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Corazon salvaje por takano90

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Notas del capitulo:

hola hola que tal como has estado bien pues espero que esten excelentemente por que de otyra manera no creo que lo esten, bueno aqui estoy de vuelta aqui trayendo el epilogo como lo prometoi, bueno anets que nada se que a varios de ustedes les agrado mucho la idea de que Akihiko y Misaki no se quedaran junto bueno aviso este capitulo es de ellos, si ellos mejor no les expoleo y los dejo leer

                     Epilogo

Escribir nuestra historia

 

Mi nombre es Takahashi Misaki tengo veintinueve años y en estos momentos resido desde hace dos años en Egipto, viaje por años por el mundo buscando en donde sería el lugar perfecto hasta que decidí quedarme en este aquí, antes viajaba en compañía pero mi compañera conoció a un joven alemán y se quedó con él, eso ocurrió hace tres años.

La vida en Egipto no es fácil y a pesar de que tengo dinero no me gusta gastarlo prefiero ganarme la vida por mí mismo, soy feliz hasta cierto punto, hace poco me comunique con mi hermano está bien y mis hermosas sobrinas cada vez están más grande s, eh planeado ir a conocerlas pero aún no se ha dado el momento para hacerlo, el saber de las hijas de Ritsu hace que recuerde a mi hija, pero por tantos errores que cometí la vida me cobro con ella, también recuerdo mucho a Usagi-san, no sé cómo estará, solo sé que él también está viajando.

Salí a dar un paseo, hacía tiempo que tenía ganas de ir a pasear por el desierto, era arriesgado salir a pasear  más si el sol estaba a todo lo que daba, además el desierto es muy traicionero, puede cambiar cuando menos te lo esperas, me lleve a mi querido camello, hice que caminara durante varios kilómetros, para ser franco eh perdido el rumbo por donde debo de regresar, el aire empezaba soplar más fuerte ocasionando que la arena se levantara haciendo una manta sin dejarme ver bien, el desierto se ve hermoso cuando no estas dentro de él, el camello continuó caminando, ya ni siquiera sabía hacían donde iba.

Finalmente el viento dejo de soplar dejando la arena, mire a mi alrededor y a lo lejos pude observar algunas palmeras y áreas verdes, en donde hay eso es porque hay un oasis, jale la correa de donde me sujeto indicándole al camello hacia dónde ir, todo iba bien hasta que el camello se espantó levantándose en dos patas logrando tirarme, caí unos metros por una tipo barranca, sentí varios golpes , ya no supe si el camello se fue por el susto, no sé qué haría en estos momentos solo, nadie me encontraría y mucho menos se arriesgarían a salir a buscarme, bueno tal vez sea mi momento.

Prov. Akihiko

Hace una semana que llegue a Egipto, hoy por más extraño que suene decidí a salir a dar una vuelta por el desierto, no es la primera vez que salgo solo, de hecho uno disfruta más de este lugar estando solo, finalmente la tormenta de arena había terminado, eso es más normal que nada en este lugar, me descubrí el rostro para poder respirar mejor, miraba a lo lejos en busca de algún oasis, mi querido amigo necesitaba un poco de agua no dejaría que se me muriera aquí, mientras seguía mi camino observe como un camello pasaba corriendo, observe bien y traía unas cosas sobre él, lo que significaba que  se había escapado o tal vez el dueño de aquel camello se había caído, bueno no podía descartar ninguna de las dos así que seguí con el camino en busca de alguna persona, logre divisar algunas palmeras  bueno al menos lo primero que busque ya lo había encontrado, baje del camello para caminar un poco, después de cierto rato es cansado ir encima de ese pobre animal, en mi camino encontré cantimplora, estaba justo al lado de un pequeño barranco, me asome un poco llevándome la sorpresa de ver a una persona tirada en ese lugar, lo llame varias veces pero no respondía, tal pareciera que estaba inconsciente, deje a mi querido amigo y baje para ayudar aquel desconocido, no tarde mucho en bajar, al llegar lo levante un poco, aún tenía la cara cubierta, los primero que hice fue descubrírsela, y cuál fue mi impresión al ver quien era

-          Misaki – Dije

Prov. Misaki

Estaba corriendo en el desierto sin rumbo alguno, no encontraba lo que quería o ni siquiera sé que es lo que estaba buscando, del calor comencé a sentir un poco de frio, empecé abrir mis ojos, lo único que podía divisar un poco era una pequeña fogata, seguí buscando con la mirada encontrándome con una ilusión

-          Usa… usagi-san – Dije levantando la mano para poder tocarlo pero la obscuridad volvió a llevarme.

Finalmente logre abrir mis ojos mirando directo al cielo el cual estaba más hermoso que nunca, las estrellas resplandecían a todo lo que dan al igual que la luna, me removí un poco sintiendo un dolor punzante en mi tobillo derecho, el cual ya estaba vendado

-           ¿Quién habré sido?    

