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Looking for Freedom por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

Me encanta que aun sigan leyendi este fic, omg >3<

 

 

Renji Pov

 

 

Unohana no encontró ningún defecto en mí, ninguna anomalía, nada, eso era extraño, estoy seguro que ese sujeto logro inyectarme algo, lo sentí.

 

 

–De momento creo que lo mejor sería tener muy bien vigilado a Renji-san, no sabemos si lo volverán a atacar ni las consecuencias del dichoso elemento que lo inyectaron–

 

 

–Gracias por venia Unohana-san– Respondió el vejete, ella solo le sonrió.

 

 

–Realmente, por su seguridad, no lo dejen solo– Y se retiró sin dar alguna señal de lo que podría tener.

 

 

–Byakuya– La voz del anciano sonó con fuerza– A partir de este momento, tú deberás permanecer al lado de tu consorte, noche y día, no sabemos por qué lo atacaron, pero lo más probable es que vuelva a ocurrir y esta vez tu tienes que estar a su lado– Y de nueva cuenta la puerta fue cerrada dejándonos a nosotros solos.

 

 

–No tienes que hacerlo si no lo deseas Byakuya, puedo cuidarme por  mi mismo– Cerré la boca al ver su rostro.

 

 

–Claro que no puedes cuidarte por ti mismo, te inyectaron algo– Refuto

 

 

–Lo siento por eso– Pronto el silencio se apodero de la habitación, era tan incómodo estar al lado de Byakuya, no había nada de lo que podamos hablar, me limite a mirar mis manos, el seguía parado a un lado del futon  sin decir nada. Si asi iba a ser todos los días, no podría soportarlo.

 

 

Vamos amo, es su oportunidad, tiene a Byakuya para usted solito.

 

 

Y qué gano con eso Zabimaru, es lo mismo que estar con un tempano de hielo.

 

 

Piénselo, puede hacer muchas cosas, es su esposo después de todo.

 

 

–¿Ya haz comido? – Levanto los ojos impresionado, ¿Se estaba preocupando por mi? Veo que frunce el ceño.

 

 

–No, llevo todo el día aquí– Respondo, parece pensarlo.

 

 

–Saldremos a cenar, vístete, pediré que arreglen el carruaje– Afirmo levemente mientras el se retira de la habitación, ¿Por qué mi corazón pegó un brinco al oírlo decir esas palabras?

 

 

Porque esta enamorado

 

 

Y una mierda contigo Zabimaru.

 

 

Ya admítalo, le gusta Byakuya, hasta Kouga-san se dio cuenta de ello.

 

 

Voy al armario buscando algo que ponerme ignorando al mono ese. Un houmongi quizás, pero era demasiado sencillo, ¿A dónde iríamos a cenar?, negué levemente y al final me decidí  por un kimono rojo con bordes blancos e imágenes de grullas y flores en dorado y blanco, alce mi cabello en una cola alta y salí rumbo a la entrada principal. El carruaje estaba listo, más Byakuya aún no llegaba por lo que decidí subir antes, había pasado buen tiempo y Byakuya aún no llegaba, suspire pesado, se estaba burlando de mi de nuevo. Molesto baje del carruaje, más frene cuando lo vi aparecer, el montsuki que llevaba era muy elegante. Subió al carruaje, acto seguido subí tras él, el viaje fue silencioso, no podía evitar mirarlo de rato en rato, el muy capullo no volteaba a verme.

 

 

El carruaje freno, el bajo primero aunque para sorpresa mía me tendió la mano al momento de bajar. Sin duda era un lugar muy lujoso, me quede como bobo y solo reaccione cuando sentí que mi mano aún seguía sujeta a la de Byakuya. Me solté del agarre disimuladamente mientras entrabamos al lugar, fuimos hasta un desolado lugar, apartado del resto de personas. Se sentó por lo que yo imite su acción al otro lado de la mesa, justo frente a él. Se acercó un camarero haciendo una venia al vernos.

 

 

–Kuchiki-sama ¿Qué es lo que va a pedir hoy? –

 

 

–Lo de siempre. –

 

 

–Y usted– Pegue un pequeño brinco al ver que se dirigía a mí.

 

 

–Lo mismo– Musite lo suficientemente alto, joder que estaba nerviosos, esto era extraño, me sentía extraño. Evitaba verlo a los ojos, retorcía mis manos por lo bajo, ¿Mi estómago cosquilleaba? Sentía unas jodidas cosquillas, la boca se me había secado.

