“me retracto sobre lo que dije” pensó Reiki al ver el aura oscura que rodeaba al mayor, seguidamente zen estiro su mano para un apretón de manos, zen le apretó la mano lo mas fuerte que pudo a Reiki, el pelinegro por reflejo hizo lo mismo, mientras que un aura negra lo envolvía al igual que al mayor.
“Esto es un anuncio de guerra, pues si quiere guerra, guerra tendrá” pensó sin romper el apretón de manos mientras sonreía.
- Vamos a cenar – dijo Takafumi tratando de romper el incomodo ambiente, Reiki y zen rompieron el saludo y asintieron
Todos los presentes se encontraban sentados en sus respectivos lugares, zen se sentó en la cabecera, a su lado izquierdo estaba Takafumi, al derecho hiyori, al lado de esta estaba Reiki, y al lado de Takafumi estaba Kotaro, de manera que Kotaro y Reiki quedaron de frente.
Zen observaba cada movimiento de Reiki como esperando a que cometiera algún error, Reiki se percato de esa mirada, sonrió por lo bajo “esto será divertido”.
El miedo que tenía hace un momento por alguna extraña razón que hasta el desconocía se había ido, y una sensación de paz y relajación lo invadió, “el que nada, debe nada teme” palabras que su padre le había aconsejado antes de irse, el amaba a Kotaro y lo demostraría.
“un momento” había pensado que lo amaba, “yo….enserio lo…amo” su sonrisa se le borro, cuantas novias había tenido, bastantes y a lo máximo que llego con ellas fue a quererlas.
<<La persona que mas amas es la que más daño te puede hacer>>
Frase que leyó en un libro, no recordaba el nombre pero su “madre” siempre le había dicho que algún día tal vez lo entendería, pero esperaba que nunca lo hiciera. Su padre era una clara muestra de esto, había vivido años pensando lo peor del amor de su vida, que lo había dejado para hacer su vida con alguien de su misma clase social sin importarle sus sentimientos. Entonces sintió miedo, miedo a ser herido.
Porque tenía que ser ese preciso momento en el que se daba cuenta de las cosas, el era un cobarde, reconocía que amaba y entendía la literatura mejor que nadie, entonces porque se negaba a heredar la editorial como se había planeado desde la muerte de su “madre” y su verdadero “madre”, el lo sabía, tenía miedo de no cumplir con las expectativas de los demás.
Por eso busco a Ritsu desesperadamente, porque no quería llevar esa carga excusándose de que no le correspondía, fue egoísta, nunca busco a su primo para que su tío supiera la verdad y estuviera con él, lo quería para dejarle la carga que a él le correspondía.
Reacciono cuando la cena le fue servida, todos los presentes agradecieron por la comida diciendo al unisonó “itadakimasu”
- ¿Dónde se conocieron? – la primera pregunta de kirishima fue lanzada, Kotaro se apresuro a responder pero Reiki se le adelanto
- En la escuela – respondió mirando fijamente a zen, su miedo aun era latente – no estudiaba allí en un principio, me cambie de escuela a mediados de semestre – explico, las palabras le salían con naturalidad, sin procesarlas, a pesar del pánico interno que tenia, parecía tranquilo sin siquiera esforzarse
- Mmmm….. – zen comenzó a formular otra pregunta en su cabeza - ¿Qué piensas estudiar? – “¿eh?, a donde quiere llegar con eso” peno Reiki, pero antes de darse cuenta ya había respondido
- Literatura, aunque puedo cambiar de opinión – “qué demonios me pasa”
- O sea que aun no estás seguro – esta vez fue Takafumi quien se agrego al interrogatorio
- No – de nuevo solto una respuesta sin ni siquiera pensarlo - estoy seguro de que esa seria la profesión indicada, pero no estoy seguro de ser el indicado alcanzar las expectativas.
- No entiendo – continuo zen – si quieres algo deberías luchar por ello.
- Usted debe de saber mi situación – por alguna extraña razón aquella conversación le agradaba, sus frustraciones salían fluidamente – lo mas probable es que herede la editorial de mi tío, no tengo muchas opciones, de hecho no tengo ninguna opción, ya me acostumbre a que otros decidan lo que es mejor por mi sin pedirme mi opinión, estudiare literatura o negocios, esas son mis opciones si quiere una respuesta concreta, tengo suerte de amar la literatura, pero si no la amara de todo modos estudiaría esa carrera.
