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Inseguridad [KaiSoo] por SoolSan

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Notas del capitulo:

Yo Yo ~ 

Actualización =___________= Bueno un nuevo extra :3 ya que el capítulo anterior fue algo drámatico y lindo (?) seee muy lindo *w* les dejaré a otro personaje para que les cuente desde su punto de vista jiji 

Gracias a las personas que comentan ~muchos besos y Jongi's sensuales para ustedes *w* ~ 

Espero les guste ^^

 

PD: El próximo cap se demorara ~ estoy en exámenes y tengo uno demasiado importante el 17, así que me borrare de la fas de la tierra ghei >n< -eso jamás - pero bueeee, besos y no os desespereis

 

POV'S JongIn 

 

El sol esta nuevamente cayendo sobre mi cama, casi tortuosamente me recuerda que el día está empezando de nuevo, a lo lejos escucho el sonido de los autos pasando por la avenida principal, lanzó un suspiro ahogado al mirar el umbral de la ventana  y luego instintivamente no puedo sonreír más estúpidamente a las ocho treinta de la mañana.

Casi como un rayo fugaz, los recuerdos me invadieron e hicieron que mi piel se erizara. Ayer, puntualmente en la noche, KyungSoo después de semanas de jugar a “soy el hombre sin emociones que busca sólo sexo para llenar el hueco en mi corazón”  no me quería dejar escapar de su departamento.

Díganme baboso o patético, da igual, Do KyungSoo al fin aflojo esos labios tercos y demostró por fin algo de humanidad a través de esos redondos ojos oscuros y profundos. Sádica y melodramáticamente lo hizo, pero bueno ¿Qué más le iba a pedir? Ya era mucho que no me degollara por haberle bloqueado la entrada al baño.

Sí, es todo un encanto.

El sonido del despertador me hace darme cuenta, que llevo casi tres horas despierto. No crean que me desvele por la enfermiza declaración de mi hyung –o sea no – y tampoco crean que llevo las tres horas mirando al techo pensando en lo lindo que KyungSoo se ve con las mejillas sonrojadas luego de besarnos bajo el agua. Ni menos crean que es porque anoche KyungSoo me follo de la mejor forma que jamás creí que alguien hiciera y quería más ¿Qué les pasa? ¿Creen que soy esa clase de persona?

Llevo tres horas rotando de posición en posición porque el bruto que se hace llamar profesor, que sinceramente si no fuera mi maestro creería que es un demente maníaco sexual muy lindo, me pegó un puñetazo casi sacado de la mejor pelea de King Boxing  haciéndolo pasar por una romántica declaración–enfermo. Y si fuera peor, o mejor, en verdad dejémoslo en que es lindamente terrible, mi culo me duele casi como mil demonios escupiendo fuego en él. No sé si es peor el ardor en la zona, o las ganas que quedé de que KyungSoo lo hiciera de nuevo.

Mierda dije eso en voz alta.

Olviden lo anterior. JongIn no quiere la polla de su maestro dentro de él toda la noche. No, él no dijo eso.

Hace tres horas que tengo un bistec en la cara, ya que el lindo de KyungSoo dijo que era mejor que el hielo, y ya son las ocho treinta, al menos creo que se me bajo un poco la hinchazón de mi labio.

Ah, sí se preguntan por qué rayos estoy en mi departamento, y no abrazado a hyung ahora. Después de esa épica batalla, que alegremente le contare a nuestro Jongin’s  y Soo’s juniors y les diré “Cuando tu padre me saco sangre a borbotones en el labio inferior, supimos que nos gustábamos, Ah…..que buenos recuerdos”  sacado de la mejor novela romántica ¿no creen? O… Puede que haya perdido mucha sangre.

La cosa es que BaekHyun hyung nos acosó tanto rato, que decidí no quedarme porque o sino en cualquier momento KyungSoo agarraba sus cuerdas y amarraba a hyung en el corredor del edificio. Porque Soo tiene cuerdas ¿Lo sabían? Sí, sí, son su mejor tesoro, dijo que venían de Japón o no sé de dónde diablos, la verdad no me importaba mucho la procedencia de esas cuerdas, mejor las usábamos,  si sabrán a que me refiero. Así que como no quería ver a Soo más frustrado me vine.

