Comienza la batalla.
Antes de las 6 de la mañana.
Sasuke se encontraba cómodamente dormido a lado de su novia. Su teléfono comenzó a sonar.
-Mmmmm maldición…-levantó su teléfono y cuando lo vio se dio cuenta de quién era- ¿Si?
-¿Dónde estás? Necesito que tomes nota, necesito cafés de Starbucks caliente, es decir hirviendo, necesito un latte, para Naruto uno Americano muy bien cargado, te quiero aquí en 15 minutos. –Colgó el teléfono
Con toda la mala gana del mundo Sasuke se levantó, nuevamente, tomando lo primero que encontró en su armario para vestirse. Se dirigió al Starbucks más cercano y trataba de caminar tan rápido como podía, sobretodo porque tenía café hirviendo en las manos era obvio que no era muy rápido. Su teléfono volvió a sonar.
-hizo movimientos extraños para poder alcanzar su celular que estaba en su bolsillo sin dejar caer el café- ¿sí? ¿Qué pasa?
-¿Dónde estás? Necesito cafeína en mi organismo ahora. –Colgó
-Estúpido –dijo para sí mismo mientras retomaba su camino.
De vuelta en la oficina, Naruto ya había llegado hacia un buen rato.
-¿Por alguna razón mi café no ha llegado? ¿Acaso murió o que pasó con él? –Se quejaba frente a Gaara mientras se dirigía de nuevo a su oficina.
-No… -Le negó Gaara rápidamente y tomo de nuevo el teléfono -¡Oh mierda!
En ese preciso instante Sasuke entro por la puerta
-¿Quieres ayudarme? Esto está caliente –hablaba naturalmente como si no le importara llegar a esa hora
-Demonios ya es tarde. –Tomo los cafés que Sasuke traía en la mano, corrió a dejarle a Naruto el suyo y volvió donde Sasuke, quien ya había tomado asiento. –Bien Sasuke, debes saber que tu trabajo como segundo asistente es contestar las llamadas si el teléfono suena demasiado ira al buzón y a Naruto le molesta, si yo me muevo, estas encadenado al escritorio.
-¿No literalmente verdad? ¿Y si tengo que…?
-No, el ultimo asistente que se movió del escritorio por que se había cortado con un abrecartas, hizo perder un vuelo de Naruto a Australia de 17 horas, que le costó una cita muy importante con una revista de allá, ahora ese asistente trabaja en una guía de televisión. Así que tú sabes. Lo que sigue es que tu iras por los cafés y haces los mandados y yo por su puesto me encargo de su agenda, sus pagos y por supuesto yo tengo la privilegiada tarea de dejar el libro en su casa. –Sasuke lo miro extrañado. –Este es el libro. –Se acercó con un gran libro con la portada de la revista. –Es donde todos los editores se encargan de poner lo que vendrá en la revista y Naruto se encarga de corregir y agregar las cosas necesarias y suficientes para la revista mensual, es mi tarea irlo a dejar a su casa ya que no acepta que nadie vaya hasta que no lo considere un psicópata o asesino-Regreso a su asiento y dejo el libro- Y yo, por supuesto, voy a Paris con él y a todos esos eventos de moda que sean divinos. –Tenía un semblante un poco enamorado- Lastima que es casado –Se mordía los labios
-Aja…dime exactamente cuándo te enamoraste del jefe de edición, ¿antes o después de esos desfiles de los que hablas? –le respondió con una de sus mejores sonrisas.
-Cállate, yo iré con Kakashi a ordenar unas fotografías y ya sabes qué hacer si el teléfono suena. –Gaara salió del lugar y el teléfono sonó.
-Oficina del señor Uzumaki….si, eso quise decir, Naruto Uzumaki –respondió lo más normal del mundo- no, él está ocupado ¿quiere dejarle un mensaje? –Empezó a escribir pero se le hacía difícil ya que quien estaba al teléfono hablaba muy rápido- bien, ¿podría deletrear como se escribe “Gabanna”? –Pero ya había colgado- creo que no puede…
De pronto entro el dichoso Kakashi, quien Gaara había ido a buscar y al parecer tardaría un poco por eso.
-Creo que son de tu talla. –Le entrego unos zapatos, bien boleados y elegantes.