-          Por fin despertaste – Escuche, mi corazón se aceleró al escuchar aquella voz que en mi vida podría olvidar, se encontraba recargado en el tronco de una palmera, me miraba fijamente, entonces no fue un sueño, intente levantarme para acercarme a él y comprobar que mi cabeza no me estaba jugando alguna alucinación , por el calor al que estuve expuesto, pero el dolor en mi tobillo hizo detenerme, como puede olvidarme que me lastime por caerme del camello – No te levantes, te lastimaste el tobillo – Dijo acercándose a mi

-          Cuanto tiempo…

-          Llevas bastante tiempo dormido – Responde – Por suerte te encontré si no lo más seguro es que ya estuvieras muerto en estos momentos

-          Gra… gracias

-          No tienes nada que agradecer, después de todo lo haría por cualquier otra persona  - Me desanimo al escuchar eso, aunque no debería de hacerlo después de todo él y yo decidimos tomar caminos diferentes

-          Toma esto, debes de estar sediento – Dice entregándome un cantimplora, es verdad estoy sediento

-          Gracias  - Usagi-san se sienta a un lado mío, bueno dejando cierta distancia, seguí tomando agua, hasta que se esfumo la sed

-          ¿Dime cómo has estado? – Pregunta para romper el silencio que había entre ambos

-          Bien – Respondo y tu

-          Supongo que bien

-          Oh… - Vaya conversación que estamos teniendo

-          Sabes… me sorprendí mucho el encontrarte aquí bueno y sobre todo encontrarte de la menara en que menos quiere ver uno – Termina de decir

-          Bueno es que…

-          ¿Cómo terminaste así?

-          Bueno es que… parece que camello que tenia se espantó con alguna serpiente y me tiro la verdad no sé, solo ocurrió

-          Eso significa que no sabes montar camellos

-          Claro que se – Digo un poco molesto – Llevo dos años viviendo aquí

-          Era broma – Usagi-san finalmente me ve al rostro tiene una sonrisa, es la misma que me mostraba cada día cuando estábamos juntos

-          Eres un tonto

-          Tal vez sea cierto – volvemos a quedarnos en silencio, lo único que hace ruido el del tronar de los pedazos de leña en la fogata

-          ¿Qué has hecho durante estos seis años? – Termino por preguntar

-          Eh… viajado por todo el mundo, en busca de algo pero al llegar a china me dijeron que necesitaba encontrarme conmigo mismo  pero para eso debía encontrar a la persona que estaba destinada para mí y también tenía que pensar en muchas cosas, conocí a muchas personas, mujeres, hombres, niños, una gran variedad de personas, pero no me eh encontrado a mí mismo

-          Oh…

-          ¿Y tú? Que has hecho durante estos años

-          Al igual que tú, viaje por varios años, Catalina y yo conocimos muchos lugares, muchos países, igual conocimos a mucha gente

-          ¿Catalina? ¿Ella viajo contigo?

-          Si… sé que te sonara extraño pero ella y yo nos hicimos buenos amigos, decidimos viajar juntos y créeme que fue muy agradable viajar con alguien mas

-          ¿Y en dónde está ella?

-          Cuando estuvimos en España conoció a un Alemán y bueno él le propuso matrimonio al poco tiempo de conocerse se casaron y ella se regresó Alemania, las veces que eh hablado con ella se nota que es muy feliz

-          Quien lo pensaría que ustedes dos se llevarían tan bien como para viajar juntos, después de todo ustedes al principio no se llevaban nada bien

-          Es verdad pero… al final nos supimos entender – Una pequeña risa salió de ambos, es como él dice quien pensaría – ¿Dime Usagi-san finalmente la encontraste? 

-          ¿Qué?

-          A la persona que et amara como a nadie en el mundo – Digo siento una opresión es natural que me duela, aun le amo

-          Si – Responde – Ya la encontré

-          Me… me alegro por ti – Digo, miro hacia otro lado para evitar que vea como unas lágrimas amenazan con salir

-          Misaki

-          Espero de todo corazón que seas muy feliz con ella – Digo

-          Misaki – Escucho como se arrastra hasta donde estoy, hace que gire mi rostro para verlo, pero por más que intento que no lo haga termino viéndole a los ojos – ¿Por qué lloras?

-          Es que… soy feliz de que tú lo vayas  a ser jijiji y cuál es el nombre de la afortunada

-          Misaki

-          Usagi-san dime cual es el nombre

-          Misaki

-          ¿Eh? No estoy jugando cuál es su nombre

-          Su nombre es Misaki

-          ¿Eh?

-          Recuerdas que hace unos momentos te dije que al llegar a china me dijeron que debía encontrarme a mí mismo, pero que para hacer eso debía encontrara a la persona que estaba destinada para mi

-          Si

-          Esa persona eres tu Misaki, esa persona que siempre ocupa mis pensamientos, y con la que sueño cada noche eres tu Misaki

-          Usagi-san…

-          Misaki a pesar de que pasaron estos años no pude olvidarte, siempre estabas presente en mi corazón y en mi mente, el único nombre que pronunciaba mientras estaba enfermo, ese eres tu

-          Pero…

-          Sé que decidimos tomar caminos separados pero sin ti a mi lado es imposible, mi camino está unido al tuyo, nuestros errores no se borraran pero podemos empezar de cero, Misaki tu no me has olvidado y eso lo sé por qué te dolió cuando te dije que ya había encontrado a esa persona, tus palabras pueden decir una cosa pero tu mirada  me dice otra, me amas y yo te amo a ti

