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Lindo Pandillero por Ashura

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Notas del capitulo:

Sasuke seguro que no la tiene fácil. Las cosas se complican más y más. 

 

 

 

-          Re-repite eso rubio… - dijo Sasuke aún si poder creérselo del todo.

-          En 3 semanas entraremos a robar algo de tu antigua casa. -  repitió Naruto con soltura.

-          ¡No puedes estar hablando enserio! ¿Qué demonios quieres? – gritó muy exaltado.

-          ¿Tu padre o tu hermano alguna vez te han hablado del sello de casta?

-          No sé si recuerdas rubio, pero ni mi padre ni mi hermano nunca me dijeron nada sobre nada – el tono del azabache era sutilmente triste, y el rubio se dio cuenta de ello, haciéndolo sentir un poco mal, suspiró mentalmente, ya se estaba ablandando.

-          Bien… te lo explicaré yo mientras comemos.

En el tiempo que Sasuke llevaba viviendo con Naruto y el resto se había dado cuenta de varios detalles de la rutina que reinaba en la casa,  como que por ejemplo, Naruto estudiaba algo (aun no sabía muy bien que exactamente) durante toda la mañana, el resto de los chicos menos Chouji  quien se encargaba de mantener la casa trabajaban, en distintos turnos y con distintas jornadas, a pesar de que la casa era de Naruto y él pagaba todo acerca de ella, el rubio no le daba un centavo a nadie, cada quien debía procurarse su ropa, sus cosas y sus insumos, de esa manera nadie en la casa era mimado y todos sabía muy bien la importancia del dinero, excepto por él, a quien Naruto le había prestado una suma de dinero para subsistir, ahora el otro misterio era de dónde demonios Naruto sacaba tanto dinero, pero digamos que Sasuke ya se había acostumbrado un poco a que la existencia del rubio estaba rodeada de toda clase de misterios. A pesar de que todos trabajaran y algunas veces no coincidían para el almuerzo, la cena era algo casi religioso, siempre estaban todos presentes, y la charla era ensordecedora, con personajes tan animados como Rock Lee o Kiba, y aunque Neji y Shikamaru eran calmados tenían un límite de tolerancia a las idioteces que algunas veces hacían los más ruidosos del grupo, y se ponían a gritar también, Naruto solo los miraba, a veces indiferente, a veces divertido, a veces haciéndose el que no le importaba, pero Sasuke sabía (porque lo observaba seguido) que para Naruto el momento de la cena, donde estaban todos reunidos era sumamente importante, casi se atrevía a decir, que es donde Naruto más se sentía en su hogar, el azabache suspiró mentalmente, se estaba acostumbrando a pensar demasiado en el rubio.

-          Muy bien Sasuke – llamó Naruto.

-          Espero una extensa y detallada explicación de lo que pretendes hacer rubio.

-          Tu no me ordenas nada principito – dijo el rubio con una sonrisa arrogante mientras se servía de la comida que Chouji había preparado – Lo que vamos a robar es el sello de tu casta.

-          ¿Y qué demonios es eso, Naruto? – el Uchiha comenzaba a desesperarse.

-          Vamos con calma, ¿alguna vez has visto o has hablado con las familias principales de las pandillas del este, el oeste o los suburbios?

-          No.

-          Pero sabes que cada una de esas pandillas es liderada por una familia ¿verdad? A pesar de que gran parte de la pandilla o del grupo en general no tengan relaciones sanguíneas, siempre hay un sucesor sanguíneo al mando ¿te has dado cuenta?

-          Si lo sabía, pero nunca había pensado en ello detenidamente, para mí era algo natural y nunca me pregunte realmente el por qué.  – dijo sincero Sasuke.

-          No todo el mundo tiene afinidades, por supuesto que no, pero las afinidades que provienen de las familias de tradición son muchísimo más poderosas.

-          Pero yo… yo no tengo ninguna afinidad especialmente poderosa. – Odiaba admitirlo, pero después de ver la diferencia de fuerzas y afinidades que tenían él y Naruto o las colas, era evidente que él estaba a un nivel muy inferior aún.

-          Eso es porque a los miembros de las familias de tradición se les sellan las afinidades particulares para evitar que se alcen en contra del líder regente, solo cuando han probado su casta y su fidelidad se les devuelven,  en el caso de tu familia Sasuke, si no estoy mal, se les conocen como los Tengu, pero no se mucho más allá de eso.

-          ¿Tengu? ¿Qué es eso?

-          ¿Es que acaso en los colegios de hoy ya no enseñan folclor japonés o qué?