Mientras me coloco mi mejor jeans, y busco entre los montones de ropa tirada en el suelo una polera decente para ir a clases, siento como la mirada de cierto individuo se posa en mi frágil cuerpo. Una mirada llena de frialdad y burla.

 

—¿Qué sucede SeHun?—pregunté mientras revolvía en la montaña de ropa. ¡Oh! unos bóxer de hyung ¿Qué hacen acá? Que va, debí quitárselos alguna noche. 

 

—Nada en verdad—se encogió de hombros mientras se apoyaba en la puerta—. ¿Qué te pasó en el labio?—Enarcó una ceja— ¿Y por qué te cuesta agacharte?

 

Se me había olvidado mencionarlo, estaba inclinando mi cuerpo hacía adelante sin flectar las rodillas mientras recogía la ropa. No es que me doliera mucho, sólo quería prevenir.

 

—Nada grave, no te preocupes—me levanté y me coloqué una polera blanca simple que encontré limpia—. ¿Hoy no vino Hanna? —SeHun se carcajeó al escuchar mi pregunta y negó con la cabeza.

 

—Es martes JongIn, no todos somos tan enérgicos como tú y KyungSoo y follamos todos los días—se rió entre dientes.

 

—No es todo los días—fruncí el ceño—, sólo cuando se nos place.

 

—Todos los días—sonrió.

 

—A lo que quiero llegar—gruñí—, el sujeto que se hace llamar tu novia, se aparece aquí siempre. El otro día estaba de lo más bien tirado en el sofá llorando viendo una película—avance hacia la puerta mientras tomaba en las manos mi mochila y ahora salíamos del cuarto con SeHun en dirección a la cocina.

 

—No lo trates como chica—puso ese rostro serio que da a entender que esta disgustado y yo puse mi mejor sonrisa de burla.

 

—Eso es lo  que es—agarré mi preciado tazón para preparar cereal con leche y me comencé a servir cereales—. Es una linda niña, chillona, pecho plano, irritante, con un pack de testículos y un pene abajo.

 

—No hables así de él—aprovechó mi vulnerable cuerpo agotado y me golpeó con su pierna—. Trátalo bien Kai, el me gusta. Además, yo no hablo mal de tu enano sociópata con complejo de niño de kínder.

 

—Bueno, bueno—me metí una enorme cucharada de mi nutritivo cereal a la boca, mientras SeHun se preparaba sus raras vitaminas mañaneras y me miraba feo—. Es bonita.

 

—Cambiando de tema. BaekHyun hyung me mandó un mensaje anoche.  

 

Lance mi delicioso desayuno en la mesa de la impresión y empecé a toser demasiado fuerte, el maldito loco de mi amigo se comenzó a carcajear y a retorcer de la risa.

Escuche mal o SeHun dijo que hyung le mando un mensaje. Mátenme por favor, entiérrenme en la tumba al lado de KyungSoo, porque seguramente esta va a ser la más miserable burla a mi honra.

 

—Me contó todo—puso su mano en mi hombro y sonrió macabramente—. Felicidades Innie yah, conseguiste marido.

 

—Qué incluye esa palabra “todo”—hablé como si en verdad no importara.

 

—Todo—susurró en mi oído, haciendo que mis ojos se abrieran casi como los de Soo—. Así que Yixing le acertó con lo de las sesiones sadomasoquistas—se comenzó a carcajear al frente mío, boté una bocanada de aire y ladee mis labios en una sonrisa nerviosa.  Al menos no sabe que KyungSoo me…

 

—¡Oh! JongIn—bebió de un trago sus vitaminas y agarró su bolso que estaba en la mesa—. Sé que fuiste follado por el profesor Do. Y no, hyung no me contó, tu cara de felicidad desvirgada me lo contó.

 

Olviden lo que dije, a la mierda todo. ¿Ven eso que esta pisoteado en el suelo? Sí, ese mismo que esta lanzado miserablemente contra el pavimento, ese era el orgullo de Kim JongIn. 

 

                                                                                   ~*~

 

 

Mientras caminábamos hacia nuestros salones de clase, yo miraba hacía todos lados por los pasillos, según SeHun, como una colegiala cuando se le declaran por primera vez. Según yo, como alguien que busca a su maestro golpeador del cual está enamorado.

