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EL PRINCIPE DEL AVERNO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, en este capítulo el futuro de Hades y Seiya se define, espero que les guste 

Capítulo 15.- Sacrificio

 

- No se vale… mi papá no tuvo la culpa de nada, es por eso que siempre estaba triste? – preguntó Evan mirando a su papá dormir al cuidado de Perséfone

- Tu papá no tuvo la culpa de nada pero… el rencor que Deméter le guardaba a Hades pudo más que su compasión hacia Seiya, ella sabía que él era inocente en todo pero, los Dioses somos rencorosos y egoístas, no perdonamos fácilmente y en esta ocasión los deseos de venganza opacaron la mejor parte del carácter de la Diosa Deméter, ella es una mujer muy dulce pero… siempre odió a Hades

- No quiero ver lo que sigue – dijo Evan y se puso de pie, él no quería ver sufrir a su papá, el muchacho sabía que estaba viendo recuerdos pero igual, el ver a su papá tan joven puso su vida entera en perspectiva, Evan estaba pensando en las últimas semanas en donde él se portó tan mal con Seiya, le dijo que se avergonzaba de él, le dijo que lo odiaba, le dijo tantas estupideces y ahora… al ver lo que su papá había sufrido y lo que le tocaría sufrir… Evan se sentía mal consigo mismo y un nuevo sentido de amor y admiración por sus padres estaba naciendo en él

- Lo tienes que ver muchacho… lo tienes que ver… - Hypnos movió su mano y la historia continuó, las imágenes volvieron a formarse y el muchacho miró a Hades pasearse por el salón de Guidecca al tiempo que Deméter y Atena llegaron a su presencia…

 

***

- Qué quieren aquí ahora? – preguntó Hades agresivamente

- Decirte que la deuda está saldada – dijo con tranquilidad la Diosa de la Naturaleza

- A qué te refieres?

- A que el muchachito al que amas, el que lleva en su vientre a tu hijo está a salvo y fuera de tu alcance, estamos aquí para ponernos de acuerdo contigo en unos últimos detalles con respecto al futuro de Seiya y de tu hijo – continuó hablando Deméter y empezó a caminar tranquilamente por el salón

- Yo no tengo nada que ponerme de acuerdo con ustedes, en cuanto encuentre a Seiya lo traeré aquí y ocupará el lugar que le corresponde como mi consorte, mi hijo crecerá sano y bajo mi tutela, sus patéticos intentos de arruinar mi vida han sido en vano

- Estás seguro Hades? – preguntó Deméter con una pequeña sonrisa

- Tú no eres nadie para impedírmelo, no eres lo suficientemente fuerte

- Pueda que yo no, pero Zeus si – dijo Deméter y se cruzó de brazos mirando desafiante a Hades que preguntó:

- Y qué tiene que ver Zeus ahora?

- Te lo voy a explicar, tú tienes prohibida la subida a la tierra pero yo sé que eso no es impedimento para que en el momento en el que encuentres a Seiya lo mandes a buscar o que el imprudente muchachito baje al Inframundo para estar contigo, en contra de todo pronóstico encontraste a alguien que en verdad te ama desinteresada y completamente Hades, entonces… esto es lo que vamos a hacer… tu podrás ver a Seiya todo lo que quieras porque seguramente Hécate o Hypnos te pueden ayudar con eso pero lo verás de lejos, porque él no puede bajar acá y tú no puedes subir allá – dijo Deméter e iba a continuar hablando pero Hades la interrumpió al decir:

- Y cómo lo vas a impedir?

- Si tu osas poner un pie en la tierra o Seiya un pie en el Averno, hablaré con Zeus y le diré del engaño al que fue sometido, le diré que tu amante está vivo y que tu hijo viene en camino, no creo que tu hermano se lo tome a bien, y el pequeño espectáculo al que fuimos llamado al Olimpo esta mañana se repetirá, con la única diferencia que esta vez, Zeus mandará al verdadero Seiya hacia otra dimensión y ahí si no tendrás chance ni de verlo, pueda que Zeus tome a ese inocente muchacho y lo haga su amante, o se lo dé como entretenimiento a los cíclopes, o podría matar a tu hijo en el vientre de Seiya, o… en el peor de los casos Zeus podría permitir que tu hijo nazca únicamente para matarlo en la cuna, lastimosamente con Zeus las posibilidades son infinitas, tú lo conoces igual que yo y sabes de lo que es capaz, además… déjame recordarte que los ejércitos del Averno están destruidos, los demás Dioses no se unirán a tu causa, Zeus chantajeó a Apolo y a Artemisa y los tiene muy bien vigilados por lo que no te ayudarán, Hefesto solo tampoco lo hará, porque Ares está de parte de Zeus al igual que Afrodita, Atena, Hera, Poseidón y yo, los demás dioses prefieren no inmiscuirse en esto, tu solo tienes a Hécate, Hypnos y Thanatos, por lo que estás solo y vulnerable querido, no lo olvides – dijo Deméter y lo dijo en serio, así Hades no quisiera reconocerlo, sabía que la Diosa de la naturaleza tenía razón

