"...Si toda nuestra vida ya estuviera determinado por un guion donde se señalaran todas las situaciones tanto como buenas y como malas, donde hubiera una forma de saber que sufrirás y que al tiempo serás feliz...o viceversa tu felicidad se arruinara completamente y serás infeliz, sin duda no habría necesidad de preocuparse o al menos tratar de cambiar las cosas para no llegar a ese final...pero lamentablemente nada está determinado y este "guion" puede dar los giros más extraños y bizarros que podamos imaginar, convirtiendo algo muy divertido de ver...no lo crees así querido espectador?..."
Capítulo 3:
Me levante temprano, tome un desayuno rápido mientras leía la información de la carpeta luego fui a mi cuarto donde la lance sobre mi cama para poder tomar una ducha, cuando ya había terminado de vestirme sentí unos golpes procedentes de la puerta de entrada.
-Miiiiiiii-tannnnnnn!!!!!!!!!-Escuche que alguien me llamaba fuera del departamento, trague duro antes de levantarme para ir abrir la puerta, Kyo no se encontraba en casa y era algo que me alegraba ya que había roto (de nuevo)la promesa que le había hecho a mi querido amigo, que no le entregaría la dirección del nuevo departamento a Haku pero realmente era inevitable, ya que si lo hacía en otro lugar era 100% seguro que Asahi-san estuviera espiando la universidad e iba a ser muy sospechoso si arrendaba otro lugar por lo que con el dolor en mi alma(bueno ni tanto) decidí que la única opción era empezar a realizar el plan en nuestro departamento.
-Nee Mi-tan?-dijo mientras ingresaba a la casa junto a un maletín plateado que sospechaba traía todo lo que le pedí-¿para que necesitas que haga este favor?-pregunto con un tono curioso en su voz.
-mmm? ah solo es por capricho me dieron ganas de probar algo nuevo aunque sea una vez-dije regalándole una ladina sonrisa.
-Y... ¿Asahi-san que opina de esto? la vez pasada no me dejo hacerle nada a tu cabello, ¿por qué ahora sí? Mi-tan no quiero que tengas problemas...ya no más-replico más serio de lo normal al tiempo que mi cuerpo se tensaba, sin duda escuchar el nombre de ese hombre me enfermaba de los nervios y era algo que frente a Haku no podía ocultar.
-Ya descubrió lo de la universidad-dije evitando la mirada atenta de mi amigo.
-QUE!!!!!-Grito a todo pulmón, me agarro del brazo con mucha fuerza obligándome a subir la mirada-¡¿COMO QUE LO DESCUBRIO!?-En un movimiento rápido me solté de el para luego mirarlo más relajado no quería que él se sintiera culpable.
-No es obvio debió contratar gente de nuevo-le hice señas con las manos para que me siguiera mientras continuaba hablando, dirigiéndonos a mi habitación más específicamente a mi baño-Adelanto todo...tengo un mes, ni más ni menos-Haku lanzo un grito ahogado de la impresión decidí ignorar eso y seguir con el relato- Pero el en nuestra repentina conversación dijo que podía hacer lo que quisiera en este mes-Me omití la parte "puedes hacer lo que sea menos huir" eso era algo que estaba tratando de olvidar, pero al menos le estaba dando uso a sus palabras y él no las desobedecía.
-Midori-Escuchar mi nombre me hizo preocupar, Haku solo me llamaba así cuando se sentía realmente triste y culpable, ya que según él los motivos para que me encuentre en esta situación son culpa de él, aunque todos sepamos que eso no es verdad. Me volví y le sonreí a mi amigo haciéndole entender que todo estaba bien...por ahora.
-no te preocupes ya lo resolveremos, pero primero necesito que me ayudes, okey?
-si-dijo con un pequeña sonrisa en su rostro al menos ya lo estaba olvidando de momento.
Me dispuse a buscar en mi cama la capeta que había sacado ayer, la tome junto a las cajas que había recibido ayer que se encontraban en mi escritorio, con todo en mano me dirigí dentro del cuarto de baño que se encontraba dentro de la habitación, deje todo en el suelo cerca del lavabo mientras tomaba asiento en la silla de salón de peluquería que se encontraba dentro, observe como Haku comenzaba a sacar todas las cosas que iba a usar de la maleta plateada, enseguida recordé que tenía que hacer algo tome rápidamente el celular que descansaba en mi bolsillo izquierdo, lo saque y marque el ultimo número de la lista de contactos sonó como de costumbre 3 veces para luego ser recibida la llamada.
-¿Ordenes?-La voz se escuchaba tranquila y relajada como si todo lo que íbamos a hacer fuera de lo más “normal”.
-Sera todo en el mismo lugar de siempre, te marco al teléfono cuando vaya saliendo, no quiero fallas.
