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El Hobbit Una Travesía Inesperada por LadyRed

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Notas del capitulo:

Al fin terminé con la Ciudad del Valle |D lamento haber estado perdida este tiempo, pero a mi computadora se le daño el ventilador y de momento no podemos mandarla a arreglar, por lo que puede que me tarde un poco más en subir el 16.

Capítulo 15 – Calma Antes de la Tormenta.

 

Despedida._

 

El día en que partieron llovía. Era una de esas tormentas primaverales que les atrapó cuando apenas salían, pero una mirada a los ojos de Bilbo bastó para que todo el mundo cerrase la boca y continuase.  Madame Tracy y Agnes, que se habían decidido por acompañarlos, no habían parado de hablar en todo el rato,  y si bien todavía había algo en el castaño que hacía obvio que no todo estaba en orden como había querido hacerles creer después del juicio, parecía que la compañía de las mujeres le estaba empujando a mostrarse más abierto. No era un secreto, tampoco, que Bilbo había ido a visitar a la esposa de Bardrof la mañana siguiente, pero como no había dicho nada, los demás tampoco lo hicieron. El castaño se reía y hablaba como si fuese un día cualquiera, como si la lluvia no les estuviese calando los huesos.

 

- si algún día vuelves a pasarte por aquí ya sabes dónde encontrarnos – le sonrió Tracy, acariciando su cabeza y dándole un beso en la frente cuando estuvieron en la entrada del pueblo, y no había terminado de abrazarlo cuando Agnes se adueñó de él – cuídate padrino ¿de acuerdo? Promete que por lo menos vas a mandarnos una carta – le pidió la morena sin dejar de apretarlo, y Bilbo sonrió, sorprendiéndose al darse cuenta de lo mucho que había crecido Agnes en los últimos años - ¡por supuesto que pienso mandarles una carta! Recuerda que todavía tienen que informarme de la salud del bebé ¿O pensabas que iba a olvidarme de ustedes?

 

La muchacha bajó la mirada, sonrojada – tienes razón – le concedió con un suspiró, soltándolo suavemente. El castaño le apretó las manos con una sonrisa antes de mover a Molly en dirección a los demás, que se habían apartado un poco para no interrumpir.

 

- ¡Bolsón! - escuchó que le llamaban, y al voltearse se encontró con una joven Hobbit, de cabello marrón rojizo y ojos verdes, que además lucía un prominente vientre de embarazada. A Thorin le tomó dos segundos darse cuenta de que era la esposa de Bardrof, y tanto tiempo solo por dos motivos: porque la mujer no se había presentado ni por error en el juicio, y porque que no entendía que hacía ahí, si no tenía vela en ese entierro. Bilbo sin embargo suspiró profundamente, acomodándose mejor la capucha y bajándose de Molly, salpicando a tocar el suelo - a su servicio, Madame Sue - salud por inercia, acercándose a la embarazada. Fili y Kili se miraron entre sí, divertidos por la forma de actuar tan "poco Hobbit" de su tío.

 

La Mujer-Hobbit le echó los brazos al cuello en cuanto lo tuvo de frente y suspiró, apartándole el cabello de la cara - cuídense - le deseó antes de separarse, volviendo a colocarse la capucha. El castaño asintió antes de correr hacía su poney, acomodándose de un salto y asintiendo en dirección a los otros. Fili no resistió a voltearse una última vez, preguntándose, al igual que su tío, que hacía esa mujer allí, pero lo único que alcanzó a ver su perfil mientras se daba la vuelta, volviendo a la ciudad, más adelante de ella Agnes y Tracy hacían lo mismo.

 

- Tío... – le llamó sin poder evitarlo.

 

- ¿si, cariño? - le preguntó Bilbo sin voltearse, su vista clavada en el suelo por el cual caminaba su poney. Gandalf iba más adelante, y se rió suavemente, para desconcierto de los demás - ¿quién era esa mujer? - le preguntó el rubio ignorando a los demás, aunque ya tenía una buena idea de quien debía ser, pero aun así quería que su tío le contestase. El castaño se encogió en hombros – es la esposa de Bardrof – le contentó como si eso aclarase todo. Fili miró a Kili, más su hermano simplemente se encogió en hombros, tal y como lo había hecho su tío, pero con una expresión de desconcierto total que debía resultar muy parecida a la suya.

