Capítulo 10.- Corazón roto
Evan miraba las imágenes con la boca abierta, nunca había visto llorar a su papá, nunca en la vida lo había visto tan destrozado como lo vio ahora, en sus ojos solo podía ver dolor y no era para menos, el enterarse de los planes originales de Hades fue muy duro, Seiya tenía razón de llorar como lo había hecho, aunque también mostró furia cuando lo enfrentó
- Dioses… eso fue… denso… - dijo el muchacho y bajó la cabeza meneándola
- Si, fue denso, Seiya no entendía lo que estaba pasando y solo escuchó una conversación, sacó las conclusiones equivocadas, ya te podrás imaginar – explicó Hypnos con un suspiro
- Una pregunta… yo ya estoy en camino o no todavía?
- Ya estás en camino pero tus padres aún no lo saben, pero no te adelantes a la historia, quieres saber lo que pasó después?
- Claro que si, cómo fue que mi papá perdonó a Hades?, porque lo perdona verdad?
- Bueno… eso estuvo así…
***
- Seiya…
- Ya no tienes nada que hacer aquí, ya cumpliste tu propósito, me destruiste… me destruiste por completo
- No Seiya…
- Vete ahora, ya no queda más de mí que pueda darte, te lo di todo y ya no me queda nada, no quiero volver a verte en lo que me resta de vida, te odio Hades… TE ODIO!!!!
- Déjanos solos – dijo Hades mirando a Shun que antes de poder moverse siquiera se volteó porque la puerta de la habitación se abrió
En ese momento Ikky entraba a la habitación de Seiya pero no venía solo, Atena venía con él, la Diosa de la tierra miró a Hades y se mostraba confundida, el caballero Fénix no le había dicho nada de lo que había pasado, él no lo sabía a ciencia cierta, solo sabía lo que su hermano le había dicho, que Seiya había regresado al templo de Sagitario y se había soltado en lágrimas, eso era por demás extraño, nadie nunca había visto al fuerte caballero Pegaso llorar, Shun pensó que eso tenía algo que ver con Hades y pensó que en el peor escenario, lo que sea que haya pasado podría repercutir en la guerra que se avecinaba, por eso había insistido en que Ikky fuera a buscar a su Diosa
- Qué pasa?, qué significa esto? – preguntó Saori poniéndose de pie delante de Seiya que se limpió las lágrimas y trató de tranquilizarse
- Nada de tu incumbencia niña, es un asunto entre Seiya y yo, déjennos solos de una buena vez – Hades se iba molestando cada vez más
- Nadie tiene por qué irse, el intruso aquí eres tú, no ellos, por favor vete, vete y no vuelvas – la voz de Seiya sonaba rota y sin vida, estaba intentando no llorar pero se notaba que el joven castaño estaba destrozado
- No me voy a ir hasta aclarar las cosas
- No hay nada que aclarar, vete por favor – dijo Seiya casi en un susurro, eso fue peor para Hades, prefería escuchar los gritos de su niño y no el tono con el que estaba hablando ahora
- Seiya…
- Hades por favor, no sé lo que haya pasado pero este no es el momento de aclarar nada, vete por favor, no quiero que todo se ponga en riesgo si Zeus te encuentra aquí, vete por favor – fue Atena la que habló ahora y Hades miró una vez más a Seiya que se había volteado un poco tratando de esconder su rostro, a Hades se le partió el corazón cuando vio que Seiya limpiaba una nueva lágrima que bajaba por su mejilla, el Dios de los muertos sin decir nada más se desapareció de la habitación dejando a los tres caballeros junto a su Diosa
- Seiya… quieres que te traiga algo? – preguntó Shun en tono bajo y el castaño solo meneó la cabeza
- Nos dejan solos por favor? – pidió Saori a sus dos caballeros que simplemente asintieron y salieron de la habitación, la muchacha tomó la mano de Seiya y lo llevó a la cama en donde ambos se sentaron, la muchacha estuvo en silencio unos cuantos minutos antes de decir: - Cuéntame… qué pasó con Hades?
