CaP.23 Una hermosa noticia
Finalmente tenían la luna de miel que tanto añoraban, o mejor dicho que tanto añoraba el mayor, tal vez no era la que quería darle a su querido esposo pero solo era algo provisional. Usami salió al balcón de su camarote, viendo al castaño recargado en el barandal
- En qué piensas Misaki, te vez muy distraído – Dice Usami al ver que Misaki miraba el mar perdido en el color azul casi negro
- No pienso en nada, es solo que es demasiada paz
- No te gusta que estemos nosotros solos
- Por supuesto que me gusta aunque creo que fuiste muy exagerado al rentar la mitad del crucero para nosotros solos – Haciendo señas
- Tal vez creo que fue poco ante lo que mereces – Menciona mientras lo abraza y le susurra al oído – Aunque estoy feliz de haberlo hecho así puedes gritar todo lo que quieras mientras te llevo al placer máximo, cosa que no podías hacer en casa por qué estaban todos
- No digas esas cosas
- Solo dije la verdad
- Eres un idiota…
- Lo soy por qué tú me traes así – Usami mordió el lóbulo logrando estremecer a Misaki
- Usa…gi-san
- Misaki… quiero hacerte el amor aquí – En su voz se escuchaba el deseo
- Pero… si alguien nos ve
- Descuida, recuera que nadie puede pasar a este lado del barco, nadie nos vera, solo no grites mucho ya que estamos afuera
Sin dejar que Misaki dijera algo lo beso apasionadamente, la lengua de Usami ya se encontraba explorando la cavidad bucal del castaño, el menor solo se dejó arrastra por el placer que sabía que el mayor le brindaba cada vez hacían el amor, Usami llevo en agiles pasos al chico para recostarlo sobre la silla asoleadora tal vez no era la más cómoda pero era muy práctica cuando se trataba de tener sexo, la ropa poco a poco fue cayendo al piso de madera, las manos del experto no se estaban quietas, tocaban todo lo que había en su camino, con las yemas rozaba con exactitud los puntos débiles de Misaki, estrujaba con precisión los pezones, brindándole una exquisita sensación al castaño, los gemidos eran ahogados en el beso, hasta ahora.
Usami empezó a bajar dejando un camino húmedo por el cuello, finalmente se había decidido dejar marcas en esa sensible piel, tal vez lo hacía con maña pero al hacerlo escuchaba suspiros que le excitaban más, Misaki tampoco se quedaba atrás, él sabía cómo darle placer a su esposo, metiendo una sé sus manos bajo el pantalón de manta que tenía el peliplata, tomando el duro miembro de su pareja empezó a masturbarlo, subiendo y bajando por todo el tronco, los suspiros y gemidos ahogados de Usami se hacían presentes, al ver como su pequeño le daba placer el también hizo lo mismo. El vaivén era lento pero excitante, gemidos, bajos pero audible, la voz de Misaki llamándolo o intentando decir su nombre. Simplemente el paraíso.
El deseo aumentaba, el auto control e Usami estaba por caer a la borda, la vista que tenía era simplemente erótica, Misaki con ligeras gotas de sudor provocadas por el calor, sus ojos cristalinos, sus mejillas levemente teñidas de rojo y mejor aún desnudo, el líquido pre seminal, caían en ambos miembros, Akihiko con su mano libre tomo un poco llevándolo a su boca y probando la mezcla de ambos.
- Delicioso – Menciona Akihiko
- ¡Por… que haces eso! – Grita Misaki avergonzado
- Por qué no me gusta desperdiciar nada que venga de ti
- Es… ¡ah! – Akihiko introdujo el primer dedo en su entrada, Misaki estaba tan distraído que no vio venir la acción de Akihiko, lentamente lo movía, intentando dilatar aquella estrecha entrada, que más quería poder entrar y sentirlo pero no quería lastimarlo, el tiempo de prepararlo se le hacía eterno, finalmente había llegado a tercer dedo entraba con mayor facilidad, lograba moverlo con mayor libertad, alejo sus expertos dedos cosa que a Misaki no le agradó mucho
- Lo podre dentro – Dijo Akihiko
- ¡Ah! Usa… gi-san ¡ah!