 

- y... ¿Por qué estaba allí? - le preguntó, tal vez con un poco menos del tacto que le hubiese gustado tener, pero es que el mayor de los hermanos podía ser muy impaciente cuando algo le preocupaba - ¡Fili! - le reprendió su madre, como recordándole con quien estaba hablando, más Bilbo simplemente se rió - solo quería despedirse cariño, fui a hablar con ella después de todo el drama del juicio... creo que era lo que nos hacía falta - suspiró al final, mirado a su sobrino que después de un rato asintió. Claro, que el árbol estuviese muerto no significaba que no quedase por lo menos una fruta buena esparcida por el suelo.

 

- ¿De qué hablaron? - se aventuró a preguntar Dis y el Hobbit se quedó como pensando su respuesta un momento, antes de decir - en nada del otro mundo, le pregunté cuantos meses tenía y si la estaban tratando bien en el refugio, me dijo que por lo menos la Guardia le había permitido quedarse con sus cosas y las del bebé, pero todo aquello que fuese de o para Bardrof fue confiscado y dividido por los miembros del Concejo Hobbit.

 

- pero, va a estar bien ¿verdad? - le preguntó Kili, que había fruncido el ceño ante la idea de una Hobbit embarazada plantada en medio de un refugio. No era una buena imagen. Thorin, que se había mantenido callado desde hacía rato, tenía el ceño fruncido por casi el mismo motivo, solo que por su cabeza pasó la posibilidad de que hubiese sido Bilbo quien hubiera estado en lugar de la Hobbit. Si antes no era agradable ahora simplemente era nauseabundo.

 

El castaño sin embargo cabalgaba ajeno a todo, tarareando suavemente la canción de su madre que tanto les gustaba, su mirada dejaba en claro que su cabeza ya se había ido muy lejos a lugares desconocidos. Se preguntaba qué sería de Sue cuando le quitasen su estatus de Madame y tuviese que volver a trabajar con un bebé que alimentar. Le hubiera gustado hacer más por ella, pero por lo menos sabía que Madame Tracy y sus hijas la cuidarían bien.

 

Nostalgia._

 

La mayor parte de lo que había entre Dale y Esgaroth era llano, si ignorabas una pequeña línea de elevaciones que lo rompía a la mitad y la telaraña de riachuelos que cubría el suelo camino a la ciudad. Thorin le había explicado que a veces  el suelo se inundaba y se podía cruzar en bote, pero que con el clima como estaba lo mejor sería no arriesgarse y caminar por terreno alto. Ante esto, lo primero que le pasó por la cabeza fue "bueno eso explica el olor a pescado" y "espero no amanecer en el fondo del rio porque voy a arrastrar a alguien" aunque esto fuera ridículo ya que sabía que Thorin (ni los demás) lo dejaría hundirse, aunque la perspectiva de nadar fuese aterradora ¡apenas podía sacar la cabeza del agua! No era el pensamiento más alentador.

 

- Mírale el lado bueno cariño, por lo menos los vestidos no nos van a arrastrar hasta el fondo del rio - se burló Dis, viendo como los demás hacían el idiota. Sus hijos tirando uno del otro tras de Gandalf, el menor a su vez tratando de quitarle su bastón. La mujer sonrió, pero la cara de su cuñado se puso verde - por Yavanna no me digas eso, le tengo fobia al agua...

 

- no seas exagerado Bolsón, lo hiciste bastante bien cuando nos bañamos en los ríos antes de la ciudad - le recordó la morena - solo porque Kili se sujetó a mi cintura como una lapa - se quejó Bilbo.