- ………… - los kirishima se sorprendieron por esa respuesta, en especial zen, notaba un tono de tristeza y resignación en la voz del menor, nunca había pensado de esa forma, como padre jamás le haría eso a su hijo, siempre le había dicho a sus hijos que tomaran sus propias decisiones para ser felices – te seré franco, mi familia es lo más importante para mí, simplemente no puedo aceptar que cualquiera salga con mi hijo, en especial alguien tan indeciso
- Pap…… - Kotaro iba a reclamar aquel comportamiento de parte de su padre
- Lo siento, nunca le he dicho esto a nadie, mis padres murieron cuando yo tenía 9, mi madre siempre me odio, y no son imaginaciones mías, ella misma me lo decía, mis padres siempre peleaban incluso el día que murieron, mi tío nunca se caso, asi que cuando 10 decidieron que heredaría la editorial, yo en ese entonces estaba deprimido por la muerte de mis padres – hizo una pausa – cierto día me entere de que mi tío tenía un hijo del cual hasta la fecha no sabe de sus existencia.
- Como…. – era normal que zen se sorprendiera, después de todo hablaban de su jefe, con el cual se llevaba bien.
- Mi tio tiene un hijo, mis abuelos lo sabían pero no dijeron nada para evitar el escándalo, no les importo que pasara con él, si la madre lo cuidaría, lo vendería o lo abandonaría, ¿no cree que él es el que debería heredar la editorial?, eso me decía a mi mismo todos los días, pero en realidad, lo único que quería era ser por primera vez libre y dejarle la carga a mi primo. De una cosa estoy seguro, no merezco el amor de nadie, así que está en todo su derecho de pensar que no soy lo suficiente para su hijo, por eso por primera vez en mi vida me esforzare para demostrar algo.
- Eso espero – fue lo único que zen con una sonrisa – pero no te la dejare fácil – un aura oscura lo rodeo de nueva cuenta
- Eso espero, o si no que caso tendría – sonrió, se había quitado una gran carga de encima.
- Cambiando de tema – Takafumi sintió un gran alivio al ver que el pelinegro no era una mala persona – zen, conoces a alguien que trabaje en bienes raíces
- Si, una buena amiga trabaja en una – respondió – porque preguntas
- Masamune quiere vender su casa – dijo simplemente despertando la curiosidad de los presentes
- Era de esperarse, supongo que quiere un lugar mas grande para criar a sus hijos – dijo zen mirando fijamente a su esposo
- Yo ya quiero ver a los bebes, ojala y sean tan lindos como Ritsu – menciono hiyori quien se había mantenido en silencio hasta ahora
- No es eso – dijo Takafumi – ellos volverán a Japón
Después de esas palabras el silencio reino en aquel comedor, a Kotaro le dolía en verdad, Ritsu era su mejor amigo, tanto zen como Takafumi estaban consientes de que su hijo quería mucho a Ritsu, zen debía de admitir que extrañaría a Takano después de todo eran colegas de trabajo, Takafumi estaba en las mismas Takano era un amigo de juventud.
- Eso no….. – Reiki hablo de nuevo sin pensar – EL NO SE PUEDE IR, NO AHORA NO – dijo mientras apretaba los puños -……tío….triste…..primo…..yo…..editorial – ahora ya ni pensaba en lo que decía, todos los presentes lo veían extrañados, sin entender nada de lo que decía, Kotaro en especial, no sabía que a Reiki le afectaría TANTO el que Ritsu se fuera
- ¿Te sientes bien? – pregunto Kotaro
- TENGO QUE EVITAR QUE SE VALLAN – dijo casi gritando con la mirada baja, alzo la vista y vio como su novio lo miraba sin entender nada
- No entiendo – comenzó a decir Kotaro – porque no puedes dejar que se vayan, es su decisión, yo la respetare y tu deberías hacer lo mismo
- NO LO ENTIENDES, RITSU ES MI PRIMO!!!
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- Moriré solo – decía Ryu haciendo un puchero, mientras lloraba infantilmente sobre el escritorio ante la vista de rei
- Deja de llorar y compórtate conforme a tu edad –
- No lo entiendes, tu hijo esta cenando con sus suegros pronto se casara y se ira de la casa –
- Deja de decir cosas sin sentido que tienes trabajo –
- El lado positivo es que a lo mejor y Reiki tiene algún día un hijo con Kotaro, entonces seriamos abuelos
- ¿seriamos?
