Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Hobbit Una Travesía Inesperada por LadyRed

[Reviews - 72]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡y aquí comenzamos, señoras y señores, con el capítulo referente a nuestro Hobbit favorito, el cual como dije antes tendrá dos partes! espero que lo disfrunten, Saludos!

Capítulo 11 – Bilbo.

 

1.Noticias.

 

-. hoy es mi cumpleaños... - murmuró Bilbo una mañana del 22 de septiembre mientras desayunaban. Los cuatro miembros de la familia real le miraron todos como si hubiesen visto un fantasma - ¿hoy? - preguntó Dis, maldiciendo en su fuero interno – si, cincuenta y tres años ya – se encogió en hombros, no muy animado, era verdad que desde que salió de la Comarca su cumpleaños ya no le parecía lo mismo, cuando su caravana fue secuestrada por los Orcos perdió la noción del tiempo, siendo que cuando llegó a Dale ya había pasado un año desde que partió y ya tenía cincuenta y uno. Le tomo dos meses darse cuenta de su error. Ahora llevaba un año en Erebor y se cumplía su año cincuenta y tres. Aunque por un lado estaba feliz, se sentía triste por no poder celebrar junto a su familia, y dudaba que los del linaje de Durin no tuviesen mejores cosas que hacer que acompañarlo en el día de su nacimiento.

 

Thorin se levantó sin decir palabra alguna y se dirigió a la salida, tomando su abrigo antes de salir - ¿dije algo malo? - preguntó Bilbo a los igual de sorprendidos familiares del rey – no... bueno... no creo – replicó Kili, que ya había terminado de comer y esperaba que su hermano terminase para que pudiesen salir un rato, no parecía haber rastro de la discusión del día pasado, cosa que Bilbo agradecía enormemente.

 

-. ¿quien entiende a Thorin? - se encogió n hombros Dis, como si su carácter no fuese como el del que más, pero bueno. Más eso no bastó para tranquilizar a Bilbo, que como ya saben se preocupa bastante no ser una molestia para sus caseros. Por eso mismo se dijo a si mismo que haría lo posible por quitar su cara larga y animarse, aunque extrañase a su familia.

 

2.Canción.

 

Te conozco
Caminé contigo una vez en un sueño...

 

Bilbo tarareaba sin fijarse en su entorno mientras picaba los pimientos para la carne. Después del desayuno Bombur había llegado a la casa y lo había invitado a las cocinas con él y Fili y Kili habían saltado a seguirlo, el tema de su cumpleaños lo tenía sensible y recordar a su familia todavía peor. Sin querer había comenzado a tararear una canción que su madre solía cantarle para que durmiese cuando era pequeño, después de horas y horas de cuentos sobre grandes guerreros y magos y brujas poderosos que eran ayudados por los elfos, en ese tiempo para el todo el mundo era alegre y lleno de luz, y si bien ya sabía que que la vida real no era tan bella sentía una gratitud enorme hacía por Belladona por intentar mostrarle todo lo hermoso y puro. Esa canción era un ejemplo de ello, de pequeño soñaba con encontrar un amor como el que profesaba en sus letras. Aunque ahora sabía que eso bien podía ser imposible. Cuando comenzó a cantar no se dio cuenta de las miradas de los sobrinos del rey, ambos sentados en el mesón junto a donde el estaba picando

 

Pero si te conozco,

y sé lo que harás,

tú me amarás,

como lo hiciste una vez en un sueño.

 

-. esa canción es muy bonita señor Bilbo – le dijo Kili, devolviéndole a la realidad, haciendo que parase el cuchillo en seco – si, supongo... - murmuró continuando con su tarea. Los hermanos se miraron entre sí cuando Bombur volvió a entrar, cargando con una caja de molidos de especias - ¿quien estaba cantando? - preguntó el enano pelirrojo mientras ponía la caja sobre el mesón junto a los hermanos, antes de que estos pudiesen abrir la boca el menor les mando la mirada más llena de veneno que fue capaz de transmitir, volviéndoles dóciles gatitos. Por supuesto que esto no duró mucho, y cuando Bilbo se preparaba para comenzar a desgrasar la carne ya tenía a los hermanos acostados cada uno a cada lado de su cadera, ambos sobre sus piernas, suspiró conteniendo la sonrisa que amenazaba con formarse en sus labios. Aquellos chicos le tenían por el suelo.