 

Su preocupación no estaba muy fuera de lugar, casi no había parado de llover desde que salieron de la ciudad y si seguía así correrían el riesgo de que alguno de los ríos de desbordara y la verdad, por más "alto" que fuera el terreno no podría hacer nada contra una inundación severa. El Hobbit no había dejado de rezarle a los Valar por que evitaran que eso pasara. Fue a decirle algo más a su cuñada cuando se dio cuenta de la forma en que la mujer miraba a sus hijos. Fili había tomado a su hermano por los hombros y presionado un fuerte beso contra su frente, haciendo que Kili se riera, rojo como un tomate, jugando con una de las trenzas de la barba de su hermano. Dis, aunque feliz, no dejaba de lucir profundamente preocupada, Bilbo suspiró, entendiendo lo que le pasaba, y le sonrió - se ven muy bien juntos ¿verdad? - le preguntó, golpeándola suave en un costado con su codo, haciendo un guiño. Dis se rió, pero sin muchas ganas - sí, no me prestes atención, Dale me pone nostálgica - murmuró, y debió de ver la confusión en el rostro de Bilbo, porque explicó - mi esposo murió en Dale, luchando contra los Orcos que los arrastraron hasta acá desde el Sur.

 

- oh, yo... no sabía... - murmuró Bilbo, claro que sabía que Dis era viuda, pero jamás tocaban mucho el tema de su marido - sí, bueno, entre todo él va y ven del juicio y tener que enterarnos de lo que te pasó no quise pensar en eso, pero cuando los veo así... no puedo evitar preguntarme que estará pensando su padre - le dijo con una sonrisa nostálgica.

 

Bilbo guardó silencio por un segundo - bueno, me dijiste que era un buen hombre ¿no? Estoy seguro de que piensa igual que tú: que aunque no lo entienda está feliz, de que sean felices - se encogió en hombros el castaño, sonriendo para tranquilizarla. La mujer le miró y luego a sus hijos, antes de suspirar - supongo que tienes razón... ¡Fili, deja que tu hermano cabalgue bien que lo vas a tirar! - les gritó de pronto, haciendo que el rubio soltara al otro con un sobresalto.

 

Bilbo apretó los labios para no reírse solo porque Dis se veía muy seria y no quería hacerla molestar, a pesar de que la situación era bastante ridícula. Thorin por otra parte se había ahogado a causar de la risa y ahora trataba de evitar que su hermana le golpease. - Niños basta, no quiero tener que recogerlos del suelo - se burló el castaño, alentando a Molly para que avanzara más rápido. No quería quedarse muy atrás.

 

Sobre Aviso._

 

La lluvia se había dignado a disminuir un poco a eso de las seis de la tarde para cuando el sol ya era tan tenue que no tenían oportunidad de poner a secar la ropa con el - bueno, no nos queda más de otra que montar una fogata - había comentado Gandalf y los enanos (y Bilbo) se habían puesto a buscar cualquier cosa que sirviese de leña. Tarea complicada considerando el aguacero que había caído minutos antes. Dis y el mago se habían quedado, revisando el equipaje en busca de ropa seca y la comida que iban a preparar para la cena. - ¿Sucede algo mago? - le preguntó Dis al mayor, curiosa por la forma en que analizaba el terreno - No... No, nada mi señora, o por lo menos nada de lo que pueda estar seguro - le había comentado Gabdalf sin dejar de mirar la tierra, no podía decirle que había algo que le daba un gigantesco mal presentimiento sin por lo menos asegurarse de que todo lo tenía en orden.

 

Más abajo del elevado Bilbo miraba entre el follaje en busca de algo de madera que hubiese sobrevivido seca a la tormenta. De pronto la mano de Thorin se adelantó a las suyas, sacándolas de entre las ramas y procediendo a buscar él.

 

- Thorin, estoy bien, puedo hacer eso solo - le dijo, alzando una ceja, a lo que el moreno solo gruño, sin responder ni quitarse. El menor, por el contrario, comenzaba a verse bastante exasperado – Thorin Escudo de Roble, creo poder buscar madera por mí mismo, no seas obtuso y quítate – le dijo, sujetándole por un brazo. Desde atrás Fili y Kili observaban esta escena aguantándose la risa, viendo como su tío trataba de convencer al Hobbit para que no hiciera esa clase de cosas y, en cambio, volviese con Dis y el mago a revisar el equipaje - ¿cuánto crees que se pasen en eso? - le preguntó Fili a Kili, con su mano “discretamente” sobre una de las nalgas de su hermano.