Subimos al tercer piso y deje al irritante de SeHun en su salón, aún no encontraba a KyungSoo así que decidí ir a verlo a su salón de clase. Pero como no todo en la vida es bonito, choqué con la princesa novio de mi amigo, el cual me cae de putas madres.

 

—Ten más cuidado imbécil—grité enojado.

 

¿Se nota que me agrada? Suelo ser un poco demostrativo con mi amor.

 

—Nos oscurezcas el pasillo idiota—dijo la princesa mientras arreglaba su sudadera y me miraba feo.

 

—SeHun está en el 306—sonreí amablemente mientras lo empujaba hacía a un lado.

 

—Gracias.

 

No es que odie a la princesa, pero es tan irritante y mimado que sólo prefiero que pase el tiempo con SeHun y no me incluyan en nada. No tienen de que quejarse, soy el mejor amigo que pueda existir, les dejo el departamento sólo para ellos. ¿Quién dijo que era mientras me estaba follando a KyungSoo? ¿Ah? No sean payasos, lo hago por mi amigo, para que comparta con su princesa a solas mientras yo voy y juego con hyung. Merezco un premio por ser tan honrado.  

Luego de esa interrupción en el pasillo por el novio/a de SeHun, miré al salón donde KyungSoo impartía clases ese día, mi idea era pasar por afuera casi desprevenidamente del pasillo y chillar cuando lo viera Jajajaj ¿se lo creyeron? La verdad es que lo pensé, pero no quería llamar la atención así que ingrese al salón a preguntar por un ejercicio de cálculo. Y para mi sorpresa, KyungSoo no estaba. Me engaño esa maldita perra, miré por la ventana y se encontraba en su puesto un feo hombre con barba y bigotes canos con lentes exagerados.  

 

—Disculpe ¿El profesor Do? —la clase me miraba con rostros interrogantes, y de pasada les cuento que una joven muy guapa de la segunda fila me cerró un ojo. Lo siento querida, JongIn está ocupado, aunque  el maldito de KyungSoo no está ¿dónde está?

 

—El profesor Do está enfermo—me miró de pies a cabezas enfatizando su mirada en mi cabello—. Está con licencia hasta el jueves ¿En qué lo puedo ayudar?

 

—Oh, disculpe las molestias—hice una reverencia y marche hasta la puerta—. Era para saber algo de su clase, perdón por interrumpir—hice una última reverencia y salí.

 

Le digo que me gusta y lanza una licencia ¿en serio Do KyungSoo? A final de semestre si me ven postrado en una cama agonizante por hipotermia  rueguen al cielo porque a Soo le baje el amor hacía mí y me salve de su helado corazón. 

Entre a mi didáctica clase de Estadística avanzada y me lance en mi pupitre. Me puse a pensar en las miles de posibilidades de que KyungSoo me mandara al demonio y me tirara al basurero, claro que no quiero eso, pero eso es lo que este enano me hace pensar al desaparecer.

La hora paso, y ya había salido de aquella excitante clase, para ahora estar nuevamente sentado escuchando al profesor Lee con su taller de estadística, maldita sea.  En el momento que sentí la segunda, y casi inocua sacudida de mi celular dentro de mis jeans, saque el aparato para observar los lindos mensajes que BaekHyun hyung me había mandado.  

 

De: BaekHyun Sunbaenim

Envíado a las 11:30 am 

JongIn, llámame cuando salgas de tu primera clase.

 

Miré la hora, y ya faltaban al menos diez minutos para salir de mi segunda clase, al parecer la tecnología se puso en contra mío. Mierda.

 

 

De: BaekHyun Sunbaenim 

Envíado a las 12:45 pm 

Mira mocoso inepto, si no veo tú trasero a las afuera de nuestro apartamento en 10 minutos, créeme que comprare un bóxer de castidad con candado para KyungSoo.

 

Trague al leer las últimas palabras escritas en aquel dulce mensaje, e hice una imagen mental de un bóxer con candados puestos en mi hyung  y con BaekHyun al lado girando la llave entre su dedo índice con malicia con unos cachos saliendo de su cráneo. Agarre mi mochila y salí casi corriendo del salón. A la mierda la  variación estándar y los rangos intercuartilicos, la vida sexual entre hyung y yo dependen de mí.

