En el Polo Sur de Kamabakka existía un misterioso portal. Nadie sabía quién lo había construido, cuando o con qué fin. Los phantom, una especie que evoluciono en Kamabakka eran los únicos que tenían alguna información sobre él. Las demás naciones solo sabían que era un trasladar. ¿A dónde iba? Eso era un misterio. Un laboratorio había sido instalado alrededor del portal. Servía para proteger a los científicos y militares de la noche interminable y del frío bajo cero que azolaba aquella región.
Los distintos gobiernos tenían interés en este portal. Sin embargo, era un secreto guardado con recelo de la fuerza invasora Irken. Sin duda podía verse como un arma puesto que era tecnología más avanzada que la de una civilización intergaláctica. Si fuera más simple no habría interés en ella.
Uno de los mayores inversionistas en la investigación eran los shinobis. El clan Uzumaki enviaba a sus mejores científicos y el clan Uchiha mandaba a sus mejores guardianes. Todos estaban al pendiente de que un descubrimiento se produjera.
Obito era el hijo mayor de Uchiha Madara y el rey de Celina, Hashirama. Había sido enviado como general de la guardia. Orochimaru y su hijo mayor Kabuto trabajaban arduamente en los experimentos sobre el portal. Cuando Orochimaru desaparecía por tiempos prolongados Kabuto se quedaba a cargo, puesto que era el príncipe de Darkness, hijo de la reina Tsunade y sus dos Król, Jiraya y Orochimaru.
A Obito no le caí muy bien pero tenía que soportarlo. Quería creer que sus padres pronto lo retirarían de este trabajo… los día siguieron su curso e inevitablemente fue interesándose en el portal. Escuchaba las pláticas de los científicos, de los políticos y de los inversionistas que iban de vez en cuando a cuidar de sus intereses. Concluyo que aquello era el inicio de una rebelión contra el Imperio Irken.
La última vez que Kamabakka se había opuesto al Imperio millones de personas habían muerto, ciudades enteras quedaron destruidas, ecosistemas dañados y los recursos escasearon. El Imperio Irken prometió ayudar en la reconstrucción del planeta si prometían ser fieles al Imperio. No era tonto, un milenio era suficiente para que la tecnología de los Irken fuera peor de lo que contaban aquellos que presenciaron cuando el planeta se conquistó.
Una noche oscura y gélida llego un inversionista a los laboratorios del portal. Obito reviso los documentos personalmente y le dejo pasar. Otro guardia lo dirigió hacia la sala de espera mientras llegaba el anfitrión. Orochimaru apareció minutos después con Kabuto detrás.
- Bienvenido, Reina Ivankov
- No creo que tus saludos sean honesto…
- Su majestad, como Król le aseguro que soy sincero… ¿Qué es lo que le trae hasta aquí en persona?
- ¡Quiero ver el portal!
Orochimaru no tuvo más remedio que obedecer y guiar al Rey hacia la cámara del portal. Momentos después la Reina salió dando grandes pasos. Tal vez estaría molesto… varios días después un grupo de momoiros ataco el lugar… luego de este incidente su misión cambio. Le enviaron como embajador al Reino de Okama a mediar la situación sobre el portal. Después de todo, los momoiro eran una fuerza a temer que contaban con el apoyo de los Irken.
Por fin salió del eterno invierno, visito a su familia en Celina y se retiró a Kalidiman, el continente de los momoiro, con nuevas órdenes. No tardo en contactar con el Rey, ser un príncipe tenía sus ventajas.
Tomo asiento, aquel era un despacho enorme. Espero algunos momentos hasta que la puerta se abrió de golpe, una mujer de buen ver con traje seductor y afro morado entro con aire de molestia.
- ¡La Reina ha llegado! – anuncio una voz en el pasillo. Los momoiro no seguían las normas de género, ni de sexo que se aplicaban en el resto del planeta. Cambiaban su sexo biológico como si de un vestido se tratase.