 

- depende de cuánto le tome a Bilbo explotar, entonces Thorin tendrá que buscar algo más que hacer – le susurró el moreno, golpeándole la mano para que lo soltara porque era obvio que ambos se estaban “animando” demás y no quería que los riñeran – ven, vamos a ver por ahí antes de que nos chillen – le dijo como quien no quiere la cosa. La verdad hace rato que habían dejado de buscar leña y se habían puesto de ociosos, pero nadie los iba a matar por eso. Ambos hermanos se acercaron al pequeño grupo de zarzas que cubría los límites del elevado, mirando el suelo y entre las ramas cualquier trozo de madera seco que pudiese servirles, aunque el rubio se entretenía más mirándole (o tratando de mirarle) el trasero a Kili, quien fingía no darse cuenta de nada. El moreno se alejó un poco de su hermano, curioseando entre las líneas de agua - ¿Cómo se le llama a este terreno? - escuchó preguntar a la voz de Bilbo a sus espaldas y se sobresaltó. Nunca, nunca iba a acostumbrarse a esa forma suya de acercarse sin hacer ruido.

 

- ¿ehm? La verdad no lo sé, supongo que es un Delta*, pero Fili sabe mucho más de geografía que yo - admitió señalando a su hermano con la cabeza - ¿Dónde está Thorin? - le preguntó entonces. Bilbo bufó - se quedó con Dwalin - contestó alzando una ceja - piensa que me voy a romper las manos por cargar leña...

 

"Bueno" no pudo evitar pensar al ver las manos del castaño "con esas manos..." - no es por defenderlo, pero entiendo por qué se pone de esa manera... déjame hablar - le cortó cuando vio que iba a replicar - los enanos tenemos por costumbre cuidar de nuestras parejas, normalmente, procuramos mantener dos roles, uno de dominante y otro de sumiso, ambos roles pueden ocupados tanto por hombre como por mujeres, y aunque ambos trabajen para mantener el hogar, el dominante es quien consciente y cuida de su compañero y procura que no le falte nada, o que no haga esfuerzos innecesarios.  Mi madre, por ejemplo, era la dominante en su relación, y te apuesto a que lo hubiera sido incluso sin ser la Dama Bajo la Montaña - le dijo con una sonrisa, entrecerrando los ojos al darse cuenta de un trozo de tierra que sobresalía por su tono gris unos cuantos metros más adelante.

 

- nadie me había mencionado nada antes-  murmuró el castaño, mordiéndose una uña. Él no era ningún sumiso, tal vez en un pasado lo hubiese sido, pero ahora no iba a consentir que lo tratase como un muñeco - Porque no es algo... escrito, no te tomes los términos de forma literal, solo los use porque fueron los únicos que me parecieron adecuados para describir cada parte; No es ley que tenga que haber una parte rezagada en la pareja pero está en nuestro carácter, en nuestra forma de comportarnos, no es... premeditado - le sonrió Kili, encogiéndose en hombros. El castaño frunció el ceño, inhalando hondamente después- como sea... - gruño dejando ir todo el aire de golpe.

 

- no te pongas así,  estoy seguro que si hablas con él no habrá problemas, te cuento esto porque no quiero que pienses que Thorin cree que eres un  inútil o algo por el estilo. Mi tío te ama como no he visto que ame a nadie y se preocupa mucho por ti, y razones no le falta-  le dijo como si fuese irrefutable, y es que... lo era - ven, veamos qué es eso que se ve por allá - le alentó,  tocando suavemente su espalda para alentarlo a seguir.

 

El castaño miró el terreno y la forma en que se deformaba y se rió un poco - supongo que fue una buena idea cambiar mi ropa después de todo - comentó de pasada, la verdad es que ya no le prestaba mucha atención al tema, pero seguía sintiéndose un poco extraño cuando se daba cuenta de que no llevaba falda- Valars, si, no entiendo como aguantaste tanto con esas cosas puesta y los aguaceros que han caído estos día-  el moreno le miró de arriba a abajo. La verdad es que le parecía que se veía mejor así, más natural, aun cuando se movía bien con los vestidos nunca parecía verdaderamente a gusto, igual que su madre- eso es lo que logra la costumbre cariño,  en La Comarca que un fértil use pantalones es visto de mal gusto, según mi padre hace que perdamos nuestra esencia o algo así.  Normalmente se le ponen camisas y pantalones blancos a quienes han perdido la habilidad de tener hijos o han quedado viudos-  le explico con un suspiro el castaño.