Después de correr por no sé, quince minutos sin detenerme, llegue al edificio de KyungSoo y llame a BaekHyun para avisarle de que ya estaba afuera. Mientras apegaba el teléfono a mi oído, y trataba de recuperar el aire perdido metiéndome al ascensor del edificio un chillido me hizo salir de mi relajante descanso.

 

Llamada entrante

BaekHyun Sunba....

– ¿Ya llegaste?

– Sí hyung ¿Qué pasa?

– Apúrate.

 

Sintiendo la histeria de BaekHyun correr por mi cuerpo, no dude en correr al departamento y tocar el timbre eufóricamente, haciendo que un pálido ChanYeol me abriera la puerta.

 

—Pasa, pasa—me lanzó adentro del apartamento—. Están en la alcoba de KyungSoo—asentí con la cabeza y seguí por el pasillo tranquilamente.

 

BaekHyun estaba sentado en la orilla de la cama de KyungSoo, mirándolo con terror y por el rabillo del ojo. Observe el cuerpo tapado de hyung que estaba durmiendo en su cama; tenía el rostro rojo, sudor por todo su cuerpo expuesto y en su frente llevaba un pañuelo blanco humedecido.

 

—Llegue Baek ¿Qué pasa?—hyung salió de sus pesadillas y me agarro del brazo con fuerza sacándome de la pieza mientras que yo lo miraba asustado.

 

—¿Qué carajos le hiciste?

 

—¿Eh?

 

—Yo no te lo entregue así—me zamarreo el brazo—, ¡Este no es el KyungSoo que te entregué!—gritó Baek haciendo que Chan apareciera y lo calmara por la espalda.

 

—No sé de qué hablas Hyung …—y en ese preciso momento lo escuché. Escuché la melodiosa voz de KyungSoo entrar por mis oídos, lo escuché llamarme y me tembló la quijada.

 

—No sé qué diablos paso, pero este no es el KyungSoo afiebrado y alucinador que suele tratar en un resfrió—me miro serio, yo aún no reaccionaba—. Así que tú te encargaras de esto—puso su dedo índice en mi pecho—, tu eres el culpable de este resfrío ¿Quién los manda a mojarse como críos? esto es mucho para mí. Con ChanYeol nos vamos a Incheon hasta el jueves.

 

ChanYeol y BaekHyun agarraron sus bolsos y brindándome una sonrisa de compasión salieron por la puerta principal y, como si fuera lo más normal de la vida, me dejaron a cargo de KyungSoo.

Que por cierto…

 

—JongIn oppa.

 

Oh no.

 

—¿JongIn oppa eres tú?—la voz de hyung sonó algo quebrada, y mierda, tan orgásmicamente sensual que mis ojos se ampliaron del susto.

 

—Eh—tosí e ingrese a la alcoba, me senté en la orilla de la cama y mire a Soo todo sonrojado sonreírme—. Sí, soy JongIn, pero no tu oppa.

 

—Oppa te ves sexy hoy—mierda, creo que ya sé a qué se refería Baek—. ¿Por qué me dejaste solo anoche?—en ese preciso momento en que hyung hizo un puchero, mi baba se empezó a caer. Entiéndame, esto no pasa todos los días—. ¿Me trajiste mi medicina?

 

—Claro—miré hacia todas direcciones y observé un cartel blanco encima de la mesita al lado de la cama, abajo estaban las medicinas de KyungSoo y un mensaje de Baek “KyungSoo ha estado gimiendo por JongIn oppa toda la noche afiebrado, me dio asco, así que cuídalo bien, sus medicinas son cada 8 hrs, abajo esta todo para cuidar del departamento y de él” –en dos horas te tocan –le sonreí para que se calmara.

 

—No esa medicina—me agarró por las muñecas y me atrajó hacía su caluroso cuerpo, apegando su frente con mi frente—. Medicina de JongIn—sonrió y me beso.

 

—Tú estás ebrio y alucinado hyung—abrí los ojos como platos. Que alguien por favor traiga al asesino que tenía antes de ayer.

 

—JongIn—susurró en mi oído, y por un segundo, créanme cuando les digo que por un segundo, gimió mi nombre—. Dame tu medicina.

