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No sueltes su mano... [BangLo] por Jelliesters

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Notas del capitulo:

ahh... mis conejos... ts debo patearte el trasero, bueno aqui les dejo el siguiente capitulo de este minific o lo que yo considero minific 

YongGuk despertó, se levantó de la cama donde dormía, aun lado DaeHyun estaba envuelto en sabanas alejándose lo más lejos que podía de él. Había pasado una semana desde que llegaron al pueblo.

 

Salió de la habitación y camino en el pasillo que estas hacían, llegó a la estancia donde un candelabro colgaba del techo, vio a JunHong sentando en un sofá, bebía una de una taza de lo que parecía chocolate pero eso no fue lo que más le llamó la atención.

 

JunHong vestía una delgada bata de seda, la piel blanca de su pecho lograba sobresalir mantenía las piernas cruzadas, JunHong sentía que era observado, sonrió y levantó la vista, las mejillas de YongGuk tomaron un tono carmín su pulso se aceleró, si no hubiera sido porque HimChan apareció quien sabe lo que hubiera ocurrido.

 

— Buenos días...

 

— Buenos días. — contestó JunHong,

 

— ¿cómo amaneciste cariño?

 

— Bien...

 

— ¿y ustedes YongGuk? — DaeHyun apareció detrás del mayor.

 

— dormimos muy cómodos gracias por la hospitalidad.

 

— No hay de que... deberían ir al comedor en lo que mi hermano prepara el desayuno.

 

— Gracias.

 

DaeHyun y YongGuk se dirigieron a la mesa, el primero muy emocionado, la comida que preparaba HimChan era muy deliciosa.

 

— JunHong... — HimChan lo interceptó antes de que entrara al comedor. — un amigo me ofreció un trabajo, terminando el desayuno saldré... regresare antes del anochecer.

 

— No puedes ir sin mí... — YongGuk agudizó su oído para escuchar la conversación. — que tal si intentan hacerte algo.

 

— no pasara nada... debes atender a los invitados, yo estaré bien. — lo abrazo.

 

Entraron a la cocina, HimChan les preparo el desayuno y aviso que se retiraría durante el día, pero que regresaría para preparar la cena, algo que hizo feliz a DaeHyun.

 

Cuando HimChan salió, el menor de los Kim se quedó con los chicos nuevos.

 

— Y bien... — aplaudió. — qué tal si les muestro el pueblo, será divertido.

 

— ¡claro! YongGuk hay que conocer un poco. — el mayor asintió. —

 

— me pondré algo más casual enseguida vuelvo.

 

El menor fue a su habitación y tomo un poco de ropa, una camisa de botones y unos pantalones le parecieron suficientes, salió y se encontró con los mayores quienes lo veían de pies cabeza.

 

DaeHyun pensaba como aquel dulce chico que les ofreció posada podía verse tan condenadamente sensual, miró a su amigo y este tenía un suave rubor en sus mejillas, fue como si le hubieran tirado una cubeta de agua fría y le hubieran dado bofetadas a lo loco, pues él no estaba acostumbrado a tales reacciones en el mayor.

 

Los tres salieron de la casa y caminaron hasta la plaza mientras JunHong les explicaba cómo se llamaba cada lugar que pasaban.

 

— Y... esta es la plaza central... en las noches algunos músicos talentosos se reúnen aquí y tocan muy hermosas melodías, suelo venir con mi hermano a bailar.

 

— Oh... me gustaría venir, nunca eh bailado con nadie pero sería emocionante.

 

— Te puedo prestar a una amiga... o amigo... — le dijo con un tono burlón que hizo que se sonrojara.

 

— El chico que estaba en tu casa...

 

— ¡lo sabía! ¡Te gusta verdad! Jajaja él es uno de los que toca de noche aquí, de día suele dar clases por aquí cerca, vamos a invitarlo...

 

Antes de que pudieran negarse fueron arrastrados por el menor, llegaron a un local en la puerta estaba YoungJae, peleaba con un hombre de avanzada edad.

 

— ¿qué sucede? — pregunto JunHong en cuanto se acercó.