 

Te conozco,

caminé contigo en un sueño lejano.

Te conozco,

ese brillo en tus ojos, me resulta tan familiar,

como un resplandor.

Y sé que es cierto,

que esas visiones rara vez son realidad,

pero si te conozco,

y sé lo que harás,

y tu me amarás,

como lo hiciste una vez en un sueño.

 

En un momento dado Fili miró a Kili y fue como si los dos se pusiesen de acuerdo con algo, más ninguno de los dos se dio cuenta y Bilbo siguió cantando, sintiendo un cosquilleo extraño en el corazón que no había sentido antes, imaginándose por algún motivo un par de ojos color turmalina que le observaban, enamorando sin darse cuenta a más de un enano con su voz, y es que no muchos sabían que el y Belladona tenían fama de ser los Hobbits con mejor voz de todo Hobbiton, y tal vez de la Comarca entera, pero jamás dirían eso en una situación así. Rápidamente la puerta estaba cubierta de jovencitos y jovencitas que miraban al Hobbit y a los dos amodorrados príncipes que no perdían ocasión de mandarlos al diablo con la mirada, intimidando a todos menos a los atrevidos que preferían arriesgarse hasta que llegó Bombur, muy hinchado de pecho a mandarlos a trabajar para “que sirviesen de algo” aunque la verdad es que el también se encargaba de cuidar un poco del saqueador, pues quería ser el primero en tener las recetas de aquella tierras tan lejanas. Aunque claro, esto es solo lo que se decía a si mismo, mientras alborotaba ligeramente la risada cabeza, llamando a la risa de Bilbo.

 

3.Evitado.

 

Ese día Bilbo se sentía enormemente desdichado, desde que habían salido de la cocina Fili y Kili habían desaparecido, Bombur tenía trabajo por lo que le pidió que se retirase, Dis se hallaba con Yana quien sabe donde y Balin y Glóin también estaban desaparecidos, tan solo había podido hablar con Dwalin y este huyó en cuanto se le presentó la oportunidad, además no encontraba ni a Bofur ni a ninguno de los demás, Dori y Nori corrieron en dirección contraría cuando se acercó a preguntarles donde estaban los antes mencionados, lo mismo con Ori y Oin y Bifur y a Thorin nadie, supuestamente, le había visto después de que saliese de la casa, ya incluso había comprobado en el cuarto de Arpa de Thorin, pero nada. Ahí, sentado en la mesa del comedor miraba el calendario como esperando que el 22 de septiembre se borrase mágicamente, odiando su cumpleaños como nunca. Cuando dijo aquella mañana que era su cumpleaños había tenido, por lo menos una pequeña esperanza de poder pasarla, mínimo, con los muchachos, le costaba admitirlo, pero extrañaba su bullicio, se había acostumbrado a el y ahora que le faltaba lo echaba de menos. Si por lo menos supiese a donde había ido Dis todo fuese bien.

 

Ya cansado de autocompadecerse se había levantado de la mesa y se había puesto a trabajar, había lavado los platos, limpiado la cocina, barrió y pulió el piso como nunca, por lo menos cinco veces, se hartó y colapso por media hora en el sofá hasta tener las energías suficientes para poderse levantar y terminar una funda bordada para la Dama Bajo la Montaña, lavo y puso a secar la ropa, planchó la ropa seca y desempolvó los cuadros y adornos, limpió los muebles y recogió leña, la cual ordenó y amarró, tan solo para encontrarse con que tan solo habían transcurrido tres horas desde que comenzó y todavía no volvía nadie. Bilbo bajo ninguna circunstancia quería admitir que le dolía quedarse solo ese día pero ya la falta de compañía estaba comenzando a afectarle. Estaba a punto de tomar su canasta y salir al mercado con aire abatido cuando de pronto Dis irrumpió en la casa como alma que lleva el diablo.