 

Me levante completamente rojo y acalorado y comencé a dar paseos en círculos en la alcoba. Muy bien JongIn, cálmate, esto es novedoso pero no diferente, estúpido KyungSoo que ni enfermo se le pasa la calentura. Agarre las medicinas que se encontraban en la mesita y el papel que lo acompañaba y me dirigí a la cocina, antes avisándole a KyungSoo a qué iba.

Mire las gavetas y con las indicaciones que BaekHyun me dejo en el papel empecé a preparar una sopa, no soy el mejor chef, pero al menos puedo preparar una sopa. Y al parecer BaekHyun hyung sabe que soy algo lento –por no decir que soy estúpido –y dejo todo muy bien apuntado, estaba claro que no iba a dejar que su amigo se muriera por un resfrió, aunque eso no quita que me haya dejado a cargo de Hyung.

 

—¡JongIn!—escuché gritar a KyungSoo desde la alcoba, mire espantado el pasillo y corrí hacía la pieza.

 

—¿Qué?—pregunté asustado. La risa torcida de KyungSoo me dio a entender que no era nada bueno.

 

—Estoy todo mojado—abrí los ojos y trague saliva. Hyung tenía una polera gigante puesta y se le veía su hombro y clavícula, y en verdad tenía la ropa toda sudada.

 

—Toma, aquí hay un cambio—le pasé en las manos la polera y un pantalón y me hizo otro puchero, ¡dios! Si hace eso de nuevo me violare a un enfermo. Agarro mi mano y me atrajo hacia su cara.

 

—No puedo hacerlo solo—lo dijo tan lenta y dulcemente que creí que me volvería loco—, hazlo por mí —sus mejillas sonrojadas y su rostro tan inocente casi hacen que pierda el control.

 

Me senté a un costado de él y comencé a sacar su polera, cuando levanto sus brazos para poder sacársela observe su hermoso cuerpo todo sudado, con la polera sucia comencé a secar un poco su cuerpo y sentía como KyungSoo me observaba fijamente mientras lo hacía. Aprovecho de que estaba desprevenido y me atrajo hacía él, agarro de mis dos muñecas y me comenzó a besar.

Sus labios con los míos se fundían, mientras que yo solo me entregaba al amor de KyungSoo, su lengua pidió permiso para entrar y yo claramente accedí. Poco a poco empezó a sacarme la polera y yo comencé a besar su cuello, se sentía tan bien todo; su respiración en mi cuello, sus labios, sus jadeos, todo provocaba que se me acelerara el corazón.  

Cuando íbamos a mitad de camino y yo ya estaba encima de KyungSoo besando su hermoso cuerpo y sanando toda clase de resfrió existente, el sonido de algo cayéndose nos asustó y dimos un salto en la cama, miré hacia todos lados y recordé que la sopa estaba en el fuego.

 

—Oppa creo que algo se está quemando—dijo KyungSoo mientras se colocaba la polera limpia él solo. Maldito manipulador.

 

—¡Mierda la sopa!—grité y salí corriendo hacía la cocina.

 

Mire la tapa de la olla tirada en el piso, así que asumí que ese fue el sonido que nos asustó, y por lo menos la sopa no estaba taaaaan mal. Serví un poco en un tazón y en una bandeja coloqué un vaso con agua, el tazón y una cuchara, camine hasta la alcoba y me encontré con KyungSoo viendo la televisión, para mi sorpresa, caricaturas.

 

—Te traje sopa—le sonreí. Se acomodó en la cama y me hizo un espacio al lado suyo. Acomode la bandeja sobre sus piernas y luego me acosté a su lado. Se veía bien, aún su cuerpo estaba muy caliente, pero lucía feliz viendo caricaturas y tomando la sopa—. Veo que te sientes mejor.

 

—Estó rica–sonrió sonrojado y me colocó la cuchara cerca de los labios—, di “A” —me dijo todo alegre. Lo miré con los ojos abiertos y abrí la boca, ni en mis mejores pesadillas me imagine algo así.

 

—Deberías enfermarte más seguido—le dije burlón—. No me quejo con que me hagas mimos de vez en cuando—KyungSoo se carcajeó y tomo más de la sopa. Luego de unos minutos dejo la bandeja a un lado, se acomodó a la perfección sobre mi pecho y me abrazó –leyeron eso, me abrazó  joder-y luego dio un suspiro. Lo mire por el rabillo del ojo y observé como se le empezaron a cerrar los parpados, le di un pequeño beso en la frente, y de a poco comencé a quedarme dormido.