 

Usted está enamorado ¡e-na-mo-ra-do!

 

–¿Estás seguro de querer lo mismo que yo? –

 

 

–He…Si, si d-debe de ser muy bueno si lo ha pedido– Respondí aun sin verlo.

 

 

–¿Te incomoda estar aquí? – Levante la vista de golpe, la luz de la vela sobre su rostro le daba un brillo inexplicable, sus ojos mirándome solo a mí. –Renji–

 

 

–Byakuya– Me quede mirándolo a los ojos, no sé por cuanto tiempo, pronto mi rostro se tornó cual tomate. – Q-que va, solo que no estoy muy acostumbrado a esto–

 

 

–Sé que tu no deseaste este futuro para ti, fuiste arrastrado, prácticamente secuestrado y obligado a participar en ese torneo– No sé a dónde mirar– Dijiste que no lo habías hecho por ti, si no por alguien más– Asentí – ¿Quién? –

 

–Rukia– Su ceño se frunce– No me malentienda, ella es como una familia para mí, la conocí en el rukongai desde muy niños– sonrío inconscientemente al recordar aquellos días que corría y jugaba a su lado, más el recordar todo lo que tuve que vivir borro esa sonrisa y frunzo los labios – En ese mundo de mierda había encontrado un poco de felicidad. – Rápidamente trato de despejar mi mente de esos recuerdos, vuelvo a sonreír–  Por protegerla es que no me opuse a ser arrastrado hasta tal competencia. –

 

Byakuya no había dicho ni una sola palabra, pero sus ojos me escudriñaban. Agradecí al cielo el hecho de que llegara la comida para dar por sentada tan incomoda conversación. El plato olía bien, Byakuya comía en silencio por lo que comencé a comer el mío.

 

 

–hmp– ¡Picaba como los mil infiernos! ¡Como mierda puede comer eso Byakuya! ¡Y ni siquiera se inmuta, está feliz comiendo! Necesito agua. Pase la comida con dificultad, sin duda había cocinado mi lengua.

 

 

– ¿Sucede algo? – Alzo su mirada hacia mí. Comida picante ¿Cómo había olvidado ese detalle? Kouga-san ya me lo había dicho, argh Renji idiota. No pude evitar que una risilla escape de mis labios, Byakuya me mire extrañado.

 

 

–Comida picante–Respondí  sonriendo antes de que continuara – Había olivado que es su comida favorita– Quedo en silencio mientras seguía viéndome.

 

 

Oh por Kami, esto es un milagro.

 

Byakuya había esbozado una pequeña casi inexistente sonrisa. Kuchiki Byakuya, alias Señor Tempano de hielo había sonreído.

 

 

–Puedes pedir otro plato, yo me comeré ese–

 

 

–Pero, es mucho–

 

 

–Tú mismo lo dijiste, la comida picante es mi favorita– Sentí mi pecho hincharse,  ¿Qué era esto? ¿Por qué de pronto era más amable?, no lo comprendía, sin embargo sentía una gran alegría, quizá y si me estaba enamorando.

 

 

Al final termine pidiendo un plato de taiyaki, para mi sorpresa Byakuya había terminado los dos platos sin dejar nada, algo digno de alabar. No habíamos dicho más palabras, sin embargo el silencio que nos rodeo fue agradable. Estábamos de regreso a la mansión, solo se oía las ruedas del carruaje contra la tierra. Me mordí el labio repasando bien las palabras que iba a decir.

 

 

–Gracias por lo de hoy– El voltio prestándome atención– Por la cena, no la esperaba, realmente fue agradable –

 

 

–Sé que la has estado pasando mal en la mansión, a pesar de lo que somos, nos desconocemos totalmente, en parte soy responsable de toda esta situación, incluso del ataque que sufriste. Estoy seguro de que fue Ichimaru Gin, Aizen está detrás de esto– Lo vi cerrar con fuerza los puños, había oído rumores con ese nombre, más era la primera vez que escuchaba ese nombre de los propios labios de Byakuya. Me sentí curioso sobre su pasado, Kouga-san decía que era amargo y teñido de sangre, pero que quien debía contarme no era otro mas que Byakuya.

 

 

–También fue mi error el no correr y decidir enfrentarme como el cabeza hueca que soy, me gano la costumbre– Lo vi relajarse, eso me bastaba.