Era verdad lo amo, lo amo demasiado, quiero estar de nuevo junto a él, quiero volver a vivir una vida junto a él, pero aún tengo miedo de que mis errores del pasado hagan que volvamos a separarnos, mire sus ojos los cuales no mentían respecto a lo me estaba diciendo, lentamente me acercaba a su rostro, me detuve escaso a un centímetro de él, Usagi-san paso su mano detrás de mi nuca atrayéndome a él, termino con la distancia que nos separaba, sus labrios nuevamente estaban junto a los míos, nuevamente desguatábamos cada uno el sabor del otro, queríamos saciarnos de esta sed que teníamos, abrí mi boca dándole acceso a ella, su lengua entro invitando a la mía a bailar  en una danza erótica, el oxígeno empezó hacer falta en nuestros pulmones así que nos separamos, abrí mis ojos encontrándome con los suyos

-          Me dio mucho miedo cuando vi que eras tú quien estaba tirado en ese lugar – Dice – Estoy feliz de haber llegado en el momento justo

Yo también estoy feliz de que fuera el quién me encontrara, quería demostrase y solo sabía una manera, volví a besarlo ahora era demandante el beso lleno de pasión y deseo, han sido años que eh soñado estar así con el nuevamente, lentamente empezamos a quitarnos la ropa, tímidas caricias rozaban nuestros cuerpos, prenda por prenda caía, me senté sobre su regazo rodeando su cadera con mis piernas, lo besos no cesaban, finalmente nos encontrábamos desnudos a la intemperie, en donde las estrellas y la luna eran más que testigos de aquel encuentro, solo la pequeña fogata era la que nos hacía luz para poder vernos.

-          Olvidemos todo juntos - sonreí tímidamente al pronunciar esas palabras, observe como él me regresaba la sonrisa con gusto, volvió a besarme dulcemente en los labios, sentí su lengua explorando mi boca con curiosidad, mientras sus manos acariciaban mi cintura acercando nuestros cuerpos aún más recostándome cuidadosamente sobre el pasto… sus labios bajaron de los míos y comenzaron a marcar mi cuello con el sello de su propiedad, dejando pequeñas marcas rojas por donde pasara, y la húmeda sensación de sus labios en mi cálida y ansiosa piel, hasta bajar por mi pecho – Ah… mm – Tímidos gemidos comenzaban a salir de mi boca al sentir como la lengua de él acariciaba mis pezones , la sensación de su lengua rozando con lujuria aquel lugar tan sensible para mí, me estaba volviendo completamente loco, delineaba el contorno de mis pezones con su boca, besando con lujuria y dando pequeñas mordidas, succionándolos sin compasión alguna, y llenándome de un placer inigualable

-          Misaki  - Musito con lívido en la voz, su mano fue lentamente hasta mi entrepierna, en aquel lugar tan sensible, y que en este momento sentía sumamente doloroso, por lo excitado que se encontraba, la mano de se movía con intensidad en mi miembro, haciendo que me sumergiera en un inmenso desierto de placer, solo el único deseo de sentirlo, el orgasmo estaba cerca podía sentirlo, Usagi-san se dio cuenta, bajando por mi pecho dejando un camino húmedo por él, llego hasta mi miembro, sabía lo que haría y no lo detendría, empezó a jugar con mi excitado miembro, lamiendo todo el contorno de este, dando pequeñas mordidas que me hacían gritar de placer, masturbándolo sin compasión, queriéndome llevar al borde del placer y locura misma – Mmmhh…Aaah – era tan vergonzoso pero a la vez tan placentero, el cómo los labios de Usagi-san acariciaban mi miembro, y lograban sacar lo más oscuro de mi

-          Aaah – gemí sonoramente al sentir como me venía, intente alejar de mi miembro a Usagi-san pero él se negó, me vine en su boca Usagi-san se levantó viéndome y  tragando toda mi esencia al momento de venirme, haciendo que me sonrojara y avergonzara sin límite – No… deberías hacer eso - Dije

-          Lo hago porque te amo, y no dejare nada que venga de ti - susurro con voz seductora, a la vez que volvía a besar mis labios, ahora con más profundidad, arrancándome el aliento, extrañaba tanto esto

-          ¡Ah! – Gemí fuerte al sentir como un dedo entraba en mi entrada, era realmente doloroso, mi cuerpo ya no estaba acostumbrado a ser tocado de esa forma es por eso que dolía más, Usagi-san comenzó a masturbar nuevamente mi miembro para distraerme de ese horrible dolor, cosa que funciono pero no por mucho tiempo, ya que un segundo digito se encontraba dentro de mí, nuevamente dolía, unas cuantas lagrimas caían

-          Relájate – Decía susurrando a mi oído – Te prometo que pronto será placer

-          S…si

El último digito entro y no podía soportar ese dolor, lentamente empezaba desaparecer, comenzaba a acostumbrarme a la intromisión aunque la que vendría después sería mucho más grande, los dedos desaparecieron llegando lo que más esperaba

-          ¿Puedo? - Pregunto mirándome fijamente a los ojos, nuestras respiraciones eran entrecortadas, y nuestros ojos ardían de pasión por el otro….

-          Si… - Suspire profundamente al sentir la punta de su miembro haciendo presión en mi entrada, lentamente fue entrando a mi interior, podía sentir lo caliente que estaba Usagi-san, lo deseoso, al igual que yo, mis manos se aferraron a su espalda enterrando mis uñas en ella seguro quedarían marcas, el dolor que ocasionaba su intromisión empezaba a desaparecer.