- Estas… muy estrecho – Dijo con dificultad – Misaki…
Las embestidas iniciaron, Akihiko no podía quedarse quieto necesitaba hacerlo sentir placer que dolor, lentamente se movía en su interior, en cada embestida podía entrar más y más, el placer había tomado territorio, en varias ocasiones cambiaban de posiciones, Misaki no podía controlar sus gemidos aunque quisiera que nadie los escuchase era imposible, él una placer excitante, salvaje, lleno de lujuria, pasión, una gran cantidad de sentimientos encontrados se mezclaban en ese momento de entrega, pronto el orgasmo llegaría, se sentirían satisfechos al sentirlo, Misaki avisando que no aguantaría más, Akihiko tomo el miembro del castaño empezando a masturbarlo para llevarlo al límite y así fue, el castaño corriéndose sobre sus estómagos mientras que atrapaba en su interior el miembro de Usami haciendo que se corriera, definitivo le gustaba sentir a Usami dentro de él.
Las tarde había llegado y Misaki despertó de repente, levantándose torpemente para poder llegar al baño, poniendo su rostro sobre el escusado empezó a vomitar, todo lo que había desayunado y almorzado ese día se había ido por el escusado, con pocas fuerzas se levantó para poder enjuagar la boca y mojarse es rostro, se le hacía, se le hacía extraño que hubiera vomitado, la idea de haberse mareado le paso por la mente pero era algo imposible ya que en el yate que había rentado anteriormente Usami no había ocurrido tal cosa, tal vez algo le había caído mal y esa era la razón del por qué había vomitado.
- ¡Misaki! – Usami lo llamaba asomándose por la puerta
- ¿Qué sucede? – Pregunto Misaki
- Venía avistarte que hice una reservación para… ¿Qué ocurre?
- Nada – Respondió
- Misaki estas muy pálido
- Tal vez sea por qué acabo de vomitar
- ¿Vomitar? Estas bien – Decía preocupado – Te duele el estómago, quieres que te lleve al doctor, podemos pedir el helicóptero para que te lleve al hospital
- Usagi-san tranquilo, tal vez fue algo que me cayó mal
- Pero y que tal si…
- Estoy bien
- Misaki no quiero que te ocurra nada malo
- Usagi-san solo vomite, no me estoy muriendo
- Estas seguro
- Si
- Entonces te parece si vamos a cenar
- Preferiría quedarme aquí en el camarote contigo
- Misaki… no quiero que te arrepientas después de tu decisión
- Por supuesto que no lo hare
Los besos se abrieron paso nuevamente, al igual que el deseo y la pasión. El sol empezaba a salir, Akihiko despertaba al sentir un poco de frio, Misaki no se encontraba a su lado, preocupado por despertar y no verlo a su lado se levantó para buscarlo, el primer lugar que se le había ocurrido era el baño tal vez había tenido sus necesidades como cualquier otra persona, no tuvo necesidad de tocar la puerta pues se encontraba abierta, al entrar se sorprendió.
- ¡¡¡Misaki!!! – Akihiko entro espantado al ver a Misaki en el piso, rápidamente lo levanto del piso y lo llevo a la cama, tomo el teléfono y pidió que fuera el medico del crucero, el cual no tardó mucho en llegar
- Buenos días, soy el médico del crucero me llamo Yamahada Eliot – Saludo el médico, mientras se acerba a y dejaba su maletín sobre la cama – ¿Qué fue lo que le ocurrió?
- No lo sé, me levante y no lo vi, cuando entre al baño se encontraba tirado en el piso – Explicaba Akihiko mientras él medico tomaba la presión
- Su presión está un poco baja, lo más seguro es que haiga sido una descompensación, ¿Ah comido lo suficiente?
- Si – Akihiko observaba como el doctor humedecía un pequeño algodón con alcohol y lo colocaba cera de la nariz, en cuestión de segundos Misai comenzó a reaccionar, Akihiko estaba feliz al ver que su amado castaño reaccionaba
- ¿Que… sucedió? – Dijo Misaki intentando levantarse, cosa que el médico le impidió
- No intente levantarse, su presión está un poco baja y si se levanta puede desvanecerse nuevamente
- Misaki ¿Cómo te sientes? – Pregunto Akihiko
- Un poco mareado pero que me sucedió…
- Te encontré inconsciente en el baño me preocupe y mande a traer al doctor
- Creo que exageraste
- No es exageración – Responde el médico – Es bueno que me haya llamado y dígame como es que se desmayo
- Me levante por qué tuve ganas de vomitar, cuando lo hice me maree y no recuerdo mas
- ¿Le ha ocurrido esto con anterioridad?
