-Muy tarde para las disculpas ¿no crees?- respondió Naruto, volteando a verlo con una mirada diferente, una mirada triste, sus ojos azules estaban siendo opacados por los sentimientos de tristeza, dolor y odio.
Sasuke prefirió quedarse callado, no soportaría que Naruto continuara recordándole aquella dura tarde que marco ambas vidas.
Esta pequeña discusión, no pasó desapercibida ante sus compañeros, quienes ponían discretamente atención a dicha discusión.
Al llegar a casa Sasuke tenía un semblante triste he ido el cual no pasó desapercibido para sua madre
-Sasu chan, ¿te encuentras bien?- Sasuke solo asintió no tenía ganas de hablar
-anímate, tu padre vendrá dentro de una semana- dijo su madre para tratar de animarlo y al ver que eso no funcionaba decidió añadir otra cosa – Tu hermano también vendrá para celebrar nuestro aniversario de casados, haremos una gran fiesta e invitaremos a tanta gente como podamos, así que arriba esos ánimos- dijo desordenándole el cabello y despidiéndose de él con un beso para ir a alguna parte de la casa.
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Una semana había pasado desde que Naruto había llegado y ya tenía unos cuantos problemas.
-Oye Uzumaki - gritaron unos compañeros de Naruto- oye guapa te estoy hablando, no es de una señorita ignorar a la gente que le llama- toda la bola de “idiotas”(como les decía Naruto) comenzó a reírse lo cual provocó que a Naruto le saltaran varias venas estilo anime de la cabeza . Naruto volteó a verlos, con una mirada tenebrosa y se acercó lentamente a ellos, agarró a uno por el cuello de su chaqueta y lo jaló para que lo viera.
- te reto a decir eso una vez mas – el tipo se soltó del agarre de Naruto y río.
-Señorita- dijo de forma retadora hacia Naruto, quien al momento de que este había terminado lo golpeó rápidamente en el estomago, sacándole el aire, los demás corrieron hacia su compañero herido (de ahora en adelante les pondré tipo 1, tipo 2 y así sucesivamente).
-Maldito, como te atreves a lastimarlo- dijo el tipo 1
-Te metes con uno, te metes con todos- dijo el tipo 2 mientras que los tipos 1, 3, 4, 5, se colocaban en alguna posición de ataque extraña y de inmediato intentaron golpear al rubio, pero este era demasiado rápido y esquivó todos los golpes dirigidos haca él, para luego atacarlos de forma rápida y vencerlos sin siquiera tener una gota de sudor.
Naruto se alejó de ellos y caminó hacia su salón de clases, seguía algo enojado, odiaba que lo llamarán mujer, o que lo confundieran con una, a fin de cuentas no era su culpa el tener el pelo largo.
Entró al salón captando inmediatamente la atención de todas las mujeres, quienes lo rodearon inmediatamente y comenzaron a hacerle preguntas que él contestaba con una sonrisa completamente fingida; la clase que tocaba era deportes, clase en la cual los hombres debían jugar futbol, los equipos se decidieron quedando Sasuke y Naruto como capitanes, por lo tanto enemigos durante ese juego.
-Perderás Uchiha- dijo Naruto
Sasuke sonrió- No lo creo Uzumaki – Sasuke había decidido regresar a como era antes de que llegara Naruto, antes de que se deprimiera por lo dicho por este, ya que se había decidido a protegerlo, aún si se volvía su enemigo.
El partido comenzó y quien obtuvo el primer saque fue el equipo de Naruto, Cejotas tenía el balón y corría hacia la portería del enemigo con una increíble rapidez, pero viendo bloqueado su paso por varios del equipo de Sasuke
-Lee- gritó el rubio pidiendo un pase.
-hai Naruto kun- Lee mandó el pase y Naruto paró el balón con agilidad, varios del equipo de Sasuke se apresuraron para ir a rodearlo, pero Naruto esquivó a todos con gran facilidad como en su pelea anterior, sacándole una sonrisa victoriosa pero la cual se borró casi al instante al ver como Sasuke le arrebataba el balón rápidamente.