Me beso dulcemente en los labios, trasmitiéndome esa sensación de protección a mi ser, sus manos me acariciaban lentamente el pecho, dándome placenteras sensaciones… mi cuerpo se movió lentamente, provocando una pequeña embestida….

-Aaah- Mis labios se separaron de los suyos, al momento de sentir el placer que provoco esa pequeña estocada, Usagi-san comenzó a moverse lentamente, tortuosa y placenteramente, haciendo que perdiera mis sentidos, mi razón, mi identidad, todo, menos este infinito e irrevocable amor que siento muy dentro de mi corazón, y que quema con intensidad mi alma - nnhh, aaah….Usa..gi-san – Las estocadas cada vez se hacían más profundas y rápidas, llegando a un ritmo que nos embriagaba de placer a ambos


-Misaki…. – susurraba mi nombre entre jadeos mientras con cada estocada intentaba llegar más profundo, comenzó a pasear su lengua por el largo de mi cuello, haciendo que descargas de placer se extendieran por todo mi cuerpo, llevándome a mi limite

-          M…me… ¡ven…go! – Exclame seguido de un largo y profundo gemido que me propicio una estocada especialmente profunda, Usagi-san embestía mi cuerpo cada vez con más fiereza, jadeando ambos juntos, y disfrutando del acto de amor más placentero y a la vez sincero de todos…. – Aaaah- Mi cuerpo no soporto más y me vine entre nuestros pechos…. Sentí como Usagi-san hacia lo mismo dentro de mí, haciéndome estremecer de infinito placer que me provocaba el sentirlo dentro Usagi-san cayó rendido en mi pecho, con nuestras respiraciones entrecortadas

Después de unos minutos de haber experimentado este amor de nuevo, Usagi-san salió de mí, con cuidado de no lastimarme.

-          Te amo Misaki – Dijo para después besarme, se recostó junto a mi abrazándome, nos quedamos lo que restaba de la noche besándonos, acariciándonos, presenciando aquel amanecer que era uno nuevo para nosotros , era  lo que siempre soñé ver n amanece con él.

(Tres semanas después)

Hace dos semanas que regresamos a Japón, conocí a mis hermosas sobrinas las cuales son una ternura de niñas, cuando llegamos le dije a Usagi-san que me quedaría en casa de mi hermano pero hice todo lo contrario, opte por quedarme en casa de mi madre, fue difícil al principio volver a entrar a esa casa pero debía de superar el hecho de que mi madre ya no se encontraba, además sé que decidimos regresar e intentarlo de nuevo pero el vivir nuevamente juntos serie nuevamente precipitado.

Platique con Ritsu respecto a mi decisión y me dijo que él me apoyaría en lo que fuera necesario, a pesar de todo lo que le hice pasar actúa como si nada hubiera pasado, así es una semana llevo viviendo solo en casa de mi madre, hacia lo que ella hacia a diario, cuidaba sus rosas, todo el jardín que era algo muy valioso para ella, claro que diario recibía la visita de Usagi-san, diario llegaba con un ramo de rosas, es mas puedo decir que  cada que salgo tengo impregnado el aroma a rosas, vamos regresando de hacer unas compras, a la entrada nos encontramos con Ritsu, Masamune y las gemelas.

-          Tío Misaki, tío Usagi– Gritaron en unísono, ambas corrieron a donde nos encontrábamos, Usagi-san cargo a Misa mientras yo lo hacía con Nanami, desde que nos conocimos Nanami y yo hicimos cierta conexión, al igual que Misa con Usagi-san

-          Nos alegra haberlos encontrado – Dice Ritsu – Hola Akihiko-san

-          Hola Ritsu – Responde a su saludo – Masamune

-          Hola Akihiko

-          Gustan un poco de Limonada y pastel

-          ¡Sí! -  Grita Nanami

-          Yo también quiero pastel – Dice Misa

-          Bien entremos

Todos entramos a la casa, las gemelas comenzaron a jugar con los oso de peluche que Usagi-san me había regalos hace unos días, Ritsu y yo entramos a la cocina para poder llevar la limonada y el pastel, mientras que Masamune y Usagi-san platicaban en la sala.

-          Bein como te sientas ahora que vives solo y llevando una relación de pareja normal – Dice Ritsu

-          Muy bien diría yo, pero en verdad que es muy diferente al estar viviendo con tu pareja, pero aunque hayamos decidido comenzar de cero no estoy aun seguro de querer vivir con él todavía

-          Estoy seguro de que sabrán sobrellevar los problemas que aparezcan

-          Yo no dudo que podamos, pero aun así quiero estar convencido de que es tiempo de vivir con él, lo amo pero tengo miedo

-          Misaki… sigues siendo un niño

-          Ya no soy un niño

-          Para mi si

-          Me recuerdas a nuestra madre – Ambos nos quedamos callados, estoy seguro de que los dos pensábamos en ella, salimos de la cocina, con dos charolas, servimos la limonada y la rebanada de pastel, las gemelas felices se llevaron el suyo a seguir jugando con los oso – Bien a que debemos su visita

-          Queríamos pedirles un favor – Dice Masamune  - Ritsu y yo hemos decidido ir a una segunda luna de miel, hace mucho que no tomo unas vacaciones así que ahora que regreso Akihiko y tu Misaki  decidí que era hora de ir unos cuantos días a pasarla bien con Ritsu.