Le miro altaneramente y empezó - ¿Por qué razón un Uchiha viene solo? – interrogo el rey. Obito se paró de su asiento e hizo una reverencia.
- Mi Rey. Es un placer conocerla.
- No necesito halagos… ve directo al grano.
- Lo Uchihas queremos confirmar que usted no ha dejado la alianza planetario de Kamabakka…
- Demasiada retorica… - interrumpió a Obito - En pocas palabras quieres saber si fui yo quien ataco o no los laboratorios del portal ¿cierto?... – Obito se sentía acorralado y presionado. La Reina hablaba rápido pero con confianza sin dar lugar a la réplica. – No creas que no te conozco, príncipe Uchiha… estabas allí hace un mes de lunas.
- En efecto… fui el general de la guardia… - El rey le hizo una seña con las manos diciendo “alto” para que dejara de hablar.
- Si, fui yo quien mando destruir los laboratorios… - la reina suspiro – lamentablemente siguen en funcionamiento.
- Entonces… ¿debemos tomar esta declaración como una traición a la alianza planetaria? – lentamente el rey rodeo la gran mesa del despacho hacia donde estaba Obito mientras le decía - Pequeño príncipe. Tal vez los shinobis no vivían tanto como los momoiro.. – largas uñas salieron de los dedos de la Reina y sin que Obito se diera cuenta las clavo en él…
° - Flash Back - °
Era un atardecer verde que nunca había visto Obito. A su alrededor decenas de personas corrían sin rumbo. El aire soplaba fuerte, los árboles se agitaban y entonces vio a lo lejos nubes grises, tantas como nunca antes. Un gusano gris de aire bajaba a la tierra, se llevaba todo lo existente a su paso. Kamabakka tenía una presión un poco más alta que otros planetas, así que las tormentas venían en calma. No creyó que una de semejante magnitud existiera. El paisaje cambio varias veces pero los extraños gusanos no variaron… un humanoide tan alto como un Kamabakkense, de piel verde, antenas y grandes ojos de color azul se hizo escuchar en todos los medios de comunicación que poseían aquellos que se refugiaban entre ruinas
- ¡Sucia especie inferior nosotros somos Irkens! Su planeta nos pertenece. Si no quieren más muertes arrodíllense ante nosotros – una carcajada maquiavélica se dejó escuchar – Entreguen a sus líderes…
Las tropas Irkens eran de menor estatura a diferencia de aquel extraplanetario y desfilaban por las ciudades y los campos, buscaban en las cuevas, el mar y el aire a todos los sobrevivientes, encerrándolos en jaulas para ser llevados a las naves espaciales. Todos eran adultos. Y los niños quedaron solos en Kamabakka.
- Ustedes, míseras crías son el futuro de este planeta – se volvió a escuchar la voz del Irken de ojos azules – podrán sembrar sus tierras siempre que nos respeten y teman. Ahora son parte del Imperio Irken.
° - Fin del Flash Back - °
- Pocos adultos quedaron en el planeta –siguió el Rey Ivankov con los ojos cerrados– Aquellos que eran descubiertos por los niños fueron asesinados por manos inocentes que estaban cubiertas de terror… y los primeros niños que se hicieron adultos eran perseguidos y maldecidos. Los bebés morían cada día a falta de cuidados…. – abrió sus ojos negros - ¿Imagina lo que harán los Irkens, quienes pueden manipular los quarks y los elementos, si descubren un arman que los amenaza?... no creas que tu padre Madara lo hace por el bien del planeta, los Uchihas solo buscan su propio beneficio como quedar bien con el Imperio.
Obito regreso al continente Celina para informar sobre lo que la Reina de Okama le había dicho, por supuesto, omitió detalles… con el tiempo fue invitado a las juntas del Clan, de las cuales, la gran mayoría se llevaban en secreto. Pronto lo supo. Y tal como el Rey de Kalidiman le había dicho, los Uchiha pensaban usar el portal como un arma… y no precisamente para el bienestar del planeta.