- No puedes hacer eso… MALDITA SEAS!!!!!

- Puedes maldecirme todo lo que quieras pero esos son mis términos, bajo mi cuidado estará Seiya y tu hijo, si intentas hacer algo en mi contra, tu amante o tu hijo pagarán las consecuencias, ellos vivirán en la tierra bajo mis dominios y el cuidado de Atena, ella se encargará de velar por ellos y mantenerlos a salvo, pero tú no los podrás ver de cerca, no los podrás tener en tus brazos, no verás a tu hijo crecer, serás privado de lo que más amas así como me privaste a mi de lo que más amaba

- Tú no tenías por qué intervenir, no tienes derecho…

- Tu tampoco tenías derecho de robarme a mi hija cuando lo hiciste, no… tu sufrimiento no se compara con el mío, lo único que puedo concederte es que lo veas una última vez para que te puedas despedir de ellos para siempre, es más de lo que me permitiste a mi cuando me separaste de mi hija – el tono de voz de Deméter era frío como el hielo, pero en ese punto se quebró, ella aún no había superado todo su sufrimiento así su hija estuviera ahora a su lado

- No hagas esto Deméter… no lo hagas…

- Ya está hecho y así nuestra deuda quedará saldada, te recomiendo que vengas conmigo ahora antes de que cambie de opinión y no lo vuelvas a ver nunca más, claro… hasta que ese muchachito muera…

- Te odio, nuestra deuda nunca quedará saldada, nunca olvidaré lo que me has hecho – dijo Hades y lo dijo desde el fondo de su corazón, Hades era bastante ambivalente con todas las cosas y personas, emociones de este tipo no las había sentido por años, y ahora… ahora sentía como la ira, la impotencia y los deseos de venganza lo embargaban, la desesperación y el dolor le aprisionaban el alma, y no había nada que podía hacer… eso era lo peor…

- El sentimiento es mutuo, pero no te conviene hacer nada en mi contra ahora ni en un futuro, ojo por ojo Hades, claro que si quieres vengarte de mí estás en tu derecho pero no te olvides de mis alcances, no es bueno tenerme de enemiga así como yo sé que no es bueno tenerte de enemigo pero… yo necesitaba una retribución por lo que nos hiciste padecer, a mi hija y a mí, ahora en verdad que la deuda queda saldada, pero el futuro está en tus manos, yo no haré nunca nada más en tu contra, me doy por satisfecha, pero este no es el momento para discutir esto, Seiya espera, vamos?

- Tengo opción? – preguntó Hades retóricamente a lo que Deméter sonrió y contestó:

- No… no tienes opción…

 

Seiya estaba en aquella cueva y caminaba de un lado hacia otro, en esos momentos estaba solo y la incertidumbre lo estaba matando, Seiya no sabía los últimos acontecimientos y Perséfone no había vuelto a la cueva desde que se quedó dormido luego de comer.  Las velas estaban casi extintas y Seiya se preguntaba que iba a hacer si se quedaba en completa oscuridad cuando el aire en la cueva vibró, tres figuras aparecieron de la nada y el castaño corrió a los brazos de Hades apenas lo vio

 

El Dios de los muertos estrechó contra su pecho a su niño y besó su cabeza, Atena al ver esto sonrió con tristeza, a ella solo le interesaba el bienestar de su caballero pero hasta que vio la fuerza y el ansia en aquel abrazo, entendió que el bienestar de Seiya estaba con Hades, lastimosamente ya no había nada que ella pudiera hacer, nunca hubo nada que ella pudiera hacer, Deméter fue la que lo fraguó todo, la Diosa de la tierra solo se había comprometido a velar por Seiya y por su hijo, eso lo hubiera hecho así no se lo hubieran pedido, ella amaba a Seiya y sentía mucha pena por él

