“Todo el mundo posee, al menos, una pequeña parte de locura en su interior”
Stein (Soul Eater)
[Con Sting y Rogue]
Sting miró por un momento a su novio, el cual se acababa de vestir después de, como él lo llamaba, ‘hacer juegos de adultos’. Él se acercó para besarle una vez más, cuando de pronto escuchó como alguien picaba a su puerta. Muy seguidamente, parecía que quien quisiera que fuera, estaba nervioso y estresado.
Finalmente, muy resignado, abrió la puerta. Y no se encontró precisamente con quien esperaba.
-“¿Gra… Gray-san…?”-Preguntó él algo nervioso. Gray estaba sin su camiseta, sudando y con un libro entre sus brazos.
-“Sting… ¡Tienes que ayudarme!”-Dijo él apresuradamente. Aquello asustó a Sting. ¿Algo le habría pasado a Natsu? ¿A Fairy Tail? ¿Quizás algo malo le había pasado al propio Gray?-“¡Ayúdame a no ser uke!”-Gritó Gray, tembloroso y con un claro sonrojo en su rostro. Sting se sonrojó y Rogue también.
-“¿¡Qué demonios me estás pidiendo!?”
[Con Gray, Natsu horas antes]
-“¡Woah! ¡Acabamos la misión mucho antes de lo que pensé!”-Comentó Natsu con una sonrisa, mientras iban a casa de Natsu. Gray solo sonrió feliz.
-“Cada vez luchamos mejor juntos”.-Murmuró Gray también feliz. En ese momento, Natsu le cogió por la cintura, empotrándole contra la pared exterior de la casa del dragon Slayer. Aquello sonrojó a Gray.-“Na… Natsu…”-Susurró completamente sonrojado. En ese momento, sintió como el dragon Slayer se abalanzaba hacia él con pasión, besándole intensamente, y Gray gimió cuando sintió toda la lengua de Natsu en su boca. Cuando Natsu se apartó de Gray, quien estaba aún más sonrojado, Natsu sonrió de manera pícara.
-“Cada vez hacemos todo mejor juntos, Gray”.-Dijo él, sonriendo, mientras entraba en la casa, cogiendo a Gray en brazos y tirándole en la cama. A pesar de que Gray intentó zafarse en el corto trayecto de fuera de la casa hasta la cama, no fue capaz.-“¿Qué te pasa Gray? ¿No te gusta que te lleve?”-Preguntó con una mirada lasciva, acercándose a su cuello, besándole, haciendo temblar al mago de hielo. Gray notó como toda su piel se erizaba de golpe debido al placer. Le encantaba que le mordieran en el cuello, y Natsu que apenas lo había descubierto hacía unos tres días no paraba de hacerlo, ya que amaba la reacción natural del cuerpo de Gray. En ese momento, Natsu se separó de él, aún sonriente.-“Voy a darme una ducha. Lucy y Happy no tardarán en venir”.-Comentó, mientras se ponía de pie. Gray asintió, aún algo nervioso de los actos tan amorosos e impulsivos de su novio.-“¡Ah! Y vístete, no quiero que piensen que hemos hecho algo indebido antes de tiempo”.-Bromeó él, al ver que la camiseta y los pantalones de Gray no estaban.
-“¿¡Cuándo ha pasado!?”-Preguntó cómicamente, mientras se vestía. Cuando vio que Natsu realmente se marchaba al baño después de un último beso apasionado, Gray suspiró de alivio.
Le encantaba Natsu y como era con él, y en el mes que llevaban juntos, Natsu le había demostrado ser el mejor novio del mundo, eso no lo negaba. Pero Gray era demasiado… ¿Tímido? ¿Corto? ¿Novato? Con estos temas, así que a veces las reacciones de su novio le ponían muy nervioso y tenso, y aunque por una parte le encantaban, por otra parte le hacían sentirse muy inseguro.
