Cap.8 la cena, anuncio… quebrándose
Prov. Misaki
- ¿Mamá? – busco a mi madre por toda la casa pero no la encuentro, el único lugar que me queda por buscar es el jardín, me acerco a la puerta que da hacia ese lugar, tuve razón está regando sus rosas que tanto ama.
Me siento, juntando mis rodillas a mi pecho, miro como riega agua en esas hermosas flores, al verla recuerdo a mi padre, él también se sentaba aquí para verla hacer su pasatiempo favorito. Mi padre amo mucho a mi madre siempre procuro por ella y siempre le daba lo mejor, pero no esperábamos que ocurriera ese accidente en la construcción que él dirigía, un día triste para los tres, cada día recuerdo esta tarde lluviosa en la cual nos llegó esa noticia que devasto por completo a mí familia.
- Misaki ¿Cuánto llevas sentado en ese lugar? – Mi madre me saca de mis pensamientos
- No mucho – Respondo – Me gusta observarte regar tus rosas
- Eso mismo me decía tu padre
- Lo sé, lo extraño demasiado
- Yo también, pero sé que él sigue aquí con nosotros
- Si
- ¿Quieres una rebanada de pastel? – Dice mostrando su sonrisa de siempre
- ¿Pastel? Mamá tú no puedes comer eso, Ritsu se puede enojar si se entera
- Tu hermano no tiene por qué enterarse – Me guiña el ojo – Es tu pastel favorito
- Mmmm… Está bien
Mi madre entra a la casa y unos minutos después sale con una charola, en ella está el pastel, un par de platos, cubiertos y dos tazas junto con una jarra, le ayudo a colocarlo a un costado de nosotros, mamá sirve un poco de té, yo sirvo el pastel, empezamos a comerlo y la verdad sabía delicioso, me concentro tanto que no pienso en otra cosa hasta que mi madre habla
- Faltan pocos días – La escucho decir
- ¿Eh?
- Faltan pocos días para que tu hermano se comprometa oficialmente
- Ah… - Es lo único que puedo decir, recuerdo su propuesta de Usagi-san, aun no eh pensado en nada, no sé qué respuesta le daré, tal vez si le digo a mamá ella me podrá decir – Mamá…
- Si hijo
- Me podrías dar un consejo
- ¿Un consejo?
- Si, bueno es que tengo un problema
- Explícame – Tardo un poco en decirle, intento tomar valor para que no lo tome a mal, meto mi mano a mil bolsillo de mi sudadera que tengo puesta y saco el anillo que me dio Usagi-san, se lo muestro pero no dice nada
- Usagi-san me propuso matrimonio – Digo sin rodeos
- ¿Usagi? Quién…
- Usami Akihiko, el “prometido” de Ritsu
- ¡¿Qué?!
- El día que te llevamos al hospital me lo dijo, me dijo que está enamorado de mí, desde el día en que nos conocimos
- ¿Ya se conocían?
- Fue en Estados Unidos mamá – Termino de decir, miro su rostro y muestra confusión y decepción, se queda unos segundos callada analizando lo que le acababa de decir
- Pero… y tu hermano – Dice en pausas – Él está esperando a que Akihiko-kun…
- Lo se madre y no sé qué hacer, Usagi-san me pidió una respuesta para este domingo
- Y ya lo pensaste
- No aun no – Muevo mi cabeza en forma de negación
- ¿Qué piensas decirle?
- No lo sé, no quiero que Ritsu salga lastimado
- Como madre solo te puedo decir una cosa, la decisión es tuya, ni tu hermano ni yo decidiremos por ti, si decides casarte con él es tu decisión, tal vez tu hermano salga lastimando, pero sería más lastimado si se casa con un hombre que no le ama y vive con él sin amor – Dice y me da un beso en la frente – Intentare hablar antes con él
- Gracias…
Prov. Manami
Me siento fatal, mi hijo está ilusionado en casarse con el hombre al que ama, pero ese hombre se quiere casar con su hermano, es la peor noticia que eh recibido, es la más dolorosa.