 

— ¡este hombre, que se cree con la autoridad de decirme como debo impartir MIS clases!

 

— ¡solo digo que mi hijo...!

 

— ¡mire señor, aquí las clases las doy yo, como le enseñaré a mis alumnos lo decido yo! ¿Usted es YoungJae? ¡No verdad! ¡No puedo darle preferencia a un alumno y si es lo que quiere, muy bien podría darle clases particulares!

 

DaeHyun observaba con una sonrisa en los labios como YoungJae le gritaba al señor y lo miraba con esos ojos filosos que tanto llamaban su atención, JunHong se interpuso entre ellos.

 

— Disculpe señor, pero gritando no resuelven nada, le pido que acepte la manera en la que se le enseña a los chicos y si quiere una mejor atención pida las clases particulares, en esta zona no son muy caras...

 

El hombre se calmó, bajo la mirada penetrante del joven y su calmada voz, hizo una reverencia y terminó yéndose, JunHong se giró y vio que la mirada de DaeHyun y YongGuk se posaban en él, aplaudió y estos regresaron en sí.

 

— Gracias JunHong... tú eres mejor que yo guardando la calma ¿qué haces aquí?

 

— Oh lo olvidaba, les enseñó a los chicos el pueblo. — los señaló.

 

— Hola. — DaeHyun movía torpemente su mano.

 

— DaeHyun quería preguntarte algo... así que... ¡iré con YongGuk por ahí! — Salió corriendo con YongGuk de la mano — ¡devuélvelo a las 10! ¡HimChan preparara la cena te esperamos ahí!

 

— ¡Espera! ¡Mocoso malcriado!

 

JunHong y YongGuk ya se habían perdido de vista, YoungJae miró a su acompañante, que se supone que debería hacer.

 

— Ya vera cuando le ponga las manos encima, de esta no se salva.

 

— Ahora que haremos...

 

— ¿Haremos? Yo tengo que continuar con mis clases y me imagino que tú no sabes cómo volver ¿cierto?

 

— Cierto... puedo esperar.

 

— ¿Seguro?

 

— Claro... tengo paciencia infinita, mira que tengo que esperar a que YongGuk termine de confesarse ¡y a veces se tarda un día entero!

 

YoungJae hizo un ruido que pareció ser una risa, DaeHyun pensó que sería más hermoso si lo hiciera todo el tiempo, le hizo señas con las manos y entraron al lugar.

 

 

 

 

 

JunHong detenía el paso, ambos respiraban fuertemente, YongGuk se masajeaba la muñeca.

 

— Mira que para verte tan delicado tienes mucha fuerza. — El mayor reía. —

 

— Es que hago ejercicio. — simuló poses con su cuerpo. —

 

Siguieron caminando y el menor le mostraba los lugares que le gustaban. Eran pasadas las 2 y JunHong invitó al mayor a comer, entraron a un lugar donde fueron bien recibidos donde ambos se peleaban por quien pagaría.

 

— Yo te invite.

 

— Pero yo estoy viviendo en tu casa... ¡y gratis! Déjame invitarte.

 

— Está bien.

 

— Buenas tar... ¡JunHong!

 

— Hola DongHae Hyung

 

— Deja que LeeTeuk se entere de que estás aquí...

 

— Pero primero toma nuestra orden...

 

DongHae asintió, anoto lo que querían y regreso a la cocina, no pasaron más de tres minutos y un chico llegó corriendo a abrazar a JunHong.

 

— ¡Ángel, cariño! Te extrañe ¿cómo has estado?

 

— Bien Hyung.

 

— Que bien mi angelito...

 

— Hyung me avergüenza... —sus mejillas se tiñeron de rojo. —

 

— Oh ¿y este muchacho quién es?

 

— Él es YongGuk Hyung está viviendo con nosotros...

 

— ¿El que te salvó la otra noche?

 

— ¿¡Cómo lo sabes!? — pregunto asustado.

 

— Tu hermano pasó aquí temprano y me lo contó... antes de que fuera a trabajar... — le acarició la cabeza.