- Él no es de fiar, él quiere destruir la tierra, te quiere destruir a ti y… a mí, no me sorprendería que ese haya sido el plan de Zeus, Hades lo está ayudando mientras nos hace creer que está de nuestro lado, él nos quiere destruir Saori, y quiere destruir a la tierra
- Ok., eso lo puedo entender, Hades es un ser de la oscuridad, como tu bien dices no me sorprendería que nos traicionara y estoy preparada para ello, eso es lo que han estado haciendo los caballeros Dorados, Shaka, Docko y Milo han estado haciendo una evaluación de las fuerzas del Inframundo, Hades tiene el ejército más numeroso pero no el más fuerte, nuestro ejército es el más fuerte, pero todo esto no explica la razón por la que te hayas puesto así, mírame Seiya, qué pasa con Hades? – la muchacha insistió con su pregunta y apretó la mano de su guerrero que bajó la cabeza y dijo en un susurro:
- Soy… soy un estúpido y un crédulo, un ingenuo… eso es lo que pasa con Hades
- Por qué lo dices?
- Es que… él… él y yo… él… - Seiya no sabía cómo articular las palabras y no podía explicárselo a su Diosa, pero la mirada del joven Pegaso era por demás expresiva, y eso le rompió el corazón a Saori, ella sospechaba que algo de eso estaba pasando pero no pensó que las cosas ya se hubieran dado, ella pensó que aún tenía tiempo, ella pensó que Seiya no se dejaría seducir por Hades, Seiya no era gay hasta donde ella sabía pero… Hades era Hades, lastimosamente un Dios al que le hubiera resultado por demás fácil seducir a un muchachito inexperto e ingenuo como lo era Seiya
- Hades y tú?, están involucrados? – preguntó Saori tratando de conservar la calma
- Soy un estúpido Saori, yo creí en él, creí en sus buenas intenciones para con la tierra, creí que nos iba a ayudar en especial luego de que liberó a los caballeros dorados y destruyó el monolito, creí que lo había olvidado todo, creí que ya no nos guardaba resentimiento, él… él me hizo creer que… él me hizo creer que yo… que yo… - las lágrimas se le iban acumulando a Seiya en los ojos por lo que se levantó y caminó hasta la ventana
- Seiya… tú y él… te acostaste con él? – Saori no sabía cómo preguntar esto de una manera más sutil, Seiya se volteó y su mirada lo dijo todo, la Diosa se sintió decepcionada pero no era el momento para eso, se puso de pie y fue hasta donde su caballero estaba y lo abrazó, Seiya correspondió el abrazo y se sintió reconfortado porque Saori no lo estaba juzgando, la muchacha le estaba demostrando que no estaba solo, que ella estaba ahí para él, y así estuvieron abrazados por unos momentos en completo silencio el que fue roto por Seiya cuando dijo:
- Lo siento… siento si por mi estupidez puse en riesgo algo, yo… no creo haberle dicho nada importante de lo que pasa aquí, es que en verdad que no sabía nada, él no me preguntaba nada pero ya me conoces, soy muy hablador a veces
- No creo que nada de lo que le hayas dicho haga diferencia ahora, las cosas están dadas, ahora lo que tienes que hacer es arrancarte ese amor del pecho y concentrarte en cosas más importantes
- Saori… por favor… no me dejes más aquí, yo quiero estar a tu lado, arriba en el templo principal, ese es mi lugar, yo he jurado defenderte con mi vida y eso es lo que quiero hacer si me lo permites
- Está bien, puedes tomar el lugar de Shyru, vamos?