Corte el llamado y guarde el teléfono en el mismo lugar de antes, todo bajo la mirada de reproche proveniente de mi amigo quien estaba cruzado de brazos con una actitud de "se todo lo que planeas a mí no me engañas" le ignore pasándole la carpeta, me la recibió en silencio y comenzó a leer la hoja donde salía la información que necesitaba soltó un bufido para luego hacer un tierno puchero y murmurar: “tú sabrás lo que haces Mi-tan...aunque habrá muchos problemas yo lo sé" dijo lo último más como para sí mismo que para mí.
-Quieres todo tal cual sale Mi-tan?-pregunto con una sonrisa volviendo totalmente a su actitud normal.
-si quizás podrías hacer algunos cambios para mejor ya sabes tú eres el maestro en esto-dije con una gran sonrisa
-Bien ¿por dónde comenzamos?...
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5 horas después...
Di un pequeño tropezón maldije por lo bajo para luego seguir con mi recorrido por la calle camino a la universidad, me sentía nervioso y que en cualquier momento iba a salir gritando, toda la gente me observaba atentamente casi todos hombres, las mujeres la mayoría que me observaba era con celos y odio mientras otras me miraban embobadas o en shock, eso en realidad no era lo que me ponía nervioso en realidad me daba lo mismo lo que me daban nervios eran la mirada de los hombres, casi todos estabas mirándome con lujuria o literalmente babeaban y eso realmente me asqueaba me recordaba algunas cosas que simplemente quería olvidar, inspire con fuerza llenando mis pulmones hasta casi reventar de aire, ordene mi cabello de una forma para tranquilizarme sin éxito, al final me decidí y entre al campus de la universidad.
A penas entre me vi rodeado de chicos que no paraban de preguntarme cosas, no entendía nada de lo que me decían no veía nada en concreto hasta que entre esos chicos pasaba un chico bajito que en seguida reconocí ya que él se encontraba "algo" ligado a mi "trauma" sin dudarlo me habría paso entre todos ellos para agarrarlo de su brazo derecho con mucha fuerza, casi como si sintiera mucho miedo bueno realmente si sentía miedo pero eso no lo admitiría, fingí alivio y mostré un rostro con unas lágrimas falsas asomados por mis ojos y con voz dulce me dirigí a el:
-Takuma-san!-todos nos observaron en shock y odio hacia aquel chico del cual yo me estaba sujetando, este se sonrojo y me observo completamente confundido-necesito un favor de Ud. Por favor!-dije haciendo un puchero este asintió atontado y continúe con todo...
Un par de minutos después...
Me dirigí hacia el pasillo donde se encontraban los compañeros de Shibata-san todo bajo la mirada atenta de todos además de murmullos que no hacían más que marearme en el proceso, cuando estuve lo suficientemente cerca de estos se silenciaron y me miraron embobados mire todos los rostros buscando uno en específico, enseguida reconocí su rostro y me acerque, cuando estuvimos cara a cara, casi respirando el mismo aire y compartiendo casi el mismo aire, su cara se tornó con un gesto de nervios y confusión mientras sus mejillas se volvieron un poco rosadas cuando acorte aun más la distancia.
-¿Shibata-san?-El nombrado asintió asiendo confirmación a la pregunta.
Todos miraban expectantes y yo con una pequeña sonrisa malvada disfrazada de coqueta le dije con voz melosa.
-Shibata-san... ¿saldrías conmigo?
*narrador normal:
Todo el mundo se encontraban en shock una de las muchachas más hermosas y angelicales, de cabellos acaramelados largo que caía en suave ondas sobre sus hombros, tenía un rostro hermoso perfecto casi como una muñequita con facciones muy delicadas, sus ojos eran de color azul tan profundos como el océano pero tan brillantes como el cielo en un día soleado, y sus labios eran rellenos y a la vista suave invitando a cualquiera presente a probar aquel dulce, nunca nadie antes había visto en aquel campus a alguien así, mientras estaba ahí parada frente a casi toda la universidad que había venido siguiéndola a través de todos los pasillos del lugar frente a uno de los chicos más guapo, popular y mujeriego que se pudiera conocer preguntándole si quería salir con ella, todos sabían la respuesta y nadie le sorprendió que el respondiera que si ya que lo raro hubiera sido que él se negara, todos habían presenciado como la pareja más guapa de todos acababa de formarse, sin que ninguno que sospechara quien era realmente ella, ni siquiera el "la nueva pareja" de esta..."esto será muy divertido no Shibata-san?" pensaba la " linda chica" mientras una sonrisa se formaba en su rostro...
"...sin duda apareció la "hada madrina" que se ofreció ayudar a la retorcida damisela en su dulce y torturante venganza contra el querido y valiente héroe...sin duda ahora es cuando el héroe debería huir aun cuando tiene tiempo no?...aunque quizás ya sea demasiado tarde..."