Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL PRINCIPE DEL AVERNO por crystalwall

[Reviews - 211]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, en este capítulo salen a la luz todos los planes de Deméter con respecto a Seiya y Hades, espero que les guste

Capítulo 14.- El pacto

 

- No lo puedo creer… y ella por qué tenía que meterse??? – Evan estaba algo indignado y tenía razón, pero el muchacho no conocía la realidad de los sentimientos mezquinos de los dioses

- Deméter ha odiado a Hades por muchos siglos, ella perdió a su hija por él y bueno… eso es algo que no ha podido perdonar – explicó Hypnos resumiendo la rencilla de la Diosa de la naturaleza y el Dios de los muertos

- Pero mi papá no tenía nada que ver

- No pero… la intervención de Deméter cambió el curso de los eventos y fue lo que provocó la separación de tus padres

- Ella los separó?, yo pensé que fue Zeus – el muchacho frunció el ceño cuando dijo esto, sus padres solo habían mencionado a Zeus en el poco tiempo que hablaron, no habían mencionado a Deméter

- No… fue ella, ella lo planeó todo, ella lo ejecutó y se valió de Zeus para lograr sus propósitos, fue ella la que consiguió vengarse de Hades y le pegó en donde más lo hirió – confirmó Hypnos asintiendo gravemente

- Y cómo estuvo eso?

- Pues estuvo así…

 

***

Hades estaba paseándose de lado a lado en el amplio salón de Guidecca esperando que Hécate regresara con su joven amante pero el alma se le fue  a los pies cuando vio a la poderosa hechicera llegar sola

- Qué paso? – Hades se acercó a ella, la tomó de los hombros y la sacudió con fuerza buscando explicaciones

- Lo siento mi señor, le fallé… - la joven empezó a llorar y miró con desesperación al Dios de los muertos que temía lo peor

- Cómo que me fallaste?, en dónde está Seiya?, qué pasó con él?, funcionó el hechizo?

- Si… el hechizo funcionó muy bien, pude hacer la sustitución del Pegaso negro por Seiya, dormí a Seiya como me lo ordenó pero… cuando iba a abrir el portal para venir aquí, Deméter lo tomó, Deméter secuestró a Seiya y se lo llevo, no sé a dónde, no sé cómo lo hizo pero lo hizo – la hechicera estaba angustiada y molesta, esos trucos no se los sabía a Deméter

- Por qué?

- Yo le rogué que no le hiciera nada a Seiya, que él era inocente, ella solo me dijo que su hija también lo fue, y luego desapareció, no la puedo sentir en ninguna parte, ella se ocultó con Seiya porque ya intenté rastrearlos pero no puedo, me está bloqueando, Deméter me está bloqueando – dijo Hécate sumamente molesta, se requería de gran poder para poder intervenir en su magia y aparentemente Deméter lo había logrado, no se debía subestimar los poderes de la naturaleza

- Maldita sea… Seiya no tiene la culpa de nada – Hades soltó a Hécate y empezó a caminar nuevamente por el salón, el Dios del Averno pensaba y pensaba en los posibles lugares a dónde la vengativa Diosa se pudo haber llevado a su Pegaso pero no tenía idea, Hades estaba ofuscado en ese punto

- Lo siento mi señor, yo… no lo pude evitar… lo siento…

- No es tu culpa querida, la culpa es mía por poner la vida de Seiya en manos de Deméter pero… no tenía otra opción, por lo menos ya no está en esa inmunda mazmorra, pero… ahora está en manos de Deméter, eso es… igual o peor – Hades hablaba con profundo dolor y tristeza, rabia e impotencia, la frustración se estaba llevando lo mejor de él al verse imposibilitado de rescatar a su niño

- No creo que ella le haga daño – dijo Hécate con convencimiento

- No… no le hará daño pero lo esconderá de mí así como yo escondí a Perséfone de ella – y eso lo dijo Hades con certeza, muchas veces había escuchado maldecirlo a la que fue su suegra

- Podemos buscarlo una vez más, no sé… podemos intentarlo por lo menos – sugirió Hécate al ver el dolor en los ojos de Hades, él se sentía culpable del destino de su amado