 

Si, LeeTeuk sabía a lo que el mayor de los Kim se dedicaba, pero él no le juzgaba, HimChan desde muy temprana edad comenzó en ese mundo, pero todo lo que hacía era por su hermano, lo admiraba por encargarse de JunHong todo el tiempo y hacer que este deseara el bienestar de muchas personas. Sin importar a lo que se dedicara, para LeeTeuk, HimChan era de su total confianza, le quería ya que los había visto crecer y le dolía no poder ayudarles.

 

— Pero HimChan no dijo que el joven era tan apuesto...

 

— ¡Hyung! — Se sonrojo.

 

— Ay ya... Pero gracias por ayudar a nuestro ángel...

 

— ¿Ángel?

 

— Si... muchos lo conocen aquí por ese nombre, él sabe cómo ganarse a la gente, además suele ayudar a los más pobres del pueblo, ellos le llamaron así y le queda como anillo al dedo ¿no crees que es muy lindo?

 

— Hyung... tengo hambre vaya por nuestra comida.

 

LeeTeuk se levantó de la mesa regañadientes, YongGuk veía al menor, sus pestañas eran tan largas y onduladas, las mejillas del menor comenzaron a teñirse de rojo

 

— ¿Perdiste uno igual?

 

— ¿Qué?

 

— Es una broma...

 

— Es divertido verte sonrojado

 

— No te burles...

 

El menor miro a YongGuk quien le sonreía, tenía un brillo en los ojos que no supo cómo describir.

 

— Tú también te sonrojas.

 

— Eso no es cierto.

 

— ¿A no? Cuando sonríes tus ojos tienen un brillo especial. — El mayor comenzaba a ponerse nervioso. — Y me gusta cuando sonríes y muestras tus encías. — Muy fuera de molestarlo el menor estaba hablando en serio. — Tienes una voz muy madura que haría estremecerse a cualquiera.

 

YongGuk bajo la cabeza, sus mejillas estaban rojas, la comida fue servida y ellos comenzaron a comer, YongGuk había notado que últimamente tenía muchos rasgos humanos tal vez porque en este tiempo no había tenido necesidad de transformarse.

 

Esto no le disgustaba, le hacía sentirse bien, esta era una de las razones por las que anhelaba tanto su libertad, si los monjes se la daban él podía vivir tranquilamente aunque él sabía mejor que nadie que no importaba cuanto corras simplemente hay demonios de los cuales no puedes escapar.

 

Observo a JunHong quien comía tranquilamente, había notado que cuando lo veía este tenía una sonrisa en el rostro o estaba sonrojado, el tono carmín se intensificó.

 

Lo observó y vio que era la oportunidad de comenzar a preguntar.

 

— ¿En que trabaja tu hermano? — el menor se tensó.

 

— Él no tiene un empleo fijo... ahora está trabajando con unos amigos.

 

— ¿Tu madre murió? — el menor sonrió melancólico.

 

— Ella fue asesinada. — YongGuk se limitó a guardar silencio. — fue hace mucho no tienes por qué preocuparte, la casa era de ella por eso nos esforzamos en mantenerla intacta

 

— ¿Y tu padre?

 

— No queremos saber de el... tal vez esté muerto.

 

— ¿No tienes más familia?

 

— HimChan es mi única familia, él se ha encargado de mí desde hace mucho tiempo, me cuida y me enseña a vivir, a respetar mi vida y sobre todo la de los demás aunque muchos no lo merezcan.

 

YongGuk no se podía imaginar al hijo del más peligroso demonio cuidando a su hermanito menor, tal vez no era esa su intención, esas cosas no tenían moral, él lo sabía, incluso él había caído ante el deseo de lo prohibido y lo entendía porque esa semana que había pasado en compañía del menor había sido la mejor de su vida y el menor ya le gustaba... gustar... gustar... le gustaba el menor, ese sentimiento era nuevo en él, no pudo evitar sonreír.

 

Terminaron de comer y no tuvieron la necesidad de pagar ya que LeeTeuk se las había dado gratis, solo pidió un beso en la mejilla del menor, salieron de aquel lugar y caminaron en el pueblo.

