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LOVE ON SCHOOL DAYS por Caroshii

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Notas del capitulo:

Disculpen la demora. Tengo que decir que soy estudiante y con eso de las tareas, trabajos y pruebas no me queda mucho tiempo libre. Esa es la excusa barata que doy.

¡Disfruten!

— ¿Qué sucede aquí?— volteamos y descubrimos que se trataba de Maximiliano. Quise sonreír como agradecimiento pero se veía muy enojado, claro, no debe ser muy agradable encontrarte a un alumno con una profesora en esa situación tan comprometedora.

 

La maestra me dejó levantar y yo me separé de ella muy torpemente, le extendí la mano y ella también se levantó. Se limpiaba la ropa con ambas manos, había quedado con algo de polvo ya que por ahí tal vez no pasaban los de la limpieza. Se precipitó hasta llegar frente a mi compañero de clases.

 

—Oh cariño, como verás estábamos conversando y por mala suerte caímos— bien, mintió un poco pero por lo menos eso podría servir para que no nos veamos involucrados en alguna situación comprometedora. —no pasa nada, el señor Reyes y yo estábamos ordenando el estante de allí —apuntó efectivamente al estante que tenía los libros más ordenados, a los que le podíamos sumar los que habían caído por accidente cuando nos caímos.

 

Él pareció meditarlo un momento, era entendible; nunca es muy agradable encontrarse con semejante escena y mucho menos creerle a alguien solo por el hecho de que lo diga tan natural y sueltamente como lo dijo ella.

 

—Entonces está bien. Pero por las dudas los ayudo a ordenar —se adentró y comenzó a recoger los libros que estaban en el suelo. Mi cara ardía un poco, me daba mucha vergüenza haber sido descubierto así, con las manos en la masa, aunque yo no estaba haciendo nada y fue ella la que se me insinuaba. Aunque él no vio ni escuchó eso así que de seguro se está pensando un montón de cosas que no son.

 

Terminamos cuando ya estaba completamente oscuro, por suerte había luz y no tuvimos que estar a tientas. La maestra cerró la puerta y bajamos hasta el salón de maestros.

 

—Bien chicos, regresen a casa con cuidado. Nos vemos, chicos— un escalofrío me recorrió la espina dorsal al escuchar ese tono tan sensual que utilizó al pronunciar esta última palabra.

 

Fuimos por nuestras mochilas y salimos del establecimiento, al parecer vivía por el mismo lugar que yo así que caminamos juntos.

 

—Eh… Yo, lo siento. Lo que v-viste no es lo que piensas —sabía que tenía que excusarme, no podría vivir si él se pensaba lo que no era y yo no hacía nada por remediarlo.

— ¿Y qué es lo que pienso? —preguntó sin mirarme siquiera. Usó un tono completamente controlado y neutro, no pude descifrar si es que estaba enojado, le daba igual o estaba tan escandalizado que no sabía muy bien que decir.

—N-no sé… tal vez crees que todo lo que viste fue a pro-propósito —no sabía muy bien realmente como explicarse, era un momento muy embarazoso para él y sufría la posibilidad de que su compañero no le crea ninguna palabra.

— ¿Y no lo fue?

 

Yo ya estaba por reventar, no sabía cómo explicarle las cosas, además de tartamudear estaba tan rojo como un tomate.

 

—N-no, es decir, tropecé y ella cayó s-sobre mí —al fin me había salido algo coherente, pero su expresión no había cambiado, seguía igual de neutro que antes.

—Seguro —respondió con un claro gesto de que no creía ninguna de mis palabras.

 

Suspiré cansado, sabía que no iba a ser fácil que me crea a la primera, de verdad me arrepentía de haber llegado tarde a clases.

 

—Es en-enserio, fue un p-pequeño error, por favor créeme —no encontraba la manera de hacer que me crea. ¡Estaba a un paso de quedar como el pervertido más grande y no podía hacer nada para evitarlo!

— ¿Es enserio? —se detuvo en seco a lo que yo solo me limité a imitarlo.

—Sí —susurré tímidamente.

 

Él solo me sonrió y me revolvió el cabello.

 

—Entonces supongo que está bien —me respondió sin perder esa sonrisa, bastante linda por cierto.

 

Continuó caminando y yo seguí tras él hasta que llegamos a un cruce, ahí se detuvo y volteó a verme.

 

—Yo me voy por ahí —apuntó a la derecha.

—Yo por ahí —y en cambio yo apunté hacia la izquierda, en ese lugar sería donde nos separaríamos al parecer,

—Bien, entonces nos vemos mañana, Allan —se despidió volviendo a revolver mi cabello y cruzó la calle para continuar su camino, mientras me dejaba a mí completamente sonrojado.