Ya es domingo, toda la semana intente hablar con Ritsu pero siempre había algo que lo impedía, estoy terminando de arreglarme para asistir a la reunión que había organizado la familia de Akihiko-kun, me pongo un vestido negro esta escotado de la espalda, un peinado alto, zapatos plateados de tacón alto y un bolso del mismo color, cuando termino salgo de mi habitación y me dirijo a la de Ritsu, toco la puerta y escucho el “adelante”, entro y mi hijo se ve tan guapo, trae un pantalón negro, camisa rosa, chaleco negro y su corbata negra y finas líneas rosas.
- Estas contento – Le digo acercándome a él para arreglarle la corbata
- Mejor dicho nervioso
- Me imagino, dime hijo estas seguro de que Akihiko-kun se quiere casar
- Claro que si madre, ya tenemos el anillo y el anuncio lo hará en cuestión de horas – Dice emocionado – ¿Pero por qué preguntas eso madre?
- Bueno es que…
- ¿Ya están listos? – Misaki nos interrumpe y no logro decirle nada
- Estas muy guapo hijo – Digo acercándome también a él, con su traje gris se parece mucho a su padre
- Gracias madre – Me dice y me da un beso – Es hora de irnos
Asiento y salimos de nuestro hogar, la familia de Akihiko-kun nos envió un auto para que nos llevase a su mansión, se a la perfección que una cena para ellos es una fiesta, no me sorprendería que hubiera más gente de lo normal.
Nuestro recorrido duro alrededor de treinta minutos, al llegar era como me lo esperaba un gran cantidad de automóviles estacionados fuera de la mansión, me alegro al ver que no sería solo nosotros pero recuerdo lo que ocurrirá y me siento fatal. Bajamos del auto y entramos, el mayordomo nos condujo a la parte de atrás, justamente en el jardín trasero, una carpa se encontraba hay, podía escuchar la música tocar, violines, pianos, chelos, recuerdos me viene a la mente Takahiro como te extraño.
Caminamos hasta llegar a la carpa, varias había varias mesas, todas con sus manteles blancos un color demasiado puro combinado con un mantel lila, las sillas estaba de igual manera, tomamos asiento y nos llevaron unas copas con champaña, doy un pequeño sorbo y llega Akihiko-kun
- Buenas noches – No saluda a los tres, hago un gesto de cortesía, miro a Ritsu levantarse u saludarlo con un beso en la mejilla, Akihiko-kun hace lo mismo, después se dirige a saludar a Misaki, él solo le da la mano
- Que guapo te ves – Le digo
- Es una ocasión especial, vale la pena vestirse de este modo
- Tienes razón – Contesta Ritsu – Lo vale
- Disculpen las molestias me permitirían unos momentos a Misaki
- Claro adelante – Respondo, miro a mi hijo y el solo asiente, después se levanta y se va a con Akihiko-kun, Ritsu se queda viendo cómo se alejan – Hijo ¿Te ocurre algo?
- No… es solo que no pensé que se llevaran tan bien
- Se han visto algunas ocasiones mientras tú estabas en la universidad – Miento, no quería que se diera cuenta de la verdad, aunque hubiera preferido que así fuera
- Nunca me lo comentaste
- Lo siento
Prov. Misaki
Usagi-san me fue a robar la mesa en la que nos encontrábamos los tres, se la razón del por qué me alejo de mi hermano y de mi madre, quiere una respuesta y se la tengo que dar, caminamos un tramos en el jardín trasero hasta que estuvimos lo suficientemente alejados de la fiesta
- Perdón por traerte a este lugar pero quiero…
- Una respuesta – Termino su frase
- Si, quisiera saber tu respuesta aceptas casarte conmigo – Dice tomándome las manos
- Usagi-san yo……
Prov. Ritsu
Misaki regreso de con Akihiko-san, se sentó en su silla y no dijo ninguna palabra, su mirada se veía ausente, en varias ocasiones entente preguntarle pero mi madre siempre me interrumpía, la fiesta avanzo, los padres de Akihiko-san vinieron a saludarnos tan amables como siempre.