- Podemos intentarlo aunque… yo creo que Atena puede tener mejor suerte que nosotros – dijo Hades pensando en la Diosa de la Tierra, ella daría lo que fuera por recuperar a su caballero y sin perder más tiempo fue al Santuario pero no tuvo el recibimiento que hubiera esperado…

 

Saori había estado orando en su templo mientras sus caballeros ya estaban listos para la batalla, la joven diosa no estaba segura de lo que estaba pasando pero lo intuía por los truenos que se escuchaban en el cielo, Apolo también había reunido a sus ejércitos y los había unido a los de su hermana, si su padre Zeus quería guerra pues… había que estar preparados

 

En eso estaban cuando Hermes llegó con las últimas noticias, Zeus estaba furioso porque Hades tenía un amante humano y lo había engañado al fingir que lo estaba ayudando, Zeus había tomado al humano como prisionero y planificaba hacer un ejemplo de él.  A Saori se le rompió el corazón cuando escuchó esto, ella no podía hacer nada para ayudar a su caballero y cuando la noticia se regó en el Santuario, todos los caballeros se sorprendieron primero por las noticias, nadie sabía que existía siquiera la posibilidad de que Hades pudiera tener una relación con Seiya, nadie sospechaba siquiera que Seiya fuera gay, mucho menos Hades, luego cuando pudieron aceptar la dura realidad se llenaron de pena y dolor, uno de los suyos, uno de sus compañeros y amigos había caído en desgracia y según lo que dijo su Diosa, no había nada que ellos pudieran hacer para ayudarlo

 

Esa noche no habían estrellas en el firmamento y Saori estaba de pie en uno de los balcones del templo principal cuando recibió una visita bastante extraña, Deméter la Diosa de la naturaleza la visitaba con noticias aún más extrañas, ambas mujeres hablaron por mucho rato, Saori pudo darse cuenta del profundo desprecio que Deméter sentía por Hades y ese fue el punto de partida para hacer un nuevo pacto que aseguraría salvar la vida de Seiya, eso era todo lo que le importaba a Saori, la vida del hombre que amaba, su seguridad y la paz que le brindaba el hecho de que Seiya podría tener un futuro lejos de Hades, Deméter le había dado su palabra que iba a hacer todo lo posible y lo imposible para alejar al muchacho del Dios del Averno, mantenerlo lejos del alcance de Zeus y darle una nueva vida lejos de todo y de todos, Saori estaba segura que cumpliría su promesa y eso le había dado un poco de paz

 

Cuando Hades llegó al Santuario se encontró con Saori que lo estaba esperando, pero no estaba sola, Shaka de Virgo, Saga de Géminis y Mu de Aries estaban a su lado, el Dios de los muertos se sorprendió por este hecho porque principalmente apenas él puso un pie en el Santuario, Mu de Aries lanzó su muro de cristal separándolos, dejando a Hades en la mitad del salón y a todos ellos del otro lado, la posición de ataque de los caballeros dorados sorprendió al Dios de los muertos que en cambio permaneció impasible y se cruzó de brazos

- Quieres explicarme que significa esto Atena? – preguntó Hades en tono calmado, supuestamente ellos eran aliados en esos momentos

- Sabemos lo que ha pasado con Seiya, sabemos que Deméter lo tiene y… yo ofrecí ayudarla – respondió la joven Diosa de la Tierra para sorpresa del inesperado visitante

- Tú tienes a Seiya? – preguntó Hades y no pudo ocultar su ira

- No… lo tiene Deméter y no… no lo he visto, solo he hablado con ella hace algunas horas, me aseguró que Seiya estará bien y que seguirá estando bien, siempre y cuando se quede en la Tierra, ella no va a permitir que Seiya baje al Inframundo

- Ella no tiene ningún derecho de impedir nada – dijo Hades y empezó a caminar por el salón, los caballeros dorados lo miraban atentos, nunca se podía bajar la guardia cuando de Hades se trataba

- Lo siento… pero en este caso yo la apoyo, tú no tienes ningún derecho de llevarte a Seiya, él es uno de mis caballeros y tú no lo puedes tomar así como así, además… no tenía opción, si no ayudaba a Deméter… ella… ella mantendría a Seiya por toda la eternidad lejos de mí también y eso no lo puedo permitir, lo siento Hades pero tuve que elegir y elegí la seguridad de mi caballero, elegí una vida normal para él, elegí la tierra para él que es en donde está su hogar y su familia – Saori se mostraba dura, como Hades nunca la había visto, desde cuándo esta niña tenía carácter???