 

- Qué pasó?, te tardaste mucho en venir por mí, estaba preocupado por ti – dijo Seiya mirando a Hades a los ojos, el Dios de los muertos acarició el rostro de su Pegaso y lo besó suavemente en los labios, aquel sería el último beso que ellos compartirían por mucho tiempo, mucho mucho tiempo…

- Todo salió bien, Zeus ya no te perseguirá nunca más, estas a salvo vida mía, tú y nuestro hijo – el tono de Hades era por demás frío, estas eran buenas noticias y Seiya no entendía la razón por la que Hades parecía molesto pero más que eso, Hades estaba… estaba… muy extraño, en sus ojos solo había dolor

- Que bien, cuándo podremos irnos?, iremos al Inframundo? – preguntó Seiya tomando la mano de Hades y apretándola, Seiya quería salir de esa cueva lo antes posible

- No Seiya… no puedo llevarte conmigo, es una larga historia que tu diosa te la contará con calma, yo… yo solo vine a decirte que te amo, que te amo como no pensé que podía llegar a amar, mi hijo y tu son lo más importante de mi vida y por su seguridad ustedes deben permanecer en la tierra donde Atena los mantendrá seguros, donde podrán vivir una vida normal, donde mi hijo podrá crecer sano y fuerte y donde tu podrás vivir… tu podrás vivir… - Hades miró a los ojos a Seiya mientras dijo todo esto, una lágrima bajó por su mejilla y la urgencia en su tono de voz los desubicó a todos además del pequeño detalle de que nadie en la larga vida del Dios de los muertos lo había visto derramar una sola lágrima

- Pero qué estás diciendo?, no Hades… no me dejes, yo me quiero ir contigo – Seiya rogó y se abrazó al Dios que lo separó suavemente de su cuerpo

- Seiya… no sabes lo que yo daría por llevarte conmigo, no sabes cuánto deseo poder pasar el resto de la eternidad a tu lado pero… no puedo amor, no puedo – Hades no estaba permitiendo que Seiya lo abrace, el Dios sabía que si Seiya lo abrazaba y besaba una vez más, él mandaría todo al diablo y se lo llevaría, pero la ira de Zeus acabaría con todos ellos, los ejércitos del Averno estaban prácticamente destruidos y un ataque de los cielos acabaría completamente con el Averno, en especial cuanto todos los demás dioses se habían unido en su contra, él estaba en desventaja, necesitaban tiempo, tiempo que no tenían…

- Pero por qué?

- Porque el destino de la tierra depende de esto, porque si no lo hacen así Zeus nos destruirá a todos, empezará por matarte a ti y luego matará a tu hijo, destruirá a la tierra y a toda la raza humana – dijo Saori al ver que Hades en ese punto ya no podía hablar, era muy doloroso para la joven muchacha presenciar esto pero no tenían otra opción, Deméter les cerró todos los caminos

- No hay forma de que pueda ir contigo? – insistió Seiya tomando nuevamente la mano de Hades y mirándolo a los ojos, Seiya estaba llorando en este punto, el fuerte caballero de Pegaso estaba con el corazón roto y en ese punto no le importaba si lo veían llorar, Hades meneó la cabeza y una nueva lágrima bajó por sus mejillas

- Es tiempo Hades, nos tenemos que ir – interrumpió Deméter, ella ya no quería dilatar este momento, la venganza es un plato que se sirve mejor frío, pero el tener que presenciar como dos vidas se arruinaban fue más de lo que la Diosa de la naturaleza había pensado, a sus ojos Hades se lo merecía pero era duro para ella presenciarlo

- NO!!!!!, no por favor, no te vayas, llévame contigo, no por favor, no… - Seiya abrazó a Hades con fuerza y el pelinegro no pudo evitarlo sino que correspondió el abrazo con desesperación, el joven castaño sentía como su corazón se rompía, la idea de su futuro sin el amor de su vida y con un hijo en camino era demasiado para él y se aferraba a Hades como si su vida dependiera de ello, se aferraba a Hades con todo lo que tenía pero ello no sería suficiente… no sería suficiente…

- Te amo Seiya, no sabes cuánto te amo, te amo… - susurró el Dios al oído del castaño que lloró con más fuerza