En aquel momento, Lucy y Happy llegaron a casa de Natsu. Quienes saludaron a Gray con una sonrisa. Habían quedado para prepararle una fiesta sorpresa a Erza, ya que pronto sería su cumpleaños. En ese momento, Happy le dedicó una sonrisa burlona a Gray.
-“Gray… ¿Qué te ha pasado en el cuello…? ~”-Preguntó con burla el exceed. Gray se miró en ese momento en el espejo nervioso, y vio como se había quedado marca del chupetón de Natsu, haciéndole sonrojar completamente. Lucy y Happy comenzaron a reírse.
-“Natsu ha ido a por faena, ¿No?”-Comentó Lucy aun riendo. Gray se puso un poco nervioso, tenso. Algo que notaron tanto Lucy como Happy.-“¿Qué pasa Gray? No es nada vergonzoso que tu novio te haga esas cosas”.-Explicó ella, intentando quitarle peso al asunto.
-“No… No es eso…”-Murmuró él, algo tímido, mientras se sentaba otra vez, intentando evitar con los brazos que se viera la marca de su cuello.
-“¿Y entonces?”-Curioseó Happy, algo preocupado. Gray se sonrojó un poco más.
-“No lo hace con mala intención pero… Mesientodominado”.-Susurró tímidamente. Lucy le pidió que lo repitiera más despacio.-“Yo… Uh… Siento que Natsu me domina… Me siento débil con él…”-Confesó muy sonrojado, bajando la mirada. Lucy se sorprendió en un principio, pero después le dedicó una mirada tierna, poniendo una mano en su hombro.
-“Es normal, Gray. Siempre hay alguien en la pareja que es más dominante… Natsu ha cogido ese rol… ¿Por qué no lo hablas con él?”-Gray negó con su cabeza.
-“Sé que a Natsu le gusta ser así… Muy dominante”.-Explicó con la mirada gacha. En ese momento, Happy comenzó a reírse, haciéndose el interesante. Gray le miró confundido.
-“¡Tengo la solución a tus problemas, Gray!”-Dijo Happy ilusionado, con estrellitas en sus ojos, pasándole un libro.
-“¿Un… libro…?”-Preguntó Gray sin entenderlo muy bien.
-“Sí. Tú léelo y lo entenderás todo. Verás, ese libro trata de…”
-“Oh, Happy, Lucy. Ya estáis aquí”.-Comentó Natsu, que acababa de salir de la ducha. Gray rápidamente escondió el libro, sin que Natsu pudiera verlo. Y es que, cuando Natsu y Gray estaban junto a otras personas, Natsu era como siempre, tan inocente y puro, sin mostrar esa pasión que solo mostraba con su novio.
Al final, pasaron toda la tarde, organizando la fiesta, y finalmente, Lucy comentó que se iba a su casa y Gray comentó lo mismo. Natsu le puso una mueca e incluso ojos de cachorrillo para que no se marchara, pero no funcionaron: Gray quería leer el libro.
Así que cuando al final fue a su casa, se pasó toda la noche leyendo el libro, que hablaba sobre algo llamado yaoi y sobre los roles de los personajes. Y en ese momento, Gray se dio cuenta de, que si viviera en un yaoi él sería… ¿¡El uke!?
Gray chasqueó la lengua. No quería ser el uke de la relación. Pero estaba claro que lo era. Pero él no quería serlo. Tendría que pedirle ayuda a alguien.
Primeramente, pensó en pedirle ayuda al propio Natsu. Lo cual descartó al momento. ¡Natsu era el seme! ¡No querría pasar a ser el dominado!
Después, instintivamente, pensó en Gajeel y Laxus, porque por el perfil que daban en el libro, ¡También eran semes! Pero… ¿Gajeel y Laxus eran homosexuales…? Además, ellos no sabían nada de su relación con Natsu, así que lo descartó al momento. Lo que Gray no sabía es que tanto Gajeel como Laxus sabían de su relación incluso antes que ellos mismo lo supieran.
