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El mundo de los sueños por shu shu

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Notas del capitulo:

Aquí teneís el siguiente capitulo y dejar algún review que no muerdo lo juro.

Aquella mano que había pausado la marcha del joven Samishi hizo que tuviera que dar un giro para poder observar a aquella persona, no era común que alguien tuviera la curiosidad de pararle o hablar con él por eso se sentía tan sorprendido de lo que estaba pasando en aquel momento. Cuando sus ojos se clavaron en la figura hasta entonces misteriosa el grito que le acompaño a su sobresalto fue por algo que estaba totalmente justificado. -!¿Que?¡ No es posible ¿Que haces TÚ aquí?- aquellas palabras salieron de sus labios con rapidez, aunque al darse cuenta el lugar donde se encontraba agarro a aquel joven de la muñeca y llevo a la azotea de aquella academia, había que admitir que no era nada normal que hubiera aparecido aquel chico en su instituto. Una de sus manos con fuerza golpeo en la frente del de cabellos rojizos, moviéndose de un lado a otro esperando que aquello no fuera verdad -No es posible, tengo que estar durmiendo, tengo que estar durmiendo...... ¿a que esperas? Despierta Samishi, despierta- se repetía el joven menor mientras agarraba sus pómulos con algo de fuerza y los jalaba intentado hacer lo que sus palabras susurraban realidad, pero nada mucho más lejos de la realidad, aquel ser seguía estando allí a su lado mirándole con los ojos clavados en su cortado. -Pensé que solo eras algo que estaba en mis sueños ¿Que haces aquí?- Con mucha más rapidez que como cuando se había golpeado la frente el joven señalo a aquel chico haciendo movimientos con sus manos que indicaban lo altamente alterado que se encontraba este. Sus pasos se hacían más rápidos y abarcaba cada vez más de aquella terraza esperando la respuesta del que parecía un acompañante real.-No es necesario que te encuentres durmiendo para entrar en el mundo de los sueños- El oso de sus mismos sueños con aquella apariencia tan extraña que tenía en sus más profundos pensamientos, después de todo eso eran lo que decían todos, los sueños solo son ilusiones, pero aquel joven parecía ser más real de lo que la mente de aquel de cabellos rojos podía imaginarse. -¿Como es posible? tienes que marcharte este es mi lugar de estudio no puedes molestar- el oso en aquel momento negó con la cabeza mientras se levantaba por el sonido de aquella sirena que indicaba el comienzo de las clases, ¿era posible que un ser como el estuviera en aquel lugar? para la sorpresa de la inocente mente de Samishi, El oso sin nombre era uno de sus compañeros de clase, es más era el compañero más popular que había en aquella academia, un joven de altas notas, buenos en los deportes y por supuesto un joven de carácter social, Su nombre era sencillo de pronunciar aunque no se hubiera dado cuenta de este antes por el simple hecho de que pertenecía a diferentes mundo, Samishi era un joven que se pegaba todo el rato entre libros y en las biblioteca, en pocas palabras un ratón de biblioteca, mientras que aquel joven se trataba de un deportista nato, Ymir, todos iban detrás de él en la academia. 

Mientras pasaba las horas el joven de pecas no podía dejar de mirar el techo de aquel lugar mientras su mano en el libro de matemáticas, sacando de vez en cuando algunos suspiros esperando con algo de impaciencia que llegara la hora de volver a su hogar con sus insoportables hermanos, pero antes debía de hablar de algo con aquel joven, ¿como era posible que estuviera en sus sueños? si no era una ilusión como alguien de un mundo real puede meterse en el mundo de los sueños de otra persona. Sus ojos rotaron con suavidad mientras volvía su mirada a la del profesor en aquel momento, no era momento para que le llamarán la atención debía tener cuidado con eso, después su padre seguro se encargaría de que tuviera un castigo por ello, así que debía tener cuidado con lo que hacía en clases. En cuestión de minutos para la mente de nuestro querido Samishi había acabado aquellas clases y al ver de regreso a casa a su compañero no pudo evitar la tentación de agarrarle por la muñeca con suavidad, pero no podía hacer que se moviera, solo que el contrario le levantara del suelo por aquel acto -¿Se puede saber que estas haciendo Samishi? no es momento para estar haciendo tonterías-Susurro el joven mientras le agarraba con sutileza de las caderas y elevaba por completo del suelo poniéndolo en su hombro y agarrando su parte trasera para que no hiciera demasiado movimientos además de que para que no se acabara cayendo, -te llevare a casa así que estate tranquilo además ya nos veremos-Aquellas palabras salieron con suavidad y algo de sensualidad en su tono. Antes de que pudiera protestar el joven le dejo en frente de aquella puerta de madera. -Suerte con tus hermanos- una vez digo aquello desapareció en la oscuridad de aquellas calles, mientras de dentro de la casa se podía escuchar el romper de cristales además de las pisas de correr de sus hermanos, después de todo no era un simple sueño y aquellos sonidos podían demostrarlo, sin embargo el menor aun tenía en la cabeza que se trataba de una simple ilusión de su mente. Sin ni siquiera comer aquella cena que le había preparado su madre acostándose en aquella cama tapándose con la almohada sus orbes, cerrando aquellas ventanas para que no pudieran despertarle ninguna luz. 

Esta vez fue un sonido lo que hizo que el joven se levantara sobresaltado, sudando con la mano en su pecho suavemente, mirando a su alrededor una y otra vez, - ¿Estoy dormido?- Se levanto de la cama con mucha tranquila pasando poco a poco por la puerta y volviendo a ver la soledad de su casa, ¿realmente estaba dormido? era diferente era como si algo hubiera acabado, no se sentía como si estuviera en un sueño ni en la realidad, era como si se encontrara en un mundo totalmente diferente. Sentía frío y bastante miedo, temblando en el sofá de color carmesí. -Ymir..... ¿donde estas? - Sus gritos comenzaron a retomar por toda la casa lo que hizo que poco a poco el tapizado de las paredes acabara en el suelo, como si alguien a quien no podía ver pasara por aquel lugar y al tocarlo formara aquello. El oso en cuestión de segundos al ver aquello apareció delante del joven en su forma humana agarrando este con rapidez y con una daga en su mano -¿que haces? - comenzó a tirar aquellos pequeños cuchillos a la nada. Samishi solo lo podía mirar como si se tratara de un joven que estaba loco pero algo hizo que interrumpiera aquella mirada -grrrr- Un gruñido proveniente de la cocina y luego las gotas de aquel color carmesí manchado el suelo de aquel lugar, sin embargo sus ojos no podían ver lo que era aquello, estaba claro que había algo en aquel lugar aunque no podía decir el que -esto lo estas provocando tú Samishi escúchame, deja de pensar eso, este es un lugar donde tu eres el rey y no debes temer o si no esto es lo que pasa- al señalar a la cocina le mostró unas personas que tenían unas grandes burbujas formadas en su cuerpo, como si fuera alguna enfermedad, lo que hizo que el joven tuviera aun más miedo, temblara con mucha más fuerte al verlo. La daga que el oso había lanzado para poder proteger a aquel joven había acabado en el brazo del oso.


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