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Lindo Pandillero por Ashura

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Notas del capitulo:

Hola!

Hasta ahora solo he podido actualizar este fic, ¡lo siento mucho! he descuidado los otros, pero ya me pondre a trabajar en ello, lo prometo. Por ahora espero que disfruten este capítulo, de aquí en adelante les ire contando como las colas fueron llegando a Naruto, en el caso de hoy habrá un poco de la historia de Neji. 

Sin mucho más que decir.... 

 

 

 

Naruto caminaba como un león enjaulado por toda la habitación, todavía demasiado enojado como para que su nivel de chakra fuera normal, ¡estaba por los cielos! Cosa que estaba afectando considerablemente a sus queridos compañeros, quienes estaban alrededor de él, sin moverse siquiera un centímetro, demasiado asustados por el estado de su líder, ya que hacía mucho no estaba tan enojado como para que sus ojos cambiaran de color, cuando se ponía así era de temer, prueba fehaciente de ello era el cuerpo de Sasuke Uchiha tirado en el suelo con múltiples heridas, Neji y Hinata podían adivinar sin siquiera usar sus afinidades oculares, que el Uchiha tenía por lo menos tres costillas rotas, Shikamaru estaba pensando en lo molesto que sería tener que lidiar con la tensión entre esos dos de ahora en adelante, Konan y Nagato se estaban preparando por si tenían que intervenir y sellar un poco el chakra del kitsune, ya que si seguía tan elevado podría ser problemático, Iruka trataba de reunir el valor suficiente para acercarse al rubio e intentar calmarlo, Rock Lee y Chouji estaban estáticos, el gordito nunca tenía apetito cuando su líder se encontraba en ese estado y eso ya era mucho decir.

-          Chicos… - dijo de pronto Naruto con voz grave e intensa, todos se pusieron alerta al instante – Les tengo unos pequeños encargos – dijo sin mirar a nadie en específico, el escalofrío fue grupal.

 

 

-//-

Neji suspiró profundamente, todo esto era culpa del Uchiha, ¿de quién más podía ser? Desde que había llegado todo se había vuelto una locura, no que lo odiara particularmente, el chico efectivamente tenía mucho potencial y si Naruto pensaba que era de ayuda, él se sacaría los ojos el mismo apostando por las palabras de su líder. Pero el chico Uchiha no estaba acostumbrado a recibir indicaciones, ni a tener una verdadera figura de liderazgo o a seguir ordenes confiando plenamente en quien te las da, tampoco lo culpa de ello, lleva muy poco tiempo de haber conocido a Naruto y si era franco consigo mismo, el rubio no le había soltado mucha información a Sasuke como para que este pudiera decir que confiaba plenamente en Naruto, sabía que eso le explotaría en la cara al rubio tarde o temprano, prueba de ello era el sello de casta Uchiha que ahora estaba en manos de Naruto, y a un Uchiha postrado en una cama sin despertar aún del golpe noqueador que le dio el líder. 

 

Ese Uchiha… le recordaba mucho a él mismo algunos años atrás, cuando las calles y los pandilleros no tenían dios ni ley, era duro ser huérfano en unas calles donde solo sobrevivía el más fuerte, por aquel entonces solo tenía 8 años, y pensaba que lo único que él podía sentir era hambre, el hambre era lo que lo movía y lo obligaba a sobrevivir, con su familia asesinada y su hermana desaparecida no le quedaba nada, era solo un cascarón vacío, sin sentimientos o aspiraciones, bueno… si los tenía, pero en pos de su cordura mental y supervivencia decidió enterrarlos en lo más profundo de su corazón, ¿Tristeza? Podría volverse loco de tristeza si recordaba como sus padres habían sido asesinados frente a él, o la cara llorosa de su hermana cuando era arrastrada por uno de esos hombres a quien sabe dónde, mientras él estaba demasiado herido y débil como para seguirla, ¿venganza? No era más que un niño desnutrido, sin hogar o amigos, aún si supiera quienes habían sido las personas que le arrebataron todo ¿Qué podría hacer alguien como él? Morir… iría a morir. Por ello había decidido olvidar todo, anestesiarse a si mismo de todo el dolor que le habían provocado y dejarse guiar solamente por el instinto que le proporcionaba estar siempre hambriento, hasta el día que lo conoció.