-          Lo que quieres decir es que si podemos cuidar a las gemelas por ustedes – Dice Usagi-san, le doy con el codo a un costado, hace un gesto de dolor

-          Por lo visto sigues igual que siempre Akihiko, pero si nos podrían hacer el favor créanme que se lo vamos  agradecer, teníamos pensado pedírselo Yokosawa y Kirishima pero fueron a casa de la abuela y no regresaran hasta dentro de dos semanas, Robert y Haruka también pero en estos momentos se encuentran ocupados por una adopción que están haciendo

-          ¿Adopción? – Digo confundido

-          Si – Responde Ritsu – Nos platicaron que habían ido de campamento a una reserva ecológica y que mientras caminaban escucharon unos llantos, los siguieron  hallando una tienda de campaña destruida, buscaron en el interior y encontraron un niño, Robert dijo que no parecía tener más de tres años, al parecer había sido atacada por un oso, desafortunadamente los padres del pequeño murieron, así que decidieron adoptarlo

-          Que des fortuna por los padres del pequeño

-          Lo mismo pensamos pero fue una fortuna que ellos lo encontraran

-          Cierto, pero cambiemos de tema

Continuamos platicando, era tan cómodo platicar entre familia que no puedo creer que estuve a punto de perder esto.

(Una semana después)

Hace una semana que Ritsu y Masamune se fueron a su segunda luna de miel, Misa y Nanami se quedaron  felices de saber que se quedarían a nuestro cargo, algo que sabían muy bien era que nosotros las consentíamos en todo, en verdad es pesado cuidar a dos pequeñas que exigen demasiada atención, estoy un poco agotado por fortuna solo es un poco ya que Usagi-sa viene ayudarme diario un día intento hacerles el mismo el desayuno termino siendo un completo desastre en la cocina, aun así  es de una gran ayuda,  el día de hoy decidimos llevarlas al parque de diversiones.

-          Tío Misaki quiero subirme a ese – Dice Nanami señalándome la montaña rusa

-          Pero no  creo que puedas subir aun – Digo, a lo que ella hace un puchero

-          One-san aún estamos muy pequeñas para subirnos – Dice Misa – Mejor subámonos a ese – Señala la rueda de la fortuna

-          Pero yo no quiero ese

-          Nanami aún no puedes subirte a la montaña rusa, es para niños más grandes

-          Y si tío Usagi sube conmigo – Miro enseguida a Usagi-san pidiéndole ayuda, él sonríe acercándose a Nanami

-          Que te parece si mejor vamos por un helado grande – Al escuchar eso los ojos se le iluminaron

-          ¡¡¡Sí!!!

-          Yo también quiero un helado grande de este tamaño – Dice Misa haciendo seña, me daba gracia al verlas así de emocionadas

-          Las consentimos demasiado

-          ¿Tú lo crees? – Pregunta Usagi-san

-          Si no lo creyera no te lo diría   - Usagi-san se acerca a mí, me toma de la cintura para pegarme a su cuerpo

-          Sabes eso es lo que más amo de ti, que me dices las cosas directamente  dime Misaki ¿Cuándo aceptaras volver a vivir conmigo?  

-          Usagi-san aun no…

-          Misaki ya deja el miedo a un lado, nada volverá a pasar te lo prometo

-          No lo se

-          Que más debo hacer para que me aceptes – Sin esperar respuesta me beso, era imposible resistirme a esos besos que él me daba, no me importa que nos vean

-          Tío Misaki, tío Usagi no se queden atrás – Escuche gritar a Nanami, nos separamos, Usagi-san entrelazo nuestras manos, para caminar juntos

 El día transcurrió normal, ente diversión y montadas  a los juegos mecánicos, los juegos de destreza fueron lo mejor, en todos ganaba Usagi-san, llego un momento en el que le prohibieron jugar ya que a todo que iba ganaba, fueron tantos los premios que pensé que no cabríamos en el auto de regreso, llegamos ya noche puesto que nos quedamos al espectáculo de fuegos artificiales que hacían en las noches, un hermoso espectáculo. Mire el reloj y ya casi era media noche, entre los dos llevamos a las gemelas a su cuarto, les cambiamos de ropa y las acostamos cubriéndolas con el edredón, salimos del cuarto sin hacer ruido.

-          Gracias por lo de hoy – Digo

-          No tienes nada que agradecer, me la pase muy bien el día de hoy

-          Yo también – Nos quedamos en silenció unos momentos, lo miro directo a sus ojos, para perderme unos momentos en ello

-          Misaki

-          Ah – Salgo del pequeño trance en el que estaba -  Creo que será mejor que…  - Pero antes de que pudiera terminar de hablar Usagi-san ya estaba besándome, me pegaba a su cuerpo sin querer dejarme ir, sin saber cómo tomamos la decisión en torpes pasos llegamos a la   habitación, cerrando la puerta con seguro, como pude me separe de sus labios – Usagi-san… no podemos

-          ¿Por qué? – musitaba mientras comenzaba a besar mi cuello

-          Las… las gemelas esta… en el cuarto… continuo… nos… ¡ah! – Un gemido había sustituido mis palabras

-          No te preocupes solo no dejes que nos escuchen

-          No espe… - Era inútil no me escucharía, Usagi-san continuo besando mi cuello hasta que me llevo a la cama recostándome en ella, sin antes no haberme quitado la polera que tenía puesta, me estaba dejando llevar, ya había sido una semana la que no me tocaba por cuestión de las gemelas, era más que claro que ambos estábamos a nuestro límite, Usagi-san besaba con esmero mi pecho, incluso jugaba con mis pezones, mordiéndoles, delineándoles el contorno y succionando a su antojo, subiendo el nivel de mi excitación hacia él.