 

Continué mi camino hasta llegar a casa saludé a mamá y a Jennifer para luego subir a dejar mis cosas a mi habitación y esperar su llamado. Bajamos y comenzamos a comer.

 

—Hoy en el colegio una niña se enojó conmigo porque dijo que tenía un hermano demasiado lindo y que no lo compartía —comentó la pequeña como si fuera lo más normal del mundo y yo… bueno, casi me atraganto con mi comida.

—Cuidado cariño —mamá se preocupó al verme toser y me acercó un vaso con agua —toma esto —bebí el contenido del vaso y al fin logré controlarme mejor.

— ¿C-cómo es eso de que se enojó porque tengas un hermano lindo? —tenía que saberlo, no creía posible que algo así pasara.

 

Antes de obtener la beca estudiaba en el mismo colegio que mi hermanita, ya que este tenía todas las escolaridades. No tenía amigos, todo lo contrario a Jennifer, ella siempre fue muy sociable. No era primera vez que alguien se lo mencionaba a ella, pero sí que fuese una amiga.

 

— ¡Sí! Está enojada porque te fuiste del colegio y te fuiste estudiar a un lugar mejor. Creo que le gustas, ella insistía en venir a casa pero yo no quise traerla porque tuve la sospecha de que solo era para venirte a ver. —Bien, si antes estaba confundido, ahora estaba peor. ¿Cómo era posible algo así?

— ¿S-segura que era por eso? A lo mejor te confundiste —le espeté tranquilizándome, de seguro era solo un  capricho de su amiguita, como dije anteriormente, no era la primera vez que me hacían alusiones a mi aspecto físico.

— ¡No! Estoy completamente segura. Prácticamente me rogó pata que te invite al show del viernes. ¡Incluso me sobornó! —Me puso carita de perrito en la lluvia y supe enseguida sus intenciones, la conocía como la palma de mi mano.

— Y tú quieres que valla a ver el show, ¿Cierto?

—Sí, es que me ofreció dos entradas para la apertura de la nueva heladería del centro y sabes lo mucho que me gustan los helados.

 

Suspiré, lo más sensato era no ir, no quería tener a una loca acosándome.

 

—Deberías ir, cariño. Tal vez no esté tan mal y puede que la chica sea una buena persona. Ya quisiera verte con una novia, estás ya en edad y no puedes pensar siempre en tus estudios. Tu edad es para conocer personas y tener amigos, no para estar encerrado todo el día en tu habitación, disfrútala. —intervino mi adorada madre, ella siempre ha querido lo mejor para mí, pero en ese momento me molestó.

 

—No deberían meterse, si no quiero salir con alguna chica no es asunto suyo —no quise responder así, pero cuando me enojaba, habían pocas cosas que lograban apaciguarme y nada de lo que pudieran hacer cualquiera de las dos serviría en ese momento.

 

El resto de la cena transcurrió en silencio, al parecer ellas habían entendido que no debían meterse con mi vida, pero aun así decidí complacer a mamá e ir al show ese.

 

 

~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~O~

 

 

Transcurrió toda la semana con tranquilidad, tomé el ritmo de las materias muy rápidamente y aunque me suponían un poco de dificultad, no fue un gran reto, pero sí lo era mantenerme, no podría bajar mis notas si quería permanecer becado.

 

Era viernes en la mañana y al salir de clases tendría que ir a ver a mí hermana, tenía una coreografía preparada junto a sus amigas de grado y la acosadora tendría preparada otra, aunque yo solo iría por ver a Jennifer. Tuve todo el día normal, no hablaba con nadie, normalmente, y contesté todo lo que me preguntaron los maestros. Debo decir que después del accidente con la maestra de matemáticas, se siguió comportando normalmente, aunque sí pude notar que me preguntaba más cosas a mí que al resto de mis compañeros. No me molestaba, pero sí que me causaba una cierta incomodidad.

 

Salí del colegio y me encaminé al establecimiento de Jennifer, como me quedaba algo lejos no alcanzaba a ir a mi casa a cambiarme de ropa así que iría con mi uniforme.

 

— ¡Hey, niñita! ¡Espéranos!— ese había sido nada más ni nada menos que Leandro, el idiota brabucón del primer día de clases y al voltear me di cuenta de que solo venía con el tal Nick, el que le había dicho mujer.

 

Claro, si creía que iba a estar el resto de la semana tranquilo, estaba bastante equivocado y ahí venían dos pruebas de mi error. Enseguida me puse en una posición rígida y no pude evitar fruncir el ceño.

