Cap. 11
“Mierda”.
Ahí, en frente de mí, estaba mi pareja de baile, aquel que era capaz de dejarme sin aire con tan solo su presencia… En frente de mí estaba Oh Sehun.
Ahora que lo veía de cerca me era imposible no ver lo que estaba usando…, Él estaba usando un traje que se ajustaba en los lugares correctos, sus caderas y bíceps se veían espectaculares, se había sacado su chaqueta, por lo que su camisa dejaba ver su abdomen más trabajado de lo que recordaba. Su rostro… su cara estaba igual al momento en el que Él me dejo… Maldito.
-¿Precioso, estás bien?-me pregunto tomando mi cara es sus suaves y grandes manos.
-Y-yo…-Mierda deja de titubear, Luhan-Estoy bien-asegure quitando sus dulces manos de mi rostro.
Vi cómo se sorprendió de mi reacción a su toque, generalmente, nunca lo rechazaba.
-Me… alegra-dijo, aparentando que no se sorprendió.
Empecé a moverme al son de la música que estaba sonando, no quiero llamar la atención por estar estático en la pista de baile. Mis caderas se meneaban con un toque sensual, todo mi cuerpo se movía despacio seduciendo mi entorno.
“No voy a escapar. Este juego yo también lo puedo jugar”.
Su mirada me recorría sin ningún disimulo, aún me quemaba era como si quisiera atravesar mi ropa, esa mirada era la que más me gustaba. Él también comenzó a moverse muy cerca de mí, no voy a negar que su cercanía no me afectara. Pero ya no soy un tierno chico con el que puede jugar.
“Yo soy el Luhan que tú creaste. Así que no te sorprendas después”.
-Precioso, sigues bailando espectacular-me murmuro en el oído.
-No me llame así… Sehun-pedí con neutralidad. Sentí claramente cómo se tensó, yo JAMAS lo he llamado por su nombre.
-Tú tampoco me digas así…-trago su frustración-Luhan.
-Lástima, ese es su nombre-finalicé.
“Somos desconocidos” me aseguré.
Deje de moverme al compás de la nueva canción y lo deje en la pista. No quería estar más a su lado, todavía no soy lo suficientemente fuerte como para seguir comportándome así con Él tan cerca.
Afortunadamente, no me siguió y sin ese peso encima, me dirigí hacía la azotea de la recepción. Necesitaba estar solo y un poco de aire despejaría mi mente.
-Todavía te ama-escuche luego de unos minutos y me tense. Sé de quién es esa voz.
-Yo ya no lo amo, si lo quieres saber. Por algo me case con alguien más.
-Me alegraría poder creerte, lástima que nunca supiste mentir, Lú.
-Lay…-dije por lo bajo y sentí como se acercaba por mi espalda, hasta quedar a mi lado, apoyado en la baranda que dejaba ver todo el panorama.
-Sabes muy bien que jamás me caíste mal… Sabes también que no te dije nada cuando todos sabían que estabas acostándote con mi prometido.
-¿Y quieres que te las gracias?-pregunte incrédulo.
-Eso sería muy hipócrita ¿No crees?-dijo sin mirarme-Solo quiero saber una cosa, Lú y quiero que no me mientas.
-¿Qué deseas saber? No tengo nada que perder.
-Ese niño… Tu hijo… ¿Es de Sehun?-No me preguntes eso, por favor no lo hagas-Sé que el primero en ti fue Sehun, sé que eres incapaz de engañar. Así que dime la verdad-exigió, mirándome fijamente, no vi ningún odio… pero aun así temblé.
-¿Qué pasa si digo que sí?
-Solo te alejaría de mi esposo…
-¿No harás nada contra mi hijo?
-No soy tan malo…-dijo volviendo su mirada al frente.
-S… sí, es hijo de Sehun. Pero no te preocupes solo mi familia sabe eso y Sehun no tiene por qué enterarse.
-Tienes razón… Cuídate, Lú. Fue un gusto verte-dijo alejándose y volviendo a la fiesta.
-¿Por qué se lo dije?
-Porque eres una buena persona-susurro mi mejor amigo.
-Baek…-llamé, sé muy bien que él escucho todo- Y ¿Si Lay me quita a mi bebe?-pregunte con miedo.
-No lo hará, es tuyo y el papá legal es Xiumin. Además a Lay no le conviene que Sehun lo sepa… Todo estará bien-me aseguro y me envolvió en sus brazos.
Después de que Baekhyun logró calmar mis miedos, volvimos a la fiesta en donde Xiumin me envolvió en un abrazo lleno de amor.
-Me tenías preocupado, bonito-me dijo robándome un delicado beso.
-Perdón necesitaba aire-Xiumin solo asintió y me llevo a la mesa en donde estaban todos nuestros familiares.
Durante la cena, observé como las miradas de Sehun y Xiumin se fulminaban. Y todos se dieron cuenta, no solo yo. Trate de ignorarlo y casi lo logre si no fuera porque una pierna de Sehun estaba acariciando mi tobillo y una mano de Xiumin estaba acariciando mi muslo.
