En la estación de trenes se notaba que era un día entre semana lleno de gente desde primera hora ansiosas y con prisa sin fijarse en lo que ocurría alrededor e inmersa en sus propios asuntos.
-Como siempre lleno-señalo Sei al entrar a la estación
-Por eso te dije ayer que saliéramos temprano-le recriminó Shi-pero la señorita aún sigue comportándose como si fueran vacaciones.
-Lo siento, mi culpa, lo siento hermanito-se disculpó fervientemente -pero aun vamos a empezar hoy, es normal que aún no me adapte.
-Supongo-suspiro nunca estar enfadado con su linda hermana cuando se ponía de ese modo-se más consiente la próxima vez-dijo esto mientras le acariciaba la cabeza.
-Me pregunto cómo será la escuela este año y si abra alguna interesante.
-Ains…si te refieres a un novio sabes que va a ser complicado, no aceptaremos a nadie-le estaba advirtiendo pero fue interrumpido.
-¿Quién ha hablado de novio?- me refería a una nuevo compañera con mis intereses y que podamos hablar horas sobres la obras de zafiro…bla…-dice con voz emocionada y alegre.
-Eh-su hermano a uno se acostumbraba a esa emoción agitada por ese tipo de temas.
-Por cierto-interrumpió su monologo y dirigió una mirada a su hermano con ojos brillantes-Shi ya que sacaste el tema no será que ¿ya tienes novio?-lo acorralo
-¿uhg? Espera…-lo cogió de sorpresa-espera, no tengo, pero…-cayo en la cuenta después-¿Sei porque siempre dices novio?¿Lo normal sería preguntarme por novia?
-No-una mirada ardiente apareció en los ojos de Sei-no aceptare a ninguna chica como tú tampoco aceptas a ningún chico que se me acerque, nadie destruirá mi paraíso yaoi.
-Ya ya-esto no lo sorprendió muchas veces su hermana declaraba eso, así que está parte no le había cogido por sorpresa.
-Así que entonces hermana-cruzo las manos en modo de súplica-onegai encuentra y preséntame pronto a mi cuñado
A pesar de lo irrazonable de la petición, y esa actitud su hermana siempre sería su hermana y la razón de que sus días no fueran aburridos.
-Pff, sabes que eso no será Sei, aunque no estoy en contra de ellos ni siquiera de que leas los libros, eso no es para mí, vamos a subir al tren.
Sei aun seguía suplicando mientras estaba en esa posición alguien tropezó con ella haciendo que se cayera al piso
-¿Estas bien dijo preocupado Shi?-que se había observado toda a situación.
-Si estoy bien-dijo-no es nada…-pero antes de terminar de hablar fue ignorada pesto que según su hermano comprobó que estaba bien, se fue a perseguir al agresor.
-¡Oye tú!-Shi que se había detrás del chico que tropezó con su hermana, finalmente lo agarro- sé que hay mucha gente pero al menos mira y discúlpate si empujas a alguien-le decía mientras le agarraba para hacer que se girase hacia él y ver su rostro puesto que tenía una capucha puesta.
-¡¿Eh?!-se el aludido se giró pero al tener unos cascos puestos no había escuchado nada. Pero lo que hizo a continuación desconcertó totalmente a Shi.
-¡Eres tú!-dijo el chico de los cascos eufórico
Una húmeda y calidez fue sentida en el interior de los labios de Shi, sus labios estaban unidos a los de otra persona por primera vez en su vida, un escalofrió como un relámpago le recorrió el cuerpo entero dejándolo inmóvil solo reacciono cuando sintió un hilo de saliva deslizarse sobre su piel al separar los labios para poder respirar.
-¿Qué demonios crees que haces?-logro zafarse de su agarre ya que ahora los brazos del otro joven rodeaban su cuerpo.
-Pero si lo estabas disfrutando-sonrió satisfecho -o mira la hora lo siento tengo que irme, nos veremos otra vez-fue ahí cuando soltó al otro que a pesar de los esfuerzos por zafarse habían sido inútiles.
¿Qué demonios acaba de pasar? Un chico me ha robado mi primer beso ¿esto es la realidad? Pero desgraciado me metió la lengua-su mente era un caos y la actitud del otro chico lo hacía todo más confuso.
-Shi , te dije que estoy bien, no hace falta que te enojes por esto. Además el tren va a salir súbete al tren o llegaremos tarde-le apuro Sei que finalmente había alcanzado a su hermano.
Con esto reacciono, bueno lo mejor sería pensar que lo sucedido no ocurrió jamás. Seguramente nunca lo volvería a ver, a ese extraño sujeto que le había robado un beso. Eso es lo que Usami Shi de 15 años de edad pensó.