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Corazon salvaje por takano90

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Notas del capitulo:

hola (vengo preparada para que me maten)la explicavcion se las doy al final los dejo leer

Cap.37 No es un adiós….
Estoy completamente destrozado, todo lo que había soñado se derrumbó y todo por mí es por mi estupidez, por mi gran estupidez, ahora estoy solo, no tengo a mi madre, no tengo a mi hermano, tampoco a Masamune, ni a mi hija y sobre todo a Usagi-san, soy un completo idiota por haber dejado que un capricho llevase a esto, desde que me entere que mi hija no nació me siento completamente vacío.
- Disculpe señor – La enfermera entra con su portapapeles, como cada tres horas entra para revisar los monitores 
- ¿No ha venido? – Vuelvo a preguntar, la enfermera me ve con gesto triste, no ha venido
- ¿Aún tiene esperanza verdad?
- Si… 
- Bien termine, regresare en unas horas
- Si…
La enfermera sale de mi habitación, nuevamente solo con mi única compañía el ruido de tantos aparatos, no entiendo porque lo sigo teniendo conectados si ya me siento mejor, desesperado de ver cómo me encuentro conectado a tantas cosas empiezo a quitármelos, no me importa lastimarme no creo que se aun dolor más grande del que siento, recuerdo que hace dos días me trajeron una maleta, reviso el contenido y saco lo primero que encuentro, me quito la bata, ya no quiero estar en este lugar que me trae recuerdos tristes, entro al baño opto por tomar una ducha rápida para no oler a hospital, el agua fría me relaja, me hace sentir vivo, dejo que el agua se lleve mis lágrimas, las últimas que llorare.
Salgo del baño completamente vestido, me seco el cabello aventando la toalla a la cama, me giro para tomar la maleta que deje en el sofá pero me quede quiero al ver quien estaba sentado a un lado.
- Usagi…san – Digo en un audible susurro 
- Pensé que ya no estabas, solo vine de rápido necesito que me firmes estos papeles – Tira en la cama un formato 
- ¿Qué es esto?
- Los papeles del divorcio y un poder en el que aceptas el dinero que viene en ese maletín – Usagi-san señala el maletín que esta el en piso 
- Pero… yo no quiero divorciarme 
- No te pregunte si querías, te dije que los firmaras – Usagi-san me habla con una voz potente y definitivamente decidida, mis lágrimas caen lentamente no me importa que me vea de esta manera, quiero que vea que me eh arrepentido de todo lo que hice, quiero que se dé cuenta y empecemos eh nuevo 
- Usagi-san – Me aferro a su cuerpo escondiendo mi rostro en su pecho, el no hace nada pero sé que quiere abrazarme – No me hagas esto… yo no quería que las cosas fueran así… por favor olvidemos todo lo que ocurrió, empecemos de nuevo, hagamos que todo sea como debió ser…
- Como debió ser… - Sus brazos me rodean vuelvo a sentirlos -   
- Si… empecemos de nuevo, olvidemos todo yo te amo… te amo demasiado… soy capaz de…