 

Kili hizo una mueca - eso suena triste- murmuró, Bilbo se encogió en hombros- esa es la educación que nos han dado desde siempre Kili, aunque sea triste, o despiadado, la gente seguirá haciéndolo hasta que una causa mayor cambie las cosas...

 

- ¿Cómo cuál? - preguntó el moreno verdaderamente curioso- como un grupo de Orcos que te arrastre día y noche por un año o más y te obligue a beber agua putrefacta y comer comida rancia hasta que estás tan débil que tu cuerpo comienza a consumirse- le sonrió con tristeza Bilbo - varios de los fértiles que iban en nuestra caravana no fueron atendidos correctamente y perdieron la capacidad de tener hijos, incluso a los más viejos les pareció demasiado cruel robarles lo único que aun los conectaba con La Comarca - le explico. Aquella época había sido horrible, muchos muchachos y muchachas, algunos no mucho mayores que él, llorando desconsolados cuándo los Sanadores les dieron la noticia, le habían hecho sentirse culpable de lo aliviado que había estado cuando Frerin le dijo que no tenía nada de qué preocuparse. Kili le pasó brazo por los hombros al darse cuenta de que era lo que le tenía preocupado - estoy seguro de que ahora están bien, por lo que vi en el juicio estoy seguro de que muchos de ellos escogerían quedarse en Dale si les dieran a escoger.

 

El castaño soltó una risita - creo que comprendo eso- admitió apretándole el hombro con confidencia. Para entonces ya habían llegado a donde había visto Kili la tierra gris y se detuvieron de golpe al darse cuenta de que era lo que era.

 

- eso es...

 

-Ceniza, sí. Pero ¿De qué? - murmuró el mayor acercándose más y tocando la superficie, las cenizas y la tierra se habían convertido una especie de pasta lodosa y las telas y los maderos chamuscados que se repartían de aquí a allá emitían un olor nauseabundo. Bilbo frunció el ceño mientras se tapaba la nariz con la camisa, pateando un trozo de madera que estaba cerca de su pie - pues no lo sé, pero apesta como Mordor-  refunfuño el castaño, fijando su vista en una de las corrientes que pasaban próximas a él (que,  dicho sea de paso,  no esta  tan cerca como uno pensaría). Se arrodilló junto al borde y miró el agua correr. Aquel lugar le daba mala espina, sentía que debía de haber dado la vuelta en cuanto vieron que aquello gris en la tierra era ceniza, pero no tenía un buen motivo para preocupar a su sobrino así que prefirió quedarse callado. Tomó un poco de agua en sus manos y la aproximó a su boca.

 

-¡Hey...! -tanto Bilbo como Kili se voltearon al escuchar la voz de Balin llamándoles,  el enano les hacía señas desde donde habían bajado a buscar leña-  ¡Ya tenemos suficiente leña...! - les decía.  Bilbo se levantó dejando caer el agua y se limpió las manos en el pantalón - vamos, Kili, no tenemos nada que hacer aquí - le palmeó el hombro al moreno Bilbo para alentarlo a caminar- ya no podemos hacer nada por esta tierra...

 

El mayor se quedó mirando la zona un momento antes de suspirar, encogiéndose en hombros y pasándole un brazo por la cintura a su tío. Ninguno de los dos vio el costillar parcialmente en las cenizas que se hallaba unos metros más adelante.

 

Fogata._

 

- no es mucho, pero podemos hacer una buena fogata si arreglamos bien la madera-  comentó Dis mientras, efectivamente, arreglaban la madera. Bilbo les observaba atentamente, memorizando la forma en la que repartían la madera para hacer un mejor fuego por si en algún momento tendría que hacerlo él. Ver a los enanos hacer fuego era todo un  espectáculo,  más teniendo en cuenta de que aquella era una técnica que habían perfeccionando tras años de usar carbón vegetal en las fraguas. Para ese entonces ya casi ningún enano requería de fogatas de ese tipo para realizar trabajos, pero aún muchos viajaban y cuando se hacían largos recorridos (como desde Ered Luin a Erebor) se corría el riesgo de no encontrar suficiente combustible nueve de diez veces.

