Pov Ginrei
-ya esta todo preparado, solo falta que lleguen los invitados y por ultimo el…doncel emmm.- veo que duda en como llamarlo, no es de la nobleza, no tiene un apellido al cual aferrarse, no es nada, pero encierra muchos secretos y ahora es una mas de este clan.
-el doncel Kuchiki, tendrán que llamarlo de esa manera, al menos frente de los invitados-
-si, señor- se retira con un movimiento de mi mano, el jardín esta limpiamente decorado, los arboles de cerezos recién florecidos, el viento fresco, el gran banquete digna de la alta clase, todo esta tal y como se esperaría de un boda tan aclamada como lo es esta.
Compruebo de que todo este en perfectas condiciones, falta apenas 20 min para que empiecen a llegar lo invitados, doy algunas ordenes a los guardias, no quiero contratiempos y mucho menos alguna oposición. Veo a lo lejos el cuarto donde esta mi nieto, este es solo otro sacrificio mas que hacer.
Al final me lo agradecerá…ambos lo harán.
Sonrió con cinismo, esta boda no es más que un peldaño para alcanzar la libertad.
Pov Isshin.
-no sabes cuanto te debo, no hubiese podido yo solo contra el, no sin tener que destruir todo mi reino- hablo mientras tomo un sorbo de sake.
-no hay de que, por cierto ¿no va muy lento tu carroza?-
- Aun falta 1 hora para que todo comience y mas el protocolo Kuchikisence, voy demasiado temprano. HAHAHAHH- me suelto a reir ante mi ocurrencia.
-hahha, sabes que puedes contar siempre conmigo Isshin-san- noto un cambio en su tono de voz por lo cual me dejo de payasadas.
-¿esta bien?-
-sabes que no se puede ir en contra de lo imprevisto, ni mucho menos de las casualidades, tal ves deberíamos de aprovecharla ¿no crees?- sonríe lo que solo hace que me preocupe mas.
-pero ¿Cómo dices eso? Es demasiado peligroso, no…no puede ser, ¡me prometiste que estaría fuera de peligro, fuera de todo esto!-
-Ichigo es mas fuerte de lo que aparenta, Isshin, tu hijo ya no es un niño, debes dejarlo ser-
-NOOOO mi Ichigo, el es aun mi pequeño bebe BUA!-
-no se porque siento que hablar con una roca seria mejor, Isshin, tu hijo esta e buenas manos, lo entrenare cuanto pueda y regresare en perfectas condiciones-
-no se si debería confiar en tu juicio Urahara…-
-no te quedan otras alternativas-
Tan rápido como llego se fue, termine mi vaso mientras peinaba mis cabellos hacia atrás, dejarlo ser…como si fuese fácil, dije lo mismo con el primero y ahora el ya no….
-solo espero que todo funcione-
Pov Renji
Al fin en el jodido matadero, o perdón boda. Trato de regularizar mi respiración, escucho muchas voces ¿pensé que con lo amargado que se verían apenas y seriamos 10 personas?, bufo molesto, estoy comenzando a sudar como un cerdo, y toda la porquería que llevo encima es tan fastidiosa.
Debe resistirlo, solo faltan minutos.
Ni me lo recuerdes Zabimaru, ¿esta bien lo que estoy haciendo? Quiero decir, si porque los liberaran y Rukia tendrá una vida feliz, pero yo… yo no se si esto sea lo adecuado.
Y que le dice el corazón.
No me vengas a ser poeta, no te va.
Haga el intento, vera que no le estoy mintiendo, cierre los ojos y concéntrese, olvide el bullicio de fuera escúchelo.
Hago lo que el mono me dice, al inicio como que comienzo a sentir algo, tal ves un cosquilleo…es tan cálido, se siente bien…
-Renji-sama, ya hemos llegado al lugar, debe bajar, será escoltado por dos guardias hasta la mansión principal donde se encontrara con Ginrei-dono -
-d-de acuerdo- las puertas se abren dejándome pasmado, ¿esto es la mansión Kuchiki?, los cuatro guardias se sacan las capuchas negras quedando con unas blancas vestimentas, sus sonrisas no me dan confianza, pero ¿A dónde debería huir? - ¿Qué significa esto? - trato de sonar firme e imponente, uno con cara de anciano se acerca con toda la intención de bajarme a la fuerza, me pongo en posición de defensa mientras busca algo con que defenderme.