 

-. rápido, no hay tiempo de explicaciones, ve y ponte el traje de gala que te regalamos – le empujó la mujer escaleras arriba mientras le quitaba la canasta. El castaño estaba cada vez más confundido ¿como pasó de ser evitado a eso en menos de un minuto?

 

4.Sorpresa.

 

Su atuendo de gala era un vestido manga larga azul rey con bordado de oro con el escudo de Erebor bordado justo sobre la pierna derecha, cuando salió Dis le había peinado el cabello como cuando le dieron su cuenta, con dos trenzas a cada lado de la cabeza sujetadas por detrás con la joya. La misma Dama se había puesto un vestido de escote amplio color vino que tenía tres pequeños diamantes en forma de estrella en el centro del pecho, era de manga larga acampanada como el suyo, se había recogido un moño dejando dos pequeñas trenzas a cada lado de su cabeza las cuales se sostenían con las cuentas de sus hijos, la cuenta de Thorin la había amarrado en su moño junto a la de su esposo y ahora coronaban su cabeza junto a una hermosa tiara de mithril. Aun así y aun después de una hora caminando por los pasillos del palacio Dis no dijo ni explicó nada ni pareció hacer especial esfuerzo en hacerlo, por un lado Bilbo se sentía feliz, pues ahora al fin no estaba solo, pero por otro lado estaba muy molesto, increíblemente molesto por que la enana no le decía nada y ya de paso se sentía deprimido por lo antes dicho, la verdad es que tendía a ser excesivamente pesimista cuando estaba solo mucho tiempo pues se había acostumbrado a una casa llena de gente de todo tipo, tanto deseados como indeseados y no había pasado tanto tiempo sin compañía desde que vivía solo en Dale, antes ser amigo de los sobrinos del rey, en el camino se cruzaron con Yana, que también iba de gala y que arrastraba a su hijo con ella, como de costumbre, la mujer había saludado alegremente a Bilbo y este, por cortesía, hizo lo mismo, conteniendo su disgusto, no a los ojos de Gimli, al que le hizo cierta gracia, pues lo comprendía, ya que el no entendía que pintaba ahí, más ninguno dijo nada, y el asunto se quedó así.

 

Pronto llegaron a un pasillo de piso plateado, en el cual se veía esculpida, con oro y turquesas, una hermosa y larga rosa de los vientos, que lo atravesaba desde donde paraban hasta una gran puerta de oro macizo (a Bilbo le sorprendía más cada día la arquitectura de Erebor y cuanto le faltaba por ver aun habiendo vivido un año allí) - ¿a donde me están llevando? - no se resistió a preguntar más Bilbo, que se las veía negras intentando adivinar que había tras esa puerta, y cuyo humor no había mejorado ni un ápice, en palabras vulgares podía decirse que sentía ganas de mandarlos a todos al diablo con un muy bonito “me dejan solo todo el día y ahora me necesitan”, por favor, incluso el sabía que eso era ilógico, pero como muchos saben, el enojo a veces no deja ver a las personas más allá de si mismas. Pero entonces ambas mujeres se voltearon y le miraron con esas sonrisas peligrosas que tienden a poner las mujeres cuando ven que hay algo que no va según lo que planean y eso bastó para callarlo, Dis y Yana eran una mala combinación cuando estaban enojadas, eso lo había aprendido por Thorin, y los innumerables cuentos que dejaban al dragón de la leyenda como una simple lagartija.