 

 

**

 

 

–Oh, así que ahí estabas Renji– Oí a Kouga nada más al entrar– Estábamos buscándote para invitarte a cenar, pero veo que ya me ganaron. – Alzo el pulgar hacia Byakuya– Esa es la actitud sobrino, pronto iniciaran la fabricación de un mini Byakuya– no pude evitar sonrojarme ante la sola idea– Eh Renji, ¿Ya lo estas imaginando? –

 

 

–Me retirare primero, con permiso– Salí corriendo del lugar, Kouga es un idiota.

 

 

Pero qué día para más agitado. Valió la pena, todo valió la pena, Byakuya sabia sonreír.

 

Parece que si sabía hacerlo.

 

He pequeña piña enamorada, pude sentir cada uno de tus sentimientos, vaya que altos y bajos.

 

Ah? Ni que altos ni bajos, no sé qué habrás sentido Zabimaru, ya déjame en paz, ha sido un largo día, solo quiero dormir.

 

 

Busque mi yukata y me metí en el futon, no mentía al decir que tenía sueño, realmente lo tenía.

 

 

**

 

 

Starrk

 

 

Dormía plácidamente, acaricie su piel con cuidado ¿Cuándo ibas a despertar?, no importaba si me golpeabas o me insultabas por haber sido un completo cabronazo en ese momento, solo deseaba que despertaras, poder escuchar tu voz.

 

–He hecho todo lo que estaba en mis manos Starrk, arregle el lio que tenía en la cabeza, aunque algunos recuerdos han quedado un poco dañados, nada que no se puede recuperar con el pasar del tiempo. Sin embargo, el agotamiento físico y mental lo ha llevado a estar en este estado, las posibilidades de que se despierte ahora son muy pocas, puedes ir tranquilo, Soujun no despertara por ahora–

 

 Bese sus labios para luego salir del lugar. Ya había llegado la hora, debíamos hacer caer el primer reino y según Aizen matar al primer elemento, a saber que mierda quería decir con eso, cada día anda más chiflado, pero mientras no joda, hare lo que diga. Cuelgo mi katana en su cinto cuando veo llegar presuroso a Grimmjow.

 

–¿Viste un alma? –

 

 

–La mierda, si eso fuera sería bueno– Me contesta revolviéndose el cabello– Fui a ver a la fresa–

 

 

–¿Y? –

 

 

–Esta embarazado–

 

 

–Te lo advertí idiota, ¿Qué le dijiste? ¿Te harás cargo del crio? –

 

 

–Pues claro, es mi hijo después de todo, no puedo andar dejando hijos regados por el mundo–

 

 

–Hasta que te oigo decir algo bueno y honorable de tu parte– El muy animal intenta golpearme a lo que le esquivo con facilidad– Alístate que partiremos dentro de poco– Se va no sin antes levantarme el dedo corazón. Grimmjow idiota, se lo advertí, ahora que rece para que Aizen no se entere, si no las cosas se pondrán feas.

 

 

Envaine mi espada, no me gustaba llevar armadura, pero ya que comandaría unas 10 000 fracciones no tenia de otra.  Cada uno estaba al frente de sus fracciones, Harribel con unos 9 000, Ulquiorra con 8 000 Grimmjow con 7 000 y Jugram con 5 000, Aizen iba detrás junto con Gin. La campaña comenzaba ahora.

 

 

**

 

 

Ryuken

 

–¡¿Qué significa esto?! –

 

 

–Majestad…al enterarse de la situación, la mayoría ha abandona el imperio, de momento contamos con 40 000 quincys dispuestos a dar su vida. –

 

 

–Esa no es toda nuestra fuerza, ¿Dónde está Marzwal? –

 

 

–Los 20 000 quincys que venían con el fueron hallados muertos, me temo que no se la causa–

 

 

–¿Y  Jugram? – Esta al frente, en la frontera con unos 30 000 quincys– Responde As nott, en esta situación lo mas prudente es pedir refuerzos, la Sociedad de Almas tardaría en llegar y aún estamos distanciados con el Imperio Humano.

 

 

–As Nott, envía un mensajero, que regrese Jugram

 

 

–Pero–

 

 

–Que regrese ahora– Solo se inclina ante mi antes de retirarse. Este imperio ya ha sido corrompido, no hay manera de rescatarlo, ahora ¿Deberé esperar a que se rebelen todos lo traidores o ir a batalla al lado de ellos?. Lo mas probable es que terminen matándome por la espalda. Alargo un suspiro mientras me dirijo a cambiarme. Ya no importa lo que suceda, mi consuelo es que estas a salvo  Uryuu.