- Seiya ya no pertenece a la Tierra, él pertenece al Averno, será mi consorte, me dará un hijo, supongo que lo sabes, verdad? – Hades entrecerró sus ojos y habló en un tono parco que trataba de enmascarar toda su rabia, a Saori le sonó a amenaza

- Deméter me lo dijo pero me negaba a creer que fueras tan cruel de hacerle algo así a Seiya, cómo pudiste Hades?, cómo pudiste? – Saori hablaba con dolor, Hades no le veía nada de malo a lo que había pasado, su hijo era un regalo maravilloso, pero el resto de caballeros igual mostraron su indignación al escuchar la noticia de labios del propio Hades, lo que le había pasado a Seiya no era normal, era aberrante a sus ojos

- Vaya… pensé encontrar una aliada al venir aquí, veo que me equivoqué, pero sabrás de mí y no creo que te agrade tenerme de enemigo pero las cartas están echadas, tú has decidido el futuro de la Tierra al cerrarme las puertas, espero que estés consiente de las consecuencias niña

- No te tengo miedo

- Pues deberías…

 

Hades desapareció y volvió a Guidecca, el poderoso Dios del Inframundo estaba furioso, todas las puertas a Seiya se estaban cerrando y eso lo estaba llevando a la desesperación, no había nada que pudiera hacer, Perséfone no lo ayudaría nuevamente, ella tomaría partido por su madre, Atena también se unió a Deméter y Zeus pronto haría su movida, no quedaba nadie que le tendiera una mano, no le quedaba nadie que intercediera por él y por su niño… todo estaba mal… muy mal…

 

Esa misma noche Zeus convocó a un concilio de los Dioses en el Olimpo, Hades sabía perfectamente para qué lo convocaba y resignado fue a ver con sus propios ojos los alcances de la crueldad de su hermano menor, al llegar Hades fue tratado cual paria, principalmente porque Zeus ya había regado las novedades y todos los dioses estaban al tanto del “crimen” del Dios del Averno

 

En el salón principal estaban ya reunidos todos los Dioses del Olimpo, Hades fue el último en llegar y se le encogió el corazón al ver a Seiya desnudo en medio del salón, el joven estaba atado a una de las columnas por un grillete que estaba en su cuello, se notaba que lo habían latigueado porque su piel estaba cubierta de marcas rojizas y en algunos lugares había heridas superficiales que habían sangrado.  Hades sabía que aquel no era Seiya, aquel muchacho era el Pegaso negro pero la ilusión era perfecta, Hécate era sumamente hábil, el Pegaso negro era el que había sufrido la tortura que Zeus había planificado para Seiya y ahora aquel pobre chico estaba abrazándose a sí mismo, lloraba del dolor y de la humillación

- Te tardaste hermano, pero ahora podemos empezar ya que nos has dado el placer de tu presencia – el tono de Zeus era de clara burla y rabia

- Al parecer has comenzado antes de que yo llegara – fue la respuesta de Hades y señaló al Pegaso negro que tembló y un leve sollozo fue escuchado en el salón

- Es solo un humano y había que recordarle cuál es su puesto – dijo Ares con una sonrisa perversa de satisfacción

- Tú no tienes calidad moral de decir nada, tú también has tenido amantes humanos, todos nosotros los hemos tenido, no sé cuál es el afán de satanizar el hecho de que ahora yo haya tenido un amante humano y se lo haya tratado de esta manera – dijo Hades y no pudo ocultar su rabia

- Claro que hemos tenido amantes humanos pero eso fue antes de la prohibición que existe, en este mismo concilio se llegó a un acuerdo, el que tú has roto al tomar a este muchachito y llevarlo a tu cama – dijo Zeus y prácticamente lo gritó

- No insultes mi inteligencia Zeus, yo sé que a lo largo de estos siglos has tenido más de un amante humano, eso para nadie es secreto – Hades dio un paso al frente y dijo esto mirando a Hera, la esposa de Zeus lo sabía pero optó por no decir nada porque en esos momentos el cielo tembló ante la rabia de Zeus que gritó amenazadoramente:

- Pruébalo!!!!!

