Cap.35 Entre la espada y la pared
Hace unos días Robert recibí un mensaje de Robert diciéndome que regresaría a los Estados Unidos por cuestiones de trabajo, también me decía que en los exámenes no había salido nada fuera de lo normal que solo era una anemia, no me quedo tan tranquilo con los resultados aunque sea Robert quien me los dijera, pienso ir al médico para saber que medicamentos debo de tomar.
Las náuseas que eh tenido desde hace tiempo no me dejan entrar mucho a la cocina más que en la noche que es cuando no hay muchos olores, me levanto con mucha pereza por un poco de agua, hace demasiado calor y me siento deshidratado, trato de no hacer ruido al levantarme no quiero que Takano-san se despierte, salgo de la habitación bajando las escaleras para poder entrar a la cocina, abro el refrigerador y lo primero que encuentro es leche un poco de pastel que hizo Yuki en día de hoy aun no entiendo porque lo hizo si a Takano-san no le gustan las cosas dulces, me sirvo un poco de pastel y leche y me siento para poder comerlo.
Con los pocos bocados que llevo me han sabido muy bien, me recuerdan al sabor dulce de la boca de Takano-san cuando estábamos en su oficina. Mientras lo recuerdo cierro los ojos mientras saboreo la crema de mantequilla.
- Sabe muy bueno – Takano-san me sorprende
- ¡Aah! Ta… Takano-san – Me levanto sobresaltado por el susto que me dio Takano-san – No me asustes de esa manera
- Lo siento no fue mi intención – Dice sonriendo - Desperté y no te vi a mi lado
- Lo siento me dio un poco de sed y vi el pastel y…
- Oye no me tienes por que dar tantas explicaciones, me alegra ver que comes aunque sea un poco aunque no es exactamente lo que me agrada que comas
- Lo siento
- Deja de disculparte – Takano-san me abraza pegándome a su cuerpo, nuevamente ese aroma dulce me llena, miro como Takano-san toma un poco de la crema de mantequilla pegándola a mis labios, la lamo y sabe aún mejor el calor sube dejándose notar en mis mejillas, mis corazón empieza a latir a mil y mi respiración se agita – Sabes me provocas al ver como lames este dulce de mi dedo, supongo que ha de saber delicioso con el sabor de tu boca
Takano-san toma mi rostro uniendo nuestras bocas, inicia el beso demandante y dulce, el sabor de combina bastante bien, es exquisito y hasta cierto punto es afrodisíaco, la ropa fue cayendo al piso mutuamente nos dejábamos desnudos para poder sentirnos más, me embriaga no sé si el pastel tenía licor pero puedo sentir un ligero sabor en nuestro beso, Takano-san me alza del suelo recostándome sobre la mesa, la rebanada de pastel que está a mi lado casi se cae pero él la sostiene a tiempo, sé que tiene algo en mente lo puedo ver en sus ojos.
-Ritsu – Musito con lujuria cerca de mi oído haciendo que me estremeciera, mientras sentía como untaba la crema pastelera desde mi cuello hasta mis pezones, lentamente bajo lamiendo mi cuello hasta llegar a mis pezones en donde comenzó a succionarlos, su mano fue lentamente hasta mi entrepierna, en aquel lugar tan sensible, y que en este momento sentía sumamente doloroso, por lo excitado que se encontraba, el sentir su boca me excita demasiado.