Ya que él me había quitado mi polera yo no me quede atrás, quitándole su camisa negra que tenía puesta, por extraño que suene cambiamos de posiciones, ahora era yo quién estaba arriba, así como el besaba mi pecho yo hice lo mismo, bajando y dejando un húmedo camino llegando hasta su pantalón, desabroche el cinturón y enseguida el botón junto con la bragueta, Usagi-san se había semi levantado, reposando todo su peso sobre sus codos, mirando con detenimiento mi acción, jale un poco su pantalón junto con sus bóxer para dejar libre su erección, empecé a masajearlo subiendo de arriba abajo, dándole placer a Usagi-san, de reojo miraba sus expresiones que hacia al sentir como lo masturbaba, “Cielos también estoy muy excitado” , sabía que ya no era suficiente mi mano, ahora era turno de mi boca, primero lamí después lo metí de lleno,  hacía lo que mi mano, solo que ahora podía succionar, daba leves mordidas a lo largo de su miembro, pequeños gruñidos se le escapaban de su boca, “Genial ahora sabrá que no será tan fácil que las gemelas no nos escuchen”

Podía sentir como se hacía más gruesa y más grande, en cualquier momento terminaría corriéndose en mi boca, bueno no será tan malo sentir su sabor

-          Mi… ya no… - Intentaba decir, incluso intentaba separarme de su miembro pero no se lo permitía, finalmente no pudo más y se vino, llenando por completo mi cavidad bucal incluso un poco callo a mi pecho, lo trague todo dejando a Usagi-san sorprendido, solo fueron unos segundos después cambio su  expresión a una llena de diversión mezclada con deseo – Fuiste muy travieso – Dice pegándome a su cuerpo mientras me terminaba de dejar desnudo

-          Pensé que te gustaría – Susurro en su oído después lo muerdo, sentí como su miembro volvía a ponerse duro

-          Claro que me gusta – También susurra – Aunque me gusta más sentirme dentro de ti

-          Igual yo – Eso fue todo lo que tuve que decir para que me tuviera debajo de el nuevamente, Usagi-san tenía planeado prepárame antes de entrar en mi pero ya estaba demasiado excitado, no podía esperar más, Usagi-san se acomodó entre mis piernas, comenzando a entrar en mí, en verdad no sentía dolor, solo placer un placer que no se puede describir con palabras solo con acciones, las embestidas no se hicieron esperar, primero lentas pero no tardaron en hacerse más fuertes, mis gemidos buscaban la manera de salir y ser escuchados pero debía impedirlo, constantemente lo besaba pero después me mordía el labio para no gritar, las embestidas que hacia Usagi-san llegaron a lo más profundo de mí.

-          ¡¡Ah!! – Grite, no pude más y deje salir un grito mostrando lo bien que se sentía

-          Shu… – Poso un dedo en mis labios – No querrás que las gemelas se despierten verdad

-          Mhg… - Es el único sonido que se escuchaba, mantenía mi boca cerrada, pero estaba seguro que no aguantaría mucho más, sentía el orgasmo aproximarse – Ya no… me… - Usagi-san comprendió lo que intentaba decir, tomo mi miembro  empezando a masturbarlo, solo bastaron unas estocadas – ¡¡AAAH!! – Gritamos en unísono  me vine completamente en su mano y el dentro de mí.

Usagi-san cayó sobre mi pecho estaba más que exhausto, el día había sido bastante productivo y sobre todo la noche lo fue más, Usagi-san salió de mi sin lastimarme y se acomodó a mi lado, dejamos que nuestra respiración se regularizara, mientras esperábamos que las gemelas no se hubieran despertado, pensé que me quedaría dormido como ya era costumbre pero no tenía nada de sueño, me moví en la cama de tal manera que quedara viéndole.

-          ¿En qué piensas? – Pregunta a la vez que juega con mi cabello

-          En nada – Respondo

-          Pues pareciera que piensas en algo muy importante

-          Te aseguro que no pienso en nada – Me levanto de la cama tomando la camisa de Usagi-san para poder ponérmela, en el movimiento una de las almohadas se calló dejando a la vista una hoja, la tomo con curiosidad leyendo el contenido

“Te casarías conmigo”

Decía la nota, mire de nuevo el lugar en donde estaba la nota y había un anillo, con una pequeña piedra en él era el único adorno que tenía, mire de prisa a Usagi-san el cual me mostraba gran añoramiento en su mirada, tomo el anillo de donde se encontraba y lo coloco en mi dedo anular