 

El castaño fue plenamente consciente de cuan animada se iba a poner la noche cuando los chicos sacaron sus violines.  En verdad, con todo el alboroto que había habido en sus días desde que Gandalf tocó la puerta de la casa fe Thorin ninguno había tenido tiempo de pensar en festejar nada, por lo que tanto Bilbo como Dis no pudieron evitar las sonrisas que crecieron en sus rostros al verlos comenzar a tocar.

 

- Tenemos suficiente cerveza para una pequeña celebración-  se encogió en hombros Thorin mientras él y Dwalin sacaban las alforjas con la susodicha bebida - de todas formas todavía vamos a pasar por Esgaroth-  y dicho esto, la bebida comenzó a ir de mano en mano, hasta que la música subió de ánimo y ya más de uno se había resignado a bailar en torno al fuego. En verdad, reuniones como esas le habían hecho mucha falta a Bilbo, quien no dejaba de dar vueltas de forma animada,  pasando de brazo en brazo desde Fili y Kili y Dwalin hasta la misma Dis, ambos ya lo suficientemente pasado como para no aguantar las carcajadas que brotaban de sus bocas cuando alguno se tropezaba o no giraba de manera correcta.

 

"Miremos arriba

Las silenciosas estrellas

Que diligentes alumbran

La noche entera

¡Sin descanso ni pausa!

¡Agotadas y Exhaustas!

¡Titilan cantando todas las almas

Que arriba han llegado

Y que hoy acompañan

Nuestras propia tertulia

Cantando ellas mismas sus propias baladas!"

 

Coreaban sin mucho sentido lo que Bilbo llamaba 'canción de borrachos', con mucha razón. El mago les miraba recostado en el equipaje fumando tranquilamente, aunque internamente sorprendido de la forma de actuar de Bilbo, sin dejar de preguntarse qué pensaría Bungo si lo viera en ese momento: vistiendo pantalones y cantando medio borracho sin ninguna vergüenza ni rastro de aquel recato que tanto le caracterizaba en La Comarca. Aquel Hobbit era muy diferente al que había partido del Oeste con él y la bruja púrpura, al que se había convertido luego de días y noches sin dormir e incluso era diferente al que había visto al llegar a  casa de la Familia Real hace unas semanas. No tanto por tener el cabello corto y usar ropa de varón (como si fuera estéril) sino porque aquel juicio parecía haberle robado lo poco de Hobbit que aún tenía,  y que sin embargo, sabía que seguía guardando muy en su interior.

 

En algún momento Thorin comenzó a acercarse a Bilbo lentamente hasta que estuvo lo suficiente cerca como para tomarlo de la cintura y levantarlo por los aires con una graciosa vuelta- ¡Oh! - exclamó sorprendidos el Hobbit antes de dejar escapar una fresca carcajada, pasando sus brazos en torno al cuello del rey, ya sin molestarse en ser discreto con respecto a Gandalf-  mi Rey... - casi ronroneó en el oído del moreno, abrazándole con dulzura. El mayor hizo lo propio y le estrechó contra su cuerpo, meciéndolos a ambos con lentitud,  sin prestar atención al ritmo de la música ni a nada que no fuese su pareja. Bofur golpeó suavemente el costado de Dis, guiñándole un ojo mientras señalaba al rey y al Hobbit. La mujer simplemente rodó los ojos-  déjalos, se merecen perderse por un rato, con todo lo que ha pasado los últimos días...