-          Rubio…

-          Los Tengu, mi querido e ignorante aprendiz, son demonios que viven en las montañas de Japón, se cree que son reencarnaciones de monjes o samuráis demasiado vanidosos, tienen la nariz larga en referencia a ello, lo cual me parece, les queda como un anillo al dedo a ustedes los Uchiha, los Tengu son mitad pájaro, se dice que los primero Tengu eran mitad milano, que son una especie de halcones pequeños, creo que por eso Taka tiene ese nombre. No sé qué afinidad particular puedas tener Sasuke, pero lo que sí te puedo decir, es que en efecto tienes algo grande dentro de ti, pero que esta sellado, si robamos el sello de tu casta podemos liberar tú potencial y afinarlo.

Era demasiada información para procesar en un momento, ¿por qué demonios su padre nunca le había dicho nada al respecto? ¿Qué ganaba con callarse y menospreciarlo como había hecho? Ahí estaba Naruto, explicándole (no con calma ni amor como quisiera) de a poco, el alcance que podían tener sus habilidades, y lo que es más, creyendo en él y en su fuerza. Esta vez el suspiro no fue mental, si era sincero consigo mismo, aún habían un par de cosas que le molestaban, sabía que las intenciones de Naruto no eran realmente malas, que de verdad se había interesado en él por los ya conocidos presentimientos que el rubio tenía, pero Sasuke pensaba que el rubio no era de los que rogaba mucho y que no estaba siendo del todo sincero, ¿por qué estaba tan interesado en él? ¿Tenía algún motivo oculto? Desde el principio había mostrado un interés sospechoso en él, su familia y su pandilla, sabía, por que confiaba en el rubio en ese sentido, que no haría nada en contra de su familia, pero si sentía, que era un peón en las manos del kitsune, que le estaba usando para llegar a algo, y esa sospecha combinada con su recién descubierto enamoramiento por el rubio hacían que su corazón y su cabeza no fueran más que un revoltijo de pensamientos, sentimientos, sospechas e inseguridades,  nada bueno para alguien que trata de superar la pubertad, muchas gracias.

-          Naruto… - el rubio no había apartado la mirada del azabache, y había visto desfilar por su cara toda la clase de expresiones… y no le gustaba mucho lo que veía, ya que sentía que Sasuke desconfiaba de él.

-          ¿Qué pasa?

-          Aún no he dicho que sí, que te doy permiso para hacerlo, puede que sea por mi bien, pero es mi casa, mi familia y todo a lo que me han enseñado a respetar, no quiero que te tomes tan a la ligera eso, dame tiempo para pensar.

-          ¿Tienes dudas Uchiha? – dijo en tono mordaz, Naruto no lo quería admitir, pero a pesar de que la había dado razones al Uchiha para dudar, le molestaba, le dolía, que Sasuke desconfiara de alguno de sus planes u órdenes.  A Sasuke el tono que usó el rubio le molesto de sobremanera.

-          ¡Pues sí! – gritó llamando la atención de todos en el comedor – ¿¡Crees que es fácil para mi digerir toda esta información así de rápido?! Enterarme que mi familia me ha mentido toda mi vida, que mi padre nunca me considero digno de nada, mi trato contigo, el entrenamiento, estar por primera vez alejado tanto tiempo de las personas queridas para mí, de mi madre o de mi hermano, ¡Todo está pasando demasiado rápido Naruto, y no tengo ni la más mínima idea de cómo debería sentirme al respecto, o si lo que estoy haciendo es realmente lo correcto! ¡Y luego aquí estas tú, añadiendo más presión, jugando con mis sentimientos y haciéndolos menos todo el tiempo! ¿Y tienes el descaro de usar ese tono? ¡Como si no valiera nada solo por dudar! – Sasuke miraba al rubio con furia, tanto que Naruto podía ver que los ojos del Uchiha estaban rojos, pero eso era lo de menos cuando además de rojos, se veían tan heridos. El comedor al completo estaba en un silencio sepulcral esperando la respuesta del rubio, pero este permanecía callado – Solo dame tiempo para pensar, mañana es sábado, iré a pasear por ahí, no me esperes. – dijo para darse la vuelta e irse.

-          ¡Espera un momento Sasuke! – gritó en tono imperativo el kitsune.

-          ¡No voy a dejar que me vean, sientan o lo que sea! ¡No voy a arruinar nada, solo quiero estar solo un tiempo! ¿Es que no puedo siquiera tener un tiempo a solas? -  dijo aún más cabreado mientras salía del comedor, y pocos segundos después se escuchaba un fuerte portazo.