 

No supo cómo, pero deambulando había llegado al lugar más peligroso de todo Konoha, la zona norte, la cual desde el asesinato de sus líderes apenas unos meses atrás era un paraíso para quienes no querían seguir a nadie, aquel lugar era gobernado por la anarquía. Quiso salir rápidamente de aquel maldito lugar, pero capto algo por el rabillo de su ojo, era un niño, no como él, aquel niño tendría 4 o 5 años, y estaba comiendo un tazón de ramen instantáneo, el olor llego a su nariz rápidamente haciendo que su estómago gruñera en protesta, a estas alturas ya no meditaba nada de aquello, solo se abalanzó contra aquel chico para quitarle su comida, no debía ser difícil, el chico se veía tan flaco y débil como él, pero Neji era mayor y su cuerpo más grande, no debería costarle nada arrebatarle el alimento, o eso pensó, apenas dio un paso en dirección del chico con la intención de arrebatarle el ramen, el chico volteó en dirección de Neji, y este pudo apreciar los ojos más azules que alguna vez hubiera visto, en otras circunstancias hubiera dicho que eran verdaderamente hermosos, pero en ese momento sintió miedo, miedo que no sentía así de intenso desde hace mucho, esos ojos lo miraban serios, con una clara advertencia de muerte en ellos si llegaba a incordiarlo, pero eso no iba a detenerlo de su cometido ya que tenía demasiada hambre, así que siguió y se abalanzo sobre él, lo siguiente que recuerda es despertar de la inconciencia para ver que el niño de ojos azules – y ahora que lo enfocaba un poco mejor, de brillante cabello rubio – el cual lo estaba moviendo su pie como verificando que seguía vivo.

 

-          Si querías un poco solo tenías que pedirlo, chico tonto. – dijo con un tono claramente despectivo.

-          ¿Q-q-qué me hiciste? -  Neji descubrió con miedo que le dolía a horrores el tórax.

-          No lo sé, probablemente te haya roto un par de costillas, o tal vez te provoqué algún sangrado interno, no sabría decirte con exactitud. – dijo el chico rubio mirándolo aburrido.

-          Supongo que moriré aquí entonces. – dijo resignado, relajando todo su cuerpo… morir sonaba como algo de paz para ese infierno y sonrió un poco ante la idea, pero aquel estado de relajación no le había durado mucho ya que el chico rubio le había pateado con saña donde el suponía tenía las costillas rotas, el dolor fue tan intenso que no pudo respirar, y se le salieron lágrimas al instante.

-          ¿Quieres morir? – preguntó visiblemente enojado el rubio - ¿tú crees que te voy a dar el gusto? De que mueras así… como un cobarde, para que te desentiendas de este mundo tan fácilmente ¿crees que voy a permitirlo?

 

 