 

 

 

 

Cuando ya iban a ser las siete de la tarde recibí una llamada de BaekHyun, dijo algo de que llegaban en la madrugada por qué no había pasajes para  Incheon o algo así y que cuando llegaran esperaba vernos decentes. Me puse a preparar una infusión de hierbas para KyungSoo, una que Omma siempre me preparaba cuando estaba afiebrado después de pasar muchas horas bailando bajo la lluvia con SeHun.  Sacaba las hojas de diferentes hierbas de la gaveta cuando hyung apareció y me abrazo por la espalda. Colocó su cabeza  y empezó a inhalar mi cuerpo, al sentir aquello tense la mandíbula y se me erizaron los vellos del brazo.

 

—¿Q-que p-pasa hyung?—pregunté nervioso. Este día ha sido demasiado raro.

 

—Nada—respiro nuevamente y comenzó a besar mi espalda —. Gracias por cuidarme hoy—dio pequeños besos sobre mi nuca y comenzó a bajar lentamente. Pasó sus manos hirviendo bajo mi polera, específicamente sobre mi abdomen bajo—. Sé que soy un fastidio en la semana, pero compréndeme, es difícil ser lindo.

 

—Eres lindo hyung—me di media vuelta y lo miré a los ojos. Ese estúpido y tierno sonrojo aún seguía ahí y no pude evitar sonrojarme igual—. Un poco raro y maniático, pero se te puede curar—sonreí—, anda a la cama, estas muy caliente aún—al pronunciar esa última palabra, la sonrisa de KyungSoo se amplió y yo creí ver fuegos artificiales en sus ojos.

 

—Dame tú medicina JongIn—dijo con la voz suave y sugerente—. Y sabes que medicina es la que quiero.

 

—¿Puedes calmarte? Estas enfermo—me reí nervioso mientras se apegaba más a mi cuerpo—. Mejor anda a acostarte hyung, Baek me matara si te enfermas más.

 

—JongIn oppa—gimoteo. Yo lo miré asustado mientras agarraba mi mano y entrelazaba sus dedos con los míos—. No me hagas chillar como niña para conseguirlo.

 

—Deja de llamarme oppa—fruncí el ceño, era perturbador que esas palabras salieran de sus labios—. Estoy casi seguro que estas consciente—lo miré nuevamente a los ojos y me sonrió malévolamente.

 

Acomodó a la perfección sus manos con las mías y me dio un pequeño beso en los labios. Lentamente su respiración cayó en mi boca y nos derretíamos en el calor de nuestras pieles. Cuando ya estaba volviéndose un poco más salvaje todo,  comenzó a arrastrarme a la alcoba, casi tropezando con nuestros propios pies y resbalándonos con la baldosa.

Cuando al fin habíamos llegado separamos nuestras manos y yo lo quedé mirando con duda, a estas alturas del día ya no sabía qué diablos podía hacer KyungSoo. Me miro por unos segundos, que para mí parecieron horas, puso sus manos en mis hombros y me lanzó de espaldas a la cama.

 

—¡Espera, qué diablos!—grité mientras trataba de acomodarme en la cama.

 

Mientras yo lo miraba embobado desde mí posición, KyungSoo empezó a gatear sobre mí y se acercó lentamente hacía mí rostro, sus brazos se pusieron alrededor de mi cara con sus palmas de las manos fijas en las sabanas y sus rodillas temblando sobre la superficie de la cama. Su cuerpo sobre el mío y mirándome desde arriba con esos enormes ojos, acercando sus labios a los míos provocaron que perdiera el aliento. Su respiración chocaba con la mía y una sensación de tranquilidad y felicidad me inundaron cegándome placenteramente.

Definitivamente KyungSoo es lo que necesito; mi cura, yo soy su remedio. Somos lo que necesitamos.