 

Zeus que había estado sentado en su trono se puso de pie y tomó su rayo apuntándolo a Hades, el Dios de los muertos encendió su cosmo y una niebla negra empezó a cubrirlo todo, los Dioses del Olimpo sintieron como el aire se volvió tóxico y sus sentidos empezaban a nublarse

- Basta por favor ustedes dos, no estamos aquí para poner en juicio lo que Zeus haya hecho o no, además Hades no tiene pruebas, estamos aquí para decidir el rumbo a seguir en este caso en particular – fue Hera la que habló y encendió su cosmo para calmar los ánimos, Atena y Deméter hicieron lo mismo y poco a poco el poder de Hades fue disminuyendo así como la posición de ataque de Zeus se fue relajando

- Mi esposa tiene razón, si he llamado a este concilio no es para que tu oses echarme en cara supuestos crímenes sin fundamento – dijo Zeus con tono autosuficiente

- No son sin fundamento y tú lo sabes – respondió Hades mirando a Zeus con profundo desprecio

- No vamos a hablar de esto y es mi última palabra, ahora… qué hacer con tu mascota? – Zeus empezó a caminar por el salón hasta que llegó al Pegaso negro y lo tomó de los cabellos haciendo que el muchacho se incorpore, una mueca de dolor se pudo ver en su rostro, Hades se sintió enfermo

- Déjalo en paz, él es inocente, él no tiene la culpa de nada, yo lo seduje, yo lo enamoré, me pertenece y me lo llevaré – dijo Hades dando un paso hacia Zeus pero se detuvo porque el Dios de los cielos materializó en su mano una daga y la puso en el cuello del muchachito humano que derramó un par de lágrimas

- No te lo puedes llevar, voy a hacer un ejemplo de él, no lo voy a matar porque su alma llegaría a tu reino y eso no lo puedo permitir, tampoco puedo permitir que viva porque en su vientre lleva a tu hijo y tampoco puedo permitir que nazca

- No te atrevas… no te atrevas a hacerle daño a mi hijo – Hades volvió a dar un paso hacia Zeus pero el dios de los cielos apretó la daga contra la piel del muchachito humano hasta hacerlo sangrar, a Hades no le quedó más remedio que detenerse nuevamente, no podía dejar que Zeus dañe al pegaso negro, era sumamente importante mantener el teatro hasta el final, de eso dependía la vida del verdadero Seiya

- No le voy a hacer daño, no le voy a hacer nada, es más, tu amante dormirá profunda y plácidamente por el resto de la eternidad, el fruto de su vientre se quedará en el estado que se encuentra ahora, no crecerá y no nacerá, se quedarán ambos congelados en el tiempo por siempre – Zeus había pensado mucho en lo que iba a hacer en el concilio y esta le pareció la mejor ruta, no iba a matar al amante de Hades, no iba a matar al hijo no nato de Hades pero… se los iba a arrebatar y no dejaría que un nuevo semidiós naciera en el mundo, esta había sido una de sus mejores ideas, no derramaría sangre y pondría fin a esta situación mientras sentaba un precedente para los demás dioses, Hades era uno de los tres Dioses más fuertes, someterlo a él era someter a todos los demás, el Dios del Averno era el enemigo más poderoso entre los Dioses que Zeus pudiera tener, por eso su hijo no debería nacer nunca

- No… no lo hagas Zeus… no lo hagas – todos los dioses pudieron ver la desesperación en los ojos de Hades pero nadie intervino a su favor

- Ese será el castigo perfecto para ti

 

Zeus levantó su mano y una especie de ataúd de cristal se materializó en el aire, el muchachito humano flotó en el salón y fue encerrado en esa urna ante la vista de todos los dioses, luego Zeus abrió una especie de portal en el que se podían ver todas las estrellas, el espacio infinito ante todos ellos y envió la urna hacia el vacío, Hades gritó y corrió hasta el vórtice del portal pero Zeus lo detuvo y cerró el portal, Hades se zafó del agarre de su hermano menor y lo miró con odio, Zeus sonrió y dijo:

- Está hecho, el caballero Seiya de Pegaso estará en el limbo por la eternidad, nadie nunca lo podrá encontrar y dormirá por siempre, pero no me mires así hermano, él no estará solo, se llevó a tu hijo consigo