- Vamos
Seiya no quería quedarse en el templo de Sagitario sintiendo pena por sí mismo, su Diosa con la nueva tarea que le había encomendado le había facilitado la vida, ahora él estaría ocupado en algo que lo distrajera de sus pensamientos, en esos momentos no era bueno para el joven Pegaso quedarse solo con sus pensamientos, el muchacho no quería pensar más en Hades, no quería pero… la imagen del Dios estaba grabada no solo en su mente sino en su alma y en su corazón
Hades volvió al Inframundo y estaba furioso, al llegar, el Averno entero tembló y una catástrofe estaba cayendo sobre Guideca, la lluvia era tan fuerte que nadie en el Averno recordaba algo como eso, el cosmo del Dios de los muertos era visible de lo enojado que estaba, sus jueces, los dioses gemelos y Pandora mejor se retiraron de su presencia, Hades no era buena compañía en esos momentos
Por todos lados por donde el Dios caminaba, los cristales de las ventanas explotaban, las cerámicas también, las paredes se cuarteaban a su avanzar y el fuego ardía con más fuerza, si seguía así acabaría por destruir Guidecca entera, pero no sabía que podía hacer, Seiya se mostraba renuente a escucharlo y lo peor es que estaba fuera de su alcance al estar en el Santuario de Atena bajo su protección, él no debería ir allá porque ponía en riesgo el plan entero y la guerra con el cielo estallaría pero… no podía dejar allí a su niño sin explicarle lo que había pasado
Hades bajó al sótano de Guidecca a buscar a Hécate, la poderosa hechicera estaba ocupada en sus cosas pero sintió venir a Hades mucho antes de verlo llegar, cuando el Dios hizo su aparición en verdad que se veía amenazante
- Mi señor… - la hechicera hizo una venia y miró expectante al Dios, seguramente algo quería, de lo contrario no hubiera bajado a verla
- Necesito un favor de ti Hécate – dijo Hades fríamente
- Lo que usted desee
- Necesito una pócima o algo para Seiya, tiene que olvidar lo que pasó el día de hoy, tiene que olvidar lo que escuchó, necesito traerlo aquí, necesito traerlo aquí ahora – el tono de voz de Hades era por demás urgente y hasta desesperado
- Tabula rasa… eso puede hacerse mi señor si así usted lo desea pero… tiene que tener en claro las consecuencias de esto
- Qué consecuencias?
- Lo que sea que usted quiere que el caballero Pegaso olvide, deberá hacer olvidar a todos los que tienen conocimiento de lo que sea que haya pasado, sabe usted quién o quiénes saben lo que usted desea que el caballero Pegaso olvide?
- No… no lo sé
- Podría reiniciar el día pero… eso Zeus lo sentiría y no sería muy conveniente para sus planes
- No podemos reiniciar el día sin que Zeus se entere?
- No… eso no es posible, él es el Dios de Dioses, claro que sentiría mi magia en movimiento, lo que usted quiere hacer es complicado, porque si borramos la memoria de Seiya pero no borramos la memoria de todos los involucrados en este asunto, se correrá el riesgo que el muchachito se vuelva a enterar lo que usted quiere prevenir que se entere, y su ira o su dolor será exponencialmente mayor, los humanos no toman a la ligera cuando los dioses juegan con sus mentes o con sus sentimientos, claro… en el supuesto no consentido de que a usted le importe lo que el muchacho pueda sentir o pensar – el tono de la Diosa era calmado y dio un paso hacia atrás cuando Hades dejó escapar de su garganta un grito de frustración y sin decir nada más salió de los aposentos de la Diosa de la hechicería y de la luna
Hades caminó en medio de la lluvia por los pedregosos caminos sin saber qué hacer, lo único que se le ocurría era robarse a Seiya, no tenía otra opción, él tenía que hacer que el castaño lo escuche, él tenía que hacerle entender, así que una vez que decidió lo que iba a hacer se encaminó a la tierra una vez más y se apareció en el templo principal de la Diosa Atena, allí estaba la Diosa concentrada totalmente en sus plegarias contrarrestando el poder de Ares en la tierra, Seiya de Pegaso estaba allí al igual que Saga de Géminis y Afrodita de Piscis