Luego pensó en Lyon. Pero lo descartó automáticamente. Como Natsu se enterara de que había ido a preguntarle algo así a Lyon… Primero mataría al propio Lyon y después a él, así que también lo descartó.
Y por fin, una gran idea surgió en su mente.
Así que a la mañana siguiente se dirigió con libro en mano a Crocus.
[Con Gray, Sting y Rogue]
-“Así que según este libro… tú eres el uke y quieres dejar de serlo…”-Murmuró Sting, aún algo consternado por lo poco que había leído en el libro que su amigo le había dejado. Por otra parte, Rogue acababa de dejar tres tés encima de la mesa mientras se sentaba en el sofá junto a Sting y Gray estaba sentando en el del frente. Se extrañó que el exceed de Natsu tuviera algo como eso. Gray asintió tímidamente, sonrojado.-“Mmm… Puedo preguntar… ¿Por qué nosotros?”-Curioseó algo nervioso. Intentó mirar a los ojos de Gray, pero Gray siempre le desviaba la vista.
-“De las opciones que tenía… Erais los mejores…”-Explicó Gray en un sonrojo, sin mirar a Sting y Rogue. Sting suspiró. Tan sonrojado y sin mirarle ni un momento… Un comportamiento totalmente uke, pensó.-“¿Me ayudaréis?”-Preguntó con la mirada aún gacha.
-“Te debemos una, así que sí”.-Comentó Rogue con una tierna sonrisa. Gray sonrió, feliz de poder confiar en los dragones gemelos. Sting suspiró.
-“Bueno, Gray-san. Si quieres dejar de ser el uke, hay una manera sencilla de acabarlo”.-Comentó Sting, como si fuera lo más normal del mundo. Gray le miró curioso.-“La próxima vez que tengáis sexo, que su culo sea el agujero de entrada y no el tuyo”.-Explicó tan normal. Gray se sonrojó salvajemente.-“Tú solamente chúpasela, es lo que suelen hacer los semes”.
-“¡Sting!”
-“¿Qué ocurre, Gray-san?”
-“¿¡Qué clase de depravados pervertidos crees que somos!? ¡Solo llevamos saliendo un mes!”-Explicó Gray, completamente sonrojado, algo ofendido con sus palabras. En ese momento, Sting y Rogue se miraron sonrojándose.
Ellos el primer día que Sting se había declarado habían tenido relaciones…
[Con Natsu, Happy]
Natsu llegó hasta casa de Gray algo nervioso. Después del –según él- perfecto día de ayer, Gray no se había presentado en todo el día al gremio, algo que le asustó completamente, pensando en que la había cagado o algo así. Así que con mucho valor había decidido ir a verle a su casa, algo preocupado. Natsu le llamó, pero nadie contestó. Así que al final, decidió entrar por la ventana, como todo buen mago que se aprecie. Y cuando entró, se encontró una nota de papel de su novio.
‘Ei Natsu. Imagino que habrás venido a buscarme cuando no me he pasado por el gremio. ¡Lo siento! He ido a Crocus por unos asuntillos con Sting y Rogue. ¡Seguramente esta misma noche esté de vuelta!
No me eches de menos, ¿Vale?’
Y esa nota el dragon Slayer tuvo que leerla por lo menos cuatro veces antes de hacerse la idea.
¡Gray se había marchado a Crocus por unos asuntillos! Aquello le extrañó y le preocupó, pero decidió no darle más vueltas y esperar hasta la noche para hablar con él. Confiaba en que nada raro iba a suceder en Crocus.
[Con Gray, Sting y Rogue]
-“¿Estás seguro de esto, Rogue?”
-“Sí”.
-“Pero es como si Sting te fuera a poner los cuernos… Y yo le estuviera poniendo los cuernos a Natsu…”
-“Vamos, no te preocupes. ¡Tira adelante!”-Ordenó Rogue.
Y es que entre los tres habían llegado a la conclusión de que si Gray era el uke y no era por el sexo, era por los besos. ¡Incluso en los besos Natsu le dominaba! Así que Rogue le sugirió que besara a Sting y que mantuviera el control del beso. Es decir, que invadiera la boca de Sting y no al revés.
