Cap.7 placer y pasión
Necesito hacerlo mío…
Prov. Misaki
- Necesito… Misaki… - Susurraba Masamune entre besos
- Masamune
Sin decir otra palabra, pego más mi cuerpo al suyo, aunque mi ropa esta mojada puedo sentir un inmenso calor que emana del cuerpo de Masamune, su traviesa lengua delineaba mis labios intentando excitarme más de lo que ya estaba, nuestras bocas nuevamente se unieron ahora nuestras lenguas peleaban por saber cuál era la ganadora.
La ropa comenzó a estorbar y empezamos a quitarla, aventándola sin siquiera saber en dónde caía. Nos separamos un poco ante la falta de oxígeno solo nos unía un fino hilo de saliva, nuestras respiraciones ya eran entrecortadas, el calor en la habitación aumento con tan solo lo que habíamos hecho. La pasión que me ha provocado este hombre es indescriptible, en un ágil movimiento ya nos encontrábamos en la cama, solo nos cubría una prenda, no tardo en desaparecer entre la demás ropa que estaba regada en la habitación.
Sus manos recorrían mi cuerpo delineando cada parte que encontraba, su simple roce hacia que mi piel se erizara, leves gemidos salían de mi boca los acules se ahogaban en el beso demandante que nos dábamos.
Su boca abandono la mía, empezó a bajar por mi cuello, lamiendo, mordiendo, succionando mi piel, subiendo de nivel a cada momento, lentamente bajaba hasta llegar a mi pecho, con las yemas de sus dedos, presionaba de manera deliciosa mis pezones, arrancándome gemidos que empezaban a llenar la habitación, después su boca fue la que hacía el trabajo sobre ellos, dando pequeños mordiscos, siento como mi pequeño amigo empieza a despertar, al parecer Masamune se dio cuenta y su mano libre bajo para ayudarlo, al sentirlo gemí más alto, una risita se escapa de la boca de Masamune.
Nuevamente su boca hace camino de besos, dejando húmedo por donde pasa, llega a mi miembro comienza a delinearlo con su lengua, lamiendo como si de una paleta se tratase, lo necesitaba, necesitaba sentir su boca sombre mi miembro, el tiempo que espere se me hizo eterno pero al fin lo hizo, metiéndolo por completo, iniciando un vaivén, imitando lo que supongo son embestidas, por alguna extraña razón alzo mi cadera y hago el contacto más placentero, él lo entiende y aumenta la velocidad de hacerlo, mis dedos se entierran en esa selva negra, siento como mi cuerpo no aguanta y una corriente se hace presente en mi columna llevándome al orgasmo, mi respiración es casi nula, cierro mis ojos y al abrirlos veo como Masamune lame sus dedos, terminando de probar mi esencia.
Me levanto para quedar a su altura cerca de su boca, siento su respiración sobre mi rostro, miro sus ojos y me hundo en esa laguna café
- ¿Quieres continuar? – Dice – Por qué ya no me podré detener
- Hazlo – Susurro en su oído después muerdo el lóbulo, escucho un ligero gruñido de su parte
Sus manos se posan sobre mi cadera, muerdo su cuello, y ahora soy yo quien baja atender a su amigo, al llegar lo tomo con ambas manos, en verdad que es grande, inicio de la misma manera en la que él lo hizo, lamo desde la base hasta la punta, parece que lo disfruta, lo meto de lleno a mi boca, siento como toca mi garganta, hago el mismo movimiento, alzo la mirada y veo sus ojos cerrados, mordiéndose el labio inferior para evitar que salgan sus gemidos, su manos esta sobre mi cabeza, ayudándome a darle más placer, su miembro se pone aún más caliente, un dolor se hace presente algo entra en mi parte trasera, siento como se mueve haciendo círculos, intento quejarme pero no puedo, pronto son dos los que se mueven en mi interior y aumenta a tres. Masamune hace que me levante, y me voltea haciendo que mi rostro quede sobre las almohadas y mi cadera queda levantada.
Su “gran” amigo entra en mí de una sola estocada, suelto un grito, aprieto mis puños sobre las sabanas a tal punto que se hacen blancos, los movimientos inician y el dolor comienza a desaparecer, los gemidos vuelven a invadir el cuarto, Masamune me levanta y su pecho roza mi espalda, su respiración acaricia mi oído y su boca muerde mi cuello.
- ¡Ah! Masa… mune ¡ah! – Sus manos juegan con mis pezones y con mi miembro, sus embestidas son más fuertes y dan en un punto que mi cordura es nula – ¡Ah!
- Ahí es donde… te gusta
- ¡Ah!… s… si
- Muy bien…
Masamune me cambia de posición quedo frente suyo, me recuesta y vuelve a embestirme llegando al punto una y otra vez mi cuerpo no soportara mucho, pero no me importa quiero seguir sintiéndolo.