Naruto se cubrió los ojos con gesto cansado, ¿de verdad estaba yendo muy aprisa? Suspiró hondamente para descubrir sus ojos y mirar a sus chicos, quienes lo miraban expectantes.

-          Sean sinceros conmigo chicos ¿están de acuerdo con lo que Sasuke dijo?

El “si” en coro fue suficiente para que Naruto cubriera sus ojos otra vez.

 

-----//-----

A Uchiha Itachi no lo llamaban genio solo por haber ganado un campeonato de Shogi a la tierna edad de 12 años, ni por hablar fluidamente tres idiomas o por haber sido reconocido heredero a los catorce, ni por haber obtenido su sello a los 15… ¿a quién trataba de engañar? ¿De qué demonios le servían todos esos méritos si en seis semanas no había encontrado a su querido hermano menor? ¡Ni siquiera un mugroso rastro! La situación comenzaba a preocuparlo seriamente, no era posible que estuviera muerto, aun cuando se hubiera topado con altos mandos de otras pandillas, ninguna perdería la oportunidad de hacer un intercambio estratégico, un chantaje o una extorsión por el heredero menor del clan Uchiha, pero hasta ahora no habían recibido ninguna nota que pudiera sugerir algo así. Y seguramente su hermano no era tan idiota como para suicidarse por lo sucedido con su padre… aunque seis semanas después… ¡No podía dejarse vencer por esos pensamientos tan negativos! Literalmente todo recaía en sus manos, Fugaku no era de mucha ayuda, desde ahogarse en los profundos mares de la preocupación paterna, hasta aguantar los escándalos histéricos de Mikoto por el paradero de su hijo. La situación era tan desesperada que incluso había salido del  territorio de Taka junto con Obito y Kakashi para buscarlo, Obito era un sensor increíble, pero aun con él, no había rastros de Sasuke.  Si a todo le sumamos el suceso sospechoso con los estudios del instituto de Sasuke… Itachi podría jurar que la firma que había en ese papel era autentica, conocía demasiado bien a su hermanito, pero si era autentica, eso quería decir que Sasuke no solo estaba vivo (gracias a Dios), sino que estaba por ahí, ocultando su presencia, ya que en circunstancias normales, si Sasuke hubiera estado en el territorio de Taka, Obito lo habría sentido enseguida, pero no fue así, es decir, si sus sospechas eran correctas, Sasuke no solo estaba vivo, sino que alguien le estaba enseñando técnicas de nivel avanzado, y a su cabeza volvía aquel  extraño intruso que persiguió aquel día,  ¿podría ser la persona que le estaba enseñando a Sasuke? ¿O podría ser Sasuke? ¡Pero si era Sasuke ¿por qué demonios salió huyendo?!  Todo era demasiado complicado ¿qué demonios estaba pasando?

-          Itachi…  - llamó Obito, estaba tan hundido en sus pensamientos que no lo sintió entrar a su oficina.

-          ¿Pasa algo?

-          Te llegó una carta… sin remitente.  – La puta que los parió.

-          Trae acá – apuró Itachi. Obito le entregó  la carta y este apuró a rasgar el sobre y sacar la carta.

En esta solo había tres escuetas palabras escritas en medio de todo el papel en blanco.

Un buzón mágico.

-          ¿Es alguna clase de broma Obito? – preguntó Itachi cabreado.

-          ¿No te suena a nada? – pregunto Obito confundido.

-          ¿Me ves cara de hadita del bosque? ¿Cómo demonios esto me va a sonar familiar? ¿Fue idea tuya o de Kakashi? ¡Que sepan que no me causa gracia! ¡Pensé que era algo relacionado con el paradero de Sasuke!

-          No fue idea de ninguno, solo llegó, ha de ser alguna broma de algún chico de Taka, les reñiré en cuanto los vea.

-          No malgastes tu tiempo actuando como un profesor de pre escolar, debemos concentrarnos en la búsqueda de Sasuke, olvidemos esto, ¿ya hablaste con Senju?

-          Conseguí una cita para que le veamos hoy a las 4:00 p.m. ¿te parece?

-          Bien, Kakashi viene con nosotros, prepara un contacto externo, solo por precauciones, no quiero que causemos revuelo.

-          Entendido, arreglaré todo, Kakashi y yo te recogeremos a las 3:00.

-          Entendido.