Así que Gray, muy nervioso y sonrojado, se acercó a Sting y comenzó a besarle, invadiendo su boca, intentando que fuera con pasión. A Sting, sin embargo, le estaba matando la situación.
Le encantaba Gray. De hecho, le parecía casi tan atractivo como Rogue. ¡Casi! Porque como Rogue… no había nadie. Sin embargo, tenía que admitir que el mago de hielo tenía su encanto, y esa timidez presente en el chico, con aquel sonrojo, y el movimiento de su lengua le estaba volviendo loco. Y Sting pensó que era un mal momento para pensar eso, ya que pensó que en cualquier momento acabaría haciendo juegos de adulto tanto como con Rogue como con Gray y no era una buena idea.
También le estaba matando el que Gray le estuviera besando tan lentamente, posiblemente tembloroso ante la idea de que estaba besando a alguien que no era su chico. Aquella situación cansó al dragon Slayer de la luz, y antes de darse cuenta había empotrado a Gray contra la pared y le estaba metiendo la lengua hasta el esófago. Cuando se separó, vio el tierno sonrojo en el rostro de Gray.
-“Dios, lo siento, Gray-san. No me he podido resistir”.-Se disculpó el dragon Slayer.
-“Waoh… Así es como actúa alguien demasiado seme”.-Bromeó Rogue. Sting rió con él. Gray solo seguía muy sonrojado.
-“Ahora que lo pienso no nos has explicado porque no quieres ser el uke, Gray-san”.-Comentó el maestro de Sabertooth, mientras se volvía a sentar en el sofá. Gray se sentó en la cama, para no tener que mirar directamente a Sting a su rostro, ya que se estaba muriendo de vergüenza aún por lo sucedido con Sting.
-“Es que… Yo… Uh… Natsu…”-Comentó torpemente a hablar. En ese momento, Sting le miró desde el sofá, y él apartó la vista automáticamente.
-“Es que según el libro, te comportas como un verdadero uke”.-Dijo Sting. Rogue asintió.
-“Si te sirve de consuelo, yo también soy el uke entre Sting y yo”.
-“¿En serio?”-Preguntó Gray curioso.-“Pero si los dos os comportáis similares…”
-“El sexo”.-Murmuró Rogue sonrojado. Gray en ese momento entendió a qué se refería: Rogue le entregaba el culo a Sting.-“Pero por ejemplo, cuando te besé, yo era el seme, porque yo fui quien te besó y quien mantuvo el beso”.-Explicó con normalidad. En ese momento, Gray cayó en un detalle.
Las tres personas que le habían besado… Habían empezado los otros chicos. Y los otros le habían dominado a él.
-“Hay Dios…”-Susurró Gray.
-“¿Qué ocurre?”-Preguntó curioso Sting.
-“¡Siempre he sido el uke en los besos!”-Chilló indignado. Sting y Rogue al principio se quedaron en silencio, pero después se rieron.
-“¿Y qué? No hay nada malo en ser el uke”.-Comentó Rogue, intentando calmar al mago de hielo, acercándose a la cama donde él estaba.
-“No lo entiendes, Rogue… En ese libro explican que el uke es…”
-“¿Qué el uke es…?”
-“¡Es la chica de la relación!”-Gritó nervioso.-“¿Eso significa que soy la chica de la relación siempre? No, no, no…”-Murmuró nerviosamente. Sting suspiró.
-“Ey, Gray. Si quisiera estar con una chica, estaría con una chica. Hay miles. Pero me gusta Rogue porque es un chico, es mi chico”.-Explicó con una sonrisa tierna mientras se acercaba a él. Gray se sonrojó. Quizás Sting tenía razón.
-“Pero yo…”- Intentó debatir, hasta que sintió como Rogue le besaba esta vez, tiernamente, y aunque sorprendido, le correspondió.-“¿Rogue?”-Preguntó cuándo se separó.