- Ya no… puedo ¡ah!
Toma mi miembro, comienza a masajearlo intenta hacer el orgasmo más placentero, una corriente lega y me corro en su mano, poco después él lo hace, me llena de su esencia, siento arder mi interior, es mi primera vez y me encanto.
Masamune estás sobre mi pecho, recuperándose del fuerte orgasmo que tuvo al igual que yo, todavía lo siento dentro de mí y me agrada
- ¿Te lastime? – Alza su rostro y queda a la altura del mío
- En lo absoluto
- Me alegro – Sale de mí, siento como su esencia también sale, me levanto y me siento, agarro la primera prenda que encuentro y es una camisa suya
- Tengo que irme ya es tarde – Miro el reloj y ya son las 10 de la noche
- Quédate está noche – Dice
- Preferiría no hacerlo no quiero que mi madre se preocupe
- Aunque yo te lo pida – Se acerca y roza mis labios con los suyos, es una tentación
- Masamune…
- Quédate…
Me besa y la camisa que tenía puesta vuelve a caer al piso.
Prov. Ritsu
Son las 11 de la noche y Misaki no ha regresado, parezco león enjaulado dando vueltas en la sala. Tuve que mentirle a mi madre diciéndole que se quedaría con su amigo Robert, odio mentirle a mi madre. Decido subir a mi habitación para poder estudiar esta claro que Misaki no llegar esta noche, me siento frente a mi ordenador y lo enciendo, el día de mañana tendré examen así que estudiaría hasta tarde
Pierdo la noción del tiempo y cuando menos me lo espero ya son las tres de la mañana, apago mi ordenador y me meto en mi cama dejo que el sueño me arrastre.
Un molesto sonido comienza a despertarme, es verdad mi alarma la deje puesta, aún tengo sueño pero me levanto para poder presentar mi examen. Me visto, me lavo la cara y los dientes, tomo mi mochila y bajo a la cocina, recuerdo que es mi turno preparar el desayuno
- Buenos días hermano – Al entrar Misaki está sentado frente a la mesa y mi madre cocinando – Que sucede hermano parece que hubieras visto un fantasma, o acaso no dormiste bien
- Algo parecido – Respondo - Me quede despierto hasta tarde, tuve que estudiar
- Es verdad que tienes examen – Dice mi madre – Espero que te vaya bien
- Por supuesto que me ira bien – Digo sonriéndole a mamá
Desayunamos, al menos yo no dije nada en todo el desayuno mamá estuvo platicando mucho con Misaki, preferí dejarlos ella se veía tan contenta que no quería arruinarlo, cuando termine lleve mis platos a lavabo, salí de la cocina entre a la sala, poco tiempo después Misaki entro
- ¿En dónde estuviste?
- En la casa de un amigo – Dice
- Por lo menos pudiste haber avisado tuve que mentirle a mamá
- Lo siento no volverá a suceder
- Eso espero se supone que no debemos preocuparla y es lo primero que haces
- En verdad te juro que no volverá a pasar
- Por el momento tendrás que quedarte todo el día con ella espero que cuando llegue de la universidad no me encuentre con la sorpresa de que no estas por qué en esta ocasión no mentiré
- O que tú digas hermano – Ladea la cabeza mostrando su cuello noto una marca, me acerco y la toco
- ¿Qué es esto? – Misaki golpea mi mano y tapa esa marca
- No es… nada – Dice nervioso
- Si no fuera nada no te pondrías así de nervioso
- Solo… es un piquete de mosco solo eso
- Si claro me voy
- Suerte…
Estoy algo molesto con Misaki tomo mi mochila, me despido de mi madre y salgo hacia la universidad, camino con calma hacia la estación del metro, aún tengo tiempo, decido tomar un camino diferente al pasar por el contenedor de basura escucho un ruido, un maullido. Me acerco a donde hay una gran cantidad de cajas, empiezo a guiarme por el diminuto maullido hasta que lo encuentro, un pequeño gatito negro, su pecho y parte del su hocico era blanco al igual que la puntas de sus patas, un gatito muy lindo
- Hola pequeño – Lo acaricio y comienza a ronronear – Estas solo verdad, no entiendo cómo es que la gente puede hacer esto
Sigo acariciando el gatito y pienso que hacer con él, no lo puedo llevar a casa mamá está enferma y aparte es alérgica a los gatos, tampoco lo puedo llevar la universidad, si lo ven me podrían regañar, que hago
- Piensas abandonar a ese pobre animal – Volteo a ver de dónde vino la voz, veo un auto negro estacionado a un costado mío, un hombre de cabello negro y piel apiñonada tenia puesto lentes obscuros, no podía ver el color de sus ojos – Contéstame lo vas a abandonar
- ¿Eh? Por supuesto que no
- Entonces, por qué hay una caja con una manta frente a ti, cualquiera que lo vea pensaría que abandonara al gato
- Para su mayor información acabo de encontrar al este gatito
- Ha si así fue te pido una disculpa – El desconocido se quita las gafas y me deja ver sus ojos un color algo común avellana – Y dime ¿Qué piensas hacer con el gatito?