-No los necesito –dijo restándole importancia- si me contrataron es porque saben cómo visto
-¿Y tú? –Le dejo los zapatos en la mesa, mientras revisaba un archivero Kakashi
-Gaara… -Llamaba Naruto –Gaara…
-Te habla a ti… -Dijo Kakashi
Extrañado, Sasuke se levantó inmediatamente y se dirigió a la oficina.
-Oh… al fin llegas Gaara, ¿cuantas veces voy a tener que repetir tu nombre?
-Sasuke
-¿Qué?
-Mi nombre no es Gaara, es Sasuke –dijo con un ligero tono de fastidio
-Ja… -Rio irónicamente, y la gente que estaba con el jefe lo miro aterrorizada le dio la espalda. –Necesito que me traigas 15 faldas de Calvin Klein.
-¿Qué tipo de faldas? –respondió queriendo anotar lo que decía
-Ve a aburrir a alguien más con tus preguntas tontas. Quiero que llames a Sai y le digas que necesito a mas modelos para esta tarde, necesito que me traigas la comida del St. Regis que esté lista a más tardar a las 3 de la tarde, encárgate de la piel de pony que encargue y no tardes Gaara. Y necesito que me comuniques con Demarchelier
-¿Puede ir un poco más despacio? –trataba de anotar pero era simplemente imposible.
Naruto volvió a mirarlo, se estaba enojando un poco, pero llega a ser un poco paciente.
-No… y Gaara… -Lo miro de pies a cabeza, mirando su horrible atuendo y sobre todo, os tenis viejos y sucios. –That´s all… -Dio media vuelta para seguir con su gente.
Sasuke salió un poco perturbado por la forma como lo había mirado, al regresar a su escritorio volvió a ver los zapatos que le había ofrecido Kakashi.
-Supongo que puedo usarlos –dijo mientras se sentaba en su silla y se cambiaba los zapatos- Lo estoy haciendo porque quiero no porque ese dobe me lo haya ordenado o me halla mirado mal
-Gaara. ¿Ya tienes a Demarchelier? –Grito de nuevo Naruto, quien rodaba los ojos por la tardanza.
-Dema… ¿Quién? –decía buscando en un directorio electrónico
-¡Dame! –Llego Gaara arrebatando el teléfono y marcando un número. –Naruto Uzumaki necesita hablar con usted… ¡Tengo a Patrick! –Grito el pelirrojo
-Espera, el me llamo y dijo algo…-trataba de hacer memoria- dijo que quería llamar a alguien…y un restaurante…y algo sobre un pony-seguía pensando- ¡ah! Y quiere faldas Calvin Klein
-Uff… -Gaara rodo los ojos -¿Dijo que clase de faldas?
-No y eso que le pregunte
-¡NUNCA LE PREGUNTES NADA A NARUTO! Yo me encargare de todo y tu iras a Calvin Klein ¿Entendiste?
-¿Quieres que yo vaya hasta allá?
-¡Oh…! Lo siento, ¿Tienes algún compromiso? ¿Alguna convención se suéteres y pantalones de abuelito?
Sasuke solo lo fulmino con la mirada y salió a hacer el dichoso mandado. Mientras estaba corriendo en la calle para ir hasta Calvin Klein su teléfono volvió a sonar.
-¿Ya llegaste? –Era Naruto
-¡Ya casi entro! –tenía que subir la voz ya que la calle era muy ruidosa, colgó su teléfono y al instante volvió a sonar- No de nuevo… ¿Si? –contestando
-Terminando con las faldas necesito que recojas unas chaquetas que ordeno Naruto hace unos 5 minutos hasta Nueva Jersey y por favor tráele otro Starbucks bien caliente. ¿Listo? –Colgó al instante Gaara
-¿Las chaquetas que están del otro lado de la ciudad…? –no pudo seguir hablando solo se tragó su rabia y continuo haciendo los mandados.
Cuando al fin pudo regresar a la oficina, cargando millones de chaquetas y procurando que no tocaran el café caliente, pateando un poco la puerta para poder entrar.
-¡Oh mierda! Al fin llegas. –Se acercó Gaara para ayudarlo. –Me estoy haciendo pis y no he podido despegarme del escritorio parecía su niñera, apresúrate a acomodar que Naruto viene en camino para hacer el repaso donde Naruto elige cada detalle que se presentara la revista, todos los editores vienen a presentarle propuestas.