- Ayer también vomite pero el desmayo es la primera vez que me ocurre – Responde
- Bueno lo más seguro sea que el movimiento del barco haya hecho que se mareara, y eso le ocasionara también el vomito
- Pero no es la primera vez que está en un barco – Menciona Akihiko – Hace poco rente un yate y no le ocurrió nada de lo que paso ahora
- La ocasión fue diferente, en un yate es muy poco probable que se maree por qué es un movimiento frecuente de tal manera que el cuerpo se acostumbra, sin embargo en un crucero el movimiento es más lento, por lo tanto no se siente mucho pero afecta un poco más al cuerpo, pero recuerde que debe de tomar muchos líquidos – Termina de decir el médico – Por ahora descanse un poco y si necesitan algo más el consultorio está en el tercer piso en cualquier otra del día estoy disponible.
- Muchas gracias doctor – Dijo Misaki, mientras el doctor salía del camarote, una vez solo con Akihiko le hizo una seña para que se recostara junto a él – ¿Te preocupaste?
- Tuve mucho miedo, pero afortunadamente no fue nada, solo el mareo que te ocasiono el movimiento del crucero – Akihio lo abrazaba pegando el rostro del castaño a su pecho – Misaki cuando te sientas mal dime, en verdad no sabría qué hacer si te sucede algo, te amo Misaki
- Usagi-san
La mañana paso tranquila, Misaki reposo como dijo el doctor, Akihiko todo el tiempo velo su sueño estaba atento por si Misaki necesitaba algo. Dio el medio día y Misaki seguía dormido. El toque en la puerta hizo que el peliplata se alera un de su castaño.
- Buenas tardes vengo hacer la limpieza de la habitación
- Ah gracias, por favor no haga mucho ruido mi esposo está dormido y no quiero que se despierte
- No se preocupe no hare ruido
La chica entro al camarote y comenzó con su labor, Akihio salió al balcón para poder fumar, observaba el mar y su casi tranquilidad que tenía, a lo lejos alcanzaba a ver unos cuantos delfines saltando, incluso lograba escuchar unas cuantas risas de niños, llego a imaginarse como sería tener un hijo, tal vez no le gustaban mucho los niños, pero al imaginarse criarlo junto a Misaki sería algo hermoso, buscarían una madre sustituta para poder engendrar al bebe o una adopción sería posible, un tema que podrían tratar lo más posible, una hermosa familia, su sueño se ve interrumpido por el ruido de algo rompiéndose, enojado entro para gritarle a la chica de la limpieza pero eso se vio esfumado al ver a la chica con Misaki en el piso.
El castaño estaba encorvado tocándose e abdomen, en su rostro el signo de dolor era más que evidente, Akihiko se alarmo tomando a Misaki en sus brazos y llevándolo al tercer piso del crucero, sin aviso entro al consultorio que abarcaba lo de tres camarotes sencillos.
- ¡Doctor!
- ¿Qué ocurre?
- No lo sé, de repente se puso mal – Respondió exaltado
- Recuéstelo en la camilla – Rápidamente hizo lo que el doctor le indico, el médico busco entre sus medicamentos un tranquilizante, no perdió el tiempo inyectándolo en el brazo del castaño, el rostro de Misaki comenzaba a cambiar ahora no mostraba dolor o al menos no mucho – Le eh suministrado un tranquilizante no muy fuerte
- Misaki…
- Usa…gi-san – Decía el castaño aun con sus ojos cerrados
- Doctor que puede tener
- No estoy seguro, tendré que hacerle un ultrasonido pata poder ver que es lo que tiene, note que se estaba agarrando el abdomen así que será mejor que lo haga – El médico entro a la otra habitación, al poco tiempo salió con un carrito en donde había una pantalla y otro instrumento más, se colocó a un lado de Misaki. Akihiko observaba como es que el médico se preparaba para hacer el ultrasonido – Por favor descúbrale el abdomen
- ¿Eh? Que le…
- Quiere que lo haga yo
- ¡No! – El peli plata alzo un poco la polera y desabotono el pantalón bajando un poco el cierre
- Gracias – Así inicio colocando un gel sobre el abdomen del castaño, con un pequeño aparato fue esparciéndolo y la imagen salió en la pantalla, veía por la pantalla imágenes borrosas pero para el medico eran más que claras – ¿Qué es esto? – Susurro el médico pero Akihiko lo escucho perfectamente
- ¿Qué sucede?