Me dio un pequeño beso en los labios y comenzó a jugar con mi cuello, yo no perdí el tiempo y empecé a besar sus hombros y clavículas, con mis manos tocaba cada parte del cuerpo sensible de hyung y mis manos frías en contacto con su cálida piel hicieron que se escapara un gemido exquisito de sus labios, activando todo en mi cuerpo. Lamiendo y besando mi cuello, comenzó a bajar y como estaba muy cubierto, saque mi polera bajo su atenta mirada, cada segundo sentía como mi corazón daba saltos al sentir los orbes de KyungSoo observando cada rincón; cada articulación, músculo, piel y marca. Tragó aire cuando vio mi cuerpo semi desnudo y pude sentir el calor desprenderse de su cuerpo mientras se acomodaba en la cama, de a poco toda la habitación se volvía más caliente.

Lamio nuevamente mi cuello y yo acariciaba todo su torso bajo su polera, pase a su espalda y empecé con mi dedo a marcar su columna vertebral, vertebra por vertebra sus gemidos se escapaban y cada vez  sus mejillas se volvían más rosas. Llegó hasta mis pezones  y lamio con astucia, al sentir la humedad de su lengua se me escapo un quejido y la sonrisa de KyungSoo se amplió, acomodo sus manos sobre mí abdomen y comenzó a hacer caricias en cada rincón; marcando todo como fuego sobre cristal, dejando su esencia y aroma tallado sobre mí piel, dejando claro su dominio sobre mí cuerpo.

Luego de que  jadeara por todo el jugueteo, lo agarre de la cintura para acomodarlo sobre mi regazo, nos besamos unos segundos mientras escuchaba sus gemidos adictivos salir de sus labios.

 

—Mi medicina—susurró sobre mis labios. Yo estaba en una especie de trance, en todas las semanas que llevamos conociéndonos esto nunca había pasado. Miré como seguía encima de mí, conectamos las miradas por unos segundos y acomodo su cabeza sobre mí hombro—. Me estás volviendo loco, y mucho—me dio otro beso en los labios y ahora se quedó mirándome serenamente—, de verdad.

 

—¿Cómo sé que esto no es resultado de tu fiebre y mañana me golpearas de nuevo?—Enarque una ceja y me acomodé a su lado. Agarre mi polera, sentí como me miraba de pies a cabezas mientras ordenaba—. ¿Cómo quieres que te crea?

 

—Yo…—titubeó, y aparto su mirada—. Yo… estaba esperando que te regresaras anoche—lo agarre de la mandíbula y nos quedamos mirando con seriedad. Su rostro todo avergonzado me volvería loco de aquí a una hora.

 

—Esfuérzate más hyung—le sonreí y me carcajee—, rompe tu cascarón y dilo.

 

—No sé qué más decir.

 

—Sí lo sabes.

 

—Me iré a dormir—dijo cortante. Me palmeó la mano, se acomodó bajo  las sábanas y se tapó hasta la cabeza.

 

—No seas infantil KyungSoo—le palmee el trasero bajo la tela—, sólo dilo.

 

—Estoy durmiendo.

 

—¡Vamos!—gimotee—, hyung no me hagas esto.

 

—Ya me humille mucho por ti—gritó nervioso desde debajo de los cobertores.

 

—Bajo la excusa de una enfermedad—bufé—, ni siquiera pudiste hacerlo en tus cinco sentidos—nos quedamos unos minutos en silencio, escuchaba la respiración de KyungSoo lenta y zigzagueantemente bajo las delgadas telas. Yo acomodado a un lado mirando al bulto que estaba en un costado y sentí como si me estuviera asfixiando, perdía el aire segundo por segundo en ese sofocante ambiente.

Al parecer de verdad no valgo la pena para KyungSoo.

Pasaron algunos minutas más, y mire hacía el reloj que estaba en la pared, apuntaba que iban a ser la ocho pm, di un pequeño suspiro y me levante de la cama. Ya que va, si KyungSoo no lo puede decir mejor me voy a preparar algo para comer. Cuando iba a dar el primer paso hacia la puerta sentí como su mano se aferró a mi muñeca.

 

—No te vayas.

 

—Iré a preparar la cena.

 

—Quédate a dormir conmigo.

 

—Preparare la cena, te daré tus medicinas y luego dormiremos—sonreí incómodamente.

 

—JongIn—dijo titubeando—. Escucha.

 

—¿Qué?—dije fingiendo poco interés. Escuché un susurro bajo las telas, palabras ineludibles a los lejos—. No escucho hyung—hable mirando a aquel bulto inerte cubierto que tenía solo un brazo fuera que se hacía llamar hombre maduro.