¿Qué demonios quería ese chico de él? Ya lo había vencido, lo había dejado hecho mierda ¡¿Por qué no se iba y lo dejaba morir y ya?! Lo siguiente que recuerda de aquello es otra patada en su estómago, y luego todo se volvió negro, se había vuelto a desmayar por el intenso dolor. Neji rio un poco para sus adentros, el Uchiha tenía razón en algo, y es que Naruto era definitivamente un espartano, por lo menos siempre lo es al principio, cuando ya le entregas un poco más de ti, él te responde con la misma intensidad. Cuando despertó aquella vez, lo hizo en una cama, tan cómoda y tibia que sentía que iba a romper en llanto de felicidad en cualquier momento, aún le dolía como el demonio el tórax, pero extrañamente ya no sentía miedo alguno, como si hubiera algún tipo de fuerza que le decía que ya todo estaba bien, que de ahora en adelante las cosas solo podrían mejorar. Y aunque en ese preciso momento no lo supo, ese sería el presentimiento más fuerte y acertado que tendría en su vida, después de aquello Naruto entró en el cuarto y con una escueta presentación le dijo a Neji que desde ese momento él era su subordinado, con un acento tan infantil y una cara tan radiante que se sentía casi como un juego, tanto así que Hyuuga no pudo evitarlo y soltó una pequeña carcajada, craso error, error que le costó un derechazo en la quijada que lo tuvo a dieta líquida los siguientes dos días. Vaya que Naruto era violento y de muy poca paciencia, por esa época Neji peleaba mucho con él, siempre estaban en desacuerdo, por aquel entonces, Shikamaru, Nagato y Konan ya se habían unido al rubio y lo seguían a sol y sombra, cosa que Neji no entendía muy bien, ¿Quién querría como líder a alguien tan violento como el rubio? Vale que para ser un niño era endemoniadamente fuerte, pero su actitud dejaba tanto que desear…  pasado el tiempo Neji ya era capaz de evitar y contratacar al rubio cuando este quería atacarlo, en un principio pensó que el rubio se enojaría y se pondría serio en eso de lastimarlo, pero aquella vez Naruto sonrió de tal forma que a Neji se le aceleró el corazón ¡Pues claro! ¡Naruto realmente no quería solo lastimarlo! Ese día descubrió que Naruto esperaba el día que le devolviera los golpes, y así el rubio y él empezaron a entrenar juntos, a veces peleaba con él, otros días con Nagato o Shikamaru, y más adelante se dio cuenta que podía hacerle frente a varios pandilleros, y sin echarse muchas flores ya barría el piso con la mayoría, cuando comprendió aquello la rivalidad que tenía con el rubio se transformó en puro agradecimiento y confianza, confianza que desembocó en Neji contándole entre lágrimas la historia de su vida, ese día Naruto le prometió que él iba a ser su hogar y su familia y Hyuuga le agradeció de corazón. Desde ese instante Neji se permitió sentir nuevamente, y comenzó a trazar planes para encontrar a su hermana, pero ya el rubio se le había adelantado, un día como cualquiera llegó al lugar que usaban como refugio con un pequeño cuerpo en sus brazos, y se lo entregó como si de un costal se tratara, “me parece que tienen mucho de que hablar” fue lo único que dijo, cuando enfocó mejor la persona en sus brazos vio una cara muy parecida a la propia, cuando su hermana Hinata abrió sus ojos iguales a los suyos, sintió en su corazón que podría seguir a Naruto hasta el fin del mundo.

 

Después de aquello pasaron muchas cosas, sus compañeros se fueron uniendo a Naruto uno a uno, todos con historias desgarradoras detrás. Sabía que el Uchiha no iba a ser distinto, llegaría el momento en el cual también estaría preparado para dar su vida por el rubio, lo único que realmente le preocupaba es que bueno… al parecer el Uchiha estaba desarrollando sentimientos serios por su líder y muchos de ellos estaban un poco preparados para romperle algo más que una costilla si ese pelo de cacatúa se atrevía a tocarle siquiera un cabello al rubio con intenciones lujuriosas. No que el rubio no supiera como defenderse solo ya que con aunque todos se habían vuelto muchísimo más fuerte con los años, Naruto aún limpiaba el piso con ellos de la peor forma, la afinidad del rubio realmente era de temer… 

-          ¿En qué demonios estás pensando Neji? ¡Pon atención a la misión por todos los demonios! – le susurro Shikamaru violentamente.

-          Lo lamento… pensaba en toda esta situación de mierda. – respondió Neji.