-oh, no hay por que temer, Renji-san, no te haré daño, esto es solo un preámbulo, ya has de saber, cosas de nobles.-
-¿quien eres?-
Pov ???
Vuelvo mi vista a la ventana de la carroza, hace tanto que n o volvía a la mansión, no desde que el murió.
Ese día no solo nos dejo, si no que también se resquebrajo el gran nombre del clan, todos me culparon de su muerte, todos me tildaron como cobarde por no haberlo auxiliado, todos buscaron un culpable y lo encontraron en mí. Pero mi único de que soy culpable, fue no haber, llegado a tiempo, tenia que asegurarme que estaría bien, él me lo encomendó y se lo cumplí, quizá si me hubieran dejado hablar, sabrían la verdad, hermano, él esta bien, eso es lo mas importante ¿no?, pero lo vio, vi como el desgraciado de Aizen lo atacaba y no hizo nada por salvarlo, esa persona que decía no permitir que nadie te dañara, ayudo en tu muerte.
-¿estas bien?-
-solo pensaba en algunas cosas- volteé la mirada hacia el camino.
-debe ser difícil regresar después de 15 años-
-si no fuera por el protocolo, créeme que no pisaría ese lugar de nuevo-
-me tienes a mí-
-y eso, es lo que me impulsa a volver, no se que hubiese sido de mi sin ti Muramasa-
Pov Renji
-¡Renji-sama! ¿Esta usted bien? Ginrei-dono lo esta esperando…- escucho los golpes insistentes, corro la pequeña puerta topándome con la visión de una hermosa mansión decorada de manera magnifica…pero un momento, ¿Cómo llegue tan rápido a aquí? es imposible que haya sido un sueño, el silbato aun esta conmigo…- ¿esta bien?-
-ah, si si es solo, la impresión- debo actuar con naturalidad…si todo lo mas natural posible. Baje con cuidado de no tropezar, dos guardias me escoltaron al interior mansión, por el lado menos concurrido y lleno de sirvientes, los cuales al verme se detenían a hacer una que otra venia. No paso mucho hasta que el gran tatami frente a mi fue abierto revelando una impecable sala tradicional, con adornos de bordados preciosos en la pared, sin duda llena de lujos que un noble de tal estatus puede proporcionarse.
-enseguida vendrá Ginrei-sama-
Y tan rápido como llego se perdió en los interminables corredizos, bufe por lo bajo al estar solo, había unas almohadillas en el suelo, o eso que utilizan para sentarse…¿debería hacerlo? Si me siento puede que piensen que soy un completo burro por sentarme y arrugar el kimono, aparte que lo veo muy difícil el intentar sentarme, y no quiero estar parado me aburro, maldita sea… creo que solo me apoyare en alguna pared y a la que sea. Estoy por apoyarme cuando….
-abuelo, ya esta todo listo para…-
Esa gruesa voz sonó a mi espalda justo al momento que me apoyaba en el pecho de esta persona, oh Dios, gire levemente encontrándome con dos azules que me miraban escudriñándome.
Momento incomodo
Cierra la boca maldito mono, ¿acaso no me puedes advertir cuando cosas como estas van a suceder?
No me corresponde.
Retrocedí de forma bruta por lo que termine enroscándome entre el haori y mis piernas cayendo estrepitosamente al suelo. ¡Que buena primera impresión Renji!
-ridículo- lo escuche apenas murmurar, ah que es un maldito estirado niño de cara afeminada….bufe aun mas fuerte tratando de levantarme, solo con mi torpeza termine enredándome mas, sentí mi cara arder de vergüenza todo bajo su atenta mirada, seguía ahí bajo el umbral de la puerta sin moverse un centímetro.
-oh, Byakuya que bueno que ya estas listo, estaba apunto de mandarte a llamar, tú muchacho, ¿Qué haces en el suelo?-
El vejete apareció muy bien vestido, con el orgullo o casi nulo que me quedaba logre ponerme de pie acomodándome el cabello hacia atrás, aun sentía el rostro completamente rojo. Él se coloco al centro de las dos puertas corredizas, el de nombre Byakuya a mi lado izquierdo y bueno yo a su derecho. Las puertas se corrieron y el bullicio fue cambiado a una serie de aplausos, la decoración era hermosa, el camino que nos llevaba un podía de dos gradas decorado con pétalos, todo alrededor lleno de figuras que nunca había visto en mi vida pero igual me sonreían.