-          Sé que no es fácil para ti poder superar los errores que hubieron en el pasado, incluso sé que tienes miedo de que yo vuelva a convertirme en esa persona que causo la muerte de nuestra pequeña Nanami – Dice - Pero yo también tengo miedo, tengo miedo a perderte, tengo miedo a al despertar en la mañana  y no ver que estas a mi lado como era antes, tengo miedo a venir un día a verte y saber que desapareciste, yo también tengo miedo, Misaki, por eso quiero que tú y yo juntos desaparezcamos ese miedo que nos invade, por favor cásate conmigo – No sabía que decir me había tomado desprevenido, como imaginarme que me pediría nuevamente matrimonio, pensé que algún día volveríamos a vivir juntos pero no imagine que casados, si es verdad que el miedo me invade pero tal vez… solo tal vez… estando de nuevo con él pueda hacer que ese miedo desaparezca

-          Usagi-san yo…

-          Misaki …

-          Acepto – Termino de decir, había aceptado, lo había hecho, era lo mejor, después de todo él y yo nos amamos 

-          Te amo – Dice besando mi mano ahora que ya está adornado con un anillo, mis mejillas empiezan arder, me estoy sonrojando – Te amare por siempre

Usagi-san me apega a su cuerpo y lo abrazo con toda mis fuerzas, él está feliz y yo también lo estoy.

(Tiempo después)

Ritsu y Masamune finalmente regresaron de su luna de miel, al regresan estaban felices, la gran noticia era de que Ritsu estaba nuevamente embarazado, aun puedo recordar la inmensa felicidad de esperar a un bebe, aunque ya no es mi situación, porque no sé si podré volver a quedar en cinta, hoy decidimos hacer una pequeña fiesta, algo intima solo con amigos y familia.

Ritsu y Masamune con mis hermosas sobrinas, Rober y Haruka con su hijo que acaban de adoptar, Yokosawa y Krishima junto con la pequeña Hiyo, aunque no trate mucho con ellos, son muy buenos amigos de Masamune además ellos ayudaron a localizar  Ritsu cuando sucedió lo que sucedió y unos invitados más Catalina  y su esposo Matthias Diekmann, Usagi-san fue a recogerlos a aeropuerto mientras yo me queda con los demás

-          Misaki – Escucho que me llaman, miro y es Catalina quien llega con un bebe en brazos, me acerco a saludarla

-          Hola Catalina hace tiempo que no te veía

-          Lo mismo digo – Responde con una sonrisa

-          Veo que ya eres madre

-          Sí, me tomo desprevenida pero estoy feliz

-          No pensé que escucharía a ti decir eso

-          Bueno yo tampoco pero el tener un hijo hace que cambies mucho

-          Si… es verdad – Respondo bajando la mirada

-          Lo siento… no quería que recordaras

-          No te preocupes ya no me afecta tanto, pero dime y tu esposo

-          Ya sabes que en pláticas de hombres las mujeres salimos sobrando, pero ya que tú me preguntaste por Matthias dime como es que Akihiko y tú se reencontraron – Sabia que me preguntaría, le conté como es que Usagi-san y yo volvimos a reencontrarnos, parecía contenta mientras escuchaba, aunque no sé si feliz por Usagi-san o por mí – Espero que esta vez no lo arruines

-          Eso es a lo que más temo

-          Pues será mejor que no lo hagas porque ahora si ni en sueños dejare que lastimes a mi querido Akihiko

-          Créeme que eso es lo último que hare, fue duro para los dos permanecer varios años separados

-          Yo también pienso lo mismo, hay algo que  no sabes, pero Akihiko y yo nos encontramos en Alemania, justo después de que regresamos Matthias y yo, había salido al comprar unas cosas y justo cuando pase por un parque lo vi sentado en una banca observando a los niños jugar, cuando me acerque a verle me sorprendí estaba muy demacrado incluso en su mirada no mostraba nada de vida como la que muestra ahora, estaba preocupada así que le conté que tú y yo viajamos durante unos años, el haber sabido de ti  le hizo recuperar algo de vida, su expresión cambio totalmente, podría decir recordó cuando ustedes fueron felices

-          Usagi-san no me dijo nada

-          Lo más seguro es que no sabía cómo decírtelo, Akihiko me platico como es que perdiste a la bebe, incluso lloro en ese momento,  después de todo era su hija aunque en ese momento no lo pensaba así

-          No pensé que… 

-            Akihiko se quedó con nosotros alrededor de un mes, el día en que decidió que ya era tiempo de irse,  antes de abordar el avión me preguntó si sabía en donde estarías, pero yo no le supe responder, no sabía dónde viajarías, eres tan impredecible que tal vez cambiarias tus ruta de viaje, es por eso que no supe responderle, pero afortunadamente volvieron a encontrarse y ahora sé que será para siempre  – Ambos miramos como Usagi-san y los demás platicaban tan amenamente

-          Para siempre suena mucho tiempo – Digo

-          Si es verdad que suena mucho tiempo pero, a pesar de todo Akihiko te ama y te ama demasiado como para aceptar sus propios errores incluso para olvidarlos junto con la persona que los hizo cometer – Dice, me siento apuñalado pero tiene razón

-          ¿Crees que pueda volver a funcionar esto nuevamente?