- Te odio – dijo Hades y caminó hacia la salida con la clara intención de irse pero los guerreros celestiales le impidieron el paso, el Dios de los muertos se volteó indignadísimo y vio a Deméter que se había puesto de pie luego de que Zeus le haya concedido la palabra

- Conociendo la verdadera naturaleza de Hades quiero expresar mi preocupación por la Tierra, no me sorprendería que Hades intentara destruir la tierra una vez más, eso no lo podemos permitir – el tono de la Diosa de la Naturaleza era por demás calmado y sereno

- Mi verdadera naturaleza?, esto no es asunto tuyo Deméter, no intervengas – los azules ojos de Hades destellaban chispas de odio, lo que Atena le había dicho era cierto, Deméter intentaría mantenerlo alejado del amor de su vida a toda costa

- Yo propongo que bajo este concilio se prohíba que Hades suba a la Tierra o que intente destruirla por medio de cualquier tipo de artimaña, como lo hizo hace no mucho tiempo cuando envió aquel gran eclipse, la Tierra debe ser salvaguardada del poder de Hades y del Inframundo – Deméter continuó con sus peticiones y lo hizo con vehemencia

- No me interesa ese patético reino, los humanos están regando la preciosa tierra con su sangre, no me necesitan a mí para ello – respondió Hades con rabia

- No… pero no podemos poner a la tierra como botín de guerra nuevamente, este concilio debe asegurar el cese de hostilidades de todos nosotros, lo que se está buscando es la paz duradera, quiero que el sacrificio de mi guerrero sirva para algo, quiero que cesen las hostilidades entre todos nosotros, te pido padre que retires tus ejércitos de la tierra, los tuyos y los de Ares – propuso Saori mirando a su padre directamente a los ojos

- Tú no tienes derecho a pedirnos eso – respondió Ares molesto, él estaba divirtiéndose mucho ocasionando estragos en la Tierra

- El motivo de la guerra era Seiya de Pegaso y se atacó a la Tierra porque se pensaba que él era mi amante, bueno… ya se comprobó que eso no es cierto, Seiya ha sido enviado a otra dimensión por lo tanto esto debe acabar, no quiero amenazas para mi reino, los habitantes de la Tierra no tienen la culpa de lo que ha pasado aquí, deseo la paz para todos – dijo Saori una vez más, Hera asintió al igual que Hefestos y Afrodita, Apolo y Artemisa también, solo Ares estaba en desacuerdo, Deméter no había dicho nada al igual que Hades aunque sus motivos eran completamente diferentes, la Diosa de la naturaleza estaba esperando su oportunidad y ahora era el momento:

- Si estamos hablando de paz, yo  apoyo la propuesta de Atena en lo que respecta a la paz de los reinos y al cese de hostilidades, pero para ello yo propongo que se le prohíba la subida a la Tierra a Hades

- Por qué? – el Dios de los muertos cayó en cuenta de las intenciones de la que fue su suegra

- Estamos hablando de salvaguardar a la tierra y tu querido mío eres el principal causante de los flagelos que la azotan, tu guerra fue la que más muertos provocó además, Zeus te acaba de quitar a tu amante humano, algún castigo debe haber para ti, no me parece justo que todo quede igual y no existan consecuencias de los actos pasados – expuso Deméter y miró a Atena que se puso de pie y dijo:

- Yo estoy de acuerdo y apoyo a Deméter en esto, si queremos paz, Hades debe quedarse recluido en su reino, la ofensa que te hizo padre no puede quedar impune – Atena se veía mortificada, ese era el precio que ella debía pagar por la seguridad de Seiya, Atena había acordado apoyar a Deméter en el concilio cuando llegara el momento y ya había llegado, se le rompía el corazón el tener que hacerlo pero… su amor por Seiya fue más que cualquier otra cosa, Saori no podía tolerar el estar lejos de Seiya y eso era con lo que Deméter la había amenazado si no la ayudaba, ella había prometido desaparecer a Seiya para siempre, de esta manera por lo menos ella podría cuidarlo y velar por él y su hijito

- La ofensa??? – Hades se mostró indignadísimo y caminó un par de pasos hacia ambas diosas pero Zeus se puso de pie y sonrió ante la idea, levantó su mano para detener a Hades y dijo:

- Tienen razón, y desde ahora declaro que no podrás subir a la tierra Hades, si llego a detectar tu cosmo en la tierra… habrán serias consecuencias, no me temblará la mano y esta vez la urna en la que serás encerrado la haré yo, y no habrá poder divino que te logre sacar de ella, estamos claros?