-recuerda recitar bien tus votos muchacho, Yumichika me aseguro que los conocías de memoria.-
-si…Ginrei-sama- respondí bajo. Byakuya se había mantenido en silencio durante todo el trayecto, apenas y se movía, eso me estaba alterando ¿no podía verme a la cara y decaerme lo mucho que lo desagradaba? Creo que aunque suene masoquista era mejor que se ignorado olímpicamente.
En el podio se encontraba un hombre de cabellos marrones ondulados, de una sonrisa cálida la cual respondí sin dudarlo, había una aura de paz que simplemente lo hacían amigable. El viejo se retiro dejándonos frente al altar, ambos giramos supuestamente mirándonos, pero esos ojos azules no me veían a mi. Estaban apagados, aceptando algo por el bien del resto…
-su turno- desperté de mi ensoñación cuando escuche la gruesa y amable voz del tal Kyoraku, al menos su nombre había escuchado. Respire hondo, dios sudaba como cerdo!
-yo…a partir de este día me vuelvo uno contigo, renuncio a mi nombre y lo sustituyo por el tuyo. Prometo serte fiel hasta que el fin de los días llegue hasta nosotros y el hilo de destino nos libere, prometo cumplir mi rol como consorte y ser ese pilar que necesites a lo largo de tu recorrido. Kuchiki Byakuya, a partir de hoy soy tu consorte, pareja…amante, Kuchiki Renji-
Lo dijo, eso es admirable Renji.
El pareció conforme con mis palabras, pronto Kyoraku le dirigió una vista a Byakuya, lo escuche suspirar y voltio su mirada conectándose a la mía.
-yo, Kuchiki Byakuya, te tomo a ti, Kuchiki Renji, como mi consorte y futuro pilar, como mi pareja hasta que el fin de los días llegue a nosotros y el hilo del destino nos libere. Mi poder, mi reino y mi estatus, es ahora tuyo-
Me temblaba las manos, terminaron de amarrarnos el hilo rojo en ambos dedos meñiques, los aplausos y buenos augurios no se hicieron de esperar, el ni bien las personas se distrajeron, se libero del nudo y se perdió entre la multitud, me sentí perdido, confundido, ahora era
El señor Kuchiki, suena muy bien Renji.
No se si deba agradecerte Zabimaru, pero me siento algo mejor. Pronto me di cuenta que era el centro de la atención y no todas de las miradas eran muy buenas que digamos.
-escuche que no viene de alguna casta, que horror, es un total desconocido y ahora familia Kuchiki, puff debió de haber usado alguna artimaña- murmuraba una joven tras de mi.
-lo que hubiese dado yo por estar en su lugar, ¿Cómo crees que lo consiguió?- tenia unas ganas de girarme y dedicarles unas cuantas palabritas…no Renji, recuerda lo que dijo Yumichika, mantén la calma y cordura.
-hey- una morena salto de entre la multitud abrasándome por el hombro- ¿así que tu eres la pareja de Byakuya-boy? Eres tan lindo! De seguro y le quitas esa cara de estreñido que trae-
-eh…- sentí las miradas sobre nosotros ¿esto estaba bien?
-hahahha, ¿Qué tanto miran? Viejas chismosas! Vayan y rajes de sus maridos!! Puff, no les hagas caso son solo unas envidiosas, mira nada mas la belleza que tiene al lado ese estirado, si tu no logras sacarlo de esa capsula no se que lo hará-
-¿gracias?-
-soy Yuruichi, Shihon Yoruichi, una amiga de la familia de Byakuya-boy-
-mucho gusto, Renji…Kuchiki Renji-
-vamos no seas tímido, ¿el malagradecido de tu marido desapareció? Nunca cambiara, ven te presentare al resto de Reyes-
Tiro de mi mano mientras nos encaminábamos hasta una parte mas privada, al primero que reconocí fue al que nos caso, Kyoraku Shinsui.