 

 

 

*

 

 

 

 

 

 

 

La guerra contra el Imperio Quincy había iniciado, con la traición del General de las fuerzas Quincys, sus fuerzas habían sido considerablemente mermadas, el Emperador, Ishida Ryuken comandando a un total de 50 000 no temió partir al campo de batalla.

 

 

La sangre teñía cada centímetro del lugar, cuerpos esparcidos sin vida. Las cosas no iban bien para el Emperador Quincy, había perdido a más de la elite, lo habían traicionado. Las bajas del lado contrario no eran muchas y su elite seguía intacta. A este paso iba a caer.

 

 

*

 

 

–Majestad, un mensaje– Uno de los sirvientes se acercó al corcel del emperador. Este lo tomo de inmediato reconociendo el sello. Era del imperio Humano.

 

 

Ishida Ryuken, Gran Emperador Quincy, sé que nuestras relaciones han sido estropeadas en los últimos años. Pero permíteme redimirme de mis actos.

 

Sé que eres consciente del gran poder que ostenta Aizen, no podrás ganarle, estas condenado a la derrota. Sin embargo, no es el final, te ofrezco mi apoyo y resguardo, mi imperio a tu servicio. No puedes morir ahora, no es el momento.

 

Lo que te pido va en contra de tus principios, huir nunca ha sido tu estilo, pero dada las circunstancias me veo en la obligación de hacerte ver este irrefutable resultado. Dos de mis guardias de confianza están esperando por ti en la parte trasera de tu palacio.

 

Piensa bien lo que harás Ryuken.

 

 

Kurosaki Shiba Isshin

 

 

          

–Majestad, sé que no soy quien para decir estas palabras, pero los guardias aguardan por usted, yo lo puedo guiar hasta ellos–

 

 

–Eso no hará falta– El siervo levanta la mirada – No huiré–

 

 

La lucha continuaba sin tregua, mientras más avanzaba, más notable era el resultado. La derrota Quincy era eminente.

 

 

*

 

–Majestad, aún está a tiempo, huya por favor–              El aludido frunció los labios, ¿este era el fin? No podía terminar todo así, todo su imperio estaba a punto de caer, todo a su alrededor estaba perdido.

 

 

–Así muera hoy, no huiré– Respondió mientras se alzaba imponente, listo a lanzar sus flechas.

 

 

–Sabía que dirías eso, Ryuken–

 

 

–Emperador Isshin-sama– Los quincys se hicieron para atrás mientras ambos emperadores se encontraban.

 

 

–¿Qué haces aquí? Yo no pedí tu ayuda–

 

 

–Vine por voluntad propia Ryuken, sabía que no acatarías una petición por escrito. –

 

 

–Vete, esta no es tu guerra Isshin–

 

 

–Ah! Ya empezamos, ¿Realmente piensas morir aquí? De una forma tan miserable–

 

 

–Maldito–

 

 

– ¿No has pensado lo mal que se sentirá Uryuu? –

 

 

–Eso no te incumbe–Azoto con una mano el aire ofuscado.

 

 

– Estoy seguro que él se opondría si siguiera vivo…– El Quincy afilo la mirada como advertencia.

 

 

–Callate Isshin–

 

 

– Kaien–

 

 

–¡No te atrevas!–

 

 

–Nuestro hijo– El puñete que impacto contra su mejilla lo hizo retroceder unos cuantos pasos, miro con tristeza al peliblanco quien temblaba con fuerza a la vez que se mordía con fuerza el labio.

 

 

–Lárgate Isshin, ¡Vete y no vuelvas a pisar nuevamente mis tierras!– Alzo su arco en contra del pelinegro.

 

 

–Ryuken–Este agarro las manos contrarias inmovilizándolas– Lo siento tanto, no pude protegerlo– Abrazó el cuerpo de este y con un certero golpe logro dejarlo inconsciente–

 

 

–Muchas gracias Isshin-sama, nosotros ganaremos tiempo hasta que usted haya salido del imperio– Los subordinados del peliblanco salieron a luchar mientras el soberano del Imperio humano montaba su corcel en dirección contraria a la guerra.

 

 

Ese día, el Imperio Quincy cayó en manos del Emperador, Aizen Sosuke.

 

 

**

 

Notas finales:

Review?

yo se que si


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