Debía tomar una decisión, quería salir del Clan. Su hermano pequeño, Itachi era lo único que le preocupaba. No podía arrastrarlo consigo y no es que Madara fuera un mal padre, además papá Hashirama lo consentía demasiado… Un día tomo su mochila, era un modelo viejo que estuvo de moda hacia algún tiempo, alteraba la composición molecular de aquello que entraba para encogerlo y que más cosas entraran sin que estas pesaran demasiado. Aún funcionaba correctamente, así que era más que suficiente. Empaco lo indispensable y se fue. Nadie pudo seguirle la pista. Era el maestro de las máscaras orgánicas e hizo un arte el desaparecer.
Los años pasaron en Kamabakka. Obito se volvió un criminal buscado, tanto por los Uchiha pues sabía sus secretos, como por otras naciones, era un mercenario que trabajaba dentro del planeta y las colonias espaciales cercanas. En algún momento de su travesía contacto en el mundo bajo con Schlange (serpiente: alemán), considerado el mejor mercenario y asesino de las cuatro galaxias. Los rumores decían que habitaba en Kamabakka pero nadie había acertado en dónde.
No era extraño que en el Nudo Central se reunieran los criminales más buscados, era un lugar neutral donde la Marina Intergaláctica no podía capturarlos y los asesinos dejaban libres a sus presas. Fue allí donde Shlange y Obito se vieron. Quería aprender y trabajar con el mejor pero se arrepintió cuando descubrió quien era: uno de los Król de la Reina Tsunade, Orochimaru. No fue difícil. Si habías pasado un tiempo con él, los gestos y la voz eran los delatores. A diferencia de Obito, el no usaba una máscara biológica, así que él no fue identificado. El clan Uzumaki debía estar tan enlodado como el Uchiha.
Con la influencia de Schlange, la popularidad de Obito creció y el trabajo no le falto. “El Caballero de las Máscaras” pronto fue una leyenda en las cuatro galaxias.
Tiempo después recibió un trabajo. Debía matar a un poderoso dragón llamado Makarov (Fairy Tail) en Kamabakka. Los dragones eran originarios de este planeta, tenían su propio territorio pues eran demasiado posesivos y agresivos si se les amenazaba. Obito sabía desde niño que con un dragón nadie se metía, pero la paga era buena.
No conto con que el “ninja copia” de los Uzumaki fuera el guardaespaldas del dragón. La situación merecía ser meditada. El príncipe Kakashi era conocido por ser uno de los mejores shinobis, entrenado por la misma Tsunade…
Aquella noche se enfrentaron entre las sombras de los edificios y los techos verdes de las casas del continente Nahiyar, la tierra de los dragones. Kakashi fue un oponente difícil. La pelea no concluyo, Makarov escapo de sus guardaespaldas y el Caballero de las Máscaras no tuvo más opción que retirarse… desde entonces Kakashi fue la horma en su zapato. Se encontraba al príncipe en la mayoría de sus trabajos que terminaban con mucha acción o eran frustrados debido al peliblanco.
Fue contratado para una misión en el espacio. El objetivo era llevar un cargamento ilegal de esclavos a una colonia espacial donde serían distribuidos posteriormente. En aquella ocasión solo se implanto un microchip que hacía que su rostro se torciera en una máscara naranja.
Mientras revisaba que todo en la nave estuviera en orden escucho el llanto de una niña. Se dirigió a donde escuchaba el ruido y vio las celdas de los esclavos, todos eran niños y la niña que había escuchado se encontraba en una jaula aparte… esta tendencia le dijo que su contratante seguramente era Irken.