 

Cuando el atardecer estaba a punto de llegar JunHong le hablo.

 

— Hay un último lugar que quiero mostrarte, es mi favorito y me queda muy cerca.

 

El mayor aceptó y camino detrás del menor, iban de regreso a su casa pero esta vez pasaron de largo, llegaron al lago y el agua de este era muy clara, JunHong lo llevó hasta una roca que parecía ser un acantilado, la vista desde ahí era hermosa.

 

Él se quedó detrás de JunHong, a este le daba de lleno la luz del atardecer se veía como un auténtico ángel, entendía a la gente que lo llamaba de esa manera, pero él quería a ese ángel para él.

 

— Ven YongGuk... el atardecer es hermoso.

 

Lo vio sentarse a la orilla del acantilado, no podía quedarse atrás y se sentó a su lado, la vista era hermosa, el sol ocultándose con los últimos rayos de luz mientras dejaba una sombra en el lago.

 

Pero la vista más hermosa fue la que tenía a un lado, lo observo, tenía una nariz perfecta, al parpadear sus pestañas parecían soltar una brisa, sus labios rojos y finos noto que en estos se curvaba una sonrisa.

 

— ¿Siempre haces eso? Observar a las personas mientras están distraídas.

 

— No... Es algo que acabo de descubrir, pero creo que no soy muy bueno.

 

— Ya... y yo soy el conejillo de indias. — soltó una risilla.

 

— No... Esos conejos son feos delante de ti...

 

— ¿Estás coqueteando conmigo? — Se ruborizó.

 

— Un poco. — sonrió mostrando sus encías.

 

Observaron el atardecer, la noche cayó y la luna alumbraba en todo su esplendor esta se reflejaba en el lago.

 

— Tu hermano... parece peligroso...

 

— No lo es, tú lo dijiste, parece... no todos son lo que parecen, si no fuera porque me salvaste y te conocí me darías miedo.

 

— Yo debo dar miedo... para eso nací.

 

— Eh escuchado muchas veces lo que uno debe de ser porque así nació. — Su tono se mostraba fastidiado. — No hagas esto porque no naciste para ello... debes ser de tal manera porque así naciste.

 

Sus ojos se volvieron brillosos, por un momento YongGuk pensó que hablaba de su hermano pero seguro que el menor no sabía de ello, quien en su sano juicio se quedaría con alguien así.

 

— Me crie en una iglesia... eso es lo que me enseñaron, yo soy malo y debo orar por ello.

 

— Pues qué tontería... ¿tú crees que yo soy malo?

 

— Tus eres un ángel... — El menor se carcajeó. —

 

— Estas equivocado en todo lo que dices, tú no eres malo y yo no soy un ángel, no soy perfecto y tú tampoco y no tenemos porqué serlo, merecemos vivir como los demás.

 

— Yo... yo quisiera vivir de esa manera...

 

— Deberías hacerlo

 

— No... Le debo mucho a las personas que me criaron, ellos fueron buenos conmigo y DaeHyun.

 

— Buenos... ¿los que te metieron en la cabeza que eres malo y no mereces ser como los demás? — La voz de JunHong era tan tranquila que parecía el agua en calma. — Ellos te tratan como un objeto, uno del cual tienen derecho de poseer, tú no eres ningún objeto para poseer ni tú, ni mi hermano, ni yo...

 

A estas altura el menor había abierto su corazón, si alguien en ese momento quisiera dañarlo lo dejaría porque no tenía fuerzas para luchar, más allá de su hermano, YongGuk era la segunda persona con la que se mostraba tan vulnerable.

 

YongGuk se tomó la cabeza con ambas manos, era lo que le decía JunHong contra lo que le enseñaron por años.

 

— Tranquilo... — JunHong apoyo la mano en su hombro. — No importa si el mismo Papa me dice que eres malo, yo veo más en ti que eso, no sé lo que hiciste para que ellos te llamaran así pero mientras estés con nosotros eso no importa, mi hermano y yo hemos tenido que cargar con los errores... de nuestros padres, pero no nos rendimos, nosotros queremos vivir...