- Olvídalo jamás volvería a intentarlo contigo – Me separa de su cuerpo para alejarse de mi - Me sorprende con qué  facilidad me dices un te amo… supongo que debiste haberlo practicando  muchas veces para que te saliera tan natural, sabes antes podría haberlo creído pero ahora no, ahora firma los documentos tengo cosas que hacer 
Miro con tristeza los documentos, sin leerlos los firmo, mis lágrimas no dejan de caer incluso unas cuantas caen en los papeles mojándolos, dejando la marcas de aquellas lágrimas que tal vez serían las ultimas que derramaría por él, sin mirarlo dejo que se acerque a mi lado para toma los documentos firmados por mí, los toma dejando el maletín sobre la cama, lo abre dejando ver una gran cantidad de dinero en el 
- Son cinco millones de dólares, creo que con eso es suficiente para que vivas la vida que tanto soñabas, la vida por la que te casaste conmigo
- Esa vida ya no la quiero… la vida que quiero es contigo, con nuestra hija, con nuestra bebe que tu mataste – Digo 
- Yo no tengo hijos… jamás los tuve, él bebe que nació no era mío era del infeliz de Masamune 
- Cuantas veces debo de decirte que esa bebe ere tu hija, era nuestra hija, era él bebe que ambos esperábamos con gran emoción, ¡era él bebe que tu mataste por tu maldito necedad de no querer escucharme! 
- ¡¡Y como querías que te escuchara!! – Grita tomándome de los brazos – ¡¡Como querías que te escuchara si me entero que la persona que más amaba en este mudo me engaño con mi mejor amigo!! ¡¡Como querías que te escuchara si yo que te entreguen todo, que deje a tu hermano por ti, que no me importo nada en este mundo solo por tenerte a ti, que ni siquiera me importo que mis padres estuvieran en contra de mi matrimonio contigo, dime como querías que te escuchara !! 
- Usa…gi-san… me lástimas
- Pues más me lastimas tú a mí…
- Por favor Usagi-san… solo déjame explicarte… como fue todo 
- Ya no quiero escucharte, solo quiero que desaparezcas de mi vida, ya  no quiero volver a verte, tu estas muerto para mí, ya no existes, jamás exististe
- No… yo sé que aún me amas – Hago que me suelte para poder cercarme a su rostro – Sé que tu aun sientes algo por mí y sé muy bien que no es odio, sé que si lo intentamos lo podemos lograr, podemos volver a ser felices como lo éramos hasta hace unos días, solo déjame volver a entrar a tu corazón – Termino la distancia que hay ente nuestro labios, el beso con un pequeña esperanza de que él también lo haga, que me corresponda ese beso en él que quiero demostrarle el amor que tengo hacía el, pero todas mis esperanzas se ven frustradas al sentir como es que me aleja de él, me mira con odio el único sentimiento que me logra transmitir.  Lo perdí para siempre 
- Si ya terminaste de humillarte quisiera irme tengo un viaje que realizar – Usagi-san se va llevándose los documentos dejándome solo en aquella habitación, me dejo caer de rodillas al momento que escucho la puerta cerrarse, mis lágrimas siguen cayendo ahora estoy solo. Solo espero que esto no sea un adiós.
 