- yo lo crie casi 8 años, tu solo llevas unos cuantos meses de conocerlo, además tratare a sus hijos como a mis nietos aunque no lo sean
- “si supieras” – pensó rei mirando a su amigo quien no tenía idea de que tendría, si todo salía bien, dos nietos – para eso falta mucho, además aun estas a tiempo para casarte, a tus 35 años, no estas tan viejo
- Cuando el amor llegue a mi vida, lo recibiré con los brazos abiertos, pero como no ha llegado pues no
- No insisto mas, y ya madura – diciendo esto salió de la oficina de Ryu
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--- un mes después---
Takano y Ritsu se encontraban durmiendo profundamente
El reloj marcaba las 3:43 am, Ritsu despertó ansioso, se incorporo en la cama, coloco sus manos en la espalda de Takano y comenzó a moverlo
- Masamune despierta – el mayor continuaba durmiendo, una venita palpitante apareció en la frente de Ritsu – ¡¡¡Takano Masamune despierta en este mismo instante!!! – grito mientras movía frenéticamente al mayor
- Humm…. – Takano se despertó, miro a Ritsu quien estaba con el ceño fruncido – ¿pasa algo? – pregunto Takano somnoliento
- Sí, tengo hambre – Takano ya sabía lo que tenía que hacer se levanto de la cama para ir a la cocina, pero la voz de Ritsu lo detuvo
- Quiero unos chocolates, no mejor un helado, no una hamburguesa – hizo una pausa para pensarlo mejor – mejor las tres cosas
- Y donde crees que conseguiré todo eso a las casi 4 de la mañana – Takano lo miro con reproche
- Tus hijos tienen hambre, no es mi culpa – se defendió el menor mientras acariciaba su abultado vientre, y miraba con ojos de cachorro a Takano
- Ok, veré que puedo hacer – tomo su abrigo y salió de la habitación, Ritsu se recostó de nueva cuenta, se cubrió con las mantas, ya era primavera, no hacía mucho frio como antes pero aun así había.
Últimamente se la pasaba durmiendo todo el día, ya no iba a la escuela, Masamune le dijo que no tenía caso, de todos modos pronto volverían a Japón. Habían acordado que cuando nacieran los bebes, Ritsu tomaría clases particulares a parte para reponer el año. Por momentos se sentía aburrido, Kotaro lo visitaba de vez en cuando, pero siempre estaba nervioso como si le ocultara algo.
Por otro lado Takano se encontraba conduciendo, fue a una tienda de 24 hrs a comprar lo que su lindo castaño le había pedido, su celular sonó era un mensaje de Ritsu, dándole el sabor del helado, la marca de los chocolates y los ingredientes de la pizza, “espera un momento ¿pizza?, ahora quiere una pizza”
En la primera tienda encontró los chocolates y la pizza, pero no el helado “porque tenía que pedir uno tan difícil de encontrar”, la poca gente que se encontraba en las calles lo miraba raro, claro, no era común ver a un hombre en pijama buscando helado sabor pay de queso con zarzamora.
A la tercera tienda encontró el dichoso helado, lo compro y manejo hasta a casa.
Ritsu continuaba despierto “por que tarda tanto”, de repente sintió que algo en su interior se movía, “los bebes” llevo una mano a su vientre, sus bebes comenzaron a moverse de manera enérgica. La puerta de la habitación se abrió, Takano traía dos bolsas que dejo en una mesita de la habitación
- ¿Qué haces? – pregunto Takano al ver que Ritsu abrazaba su propio vientre
- Los bebes se están moviendo – y en menos de un segundo Takano ya tenía sus manos puestas sobre el vientre del castaño, después de un tiempo los bebes dejaron de moverse
- Ya se acabo – dijo Takano poniendo cara de perrito a medio morir - haz que se muevan otra vez
- Idiota, no puedo – dijo Ritsu con una venita palpitando – además ellos también duermen, ahora dame la comida – dijo mirando las bolsas que Takano había traído, el pelinegro le paso las bolsas que contenían los chocolates y el helado, Ritsu tomo el helado y comenzó a comerlo mientras mandaba a Takano a preparar la pizza
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Un mes, un mes había pasado desde que hablo de mas en aquella cena, desde eso todo se había complicado, Kotaro le reclamo el hacho de no haberle tenido confianza desde un principio, zen había aceptado su relación pero no del todo, aun lo vigilaba, Ritsu había dejado de estudiar a causa de su embarazo y el no había dicho nada a su tío.
Pero……..
- Tío – toco la puerta de su oficina
- Pasa – respondió Ryu desde el interior sin apartar la vista de los documentos que analizaba - ¿Qué se te ofrece?
- Necesito decirte algo importante……..
Continuara………