-bueno a él ya lo conoces, este es su consorte Ukitake Jushiro y esta pequeña es su prima-
-Rukia- me quede pasmado, esa era Rukia, la enana
-RENJI! Eres tu!!! Y y mírate eres, estas wao…tu BAKA! ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba?- la pequeña comienza a sollozar mientras yo trato de calmarla.
-estoy bien enana, y por lo que veo tú también-
-oh, todo se lo debo a Ukitake-san, el me ayudo y adopto como miembro de su familia, Renji, ahora tenemos familia y estoy tan feliz por ti, yo sabia que algo bueno te deparaba el destino amigo…- abrace a la enana mientras despeinaba algo su cabello.
-disculpe mis modales, Ukitake Jushiro, muchas gracias por haber cuidado de Rukia, ella…ella es como mi hermana menor y me alegro de que se halla topado con alguien de tan buen corazón como el de usted.-
-oh, Mi Shiro-chan es el mejor!- hablo Kyoraku sacándonos una carcajada a todos.
-no hay de que, Kuchiki-san, para mi es toda una alegría tener a Rukia como parte de mi familia- pasamos entre una conversación amena y carcajadas, Rukia no podía estar en mejore manos. Una joven pelinegra de nombre Soi Fong se llevo casi a rastras a Yoruichi quien solo prometía regresar, el hablar con ellos había logrado mermar mis nervios, pero la noche aun no terminaba y este nuevo viaje solo estaba empezando.
Mientras hablaba con Rukia, muy amenamente, escuche que algunas de las señoras que hablaban a mis espaldas hace unos momentos, lo hacían otra vez, hablando acerca de la manera en la que Rukia y yo, hablábamos, de como deshonraba a la familia Kuchiki, con mi comportamiento, y allí es que me di cuenta de que, estaba muy abrazado de Rukia y hablábamos informalmente, pero eso era muy normal en nosotros.
Sentí como me tomaban del brazo y le jalaban, iba a replicar, pero al ver quien era, me quede frio.
-¿Me puedes decir, que se supones que haces?- Byakuya utilizaba un tomo voz un poco agresivo, pero sin elevar la voz.
-Me estas lastimando, ¡suéltame!- al decir lo ultimo retire su mano de mi brazo, viendo como dejo una marca en ella; pero al levantar la mirada, note como algunos de los invitados que estaban cerca a nosotros, murmuraban cosas y fijaban sus miradas a nosotros.
-¿es que, no sabes cual es ahora tu lugar?, ¿quieres seguir deshonrando a mi familia, Simple doncel?-
-¿de que hablas?, ¿Quién te crees que eres?- lo miraba con ira, llamarme simple doncel, maldito noble de cuarta.
Pov Byakuya
-¿Quién soy?, tu marido, lamentablemente, ¿Qué, que me pasa?, estas, comportándote, como una persona sin modales, al hablar así con esa chica, como si fueran íntimos, y sonreír de esa forma a los reyes Kyoraku y Ukitake, entiende, ya no eres un simple muerto de hambre, que tendría que…-
-¿Qué? ¿Mover el culo por un trozo de pan? –
-no podría esperar menos de alguien como tú, eres parte del clan Kuchiki, eres mi esposo compórtate- al terminar de hablar, me doy cuenta de la gravedad de mis palabras, pero es que no lo puede evitar, el honor de mi familia estaba en juego, él tiene que entender, miro a Renji y veo que sus ojos , reprimen las lagrimas, y que sus puños están comprimidos, él, él ¿quiso golpearme?, ¿tanto lo daño mis palabras?, ¿Por qué reaccione así, a los cometarios?, no es propio de mi, pero tampoco lo es, retirar mis palabras.
-Tú, maldito noble, no sabes nada de mi, y te atreves a hablarme así, por lo menos, por tu honor, trátame como lo que soy, que es, como tu mismo referiste, lamentablemente, tu esposo, yo no estaba haciendo nada de lo que tu dices, y esa chica, con la que hablaba es, como una hermana para mi, es…
-Y esperas ¿que te crea eso?, que conoces a alguien, de aquí, no digas mentiras-
-No las estoy diciendo, tu…- antes de que él acabara de hablar, fuimos interrumpidos.