 

Caminaron por el largo pasillo en completo silencio, aunque los agudos oídos del Hobbit podían distinguir varios murmullos al otro lado de la puerta y eso no le gustaba nada, aunque las mujeres y el enano pelirrojo parecían hacer todo lo posible por fingir que estaba loco, si es que acaso en verdad no escuchaban nada o eran sordos, lo que sea que se encontrase tras esas puertas debía ser un bacanal, o el retorno del dragón, por el ruido, aunque Bilbo ya se había acostumbrado al escándalo común de los enanos. No por eso le parecía menos molesto, aun quedaba algo de Bolsón en el y no el Bilbo Bolsón con mucha sangre Tuk en sus venas, que comía y reía con enanos y que se atrevía a explorar y maldecir como uno mismo, sino el Bilbo Bolsón al que le gusta pasar una tarde tranquila y beber té sin tener que soportar el ruido de una estampida las veinticuatro horas del día, aunque de este Bilbo quedaba más bien muy poco.

 

Cuando llegaron a la puerta Dis le detuvo poniendo una mano en su pecho plano y mostrándole una llave dorada, la cual procedió a poner sobre su mano antes de empujarlo con suavidad a la cerradura – vamos saqueador, a los honores – le sonrió la hija de Tháin mientras retrocedía un par de pasos junto a su amiga y su ahijado el cual se permitió mostrar una pequeña sonrisa. Bolsón simplemente les miró como si estuviesen locos antes de introducir la llave en la cerradura, a lo que le pareció escuchar como una veintena de eslabones de abrían antes de que la misma se moviera, no mucho, nada más que un centímetro, pero si lo suficiente como para que el castaño se diese cuenta de que estaba abierta y retrocediese. Como por obra de algún hechizo las puertas comenzaron a separarse poco a poco, dejando entre ver un salón de baile con piso de mármol rojo sobre el cual colgaba una gran araña de oro que iluminaba la mayor parte del salón, la mayor parte, por que era el centro de otras cinco más pequeñas repartidas entre el techo en forma de estrella. Aquello sin embargo no fue lo que más maravilló a Bilbo, sino ver a cada miembro de la compañía del rey, y al mismo, todos con trajes de gala, esperándole al otro lado con enormes sonrisa, fue tal el impacto que no pudo reaccionar ni siquiera cuando todos gritaron un escandaloso “sorpresa”, ni siquiera la visión de una mesa de banquete ni la presencia de los músicos si no más bien el fuerte abrazo que le regaló Dis, mientras enterraba la cara en sus risos, llena de risas joviales. En menos de lo que pudo procesar ya estaba rodeado de enanos que le felicitaban y cuando menos lo pensó ya estaba derramando varías lágrimas.

 

-. ¡Animo maestro Bilbo, no se cumplen cincuenta y tres toda la vida! - le dijo Fili mientras era cargado, entre risas, por Dwalin y Bofur. En poco tiempo la habitación estaba llena de música y risas, tantas que en las plantas vecinas se podía escuchar el ruido de la fiesta y muchos enanos nobles se preguntaron que estaba pasando y los más sagaces se ofendieron al no ser invitados a la fiesta, pero como Thorin diría más tarde, aquella fue una reunión privada, exclusiva para la familia y amigos del rey, los cuales a gran escala no eran muchos, en honor al señor Bolsón, que aun no cumplía la mayoría de edad para el pueblo de los enanos, y que apenas era un adulto joven entre los suyos . Esa noche todos bebieron y comieron y más de uno cayó inconsciente antes de la media noche y a Thorin casi le da un infarto cuando Kili, en medio del mareo de la hidromiel, comenzó a repartir besos por toda la cara de Fili murmurando varios inentendibles y engorrosos “twe quierrrro herrmano...” con la voz ronca de lo borracho, alegando que un tío no debía ver esas cosas por su salud mental.

 

Afortunadamente les dio tiempo de más de un baile antes de que las cosas comenzasen a irseles de las manos, y por eso de las ocho de la noche la misma Dis se subió a la tarima con los músicos, murmurándoles algo con una sonrisa de oreja a oreja, entonces estos comenzaron a tocar una balada lenta para que ella se pudiese poner a cantar.