- No tienes derecho…

- Soy el Dios de Dioses, tengo todo el derecho de hacer lo que yo estime conveniente, y esto es lo que he dispuesto, a partir de hoy Hades tienes prohibida la subida a la Tierra, y no se hable más de este asunto

- Que así sea – dijo Deméter con una victoriosa sonrisa

 

Hades avanzó un par de pasos más pero no pudo llegar hasta su objetivo porque una fuerza descomunal lo arrojó directo a los infiernos y el poderoso Dios del Averno aterrizó en medio de los pedregosos caminos del Averno, había sido desterrado del Olimpo, había sido desterrado de la Tierra, había sido separado del amor de su vida y ni siquiera sabía si Seiya estaba bien o no, Hades estaba preso de la desesperación, por qué?.... por qué maldita sea… por qué???

 

Mientras tanto en una cueva oscura en las profundidades de la tierra, el caballero Seiya de Pegaso estaba despertando, se encontraba en un lugar bastante cálido, y oscuro, ni un rayito de sol entraba por ninguna parte, habían muchos candelabros inmensos que portaban velas encendidas, Seiya recordó las imágenes que había visto en la televisión de templos antiguos o iglesias abandonadas, él había estado acostado en una cama inmensa con dosel y a lo que se levantó se sintió algo mareado

 

Seiya pensó que estaba en el Inframundo y esperó ver a Hades pero no… él estaba solo, por lo que se levantó de la cama y caminó por la estancia mirando las velas y alejándose lo más que pudo mientras aún había claridad, Seiya caminaba algo inseguro pero se detuvo cuando una voz femenina le habló:

- No vayas para allá, hay un precipicio y si caes en él pues… no sé si llegues al centro de la tierra pero te puedo asegurar que no sobrevivirás la caída

- Quién eres tú? – Seiya se volteó para ver a una hermosa muchacha de blanca piel, castaños cabellos y verdes ojos, en las manos tenía una cesta de frutas

- Soy Perséfone, asumo que habrás oído de mí – dijo la muchacha con una clara sonrisa, se sentó en la cama y tomó una manzana para darle una mordida, Seiya no recordaba cuándo fue la última vez que comió y al ver esa apetitosa manzana se le hizo agua la boca

- Y qué hacemos aquí?

- Estamos esperando a que acabe el concilio en el Olimpo, quieres una pera?, están deliciosas – la muchacha tomó una pera de la cesta y se la ofreció a Seiya que caminó de vuelta a la claridad y tomó la fruta para darle un mordisco, era lo más delicioso que había probado jamás

- Qué concilio?

- El que Zeus llamó, mi madre está allá, Hades, Atena y el resto de los dioses también, están tratando la terminación de las hostilidades, espero que lleguen a un acuerdo sobre esa guerra que se está fraguando, pero no te preocupes, todo saldrá bien

- Eso espero…

 

Seiya se quedó con Perséfone en aquella cueva, comieron frutas y luego charlaron de todo un poco, Seiya sabía que ella fue la esposa de Hades pero la muchacha no hizo mención de este hecho, más bien se dedicaron a hablar de otras cosas, eventualmente Seiya se volvió a quedar dormido y Perséfone se quedó en la cueva mirándolo con pesar, ella sabía que el muchachito amaba a Hades, ella sabía que su madre estaba haciendo todo lo posible para separar a esos amantes para que Hades sufra en carne propia lo que ellas sufrieron, ella sabía que Seiya era inocente en todo esto pero… no podía oponerse a su madre, no podía desobedecerla además de que no sabía cómo fueron las cosas en el concilio, siempre cabía la posibilidad de que ella al intentar ayudar a Hades, empeore las cosas para todos

 

En el Inframundo Hades estaba en Guidecca cuando recibió una muy inesperada visita, Deméter y Atena habían bajado a verlo, esto no podría ser nada bueno…

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer, y el próximo capítulo no se lo pueden perder, el destino de Seiya y Hades está a punto de ser sellado

Nos vemos el miércoles en el capítulo nuevo, saludos, bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).