 

—Me gustas—elevó un poco la voz. Torcí mis labios y al fin las dudas desaparecieron.

 

—Creo que escuche mal—fingí no haberlo oído—. ¿Dijiste que querías Kimbap?

 

—¡Me gustas!—levantó más la voz.

 

—Ah… ¿Qué quieres ir al baño?

 

—¡Qué me gustas estúpido!—gritó mientras asomaba su cabeza y mire su cara toda roja de vergüenza. Me acerque a su cara y bese sus labios, apacigüe toda su timidez y luego mordí su lambio inferior haciendo que se quejara de dolor.

 

—Te costó bruto—me aleje de su rostro y le sonreí—. Tú también hyung, me gustas mucho. Deja de fingir conmigo, sé que quieres aunque se un poquito de romance.

 

—Qué asco—hizo una mueca.

 

—No finjas—me carcajee por su rostro—, quieres rosas, chocolates, que durmamos abrazaditos, cartas de amor trágico.

 

—JongIn—me interrumpió—. Ve a preparar la cena antes de que vomite en tus rosas—rodó los ojos y se acurrucó entre las sábanas.

 

—Como quieras—lancé un suspiro largo y me levante en dirección a la cocina—. Algún día tendrás que enamorarte y recibir flores hyung.

 

—Prefiero enamorarme de ti y recibir tus besos, no rosas.

 

—Repite eso.

 

—Que prefiero tener tu polla y no recibir flores.

 

—¡No dijiste eso!—le chillé—. Sólo repítelo hyung por favor.

 

—Deja de molestarme. Escuchaste bien lo que dije. También lo segundo lo prefiero.

 

—¿Prefieres una polla antes de flores? Qué raro eres hyung.

 

—Prefiero la tuya, no cualquiera.

 

—Lo tomare como un “eres mío”

 

—Tómalo como quieras JongIn ah, sólo no quemes mi cocina y no me regales cosas ñoñas.

 

Di un último suspiro de felicidad, ya que al fin la duda se fue al traste y mi hyung se hizo responsable por engatuzarme así. Me posicione encima del cuerpo de KyungSoo pasando mis piernas alrededor de su delgada cintura que estaba cubierta por el cubrecama, nuestras miradas se conectaron tímidamente y sus ojos se abrieron al sentir como lo tomé por sus brazos y lo inmovilicé con mucha paciencia. 

 

—Te quiero—susurré cerca de su rostro. Su respiración cayó sobre mi rostro y sonreí.

 

—Y- yo igual—quito la mirada. Le apreté con más fuerza las muñecas haciendo que se escape un quejido de dolor—. Me duele JongIn.

 

—Seré más duro si no me lo dices mirándome a los ojos. Estoy cabreado de tu falta de afecto.

 

—Te odio—entre cerro sus ojos tan lindamente. Pero eso no serviría para convencerme, así que aprete más sus brazos. El meliodoso sonido de un jadeo mezclado con una queja me estaba encantando—. ¿Es tu venganza por el golpe?... nmh.

 

—Se me olvidava que te gustaba un poco violento—soltó una pequeña risita y luego desvió la mirada por varios segundos. Jodido tiempo, se me estan acalanbrando las piernas. 

 

—JongIn—su rostro estaba más rojo que cualquier tomate. Fijó sus ojos justo con los míos, y cuando noté un brillo totalmente diferente en sus ojos mi respiración sesó—. Te quiero.

 

La bestia ha sido dominada. Bingo.

 

 

—Muy bien, te estas portando bien Kyunggie—dije con aires de satisfacción. Pero debí suponer que dármelas de su hyung no funcionaría tan bien, ya que  KyungSoo levanto su rodilla con imprudencia y me golpeo en la entre pierna, dejándome agonizante de dolor a su lado.  

 

—No te pases tarado.

 

—Era una bromita—sí que pega duro este enano.

 

Bueno, al parecer jamás podre dominar por completo a este hyung. Pero al menos ya sé que no estoy perdiendo mi tiempo con él, y que me quiere.

 

 

Ugh, odio cuando SeHun tiene razón. 

Notas finales:

So... No lo odien >_____________< 

asdfghaa muero porqué todo es tan dulce ~

Les cuento? babeo por KyungSoo gritando JongIn oppa~asjaosojojsoj

Espero les guste -w- !


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