- ¡Quiero a mis papás! – decía entre sollozos la niña, Obito se puso de cuclillas para verla mejor. Su pelo era negro y entre lágrimas pudo ver los hermosos ojos rojos que por su forma sugieran que al igual que Schlange provenía de la Tierra… Le recordó vivamente las escenas que Ivankov le mostro. Y el impulso de ayudarla afloro en él.
- ¿Sabes cómo se llaman tus padres?
- Si…iii… snif, snif… Dib… hip… y… snif… Zim… - y siguió llorando y llorando. Busco en la Red Intergaláctica y solo encontró la coincidencia de ambos nombres en varios archivos que hablan sobre la pareja real Irken del planeta Tierra donde no habían podido ejercer control sobre los habitantes a la distancia, teniéndose incluso que aparear con ellos… entonces se preguntó ¿Por qué estaba trabajando para los Irken? Y ¿Por qué quería ayudar a la hija de uno?
A mitad del viaje Obito escucho las sirenas de la nave, estaban siendo atacados… el sistema de la nave era más atrasado que el modelo de la que los atacaba. La Marina Intergalactica los había encontrado y a ese paso no tenía oportunidad.
La nave fue rodeada por varios barcos estelares que pronto entroncaron los canales de comunicación entre ambas naves y los oficiales empezaron a entrar en la nave. Otra nave más que pertenecía a la Policía Interestelar se unió y entre las personas que bajaban se encontraban los Króles de la Reina de Darkness. Obito intentó escapar más se encontró acorralado. La Policía Interestelar de Kamabakka separo a los criminales que buscaban en el planeta de los extraplanetarios para ser juzgados.
- ¿A caso no te enseñe a tomar trabajos de bajo riesgo? – le susurro Orochimaru, para colmo el trabajo era cerca de las bahías interestelar, tan peligroso como hacerlo en la autopista intergaláctica.
La identidad del Caballero de las Máscaras salió a la luz para el Clan Uzumaki. Ellos sabían que debían deportarlo a Celina para ser juzgado por los Uchihas, allí tendría oportunidad de huir… pero los Uzumaki no pensaban entregarlo.
Una junta urgente fue convocada. En ella se encontraban las cabezas de la familia Uzumaki y representantes del pueblo de Celina.
- Nos conviene tener a Obito Uchiha como prisionero en Darkness. De esta forma podremos hacer acuerdos con los Uchiha… - dijo uno
- Pero no podemos retenerlo. Si no es entregado causaría un conflicto político entre las dos naciones – dijo otro
- Los Uchiha antes de llegar a un acuerdo se lo llevarían por la fuerza…- La discusión duro toda la gemiddelde hasta que Tsunade hizo una propuesta
- Un enlace real es lo que necesitamos. Sin embargo, de mis hijos solo dos pueden aparearse con Obito Uchiha y retenerlo en Darkness no atraería problemas…
La propuesta se consideró y fue aprobada. Era maquiavélicamente perfecta. Ahora el problema era de Tsunade ¿Cómo lo tomarían Minato y Kakashi?
En una habitación minimalista que contaba solo con tres zafu y sus correspondientes zabutones en donde Tsunade tomo asiento y Orochimaru y Jiraya detrás de ella. Había también otros zabutones para los invitados.
- ¿Cómo ya sabrán… - les dijo Tsunade a Minato y Kakashi – Obito Uchiha volvió al planeta en condición de prisionero cuando Jiraya estaba en función de sus deberes… - Tsunade no sabía cómo seguir.
- Lo que su madre quiere decir... – continuo Jiraya – es que… bueno… verán… - Orochimaru rodo los ojos. Cansado de la situación termino la frase de Jiraya
- Uno de ustedes dos se va a aparear con el súcubo para mantenerlo en Darkness y tener ventajas políticas con Celina – concluyo Orochimaru sin rodeos.
Minato y Kakashi se miraron… Minato no sabía que decir… él no quería un compromiso aún, rogaba por que sucediera un milagro… seguramente Kakashi no le iba a interesar, debía tener las manos llenas con Iruka y su hijo Deidara.