Los caballeros dorados se pusieron inmediatamente en guardia al igual que el Pegaso que miró con furia al que fue su a amante, Saori bajó la intensidad de su cosmo y se incorporó para enfrentar a Hades
- No tienes nada que buscar aquí, vete Hades – dijo Saori
- Te dije que esto no tiene nada que ver contigo niña, no vine por ti y lo sabes – las palabras de Hades fueron una sorpresa para los caballeros dorados que no dejaron de lado su posición defensiva
- Tu presencia aquí nos pone en riesgo a todos, vete por favor
- Como comandes – Hades asintió levemente y se desapareció de donde estaba para aparecerse tras de Seiya, abrazarlo posesivamente y desaparecer con él en medio de una nube negra, todo pasó muy rápido como para que alguien pudiera hacer algo, Saga vio con ojos muy abiertos lo que acababa de pasar pero ninguno de ellos reaccionó lo suficientemente rápido
Seiya se vio envuelto en un remolino de luces y colores que lo tenían presionado contra el cuerpo de Hades que lo sostenía con fuerza, Seiya hubiera querido moverse pero no podía, cuando el castaño sintió el piso bajo sus pies trató de dar un paso pero no pudo, se mareó de la peor manera y hubiera caído al suelo de no ser por Hades que lo sujetó nuevamente, Seiya estaba pálido y lucía descompuesto
- Quién te crees que eres?, no tienes ningún derecho de traerme aquí en contra de mi voluntad, suéltame Hades, suéltame – Seiya forcejeaba para soltarse pero Hades sabía que si lo soltaba, el castaño caería irremediablemente al suelo
- No te voy a soltar hasta que hablemos
- Yo no quiero hablar contigo, déjame ir
- No tienes a dónde ir Seiya y tú lo sabes, yo mismo te llevaré de vuelta al Santuario pero primero me tienes que escuchar, quieres agua o algo?
- No quiero nada de ti, suéltame… no soporto que me toques, suéltame – Seiya forcejeaba cada vez con más fuerza, el mareo se le iba pasando así que Hades lo soltó, el castaño dio un par de pasos y parecía que se iba a caer pero logró apoyarse en uno de los pilares de la habitación
- Las cosas no son como tú crees que son, tu escuchaste parte de una conversación, lo que escuchaste está fuera de contexto
- Fuera de contexto???, crees que soy estúpido???, si… tú crees que soy estúpido y lo peor es que si lo soy, fui un estúpido porque me enamoré perdidamente de ti mientras que tu solo jugabas conmigo, querías ver si te resultaba y enamorabas a un caballero de Atena?, querías ver que tan bueno era en la cama?, querías verme destrozado llorando por ti?, pues ya ganaste, ya me has visto llorar, ahora déjame en paz, no quiero volver a verte en lo que me resta de vida – Seiya no podía evitar las lágrimas que bajaban por sus mejillas y se las limpiaba con furia, odiaba mostrarse así de vulnerable frente al hombre que jugó con él pero… no podía contenerse
- No eres un estúpido, Seiya…
- Me dijiste que me amabas, pero me lo dijiste la noche que hicimos el amor por primera vez, tu no me amas, solo querías llevarme a la cama, y yo… yo creí que me amabas, yo creí que en serio ibas a esperar por mí, por eso me entregué a ti, sé que no te importa y que yo solo he sido un juguete para ti pero eso… eso era importante para mí, para eso me contabas todas esas historias verdad?, para tranquilizarme y convencerme?, para manipularme???... bueno pues te resultó… ya conseguiste lo que querías ahora déjame ir, no quiero estar aquí
- No Seiya… yo en serio te amo – dijo Hades en tono calmado y eso enfureció más a Seiya de ser posible que dijo con profundo dolor:
- No… tu no me amas, cómo te puedes rebajar a poner tus ojos en un simple humano?, tu no me amas, nunca me amaste, solo me utilizaste
- Eso no es así, déjame explicarte – Hades se iba molestando porque Seiya no se tranquilizaba y no le dejaba hablar