- No me dejes aquí solo, por favor Hades… te amo… no te vayas…

- Cuídate mucho, cuida a mi hijo, nunca estarás solo, yo siempre estaré contigo, te amo… te amo…

- Hades… es tiempo – volvió a decir Deméter y abrió un portal junto a ella, Hades se separó de Seiya suavemente y besó su frente, el castaño trató de abrazarlo  nuevamente pero Saori lo abrazó para que no lo haga, Hades miró a Seiya una última vez antes de caminar por el portal que Deméter había abierto y desapareció de la cueva.  Seiya cayó de rodillas al piso y lloró con amargura, Saori a su lado se arrodilló y lo abrazó, ambos estuvieron allí por varias horas hasta que Seiya lograra tranquilizarse un poco para poder salir de allí

 

Hades llegó a Guidecca y el castillo entero tembló, los vidrios se hicieron añicos y todas las almas sintieron una vibración intensa, el dolor del Dios del Averno se sintió hasta el Olimpo en donde Zeus sonrió, él no hubiera querido hacerle eso a su hermano favorito pero… Hades rompió las reglas y tenía que pagar las consecuencias, además no podía arriesgarse a que venga al mundo un heredero del Averno, Hades era muy poderoso, tenía el reino más rico y de más recursos, si en verdad quisiera él podría tomar el control de los cielos y los demás reinos, si no lo hacía era básicamente porque no le interesaba, pero… si tuviera un heredero, alguien que lo iguale en fuerza y habilidad y que además tuviera ansias de poder bueno… esa sería otra historia

 

En los días que siguieron Seiya viajó a Japón, cuando en el futuro le preguntaron cómo fue que llegó allí, Seiya honestamente podía decir que  no sabía, desde que supo que ya no podría ver a Hades, su vida terminó, el castaño estaba cual guiñapo humano, no quería comer, no quería salir a tomar sol, no quería ni moverse de la cama, el antiguo caballero de Pegaso nunca había sido depresivo pero esta vez no tenía ánimos para nada, Saori le había contado toda la historia de cómo estuvieron las cosas, de lo que había pasado en el Olimpo con el Pegaso negro, de la venganza de Deméter, de la ira de Zeus y le había hablado de todas las consecuencias que tendrían todos ellos si la verdad salía a la luz, Zeus no se tocaría el corazón y lo mataría, al igual que a su bebé, Seiya estaba horrorizado por todo eso pero lo que más le dolía era el pensar que no iba a ver a Hades nunca más, el egoísmo de los dioses había acabado con su felicidad, eso fue lo que acabó con el espíritu del joven Pegaso

 

Ni la presencia de su hermana en la mansión de Saori Kido pudo ayudar al joven castaño que se negaba a todo, Seiya solo lloraba y lloraba, se quedaba sentado en el alfeizar de la ventana de su habitación y miraba pasar los días, no podía dormir, no podía comer, no tenía ganas de nada, y no fue hasta que recibió una visita bastante inesperada que Seiya reaccionó

- Estás muy delgado, alguien te lo había dicho? – Seiya levantó la mirada y vio a Hécate parada al pie de su cama

- No tengo hambre – dijo Seiya simplemente, Hécate le caía bien pero no era ella a quien quería ver, ni siquiera la perspectiva de noticias del Inframundo lo animaban, Seiya no quería pensar en Hades, no quería pensar en lo que debería estar sufriendo, será que sufre igual que él?, será que lo olvida?, ese tipo de pensamientos era lo que estaba atormentando a Seiya además de que ahora estaba sintiendo la ausencia de Hades y le pegó con fuerza

- Eso supuse pero eso no es bueno ni para ti ni para tu bebé – la hechicera se sentó en la cama a la altura del vientre de Seiya y se agachó para besar la mejilla del castaño, Seiya no se movió en lo más mínimo, solo cerró los ojos tratando de ignorar a la hermosa hechicera pero no pudo hacerlo por mucho tiempo porque Hécate le acariciaba los cabellos con insistencia, como para que él la mirara, así que se acomodó de mejor manera en la cama y preguntó directamente:

- A qué has venido?

