde a mi clase?
-Ah, pues...- le contó la historia completa, enredándose un poco con los grados de consanguinidad de los que habían estado discutiendo- eso fue lo que pasó.
Una mirada de perspicacia cruzó el rostro de la maestra.
-Entonces... ¿Law y Luffy?
-Eso espero, Law se ve que lo quiere en serio. Y Luffy... Bueno, Luffy.
-Invita a Trafalgar Law a tu casa esta tarde. No tienes oportunidad con él, pero por lo menos podemos ayudar a que Luffy y él estén juntos. Seremos querubines, ángeles del amor que revolotean y juntan personas. Hablaré con Nami.
-Espera...
-No tienes opción- salió del salón.
-¿En qué me metí?
-Oye Law, ven a mi casa esta tarde- pensó rápido- necesito ayuda con la tarea de Química y la de Biología y dado que eres un grado mayor y un cerebrito para las ciencias, me vas a ayudar.
Todos miraron a Sanji mientras caminaban fuera. No eran ajenos a la situación de que a Sanji no le agradaba Law de a mucho.
-Cómo, ¿ahora son mejores amigos?
-Ace, sólo le pido un favor.
-Vale, pero tendrás que cocinar.
-Es obvio, Torao, disfruta de la comida de Sanji- le dijo alegre el chiquillo quien no daba señal de celos. Nami y Robin chasquearon sus lenguas.
-Bien, entonces me voy a la Universidad, debo estudiar- se despidió de sus alumnos.
-Y yo me iré con ustedes- Nami señaló al grupo de chicos- vamos por el helado de Ace.
Todos estuvieron de acuerdo.
-¿Qué no entiendes?
-Nada- Sanji abrió su libro sobre la mesa de la sala- enlaces, aleaciones, compuestos, eso simplemente no entra en mi cabeza.
-A ver...- con parsimonia y calma, Law le explicó a Sanji lo que necesitaba saber para su taller. Estaban ensimismados cuando sonó el teléfono.
-¿Hola?
-¿Sanji?
-¿Luffy? ¿Qué pasa?
-Yo... Eh... Ah... Llamaba para saber como estaba Torao.
-Bien- contestó con duda, llamar a preguntar era raro en Luffy.
-Ah, bueno- colgó sin despedirse.
-Era Luffy- le informó- preguntaba cómo estabas- los ojos de Law se iluminaron- se preocupa por ti, Luffy nunca llama.
-Él...- sonó su celular. Con cuidado de no lastimarse ninguna de sus heridas contestó- ¿hola?
-¿Torao? Ah, hola... ¿Estás bien?
-Si- contestó emocionado pero lo escondió.
-Ah y... ¿Qué hacen?
-Estudiando.
-Ah, si, cierto... ¿Sanji no ha acariciado tu cabeza?
-¿Qué cosa?
-Nada, bien. No lo hizo. Yo... Eh... Nos vemos- cortó.
-Eso fue raro- le dijo a Sanji- era Luffy-ya.
-¿Sabes? Podría interpretarse como una señal de celos.
-¿De qué manera?
-De la misma manera que me espiaste ayer desde el árbol de afuera.
-Pruébalo.
-Aun falta un teléfono por sonar.
-¿Cuál?- preguntó extrañado.
-El fijo de mi casa- apenas terminada la frase repiqueteó el teléfono negro de la sala. Contestó- ¿hola?- tenía una idea certera de quién era.
-Ah, Sanji... Entonces si estás en la casa.
-Si Luffy, ¿por qué?
-Es que, como llamé a los celulares... No, nada, dile a Torao... Dile hola y dile que... Que... Que hola y ya- colgó.
-Te lo dije.
Se mantuvieron en silencio por un momento.
-¿Te molesta si cocino ya? Tengo turno esta noche.
-No, adelante.
Sanji hizo la misma receta del día anterior y se la sirvió a Trafalgar.
-Definitivamente, es delicioso- agradeció y llevó los platos vacíos a la cocina.
-Oye, ¿te puedo pedir un favor?
-¿Otro?
-Es mínimo. ¿Podrías despegar los residuos de arroz de la olla?
-¿Por qué no lo echas en agua y listo?
-¿¡Cómo se te ocurre?! Es delicioso, no lo dañaré de esa manera.
-Si tanto te gusta, hazlo tu mismo- recogió sus cosas- nos veremos- salió del apartamento.
-Maldito- miró la hora y se cambió en carreras, faltaban 10 minutos para dar inicio a su turno en el Baratie.
-¡Sanji, un estofado!
-Sanji-san, una hamburguesa sin queso.
-Sanji, tres sopas de champiñón.
Los pedidos entraban por la ventanilla de la cocina y las órdenes eran pasadas a los cocineros. Sanji estaba en medio por la falta de meseros que tenían esa noche. Se sentó un momento.
-¿Cansado, cejas de huracán?
-No me molestes, no tengo genio.
-¿Por qué no pides ayuda?
-¿A quién? No hay nadie aquí que pueda dejar lo que está haciendo y ser un mesero.
-Idiota- se separó de la barra donde hablaba con el rubio y se encaminó al baño.
-Imbécil- entró a la cocina a supervisar los platos. Se enredó en una pasta de tomate y ajo cuando una voz lo sorprendió.
-Oye idiota, una pizza napolitana y una sopa de vegetales.
-¿Marimo?
-Si- Zoro había cambiado el saco de su traje por un delantal y parecía uno mas de los meseros del Baratie- hay algo que se llama reproductor de Mp3 y parlantes, ¿sabías? ¿Crees que no vengo preparado? Anda, descansa un rato, yo te cubro- le sonrió con confianza.
-Gracias Zoro- Sanji salió un corto momento de la cocina al salón del personal y durmió por 10 minutos, minutos que le ayudaron a pasar la noche con todo el ajetreo y el nuevo ayudante.
-Gracias por esto Marimo- le dijo mientras salían.
-No fue nada- se encogió de hombros- yo sólo... ¡Sanji!- lo atrapó antes que se desplomara totalmente en el suelo.
-Uff, no siento la cabeza.
-Y pareciera que no la tuvieras... ¡Taxi!- llamó y el auto se acercó. Sanji dio su dirección luego de perder el forcejeo y la pelea con Zoro de que él no necesitaba de un taxi para volver a casa. Zoro lo calló y lo logró acomodar de manera que descansara cómodamente en su pecho.
-¿Por qué haces esto?
-Estás mareado, ¿crees que es prudente dejarte ir así?
-No, esto no. Digo, lo de la cuchara y esto... ¿Por qué?
Zoro tragó saliva.
-Yo... Yo no se- mintió. Se silenciaron por el resto del corto trayecto- llegamos. Baja con cuidado- avisó al taxi de que lo esperara abajo parqueado a que él ayudara al cejitas a subir a su apartamento. Lo cargó en su espalda como un koala y lo dejó en su puerta- buenas noches- le revolvió los cabellos y aprovechó para filtrar una caricia en la mejilla derecha- ten cuidado- se devolvió y tomó el taxi vuelta a su casa.
-Zoro...- entró y encendió las luces.
Sujeto de prueba 2, resultados: fallido, ya está enamorado. Además, rechazado por descortés.
Nota: posible alga en la mira.