- Yo tomo la responsabilidad… - dijo Kakashi al fin – he tenido interés en el “Caballero de las Máscaras” hace varias lunas… - Minato suspiro, uff, se pudo escapar… por ahora.
- Comprendes que debe quedar embarazado lo más rápido que sea posible – le dijo Tsunade con seriedad.
- Sí.
Obito fue conducido de los calabozos a una habitación. La reina Tsunade le dijo que debía ser tratado como el príncipe que era mientras el Clan Uchiha mandaba a sus guardias por él. Podría ser que la reina no fuera tan inteligente como se creía, en una habitación con o sin guardias tenía más probabilidades de escapar.
Lo que no espero es que la habitación estuviera ocupada. No había nadie pero encontró una cama grande con cobijas color plata… “debían ser negras” pensó Obito. Vio adornos en las paredes, ropa en los muebles y objetos personales en los buros, ni hablar, debajo de la cama también había cosas… ¿Qué es lo que pretendía la reina? La ventana estaba abierta, la vista hacia la ciudad era preciosa y como espero tenía un escudo invisible que permitía pasar el aire pero no a una persona.
Las horas pasaron… Obito encontró libros eróticos de todo tipo… y entonces lo entendió, la Reina esperaba que se apareara con alguna clase de pervertido, shit… claramente, no le había puesto fácil el huir, las probables salidas contaban con medidas de seguridad.
Cuando la noche callo escucho una voz detrás de la puerta… silencio.
- ¿Está dentro?
- Si mi príncipe, espera por usted – y un cuerno, se dijo a sí mismo Obito al escuchar al guardia
- Bien, se pueden retirar.
Se acercó a la puerta, lo derrumbaría apenas entrara, nadie le pondría una mano encima. La puerta se abrió… y Kakashi fue derrumbado pero Obito también cayó encima de Kakashi… no fue un accidente, había sentido el jalón del otro. Recobrando la compostura vio quien era el maldito príncipe.
- ¡Tú!
- Ey, se ve que te da gusto verme
- ¡Jodete!
- No lo hare solo querido – le dijo Kakashi insinuantemente.
Obito intento pararse, no podía, Kakashi sujetaba firmemente sus manos mientras Obito usaba todas sus fuerzas para zafarse del agarre.
- ¡Déjame ir! – le ordeno
- Eres un súcubo ¿no es cierto? – le dijo Kakashi sin prestarle atención.
Kakashi uso toda la fuerza que podía, empujo a Obito hacia su pecho y luego se giró para que este quedara debajo. Obito siguió forcejeando y Kakashi se agacho para alcanzar el cuello del Uchiha el cual logro recorrer con sus labios.
- Mierda – maldijo por lo bajo Obito. Kakashi lo tenía… quiso llorar ¿Por qué su especie tenía que ser tan fácil?
Una vez que un súcubo se excitaba desprendía un olor que hombres y mujeres no podían ignorar. Los atraía como moscas, mientras que el súcubo entraba en celo para alimentarse y emparejarse mediante el acto sexual. Su emparejamiento era de por vida pero no le impedía seguir buscando más parejas.
En otro lado del castillo, Iruka entraba a la sala de estar con Deidara en brazos. Tenía cinco años terrestres el pequeño niño que al ver a sus tres abuelos jugando Shogi se inquietó hasta que Iruka lo bajo y corrió hasta ellos. Orochimaru lo abrazo antes de que el diablillo tirara el tablero
- ¡Vamos a hacer arte abuelo! – le dijo emocionado Deidara a Orochimaru.