-Aaah…nnnh – la mano de Takano-san se movía con intensidad en mi miembro, haciendo que me sumergiera en un inmenso jardín de placer, solo el único deseo de sentirlo…mas…aún más….-Ta…Takano-san…. Aaah… Yo…. – Esperaba que reconociera mi indirecta. Mi deseo todavía no se cumplía, y cada vez me desesperaba más. Pero el tenía otras intenciones antes de llegar a su cometido, sus labios dejaron de degustar mis pezones, para bajar a mi abdomen pasando su lengua por mi piel haciendo que me estremeciera sin compasión, parecía que disfrutaba de todo esto, en realidad también lo estaba disfrutando, bajo por todo mi abdomen hasta llegar a mi miembro que ya estaba muy sensible, la lengua de Takano-san saboreaba desde la base mi miembro, rodeándolo con infinita lascivia, y masturbándolo sin compasión, queriéndome llevar al borde del placer – Mmmhh…Aaah – Era tan vergonzoso pero a la vez tan placentero, el cómo la boca de Takano-san acariciaban mi miembro, y lograban sacar lo más oscuro de mi – ¡Aaah! – Gemí sonoramente al sentir como Takano-san le daba una leve mordida a la punta de mi miembro, haciéndome suspirar y jadear por su acción – Ta…Takano-san… – Su boca masturbaban con rapidez mi miembro, subiendo y bajando frenéticamente, mientras su lengua tocaba la punta de este, cada que la oportunidad se le aparece
No…Ta…Takano-san…vo…voy a venir… - Intente alejar de mi miembro a Takano-san pero él se negó, tragando toda mi esencia al momento de venirme, haciendo que me sonrojara y avergonzara sin límite máximo
- N…no hagas eso… – Takano-san se acercó a mi rostro y me dio un leve beso en los labios….
-Lo hago, porque te amo, y amo todo lo que venga de ti – Susurró con voz seductora, a la vez que volvía a besar mis labios, ahora con más profundidad, arrancándome el aliento
-¡Aaaah! – Gemí de dolor combinado de placer al sentir como Takano-san introducía uno de sus dedos en mi entrada, la intromisión fue lenta, pero placentera, con miedo de haberme lastimado retiro su dedo cosa que me hizo sentir incomodo
- ¿Te lastime? – Musito Takano-san mirándome con preocupación en los ojos…
-No…en lo absoluto – Me ruborice súbitamente y mi corazón latía queriéndose salir de mi pecho, tome un poco de aire – Continua por favor – Cerré mis ojos por la vergüenza y mis manos lo abrazaron por la espalda dándole a entender que siguiera. No sé qué expresión tomo su rostro, pero se quedó inmóvil por momentos que me parecieron eternos. Hasta que sentí de nuevo sus cálidos labios en los míos, saboreando nuestro sabor, y envolviéndonos en una pasión de la cual ambos éramos presos.
-Perdóname Ritsu pero no puedo contenerme cuando te tengo así - Sonreí levemente al escucharlo, me beso dulcemente robándome el aliento, ahora ya no era su dedo el que estaba cerca de mi entrada era su miembro el cual está completamente deseoso de entrar en mí, introduciéndolo con cuidado, esta vez el dolor fue aminorado, sus labios me distraían del cualquier dolor que pudiera sentir, su miembro entraba en mí y su boca seguía besándome, ahogando los gemidos que este me provocaba, mis caderas se movieron instintivamente, buscando un contacto más profundo con su miembro, que ahora me daba placer… el comprendió la indirecta, empezando a moverse en mi interior
-¡Aaah… Takano-san! - El placer me estaba volviendo loco, y la sensación de su miembro moviéndose fuera y dentro, fuera y dentro.
- Ritsu… - Decía mirándome fijamente a los ojos, nuestras respiraciones eran entrecortadas, y nuestros ojos ardían de pasión…-Ritsu te amo…. – Me beso dulcemente en los labios, trasmitiéndome esa sensación de protección a mi ser, sus manos me acariciaban lentamente el pecho, dándome placenteras sensaciones, él se seguía moviendo, seguía chupando mi piel, mis pezones, mordiendo cada parte de mi piel sin dejar un lugar libre
-Aaah- Gritaba de placer que provocaba, Takano-san comenzó a moverse más rápido haciendo que la mesa se moviera junto con nosotros, haciendo que perdiera mis sentidos, mi razón, mi identidad, todo, menos este infinito e irrevocable amor que siento muy dentro de mi corazón, y que quema con intensidad mi alma - Nnhh, aaah…Ta…Takano-san – Las estocadas eran más profundas, en cualquier momento me vendría
-Ritsu….Ritsu… – Susurraba mi nombre entre jadeos mientras con cada estocada intentaba llegaba a lo más profundo
-Aaah…Takano-san…mmnnh…Aaaah – Mis brazos se aferraban con fiereza en su espalda, clavando mis uñas en su piel no estaba seguro de que lo estuviera lastimando, no parecía hacerlo
-Ritsu… – Takano-san comenzó a pasear su lengua por el largo de mi cuello, haciendo que descargas de placer se extendieran por todo mi cuerpo, llevándome a mi limite
- Ta…Takano-san…Aaah… m…me… ¡ve…vengo! – Exclame seguido de un largo y profundo gemido – ¡Aaaah! - Mi cuerpo no soporto más y me vine entre nuestros cuerpos sentí como Takano-san hacia lo mismo dentro de mí, haciéndome estremecer por sentirlo dentro. Takano-san cayó rendido en mi pecho, con nuestras respiraciones entrecortadas, esperando que nuestras respiraciones se normalizaran. Después de unos minutos de experimentar nuestro orgasmo, Takano-san volvió a tomar un poco de pastel colocándolo en mi boca para poder comerlo en un beso.