 

Te conozco,

caminé contigo en un sueño lejano.

Te conozco,

ese brillo en tus ojos, me resulta tan familiar,

como un resplandor.

Y sé que es cierto,

que esas visiones rara vez son realidad,

pero si te conozco,

y sé lo que harás,

y tu me amarás,

como lo hiciste una vez en un sueño.

 

Al castaño casi se le salen los ojos de la impresión cuando escuchó a la Dama Bajo la Montaña cantar completa la canción que su madre le solía tararear, y nuevamente los mismo se le llenaron de lágrimas hasta que sintió una suave presión sobre su mano y se dio cuenta de que Thorin la había tomado entre las suyas tan cálidas y ásperas. La sangre le subió con rapidez de campeonato hasta el rostro he incluso sus orejas más el rey parecía imperturbable mirando a su hermana cantar, la cual les miró y con una sonrisa les hizo señas para que pasasen a la pista de baile, a lo que Bilbo le devolvió la sonrisa y negó con la cabeza antes de que Dwalin decidiesen tomar cartas en el asunto y los empujase a ambos hasta el centro de la misma, quedando Bilbo contra el amplio pecho del rey. Pasada la sorpresa y vergüenza iniciales Thorin se atrevió a pasar su brazo por la cintura del castaño y comenzaron a dar suaves vueltas por toda la pista, luego de un rato se les unieron Yana y Glóin y algún otro enano con su pareja y Fili y Kili que daba vueltas entre risas y se pisaban los pies los unos a los otros.

 

Pero si te conozco,

y sé lo que harás,

y tu me amarás,

como lo hiciste una vez en un sueño

 

-. gracias... - murmuró Bilbo con la voz estrangulada por las ganas de llorar, aquel regalo le había emocionado profundamente. Thorin bajo la mirada sin dejar de guiar el baile y le sonrió mientras lo apretaba un poco más cerca de si – no hay porque. Ya eres parte de nuestra familia saqueador, vas a tener que acostumbrarte a esto de ahora en adelante – murmuró mientras recostaba suavemente su mento de la cabeza risada del Hobbit, el cual suspiro, sintiendo que las piernas le temblaban ante la cercanía – de ahora en adelante haré todo lo posible por poner el mundo a tus pies – susurró el rey, enterrando su cara en el cabello castaño, aspirando su aroma.

 

Bilbos sonrió, mirando fijamente a los ojos del rey, antes de recostarse en su amplio pecho, con una sonrisa un tanto soñadora, sintiéndose el ser más afortunado de toda la tierra media.

 

5.Nieve.

 

Los inviernos en la montaña fueron una de las cosas que el corazón de Bilbo echó más de menos cuando la hora de retornar a su hogar llegó, pero por ahora no hablemos de eso. Mejor les contare de una mañana en la que Bilbo despertó, no por voluntad propia, sino por un fastidioso jaleo en la habitación de arriba, allí, acurrucado en sus sabanas calientes y suaves las ganas de levantarse se redujeron al mínimo, el reloj de su pared le dio a saber que no podían ser más de las cuatro de la madrugada, por lo que pensó en quedarse ahí un rato más. Aunque las risitas y los golpes ya se estaban haciendo demasiado frecuentes como para ignorarlas. Bilbo se sentó en la cama, preguntando que en nombre de los Valar estarían haciendo Fili y Kili para que la cama se moviese de esa forma. No, mejor no, no quería saberlo. Por lo que hizo lo que siempre hacía en esos casos, cuando le daba por dormir en el dormitorio de la planta baja, ese que normalmente dejaban a las visitas rápidas, y que era como el segundo cuarto de toda la familia, tomó una escoba que siempre guardaba junto a su cama y comenzó a golpear el techo.