- ¿Eh? No lo sé, no lo puedo llevar a mi casa mi madre es alérgica a os gatos y tampoco lo puedo llevar a la universidad por qué me regañarían
- Y si me lo quedo yo – Dice y me sorprendo al escucharlo, al instante se acerca y toma al gatito en sus brazos, el pequeño parece estar muy cómodo con él ya que comienza a ronronear
- No quiero… ocasionarle problemas
- Para mí no es ningún problema, vivo solo así que la compañía de este pequeñín me caerá bien, verdad que si – El gatito maúlla en forma de respuesta, sin querer ya encontró dueño
- Si no es ningún problema, se lo encargo mucho
- Claro
- Me retiro – Hago una reverencia en forma de agradecimiento – Nos vemos pequeñín
Mi celular suena y contesto
- Buenos días Kisa – Saludo alegremente
- ¿Buenos días? No me digas que apenas te estas levantando – Grita por la línea
- No de hecho voy camino para la universidad
- ¡Cómo! Ricchan ¿Ya viste la hora que es? El examen está por comenzar – Miro el reloj y ya son las 9:15 el examen es a las 9:30
- No puede ser si salí temprano de mi casa
- Pues no sé que es lo que te entretuvo pero será mejor que llegues recuerda que es el examen final
- Tratare de llegar
- Eso espero
Termino la llamada y guardo mi celular, espero un taxi pero no pasa, comienzo a preocuparme
- Si quieres te llevo – Se me había olvidado el chico que se quedó con el gato
- ¿Eh? No quiero causarle
- Es en forma de agradecimiento por el gato sube – Me hace una seña, termino por aceptar ya que si no lo hacía no llegaría al examen, subo a su auto y en el amino me llevo al gatito en mí regazo – A donde te llevo
- A la universidad “M”
- Bien está cerca no tardaremos
Empieza a manejar, no pongo atención, juego con el gatito mientras él maneja. Sin darme cuenta ya estábamos afuera del plantel, me bajo y dejo al gato en el asiento.
- Gracias por traerme – Digo
- No fue nada, adiós
- Adiós
Arranco el auto y se fue, la campana de la escuela suena y yo entro corriendo, al llegar a aula por suerte el demonio Kamijou no ha llegado, subo las escaleras y me siento en mi lugar
- Pensé que no llegarías – Reprocha Kisa
- Lo siento
- Tienes suerte de que el demonio Kamijou no haiga llegado aún
- Si
- Y ¿Por qué te retrasaste?
- Por nada en especial – Respondo – Solo un pequeño percance
- Mmmm… y ese “pequeño” percance tiene nombre – Dice haciendo comillas con sus dedos
- No, no lo tiene – Que recuerde no le puso nombre al gato – El gato aún o tiene nombre
- Estabas hablando de un gato – Muestra una cara de decepción – Pensé que hablabas de algún chico
- No, aunque si no fuera por él no hubiera llegado
- ¿Él? Hablas de un chico
- Si, cuando venía para acá me encontré a un gatito, pero como no lo podía llevara mi casa por mi mamá y mucho menos traerlo a la universidad se lo quedo un chico que iba pasando
- Eso ya me gusta y como se llama el chico que te trajo
- No lo sé – Digo sin más – No le pregunte su nombre
- ¡¿Qué?! – Grita Kisa haciendo que nuestros compañeros volteara a vernos
- Kisa… cálmate
- Como es posible que no le preguntaras su nombre
- Se me olvido, ¿Además a mí de que me sirve saberlo?
- Tal vez para que tengas con quien salir, tal vez así te animas a tener un novio
- Deja de decir tonterías yo tengo a Akihiko-san
- Pues a mí no me has convencido con que te casaras con él, hasta que no ve a u anillo en este dedo – Da unos golpecitos con mi dedo anular – Nada es oficial aun así que aún estas libre
- Kisa por favor deja de decir esas cosas
- Solo estoy diciendo la verdad
- Como digas
- Buenos días alumnos disculpen la demora tuve un problema – Se excusa Kamijou-sensei - Espero que estén listos para el examen, ya que el que haiga llegado tarde no significa que no lo aran, tiene una hora para contestar el examen – Me entrega mi cuadernillo – Inicien ahora
- Ricchan piensa lo que te dije – Susurra Kisa
Continuara……