Prov. Robert 
“Ah me duele mi cuerpo” 
        **************************FLASH BACK*****************************
Me duele impresionantemente mi cuerpo eh estado durante varias horas en tortura, después de que Usami-san se fuera sabiendo del estado de Ritsu, este hombre llamado Sumi orden que sus hombres me golpearan hasta que muera, o al menos esas fueron sus palabras, los tipos me golpearon de varias maneras eh incluso me apuñalaron en tres ocasiones, una en el hombro, otra en la pierna y ala ultima en mi espalda. No puedo mover ninguna de mis extremidades, la pérdida de sangre ah hecho que pierda las fuerzas y casi él conocimiento, por fortuna los golpes que recibo me mantiene despierto, me duele.
 
Los golpes cesaron de alguna manera, escuchaba como se reían a carcajadas, burlándose de la manera en la que me veía, según ellos patético, apenas si se veía que respiraba y en eso no mentían, con mucha dificultad respiraba, también lograba escuchar que apenas si lograban reconocerme, que todavía podrían divertirse conmigo pero que debían esperar aún más órdenes.
- Bien ¿Ya acabaron con lo que les ordene? –Escucho la voz de Sumi es imposible confundirla, el ruido de sus pasos se escucha cerca de mía, hasta que se detiene, y el dolor aumenta haciéndome gritar – ¡¿Qué no les dije que lo mataran?! – Grita 
- Señor sería peligroso si…
- El que decide si es peligroso soy yo y nadie más… o ¿Acaso quieres ocupar su lugar? – Escucho decir
- N… no
- Bien entonces si no quieres que te mate a ti será mejor que lo mates ya… Akihiko me pago mucho dinero por este trabajo y no pienso dejar que por su estupidez pierda esa cuantiosa cantidad de dinero
- S…si señor 
- Me alegra que entiendan 
Sumi sale del sótano en el que me tienen, enseguida estos tipos me alzan como si de un costal me tratara, solo puedo ver con mi ojo izquierdo el derecho está completamente cerrado por los golpes que recibí en mi rostro, llegamos a lo que es un estacionamiento hay una camioneta color vino en la cual me avientan sin importarles que me duela.
Ambos hombres se suben eh inicia un trayecto, no sé a dónde me llevaban exactamente pero estoy seguro que sería un lugar en donde nadie me encontraría, o al menos no vivo, durante el camino pensaba en la manera d escapar y no morir pero como lo haría.
Después de un largo viaje, finalmente se detuvieron, el temor empezó a invadir mi cuerpo al escuchar cómo bajaban de la camioneta y caminaban hacia la puerta de lo que viene siendo la caja de dicho automóvil, abrieron la puerta dejándome segado por el sol que daba directamente hacia mí, el hombre fornido subió para aventarme fuera del automóvil, cayendo sobre la tierra un golpe en un piedra hizo una abertura más en mi frente, la sangre bajaba impidiéndome la vista o mejor dicho la poca vista que tenía, lo que lograba ver era un acantilado que daba directo al mar, como lo imagine estaba completamente abandonado un lugar solitario en donde nadie notaria mi muerte, supe inmediatamente lo que planearían hacer, me matarían y me aventarían al mar esperando a que los peces o los tiburones devoraran mi cuerpo.
- Estas observando el paisaje antes de que te matemos – Dijo el fornido, no lo mire solo me mantuve callado
- Por lo visto se ha quedado sin palabras – Dijo el otro – Anda Taylor as los que dijo el jefe, hoy quiero regresar temprano a casa 
- Hiroshi será divertido ver como sufre – El ruido del disparo resonó, las pocas aves que habían salieron volando y yo caí al suelo retorciéndome del dolor en mi pierna 
- Aaaahhhh!!!!! Maldición…
- Aaajajajajajaja!!!
- Taylor deja de jugar y termina con esto 
- Deja de ser un aguafiestas…
- ¿Aguafiestas? 
- Si aguafiestas… dejar de ser un idiota 
- El idiota aquí eres tú… solo a ti te divierte ver… - Una discusión salió de la nada lo que me hizo aprovechar, el momento para poder cortar la soga que tenía atada mis manos, sin importarme el dolor en mi pierna por culpa de la bala que la perforo, tenía que escapar y era mi única oportunidad, el pedazo de vidrio que encontré me ayudó mucho, la soga por fortuna no era gruesa, así que fue rápido cortarla, como pude me levante, haciendo ruido con la tierra, lo que llamo la atención de aquellos hombres – ¡¡Imbécil se escapa!!! – Grita el hombre llamado Taylor, mi única salida era el mar, sin pensarlo salte del acantilado esperando caer y sobrevivir a una altura de más de ochenta metros de altura, al menos eso era lo que podía calcular ante la distancia del agua. Sin poder gritar solo esperar a salir vivo, el ruido de varios disparos se escuchaban a lo lejos, después solo fue agua, momentos de no respirar, momentos de nadar con desesperación para poder vivir.   
*********************************** FIN FLASH BACK *********************************                        
 