-¡Suficiente!-exclame, bajo la mirada asombrada de todos. Me levante rápido de mi asiento, tome a mi hijo en brazos y salí de esa cena que parecía una batalla por quien puede tenerme más tiempo. ¡No soy un jodido trofeo!
Luego de una ducha relajante y unos mimos con mi bebe, lo deje en su cuarto muy cómodo en su cuna, para dirigirme a mi habitación.
-Perdón, Luhan-escuche decir cuando estaba abriendo la puerta, me di la vuelta y encarar a esa persona que tanto daño y felicidad me ha dado.
-No pasa nada-dije queriendo ya salir de esa situación.
-¡Por Dios, ya no aguanto!-dijo y se abalanzo a mí, sin dejarme ni defenderme. Me empotro contra la puerta, en medio del pasillo e inició un beso que los dos deseábamos. No lo puedo negar.
Sus labios se movían con maestría sobre los míos, si tuviera que describir ese beso seria: Caliente. Su cálida lengua pidió permiso para entrar en mi cavidad, pero me negué.
Viendo mi rechazo Sehun no dudo en acariciar mis pezones duros por el frio y la excitación, al sentir sus largos y exigentes dedos pellizcando y masajeando mi pecho mi boca se abrió para tratar de atrapar un poco de aire y Él lo aprovecho para meter su gran miembro mojado en mi cavidad bucal.
El sonido del beso era mojado, obsceno diría yo, mi cabeza perdió el sentido de quien era y se dejó llevar… por unos segundos.
Lo empuje, lo más duro que pude con mis dos manos y Sehun tuvo que separarse de mí.
-Tú…-inhale- Eres un sínico-formule lleno de furia.
-No me digas que no te gusto, precioso-dijo con esa cara de insolente que siempre odie en las personas.
-Vete a la mierda, Oh-dije y entré dando un portazo a mi cuarto. Me apoye en la puerta y me deslice al sentir que la fuerza iba dejando mis piernas, no pude ni quise aguantar mis lágrimas… cayeron en cascada sin detenerse durante largo rato, atormentándome y castigándome.
“No eres diferente a una puta, Luhan ¿Cómo pudiste hacerle eso a Xiumin?” me lamente, y me arrastré hacia mi cama de casados.
Me repugnaba a mí mismo, sé que aún amo a Sehun pero no tengo derecho de engañar a Xiumin, no tengo derecho de rebajarme a quitar el esposo de alguien más y definitivamente no tengo derecho de darme esperanzas inútiles de amor.
Creo que llore hasta quedarme seco, o por lo menos hasta que mi mente colapso y no quería dejar escapar ni una lagrima más. Creo que la última vez que llore así fue hace ya 3 años y lo más irónico es que: “Me prometí no volver a llorar por Él, me prometí ser feliz por las personas que amo… Me prometí tantas cosas…y no puedo cumplirlas”. La oscuridad me dio la bienvenida y me deje llevar, ya no quiero pensar.
Ya no quiero recordar…
“Respira Luhan, respira. Tú puedes, Sehun se va a alegrar y de seguro ya no se sentirá tan distante” ese pensamiento me hacía tan feliz. Con los papeles de los exámenes de embarazo en mis manos baje del taxi.
-¡Buena suerte, muchacho!-me deseo con una sonrisa el taxista.
-¡Gracias!-grite al verlo arrancar. Sonriendo, regrese mi vista a la “Residencia Oh” era tan enorme y tan bien cuidada que te daba miedo de pisar hasta el suelo.
Luego que el portero me dejará entrar toque la puerta de la casa y una chica de servicio me atendió. Me dijo que esperara en la sala y ella iría a avisar de mi llegada, pero yo negué.
-Quiero que sea una sorpresa-dije entusiasmado y ella como me conocía, asintió y me dejo subir las escaleras para llegar a la habitación de Sehun.
Toque la puerta y Sehun me dio permiso para entrar, con gran nerviosismo y emoción entre. Ahí estaba Él, sentado en un sillón de su cuarto, ojeando una revista.
-¿Qué haces aquí?-me pregunto sin despegar su vista de la revista, ya empezaba a extrañar el “precioso”, pero hace meses que ya no me llama así.
-Hola-dije sin ningún sarcasmo, solo lo dije como cortesía pero Sehun no lo vio así y levanto la vista con el ceño fruncido.
-Tendré que repetirlo-dijo con enfado-¿Qué.haces.aquí?
-Tengo algo que decirte-dije con debilidad, últimamente Sehun me transmite superioridad que me hace sentir débil e indefenso.
-Pues dilo rápido, no tengo todo el maldito día.
-P-pues yo fui al médico p-porque me sentía r-raro…
-¿Y a mí que me interesa?-dijo levantándose de su lugar y acercándose a mí e invadiendo mi espacio personal.
-B-bueno…
-Calla de una vez-dijo y me beso con fiereza, trate de seguir su ritmo pero era muy rápido y demandante, ni siquiera podía respirar, trate de empujarlo pero detuvo mis manos. Simplemente, no me gusto.