-“Es que parecías deprimido. Y me he dado cuenta que cuando te besan te animas”.-Explicó algo sonrojado. Gray se extrañó, pero no dijo nada.-“Además, así ya estoy en paz con Sting”.-Comentó burlándose del dragón de luz. Sting rió mientras se acercaba a su novio.
-“Eres un mal dragón”.-Regañó él, riendo.-“¿Ves lo que te decimos, Gray-san? No hay nada malo en ser tanto uke, como seme, como lo que sea. Solo tienes que disfrutar y ya está. Y estoy seguro de que disfrutas de Natsu tanto como él disfruta de ti”.-Explicó sonriendo.
Gray en ese momento se puso a pensar en su relación con Natsu.
Natsu siempre era tan atento con él, siempre era tan buena persona con él. Y él en realidad solo era posesivo cuando estaban solos, no cuando había más gente. Porque sabía que al mago de hielo le daba vergüenza.
Sí, quizás era él el uke, pero no le importaba. No le importaba porque Natsu le quería tal y como él era. Y él quería a Natsu tal y como era. No tenía que cambiar en absolutamente nada.
Gray sonrió.
-“Gracias, Sting, Rogue”.-Agradeció mientras se marchaba con una gran sonrisa. Sting en ese momento se dio cuenta de un detalle.
-“¡Gray-san! ¡Que te dejas el libro…!”
Tarde.
Gray ya se había marchado corriendo. Rogue lo cogió curioso.
-“Parece entretenido. Lo leeré”.
-“Si hombre, ¡Para que vengas con las mismas tonterías que Gray!”
[Con Natsu]
Estaba nervioso. Eran ya pasadas las doce de la noche, y Gray no había aparecido. Así que al final había decidido ir a la estación y coger el próximo tren a Crocus. Sin embargo, cuando iba a hacerlo, apareció Gray, el cual iba muy feliz.
-“¡Gray! ¡Me tenías muy preocupado! ¡Creí que te habías perdido en Crocus!”-Comentó acercándose a él, sin dejar apenas distancia. Gray sonrió.
-“Te preocupas demasiado por mí, pequeña lagartija”.-Se burló, aun sonriendo.-“Aunque yo también te he echado de menos, tengo que admitirlo”.-Natsu le miró con los ojos abiertos. Y en ese momento le sonrió, para después comenzar a besarle intensamente. Y Natsu se dio cuenta en ese momento, que la lengua de Gray se movía demasiado bien, sin temblar apenas, a comparación de como siempre era. Cuando se separó, Gray le estaba sonriendo. Y él estaba demasiado extrañado.
-“¿…Gray…?”
-“¿Sí, Natsu?”
-“¿Qué has estado haciendo con Sting y Rogue…?”
-“¿No te lo acabado de dejar bastante claro?”
-“¿¡Qué!? ¿¡Has estado besándoles!?”
-“Es que… Quería ser el novio perfecto…Y yo… He tomado clases de…”-Explicó con un sonrojo y un rostro de arrepentimiento. Natsu sintió lástima y todo por su novio.
-“No vuelvas a hacerlo… Te perdono esta vez”.-Comentó Natsu, algo sonrojado. Gray sonrió.
-“Sabía que lo entenderías”.-Susurró con una mirada lasciva mientras comenzaba a besar a Natsu, por primera introduciendo su lengua en la boca de Natsu, siendo él el dominante.
-“¿Gray?”-Preguntó Natsu nervioso y tímido por primera vez.
-“A partir de ahora, soy el seme”.-Murmuró con decisión. Aunque acto seguido se sonrojó mucho.-“Solo en los besos…”-Dijo aún en voz más baja. Aquello extrañó a Natsu, pero no dijo nada, volviendo los dos a casa. Después de un rato, Natsu habló.
-“¿Gray?”
-“¿Si, Natsu?”
-“Yo también quiero las mismas clases que tú”.
Gray rió.
-“Quizás más adelante te dé permiso”.