 Lo primero que veo al despertar, este lugar esta apenas iluminado con una pequeña lámpara, unas costinas que al parecer son de color obscuro impiden el paso de diminutos rayos de sol, sigo observando a mi alrededor y es un cuarto bastante amplio es obvio que no es un cuarto de hospital “¿En dónde me encuentro?”
- Oh ya despertaste – Dirijo la mirada a donde proviene la voz, una chica está de pie junto a la puerta   
- ¿En dónde me encuentro? – Es lo primero que le pregunto, Intento moverme pero el dolor no me deja hago un mueca, escuchando una risita de esa chica  
- No deberías de moverte de golpe vas hacer que se te abra la herida de tu espalda – La chica se me acerca a la cama y comienza a revisarme ladeo un poco mí cabeza para poder verla mejor, la miro con atención algo se ve extraño en esta chica, su cabello es negro o al menos ese color me deja ver esta luz, sus ojos es imposible verlos, parece una chica o al menos eso es lo que aparenta ser, definitivamente esta luz no me deja ver bien, se da cuenta de mi mirada y me mira con curiosidad – ¿Sucede algo?
- N…nada -  Respondo desviando la mirada 
- Entonces por qué me miras de esa manera
- No te estaba viendo… - Digo
- ¿Ah no? Entonces parece que estoy alucinando 
- Tal vez lo estés…
- De acuerdo – Dice dando un golpe en mi espalda ocasionando un fuerte dolor a tal punto de hacerme gritar
- ¡¡¡Que te pasa por que haces eso!!!
- Lo siento pero tú me estás diciendo que estoy alucinando cuando se lo que vi, es un castigo por haberme dicho que no sé lo que veo – Dice cruzada de brazos 
- En primer lugar yo no dije nada de eso… en segundo lugar no deberías de ser grosera con alguien que está en cama
- ¿Grosera? – Dice remarcando esa palabra – Creo que te estas confundiendo, soy hombre – “Sabía que había algo raro en ella o el”
- No lo pareces…
- Bueno no eres el primero que me dice eso… deja presentarme me llamo Haruka es un placer y tu nombre 
- Robert… - Respondo 
- Un placer Robert – Dice – Bueno tu herida esta sanando correctamente, al fin está respondiendo al antibiótico que te suministre, también la herida de bala en tu pierna derecha reacciono al antibiótico y las heridas que supongo que te hiciste mientras nadabas por llegar a la horilla sanaron bastante bien  
- Gracias… pero ¿Qué es este lugar?
- Mi casa… 
- ¿Tú casa? Como es que…
- Te encontré tirado a la orilla de la playa,
- ¿La playa? – Repito un leve recuerdo llega a mi mente “Oye ¿Estas bien?” 
- Estabas completamente golpeado, tu rostro apenas si se reconocía, bueno no puedo decir que ahora estas bien pero al menos estas mejor de lo que estabas antes – “¿Qué fue lo que te paso?” - Cuando te encontré tenías completamente infectada la herida de tu espalda, al igual que la de la pierna, tal vez el agua de mar no te ayudo mucho, pensé en llevarte a un hospital pero tú me dijiste que no lo hiciera – “Te llevare al hospital” – Como te aferraste a no ir – “¡No!” - Tuve que traer a mi casa, por fortuna soy médico así que tuviste demasiada suerte  
- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
- Llevas casi tres semanas, estuviste durmiendo todo este tiempo gracias a los sedantes que de inyectaba para que no te doliera las curaciones que te hacía, solo te despertabas cuando necesitabas agua, era natural por la fiebre que tuviste, pero la mayor parte del tiempo estuviste dormido
- Gracias…
- No tienes nada que agradecer es mi deber como médico y aunque no lo fuera no tengo el corazón para dejar morir a una persona
- Espero no molestar 
- No te preocupes vivo solo, bueno no tan solo están los empleados de esta casa
- Gracias…
- Bien me dirás por que no quisiste que te llevara a un hospital, tal pareciera que no querías que te encontraran
- Eso…