-Te Amo Ritsu…. – Takano-san tomo mi mano y la beso con dulzura, sonrojándome súbitamente, para después tocar sus labios con los míos, en un beso para poder disfrutar ambos el delicioso pastel que inicio esto. Me encontraba tan cansado con todo lo ocurrido, que sin pensarlo dos veces me bostece, Takano-san acepto con diversión me subió cargando a la habitación recostándome en la cama, me envolvió entre sus brazos y así, unidos por el abrazo caímos rendidos en el sueño.
A la mañana siguiente me levante un poco tarde, bueno mejor dicho al medio día Takano-san me había dejado dicho con Yuki que llegaría tarde esa noche que no le esperara despierto, hoy tenía planeado ir al hospital para saber exactamente los medicamentos para la anemia que tenía. Antes de salir me despedí de Yuki le dije que no tardaría, camino unas cuantas calles para llegar a la avenida y tomar un taxi para llegar al hospital.
Por fortuna no hubo trafico así que no tarde mucho, para poder entrar debo cruzar un mini jardín, me distraigo al ver a varias madres con sus hijos pienso que es una lástima que yo no pueda tener esa cualidad para poder darle un hijo a Takano-san.
- ¡Ritsu! – Miro de dónde provenía esa voz que sin duda era de Akihiko-san, como siempre con esa sonrisa que recuerdo
- Akihiko-san me da gusto verte – Digo cuando lo tengo frente a mi
- Lo mismo digo hace tiempo que no te veía – Responde - ¿Cómo te encuentras?
- Muy bien… me siento muy bien con Takano-san – Digo pero la expresión de Akihiko-san cambia al escucharme decir eso – ¿Sucede algo?
- No nada… tienes un poco de tiempo quisiera platicar contigo – Dice tomándome del brazo – Mi carro está cerca anda te invito un café
- Cla… claro – Camine junto con Akihiko-sana su auto al llegar me abre y subo me siento nervioso y no sé cuál es la razón, el camino a la cafetería fue largo o al menos esa fue mi impresión ya que hubo un silencio demasiado molesto en el transcurso, la cafetería a la que llegamos es muy bonita, bastante elegante para la zona en la que se encuentra, todo parece indicar que es muy cara, ya que nos llevaron un cubículo privado, jamás había visto un cafetería así, ambos ordenamos un café con unos pastelillos incluidos, el aroma a café que esta por todo el ligar sin duda hace que me relaje, sigo sin entender porque estoy tan nervioso - ¿Bien de que querías hablar?
- Dime Ritsu ¿Porque te casaste con Masamune? – Suelta de repente la pregunta, me sorprendo pensé que había quedado claro el porque me case con él
- Akihiko-san creo haberte dicho del porque…
- Estas seguro de que fue por eso – Algo no está bien – Esas seguro de que te casaste porque te enamoraste de él
- S…si – Respondo – Yo me enamore de él profundamente – Intento mostrarme seguro ya que recuerdo bien el motivo por el cual me casaba con él
- No te creo – Dice – ¿Porque me mientes Ritsu?