Varios meseros hacen presentes con charolas llenas de copas con champaña, un fino sonido de un metal contra una copa se escucha, la gente voltea hacia la persona que había hecho y los músicos dejan de tocar. Akihiko-san estaba de pie en medio de la pista de baile, todos los invitados lo veían atentamente, se ve tan atractivo, el pantalón negro con la camisa blanca, chaleco y una tipo gabardina le hacía resaltar su atractivo, carraspea su garganta para aclarar su vox y comienza hablar.
- Buenas noches a todos – Dice – Gracias por haber asistido a esta fiesta que organizaron mis padres por mi regreso a esta mi país, todos se preguntaran el ¿Por qué eh regresado? Pues verán pronto tomare el liderazgo de la empresa que mi padre construyó con mucho esfuerzo, para sus futuras generaciones, quiero brindar por ellos – Alza la copa que tiene en su mano y todos los presentes hacen los mismo – Por mis padres, a los que amo y respeto con todo mi ser – Sus padres hacen lo mismo y dan un sorbo a su champaña – Pero también hay otra cosa por la que regrese, pienso unir mi vida a la persona que me ha robado el corazón y mi aliento, jamás pensé enamorarme de esta manera, jamás pensé en casarme pero ahora estoy decidido hacerlo y por eso aprovecho este momento para anunciar oficialmente mi próximo matrimonio – Me siento nervioso al escucharlo decir eso y siento que mi corazón se me va a salir de mi pecho – Por favor reciban con un aplauso a mi futuro esposo por favor pasa – Me levanto y le sonrío a mi madre – Misaki
Me paralizo acaso ¿Escuche bien? ¿Dijo Misaki? Mi madre sujeta con fuerza mi mano, la veo y está derramando lágrimas ¿Por qué? ¿Acaso ella sabía lo que ocurriría? O está llorando por lo que escucho, el ruido de los aplausos me saca del trance en el que me encuentro, miro a Misaki caminar a donde se encuentras Akihiko-san, mis lágrimas amenazan con salir, al llegar Akihiko-san toma su mano y le deposita un beso, mi mundo comienza a derrumbarse, miro esa escena y Akihiko-san se inca frente a Misaki
- Misaki – Saca la cajita de color negro que reconozco al instante y la abre – Aceptarías casarte conmigo – Miro el anillo y veo como como lo coloca en su dedo anular izquierdo, “No Misaki”
- Acepto
Mi mundo termina de derrumbarse, todos mis sueños, mis esperanzas, mis deseos, mis ilusiones todo caen en un hoyo negro, la primera lagrima cae al ver como Misaki y Akihiko-san se daban un beso, me levanto de mi silla e intento irme pero mi madre me detiene, con la mayor delicadeza que puedo me deshago de su agarre y salgo de ese lugar, camino para que nadie note mi estado, no miro atrás.
Entro a la mansión y después vuelvo a salir de ella, tomo mi celular y lo primero que hago es marcarle a Kisa
- Hola Ricchan pensé que estarías en la fiesta – Dice tan alegre como siempre
- Kisa… - Respondo en un hilo de voz, cual se corta al instante
- ¿Ricchan? Que ocurre
- Ayúdame…
- Ricchan que ocurrió – Dice preocupado, se nota en su voz se altera demasiado rápido – Contéstame…
- Él… él no me… - No logro decir el nombre me cuesta trabajo
- Tiene que ver con Usami-san ¿Verdad?