- ¿Cuántas veces te he dicho que no lleves al niño a las pruebas de implosión? – le reprendió Tsunade – Por cierto, Iruka, Kakashi te está buscando… - Orochimaru y Jiraya se le quedaron viendo…
- Mi turno en la escuela está por comenzar, lo veo cuando llegue del trabajo…
- Me dijo que era urgente – siguió mintiendo Tsunade
- Ahora que lo recuerdo – hablo pensativo Jiraya – es cierto… algo dijo… creo… que Deidara volvió a esconder uno de esos libros…
Iruka salió corriendo rumbo a la habitación que compartía con Kakashi quien acostumbraba dejar botados sus libros pervertidos y Deidara estaba en la etapa en que todo agarraba y todo escondía. Rogaba por que no fuera un libro de arte.
- ¿Un libro?... ¿en serio? – le dijo Orochimaru mientras Deidara jugaba a hacerle trencitas al largo pelo de abuelo
- Ustedes saben cómo es nuestro hijo – se defendió Jiraya
- Y mil veces te dije que no le enseñaras tus manuscritos – rezongo Tsunade molesta
- ¡Ustedes siempre estaban ocupados y necesitaba un crítico!
Abrió la puerta de golpe decidido a sermonear a Kakashi pero solo pudo quedarse pasmado. Sabía que los zorros no eran monógamos pero esperaba que no sucediera… allí en la cama de ambos, Kakashi penetraba un pelinegro… no tuvo tiempo de sentir celos, ni enojo pues una esencia lo embriagaba, su mente se puso en blanco, cerró la puerta y se dirigió a la cama.
Iruka le gruño a Kakashi, quería al pelinegro. Su instinto criminal estaba a flor de piel. Obito forcejeo con Kakashi hasta que logro dejarlo debajo de él. Se sentó sobre la entrepierna de Kakashi, llevando así el control de la penetración e Iruka pudo obtener el cuerpo que deseaba. Lo lleno de besos y carisias hasta que sus dientes surgieron y le mordió profundamente en el cuello.
Iruka se sentía cansado, abrió los ojos perezosamente a mitad de la noche… asustado se acordó repentinamente que no había ido a trabajar e intento pararse de la cama por el lado que Kakashi no estuviera. Miro para un lado. Allí estaba Kakashi. Miro para el otro. También estaba allí… momento. Un grito invadió aquella parte del castillo que despertó a los otros dos.
Durante esa noche un espía llamo a Fugaku, la cabeza de la familia Uchiha. – Su nieto Obito Uchiha se ha unido al Clan Uzumaki mediante un apareamiento… esperamos nuevas órdenes. – Fugaku sitio en posición de seiza sin alterarse.
Unos días después Orochimaru y Tsunade comían tranquilamente. Casi toda la familia estaba allí excepto Jiraya que tenía turno en el trabajo. Sin embargo Deidara lo sustituía comiendo felizmente al lado de sus abuelos.
- Vaya, hasta que por fin aparece uno de ustedes – dijo una Anko que ahora era una adulta joven cuando vio a Iruka entrar en el comedor quien se dirigió a saludar primero a Deidara
- ¿Cómo está mi pequeño? – le pregunto a Deidara
- ¡Papii! – se emocionó el niño y abrazo a Iruka.
Algunos minutos después llego Kakashi con un avergonzado Obito, cuando Iruka los vio corrió a esconderse detrás de Tsunade.
- ¡Oh mi reina querida! Por favor no deje que estos dos monstruos me lleven – le dijo llorando
- En realidad – hablo Kakashi hacia donde estaban la mayoría de sus hermanos– tengo hambre, el único que quedo satisfecho es su nuevo cuñado – Obito se puso aún más rojo y golpeo a Kakashi por la espalda
- ¡Deja de decir cosas innecesarias! – le gruño
- Kakashi huele raro – dijo Kimimaro que ahora era todo un adolescente, todas las serpientes y zorros lo percibieron, menos Anko, las ranas tenían un olfato menos sensible.
- Con que no sea igual de hiperactivo que Deidara me conformo – menciono Orochimaru.
Y aunque el plan no había salido como Tsunade lo había programado sus ojos brillaron de la emoción.