- No se… de que hablas, yo no te… estoy mintiendo, te estoy diciendo la verdad
- Ritsu por favor deja de mentir, sé que tu no lo amas – Mi corazón da un salto – Sé que todo esto fue un teatro para que yo no me enterara de todo
- De… todo… que…
- Se toda la verdad Ritsu… sé que tú te sacrificaste por mi… Porque me amas demasiado como para verme sufrir, sé que el maldito infeliz que se hace llamar mi amigo tuvo una… - Se queda callado antes de termina la oración tal pareciera que le duele lo que intenta decir, pero no logro entender cómo se enteró de todo – Ritsu con esto me demostraste el gran amor que me tienes, tú aun me amas, como fui tan imbécil para dejarte ir – Akihiko-san me muestra el lado que yo conocía muy bien amable, sincero, con amor
- Akihiko-san…
- Ritsu ya no es necesario que sigas con esta farsa
- No es ninguna farsa – Contesto – Yo no te amo Akihiko-san – Su expresión cambia a una seria, el brillo de sus ojos desaparece
- Yo creo que estas confundido
- El que estas confundido eres tú, no puedes decir que deje a Takano-san cuando él es la persona a la que amo, no te mentiré es cierto que al principio me casaba con él por evitar verte sufrir pero después me di cuenta de que no era así, me case con Takano-san por qué lo amo
- ¡Eso es mentira! – Termina gritando – Tú me amas a mí – Me toma del rostro al tal punto de lastimarme – Tú me amas… me amas demasiad como para olvidarlo
- Akihiko-san me lastimas – Me suelto de su agarre – Por favor Akihiko-san tienes a Misaki
- ¡No! Jamás lo tuve, el jamás fue mío, nunca lo fue
- Claro que fue tuyo, clara pruebe esta en él bebe que está por nacer
- ¡Ese bebe no es mío! – Vuelve a grita tirando todo lo que estaba en la mesa, me levanto asustado dando unos pasos hacia atrás
- Ritsu… quiero que te separes de él
- ¿Qué? Akihiko-san estás loco
- Si pero loco de odio hacia él… loco de rencor por alguien que era mi mejor amigo y me traiciono de la peor manera, si no lo mato es por qué no sería suficiente castigo para lo que hizo
- Akihiko-san estas equivocado él no sabía que tú y Misaki estaban comprometidos, fue Misaki quien jugo con ambos, ambos fueron víctimas de mi hermano pero…
- ¿Eso fue lo que te dijo? Masamune te mintió, él y Misaki nos mintieron a ambos ellos se seguían viendo, continuaron siendo amantes
- ¡Eso no es cierto! Takano-san no volvió a ver a Misaki… estoy seguro de eso
- Ritsu… tienes que dejarlo
- No… no lo hare solo porque tú me lo dices… sé que estas muy sentido por lo que te ocultamos pero no por eso dejare a Takano-san
- Ritsu no me obligues hacer algo que no quiero…
- No te atreverías… tú no puedes matarlo… es tu amigo
- Si no quieres que lo mate – Su voz escupía odio – Entonces tú serás quien haga que te deje… le dirás que tú nunca lo amaste, que solo querías que el también sintiera lo mismo que yo sentí al ser engañado por las personas en las que más confiaba, que solo fue un juego
- No… por favor no me hagas hacer eso… por favor Akihiko-san
- ¡Lo harás! – Fue en un segundo en él que Akihiko-san estaba cerca de mi tomándome de los brazos - Si no quieres que lo denuncia por fraude y créeme que hay muchas personas en la cárcel que harían lo que fuera por dinero – Me quedo helado ante lo que decía, donde había quedado el Akihiko-san que conocía, quien era esta persona… estoy entre la espada y la pared no quiero que Takano-san sea asesinado…
- Lo hare – Respondo con las voz entrecortada, estaba al borde del llanto, no dejare que le haga daño a Takano-san, lo amo… lo amo demasiado tanto que hare lo que sea porque este a salvo
- Muy bien – Akihiko-san me suelta, sonriendo mientras me entrega el celular – Llámalo…
Continuara……