- En la manera en cómo te encontrabas, está claro que te querían matar, el modo en cómo fue hecho el disparo, la trayectoria y la distancia, no cualquiera sobrevive a eso 
- Digamos que es algo como eso…
- Sabes repetías mucho un nombre… Ritsu… ¿Es tu novia?
- No… pero es una persona muy importante para mi
- Es bonito cuando tienes a una persona que te importa
- ¿Tú la tienes?  - Pregunto en voz alta, me mira mientras medita lo que quizá me responda – Lo siento no…
- Fue mi pareja – Responde – Murió hace tres años, lo asesinaron en esta casa       
- Lo siento no quería… perdón 
- No te preocupes fue hace tiempo ya es hora de que lo supere… pero bien cuéntame que fue lo que te ocurrió
- Es difícil de contarlo 
- Bueno por el tiempo no te preocupes creo que tengo demasiado tiempo libre
- Pero…
- Si me cuentas lo que te ocurrió tal vez te pueda ayudar, confía en mí, si quisiera buscaría a las personas que te hicieron esto y te entregaría pero como vez no lo eh hecho, entonces puedes confiar en mi… 
Las palabras que me decían sonaban bastante creíbles, así que decidí contarle, le narre la historia desde que conocí a Ritsu hasta el día en que Usami-san intento desaparecerme, la tortura por la que pase y mi huida de la muerte, todo lo recuerdo tan bien que pareciera que había ocurrido ayer, Haruka me escuchaba atentamente, meditaba lo que le contaba y tal pareciera que lo entendía, ni siquiera sé cuánto tiempo tarde en contarle todo lo que ya había vivido, pero era claro que ya era más de medio día en varias ocasiones una señora vino a vernos pero Haruka- le decía que volviera en otra ocasión, termino de relatar y solo miro la reacción de Haruka.
- Vaya no pensé que el heredero del imperio Usami hiciera eso, bueno no debería de sorprenderme hasta los mejores empresarios mandan a desaparecer a mucha gente, pero lo que no me cabe es porque te intento matar             
- Porque yo sé que Ritsu está… - Recuerdo el resultado del examen de Ritsu – Mi ropa… donde está mi ropa – Intento levantarme acción que Haruka me lo impide 
- Oye tranquilízate… recuerda que aun tienes heridas abiertas… tu ropa esta en aquel cajón no te preocupes todo lo que tenía se guardo
- Necesito el papel que estaba dentro, por favor lo necesito 
- Si te refieres al documento que tenía dentro el agua hizo que se rompiera en varias partes   
- No… no, no, no, por favor necesito ese papel es de vida o muerte 
- Tranquilízate por favor… dime de que era ese papel y hare lo posible para que lo recuperes
- Por favor… la felicidad y el bienestar del bebe y de la persona a la que amo depende de ese resultado, ayúdame 
- Está bien… pero por favor cálmate… dime donde…
- Llama al hospital central de Tokio y busca al doctor Kusama Nowaki 
- Está bien… - Haruka saca su celular buscando el numero para poder hacer la llamada, solo fueron segundos para que contestaran la llamada – Señorita por favor con el doctor Kusama Nowaki… de parte del doctor Takeda Haruka… gracias… - “Segundos después” – Si… Doctor Kusama buenas tardes, soy Takeda Haruka… vera  hace una… - La desesperación se apodero de mi arrebatándole el celular a Haruka, el cual se sorprendió mi acción pero no dijo nada 
- Doctor habla Robert amigo de Onodera Ritsu… 
 
 
CONTINUARA……
 
Notas finales:

bien mil gracias y espero que haya sido de su agrado bueno explicacion si me desapareci un mes mil disculpas pero la neta estaba completamente deprimida y bueno la inspiracion me dijo adios durante un buen tiempo osea se fue de vacaciones pero ya regrese tal vez o fue un capitulo espectacular pero tenia que hacer uno respecto a estos dos personajes bueno ya no doy mas excusas nos leemos la siguiente semana nos vemos los quiero y mil gracias por la paciencia que me tienen cuidense y CHAO CHAO!!!


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