-¿Ya llego mi café? –Iba entrando Naruto y ni siquiera le dio tiempo a Gaara de acomodar las cosas. Mientras que Naruto aventaba su abrigo y su portafolio al escritorio de Sasuke.
-El abrigo… cuelga el abrigo. –Le gritaba Gaara a Sasuke.
Sasuke hizo lo que le dijo aunque no entendía cuál era la urgencia de hacerlo, luego Gaara volvió a hablarle.
-Oh hermano. –Iba entrando un chico un poco más alto que Gaara, no se parecían en nada pero en fin eran parientes. –Te presento a mi nuevo yo. –Señalo a Sasuke.
-¿Es él? –Miraba Canjuro a Sasuke.
-Si es el, te lo dije, patético. Bien después de ir al baño iré a almorzar, tengo 20 minutos y tú 15, puedes irte cuando yo vuelva.
Sasuke solo suspiro para calmarse y no matarlos en ese mismo momento, solo los ignoro y miraba como se iban
-¿Qué trae puesto? –dijo de nuevo Canjuro
-No sé, creo que ropa de nuestro abuelo jajajajaja.
Pasaron los 20 minutos y al fin Sasuke pudo ir a almorzar, tenía que hacerlo rápido ya que el repaso para la revista estaba programado para las 12:30. Fue a la cafetería y empezó a servirse cuantas cosas se encontraba sin ninguna preocupación, en eso, Kakashi apareció a su lado.
-Todo eso te hará engordar. ¿Sabes?
-Yo como todo lo que quiero no me importa –dijo simplemente mientras se servía un tazón de sopa
-¿Sabes que la celulitis es el principal ingrediente de la crema de maíz?
-Ya te lo dije, yo puedo comer todo lo que quiera sin preocuparme, a diferencia de todos los que trabajan aquí, ¿Qué nadie come nada nunca?
-No desde que la talla 34 se volvió 36 y la 32 en 34. Al juzgar tu físico, creo que eres un treinta y oso.
-No te conozco lo suficiente como para compartir mis medidas contigo, ¿Por qué no me invitas a salir antes? Quizá así te las diga –dijo irónicamente mientras caminaban en la fila y tomaba de su sopa, la cual se le cayó en el suéter. -Oh…-trato de limpiar la mancha con sus dedos
-No quiero invitarte a salir y no te preocupes por tu suéter, estoy seguro que hay más poliéster de donde sacaste esa atrocidad.
-¿Por qué a todos les importa tanto como se ven? No significa nada.
-Creo que es porque es lo que mantiene a esta empresa multimillonaria. –Su celular sonó- ¿Si? –Hizo un silencio y abrió los ojos. –Ok, Naruto adelanto el repaso una hora, y él siempre llega 15 minutos tarde, ósea que vas tarde. –Tomo la bandeja de Sasuke y el tiro a la basura.
Corrieron al elevador y al entrar se encontraron con la Directora de la editorial Konoha.
-Señora Tsunade. –Saludo Kakashi
-Kakashi… ¿El número va bien? –Pregunto la señora, de pelo rubio y grandes pechos
-Sí, será el mejor de septiembre
-Genial, se supone que Naruto elimino las otras chaquetas y adelanto la sesión de Sedora. ¿Cuánto me costara?
-Unos 300 mil dólares. No es nada. –Sonrió Kakashi
-Sí, esas chaquetas debieron ser horribles. –Vio a Sasuke y le estiro la mano. –Tsunade Senju.
-Oh… él es Sasuke Uchiha, el nuevo asistente de Naruto. –Presento Kakashi
-Felicidades jovencito, millones de chicos matarían por ese puesto. –Paro el elevador y la mujer salió del elevador despidiéndose.
-Adiós. –Dijo Kakashi. –Tsunade Senju, la directora de Konoha. Ya saben lo que dicen, “Grandes pechos, ego enorme”
Mientras tanto en el repaso.
-Aquí con este suéter estamos resaltando la cintura…
-Eso ya lo he visto antes. –Decía fastidiado Naruto -¿Dónde están los vestidos? ¿Por qué la gente no está preparada?
En ese instante iban llegando Sasuke y Kakashi.
-Entra y toma nota. –Le dijo a Sasuke. El solo pudo asentir y saco su libreta.