-          La verdad no sé si volverá a funcionar lo de ustedes, nadie sabe el futuro, se supone que la historia ya está escrita pero soy de las personas que prefiere escribir su propia historia, pero si la historia de ustedes está escrita para fallar serias un tonto al dejar que eso se haga realidad, es hora de que ustedes decidan que escribir, ustedes lleven su propia historia – Analizo un poco las palabras de Catalina,  mientras observo a Usagi-san sonriendo mientras caminaba hacia nosotros “Escribir nuestra propia historia”

-          Misaki – Me llama – Creo que es hora de que demos la noticia

-          Si – Tomo su mano para caminar juntos hacia donde estaban los demás “Escribir nuestra propia historia”

Prov. Ritsu

Felicidad esa era la palabra con la que podía decir todo, soy feliz con Takano-san, ten a mis hermosas hijas y estoy esperando una bebe más, la verdad nos tomó por sorpresa, Takano-san está feliz de poder vivir un embarazo junto conmigo, estoy seguro de que me consentirá demasiado, hoy es la boda de Misaki  con Akihiko-san, se ven muy felices a pesar de todo, estoy seguro de que ellos podrán ser felices, al igual que lo somos nosotros.

Takano-san entrelazada mi mano con la suya, estoy seguro de que ambos tenemos el mismo recuerdo en nuestras mentes, el día en que nos casamos, mientras la ceremonia de ellos continua, Takano-san me abraza, toda tarde se la paso abrazándome. Fue solo en una ocasión en la que nos separamos y fue para despedirnos de Misaki y Akihiko-san se irían a su luna de miel, Nanami se quedó triste al ver que su tu tío se iba pero tambein estaba feliz por ellos, no me sorprendo mucho de la conexión que tuvieron ellos al conocerse, Misaki la quiere mucho y él a ella, es extraño decirlo pero a veces veo a Misaki en ella cuando éramos pequeños, tal vez él ahora  vea a su hija en Nanami, son tan similares.

Llego la hora de dormir, las gemelas ya estaban dormidas cada quien en su cama correspondiente, en verdad que pasa muy rápido el tiempo, el recuerdo de cuando nacieron, cuando nos desvelábamos, cuando cumplieron su primer año, cuando regreso Misaki y ambas lo conocieron, y ahora el recuerdo de mi hermano volviendo a realizar su felicidad, recuerdos que atesorare por siempre

-          Ritsu – Me llama Takano-san abrazándome por atrás, depositando pequeños en mi cuello  

-          Que sucede Masamune

-           Me gustaría volver a casarme contigo – Susurra, doy una pequeña risita

-          No digas tonterías, si ya lo estamos- Me alejo un poco de él, entrelazo su mano con la mía y hago que salgamos de la habitación de las niñas para ir a la nuestra, una vez que estamos dentro, vuelve abrazarme

-          Eso no importa, creo que deberíamos hacer nuestros votos – Sigue  diciendo

-          Ahora que recuerdo nosotros no dijimos ningún voto

-          Que te parece si lo hacemos ahora 

-          ¿Ahora?

-          Si – Dice, se aleja un poco de mí, tomando mi mano, colocándola en su pecho, siento como su corazón late - Yo Takano Masamune te tomo a ti como mi esposo, para amarte respetarte, quererte, soñarte, añorarte, en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas, por el resto de mi vida, porque te amo – Sus palabras resuenan en mi cabeza grabándose como si fuera un tatuaje no sé qué decir, Takano-san siempre hace que me ponga nervioso, respiro lo suficiente para poder decir mis votos a él

-          Yo Onodera Ritsu – Comienzo - Te tomo a ti como mi esposo, para amarte, respetarte, en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas, por el resto de mi vida y le doy gracias a la vida por ponerte en mi camino ese día que encontré a Sorata,  para poder ser feliz contigo te amo Masamune  - Takano-san sonríe, de la misma manera lo hago yo, nos besamos dulcemente, trasmitiendo ese amor que ambos sentimos, no podía pedir nada mas

-          Ritsu… siempre tuyo – Reconozco  esas palabras

-          Siempre mío – Continuo

-          Siempre nuestro – Terminamos de decir en unísono

-          Masamune, justo ahora, mañana, toda la semana, todo el tiempo, toda la vida

-          Claro que lo hare

El manto obscuro que cubría el cielo esa, noche, junto con las estrellas, y la luna  en lo más alto, pareciera que quería brindarnos la mejor luz que podía tener, eran testigos de aquel amor que nos demostrábamos, entre besos, carias y algo más.

Esta historia finalmente había acabado, una historia llena de dolor, amor, sufrimiento y mucho drama, pero era hora de escribir una nueva historia.

Notas finales:

que bien espero que les haya gustado, lo siento pero no podía dejar a mis amados románticos separados fue la primera pareja de Yaoi que me gusto y no quería ser así de mala con ellos (aunque ya tenia en mente hacer eso y no lo podia cambiar), bien muchas gracias por haberlo leído en verdad agradezco que se tomen el tiempo para hacerlo, espero ver sus comentarios y ahora solo falta un especial pero me gustaría saber de quien quiere que lo haga la pareja que mas botos tenga ese sera el especial bueno me despido y que tangan una buena tarde 

PD: Los invito a leer mi nuevo fan fic que se llamara "Pareja en alquiler" igual ya saben es de mis amados Nostalgicos y mis querido Romanticos espero que les guste lo publicare a mas tardar el lunes espero contar con sus lecturas y sus comentarios 


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