 

 - mientras no comiencen a montárselo frente a nosotros- murmuró Fili, que tenía a su hermano bajo el brazo-  sí, claro, ese es nuestro trabajo- murmuró el castaño medio dormido sin mucho sentido, a lo que su hermano se limitó a taparle mejor con la manta. Mientras tanto Thorin había levantado a Bilbo, llevándolo a horcajadas lejos de la fogata, necesitaba hablar con él a solas, y aprovechó que su hermana aparentemente le estaba prestando atención y le hizo señas de que no les siguieran.  Bilbo, por otro lado, ni se enteró de este hecho, ocupado como estaba con cabeza escondida en el cuello del mayor. Gandalf alzó las cejas y miró también a la Dama Bajo la Montaña (que ahora estaba sentada junto a sus hijos, mucho más tranquila) quien se limitó a encogerse en hombros- necesitan un poco de tiempo a solas- le indicó, con una forma muy sutil de decir "no te metas" que el mago entendió a la perfección. Claro que sabía que eran pareja, pero no había esperado que fueran tan abiertos a este hecho.

 

Los mentados, por otro lado ni se molestaban en prestarles atención, y Thorin, sobre todo, estaba más pendiente de que Bilbo estuviese cómodo en las pieles que había arrastrado hacía ellos que de lo que hablaban su hermana y el mago. El castaño le miró a los ojos un momento y sonrió,  desviando después la mirada al cielo,  con cara de que no tenía nada mejor que hacer. Thorin trato de evitar reírse (pues sabía que esto podía hacer molestar a su pareja y no quería hacer lo que iba a hacer con un Bilbo molesto) y es que Bilbo afiebrado era un espectáculo digno de ver. Se tiró boca abajo junto a él y le miró fijamente,  el peso de la cuenta de cortejo pesando como todos los Orcos de Moria en su mano.

 

 - ¿Sabes que eres malo ocultando que estas nervioso? - le sonrió Bilbo luego de que llevaban un rato en silencio, alzando su mano para acariciarle la barba - ¿en qué piensas? - le preguntó, levantándose un poco sobre sus codos. El Rey miró un momento antes de tomar su mano, pensando que era más fácil decir que hacer, aunque hace más de un mes que quisiese hacer aquello, por lo que mejor empezaba por lo más seguro.

 

- Recuerdas que ante todo esto del juicio dijiste que querías un arma ¿verdad? - le dijo Thorin, a lo que el menor alzó una ceja- pues sí, como no, incluso estuve practicando después del juicio,  tú me viste...

 

- sí, y recuerdas que mandé a Fili y Kili y Glóin a comprar algo al mercado antes de que volvieras de hablar con la Madame esa...

 

- sí, pero no entiendo a que quie... - de repente su Bilbo, que aunque esa noche no estaba especialmente perspicaz seguía siendo muy rápido de mente, pareció ser iluminado con un rayo de luz digno de los Valar, y en menos de un segundo ya estaba sentado-  Thorin Escudo de Roble ¿Me estás diciendo que me compraste un hacha? - murmuró mirándole como si le hubiese salido una tercera cabeza.

 

- Porque no miras bajo las pieles en las que estas acostado y me dices-  dijo el mayor como toda respuesta. El castaño acató la orden y rápidamente comenzó a quitar las susodichas pieles. Bajo ellas se hallaba un hacha corta de algún metal oscuro que no supo identificar pero que brillaban como si estuviese recién pulida, no tenía más joyas que una pequeña esmeralda en medio de las hojas, y solo en eso se parecía a la que había visto aquel día en el mercado, tanto las hojas como la empuñadura estaban llenas de detalles y palabras en Khûzdul de suerte como si fuesen alguna especie de hechizo, los ojos del Hobbit parecían un par de platos de lo abiertos que estaban - Tú... Tú compraste...

 

- bueno, la verdad la hice, lamento y me alegro en partes iguales decir que tuve el tiempo suficiente para estas en las fraguas de Dale los días anteriores al juicio-  el castaño hizo una mueca ante esta afirmación nada más de recordar su estado de ánimo esos días, más se obligó a ignorar este hecho y levantó el arma, sorprendiéndose de lo ligera que era y moviéndola de un lado a otro-  es hermosa, Thorin... - alabó con una sonrisa, notando lo obvio que era el que estaba hecha para él. De pronto frunció el ceño - pero debió de haber sido mucho trabajo, pudiste simplemente haberme comprado una...

 

- no, la verdad es que no podía.