-Tenemos unos vestidos por aquí que quedarían interesantes… -Decía nerviosa la chica.
-No, no es solo que me resulta un poco incomprensible que no podamos hacer un repaso general decente. –Subía el tono de voz Naruto. –Han tenido horas y horas para prepararlo y todos son unos incompetentes. –Rodaba los ojos y finalmente saco un vestido un poco ostentoso -¿Qué te parece? –Le dijo a Kakashi
-Sí, Tú me conoces, ponme una falda de bailarina con un toque de lejano oeste.
-¿No crees que es un poco parecido a…? –Le ponía el vestido a la modelo
-Al Delacroix de Julio, lo pensé pero no. No con los accesorios correctos.
-¿Dónde están los cinturones para este vestido? –Una de las chicas corrió para buscarlos. -¡Por dios! ¿Por qué nadie está listo?
-Los encontré. –Saco la chica dos cinturones similares. –Cuesta trabajo decidir es que ambos son tan distintos.
-Jajá…-había tratado de reprimir una gran carcajada pero aun así se le escapo, todos lo estaban mirando debido a eso.
-¿Qué es gracioso? –Pregunto Naruto
-Jefe…no sé si ya lo noto pero esos cinturones son idénticos –dijo aun con burla- lo siento si lo ofendí pero yo apenas se sobre…estas cosas –diciendo lo último despectivamente
-¿Estas… cosas? Ohh ya veo, tú crees que esto no tiene nada que ver contigo, porque tú vas a tu armario y tomas lo primero que encuentres sin pensar que esa ropa que traes puesta fue especialmente elegida para ti, como gente en esta misma habitación, sin que tú supieras que ese suéter a cuadros fue una colección de Sarutobi quien llevo esos cuadros por toda Europa imponiendo modas por más de diez años, luego de eso todos los diseñadores usaban suéteres a cuadros o cualquier cosa con cuadros de Sarutobi y así paso el tiempo que posiblemente termino en una canasta de liquidación donde posiblemente fue de donde tú lo sacaste, pero claro tu no estas para nada relacionado con estas… “Cosas”. –Le dio la espalda y siguió acomodando el horroroso vestido.
Después de ese día, de regreso en el departamento que Sasuke compartía con su novia
-¡Debiste verlo! ¡Empezó a hablarme como si realmente quisiera destruirme solo porque no encontraba la diferencia entre dos cinturones que eran exactamente idénticos! –Gritaba mientras se cambiaba de ropa y caminaba enfurecido por todas partes- ¡Cómo es posible! ¡Todos en esa oficina actúan como si estuvieran curando el cáncer o algo así pero no! ¡Solo es ropa con un demonio! –Levantaba más la voz mientras Karin solo escuchaba sus quejas mientras preparaba un sándwich de queso- ¡Si no fuera mi jefe le hubiera dicho todo lo que se merece desde el principio! ¡No es más que un dobe con un buen atuendo! ¿Qué demonios le pasa? ¡No está feliz a menos que todos en esa oficina estén a sus pies temblando de miedo y siguiendo al pie de la letra cada una de las estúpidas ordenes que el da! ¡Y ni hablar de las ruidosas!
-¿Las ruidosas amor? –dijo Karin terminando de preparar el sándwich.
-¡Sí! ¡Son ruidosas por el ruido que hacen sus estúpidos zapatos en el mármol de la oficina! Es clak clackclack clack todo el tiempo, no soporto a esas estúpidas modelos –le arrebato el sándwich antes de que terminara de prepararlo- ¡Oh claro! Tengo el mejor compañero de trabajo del mundo –decía irónicamente- ¡Estoy seguro que si no fuera porque está enamorado de Naruto no estaría ahí y no aguantaría todas esas humillaciones que a diario recibimos! ¡Y ni si quiera lo admite! Como si no fuera suficientemente obvio para todos ahí, estoy seguro que el propio Naruto lo sabe pero no le dice nada porque es un pobre diablo –le dio una mordida a su sándwich- pero no seré como ellos, yo comeré lo que quiera y cuando quiera
-Es porque tú tienes algo que todas esas modelos flacuchas querrían –le decía abrazándolo por la espalda
-No dejare que Naruto Uzumaki que se cree Dios me gane, trabajare duro y le mostrare de lo que soy capaz, aún no sabe quién es Sasuke Uchiha