- A darte esto – Hécate sacó un frasquito de un líquido transparente, Seiya lo vio y se volteó en la cama tapándose con las mantas hasta la cabeza

- No quiero nada

- Ok., no quieres nada, yo sé que puedes estar pensando que si mueres llegarás al Averno y no te equivocas, pero lo que quiero saber es si le negarás a tu hijo el don de la vida, la verdad no pensé que fueras de ese tipo de persona Seiya – Hécate le hablaba a Seiya con ternura pero con firmeza, a ella se le rompía el corazón ver los ojos apagados en un muchacho tan alegre, sin contar que Hades se estaba volviendo loco al ver a Seiya como muerto en vida

- No lo soy – dijo Seiya destapándose un poco para mirar a los ojos a la hermosa hechicera que buscó su mano y la apretó al decir:

- Entonces demuéstralo, levántate, dúchate, come algo nutritivo y sal a tomar sol, Hades y tu han hecho un tremendo sacrificio para que la tierra no perezca bajo el poder de Zeus, Hades sacrificó su felicidad por tu vida y la de su hijo y qué estás haciendo tú?, estás encerrado auto compadeciéndote y dejándote morir, no te da cargo de conciencia?

- No me estoy dejando morir – respondió Seiya sabiendo que lo que decía no era verdad

- Muy bien, tómate esto entonces – Hécate le mostró nuevamente el frasquito a Seiya que meneó la cabeza al preguntar:

- Qué es?

- Básicamente vitaminas, las necesita el bebé, casi no puedo sentirlo – respondió la hechicera frunciendo el ceño al poner su mano en el vientre del castaño

- Mi bebé está muriendo??? – Seiya se sentó de golpe en la cama y lucía angustiado al poner una mano en su vientre junto a la mano que Hécate aún no había quitado

- No… no está muriendo pero… siente tu tristeza y está deprimido igual que tú, Saori puso un sello en ti inhibiendo tu cosmo y el de tu bebé pero… debería poder sentirlo de mejor manera, yo creo que su cosmo se está apagando y estoy preocupada, Hades le hace mucha falta porque no puede sentir su cosmo y eso podría subsanarse si tu estuvieras poniendo de parte y te preocuparas por él, pero no lo estás haciendo

- Si me preocupo por él – dijo Seiya en un susurro y bajando la cabeza

- No… no lo estás haciendo, estás sufriendo y eso es lógico, yo te entiendo pero no puedes dejarte morir, lo que llevas en tu vientre es un regalo precioso que la vida te dio y Deméter te va a dejar conservar, tú vas a poder cuidar a tu bebé, lo vas a poder alimentar, cargar, jugar con él, Hades solo los ve desde Guidecca y está muy preocupado por ti

- Él me está viendo? – esto Seiya no lo sabía

- Si… te mira todo el tiempo y se le rompe el corazón al verte tan triste, ten… toma esto por favor, te ayudará a sentirte mejor y ayudará a tu bebé a crecer sano y fuerte en tu interior, por favor – Hécate insistió una vez más y extendió su mano ofreciéndole el frasquito

- Está bien

 

Seiya tomó el frasquito y se lo bebió de un trago, era amargo pero no tanto, luego se dejó caer en las almohadas e hizo una mueca, el estómago le ardió y era porque llevaba varios días sin probar bocado, solo tomaba agua de vez en cuando, Hécate le apretó la mano a Seiya y luego puso su mano en su vientre, una luz se desprendió de ella y Seiya sintió algo muy extraño, se sintió como si flotara en una piscina de agua caliente, se sentía cómodo y calientito pero muy triste, una tristeza inmensa le embargaba el alma y tenía ganas de llorar, Hécate se concentró un poco más y cerró los ojos, ahí Seiya pudo sentir a Hades, pudo sentir el infinito amor que Hades les estaba enviando, Seiya por un momento se sintió amado y protegido, como si estuviera en los brazos del amor de su vida y lo que estaba pasando ahora fuera una pesadilla, pero cuando abrió los ojos la realidad entró a patadas y al castaño se le fueron las lágrimas, Hécate lo abrazó y lo consoló por mucho rato hasta que Seiya se tranquilizara, esto había sido mucho para él

- Cómo está el? – preguntó Seiya en un susurro a Hécate que le estaba acariciando los cabellos

- Él… pues está como diablo en botella, está pensando en la forma de burlar a Deméter pero de lo que sé, hasta ahora no halla la forma de hacerlo, ella ha ido a ver a Zeus varias veces y consiguió que disponga un pequeño despliegue de los ejércitos del Cielo así que Hades está siendo vigilado, eso lo tiene indignado pero lo aguanta porque Deméter amenazó con contarle la historia a Zeus y hacer que te mataran, te contó Atena la historia completa verdad?