 

-. ¡¡Párenle un rato!! - les gritó molesto por ser despertado. De súbito el golpeteo de las patas de la cama se detuvo y le siguió un golpe sordo, luego silencio. Bilbo suspiró antes de ponerse de pie para guardar de una vez la escoba por que no se quería tropezar con ella en la mañana, cuando se dio cuenta de que el piso estaba frío, bueno, más frío de lo que la roca esta de costumbre, se estremeció un poco, recordando que el invierno ya estaba sobre ellos y se acercó a la ventana, siendo golpeado por una ventolera fría cuando la abrió, entonces suspiró, frotándose los brazos para alejar el frío. Miró los alrededores y se dio cuenta de que una fina capa de nieve cubría el porche de la casa y se extendía hasta el bosque y más allá.

 

Hablando del bosque, frente al mismo se podía ver la imponente figura de un enano de cabellos canos, a Bilbo no le tomó un minuto darse cuenta de que era Thorin, que se paseaba por la nieve fumándose una pipa. Un poco dudoso tomó su manto y abrió la ventana, saliendo por la misma para ir a hablar con el rey. Thorin alzó una ceja cuando le vio llegar a su lado - ¿tampoco podías dormir? - le preguntó con una sonrisa mientras miraba la casa soltando un anillo de humo que subió dando vueltas sobre sus cabezas.

 

-. con ese escándalo no hay quien pueda – murmuró el Hobbit, también con una pequeña sonrisa – me sorprende que Dis no halla ido a decirles nada – admitió, ahora frunciendo el ceño, intentando entender el por que de lo antes dicho.

 

Thorin, por otro lado, se rió – supongo que como madre a aprendido a no hacerles caso, ese tipo de “visión” es necesaria para su optima salud mental – le explicó, habían comenzado a caminar de nuevo y Bilbo se frotaba los brazos para mantenerse caliente – no entiendo – replicó el Hobbit después de un rato caminando y de hacerle cabeza al asunto, aun con el ceño fruncido. Thorin le miró a los ojos antes de suspirar, la nariz se le había puesto roja, no precisamente por el frío – imagina entrar en la habitación de Fili y Kili y que ellos estén... - la voz del Rey Bajo la Montaña se fue apagando mientras hacia un gesto de aleteo con su mano derecha. Bilbo le miró un rato con el ceño fruncido antes de que el entendimiento golpease su cabeza, poniéndole rojo como una cereza.

 

-.Oh, rayos... - murmuró intentando apartar esa imagen mental de su cabeza mientras se frotaba los ojos con el pulgar y el indice. En verdad NO necesitaba ser consciente de eso ¿¡por que diablos había tenido que preguntar!? Ahora no se lo podía sacar de la cabeza - ¿ahora entiendes lo que quise decir? - le preguntó el rey mientras hacía otro anillo de humo – por eso salí de la casa.

 

Bilbo simplemente negó con la cabeza antes de arrebatarle la pipa, necesitaba un trago,a falta del mismo, tabaco, eso siempre lograba despejar su mente, aunque llegó un momento en que el frío fue tan intenso que ni siquiera el calor de la pipa podía mantenerlo protegido, no pudo contener el estremecimiento que recorrió su espina dorsal. Thorin, al darse cuenta de esto, se deshizo de su abrigo y lo acomodó sobre los hombros del Hobbit, que le miró sonrojado antes de acomodarlo – gracias – murmuró suavemente mientras le devolvía la pipa.

 

Aquel no fue, ni por asomo, el ultimo paseo que hicieron ni la ultima vez que Bilbo se dejo el abrigo, por que, bueno, ser olvidadizo tenía sus ventajas, como podrán ver. Esta fue una de las razones por las que Bolsón extrañó tanto los inviernos de Erebor, aunque, desde luego, tampoco sería la ultima vez que los viera.

Notas finales:

XD encontre una forma de quitar los puntos, al fin, espero que así se vea mejor. Si Iridisent llega a leer esto entendera por que use esa canción, al igual, creo yo, que todos los que hayan visto La Bella Durmiente, aunque la forma en que la canta Dis es acorde a la de Lana Del Rey en Malefica.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).