- Esto es imposible…- Seguía susurrando
- Por dios dígame que ocurre
- Jamás había visto algo como esto
- Demonios que es lo que ocurre – Grito desesperado
- No podrá creerlo pero – Trago un poco de saliva antes de poder decirlo – Su esposo esta embarazado
- ¿Qué? Embarazado
- Si
- Por favor déjese de bromas
- No es ninguna broma, observe este pequeño punto que está aquí – Dijo el médico señalando a la pantalla – Este pequeño punto es un ovulo fertilizado, por extraño que suene su esposo desarrollo un útero, no sé de qué forma se dio este suceso ya que el cuerpo del hombre no está diseñado para concebir pero de alguna manera su esposo lo tiene ahora hay una vida creciendo en su interior
- Pero…
- El dolor que presento tal vez fue una amenaza de aborto, como dije el cuerpo masculino no está diseñado para cambios como este
- Un hijo… un bebe mío y de Misaki
- Debe de estar muy contento, muchas parejas homosexuales quisieran tener esta hermosa noticia, aunque sea un embarazo masculino es una bendición, lo que si debe tener el doble de cuidados que el de un embarazo normal, regresando a tierra firme tendrá que llevarlo a un hospital especial para que le atiendan – Decia mientras quitaba los residuos de gel de Misaki - Aunque para ser Franco me gustaría llevar a cabo esa tarea, puede esperar a que su esposo despierte mientras yo reviso bien el video del ultrasonido y que no se aun equivocación mía
El medico se fue dejando al peli plata pensativo, un bebe, su esposo le daría un bebe, podría tener la familia con las que estaba soñando, con la que tal vez haría lo que siempre quiso hacer. Un sentimiento de felicidad era más que evidente, se acercó a sus labios y deposito un beso para después besar el lugar en donde ahora crecía ese fruto de su amor, imaginaba como seria, niña, niño, tal vez sería como Misaki con sus hermosos ojos, su cabello, todo de él, o tal vez sería como su padre, muchas posibilidades había.
Prov. Misaki
Un aroma a hospital estaba haciendo que me dieran nauseas, abro poco a poco mis ojos, la habitación en donde me encontraba era completamente blanca, mire a mi alrededor notando que definitivamente no estaba en mi camarote, observo que hay varios instrumentos que utilizan los doctores, lo que significa que estoy en un consultorio, busco a Usagi-san sé que no me dejaría solo, está a mi lado tomando mi mano y mostrándome una mirada llena de amor y dulzura.
- ¿Cómo te sientes? – Es lo primero que me pregunta
- Con ganas de vomitar
- Es natural…
- Que estoy haciendo aquí
- Te pusiste mal hace unas horas y te traje ara que te revisaran
- Cuanto llevo dormido
- Casi toda la tarde – Escucho decir miro y es el mismo médico que me reviso en la mañana – Pero es natural en su estado
- ¿En mi estado? De que está hablando
- Misaki – Me llama Usagi-san – Vamos hacer padres
- ¿Eh? De que… estás hablando – Pregunto con nerviosismo algo no me esta gustando
- Misaki estas embarazado
- ¿Embarazado? – Eso es imposible – Usagi-san déjate de bromas
- No es ninguna broma señor usted está esperando a un bebe
- No… eso es broma
- No lo es… eso es imposible soy un hombre y los hombres
- No pueden tener hijos eso lo sé, pero por extraño que suene usted tiene un útero y ahora una vida está creciendo, debe de estar feliz
- Si… - ¿Feliz? No creo… no se… un bebe… un bebe que es de Usagi-san esto no se…
- Te amo Misaki
- Usagi-san…
Continuara…..