 

-oh, no seas ridículo,  me habría encantado igual, sabes que me gusta todo lo que me regalas... - le dijo el menor, apretándole la nariz. Thorin arrugó el gesto y le dio un manotazo suave, haciéndolo reír-  si tenía que, no se supone que te compre cosas para un cortejo - decidió colar el Rey a ver si su pareja se daba cuenta así y luego podría hacer las cosas más fáciles. De repente Bilbo estaba muy quieto, casi hasta parecía que había dejado de respirar, tenía los ojos abiertos como dos faroles y dejó caer el hacha sobre las mantas como si quemase. Aparentemente si le había entendido, pero no de forma tan sutil como había creído - ¿Qué dijiste? – murmuró sin moverse ni un centímetro.

 

Se valiente Thorin, se dijo a sí mismo, tú y los tuyos mataron a un Dragón, puedes pedirle matrimonio a tu pareja. De pronto Bilbo parecía perfectamente capaz de comenzar a hiperventilar y lo único que podía pensar Thorin es que no le estaba haciendo las cosas nada sencillas - dije que no se supone que te regale cosas compradas cuando te estoy cortejando-  repitió tomando el hacha como excusa para sentarse.

 

- escuché eso, pero no entiendo ¿cómo es eso de que me estas "cortejando”? – preguntó con voz temblorosa ahora seguro de que de seguro no era más que una broma. Una de muy mal gusto por cierto, pero broma a fin de cuentas – bueno, ya sabes, cortejar… lo que hacen dos personas los unos con los otros cuando se quieren casar…

 

- y ¿cuándo me has pedido matrimonio si se puede saber? – Gruñó el Hobbit, entrecerrando los ojos – Creí que era obvio que lo estoy haciendo aho… - Thorin no pudo ni terminar de decir aquello cuando Bilbo se le había echado encima, besándolo como si el mundo se le fuese en ello. El mayor dejó escapar un gruñido conforme mientras le metía las manos por la camisa al mediano. Más allá Bofur, sentado junto a Dis y su hermano, dejó escapar una carcajada al verlos. Escudo de Roble siendo dominado, quien lo diría.

 

- ¿eso es un sí? – preguntó Thorin porque con Bilbo nunca se sabía y además presentía que si no se concentraba en algo más les iban a dar a los demás el espectáculo de sus vidas. El castaño le miró con los ojos turbados por un segundo antes de responder – es un “claro que si” imbécil – murmuró, besándolo de nuevo, esta vez con más suavidad, hasta que sintió que Thorin acariciaba su cabello para separarlo - ¿qué pasa? – le preguntó.

 

- Tengo que ponerte la cuenta de cortejo – le aclaró el mayor con la respiración un poco agitada, apartando el cabello que caía sobre la cara del castaño. Bilbo se sonrojó y le sonrió pensando algo así como “no me habías dicho que me tenías una cuenta de cortejo” y jugueteando con la camisa de su pareja mientras este la hacía una trenza en el lado izquierdo de la cara, y solo cuando terminó de hacerla fue que el mediano se permitió examinarla con atención, encantado con la sencillez de la misma – es hermosa Thorin… - dijo en voz baja y sin mirarlo porque sentía que si lo hacía se iba a poner a llorar. Habían sido dos años, esperando aquello, era irreal que al fin pasase.

 

- esperemos que tu padre no me mate por esto – dijo Thorin como toda respuesta mientras juntaba sus frentes.

 

Cierto… su padre, a ver como reaccionaba antes aquello.

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer y de haber un error por favor, notifíquemenlo

 

*Un delta es un accidente geográfico formado en la desembocadura de un río por los sedimentos fluviales que ahí se depositan. Los depósitos de los deltas de los ríos más grandes se caracterizan por el hecho de que el río se divide en múltiples brazos que se van separando y volviendo a juntarse para formar un cúmulo de canales activos e inactivos.

 

El delta más conocido es el del río Nilo, y es de donde procede el nombre con el que se denomina a este tipo de desembocadura. La desembocadura del Nilo se extiende por una región marcadamente triangular, que se asemeja mucho a la forma de la letra griega delta (Δ), motivo por el cual el historiador Heródoto le dio ese nombre (Información extraída de Wikipedia)


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