- Si… me lo contó todo y no me parece justo que Deméter acabe con mi vida porque odia a Hades, ella ya tiene de vuelta a Perséfone con ella, por qué tenía que hacernos esto? – preguntó Seiya con voz baja y una lágrima escapó de sus ojos

- Lo siento pequeño, pero las cosas son así, no siempre podemos tener lo que queremos, ahora hazme un favor y ve a bañarte, yo veré algo para que comas, está bien?

- No tengo hambre

- No importa que no tengas hambre, piensa en tu bebé y en que su cosmo se está apagando, dime… no quieres tener a tu bebé en tus brazos y verlo crecer?, no quieres tener en tus brazos lo único que Hades pudo dejarte?, un hijo tuyo y de él, pueda que se parezca a ti o puede parecerse a él, puede tener sus ojos, no has pensado en eso?

- No…

- Eres muy joven Seiya y entiendo que estés triste y asustado pero levántate y sal adelante por tu hijito, yo sé que lo harás bien, ve a bañarte y aquí te espero con algo de fruta – la hermosa hechicera acarició la mejilla de Seiya y ambos se quedaron en silencio por algunos momentos, Seiya cerró los ojos y los abrió lentamente, Hécate tenía razón, él no podía dejarse morir así, él no podía rendirse,  su hijo si era un regalo, un hermoso regalo que él atesoraría por siempre, así que… el castaño se incorporó lentamente en la cama, tomó la mano de la hechicera y la apretó suavemente al decir:

- Hécate… gracias…

- Es un gusto para mí verte pero apúrate, no tengo mucho tiempo

- Por qué?

- Ninguno de nosotros puede subir a verte pero yo me escapé, Deméter me está buscando y no quiero que me encuentre aquí, así que ve a bañarte y yo veré tu cena

- No es justo… ni siquiera puedes venir tú?

- No pequeño, nadie del inframundo puede subir a la tierra, pero no te preocupes, confía en tu diosa, ella nunca quiso que esto pasara, ella te ama y solo quería tu seguridad, ella fue la que convenció a Deméter que te dejara vivir, Deméter fue la que pensó que sería una tortura más cruel para Hades el poder verte sin poder estar a tu lado, ella fue la que pensó que permitir nacer a tu hijo sería una tortura para Hades y no se equivocó, el anhelo y el ansia en el corazón de mi señor es abrumante, no te has preguntado las razones del clima?

- Del clima?

- Ha llovido sin parar por más de quince días, el mismo tiempo que Hades y tu han estado separados, yo lo convencí de que dejara la lluvia a un lado para que tú puedas salir así que aprovecha el sol porque mañana lloverá otra vez

- Hécate… por favor dile que lo amo, que lo extraño y que voy a pensar en él hasta el último día de mi vida, lo amaré con el último aliento hasta que mi corazón deje de latir, le podrás decir eso?

- Claro que lo haré, ahora ve a bañarte

- Ok.

 

Seiya se levantó y se sentía un poco mareado, no se había levantado de la cama estas dos últimas semanas más que para ir al baño, se duchó y se puso ropa cómoda, comió la fruta y la leche que Hécate le había traído y con ella salió al jardín de la mansión Kido, el sol brillaba alegremente y Seiya camino mucho rato entre los árboles con los pies desnudos, Hécate lo acompaño por un ratito más y luego tuvo que irse, Deméter estaba preguntando por ella y la hechicera no quería causar problemas, Seiya se quedó solo y caminó un rato más hasta apoyarse en uno de los árboles

 

No… ya no estaba solo, tenía a su hijo con él, pronto lo podría tener en sus brazos, pronto lo vería nacer y en ese momento una gota de lluvia le cayó en el rostro, Seiya sonrió al pensar en Hades y decidió que de ahora en adelante viviría por y para su hijo, él dejaría todo atrás, dejaría la vida de caballero, dejaría la protección de su Diosa luego del nacimiento de su hijo y se iría, no iba a vivir más esa vida, se iría…

 

Notas finales:

Ya mismo llegamos al punto en el que la historia del pasado se termina y nos unimos con el presente en donde la guerra es inevitable, espero que les guste lo que viene

Muchas gracias por leer y nos vemos el viernes con el capítulo nuevo, no se lo pueden perder

Saludos. bye 


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