- No… no quiero seguir oyendo tus mentiras
- Yo no te he mentido
- Me estás mintiendo ahora que me estás negando lo que yo mismo escuché le confirmaste a Pandora, tu solo querías destruirme, quieres destruir a Atena, a la tierra – Seiya sentía que la traición de Hades era hacia lo que él más preciaba, su Diosa, su hogar, pero cuando dijo esto Hades se puso furioso y dijo casi a gritos:
- Lo que menos me importa en estos momentos es esa niña estúpida que tu llamas Diosa o su preciada tierra, Zeus lo puede destruir todo que a mí no me importa
- Lo reconoces…
- No estoy reconociendo nada, si decidí ayudar a tu diosa es porque tu querías que lo hiciera, a mí no me importa en lo más mínimo lo que pase con la Tierra, no me afecta, en cambio tu… tu si me afectas, no soporto esa mirada en tus ojos, no soporto que me mires con resentimiento, con odio
- Y cómo quieres que te mire? – preguntó Seiya con profundo dolor, su voz se desgarraba y hasta temblaba, Hades no soportaba ver cómo su niño sufría en especial cuando no había razón para ello, convencerlo de que las cosas no eran como lo había escuchado iba a estar más difícil de lo que había pensado al inicio, Seiya era muy dulce pero al parecer era muy terco también y no estaba siendo racional
- Como lo hacías ayer – dijo Hades con desesperación y se acercó al joven para tomarlo de los hombros y sacudirlo ligeramente, Seiya se soltó del agarre del Dios y se alejó lo que más pudo en aquella amplia habitación, Seiya no había caído en cuenta antes pero estaban en la habitación de Hades en Guidecca, esa habitación que había sido testiga de tantas veces que ellos se habían amado, ahora era el escenario de la pelea más agria que Seiya hubiera enfrentado
- Ayer yo estaba ciego, ahora sé lo que eres realmente, sé que es lo que quieres y yo ya no me quiero prestar a tus juegos, déjame ir… déjame salir de aquí – Seiya fue hacia la puerta pero Hades lo atrapó y lo sujetó con fuerza de un brazo al decir:
- No te irás, aquí te quedarás hasta que te tranquilices y hablemos
- Estamos hablando
- No… no estamos hablando, estamos discutiendo, tranquilízate Seiya
- O qué?, qué harás para que me tranquilice?, me encerrarás como encerraste a Ikky y a Shun? – preguntó Seiya recordando que ese fue el primer impulso de Hades al momento de haber un problema
- Probablemente – dijo Hades molesto mirando a los ojos a Seiya, cómo se le ocurría a este muchachito desafiarlo tan abiertamente, Hades no pudo evitar recordar la lucha en los Campos Elíseos, Seiya tenía fuego en la sangre pero eso era una de las cosas que amaba de él
- Vaya… si soy un estúpido… tu eres un Dios y puedes hacer lo que te dé la gana, soy un simple mortal, eso es lo que piensas, verdad?
- No Seiya, contigo no…
- No… no me toques, suéltame – Seiya se revolvió para tratar de soltarse pero Hades no lo soltaba, el mayor quería abrazarlo pero Seiya se revolvía con violencia, el problema era que el fuerte caballero no era rival para Hades que no lo soltaba aunque supiera que le estaba haciendo daño
- Escúchame… quédate quieto y escúchame – dijo Hades y caminó con Seiya por la habitación hasta que se chocaron con el pilar de la cama, ahí el castaño se revolvió con más fuerza, Hades pudo ver miedo en sus ojos y no lo entendió hasta que Seiya dijo:
- Y ahora qué vas a hacer?, me vas a forzar?, eso es lo único que te falta para acabar de destruirme
- Seiya no… - Hades se horrorizó por las palabras de Seiya, él nunca lo forzaría, nunca lo haría, en ese instante Seiya dejó de forcejear y se soltó en llanto, el caballero Pegaso no quería dejarse ver cuán vulnerable era pero ya no podía más, la ira y la rabia enmascaraba sus sentimientos pero no podía más, ya no más, Hades lo soltó pero lo abrazó sosteniéndolo para que no caiga al piso, Hades no pudo evitarlo y una lágrima bajó por su mejilla, él podía sentir el dolor y el sufrimiento de Seiya y nunca pensó que la intensidad de los sentimientos del castaño le llegaran de tal manera, Seiya en verdad estaba destrozado