Luego de eternos minutos, me soltó pensé que todo termino y podría decirle sobre nuestro pequeño angelito, pero no fue así. Empezó a forcejear a mi ropa, trato de romper mi camisa pero no lo dejé. Me separe de Sehun con miedo camine sin mirar atrás y choque con el armario.
-¡Aléjate!-Grite con miedo. La persona en frente de mí, no es mi Hunnie.
-Por favor, dime que no te gusta que te folle-dijo con altanería.
-H-Hunnie-chille.
-Jajaja pareces una nenaza, Luhan. Das pena, pero ni modo-dijo dándose la vuelta y volviendo al sofá.
-¿P-por qué eres así?-llore más fuerte.
-Has silencio. Yo soy así desde siempre que tú hayas visto otra cosa no es mi problema-me contesto cruzando su largas piernas y llamándome a sentarme a su lado.
No sé porque, pero fui a su llamado y me senté un poco alejado de él.
-Perdón ¿Ok?-me dijo poniendo una mano en mi rodilla y masajeándola, transmitiéndome seguridad.
Asentí con seguridad, ese es Hunnie. Tierno y considerado, incapaz de lastimarme… O eso creía.
-Tenías algo que decirme ¿verdad?
-Sí-dije y lo abrace, me encanta sentir su calidez. No me importa lo de antes, solo importa que lo amo muchísimo.
-Dímelo-me pidió, besando mi cabello.
-Primero quiero decirte que “Te amo”-dije feliz, escondiéndome en su pecho. Espere pacientemente que me respondiera pero no lo hizo, ni se inmuto.
-“¿Quieres un TE AMO?”
-Bueno, ¿Si?-dije dubitativo.
-“No siento eso por ti…, Luhan”
-¿Q-qué?-pregunte zafándolo de mi abrazo.
-“Luhan me voy a casar”-me dijo sin demostrar ni una emoción en su rostro. Él no sabía que estaba rompiendo mi corazón.
-N-no digas eso…-las lágrimas estaban aglomerándose en mis ojos pero me negaba a dejarlas salir.
-Luhan entiende que me voy a casar y voy a formar una familia-dijo con su cara sin emociones.
-¡MIENTES! M-me voy. V-volveré cuando estés en tus cabales-masculle, levantándome lentamente, los mareos se hacían más frecuentes.
-“Por mí, Luhan, no te aparezcas nunca más en mi vida. Ya me cansaste”
-S-Sehun ¡No digas eso! ¡S-sé que me amas!-¿Realmente lo hacía?
-Pequeño ingenuo, yo NUNCA te amé solo eras un quita-estrés. Un pequeño niño que parecía chica y me abrió sus piernas nada más. ESO ERES-me dijo con burla, ya no le afectaba mis lágrimas que empezaban a mojar mi cara, aquellas lágrimas que decía que nunca debían aparecer. ¡Que tonto fui!-¿Ya entendiste?
-…-No dije nada solo, di la media vuelta y camine despacio a la salida de ese cuarto que tanto dolor me trae, ese maldito cuarto en que “abrí mis piernas” para Oh Sehun. Sentí una mano detenerme, pero no gire la cabeza.
-“Soy muy feliz, ahora… Ya no te necesito”-me susurro apegándose a mi espalda y besando mi nuca-Puedes irte.
No emití sonidos ni gemidos de tristeza ni nada, no lo hice, me negué a hacerlo frente a ese hombre que amo a pesar de todo. Me seque las lágrimas antes de salir de la ‘Residencia Oh’, tome un taxi y llegue al departamento de Kris hyung, en donde me desahogue e hice mi primera promesa…
Luché por abrir los ojos. La primera cosa que vi fue el techo tan inmaculado de mi habitación. Miré las sábanas beige sobre mi cuerpo y sentí el dolor emocional que rápidamente me hizo sentir nauseas. Escenas de lo que pasó llegaron a mi mente: Me había casado con Xiumin, fui a la recepción y conocí a Sohee, baile, salí a la azotea, tuve una cena... y después fui acorralado y besado por… Sehun…
“No fue un jodido sueño” pensé al tocar mis hinchados labios.
-Buenos días, precioso-saludo mi esposo entrando al cuarto con mi desayuno. Supongo que mi mueca de espanto lo sorprendió y por eso dejo el desayuno en la mesa y se sentó a mi lado-¿Pasa algo?-pregunto tomando mi barbilla para que lo mirara.
Negué pero una lágrima se cayó de mis ojos. ¿Desde cuándo me era imposible no llorar?
-Shh… No llores. Pronto se irá y seremos felices-me consoló-Sé que te es difícil ver a… Sehun pero piensa en tu bebe, piensa en tu familia… Piensa en mí-me dijo viéndome con ternura. Me sentí como la mala de la novela.
-P-perdón-pedí-P-perdóname, n-no te m-merezco…-solloce.
-Shh, no es cierto-dijo y atrapo mis labios en un beso necesitado.
Nuestras lenguas jugaban una danza en mi boca imposible de ignorar. Era tan delicado y suave que fue imposible no gemir de satisfacción, por fin logro algo en mí interior… Logro darme seguridad.
“Trataré de amarte… Lo voy a hacer”.