-Maldito- gritó Naruto apresurándose a alcanzar a Sasuke y hacerle un barrida logrando quitarle el balón y pasándoselo a uno de los integrantes de su equipo el cuál era Kiba, este salió corriendo y pasó al lado de Sasuke quién había caído al suelo por culpa de la barrida de Naruto.
El partido siguió y varios integrantes resultaron con heridas y moretones al final del partido.
-No lo haces mal Uzumaki- dijo Sasuke jadeante por haber corrido por toda la cancha para arrebatar el balón cuando pudiera, pero de nada le sirvió ya que perdieron por un gol
-Tú tampoco Uchiha- dijo Naruto, quien no mostraba rastro alguno de cansancio, de hecho para él, ese juego no era lo suficientemente movido como para cansarlo. El rubio se retiró del lugar después de unos minutos de incómodo silencio para el Uchiha y el Uzumaki.
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Las clases habían terminado, y cada uno de los estudiantes se dirigía a la salida de la escuela para ir a sus respectivas casas, todo era normalmente tranquilo hasta que…
-NAMIKAZE NARUTO, DÓNDE DEMONIOS ESTÁS MALDITO MOCOSO- todo el mundo se detuvo en seco al escuchar el apellido Namikaze, ya que los Namikaze eran la familia más rica, no solo de Japón si no de todo el mundo. Todos los estudiantes concentraron su atención en una persona que tenía un megáfono y había gritado aquel apellido. La mayoría de los estudiantes lo reconocieron de inmediato ya que era alguien importante, aquella persona no era nada más ni nada menos que Deidara Namikaze dueño de la mayoría de empresas del mundo.
Todos comenzaron a murmurar cosas, menos un rubio quien se escabullía entre la multitud para que aquella persona no lo encontrara, pero al parecer fue muy lento, ya que pronto sintió un fuerte agarre en su brazo. Los murmuros cesaron de inmediato.
-¿A dónde pensabas huir hermanito?- Dijo Deidara de la forma más aterradora posible, que por un momento hizo sudar frío a Naruto, pero pronto recobró su compostura seria y no dijo nada
-¿Sabes que me avisaron esta tarde?- Naruto negó
- ¡que mi hermanito se había metido nuevamente en una pelea!- dijo de forma irónica- y tu castigo será acompañarme a la fiesta de hoy en la noche- Naruto hizo un pequeño puchero.
- COMO SI PUDIERAS OBLIGARME A IR DEIDARA- gritó Naruto desasiéndose de forma fácil del agarre de su hermano para salir huyendo a toda velocidad.
-Atrápenlo- grito el mayor a los guardias que le acompañaban, cuando estos fueron en persecución de Naruto Deidara entró al auto donde lo esperaba amablemente Iruka para abrirle la puerta, cuando el rubio mayor entró soltó un suspiro y se frotó la sien.
- ¿qué haré con él Iruka? Siempre se está metiendo en problemas, ya no sé… que más puedo hacer con él- Deidara se veía triste pero aun así de carácter fuerte.
-El joven amo ha sufrido muchas cosas estos últimos años, por eso su carácter es tan agresivo, no quiere confiar en nadie, mas bien tiene miedo de confiar en las personas-
-También podría ser hereditario, cada vez se parece más a nuestra difunta madre-
- puede que piense que el joven amo haya heredado el carácter de su madre, pero no olvide que ella era una persona llena de amor-tebane – dijo Iruka utilizando la típica frase de su difunta ama, y logrando sacarle una sonrisa a Deidara
-lo hemos atrapado- sonó una voz en el estéreo del radio
-bien tráiganlo de vuelta – ordenó inmediatamente Deidara
-SUELTENME ¡TEBAYO!, MALDITO DEIDARA DILES QUE ME SUELTEN TEBAYO- gritó un rubio al otro lado de la radio, reventándole el tímpano a ambos adultos dentro de auto.
- jajaja, al menos no a perdido su auténtico tebayo jajaja- dijo a carcajadas Deidara.