Aquella actuación debería valerle un Oscar, pensaba Itachi, la carta era en efecto un mensaje relacionado al paradero de su hermano, solo que era una clave que solo usaban entre ellos, provenía de una historia, cuando Sasuke era un niño pequeño encontró a un gato callejero, enseguida se encariño con él y le llamó Denka, como no podía ser de otra forma, teniendo al cascarrabias Fugaku como padre, se le prohibió a Sasuke tenerlo en casa, así que Itachi conmovido por la carita llorosa de su lindo hermanito, le dijo que le darían el gato a Shizui, quien vivía solo y podía quedarse con él, y Sasuke podría visitar a Denka las veces que quisiera, todo eso a escondidas de Fugaku por supuesto, y así se hizo, la casa de Shizui era una tradicional japonesa, y tenía un jardín enorme en el cual Denka podría jugar todo lo que quisiera, a unas cuantas calles de la casa de Shizui había un buzón, al que un anciano del barrio le había dibujado unos gatitos muy simpáticos, y siempre que iban a visitar a Shizui y a Denka,  pasaban cerca del peculiar buzón. Sasuke quería mucho a Denka, e incluso Itachi y Shizui le habían tomado algo de cariño a la bola de pelos, por ello, fue muy repentino y triste el día que desapareció, Shizui lo había buscado por todas partes, e Itachi le había ayudado en lo posible, pero el gatito no aparecía por ninguna parte, tiempo después un vecino le contó a Shizui que el minino había sido atropellado y había muerto, pero obviamente ni Itachi ni él iban a decirle algo tan cruel a Sasuke.

-          Escucha Sasuke, ¿recuerdas que siempre decías que Denka era muy inteligente para ser un gato? – le dijo Itachi a un pequeño Sasuke.

-          Si – respondió triste el pequeño.

-          Pues en el mundo de los gatos, Denka es alguien muy importante, por eso tuvo que irse.

-          Denka es como papá en el mundo de los gatos.

-          Algo así, pero menos cascarrabias. – dijo divertido el mayor.

-          ¿Y Denka no va a volver?

-          No, él también tiene gente a la que quiere proteger, por eso debe estar con ellos, pero Denka te quiere mucho Sasu, por eso te pide que le escribas seguido.

-          ¿Escribirle?

-          Si, escríbele una carta de vez en cuanto, y en el buzón que tiene los gatos pintados se la mandamos al mundo de los gatos.

-          ¿Entonces es un buzón mágico?

-          ¡Sí! ¡Es un buzón mágico! Ya que el mundo de los gatos queda muy muy lejos. Pero recuerda Sasuke, es un buzón muy especial, por eso debe ser un secreto entre tú y yo nadie más. – dijo serio el mayor.

-          No le cuento ni a mamá, ni a papá, ni a los tíos ¿verdad?

-          ¡Que chiqui inteligente eres! El buzón mágico solo lo conocemos tú y yo ¿está bien? – para toda respuesta, el pequeño Sasuke asintió enérgicamente con la cabeza.

Desde eso, Sasuke le escribió varias cartas a Denka, cartas que Itachi recogía luego, y que por cierto guardaba celosamente como recuerdo de lo dulce e inocente que era su hermano menor, y quien sabe, tal vez algún día serían un buen material de extorsión, pero ahora el Buzón Mágico hacía referencia a algo que solo debían conocer Sasuke y él, no podía involucrar a nadie más, por eso tuvo que mentirle a Obito y alejar las sospechas, debía ir al lugar donde se encontraba el buzón mágico, esa carta sin lugar a dudas la había escrito Sasuke.

 

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-          Sé sincero Shika, ¿qué debería hacer? – preguntó el rubio a Shika quien por costumbre se había colado al cuarto del rubio.

-          Sé paciente  Naru, dale tiempo, lo que dijo en la cena es verdad, solo que ninguno de nosotros lo habíamos visto desde esa perspectiva, y el Uchiha no es una marioneta a la que puedas manipular.

-          No quiero manipularlo Shika, es solo que…

-          Esperas que él acate todas tus ordenes, y confíe plenamente en ti, no puedo culparte, yo sé cómo eres y sé que no quieres hacerle nada malo, ni usarlo ni nada por el estilo, pero es cierto que es la primera vez que él se enfrenta a algo como esto.

-          Es irónico que lo estés defendiendo tan apasionadamente Shika – dijo el rubio jocoso. 

-          Me pediste que fuera sincero contigo.  – respondió mirando a otro lado. – Además a parte de todo hay otro asunto…

-          Tengo miedo… ¿de qué se trata ahora?

-          Parece que Uchiha va enserio con esto de estar enamorado de ti. – Naruto miro el suelo.

-          Ya lo sabía.

-          ¿Qué sientes tu Naru?

-          Yo…

Continuará

 

Notas finales:

Espero que entiendan que actualizo cuando puedo, ya que tengo varias obligaciones, pero cada actualización esta hecha con amorcito, espero que esta les guste. :)

 

¡Saludos! 


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