Seiya se soltó del abrazó de Hades y corrió al baño de la habitación, Hades lo escuchó vomitar, lo escuchó sollozar y lo escuchó vomitar otra vez, luego escuchó el correr del agua, el Dios no sabía si entrar o no pero Seiya no salía, pasaron dos minutos, cinco, diez minutos y Seiya no salía, Hades decidido abrió la puerta y se le fue el alma a los pies al ver a Seiya inmóvil en el suelo
Hades cargó a Seiya y lo llevó a la cama, su rostro estaba mojado por lo que el Dios supuso se lo había estado lavando cuando se desmayó, el Dios fue al baño y trajo una toallita con la que secó el rostro de Seiya y con un movimiento de su mano desprendió la armadura de su cuerpo, Seiya aún no reaccionaba y Hades se iba asustando por lo que llamó a Hécate
La hermosa hechicera se apareció en las habitaciones del Dios de los muertos y arqueó una ceja, no quería preguntar lo que le había hecho a Seiya, a la final ella no le había dado ninguna poción ni nada
- Seiya no despierta y está muy pálido, qué le pasa?
- Qué pasó mi señor? – la hechicera se sentó en la cama y puso su mano en la frente de Seiya, la piel del castaño estaba fría al tacto, el chico no tenía fiebre
- Discutimos, él fue al baño, vomitó, lloró y se desmayó – Hades resumió en cuatro palabras lo que había pasado en esa habitación esa tarde
- Ajá… - Hécate acarició suavemente los brazos de Seiya en donde se podía apreciar las marcas rojizas que le quedaron cuando Hades lo sujetó, seguramente se le formarían morados más tarde
- No lo golpeé, solo lo sujeté pero él no se quedaba quieto – dijo Hades con rabia dándose cuenta de la mirada de reproche de la Diosa de la luna
- Su pulso está normal pero… hay algo… - Hécate había sentido el pulso en Seiya y en verdad que estaba normal, sus pupilas no estaban dilatadas, su respiración parecía normal pero había algo que estaba en completa desarmonía, la hechicera pasaba sus manos por la cabeza de Seiya, luego bajó a su pecho, finalmente puso sus manos en el vientre del muchacho y ahí fue que lo sintió más claramente
- Qué es?, que tiene? – Hades se iba desesperando cada vez mas, no toleraba el silencio de la hechicera porque básicamente tenía una mirada de desconcierto en sus ojos
- Mi señor… no quiero sonar chismosa pero… usted y Seiya… han… usted sabe… estado juntos… íntimamente?
- Por qué lo preguntas? – esta era lo último que Hécate podría preguntar, pensó Hades
- Porque si no estoy equivocada, un heredero del Inframundo viene en camino – Hécate puso la mano sobre el vientre de Seiya y miró significativamente al Dios de los muertos que al inicio no reaccionó ante las noticias, luego se sentó en la cama y tomó a Seiya en sus brazos para abrazarlo con fuerza, en castaño seguía inconsciente pero eso a Hades no le importó, igual besó sus labios con emoción antes de acomodarlo en la cama nuevamente
- Estás segura?
- Si… usted mismo lo puede sentir, ponga la mano allí y concéntrese, lo siente? – Hécate puso la mano de Hades en el vientre de Seiya y el pelinegro miraba embelesado al joven que dormía y luego sonrió cuando sintió un cosmo extraño en el cuerpo de su amado, era diferente al de Seiya y diferente al suyo propio pero… indiscutiblemente tenía parte de su esencia, era su hijo sin duda
- No lo puedo creer, cómo es esto posible?
- No lo planeó?
- No, claro que no – y eso era cierto, Hades no lo había pensado siquiera, estaba emocionado con la idea pero no lo había planificado
- Bueno… usted es un Dios, por eso es posible aunque…
- Aunque qué? – Hécate se había quedado pensativa y Hades presionó una respuesta
- Para que esto se haya dado, el muchacho debió consentir, desear llevar su hijo en el vientre, se lo preguntó alguna vez?