 

La misión que les asignó el rubio era realmente un incordio, nadie sabía exactamente como el Uchiha había conseguido su sello él solo, lo más lógico sería pensar que alguien se lo entregó, eso significaba que se había puesto en contacto con alguien de  Taka, o peor, con alguien de los altos mandos Uchiha, ya que ese tipo de objetos eran celosamente guardados por los líderes, “si Uchiha Sasuke había revelado un mínimo de información al clan…” Aún recordaban la cara de Naruto diciendo eso, fue tan aterradora…  se sacudió un poco tratando de alejar el recuerdo. Su misión era básicamente la que tenían planeada desde un principio, debían infiltrarse en la mansión Uchiha y hacer un par de averiguaciones, en este caso saber si a pelo de cacatúa no se le había ido la lengua con asuntos secretos, aunque muy en el fondo todos sabían – incluido Naruto -  que Uchiha realmente no había hecho nada de lo que tuviera que arrepentirse realmente, pero en aquel mundo siempre será mejor corroborar la información,  no sea que te lleves una sorpresa después.

 

En el caso de Neji y Shikamaru, la misión que se les asignó era estar en posición fuera de la mansión y usar la afinidad ocular de Neji para vigilar a quienes habían entrado en la mansión,  Shikamaru cuidaba las espaldas del Hyuuga mientras este estaba 100% concentrado en su tarea, del otro lado de la mansión se encontraban Hinata y Konan con la misma misión. Iruka y Chouji estaban en una camioneta a un par de kilómetros monitoreando la actividad digital y Rock Lee los cuidaba, finalmente quienes entraron en la mansión fueron Naruto, Nagato y Kiba, siendo guiados por el fuerte olfato de este último,  en teoría tenían todos los frentes cubiertos, pero todos sabían que los planes podían torcerse en cualquier momento.

-          Voltea a tu izquierda Naruto, viene alguien… - dijo Neji por el intercomunicador,  viendo como una chica pelirroja de lentes caminaba por el pasillo por el cual se encontraban Naruto y los otros.

-          No podemos… tenemos que avanzar por aquí, Kiba dice que del otro lado está el sensor Uchiha… Nagato confúndela, pero no mucho – ordeno el rubio.

 

Si bien Nagato era un sensor de temer, su principal afinidad recaía en sus ojos, y en un poder hipnótico que le permitía adormecer y sacar información de sus contrincantes sin que estos se enteraran de mucho, si utilizaba aquella afinidad en combate uno a uno, le permitía adelantarse a su oponente un par de segundos, previendo los movimientos que estos harían, una habilidad terrorífica para quienes la enfrentaban, no por nada Nagato era la octava cola. Naruto se movió rápidamente en dirección de la chica y se paró detrás de ella rozándole apenas el cabello, pero fue un movimiento suficiente para que esta se volteara asustada, pero el rubio era rápido y para cuando la pelirroja volteó completamente este ya no estaba, lo cual le dio la oportunidad a Nagato de acercarse lo suficiente para cuando la chica volteara viera directo a sus ojos. Dicho y hecho, la chica cayó en redondo en la trampa y ahora en un estado de semi inconciencia estaba a merced de lo que Nagato quisiera preguntarle.

 

-          ¿Qué le pregunto, Naruto? -  habló Nagato sin romper contacto visual con la chica.

-          Necesitamos saber dónde guardan las cosas importantes. 

-          ¿Dónde guardan los objetos valiosos en esta mansión? – preguntó el pelirrojo mirando directamente a la chica.

-          No lo sé bien, pero hay una habitación en el sótano que tiene vigilancia las 24 horas del día… - respondió la chica de lentes con voz pausada a causa del trance.

-          ¿Quién tiene acceso a esa habitación?

-          Solo Fugaku-sama e Itachi-sama.

-          Entiendo – habló Naruto un poco para sí mismo –  Kiba – llamó el rubio - ¿Hueles algo en ella? – Kiba se acercó un poco e inhalo profundamente el olor de la chica.

-          El Uchiha no ha estado cerca de esta chica desde hace semanas. – dijo muy seguro.

-          Entiendo – respondió el rubio – Es suficiente Nagato, ordénale que se vaya, a su cuarto, o a donde sea.

-          Ve a la cocina y pide comida. – ordenó Nagato a la chica.