- Si…
- Toma un taxi y ven a mi casa, no creo que sea buena idea que te quedes en ese lugar
- Si…
Termina la llamada y mis lágrimas caen a más no poder, mi cabeza empieza a dolerme, decido hacer lo que Kisa me dijo y camino prácticamente corro hasta la salida a la calle, a la mitad del camino las luces de un auto me enceguecen y termino cayendo frente al auto, el conductor logra detenerse y baja a verme
- Oye… estas bien – Me dice, levanto la vista y me llevo la sorpresa de quien era – Pero si eres el chico gato - “¿Chico gato?” - Dime ¿Te encuentras bien?
- Yo… creo que – Bajo nuevamente la mirada no quería que me viera llorando, me levanto sin mirarlo – Perdón pero tengo que irme – Intento caminar pero me sujeta de mi brazo
- No creo que sea buena idea que te vayas en ese estado
- No entiendo a qué estado se refiere – Digo pareciendo estar tranquilo
- Uno no llora por llorar, algo te debió haber pasado, pero creo que no quieres hablar de eso así que te llevo a donde quieras
- Gracias pero no quiero que…
- No te preocupes mi amigo entenderá el que no llegara, anda sube – Antes de que pudiera decir algo termina por subirme a su auto, él también entra, enciende el auto y empieza a manejar – Y bien a dónde quieres ir
- Yo… no sé si…
- Ah ya entiendo no quieres decirme por qué soy un extraño, sabes es muy raro encontrar a un chico que tenga esa mentalidad de no hablar con extraños, bien – Detiene el automóvil por unos momentos – Me llamo Takano Masamune es un placer – Extiende su mano y termino aceptándola – ¿Y tú eres?
- Ritsu… Onodera Ritsu
- Bien ya no somos extraños, ahora me dirás a donde te llevo o prefieres hablar conmigo de lo que te ocurrió o prefieres ambas cosas – Medito lo que dijo, tardo un poco y termino por aceptar, no le cuento demasiado pero le digo lo más importante, me duele el corazón de tan solo recordarlo, evito mencionar los nombres pero al recordarlos me da coraje, las lágrimas nuevamente me invaden, y no logro retenerlas, siento que me veo tan patético llorara frente a un hombre pero no puedo mostrar algo que no soy
Prov. Takano
Me encuentro al llegar con el chico gato, bueno así le puse ya que nunca nos dijimos nuestros nombres, hasta este momento, me platica lo que le sucedió y la verdad hasta a mí me da coraje, sé que hay gente mala pero el pensar que tu propio hermano te haga eso es imperdonable, no sé que decirle puesta que jamás eh estado en esa situación fui hijo único, aunque fui adoptado, no despego la vista de la calle no quiero ocasionar un accidente
- No deberías llorar – Digo – El llorar no harás que se regrese el tiempo y cambien las cosas – En la forma en la que describes a tu ex prometido me di cuenta de que lo amas y demasiado pero, si lo amas tanto como lo demuestras deberías de apoyarlo en su decisión después de todo siempre fue lo que quisiste – Lo miro de reojo pero su ojos siguen ocultos bajo su flequillo
- Gra… gracias
- No tienes nada que agradecer – Respondo y mi celular suena – Habla Masamune
- ¡¿En dónde estás Masamune?! – Grita Akihiko al otro lado de la línea
- Perdón pero tuve algo que hacer, me salió un percance al último momento
- Estas con alguien verdad – Dice curioso y noto su tono de voz
- Si… pero de la manera que crees
- Claro lo que digas – Responde – entonces en otra ocasión te presentare a alguien
- Claro
- Bien nos vemos cuídate
- Tú también Akihiko – Termino la llamada y vuelvo la mirada hacia Onodera, me mira fijamente y tardo en comprender – ¿Qué ocurre?
- Dijo… Aki… Akihiko
- Si por… - Me quedo callado y capto Akihiko es su ex prometido – Akihiko fue quien…
- Gracias por traerme que tenga buena noche – Rápidamente se baja del auto y corre no logro ver hacia donde, lo pierdo de vista demasiado rápido
Continuara…..