- No… yo no… - Hades iba a seguir hablando pero recordó algo, la primera vez que ellos habían hecho el amor Seiya había dicho que lo amaba, que lo necesitaba y que le daba mucha pena el no poder darle algo, Seiya no tenía nada de valor que darle al Dios y dijo esto mientras estaba jugando con el dije que Hades había puesto en su cuello, Hades había besado sus labios y le había dicho simplemente: “Si tienes”, Seiya sonrió y lo besó, luego le dijo: “Me gustaría darte todo lo que siempre has querido, sé que soy humano y no podría pero… me gustaría mucho hacerte feliz como tú me haces feliz a mi”, Hades lo besó y le dijo que él ya era feliz, que no le faltaba nada pero eso no era cierto, Hades pensó que él no había tenido hijos, herederos y eso le faltaba para ser completamente feliz
- No se lo pidió? – preguntó Hécate arqueando una ceja al ver el anillo que Seiya lucía en su mano
- No, no se lo pedí, lo pensé pero no se lo pedí aunque en este punto eso… eso ya no importa, el bebé viene en camino, eso es lo que importa – Hades habló con una sincera sonrisa en el rostro, la idea de un hijo era… fantástica
- La magia de esta joya pudo haber tomado parte en esto, no lo cree? – Hécate levantó la mano de Seiya y Hades asintió al ver el anillo
- Supongo que si, pero eso no tiene sentido – el pelinegro meneó la cabeza, lo que había pasado no era posible
- El anillo regente funciona de varias maneras, es un amillo mágico que tiene muchos usos como usted bien sabe, por eso pudimos poner aquel hechizo en él, el hechizo para que Seiya durmiera cuando Saori se le acercara
- Si… sé de lo que hablas – respondió impaciente Hades
- Bueno… este anillo desatará los poderes del Averno en quien lo porte, si lo considera digno
- Por supuesto que Seiya es digno, pero es mortal, por eso no tiene sentido – Hades se levantó de la cama y empezó a caminar por la habitación, la joya que lucia Seiya en su dedo era el anillo real del Inframundo, un anillo bendecido por él mismo, este anillo lo había lucido hacía mucho tiempo Perséfone, pero… ella no le había podido dar hijos, ella nunca aceptó ni asumió los poderes del inframundo, ella nunca le dio ningún uso y ella es una Diosa, con Seiya aparentemente las cosas eran diferentes, Perséfone nunca amó a Hades completamente, Seiya si, Seiya se entregó a él con todo su corazón y alma, le dio todo lo que era y tenía y eso no era todo, Hades sentía lo mismo por él, esa era la verdadera diferencia, ellos se amaban por sobre todas las cosas
- Pueda que el muchacho sea mortal, pero al usted amarlo, lo hizo digno del trono del inframundo, y al él amarlo a usted de vuelta hizo posible que concibiera su hijo, esto es magia y de la mas antigua
- No, magia no… amor… - dijo Hades mirando a Seiya dormir, allí se encontraba su futuro consorte, el que le daría hijos, el que reinaría a su lado en el Inframundo, allí en esa cama estaba su futuro, su compañero, su amor, su todo…
- Si… eso también, Seiya dormirá un par de horas más, cuando despierte dele la noticia suavemente, él estará confundido y no lo entenderá
- No… no lo entenderá
Hades miró con pena a su niño y suspiró, Seiya no entendería nada, no estaba en capacidad para hacerlo, ni siquiera le dejaba explicarle lo que había pasado con la conversación que escuchó, mucho menos le iba a dejar explicarle que su primer hijo venía en camino, esto iba a estar difícil y doloroso y si no manejaba las cosas bien solo le traería más penurias a su joven amante y eso era lo que Hades quería evitar a toda costa, Seiya ya había sufrido mucho en la vida, su propósito era que a su lado solo hallara felicidad… solo felicidad…