 

— ¿A dónde vas, princesa? Deja que te acompañemos—Este era Leandro que me había abrazado por los hombros y me pegaba a su pecho mientras yo me resistía lo más que podía, pero ellos eran demasiado fuertes.

—No me molesten más, tengo que hacer algo importante—lo traté de empujar pero el otro idiota me abrazó por la cintura pegándome a él y por lo tanto, quedando entre medio de los dos.

—Mmm… no te preocupes, si quieres te podemos llevar a ver un lugar más divertido al que vas

 

Comenzaron a caminar mientras yo hacía lo posible para no avanzar, pero me tenían muy bien sujeto.

 

— ¡Hey, idiota! ¿Qué crees que haces?— los tres nos sobresaltamos al escuchar a Maximiliano gritando esto mientras avanzaba a paso decidido hasta donde nosotros. —Creo haber sido claro, díganme a donde quieren llevar a este chico en contra de su voluntad— me apuntó suavemente con la cabeza mientras se ponía sin ningún problema frente a nosotros, que estábamos detenidos.

—Ah, por favor Max. No nos arruines la diversión, la estábamos pasando de lo lindo hasta que llegaste, ¿Cierto, princesa?— me apretó los hombros para amenazarme pero yo solo me quedé callado.

—Bueno, pero parece que él no lo está pasando nada de bien— me agarró del brazo y me tiró con fuerza hasta que me pude zafar de ese par de idiotas.

—Te despedazaría de no ser por mamá.

 

Ambos se fueron gruñendo enojados de vuelta al camino del colegio y al fin pude relajarme un poco.

 

—Gracias— me arreglaba la ropa, por el forcejeo se había desordenado bastante y no me gustaba estar desalineado por ahí.

—No te preocupes, creo que esto de defenderte de esos brutos se me hará costumbre— comenzó a reír con suavidad, pero yo solamente pude bajar la vista.

—Lo siento, no soy muy fuerte. No me sé defender, esto me pasa desde pequeño. —me sentí avergonzado de mí mismo, no entendía cómo era que necesitaba a otra persona para defenderme siendo que yo ya era grande.

—Bueno, hablamos de sujetos que van al gimnasio y levantan pesas como brutos, además de que buscan pelea constantemente— comentó poniendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta.

—Sí, vale. Pero eso no justifica que ni siquiera pueda librarme de ellos.

 

Permanecimos un rato en silencio, como analizando nuestras propias palabras. Yo no pude evitar quedarlo mirando, enserio era bastante lindo y admirable, además de su musculado cuer… ¡No! No tenía por qué pensar en eso. Además por la mirada que me dedicó, de seguro que se había dado cuenta, que vergüenza.

 

—Entonces… ¿a dónde te dirigías ahora?— No sé si lo hizo apropósito o no, pero me salvó de un gran ridículo con esa pregunta.

—Yo… voy al colegio de Jennifer. ¡AH! Jennifer es mi hermana pequeña. Tiene una presentación importante y quiero ir a verla.

— ¿Tienes una hermana pequeña? ¿Acaso vas al colegio que está a unas 10 cuadras de acá?

—Sí…—Me sorprendió que lo adivinara, mi cara de seguro era de completo desconcierto.

—Yo vivo por ahí, de hecho una vecinita mía me pidió que valla por ella porque después no los dejan salir sin supervisión, dicen que andan personas desconocidas por el barrio.

— ¿Eh? No… no sabía—entonces esa era la verdadera razón por la que me insistieron en ir, mi hermana no saldría sin supervisión “adulta” y mamá trabajaba en ese horario.

—Bueno, ya que vas por allá, creo que podremos irnos juntos. ¿Qué dices?—me sonrió de manera espectacular, no me pude negar a aquella petición y terminé asintiendo con la cabeza. — ¡Bien, vamos!

 

Sin decir nada más, ambos comenzamos a caminar, nos quedaba mucho camino por delante y a mí, a mí diez cuadras para esforzarme por no sonrojarme.

Notas finales:

¿Les gustó? 

Prometo que haré lo posible para actualizar más pronto, pero es que el colegio no me lo permite y además no me inspira mucho que las personas no dejen sus comentarios abajo, me conformo con una palabra o aunque sea lo más estúpido que se les ocurra, pero quiero ver si alguien lee esto. No quiero escribir si nadie lee, así que si les nace, por favor dejen el comentario.

-PD: No dejaré de escribir si no me comentan, pero me demoro un poco más por falta de motivación. No es una amenaza, es un hecho que les expongo para que después no me digan que yo ando amenazando porque lo que más odio es que los(as) autores(as) Exigan rws para publicar otro capítulo.

 

¡Pásen unos bonitos días!


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