-          Espero que no esté a dieta Nagato. Nunca he tenido el valor de meterme entre una chica y su dieta – dijo Naruto cuando ya la chica se había ido.

-          No me parece el momento adecuado para bromear ¿sabes? – dijo Nagato, a pesar de estar riéndose un poco, y detrás de él Kiba intentaba no soltar una carcajada demasiado escandalosa.

Luego de aquel divertido momento, el rubio ordeno que siguieran, si bien la información que la chica dio podría ser verídica, también había posibilidades de que fuera una caja fuerte cualquiera, puede que la chica ni siquiera tuviera la información completa, y se les estaba acabando el tiempo, ya pronto amanecería, y la mansión comenzaría sus funciones.

 

-          Neji, Hinata – llamó el rubio por el intercomunicador en su cuello.

-          ¿Qué pasa?

-          Te escucho Naruto-kun.

-          ¿Cuántas personas hay en los siguientes 20 metros?

-          Yo puedo ver 3 – dijo Neji.

-          De este lado hay 4 – añadió Hinata.

-          Iruka – llamó.

-          Dime Naruto – respondió el aludido.

-          ¿Lograste encontrar los planos de la casa?

-          Por supuesto – respondió confiado Iruka, aunque había sido más difícil conseguirlos de lo que había pensado.

-          ¿Hay otra planta bajo nosotros?

-          Déjame ver…

-          Apresúrate  - le urgió el líder.

-          Escucha Naruto, si caminan hacia adelante unos 4 metros hay un pasillo a tu derecha, allí encontrarás una escalera, allí hay algo, no lo especifican en estos planos, pero hay algo allí. – explicó Iruka.

-          Neji  ¿puedes ver esas escaleras?

-          Si – respondió el Hyuuga aguzando aún más su vista – pero más allá de las escaleras no se ve nada, es como si no hubiera nada allí, como si no existiera. – Neji estaba impactado, ese lugar en particular se veía en negro.

-          Debe ser algún tipo de sello, uno poderoso si no estoy mal. – Dijo Naruto mientras se rascaba la cabeza en gesto confundido – Kiba…

 

-//-

 

 

En ese preciso momento Uchiha Sasuke juraba que había algo tétricamente malo en su vida pasada para estar soportando aquel dolor, debió haber pateado un perro en aquella vida pasada, no podía haber otra explicación; el dolor que sentía en las costillas era indescriptible, no podía respirar bien sin que esto mandará incontables punzadas de dolor, y de respirar ni se diga. Además aunque no se había visto aún en un espejo, sentía una parte de la cara especialmente ardida, no había intentado moverse mucho así que no sabía a ciencia cierta el estado de sus piernas, y a estas alturas le daba miedo comprobarlo. ¿Por qué había pasado todo aquello? Ah sí… había visto al demonio.  Nunca antes había visto al rubio así de enojado, bueno… enojado era decir poco, el rubio estaba rojo de furia, al Uchiha le recorría un escalofrío de puro terror de solo recordar la cara de Naruto al momento de entender que estaba pasando, ahora entendía el afán de las colas de mantener a Naruto en su lugar feliz.

 

Soltó un suspiro, no pensó nunca que las cosas iban a resultar de esa manera, ¿de verdad había hecho algo tan malo?  No pudo pensar mucho más en ello ya que en ese momento sintió que la puerta se abrió, y de ella entró el rubio… con los ojos aún rojos…

 

 

 

Notas finales:

D: Siento que a veces haría mejor los fanfics (y en menos tiempo) si fuera como en mi trabajo y hubiera alguien (el que sea) presionandome, no se muy bien como funciona, pero me gustaria tener una beta reader (si es que eso funciona igual que un editor) entonces, si hay alguien interesado me puede mandar un correo a flagellantashura@gmail.com, personas con muy buena redacción y ortografía! y que me presione un poco :V 

 

¿Qué tal el capítulo? ¿de cuál cola quieren un poco de historia para la el próximo capítulo? :) 


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