 

YongGuk encontró una paz en los ojos de JunHong, algo que le decía que no estaba solo, era su misión contra esos ojos color miel, se acercó a su rostro dejándolo a escasos centímetros. Lo vio levantarse y desabrocharse la camisa y luego los pantalones.

 

— El agua está tibia a esta hora, anímate. — se paró en la orilla. —

 

— Estás loco, te vas a lastimar, ven aquí.

 

— Ven tú por mí...

 

Y salto. Lo siguiente que supo fue a él desvistiéndose a una velocidad supersónica y lanzándose al agua, abrió los ojos y el azul intenso lo rodeaba, unos brazos rodearon su cintura por la espalda.

 

En el momento en el que giró encontró los ojos color miel que tanto le gustaban, vio la sonrisa del menor debajo del agua, ambos nadaban uno frente al otro, YongGuk no presentaba ningún problema bajo el agua, su mitad demonio le daba un mejor aguante y JunHong a sus ojos parecía tener experiencia en el lago.

 

Cuando logró tomar la cintura del menor, insistió en acercarse a él, bajo el agua le parecía ver que el iris de JunHong era de color rojo brillante, eso no le molestaba, aun así se acercó y el menor movió los labios diciendo algo.

 

— "Me gustas" — si estuvieran en la superficie su rubor se notaría.

 

— "También me gustas"

 

JunHong cerró los ojos y se acercó a los labios del mayor, ambos se encontraron bajo el agua, YongGuk acariciaba la espalda del menor, las uñas de sus manos comenzaban a alargarse, temiendo lo peor decidió terminar el beso y subir a la superficie.

 

Ambos salieron respirando una bocanada de aire, estaban uno frente al otro y JunHong no dejo de sonreír.

 

— Ese fue mi primer beso...

 

— El mío también.

 

El menor lo miro incrédulo, cosa que hizo que el mayor riera, pero era cierto, a pesar de haber estado con mujeres y hombres su parte humana no le dejaba besarlos.

 

Tal vez era un anhelo por encontrar a la persona que lo entendiera o intentara entender lo que sentía.

 

— Si mi hermano se entera te golpeara.

 

— Gale la pena... — volvió a acercarse a él.

 

Unió nuevamente sus labios y siguieron nadando uno a lado del otro, disfrutando uno del otro, cuando había pasado más de una hora JunHong hablo.

 

— En que piensas...

 

— En que.... no quiero irme.

 

Y la realidad llego al menor, era cierto el mayor solo estaba de visita en ese pueblo, por un momento se sintió miserable

 

— No te vayas... — YongGuk miró esos ojos suplicantes.

 

— No me iré...

 

Nadaron unos minutos más y salieron, buscaron su ropa y se la pusieron, caminaron de camino a casa, el menor se acercó a YongGuk y entrelazo sus manos, así caminaron hasta entrar a su casa.

 

Al llegar el olor a comida llegó a sus narices, el menor corrió en dirección a la cocina, su hermano preparaba la comida, lo abrazo por la espalda.

 

— Regresaste...

 

— Te dije que lo haría... — HimChan se giró y lo rodeo con sus brazos — estas húmedo, te metiste al lago, sabes que no me gusta que andes solo... puede ser peligroso.

 

— No estaba solo, YongGuk estaba conmigo.

 

YongGuk observaba al mayor de los Kim abrazando a su hermano, no podía fingir que no le desagrada la idea de que probablemente HimChan sintiera algo más que amor fraternal por su ángel, HimChan podría engañar a JunHong para que hiciera algo que no quisiese y eso le enfermaba.

 

— Oh... ¿y DaeHyun?

 

— Lo deje con YoungJae.

 

— jajaja, deja de hacer travesuras. — El menor se reía.

 

— Entonces siéntense, seguro debe de estar por llegar.

 

Ambos se acercaron a la mesa y tomaron asiento...

 

Notas finales:

adiu~

gracias por sus reviews!!

sigan apoyando a los conejos


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